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GEOGRAFIA ARGENTINA
Argentina es considerada un país bicontinental, pues ocupa parte del continente americano y parte del
continente Antártico. La porción americana de la Argentina alcanza los 3.761.274 km 2; de norte a sur tiene
una extensión de 3694 km y de este a oeste de 1423 km. La superficie del área antártica (incluyendo las
islas Orcadas del Sur) y las islas australes (Georgias del Sur y Sándwich del Sur) comprende 969.464 km 2.
La posición relativa, es aquella que posiciona a un determinado territorio a partir del uso de distintas
criterios, como por ejemplo los puntos cardinales.
La posición geográfica absoluta es aquella en la cual se toman en cuenta principalmente las coordenadas
geográficas. Estas coordenadas medidas en grados ° derivan de la intersección entre meridianos y
paralelos. Podemos decir que Argentina se encuentra en una posición absoluta aislada de las masas
territoriales del hemisferio norte. Su posición es en el hemisferio sur occidental. Para establecer una
posición absoluta exacta de nuestro país es necesario determinar sus puntos extremos.
Sur:
Cabo San Pío 55º 03' 00" Sur
(Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e 66º 31' 00" Oeste
Islas del Atlántico Sur)
Oeste:
Punto en el Parque Nacional Los Glaciares 50º 01' 00" Sur
(Provincia de Santa Cruz) 73º 34' 00" Oeste
Este:
Punto al noreste de Bernardo de Irigoyen 26º 15' 15" Sur
(Provincia de Misiones) 53º 38' 52" Oeste
Fuente:Instituto Geográfico Nacional (IGN). Dirección de Geografía
Actividades:
1) Utilizando los puntos cardinales, localizar la posición relativa de nuestro país respecto de los
siguientes países: Chile, Brasil, Paraguay, Australia y China.
2) Localizar en un mapa de Argentina político los cuatro puntos extremos.
3) ¿Realizar una lista de las ventajas y desventajas de la posición geográfica de nuestro país?
Antes de que llegaran los conquistadores españoles, en el territorio que hoy conocemos como la
República Argentina habitaban muy diversos pueblos, con formas de organización social y económica
particulares, y características culturales propias. La relación de estos pueblos originarios con sus
territorios era muy distinta de la que hoy tienen las sociedades modernas. En general, no existía la idea
de propiedad privada, sino que utilizaban la tierra de forma colectiva, no poseían complejos aparatos
políticos-administrativos, con excepción del Imperio Inca.
LA ETAPA COLONIAL
Los españoles llegaron al actual territorio en el siglo XVI, en el marco de la expansión de ultramar
realizada por varias potencias europeas. A partir de entonces, la Corona española estableció sus
derechos sobre los territorios de ultramar producto de la conquista.
LA FUNDACIÓN DE CIUDADES
La lógica de ocupación territorial de los conquistadores fue claramente distinta de la que predominaba
entre los pueblos originarios. Estos eran, en su mayoría, nómades, mientras que los conquistadores
buscaban instalarse de manera más o menos definitiva.
Por otro lado, la forma habitual de conquista y colonización española fue la fundación de poblados y
ciudades, en un primer momento por parte de los llamados adelantados, que eran los representantes del
rey en América. La fundación de ciudades respondía, como forma de ocupación del territorio, a una
apropiación privada del espacio. Por eso, primero ocupaban el espacio efectivamente (posesión), luego
lo median y dividían (plano) y por último lo entregaban a los nuevos propietarios (títulos).
Las ciudades fundadas en el actual territorio argentino estuvieron vinculadas durante mucho tiempo a la
dinámica de la economía de Potosí, que era el centro de la economía colonial, debido a sus riquezas
mineras.
Las expediciones que fundaron las ciudades en el actual territorio argentino llegaron desde el Norte (Alto
Perú), desde el Oeste (Santiago de Chile) y desde el Este (Asunción). La corriente del Norte fundo las
ciudades de Santiago del Estero (1553), San Miguel de Tucumán (1565), córdoba (1573) y San Salvador
de Jujuy (1593). La corriente del Oeste dio origen a las ciudades de Mendoza (1561), San Juan (1562) y
San Luis (1594).
La corriente del Este proveniente de Asunción (1537) fundó las ciudades de Santa Fe (1573), Buenos
Aires (2º fundación 1580) y Corrientes (1588). Las ciudades fundadas por los españoles se
transformaron luego en los núcleos de las actuales provincias.
El ESTADO COLONIAL
La figura del adelantado como centro de poder fue con el tiempo reemplazado por la división del espacio
conquistado en unidades territoriales: las gobernaciones. Estas divisiones territoriales representaron la
primera estructura administrativa colonial en América. El actual territorio argentino quedo comprendido
dentro de las gobernaciones de Tucumán (que incluía a las ciudades de Córdoba, San Miguel de Tucumán
y Santiago del Estero, entre otras), del Rio de la Plata (ciudades de Buenos Aires, Santa Fe, y Corrientes) y
de Chile (abarcaba las ciudades de Mendoza, San Juan y San Luis). Cada gobernación estaba a cargo de
un funcionario, el gobernador, que dependía del rey de España.
Poco tiempo después se crearon unidades territoriales mayores que las gobernaciones: los virreinatos, a
cargo de otro funcionario, el Virrey.Las gobernaciones mencionadas formaban parte del virreinato del
Perú. El otro gran virreinato creado entonces fue el virreinato de México.
A principios del siglo XIX, diversos factores provocaron la crisis del orden colonial y el desarrollo de
revoluciones en América, que más tarde serian el germen de nuevas naciones independientes. Esas
naciones se establecieron sobre la frase de la organización territorial administrativa de los virreinatos.
Durante la década siguiente a la revolución, este gobierno central fue cambiando su fisonomía. Primero
se conformó un triunvirato, compuesto por tres miembros; luego, un directorio a cargo de un director
supremo. Estos cambios se produjeron en un contexto caracterizado por profundas diferencias entre las
provincias sobre la forma de organizar el Estado. Por un lado, Buenos Aires pretendía consolidar su
centralismo, al que se oponían los pueblos del interior, fundamentalmente las provincias del litoral y la
banda oriental, lideradas por José Gervasio Artigas, que proponían un sistema federativo.
En 1820, el gobierno central se disolvió, como consecuencia de la derrota sufrida por el entonces director supremo
de las Provincias Unidas del Río de la Plata, José Rondeau, en la batalla de Cepeda, donde fue vencido por
Estanislao Lopez y Francisco Ramírez, líderes de Santa Fe Entre Ríos.
Despues del trinfuo de los federales en la batalla de Cepeda (1820), las provincias organizaron sus propios
gobiernos y se manejaron de manera autónoma, ante la inexistencia de un gobierno central. Esta etapa estuvo
marcada por el enfrentamiento entre dos posiciones distintas acerca de la forma de organizar el Estado nacional:
los unitarios, partidarios de un gobierno central, y los federales, partidarios de las autonomias provinciales.
En 1830, nueve provincias (Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Santiago del Estero, Tucuman,
Catamarca y Salta) se agruparon en la Liga Unitaria, impulsada por el gobernador de Córdoba, el general José
Maria Paz. Por otro lado, las provincias de Buenos Aires y del Litoral (Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes) se
agruparon el Pacto Federal. Si bien las provincias eran autónomas porque disponian de ciertas atribuciones, como
la organización de ejércitos o la emisión de sus propias monedas, delegaron algunas funciones en el gobierno de
Buenos Aires, principalmente el manejo de las relaciones exteriores y la guerra. En los hechos, el gobierno de
Buenos Aires , encabezado por Juan Manuel de Rosas, concentraba un gran poder y tenía aatribuciones propias de
un gobierno nacional.
En febrero de 1852, en la batalla de Caseros, Rosas fue derrotado por el gobernador de Entre Rios, el general Justo
José de Urquiza, quien encabezaba una alianza entre varias provincias, la Banda Oriental y el Brasil. Se inició así una
nueva etapa en la organización del Estado nacional. Ese mismo año se convocó a un congreso en la ciudad de Santa
Fe, con la finalidad de sancionar una constitución nacional.
En mayo de 1953, los representantes de trece provincias (Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, San Luis,
Mendoza, San Juan, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Catamarca y Jujuy) sancionaron la Constitucion
Nacional. La provincia de Buenos Aires no envió representantes al Congreso Constituyente y no juró la
Constitución. De esta manera, durante este período coexistieron dos unidades poíitico-admnistrativas: la
Confederacion Argentina, integrada por las provincias que subscribieron la Constitución, con la capital en la ciudad
de Paraná, y la provincia de Buenos Aires, con capital en la ciudad de Buenos Aires.
Justo José de Urquiza fue el primer presidente de la Confederacion entre 1854 y 1860. En 1859, Urquiza firmó con
el gobierno de Buenos Aires el Pacto de San José de Flores, mediante el cual esta provincia se declaraba parte
integrante de la Confederacion Argentina. Buenos Aires juró la Constitución luego de que, en 1860, se introdujera
las reformas por ella solicitadas. Entre otros cambios, en el Preambulo se reemplazó ´´Confederacion Argentina´´
por ´´Nacion Argentina´´.
Las diferencias entre Buenos Aires y el interior estaba centrada en el control del puero y la Aduana de Buenos Aires,
principales generadores de recursos economicos. Si Buenos Aires se convertía en la capital del país, los recursos
generados por el puerto y la Aduana debían pasar a manos del Estado Nacional. La provincia se negaba a aceptar
esta situación, lo que llevó a nuevos enfrentamientos.
La batalla de Pavón, en 1861, marcó otro punto de inflexion en el proceso de formacion del Estado nacional. En
esta batalla se enfrentaron las fuerzas de la Confederacion Argentina, al mando de Urquiza, con el ejército de
Buenos Aires, al mando del general Bartolomé Mitre, que resultó vencedor. El triunfo de Mitre significó la
imposicion del proyecto de organización nacional impulsado por Buenos Aires. En 1862, se estableció un poder
central, Mitre asumió la presidenciay Buenos Aires se convirtió en la sede administrativa del poder central. Esta
ciudad fue la capital de la provincia de Buenos Aires y del país hasta 1880, cuando se definó como la Capital Federal
de la República Argentina.
En este período, durante las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda, el poder central se fue apropiando de
funciones y atribuciones hasta entonces a cargo de las provincias. Se crearon instituciones nacionales, comunes a
todo el territorio, como las fuerzas armadas nacionales, se estableció una justicia nacional (Corte Suprema de
Justicia de la Nación) y se sancionaron diversos códigos que reglamentan las acciones de poblacion en todo el país
(Codigo Civil). Por otro lado, se consolidó la presencia del Estado mediante la ocupación del territorio, el fomento
de la inmigracion, el establecimiento de colonias agrícolas, la extensión de la red de ferrocarriles, la creacion de
correos nacionales, el desarrollo de un mercado interno (estabecimiento de una moneda común) y elfomento de
una identidad nacional (extensión del sistema educativo, exaltacion de los símbolos nacionales).
Actividades:
1) ¿Cómo es la relacion que tenien los pueblos originarioscon la tierra?¿Qué diferencia hay con la logica
territorial del hombre blanco ?
2) Leer el texto ´´La formación del territorio argentino´´ y realizar una linea de tiempo con las fechas mas
importantes en la formacion del territorio y el Estado nacional argentino.
3) Utilizando el mapa de la division politica actual de nuestro pais y papel de calcar, realizar 2 mapas de la
evolución de nuestro territorio (Tarea grupal en clase).
Trabajo practico:
La extensión actual del territorio argentino es el resultado del proceso de ocupación de los territorios indigenas por
parte de las denominadas campañas al ´´desierto´´, a fines del siglo XIX. En aquel entonces, los dirigentes del Estado
nacional en formacion sostenian la necesidad de ocupar el territorio, mientras los pueblos indigenas defendian su
derecho como historicos habitantes de esas tierras.
Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación en ocasión de la presentacion del proyecto de la ley nº 947,
de presupuesto para la campaña al desierto.
´´Hasta nuestro propio decoro como pueblo viril, nos obliga a someter cuanto antes, por la razón o por la fuerza, a
un puñado de salvajes que destruyen nuestro principal ríqqueza y nos impiden ocupar definitivamente, en nombre
la ley, del progreso, y de nuestra propia seguridad, los territorios mas ricos y fertiles de la República […] En la
superficie de quince mil leguas que se trata de conquistar[…] la poblacion indigena que la ocupa puede estimarse en
veinte mil almas […], que se dedican indistintamente al robo y a la guerra, que para ellos es sinónimo de trabajo
[…].
La importancia política de esta operación se halla al alcance de todo el mundo. No hay argentino que no comprenda
en estos momemtos, en que somos agredidos por las pretenciones chilenas, que debemos tomar posesión real y
efectiva de la Patagonia, empezando por llevar la poblacion al Río Negro que puede sustentar en sus margenes
numerosos pueblos capaces de ser en poco tiempo la salvaguardia de nuestros intereses y el centro de un nuevo y
poderoso Estado Nacional. ´´
Discurso del gran cacique pehuenche Purrón en el parlamento de guerra realizado en el llano de Ranquilón,
en abril de 1879.
´´Buenos caciques, hermano y guerreros: el huinca (blanco) pillo y ladron una vez más nos amenaza con traernos la
para apoderarse nuestras mapu (tierras)y nuestro cullin (hacienda- ganado). Si nos quita lo que más queremos, ¿A
dónde iremos a parar? ¿cómo podremos vivir? ¿hasta cuándo nos hemos de aguantar la insolencia del intruso que
se ampara en sus trampas y nos mata sin piedad? […]¿No tienen ellos un dios como lo tenemos nosotros que les
ilumine el pensamiento y les haga comprender la injusticia que cometen ? Nuestra suerte se vuelve cada dia más
adversa. El huinca al parecer no quiere trato con nosotros. […]¿Hemos hechi los pehuenches últimamente algún
malón a las ciudades huincas? Entonces. ¿por qué el huinca nos quiere exterminar? Pero ya se comprende su
intención. Quiere robarnos nuestras tierras para hacer pueblos y obligarnos a trabajar en su provechoo. Quiere
privarnos de nuestra libertad, quiere acorralarnos contra la cordillera y echarnos de nuestros campos donde
nacieron nuestros padres, nuestros hijos y deben nacer nuestros nietos´´
Fuente: Pagina/12 y Colegio Nacional de Buenos Aires, Historia argentina. Grandes debates nacionales. La condicion del indigena 1536-1880, Buenos Aires,
Pagina/12, 2002, p. 303
La Argentina se organiza como un sistema federal compuesto por 23 provincias y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (sede de la Capital Federal). A su vez, cada provincia cuenta con otros niveles de organización
denominados departamentos o partidos – designación que cambia según las provincias -, que tienen
diferentes sistemas de administración y gestión territorial.
EL RÉGIMEN FEDERAL ARGENTINO
El Estado argentino está organizado en tres niveles de gobierno, cada uno con atribuciones y competencias
propias. Los niveles de gobierno son la nación, las provincias y los municipios. A estos se suma el régimen
particular de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital federal de nuestro país.
El establecimiento de estos sectores de gobierno está vinculado a la necesidad de lograr mejores condiciones de
atender los problemas de la población.
LA DIVISION DE PODERES
El gobierno federal está distribuido en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El Poder Ejecutivo
Nacional es ejercido por un ciudadano con el título de presidente de la nación, elegido por el voto de los
ciudadanos. Lo acompaña en su tarea el vicepresidente, también elegido por el voto del pueblo. El presidente
elige a sus ministros y a los miembros de otras dependencias. La principal función del Poder Ejecutivo Nacional
es la administración general del país.
El Poder Legislativo Nacional está compuesto por los legisladores nacionales, que son los encargados de la
sanción de las leyes nacionales. Se reúnen en el Congreso Nacional, que se encuentra dividido en dos cámaras.
La Cámara de Diputados representa al pueblo de la nación, y actualmente está integrada por 257 diputados
nacionales, elegidos por cada jurisdicción en forma proporcional a la cantidad de población. La Cámara de
Senadores representa a las provincias argentinas. Está integrada por 3 senadores por cada una de las 23
provincias y 3 por la C.A.B.A. Así, suman 72 senadores.
El Poder Judicial Nacional está compuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y los tribunales
federales en todo el territorio nacional.
Actividades en clase
1) Localizar y nombrar, en un mapa político de Argentina, los 24 distritos con sus capitales.
2) ¿Cuál es el objetivo de dividir administrativamente la administración del territorio
nacional? ¿Se cumple ese objetivo? Fundamentar su respuesta.
3) Completar el siguiente cuadro de la división de los poderes y la división administrativa
Poder ejecutivo
Poder legislativo
Poder judicial
Un límite es una línea imaginaria que separa los territorios de dos unidades políticas distintas. Así, para referirse a
la separacion entre dos países se habla de un limite internacional. En cambio, una frontera es el área a ambos lados
de un límite internacional. Mientras que el límite es una división política, la frontera es, generalmente, un espacio
de integración social, económica y cultural, aunque en ocasiones también puede ser un área de conflictos.
LA JUSTICIA Y LOS CONFLICTOS TERRITORIALES
Cuando dos o mas Estados tienen un conflicto relacionado con sus territorios y no lo pueden resolver
mediante negociaciones bilaterales o arbitrajes de terceros, pueden recurrir, como ultima instancia, a la
Corte Internacional de Justicia (CIJ), organismo dependiente de las Organización de las Naciones Unidas
con sede en La Haya, Pises Bajos. Ademas de los conflictos territoriales, entre las controversias que ha
solucionado la CIJ, se pueden mencionar: los derechos economicos por algun recurso compartido,
derechos de paso, la injerencia en asuntos internos de otros Estados, la toma de rehenes, el derecho de
asilo, la aplicación de tratos, etc. Luego de evaluar la informacion, la CIJ aplica las normas existentes en
el derecho Internacional Publico y pronuncia un dictamen que los Estados deben acatar, ya que tiene
validez de sentencia.
Durante el siglo XIX, se consideraba que el territorio de un país abarcaba solamente la porción de las
tierras emergidas, es decir que ese era el espacio de su soberanía. A lo largo del siglo XX, se amplió
la noción de espacios de soberanía de los Estados para alcanzar también el espacio aéreo y el
marítimo.
En parte, esta ampliación está relacionada con el desarrollo tecnológico, como el de la aviación,
puesto que de no tener un país potestad sobre su espacio aéreo, cualquier avión podría sobrevolar su
territorio sin autorización. Este problema se resolvió en 1947, cuando los distintos países acordaron
reconocer la soberanía estatal sobre este espacio. A partir de ese momento, cualquier aeronave
extranjera necesita la autorización del Estado para poder ingresar en su espacio aéreo.
También, se amplió el concepto de soberanía estatal sobre los espacios marítimos, que incluyen las
islas e islotes, los fondos oceánicos, la plataforma continental y las masas de agua que se localizan
sobre ellos. Estos espacios cuentan con una gran cantidad de recursos naturales, como cardúmenes,
minerales e hidrocarburos. En 1982, en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.),
se firmó la Convención sobre los Derechos del Mar, que reconoce la soberanía sobre el espacio
oceánico a los países con frente marítimo, hasta las 200 millas marinas desde la costa.
El mar territorial: franja de espacio marítimo adyacente a las costas de un Estado, que se
extiende hacia el exterior hasta las 12 millas marinas. La soberanía en el mar territorial, es
absolutamente plena, es decir, que el Estado goza de todos los derechos en dicho sector.
La zona contigua: espacio de altamar que comprende las doce millas que siguen al mar
territorial. En esta zona el Estado puede ejercer facultades de control aduanero, migratorio y
sanitario. La soberanía en la Zona Contigua, es absolutamente plena, pero con la función de
control: aduanero, sanitario, migratorios y fiscales.
La zona económica exclusiva (Z.E.E.): espacio que se extiende desde la línea de base hasta
las 200 millas. Allí, el Estado tiene derechos de soberanía para los fines de exploración y
explotación, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos,
de las aguas suprayacentes al lecho y del lecho y el subsuelo del mar, y con respecto a otras
actividades con miras a la exploración y explotación económicas de la zona, tal como la
producción de energía derivada del agua, de las corrientes y de los vientos. El establecimiento y
la utilización de islas artificiales, instalaciones y estructuras. Investigación y protección del
ambiente marino.
Actividad: Leer el siguiente artículo periodístico del diario La Nacion y responder las preguntas
que están debajo.
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Dos buques guardacostas y un helicóptero argentino, un avión y un barco uruguayo, estuvieron en la tarea de
persecución del buque Hua Li 8.Persecución y ataque sin resultado positivo. Los efectivos argentinos
debieron volver a su país con la frustración de no haber podido capturar al pesquero, y los uruguayos no
lograron dar asistencia positiva.
En la tarde de este jueves 3, se disparó el alerta en la coordinación naval de los dos países e incluso se llegó a
considerar la posibilidad de que hubiera heridos en el buque perseguido, que era seguido de cerca por un
helicóptero militar argentino.
El buque "Hua Li 8" de bandera china fue avistado por el guardacostas argentino Thompson cuando pescaba
ilegalmente a una distancia aproximada de 800 metros dentro del límite de la Zona Económica Exclusiva
Argentina (ZEEA), según lo que informa el Ministerio de Seguridad de Argentina y la Prefectura.
El procedimiento se inició en la madrugada del lunes, cuando Prefectura detectó con sus radares al pesquero
chino en plena actividad extractiva. El "Hua Li 8" estaba a la altura de la boca del Golfo San Jorge, por lo que
se efectuaron reiteradas llamadas, tanto en español como en inglés. Además, se realizaron señales sonoras y
visuales para hacer contacto con el pesquero.
Pero el barco chino no hizo caso, apagó sus luces de pesca y comenzó la fuga según comunica la Prefectura
argentina: "Su huida (fue) en franca navegación hacia afuera de las 200 millas (.) No obstante, al efectuarle
permanentes llamados por distintas frecuencias del servicio móvil marítimo, no acató la orden de detención
y continuó navegando en aguas internacionales".
Este jueves de tarde, los monitores argentinos detectaron que el barco chino "había ingresado nuevamente a
la ZEEA con dirección probable hacia Uruguay", por lo que se destacó al área al guardacostas Prefecto
García".Las autoridades navales de Argentina avisaron a sus colegas de Uruguay que se ingresaba a aguas
territoriales del país oriental, según informó a LA NACION el Jefe de Relaciones Públicas de la Armada
Nacional uruguaya, Gastón Jaunsolo.
Explicó que en estos casos se aplicar el Artículo 5º del "Tratado del Río de la Plata y su frente marítimo" de
1973.Esa norma indica que "la autoridad interviniente que verificara un ilícito podrá realizar la persecución
del buque infractor hasta el límite de la franja costera de la otra Parte".
Los buques argentinos que venían persiguiendo al pesquero japonés, eran el "Guardacostas PNA Delfín" y el
"Guardacostas Mantilla", ambos de la Prefectura Naval Argentina. Los acompañaba un helicóptero de la
Naval. Uruguay, una vez alertado, dispuso el despegue de uno de sus aviones militares, que salió de la Base
Aeronaval de Laguna del Sauce, cerca de Punta del Este. También dispuso que zarpara un barco de la Armada
desde el Puerto de Montevideo. Pero el pesquero chino seguía hacia el este y logró fugarse.
El vocero de la Armada uruguaya dijo a LA NACION que en determinado momento la Argentina suspendió la
búsqueda y sus dos guardacostas volvieron a ese país. Consultado sobre la versión de probable herido en el
barco chino debido a la ofensiva argentina, Jaun solo respondió que no hubo pedido de asistencia alguna.
La Prefectura argentina informó que "el Hua Li 8 es un pesquero de tipo potero, dedicado a la pesca de
calamar", que tiene "50 metros de eslora (largo) por ocho de manga (ancho)" y que "su puerto de asiento es
ZhouSwan en la República Popular China".
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Por su poca profundidad (200 a 250 metros) la luz solar penetra hasta el fondo por lo que proliferan
microorganismos como el fitoplancton y zooplancton, fuente de alimentos de otras especies marinas de
gran importancia económica como: la merluza, mejillones, calamares y langostinos.
Más allá de ese punto, todo Estado ribereño tiene reconocida una plataforma continental de, por lo
menos, hasta las 200 millas marinas, medidas desde las líneas de base.
Sin embargo los Estados que puedan demostrar que la prolongación natural de su territorio se
extiende más allá de esa distancia, se hallan facultados para establecer el límite exterior de su
plataforma continental en lo que técnicamente se denomina “borde exterior del margen continental”.
Esta última ha sido la tarea encarada por nuestro país a través de COPLA, y que resultara en la citada
presentación a la CLPC en abril de 2009.
http://www.plataformaargentina.gov.ar
El país gana 1,7 millones de kilómetros cuadrados. Se reconoce la existencia de una disputa por Malvinas.
La Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), un grupo internacional de expertos que depende de las Naciones
Unidas, ha aprobado por unanimidad las recomendaciones sobre la presentación argentina del límite exterior de la plataforma
continental, realizada en 2009, según informó 'Clarín'.
Argentina ganará 1.700.000 kilómetros cuadrados, lo cual supone un aumento de un 35% de la superficie actual de la plataforma
continental, según ha explicado la Cancillería. Esta superficie, comprendida entre las 200 millas marinas y el límite exterior, equivale a un
48% del territorio nacional y se suma a los 4.800.000 kilómetros cuadrados entre las líneas de base y las 200 millas marinas.
Además, este fallo también significa un avance en cuanto a la explotación de las áreas submarinas. Antes de la decisión de la
ONU, la plataforma llegaba hasta los 200 metros de profundidad. Ahora ya no hay límites de profundidad.
Con esta decisión, la ONU ha aceptado la existencia de una disputa entre la Argentina y el Reino Unido en la zona de las islas
Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
"Estamos reafirmando nuestros derechos de soberanía sobre los recursos de nuestra plataforma continental: minerales, hidrocarburos y
especies sedentarias", indicó la canciller Susana Malcorra.
"La demarcación del límite exterior de la plataforma continental, constituye un verdadero ejemplo de política de Estado en donde se ha
trabajado con profesionalismo durante casi 20 años con el propósito de reafirmar nuestra presencia, preservar nuestros recursos y
reafirmar nuestros derechos soberanos en una zona política, económica y estratégicamente tan importante como el Atlántico Sur", añadió
la canciller.
Actividades:
Después de leer el texto informativo y el artículo periodístico, observar el grafico que está arriba y
responder las siguientes preguntas:
Nuestro país reclama derechos de soberanía sobre el sector limitado por los meridianos de 25º y 74º
de longitud Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, denominada Antártida Argentina. Estos reclamos
fueron realizados ante distintos organismos internacionales y en particular ante las Naciones Unidas
en el año 1947.
Desde 1959, las tierras y mares que se encuentran al sur de los 60º de latitud Sur tienen un régimen
jurídico especial regido por el Tratado Antártico. Los países que suscribieron inicialmente ese tratado
fueron los Estados Unidos, Gran Bretaña, la ex Unión Soviética, Francia, Nueva Zelanda, Japón,
Noruega, Argentina, Chile, Bélgica, Australia y Sudáfrica; otros países adhirieron a su contenido con
posteridad.
El objetivo principal del Tratado Antártico es garantizar el uso pacífico del área y su preservación
ecológica, así como también fomentar la investigación científica y el conocimiento del continente.
En los últimos años, nuestro país ha intentado aumentar la vinculación entre Tierra del Fuego y la
Antártida mejorando las condiciones de comunicación, de abastecimiento, y de apoyo de las
actividades turísticas. Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, es una de las ciudades que se
encuentra más próximas a la Antártida y que brindan apoyo a distintas expediciones nacionales y
extranjeras; por este motivo se la considera como una de las “puertas de entrada a la Antártida”, junto
con ciudades como Punta Arenas (Chile), Ciudad del Cabo (Sudáfrica) o Hobart (Australia).
EL TRATADO ANTARTICO
El Tratado Antártico (TA) fue firmado por los 12 países que habían participado en el Año Geofísico
Internacional (AGI) de 1957-1958. La experiencia del AGI demostró que era posible establecer bases en la
Antártida y desarrollar la cooperación científica sin entrar en conflictos. Desde entonces, 36 países más se
han adherido, y son hoy 48 en total los que reconocen el Tratado.
El Tratado se firmó el 1 de diciembre de 1959 en Washington (Estados Unidos), entró en vigor el 23 de junio
de 1961 y se convirtió desde ese momento en una referencia de los avances que se pueden lograr mediante
la cooperación internacional.
El Tratado afecta a los territorios, incluso a las barreras de hielo y al océano, ubicados al sur de los 60° de
latitud S y establece que «la Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos» (artículo I), que «la
libertad de investigación científica en la Antártida y la cooperación [...] continuarán» (artículo II), que «las
Partes Contratantes acuerdan proceder […] al intercambio de observaciones y de resultados científicos sobre
la Antártida, los cuales estarán disponibles libremente» (artículo III) y que «todas las regiones de la Antártida,
y todas las estaciones, instalaciones y equipos que allí se encuentren […] estarán abiertos en todo momento
a la inspección» (artículo VII).
La importancia del Tratado se aprecia en que, a pesar de los conflictos y las tensiones mundiales de los
cincuenta últimos años, la Antártida se ha mantenido como zona de paz, cooperación científica y territorio
protegido.
El TA y los diferentes acuerdos, protocolos y organizaciones que lo han ido desarrollando conforman lo que
se conoce como Sistema del Tratado Antártico. Incluye diversos acuerdos de carácter internacional sobre
temática antártica, como la Convención para la Conservación de las Focas Antárticas (Londres, 1972), que
entró en vigor en el año 1980, y la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos
Antárticos Canberra, 1980), que está vigente desde 1982.
El Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente (Protocolo de Madrid), aprobado en 1991, es el texto
normativo más importante aparte del TA y se comenta más detalladamente en el apartado 1.5. A pesar de
que las ballenas habitan en aguas antárticas, no se aborda en estos acuerdos su problemática específica,
sino en la Convención Internacional para la
Reglamentación de la Caza de la Ballena, que precedió al TA.
Además de estas normas acordadas por los países firmantes del Tratado, los otros elementos del Sistema
del Tratado Antártico son los diversos órganos que gestionan las actividades que se realizan en la Antártida.
Una vez al año se realiza una Reunión Consultiva del Tratado Antártico, con la participación de los países
firmantes del TA y de las organizaciones que forman parte del sistema, que se centra en el intercambio de
información y consultas, así como en la elaboración de propuestas para la aplicación del tratado.
Miembros plenos
Miembros asociados
Casi después de una década, a comienzos de 1990, con los Acuerdos de Madrid, se reanudaron las relaciones
diplomáticas entre las dos cancillerías, aunque con la condición impuesta por el Reino Unido de hacer un paréntesis en las
negociaciones de soberanía territorial, que se denomina ´´formula del paraguas´´. Este tema quedo para tratar en el
marco del Comité de Descolonización de la ONU. A partir de 1999, se levantó la prohibición de ingreso a argentinos a las
Malvinas y se autorizaron vuelos desde Rio Gallegos. Sin embargo, los argentinos no pueden establecerse en ellas, solo se
les autoriza una estadía temporaria mientras demuestren que tienen fondos para vivir en las islas y luego volver a la
Argentina. Las negociaciones entre ambos gobiernos, giran en torno a acuerdos pesqueros, comerciales y petroleros. El
propósito de nuestro país es recibir algún beneficio económico y jurídico de esas actividades. En 1995, se firmaron
acuerdos sobre la exploración y explotación petrolera conjunta que no arrojaron resultados positivos hasta el momento.
Pareciera que las islas carecen de potencialidades, pero si tienen riquezas pesqueras. Desde la guerra los buques
argentinos o de otras banderas con permiso argentino, no pueden navegar en la zona de exclusión, impuesta por el
gobierno británico, hasta 150 millas marinas, alrededor de las islas. Si lo pueden hacer los pesqueros de cualquier otro
país del mundo. Eso beneficia a sus habitantes, los ´´ Kelpers´´, quienes vieron crecer sus ingresos mediante el
otorgamiento de licencias de pesca.
CRITERIOS DE REGIONALIZACIÓN
En diversos momentos históricos y por diferentes razones, el territorio argentino se dividió en regiones, que
constituyen agrupaciones de provincias sin carácter formal o institucional, pero sí con fuerte identidad y
visibilidad para la población. Siguiendo una clasificación tradicional, se utilizara la delimitación realizada por el
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) que se delimita en las siguientes regiones:
Para el geógrafo argentino Federico Daus, uno de los principales creadores de este enfoque en la Argentina,
la región geográfica se define como aquella que ´´se presenta poseyendo una individualidad propia; es decir
que por su geomorfología, clima, drenaje, vegetación y aspecto humano constituye, dentro de límites
determinables, una unidad geográfica´´. No obstante, a veces puede no presentar estos elementos comunes,
como en el caso de Mesopotamia, donde la individualidad proviene de la separación física que imponen los
dos grandes ríos que la rodean. Así, para Daus, una región geográfica podía mostrar tanta variedad como
uniformidad de paisaje. A pesar de que estas regiones aparentan ser una manera organizada de estudiar el
espacio geográfico de nuestro país, conviven varios criterios, y plantea inconvenientes para desarrollar un
conocimiento específico y ordenado de las características del territorio.
Fuente: indec.gov.ar
En las últimas décadas del siglo XIX, la argentina se incorporó al sistema mundial como proveedor de
bienes primarios, sobre todo cueros, carnes y cereales. Desde entonces y hasta 1930, la economía
argentina estuvo basada en la producción agropecuaria, destinada a la exportación hacia los países
industrializados. A su vez, nuestro país importaba bienes industrializados de estos países, especialmente
Inglaterra.
Entre 1880 y 1930, la Argentina basó su desarrollo económico en lo que se conoció como modelo
agroexportador. El eje del desarrollo económico nacional durante esta etapa fue la producción
agropecuaria pampeana, destinada a la exportación hacia los países centrales.
El desarrollo de este modelo se produjo en el contexto de una división internacional del trabajo entre
los países centrales (los países industrializados de Europa y los Estados Unidos de América) y los
periféricos del sistema capitalista, entre los que se encontraba la Argentina. Los países centrales se
dedicaban a los productos de bienes industriales y demandaban alimentos para su creciente población y
otros productos primarios para abastecer a sus industrias, en pleno desarrollo. Por otro lado, los países
periféricos producían y exportaban materias primas y alimentos a los países industrializados e importaban
y consumían los productos, manufacturados, como textiles y herramientas, fabricados por los países
industrializados.
El desarrollo del modelo agroexportador estaba basado sobre todo en el aprovechamiento de los
recursos naturales de la región pampeana, básicamente los suelos fértiles y las condiciones climáticas
apropiadas (temperaturas moderadas y lluvias suficientes), que permiten el desarrollo de gran variedad
de cultivos y la cría y engorde de ganado.
La producción agropecuaria que constituyó el eje del desarrollo económico argentino durante esa etapa
era llevada a cabo por diversos tipos de actores económicos.
La propiedad de la tierra rural se había concentrado en pocas manos, dando origen a las grandes
estancias. Esta concentración de la propiedad de la tierra impidió la instalación de pequeños productores
en la región pampeana. En esas grandes estancias se desarrollaba la actividad ganadera de forma
extensiva. A comienzos del siglo XX, las estancias de la llanura pampeana comenzaron a aprovechar las
características del suelo para practicar la ganadería vacuna y el cultivo de cereales y oleaginosas (trigo y
maíz). La agricultura era desarrollada principalmente por chacareros, pequeños y medianos
productores, que cultivaban la tierra en arrendamiento. Otro actor importante del periodo eran los
trabajadores temporarios que ofrecían su trabajo en las tareas agrícolas, especialmente durante las
épocas de siembra y de cosecha.
Durante la etapa del modelo agroexportador, la región pampeana se convirtió en el área de mayor
importancia económica del país, debido a su capacidad de producción de carnes, cueros y cereales. La
concentración de la producción agropecuaria en las provincias pampeanas contribuyó a su crecimiento
demográfico. Así, entre 1869 y 1914, la población de la región pampeana aumento del 54% al 74% del
total del país, principalmente por el efecto de las inmigraciones extranjeras. Otras regiones, en cambio,
perdieron importancia durante el mismo periodo. La población del noroeste, por ejemplo, disminuyo del
29% al 13%.
Asimismo, se consolido la hegemonía económica y política de la ciudad de Buenos Aires porque allí se
encontraban el puerto y la aduana y, además, en 1880 se había convertido en la Capital Federal.
Actividades:
1) ¿Por qué el modelo económico que se desarrolló en la Argentina desde fines del siglo XX hasta
1930 se denomina agroexportador?
2) ¿Cuáles eran las condiciones externas que posibilitaron este modelo de desarrollo?
3) ¿Cuáles fueron los cambios en la organización del territorio que trajo aparejados este modelo?
4) Observar el mapa de la evolución de la red ferroviaria de nuestro país y responder:
a- ¿Cuál es la zona de mayor concentración?
b- ¿Qué áreas no están integrada a la red del ferrocarril? ¿Cuál cree usted que no se pueden
integrar al desarrollo de la red ferroviaria?
………………………………………………………………………………………………………….
Durante la etapa del modelo agroexportador, la industria desempeñaba un papel secundario en la economía
argentina. A partir de la década de 1930, en el contexto de una crisis del sistema capitalista mundial,
comenzó en nuestro país un proceso de industrialización basado en la producción local de bienes
industriales.
Producir en el país
El modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) predominó en nuestro país entre 1930 y
1975. En la década de 1930 se produjeron importantes cambios en las condiciones externas, producto de
una crisis del sistema capitalista mundial, que provocaron un cambio en el desarrollo económico de
nuestro país. Hasta entonces, había predominado un modelo de economía abierta, de intensa vinculación
comercial con los países más desarrollados.
La crisis en los países más desarrollados afectó a los países periféricos que mantenían contactos
comerciales con aquellos. Por un lado, al disminuir su actividad, los países centrales redujeron también sus
importaciones de alimentos y productos agropecuarios, porque disponían de menos recursos para pagarlas.
En este contexto, los países como la Argentina, que vendían bienes agropecuarios a los países centrales,
obtenían cada vez menos divisas por sus exportaciones. Por otro lado, como en Europa y en los Estados
Unidos se producían menos bienes manufacturados, disminuyeron las exportaciones de estos productos
hacia países como la Argentina. Lo mismo ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1945,
cuando, debido al conflicto, los países europeos dejaron de producir y vender muchos bienes.
La falta de divisas y de bienes manufacturados hizo necesario que los bienes que hasta entonces se
compraban a otros países se comenzaran a producir en la Argentina. Aunque antes de la década de 1930
ya existían distintas industrias en nuestro país, su producción no alcanzaba a cubrir la demanda interna de
la población. Se comenzó entonces a sustituir la importación de bienes industriales de otros países por
la producción en el país de la misma clase de bienes.
El proceso de sustitución de importaciones tuvo dos fases. La primera fase, entre 1930 y 1955, correspondió
a la denominada sustitución fácil, pues las industrias necesitaban menores inversiones y conocimientos
para su desarrollo en relación con la fase siguiente. Se desarrolló la industria liviana, especialmente las
industrias que producían bienes de consumo no duraderos, como la alimentaria o la textil.
La segunda fase, entre 1955 y mediados de la década de 1970, correspondió a la sustitución difícil,
basada en el desarrollo de la industria pesada, básicamente la de producción de bienes de capital. Las
ramas industriales que se promovieron durante este periodo fueron la metalmecánica, la petroquímica, la
automotriz y la siderúrgica, entre otras. Esta fue la etapa difícil de la sustitución, ya que requería mayores
inversiones y mayor nivel tecnológico.
El desarrollo industrial provocó el crecimiento de las ciudades, pues la mayoría de las industrias se
localizaron en centros urbanos, movilizando población y otras actividades. Entre 1947 y 1970, la población
urbana en la Argentina creció del 62% al 79%.
Las industrias se instalaron preferentemente en las ciudades ya existentes porque allí podían contar con los
servicios y los equipamientos necesarios para funcionar (energía, caminos, etc.), insumos y proveedores,
mano de obra disponible y, además, la población de los centros urbanos era un importante mercado
consumidor de sus productos.
Las ciudades que crecieron en este periodo fueron Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán y, sobre todo, el
Gran Buenos Aires, especialmente Avellaneda, Lanús y San Martin. El crecimiento del Gran Buenos Aires
fue notable durante este periodo. En poco más de veinte años, entre 1947 y 1970, la aglomeración creció de
4,7 a 8,4 millones de personas.
La localización de fábricas en las ciudades fomentó las migraciones, ya que la necesidad de mano de obra
de las industrias era mayor a la disponible. Las migraciones internas fueron un factor central en el
crecimiento de las ciudades. Muchas personas de distintas zonas del país, especialmente de las provincias
del norte, migraron hacia las principales ciudades, especialmente al Gran Buenos Aires. En este periodo,
también resultaron importantes las inmigraciones de personas de países limítrofes.
Este modelo caracterizó, con matices, la evolución de la economía argentina en las últimas tres décadas. Se
inició con la dictadura militar instalada en el poder con el golpe de Estado de 24 de marzo de 1976 y se
profundizó en la década de 1990.
El modelo se denomina de valorización financiera porque las inversiones financieras se hicieron más
rentables que las inversiones productivas, es decir que se generaron condiciones para ganar más dinero con
la compra y venta de diversos activos financieros (títulos, bonos, depósitos, etc.) que con las inversiones
en maquinarias y equipos para la producción.
Las principales características del modelo son la apertura comercial y financiera (libre importación, libre
flujo de capitales a través de las fronteras), la reducción del papel del Estado en la economía mediante la
privatización de empresas y servicios públicos, y la flexibilización laboral.
Una de las principales medidas económicas adoptadas por la dictadura fue la apertura comercial, es decir,
la eliminación de los aranceles que hasta entonces protegían la producción industrial nacional. Esta medida
permitió el ingreso al país de productos importados más baratos, contra los cuales la industria nacional no
podía competir. De esta manera, a mediados de la década de 1970, en la Argentina se inició un proceso de
desindustrialización, caracterizado por el cierre de fábricas, la caída en la producción de bienes nacionales y
la pérdida de empleos industriales. La producción industrial cayó de un 11% entre 1976 y 1982 y el empleo
en el sector disminuyo un 37%. Esta situación no logro ser revertida en años posteriores sino que, por el
contrario, en 1990 la producción industrial era aún 2% inferior a la de 1970.
Una de las consecuencias del modelo económico
aplicado por la dictadura militar fue un rápido
incremento de la deuda externa, que aumento de
7.500 a 45.000 millones de dólares entre 1975 y
1983. En la década de 1990, el ritmo de crecimiento
de la deuda externa volvió a acelerarse, en este caso,
para sostener el Plan de convertibilidad. Entre 1990
y 1999 creció de 55.000 a 150.000 millones de
dólares.
La apertura comercial y financiera fue la forma de integración al mercado mundial en expansión. Durante
esta década se liberó la importancia de productos extranjeros, perjudicando a la industria nacional, y se
permitió el ingreso de capitales con fines especulativos, que buscan ganancias en cortos periodos de
tiempo.
En 1989 se sanciono la ley de Reforma del Estado, que posibilitó la privatización de las empresas que eran
propiedad del Estado nacional. En la década de 1990 se transfirieron desde el Estado hacia el sector
privado las compañías de servicios (electricidad, agua, gas, teléfonos), los transportes (subtes, ferrocarriles,
la navegación mercante, la aerolínea), el correo, los astilleros, las empresas siderúrgicas y petroquímicas,
los canales de radio y televisión, y la empresa petrolera (YPF)
El control de las empresas privatizadas pasó a manos de un reducido conjunto de actores: los grandes
grupos económicos de empresas nacionales, algunas empresas extranjeras y los acreedores (entre ellos
los bancos extranjeros de la deuda externa argentina). Las privatizaciones resultaron muy beneficiosas para
estos actores, pues la actividad tenía altas ganancias para las empresas y un riesgo muy bajo, pero, en
cambio, tuvieron un efecto negativo sobre los trabajadores de las empresas muchos de los cuales perdieron
sus empleos.
Durante esta etapa creció el rol del mercado como organizador del territorio. En términos territoriales, la
adopción de una ideología neoliberal y la disminución del papel del Estado como regulador de las relaciones
sociales y económicas supusieron que las zonas que no eran rentables porque no poseían recursos
naturales o humanos tendieran a despoblarse. Por ejemplo, la privatización de los ferrocarriles de pasajeros
provocó que se cerraran muchos ramales que no eran económicamente rentables, en consecuencia muchos
pueblos del país quedaron sin servicios ferroviarios y se despoblaron por la falta de oportunidades que antes
les ofrecía el ferrocarril.
¿Una nueva etapa?
En el 2001 se produjo una profunda crisis económica y social debido al agotamiento del Plan de
convertibilidad. En el 2002 se devaluó la moneda. La existencia de un dólar relativamente alto produjo, por
un lado, la necesidad de producir ciertos bienes que, hasta ese momento, había resultado más barato
importar. Por otra parte, facilitó la exportación de productos fabricados en la Argentina a otros países. Por
esos motivos, desde entonces, la economía argentina crece a tasas relativamente altas, sustentada en el
crecimiento de sectores productores de bienes (agropecuario, industria, construcción). Asimismo, puede
observarse cierto descenso en las tasas de desempleo y pobreza. Estos signos permiten a algunos
especialistas considerar que puede haberse iniciado una nueva etapa económica, aunque muchos
elementos de la etapa de valorización de la economía financiera siguen presentes, como las empresas
privatizadas, la deuda externa, que condiciona en gran medida la política económica, y los altos niveles de
pobreza.
Actividades:
1) ¿Por qué el modelo económico iniciado en 1975 se denomina “de valorización financiera”?
2) ¿Por qué se produjo el proceso de desindustrialización en la década de 1970?
3) ¿Por qué se dice que el modelo se profundizo en la década de 1990?
4) Completar el siguiente esquema sobre modelos de desarrollo económico en la Argentina.
Modelo Periodo Contexto Ideología Actividad Actores
internacional predominante predominante relevantes
agroexportador
ISI
Valorización financiera
EL RELIEVE ARGENTINO
El territorio argentino se caracteriza por su gran variedad de relieves, los cuales son valorados por la
sociedad para el asentamiento de la población y el desarrollo de las actividades productivas. Estos
relieves fueron formados y transformados por diversos procesos internos y externos. Así se destacan
montañas, llanuras y mesetas localizadas en las siguientes áreas.
AREA DE LLANURA
Si bien predomina el relieve llano, hacia el este de la llanura, se distinguen el delta del Paraná, las
cuchillas o lomadas entrerrianas y los esteros correntinos, relieves que coinciden con los ambientes más
húmedos de la región.
AREA DE MESETA
La meseta misionera: se ubica en el noreste del país y está formada por rocas antiguas
pertenecientes al macizo de Brasilia. Presenta algunas ondulaciones formadas por la erosión de
los ríos afluentes del Paraná y del Uruguay, los que también forman saltos, cascadas y cataratas,
las más famosas son las del rio Iguazú. En esta zona, tiene relevancia la actividad turística, la
explotación forestal de la selva y los cultivos subtropicales como el té y la yerba mate.
La meseta patagónica: se extiende al sur de los ríos Atuel, Salado, y Colorado, entre los Andes
Patagónicos y el Océano Atlántico. Todo el área fue afectada por movimientos de ascenso y
descenso de la corteza terrestre, por lo cual, actualmente, presenta un relieve escalonado que
desciende, predominantemente, hacia el Este. La población se asienta en las costas y junto a los
ríos y aprovecha el agua para riego y para la generación de hidroelectricidad, tal como sucede en
los ríos Limay y Neuquén.
AREA DE MONTAÑA
Los Andes centrales o áridos: ubicados al norte de la provincia de Neuquén. Son muy
elevados y compactos, y tienen escasa vegetación, ya que reciben pocas precipitaciones. En este
sector, se ubica el cerro Aconcagua (6960m), la montaña de mayor altura de América.
Los Andes patagónicos-fueguinos: se localizan desde el centro de la provincia de Neuquén.
Son de menor altura que los Andes Centrales. Por su menor altura, los vientos húmedos del
Pacifico descargan parte de su humedad. Están cubiertos por bosques y abundan los glaciares,
que fueron modelando el paisaje junto con la erosión fluvial.
La precordillera de Mendoza, San Juan y La Rioja constituye un relieve de menor altura ubicado al este
de los Andes Centrales. Las Sierras Pampeanas, al este de la precordillera, forman un conjunto de
sierras y planicies que recorren parte de las provincias del centro (Catamarca, La Rioja, San Juan, San
Luis, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán). Son más antiguas que la precordillera y fueron
fracturadas al formarse los Andes. Algunos bloques se elevaron y otros se hundieron, y así surgieron las
planicies o cuencas que separan las sierras.
Desde tiempos históricos, los asentamientos de población en el área montañosa se localizan en los valles
y las planicies, donde el clima es más agradable y se aprovecha el agua de los ríos para el riego de
cultivos, como la vid, olivos, frutales y hortalizas.
Los principales elementos que componen los distintos climas son la temperatura y las precipitaciones. El
territorio argentino presenta diversidad de climas, debido a la existencia de distintas franjas de
temperaturas y humedad, condicionadas por un conjunto de factores geográficos.
En el norte del país: se desarrolla una franja de clima cálido subtropical, con temperaturas
elevadas, superiores a 18-20 ºC, y diferente distribución de precipitaciones; subtropical sin
estación seca, con lluvias abundantes todo el año en el noreste; subtropical con estación seca
de invierno, en el centro oeste de Chaco, y subtropical serrano, con lluvias suficientes de verano,
en la ladera oriental de las sierras subandinas (cordón montañoso al este de Salta, Jujuy y
Tucumán).
En el centro predominan los climas templados, con temperaturas promedios entre 15 y 17 ºC. Al
este del área central, el clima es templado pampeano húmedo, con lluvias todo el año. Al centro-
oeste el clima es templado pampeano semiárido, con lluvias escasas; y templado serrano, con
lluvias escasas en verano e invierno seco, al pie de las sierras pampeanas.
En el sur dominan los climas fríos, con temperaturas inferiores a 10 ºC. En los Andes patagónicos
fueguinos e islas del Atlántico Sur predomina el frio húmedo, con lluvias abundantes y nevadas
invernales. El frio polar o antártico se caracteriza por las temperaturas inferiores a 0 ºC,
precipitaciones en forma de nieve y suelos congelados típicos del sector antártico.
También se desarrolla un área de clima árido que, en forma de diagonal, abarca el noroeste, oeste
y centro de país, y continua en la Patagonia. Las características fundamentales son la escasez de
precipitaciones y la marcada amplitud térmica, diaria y anual.
En el noroeste se distingue el clima árido andino puneño, donde se registran bajas temperaturas
debido a la altura del relieve y lluvias muy escasas. El clima árido de sierras y bolsones se
desarrolla en las sierras pampeanas, con temperaturas más agradables y precipitaciones
insuficientes en verano; el semiárido, en el norte de la Patagonia con lluvias insuficientes,
especialmente en invierno, y el árido patagónico, en el resto de la meseta con temperaturas
inferiores a 12 ºC y precipitaciones insuficientes e invernales.
Los vientos son masas de aire que se desplazan de un lugar a otro. Esas masas de aire se
mueven impulsadas por las diferencias de presión atmosférica entre un lugar y otro, desde los
centros de alta presión (anticiclones) hacia los centros de baja presión (ciclones).
En los anticiclones, el aire de la atmosfera tiene un peso mayor y, por ese motivo, se desplaza en
sentido descendente, de arriba hacia abajo. Al llegar al suelo, se expande, buscando alejarse
hacia áreas con menor presión.
El área de influencia de los vientos del Atlántico se extiende desde el norte del país hasta,
aproximadamente, el rio Colorado, límite entre las provincias de La Pampa y Rio Negro. En esa
zona, los vientos provienen del Este y, como consecuencia, en las zonas del este del país se
registra una mayor cantidad de precipitaciones. Por ejemplo, en la provincia de Misiones se
produce gran cantidad de precipitaciones, la gran mayoría en forma de lluvias, por eso el clima es
extremadamente húmedo; en cambio, en el oeste de las provincias de Salta o Catamarca hay muy
pocas precipitaciones durante todo el año, lo que implica que el clima de esa zona es árido.
Otros ejemplos de la influencia del anticiclón del Atlántico Sur son la mayor cantidad de
precipitaciones que se producen en la provincia de Buenos Aires en relación con la provincia de
Mendoza, en Entre Ríos en relación con San Juan y en Santa Fe en relación con Santiago del
Estero.
Hacia el sur del rio Colorado, la situación cambia porque los vientos que predominan proveniente
desde el anticiclón del Pacifico Sur o del oeste, motivo por el cual se producen mayores
precipitaciones en las zonas ubicadas más al Oeste. Por ejemplo, en la ciudad de Bariloche,
ubicada al oeste de la provincia de Rio Negro, se registra mayor cantidad de precipitaciones (en
forma de lluvia o nieve) que en Viedma, capital de esta provincia, ubicada en el Este.
Es importante tener en cuenta que el límite entre las dos zonas en que se divide el territorio de
acuerdo con la influencia de cada anticiclón no es una línea precisa que sigue el recorrido del rio
Colorado, la ubicación de ese rio se tomó solo como una referencia geográfica. En realidad, el
área del rio Colorado es una zona de transición en la que se observan características de ambas
zonas.
Como su nombre lo indica, las ecorregiones son áreas de un territorio que presentan características
homogéneas en cuanto al desarrollo de sus ecosistemas, su formación se debe a las interrelaciones
entre las características del clima, los suelos, los relieves, la flora y la fauna.
La selva paranaense
La selva se caracteriza por ser el ecosistema con mayor biodiversidad, cualidad que la distingue del
resto de los ecosistemas. Allí existe una gran variedad de especies animales y vegetales, que
compiten para satisfacer sus necesidades. La competencia ocurre cuando dos o más individuos (de la
misma especie o de distintas especies) usan los mismos recursos, y esos recursos son insuficientes
para satisfacer sus demandas (individuos competidores). Los recursos por los cuales los organismos
pueden competir son: el alimento, el agua, la luz, el suelo, los nutrientes o el espacio vital. En la selva,
por ejemplo, los árboles compiten por la luz y por los nutrientes del suelo. Como consecuencia de esta
competencia, en este ecosistema logran desarrollarse numerosas especies, pero pocos individuos de
cada una.
Se ubica sobre las sierras subandinas, en el noroeste del país. La presencia de precipitaciones
orográficas en ese relieve permite el desarrollo de vegetación en abundancia.
La vegetación varía de acuerdo con la altura, que impone limitaciones climáticas a su crecimiento.
Se reconocen, así, cuatro zonas de vegetación.
La selva pedemontana: se ubica al pie de la sierra, donde las condiciones para el desarrollo
del ecosistema son las más adecuadas; es el sector más transformado por las actividades de la
sociedad, ya que es el más accesible y el de mejores cualidades para la agricultura.
La selva montana: se ubica en las laderas de las montañas; allí, la pendiente se convierte en
una limitación para el crecimiento de algunas especies.
El bosque montano: se ubica a mayor altura; en esta zona, algunas especies de árboles
predominan sobre otras, como el aliso del cerro, y le dan al ecosistema un aspecto más regular que
en las zonas bajas.
El pastizal de altura: en la cima de las sierras, por encima de los 2.500 metros sobre el nivel
del mar, ya no crecen especies arbóreas y predomina la vegetación herbácea, formando una
pradera o pastizal.
El delta y las islas del Paraná
El delta del río Paraná es un conjunto de islas formadas en la desembocadura del rio Paraná,
se desarrollan ecosistemas caracterizados por la presencia de vegetación arbórea, arbustiva y
herbácea, que en gran parte proviene de la selva paranaense. En este caso, el río funciona
como un corredor de dispersión territorial de algunas especies; por ejemplo, algunas semillas se
trasladan a través del agua o algunos pájaros migran de Norte a Sur a lo largo de su curso.
Las islas del delta se forman por acumulación de sedimentos que transportan el río. En los
márgenes de las islas, el terreno es algo más elevado que en el resto, y forma un albardón
sobre el cual crecen árboles. El centro de cada isla generalmente es de menor altura y
frecuentemente se inunda; allí solo pueden crecer hierbas que se adaptan a esas condiciones.
Bosque de Arrayanes
Sus imponentes paisajes son reconocidos en todo el mundo como atractivo para turistas de
diversos países.
En los esteros del Iberá el clima es cálido y húmedo. En esta zona, el exceso hídrico representa
una limitación para el desarrollo de especies animales y vegetales: solo se desarrollan especies
capaces de adaptarse a la abundancia de agua; la vegetación con estas características se
denomina hidrófila. En el paisaje cubierto de agua se puede observar la existencia de vegetación
flotante, como los camalotes. Es una de las ecorregiones con mayor biodiversidad del mundo en
su tipo. Cuenta con una gran variedad de aves, reptiles, anfibios, peces, plantas acuáticas y otras.
Entre las especies animales más características se encuentra el yacaré.
El chaco húmedo
La ecorregión del Chaco húmedo se desarrolla en el territorio de la provincia que lleva el mismo
nombre, el este de la provincia de Formosa y el norte de Santa Fe. El ecosistema se compone de
una sabana (como en África) con grupos de árboles, algunos de ellos palmares, separados por
extensiones cubiertas por pastizales. El relieve perteneciente a la llanura chaqueña cuenta con
algunas ondulaciones; las zonas más bajas son proclives a inundaciones frecuentes, que
constituyen el factor de control del crecimiento de la vegetación. Es decir que solo crecen árboles
en los lugares un poco más altos, donde no llegan las inundaciones.
El exceso de agua en la superficie proviene de crecidas de los ríos Paraguay y Paraná, y de las
abundantes lluvias provenientes del anticiclón del océano Atlántico. Esta ecorregión presenta un
clima cálido y húmedo, porque se ubica en el noreste del territorio argentino.
La pampa
Esta ecorregión se ubica en el centro-este del territorio de la Argentina. Ocupa la mayor parte de la
provincia de Buenos Aires, el sur de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, y paradójicamente solo un
pequeño sector en el noreste de la provincia de La Pampa.
La Puna
Esta ecorregión se ubica en el oeste de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca: el relieve
característico de la zona también se denomina Puna, y consiste en una meseta de gran altura
o altiplano.
El clima está condicionado por la gran altitud, que genera temperaturas muy bajas y baja presión
atmosférica, y por su ubicación al oeste del territorio argentino, muy lejos de la influencia de los
vientos provenientes del anticiclón del océano Atlántico; en consecuencia, hay muy pocas
precipitaciones concentradas en los meses de verano.
Se desarrolla en fragmentos de territorio separados unos de otros por áreas de Puna, en las
provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, y ocupa las partes más elevadas de la cordillera de
los Andes, en La Rioja, San Juan y Mendoza. Se trata de las zonas más altas de Argentina,
que superan los 3.500 m.s.n.m.
El clima es frio debido a la altura, y árido por su ubicación hacia el Oeste, y presenta una
gran amplitud térmica. El ecosistema de esta regio se parece a la tundra del hemisferio
norte, ya que en ambos ecosistemas el suelo permanece cubierto de nieve una gran parte del
año, y durante el verano pueden crecer alunas hierbas. También aquí nidifican aves de gran
porte, como el cóndor.
El clima es árido por su ubicación y templado por su temperatura, ya que las alturas no son
tan elevadas como en la Puna ni tan bajas como en el Chaco.
Hacia el Norte, los ecosistemas
característicos son los montes de
cardones, conjuntos de enormes
cactáceas muy típicas del noroeste
argentino. Más al Sur se desarrolla una
estepa de arbustos altos, donde
predomina la jarilla.
Desde el sur de San Juan hasta el noreste del Chubut se desarrolla un monte de llanuras y
mesetas; se trata de un monte bajo, donde predominan los arbustos. La vegetación es muy pobre
debido a la aridez del clima, y su distribución es homogénea en toda la ecorregión. Las
temperaturas corresponden al clima templado, con una gran amplitud térmica. Los relieves
característicos son las mesetas patagónicas en el Sur y parte de la llanura pampeana y de las
sierras pampeanas en el Norte. En general, el paisaje presenta el aspecto de grandes planicies.
Entre la fauna característica se puede destacar la presencia de guanacos.
La estepa patagónica
La estepa patagónica se ubica sobre la mayor parte del territorio de las provincias de Tierra del
Fuego, Santa Cruz, Chubut, Rio Negro y Neuquén, y es la ecorregión de mayor extensión de la
Argentina.
El relieve está compuesto por las mesetas patagónicas, que se presentan en forma escalonada:
son más altas las que están ubicadas en el Oeste, y hacia el Este, su altura es menor. La mayor
parte del suelo está cubierto por rocas.
El clima es frio por su ubicación con respecto a la latitud, y es árido porque no llegan las
precipitaciones provenientes del anticiclón del océano Pacifico. Sin embargo, en el territorio de
Santa Cruz y de Tierra del Fuego, la menor altura de la cordillera de los Andes y la presencia de
valles en sentido Oeste-Este permiten el paso de algunos vientos húmedos del Oeste, que
provocan algunas precipitaciones más que en las provincias ubicadas más al Norte, sin que el
clima deje de ser árido.
En el Neuquén, Rio Negro y el Chubut, la vegetación característica está compuesta por arbustos
adaptados a las condiciones de aridez. En Santa Cruz y en Tierra del Fuego, en cambio, pueden crecer
algunas especies de hierbas, porque se registra un nivel levemente más alto de precipitaciones.
El chaco seco
Esta región se localiza al oeste del Chaco húmedo, en el este de la provincia de Salta, el norte
de Santiago del Estero y el oeste de Formosa y Chaco. El clima es cálido por la relativamente
baja latitud, y presenta menor cantidad de precipitaciones que el Chaco húmedo, porque se
encuentra más alejado del anticiclón del Atlántico. De acuerdo con el monto anual de
precipitaciones, esta ecorregión corresponde a un clima semiárido con una estación seca,
que es el invierno. El relieve corresponde a la llanura chaqueña, que va aumentando su altura
hacia el Oeste.
La vegetación se distribuye como una sabana, es decir, como grupos de árboles separados
por pastizales, de la misma manera que en el Chaco húmedo, pero con la diferencia de que
aquí son los incendios los que regulan el crecimiento de la vegetación. En los sectores que se
incendian naturalmente no crecen árboles. En esta zona del país, el fuego forma parte de la
dinámica natural: la vegetación se quema y los nutrientes se incorporan a los suelos a través
de las cenizas.
El espinal
Es una ecorregión de transición entre los pastizales de la Pampa y el resto de las ecorregiones.
Se ubica en una franja de territorio que rodea a esa ecorregión, desde el sur de Corrientes y el
norte de Entre Ríos hasta el sur de la provincia de Buenos Aires; ocupa también parte de las
provincias de Santa Fe, Córdoba, San Luis, La Pampa y una pequeña zona al noreste de Rio
Negro.
El clima es templado en cuanto a su temperatura, húmedo en Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe,
y árido en el resto de la ecorregión.
La vegetación se distribuye en forma de sabana, y se distinguen tres zonas, de acuerdo con tres
especies predominantes, pertenecientes al mismo género:
El relieve está constituido por la llanura pampeana, aunque se ubica en sus márgenes,
donde los suelos no son tan fértiles.
Actividad:
Completen con la información leída el siguiente cuadro.
Los alimentos que consumimos, las telas que utilizamos para confeccionar nuestra ropa, los materiales
con los que construimos nuestras viviendas y edificios y el combustible que usamos para hacer
funcionar los vehículos son materiales que provienen, en última instancia, de la naturaleza, y que los
seres humanos hemos ido transformando con el fin de satisfacer nuestras necesidades.
Para obtener estos recursos, la sociedad extrae las materias primas, es decir, los elementos, capaces
de satisfacer nuestras necesidades; por ejemplo, para elaborar una camisa se necesita, en algunos
casos, algodón, que es la materia prima para construir la tela. De esta manera, los recursos naturales
son materiales o ciclos de energía, como el viento o el calor del sol, que son valorados por una
sociedad, con el fin de satisfacer una necesidad específica en un momento determinado. No todos los
elementos o materiales de la naturaleza son recursos, su condición de tal depende de que la sociedad
los valore y los utilice para satisfacer alguna necesidad; por ejemplo, un suelo fértil es un recurso natural
en la medida en que la sociedad lo utilice para sembrar y producir alimentos.
A lo largo del tiempo, los recursos naturales son valores por las sociedades de diferentes maneras. El
petróleo, por ejemplo, casi no tenía valor hace 500 años, si bien era conocido por muchos pueblos del
mundo. Cuando se inventó el motor a explosión, que requeria de combustibles para poder funcionar, el
petróleo comenzó a ser valorado por las sociedades hasta convertirse en uno de los recursos
fundamentales para el funcionamiento de la economía de un país.
Así como los recursos naturales no han sido utilizados de igual manera a lo largo de la historia.
Tampoco se han mantenido constantes las formas en que se valora y se considera la
naturaleza era una fuente prácticamente inagotable de recursos. Sin embargo, durante las
últimas décadas, esta perspectiva se ha ido modificando, debido a la aparición de graves
consecuencias relacionadas con el uso descuidado de los sistemas naturales a través del
tiempo. En la actualidad, el conocimiento científico demuestra que la naturaleza no es ilimitada,
y que los seres humanos tenemos las responsabilidad de hacer un uso racional de los
recursos. A pesar de este conocimiento, todavía se practican formas de manejo de los
recursos naturales que demuestra que se los considera inagotables.
En nuestro país existen muchos ejemplos de uso irracional de recursos que afectan al
ambiente y al conjunto de la sociedad. Durante las décadas de 1980-1990, por ejemplo, en el
Mar Argentino se realizó una sobreexplotación pesquera de merluza, que llevó a esta especie
al borde de la extinción. Recién cuando la situación se tornó muy grave se tomaron medidas,
como el establecimiento de restricciones y precauciones para la pesca.
En la actualidad, existen organizaciones e instituciones que fomentan la forma de conciencia
acerca de la importancia de realizar un uso racional de los recursos naturales en nuestro país.
Pero mientras algunos productores encaran formas de manejo más cuidadosas, muchas
empresas y productores continúan sobreexplotando el suelo y las especies animales y
vegetales consideradas recursos. La tala de los bosques, la pesca excesiva y el mal uso de los
suelos son empleos de un manejo no responsable de los recursos naturales
EL ACUIFERO GUARANI
El denominado Sistema Acuífero Guaraní es uno de los reservorios de agua subterránea más
grandes del mundo, con una superficie aproximada de 1.194.000 km². Se lo considera un bien
importante porque se ubica en una zona estratégica, la llamada Triple Frontera, y por lo tanto
es compartido por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
¿Qué es un acuífero?
Un acuífero es una reserva de agua subterránea que se originó naturalmente hace millones de
años. El acuífero Guaraní contiene arenas sedimentarias depositadas por procesos fluviales y
del viento durante los periodos Triásico y Jurásico, es decir, hace aproximadamente 150 millones
de años. La mayor parte del agua del acuífero se encuentra contenida por rocas muy duras de
poca permeabilidad. Esto significa que el proceso de su recarga es muy lento debido a esa
escasa infiltración. Asimismo, tiene la ventaja de que, al estar muy aislado de la superficie, la
perdida de agua que sufre es mínima. Sin embargo, en las zonas más bajas y cercanas a la
superficie, por gravedad tienen una temperatura que va desde los 33 hasta los 65 ºC.
Actividades:
1) ¿Qué es un acuífero?
2) ¿Qué países comparten el
acuífero Guaraní? ¿Qué país
tiene la mayor superficie del
acuífero?
3) Realizar una lista con los
posibles usos que le dan las
sociedades al agua. (al menos 6
usos diferentes)
A continuación se presentan algunos casos de estudio para que luego puedan ampliar la información en el
trabajo evaluativo del módulo.
…………………………………………………………
Una parte muy importante de las actividades económicas de la Argentina depende del recurso suelo
para su funcionamiento. Las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, así como las industriales y
de servicios, utilizan el recurso suelo, pero no siempre lo hacen de manera sustentable. El uso
sustentable es la utilización de los recursos con el fin de satisfacer las necesidades de las generaciones
futuras. En consecuencia, los usos productivos no sustentables provocan la degradación del suelo, es
decir, la perdida de nutrientes y ciertos cambios en las condiciones físicas y químicas del suelo que
repercuten negativamente sobre su capacidad productiva futura. A continuación se presentan algunos
de los procesos de degradación de los suelos.
El sobrepastoreo ocurre cuando el número de animales (ganado vacuno u ovino) excede la capacidad
productiva de la tierra. Los animales provocan la pérdida de las pasturas que protegen el suelo y, al
perderse esa protección aumenta la erosión provocada por la lluvia y el viento. En consecuencia, se
degrada la parte más superficial del suelo, que es la más rica en nutrientes y en materia orgánica.
La falta de rotación de cultivos, especialmente en la región pampeana, el litoral y en el noroeste del país,
es un factor muy importante de degradación del suelo. Cuando año tras año se siembra la misma
especie, el suelo pierde fertilidad. Por ejemplo, el trigo agota el nitrógeno y otros nutrientes del suelo, por
lo que el cultivo continuo de trigo en la misma tierra provoca la disminución progresiva de la producción.
Si, por el contrario, se rotan los cultivos, es decir, se plantan diferentes especies en un mismo campo a
lo largo del tiempo, se garantiza el equilibrio entre los nutrientes que cada cultivo incorpora y extrae del
suelo. La soja, por ejemplo, absorbe determinados nutrientes del suelo, y si estos no son reincorporados
por otros cultivos, luego de varios años sin rotación se genera un importante deterioro de los suelos
Otros factores que degradan los suelos son algunos procesos de contaminación generados por la
sobreutilización de pesticidas y herbicidas en la agricultura y el lavado de los suelos.
Otros factores que degradan los suelos son algunos procesos de contaminación generados por la
sobreutilización de pesticidas y herbicidas en la agricultura y el lavado de los suelos, es decir, la pérdida
de nutrientes y de la parte del suelo más rica en materia orgánica por aumento de la erosión provocada
por la lluvia.
El suelo es considerado un recurso renovable, pero de muy lenta recuperación; una vez avanzado el
proceso de degradación, por lo general es irreversible. Por ese motivo, los problemas ambientales que
producen su degradación son sumamente serios.
Los orígenes
Hasta fines de los 80 la producción agropecuaria argentina (y sobre todo la que se desarrollaba en la región pampeana) estaba basada en los
cultivos clásicos (maíz, trigo, girasol) y la producción de carne vacuna. La soja apareció en la región pampeana en un contexto muy favorable
para su desarrollo: esta región se encontraba en medio de un ciclo húmedo, con relativamente pocas variaciones interanuales en las
precipitaciones y sin las grandes inundaciones que habían caracterizado el oeste de la región a principios de la década de los 80. Los precios
internacionales se mantuvieron altos, con una tendencia al aumento y relativamente pocas variaciones, y en el mercado internacional apareció
un comprador, China, que se transformó rápidamente en el cliente más importante de los productores sojeros, un comprador que estaba
dispuesto a aumentar continuamente sus adquisiciones (dedicadas a alimentar los cerdos) y que no ponía reparos en cuanto al origen
tecnológico del producto. La posterior aparición potencial de un mercado para los biocombustibles afianzó aún más el precio de la soja, que
recién tuvo una caída con la crisis de 2008. Y los problemas de transporte interno que clásicamente habían tenido los granos en la Argentina
fueron en buena medida solucionados por una mayor capacidad de retención de la cosecha por los productores y también debido a la aparición
en las cercanías de las áreas productoras de una densa red de puertos privados, pequeños y muy eficientes por la adopción de modernas
tecnologías de embarque. Nada parecía ser capaz de limitar la producción sojera, que se expandió por buena parte del país.
La expansión territorial
Debido a que el límite territorial de la agricultura pampeana había sido alcanzado hacia los primeros años del siglo XX,
cualquier expansión de un nuevo cultivo en esa región debía hacerse de la mano del reemplazo de otros usos o -como
en el caso de la dupla trigo-soja- por su superposición espacial. La soja significó la reducción o estancamiento de la
superficie dedicada a otros productos agrícolas y el reemplazo de las dedicadas a la ganadería. Así fue que el trigo y el
maíz se mantuvieron aproximadamente con las mismas áreas que antes, pero por un notable aumento de su
productividad eso no se tradujo en una disminución del volumen producido: muy por el contrario, este aumentó. En
cambio otros cultivos, como el girasol, redujeron fuertemente su superficie. Pero donde realmente la soja suplantó
agresivamente a otra actividad fue en las áreas dedicadas a la ganadería, tanto vacuna como ovina. En el primer caso, la
necesidad de mantener los stocks llevó a los productores a adoptar dos estrategias distintas: una fue desplazarse hacia
las provincias marginales de la región pampeana, la otra fue la concentración del rebaño en feed lots, en los que los
animales se mantenían en un mismo lugar, no pastoreaban y se les llevaba el alimento y el agua. En la región
pampeana, el número de cabezas de vacunos disminuyó desde los inicios de la expansión en no menos de 4 millones
de cabezas, mientras que los ovinos lo hacía en poco menos de dos millones, lo que en conjunto liberó las más de 4
millones de hectáreas que requería la soja además de desplazar a algunos cultivos.
Pero hacia mediados de los 90 el efecto del aumento del precio de los arriendos rurales (y por lo tanto del precio de la
tierra) fue tal que muchos productores pampeanos comenzaron a buscar nuevas tierras, y fue entonces que se produjo
una expansión del tipo de "frontera agraria" hacia los campos de las provincias del norte. Aquí la expansión significó al
mismo tiempo el reemplazo de los cultivos más tradicionales (algodón en el Chaco, poroto en el noroeste) y la
deforestación del bosque original, hasta ese momento utilizado para ganadería extensiva y la extracción de madera, la
deforestación, que llegó entre 1995 y 2005 a no menos de un millón de hectáreas.
Una de las características más notables de la expansión sojera es que generó en los productores agrícolas una nueva
capacidad de adopción de tecnología. Estos cambios tecnológicos se centraron en tres aspectos: el uso de semillas
transgénicas, la labranza cero y siembra directa y los sistemas de almacenamiento.
La producción de semillas para la llamada "soja RR", resistente al glifosato, un herbicida de amplio espectro, de bajo
precio en el mercado y que hasta el momento no se podría utilizar en la soja por carecer de resistencia al producto. En
pocos años casi el 90% de la soja que se cultivaba era del tipo RR (el porcentaje más alto de adopción en todo el mundo).
Si bien Monsanto, la compañía propietaria de la patente, pretendía que la semilla se comprara para cada cosecha, como
la soja RR transmite sus características a su descendencia, los productores argentinos simplemente comenzaron a
utilizar su propia semilla, o compraban la de otros productores, para desesperación de esa compañía (que además no
podía iniciar acciones legales contra los productores ya que no había podido patentar la semilla en el país).
En paralelo a la utilización de la semilla genéticamente modificada, otra tecnología se extendió por el área sojera: la
labranza cero con siembra directa. Se trata simplemente de sembrar la semilla directamente sobre los restos de la
cosecha anterior, sin dar vuelta la tierra ni removerla. Esto genera una mayor presencia de malezas y pestes, las que a su
vez son combatidas mediante la aplicación de mayor cantidad de agroquímicos.
Los sistemas clásicos de almacenaje para la producción agrícola eran hasta hace no muchos años muy primitivos, lo que
obligaba a los productores a enviar su cosecha para la venta o el almacenaje de terceros a medida que esta se realizaba,
lo que, o elevaba los costos de producción, o bien ponía a los productores a merced de los precios del momento, sin
posibilidades de esperar por otros mejores. Esto en buena medida fue solucionado por la aparición de los llamados silos
bolsa, que son simplemente grandes tubos de plástico que se ubican en trincheras en el suelo y se llenan de grano, en los
cuales se puede controlar el tenor de humedad y realizar un control de plagas. Y por sobre todo posibilitó a los
productores retener en el campo la cosecha una vez que esta se había realizado, lo que les permitía esperar mejores
precios y además tendía a no saturar los sistemas de transporte y embarque. Esta nueva tecnología, junto con la
aparición ya mencionada de los puertos privados en la ribera del río Paraná, solucionó el problema del embarque de la
nueva producción.
La producción sojera se desarrolló mediante la aparición de los llamados pools de siembra, en la práctica la unión de
capitales de diferente origen y tamaño (financiero, industrial, agrícola) que se reúnen para alquilar campos y producir
utilizando el sistema de contrato; y los llamados fideicomisos, donde un gran productor o capitalista asocia capitales
pequeños para aumentar su escala de producción.
Los productores podían elegir vender su cosecha a las fábricas de aceite de soja o dirigirlos a la exportación. Estos dos
eslabones estuvieron desde un principio muy concentrados: las fábricas de aceite en grandes plantas generalmente de
capitales nacionales (hay alrededor de 50), mientras que los canales de exportación quedaron en manos de las clásicas
firmas internacionales de comercialización de granos, como Dreyfus, Cargill o Bunge y Born.
Soja y política
Prácticamente desde el comienzo del proceso expansivo de la soja el gobierno había tenido una actitud implícitamente
positiva hacia el mismo: había aprobado las nuevas variedades y las oficinas técnicas oficiales generalmente
acompañaban el proceso con investigación y recomendaciones sobre distintos aspectos productivos a través de la
extensión agropecuaria.
Fundamentalmente, y en forma creciente, el gobierno venía extrayendo una buena parte de las ganancias producidas
por la soja a través de la imposición de las retenciones a las exportaciones, que se cobraban en los puertos de
embarque y de esa manera evitaban al gobierno la necesidad de controlar a los productores en el campo. Estas
retenciones para fines de 2007 significaban más del 30% del precio, lo que llevaba a las áreas oficiales 1.500 millones
de dólares anuales.
Los temas alrededor de los cuales se han producido las mayores controversias son: los efectos del monocultivo sobre
el ambiente, la sociedad y la economía, el potencial efecto del uso de semillas genéticamente modificadas y del
glifosato y el problema de la deforestación. A continuación se analizaran estos temas, contraponiendo las distintas
posiciones.
La aparición y posterior expansión de la soja en la región pampeana significó el congelamiento de la antigua alternancia
de ciclos agrícolas y ganaderos, reemplazados por una agriculturización permanente y, dentro de este proceso, una
tendencia a la monoproducción generada por la alta rentabilidad relativa de la soja con respecto a otras posibles
producciones. Como cualquier otro cultivo, la producción constante de soja sobre un mismo campo genera a la larga
una disminución selectiva de los nutrientes que más utiliza ese producto, lo que llevado a su extremo puede generar el
agotamiento del suelo y la necesidad de agregar cada vez más fertilizantes. Desde ese punto de vista, la rotación con
otros cultivos y la alternancia con largos períodos de descanso siempre se ha tornado como la solución más adecuada.
Sin embargo -y este es un caso muy claro-, esa posibilidad choca con dos elementos limitantes: primero, que durante
varios años las ganancias por la producción sojera han sido tan diferenciales que muchos productores, aun sabiendo el
daño que el monocultivo podía generar en el suelo, siguieron produciéndola continuamente; segundo, que la posibilidad
de rotación se hace más remota cuando buena parte de los suelos productivos se trabajan bajo la forma del arriendo. El
arrendatario capitalista, de acuerdo a su racionalidad, por supuesto intentará que, en el periodo que arrienda, los
productos que obtenga sean los más rentables.
La predominancia de la soja ha generado por parte de sus críticos dos cuestiones: el éxodo rural y la reducción del
empleo. Estas opiniones dicen que la soja, por su alto nivel de tecnificación y su tendencia a la concentración de tierras,
ha acelerado el despoblamiento del campo y ha reducido el número de trabajadores empleados. Los pequeños y
medianos propietarios, que han elegido arrendar sus campos a los productores de soja (una solución racional teniendo
en cuenta el altísimo nivel de los arriendos), se trasladan a las ciudades pampeanas, en las cuales es evidente un efecto
muy positivo del ingreso de migrantes con una renta alta, a lo que se suma la instalación en esos pueblos y ciudades de
toda una cantidad de actividades relacionadas directa o indirectamente con la producción rural: servicios como talleres
mecánicos y empresas de computación, comercio de insumos agrícolas, entre otros. Todo este conjunto de nuevas
actividades ha generado un renacimiento en esas localidades, cuyos pobladores sin duda asignan al mágico efecto
soja.
La soja RR y el glifosato
Como se ha visto, uno de los factores que más ha dinamizado la expansión de la soja en Argentina es la rápida
adopción por parte de la gran mayoría de los productores de las semillas genéticamente modificadas y, en
consecuencia, el uso del glifosato como herbicida. Las críticas a la semilla se centraron básicamente en los potenciales
peligros que podría tener la soja transgénica para la salud humana en el largo plazo y en la posibilidad de que la fuerza
genética de ese cultivo pudiera transmitirse a otras especies, creando las supermalezas, resistentes a su vez al
glifosato. Ante estas críticas, los promotores de la soja advirtieron que ese producto había sido permitido en el país
luego de un cuidadoso análisis por parte del organismo oficial certificador, que a más de doce años de plena producción
nunca se habían advertido efectos nocivos en la salud humana y que tampoco se podía probar -salvo en algunos casos
aislados- que pudiera haber derivas genéticas de la soja a otras especies.
El uso del glifosato también despertó críticas entre los grupos ambientalistas, acusando a Monsanto de vender un
producto peligroso para la población y la biodiversidad y que contaminaba el suelo y el agua.
Por su parte, también hay que tener en cuenta que los grupos promotores de la producción sojera (corporaciones de
productores, grandes empresas productoras de insumos) son muy poderosos y tienen acceso a los medios masivos de
comunicación: por ejemplo se podría decir que ese mensaje se ha montado en el éxito de la producción.
La deforestación
Mientras la soja se mantuvo dentro de la región pampeana (un ambiente naturalmente carente de árboles), la
controversia sobre su producción se centra en el tema de los efectos contaminantes de su producción. Sin embargo, a
medida que el cultivo se expandía hacia el norte, buscando tierras más baratas, comenzó a aparecer un nuevo efecto,
esta vez sobre el bosque nativo que cubría buena parte de la Argentina subtropical. La soja avanzó muy agresivamente
sobre los remanentes del bosque, auspiciada muchas veces por los gobiernos provinciales que extendían muy
fácilmente permisos de desmonte. Hacia 2007, la situación se estaba agravando y por primera vez se podía notar un
efecto ambiental claro relacionado con la producción sojera. Aprovechando en algunos casos situaciones dudosas de
la tenencia de la tierra, en otros comprando o arrendando grandes superficies a sus dueños titulares y aún en otras
comprando tierras fiscales que el Estado vendía, los grandes productores pampeanos (y algunos locales) tomaron su
control y desmontaron enormes superficies con el uso de maquinaria pesada. Esto no solo produjo un efecto ambiental,
sino también social, dado que muchas de esas nuevas tierras estaban ocupadas desde hacía mucho tiempo por grupos
aislados de campesinos e indígenas que fueron expulsados. Varias de sus organizaciones de base, así como ONG que
los apoyaban protestaron fuertemente, si bien nunca se llegó realmente a poder organizar una protesta consistente
(Slutsky, 2005).
Fue allí cuando en el Congreso se comenzó a debatir una ley de manejo forestal, que luego de mucha discusión se
promulgó a fines de 2007, pero recién se reglamentó un año más tarde. Sin embargo, y sobre todo en la provincia de
Salta, los desmontes continuaban, amparándose en los permisos que la provincia había otorgado antes de la ley.
Finalmente, y frente a una presentación de los grupos indígenas, en marzo de 2009 la Suprema Corte emitió un decreto
prohibiendo todo desmonte hasta que la provincia cumpliera con la ley en lo que respecta a generar un plan de
ordenamiento territorial forestal que marcara con claridad que área y bajo que condiciones se podía eliminar el bosque
para dedicarlo a la agricultura.
Carlos Reboratti
Región Mesopotamia: La región mesopotámica está integrada por tres provincias: Misiones, Corrientes y Entre Ríos.
Limita al norte con el río Iguazú, al sur con el Paraná, al este con el rio Uruguay y al oeste con el Paraná.
En el territorio se pueden determinar cuatro subregiones con características de relieve propias: La Meseta Misionera, las Planicies y
Esteros Correntinos, las Lomadas Entrerrianas y las Tierras Bajas del Delta del Paraná. La meseta se corresponde con la provincia de
Misiones e incluye tres grupos de sierras. La zona de las planicies y esteros comprende el noroeste de la provincia de Corrientes, es una
tierra baja y anegadiza ocupada por las aguas fluviales que forman bañados y esteros, entre los que se destacan los del Iberá y de las
Maloyas. Hacia el centro de la provincia comienzan las lomadas, que se extienden hasta el norte y centro de Entre Ríos, el territorio se
caracteriza por tener un terreno de mediana altura y de suave pendiente. Finalmente, hacia el sur de la provincia de Entre Ríos se
encuentran las tierras bajas del delta, anegadizas y cubiertas por numerosas islas húmedas, arboladas e inundable.
En Misiones el clima es subtropical sin estación seca, con temperaturas superiores a 18°C y precipitaciones superiores a 1700 mm
anuales. En corrientes tiene clima subtropical con lluvias decrecientes de nordeste a sur que se distribuyen de manera uniforme a lo
largo del año. Este clima persiste en el norte de Entre Ríos y se vuelve más templado hacia el sur de la provincia.
La población tiende a concentrarse a lo largo de las riberas de los ríos Uruguay y Paraná. Entre la zona más despoblada cabe mencionar
la zona de los Esteros Correntinos.
La agricultura y la ganadería constituyen los recursos más sobresalientes de la economía de la región, aunque también están presentes
algunas industrias. En los cultivos se encuentran el maíz, porotos, mandioca, cítricos, tabaco, caña de azúcar, te y yerba mate. La
actividad ganadera se centra en la cría de ganado bovino, ovino y porcino.
Entre las industrias, la maderera ocupa un lugar de importancia dentro de la economía de la Mesopotamia. También es relevante el
desarrollo de la siderurgia y la explotación de yacimientos de hierro en Misiones. Corrientes tiene centrales hidroeléctricas que
abastecen otras zonas del país: Iberá, Paraná Medio y Yaciretá-Apipé. Entre Ríos, por su parte, posee el complejo Salto Grande, sobre el
río Uruguay.
Región del Nordeste: Comprende el este de Salta, el norte de Santa Fe, el este de Santiago del Estero y la totalidad de
Formosa y Chaco. El soporte físico es la cuenca sedimentaria chacopampeana, por lo tanto el relieve es llano. Tiene un clima
subtropical con estación seca. Las precipitaciones oscilan entre los 1.100 mm anuales en el oriente y los 600 mm en el occidente. La
amplitud térmica crece de este-oeste a medida que nos alejamos de la influencia del Océano Atlántico. Encontramos cursos de agua
alóctono tal es el caso del rio Bermejo y Pilcomayo, ambos configuran un paisajes de esteros y bañados.
Comparativamente, la región chaqueña contiene la mayor superficie de bosque nativo del país, en este caso representado por el
majestuoso Bosque Chaqueño cuya especie arbórea dominante es el quebracho colorado y el quebracho blanco. El quebracho dio
origen a las primeras manifestaciones industriales con plantas tanineras y canteado de durmientes ferroviarios. Históricamente fue
un espacio geográfico dominado por los obrajes forestales y el cultivo de algodón pero, hoy en día, debido al proceso de expansión
agropecuaria y pampeanización encontramos un paisaje agrícola dominado por el cultivo de soja y las forrajeras; estas últimas
alimentan a una desarrollada hacienda vacuna y caprina. La agricultura es extensiva y medianamente tecnificada. La ganadería es de
tipo extensiva y poco tecnificada. Generalmente se crían razas criollas y mestizas de cebú destinadas al mercado local y regional.
La mayor densidad de población se concentra en las riberas de los ríos Paraná y Paraguay, donde se asientan las principales ciudades
y en las áreas de cultivo industrial (algodón). Otra zona donde aumenta la población es la diagonal fluvial de Santiago del Estero. Hacia
el interior de las provincias, la densidad de población disminuye porque las tierras son bajas e inundables (la zona de los esteros y
bañados) o porque disminuye la disponibilidad de agua.
Región del Noroeste: Esta región geográfica se encuentra en el extremo noroccidental del territorio argentino en su
porción americana emergida. Ocupa las provincias de Jujuy, el norte de Tucumán, el centro-oeste de Salta y el noroeste de Catamarca.
Limita al este con la región chaqueña, al sur con la de la Sierra Pampeanas y al oeste con la Republica de Bolivia y Chile.
Entre sus paisajes geográficos principales se distinguen: la desértica Puna, los fértiles valles salteños y jujeños, las planicies del
piedemonte montañoso, las coloridas quebradas y el sector montañoso de las Sierras Subandinas y Cordillera Oriental.
La diversidad de los climas crea variados paisajes. Estos responden a tres factores muy importantes que son: la latitud, la distribución
de las precipitaciones y la disposición y altura de los cordones montañosos. El clima que predomina en esta región es el subtropical con
estación seca. Generalmente, durante la época de verano son comunes las intempestuosas lluvias y el calor extremo. En la región
conviven dos tipos de clima diferentes: por un lado, el clima árido de alta montaña o semidesierto (brusca oscilación térmica diaria y
estacional), y por el otro podemos apreciar el de las sierras (subtropical serrano) que se caracteriza por ser cálido y húmedo.
La organización del espacio obedece a la acción de los factores físicos, históricos y económicos que explican que la población se
encuentre desigualmente distribuida: altas densidades en las capitales de provincia, densidades medias en los valles y planicies
pedemontanas, donde se practica la agricultura intensiva, y las bajas densidades se corresponden con la alta montaña y la Puna. La
actividad de la población del noroeste se ha especializado fundamentalmente en la agricultura. Prevalece la agroindustria azucarera,
tabacalera y vitivinícola, por ejemplo el 90% de la superficie cañera del país se concentra en esta región, particularmente en la zona
pedemontana.
El desarrollo económico, especialmente basado en cultivos industriales en algunas áreas y ganaderas en otras, ha promovido la
jerarquización de los centros urbanos. En efecto, la ciudad de San Miguel de Tucumán se ha transformado en el centro de servicios de
primer orden, verdadera metrópoli regional de todo este espacio, al que directa o indirectamente todos los demás centros se
encuentran en dependencia y relación constante; le sigue en segundo lugar la ciudad de Salta, en tercero las ciudades de Santiago del
Estero y de Jujuy.
Región Sierras Pampeanas: Esta región comprende el centro-oeste de Tucumán, Catamarca, La Rioja, el oeste de San
Juan, San Luis y el oeste de Córdoba. Limita al norte con la región del noroeste, al este y sur con la región pampeana, al noreste con la
región chaqueña o región noreste y, finalmente, al oeste con cuyo.
La organización del espacio en esta región responde a dos factores naturales básicos: la distribución de los encadenamientos
montañosos y la extrema aridez. Estos factores determinan que la sociedad ocupe sectores discontinuos de la región, de distintas
dimensiones, llamados oasis destinados a diferentes usos del suelo y escasamente comunicados debido a una infraestructura vial y
férrea pobre.
Las cadenas montañosas orientales gozan en su ladera de barlovento abundantes precipitaciones (por ejemplo, el sistema del
Aconquija) pero no sucede lo mismo con las cadenas occidentales cuyas condiciones climáticas va desde el árido y semiárido debido a
que las masas de aire son secas y calientes. Toda la zona forma parte de la diagonal árida sudamericana.
La población es escasa y dispersa dedicada a la ganadería extensiva para el consumo local. El ganado más difundido es el caprino por su
sabrosa carne, también se utiliza su cuero y con la leche se fabrican quesos regionales (queso y quesillo). También el ganado ovino se
cría para carne y lana. En los oasis se practica una agricultura con vid, olivos, frutales de carozo, hortalizas y hierbas aromáticas, en su
mayor parte, para consumo local. Predominan los minifundios (superficies agrícolas pequeñas) y una agricultura poco tecnificada
debida a que al productor no le alcanza la producción para tener ingresos necesarios para tecnificar su explotación.
Región Pampeana: Comprende el sur de Santa Fe, el este y sur de Córdoba, el este de La Pampa y toda la provincia de
Buenos Aires. Esta región constituye actualmente el área nuclear de nuestro país.
El relieve es homogéneo de carácter llano, con inclusión de algunas sierras que no alteran esa homogeneidad. Clima templado, con
lluvias repartidas durante todo el año. Suelo fértil constituido por tierras negras de gran aptitud agrícola.
La proximidad al Rio de la Plata y al Océano Atlántico le facilita la comunicación con los centros de consumo internacionales.
Actualmente coexisten y se entremezclan espacios agropecuarios y espacios urbanos-industriales de forma tal que se ha generado una
ocupación continua del espacio regional y una notable diversificación económica. La agricultura se realiza, en general, en condiciones
de secano (agricultura sin riego) y en forma semiextensiva e intensiva y, altamente mecanizada. Los cereales (trigo y maíz) y
oleaginosas (soja) participan con la mayor superficie. También se destacan los cultivos forrajeros (avena, cebada y sorgo). Es la
principal zona ganadera del país debido a la presencia de un clima benigno y pastos tiernos que permiten, conjuntamente, criar el
ganado a campo abierto. El ganado es totalmente refinado y entre las razas de mayor importancia, como productora de carne,
podemos resaltar a la Hereford y Shorthorn.
Dispone de un extenso frente marítimo que se extiende desde el Cabo San Antonio hasta la desembocadura del Río Colorado. Este
frente permite el desarrollo de una intensa actividad ictícola y turística. Los centros turísticos más importantes son: San Clemente del
Tuyú, Santa Teresita, San Bernardo, Mar de Ajó, Pinamar, Villa Gesell y Mar del Plata.
El espacio urbano-industrial se extiende a lo largo de un eje que se extiende por la margen derecha de los ríos Paraná y de la Plata, es
el denominado “frente fluvial pampeano”. Es un área que concentra, desde el punto de vista demográfico, un importante contingente
poblacional y el Área Metropolitana de Buenos Aires (donde se incluye la Capital Federal) y, desde el punto de vista económico,
encontramos un gran desarrollo industrial altamente diversificado. El sistema de transporte y comunicación es radial y centrípeto, es
decir toda la infraestructura vial y férrea convergen en la ciudad de Buenos Aires.
Región Cuyo: Esta región geográfica se encuentra en el sector occidental en nuestro país ocupa la mayor parte de las
provincias de San Juan y Mendoza y pequeños sectores del oeste de Catamarca y la Rioja. Limita al norte con la región del noroeste, al
este con las Sierras Pampeanas, al sur con la Patagonia y al oeste con la República de Chile.
El escenario natural de la región de Cuyo se destaca la gran masa orográfica del macizo andino, al oeste y la planicie pedemontana, al
este. El macizo montañoso en esta región presenta tres sistemas orográficos: la Cordillera Frontal, la Cordillera Principal, la Precordillera
de La Rioja, San Juan y Mendoza.
La denominación Cuyo en lengua araucana significa “país de arena” topónimo que está en relación con su extrema aridez. Forma parte
de la diagonal árida sudamericana, sus precipitaciones, en el ámbito oriental o piedemonte, raramente superan los 300 mm anuales,
concentradas en pocas lluvias torrenciales que son pronto anuladas por la intensa radiación solar, infiltración y evaporación. En este
sector la evapotranspiración potencial es de alrededor de 800 mm, por lo que hay un déficit pluvial cercano a los 500 mm.
La escasez del elemento agua determina dos formas de asentamiento de la población: a) las instalaciones aisladas o puestos de estancia
donde las familias se dedican a la ganadería extensiva (vacunos criollos) y utilizan solamente el agua subterránea; b) los oasis de riego
situados en los valles longitudinales y piedemonte de la región por donde pasan los principales colectores fluviales (Tunuyán, Mendoza,
Jáchal y Diamante) cuyas aguas son canalizadas para hacer posible una agricultura intensiva y desarrollo de la agroindustria basada en
la vid, el olivo y los frutales.
Las ciudades se sitúan en el lugar donde los ríos abandonan su curso de montaña y entran en el llano, donde es posible captar sus aguas
y derivarlas por medio de canales hacia las áreas de cultivo. Las principales ciudades son Mendoza y San Juan.
La región cuyana se encuentra en las áreas de mayor peligrosidad sísmica de nuestro país como consecuencia de las placas tectónicas
Nazca y Sudamericana.
Región Patagonia: Se conoce como Patagonia la porción austral de la Argentina comprendiendo el territorio ubicado al
sur del rio Colorado y pequeños sectores de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y Mendoza.
Desde el punto de vista estructural y morfológico se distinguen una Patagonia andina, de relieve montañoso, y una Patagonia
extraandina, de relieve mesetario. Las montañas no forman un encadenamiento continuo sino que se presentan en forma de cordones
aislados separados por valles transversales anchos que se encuentran mayormente ocupados por lagos. La meseta es de tipo
escalonada con presencia de serranías aisladas, valles y bajos o áreas deprimidas.
En la Patagonia andina predominan las bajas temperaturas (una media de 7°C) y abundantes precipitaciones debido al ingreso de
vientos húmedos provenientes del anticiclón del Pacífico Sur que favorecen también el desarrollo de una densa cobertura boscosa. En
la Patagonia extraandina posee un clima frío y seco con vegetación esteparia.
La población humana de la Patagonia está concentrada en los valles andinos y en la zona costera. En los valles se practica la agricultura,
por ejemplo en el valle del río Negro está fuertemente especializado en la producción de manzanos y perales para la exportación, el
cultivo de vid y las hortalizas. En el interior se practica una ganadería ovina extensiva. Además del ganado lanar, la Patagonia cuenta con
otras riquezas como el carbón y el petróleo. La zona carbonífera se encuentra en Río Turbio, en la provincia de Santa Cruz. El petróleo
fue descubierto en 1907 y la cuenca más importante está situada en las cercanías del Golfo de San Jorge, con centro en Comodoro
Rivadavia. La producción económica de la región depende del complejo hidroeléctrico El Chocón, las mina de hierro de Sierra Grande y
la vasta costa atlántica con sus enormes posibilidades pesqueras.
Las economías regionales refieren a todas aquellas actividades productivas que se localizan fuera del área pampeana. Históricamente, la
producción de estas economías estuvo destinada al mercado interno. Estas actividades productivas se organizan por medio de circuitos
de producción.
Se denomina circuito productivo a un encadenamiento de eslabones o etapas que en conjunto dan lugar a un proceso de producción:
• El eslabón agrícola es la etapa en la que se desarrollan las actividades primarias para la producción de materia prima.
• El eslabón industrial es la etapa en la que se desarrollan las actividades secundarias para la industrialización de la materia prima. En
algunos casos, este eslabón se encuentra en la misma región de producción primaria, porque la materia prima debe ser procesada
inmediatamente para que no se eche a perder. Por ejemplo, la yerba mate, luego de las 24 horas de cosechada, pierde buena parte de su
calidad. En otros casos se encuentra fuera de la región y, en general, forma parte del sector industrial pampeano.
• El eslabón comercial es la etapa en la que se distribuye el producto industrial a los consumidores por medio de los comerciantes
mayoristas y minoristas. Como los circuitos productivos abarcan la producción de la materia prima y su industrialización, se dice que
forman parte del sector agroindustrial argentino.
Fuente: “Ciencias Sociales 3”, unidad 16. Ministerio de Educación (adaptación).
Los recursos energéticos son extremadamente importantes para el funcionamiento de las actividades sociales y
económicas de un país. Tanto las viviendas como las fábricas, los comercios, los medios de transporte y las
actividades agropecuarias y mineras necesitan energía para poder funcionar. Por ese motivo, es muy importante
garantizar su abastecimiento de energía.
Nuestro país presenta una gran diversidad de fuentes de producción de energía, aunque la mayor parte proviene del uso de
combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural. El gas, el carbón y el petróleo, que se formaron a lo largo de millones
de años, constituyen más de las tres cuartas partes de las fuentes de producción de energía totales, y se obtienen
principalmente de pozos de extracción situados en la Patagonia, y en menor medida, en Mendoza, Salta, Jujuy y Formosa.
La energía eléctrica que se produce en la Argentina proviene, en su mayor parte, de plantas térmicas que producen energía
a partir de la quema de gas o combustibles derivados del petróleo. Otra parte importante de la energía eléctrica proviene de
las centrales hidroeléctricas, que aprovechan los ríos para producirla. Una proporción mucho menor proviene de plantas
nucleares o de las llamadas fuentes de energía alternativas, como la energía solar, la eólica y la geotérmica, también
denominadas fuentes de energía limpias. En nuestro país el aprovechamiento de este tipo de fuentes de energía limpia es
mínimo, pero con un alto potencial de desarrollo y explotación.
POBLACION ARGENTINA
EL PROBLEMA DE LA DESOCUPACION