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EL ARTE ESTÉTICO EN EL ESPACIO PÚBLICO

POR:

Elianis Hoyos Fernández

DIRIGIDO A:

María Margarita Mora Alvarado

FACULTAD DE DERECHO

Humanidades II

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

MONTERÍA - CÓRDOBA

2022
EL ARTE ESTÉTICO EN EL ESPACIO PÚBLICO

Se ha confirmado que el arte y su presencia en la vida de una persona inquieta

de forma auténtica en su desarrollo personal. No solo nos hace más sensibles, además

más libres y críticos con el ambiente que nos rodea. Tiene un efecto favorable y es un

origen de expresión muy meritoria, porque el arte y sus valores se renuevan en un

acontecer firme frente a los pactos sociales y son un artefacto alterador de saberes y

sentidos. El Arte forma parte, en efecto, de la cultura de todo pueblo o sociedad

humanos tal como la historia de la estética ha venido mostrando (Bayer, 1965). Esto

es, que el arte y la cultura, frecuentemente, son una expresión explícita de lo que

sucede a nuestro alrededor. Surgen de un hilo dado y concreto, y, por lo tanto, poseen

la capacidad de transmitir gran parte de los elementos que conforman la realidad del

momento. Prevenir, sería, dejar cohibida una parte de nuestro contexto.

Conjuntamente, contamos con la contribución real del conocimiento anterior y como

éste ha ido progresando y realimentando a los movimientos artísticos y culturales

presentes, es idóneo estimular cambios, ayudar a la transformación, variar, o concebir

aceptables sentidos culturales no históricos precedentemente. Por tal razón, es viable

que el arte se convierta en agente de transición, ya que causan nuevos enfoques del

mundo, ideologías y estéticas que interactúan con otros variados elementos de

acontecimiento en el tejido de una sociedad. Las imágenes predominan en el

pensamiento, el medio interviene como mensaje, los medios canalizan doctrinas y

notifican rupturas. Específicamente el análisis de los medios informativos y la

propagación nos manifiesta la presencia de habilidades artísticas bajo las que subyace


la relación creador-comprador, un fundamento productivo sofisticado que se va

estableciendo a nuestros ojos de diversas manifestaciones que van de la mano con el

pensamiento, las costumbres sociales, normas éticas, filosóficas, morales, culturales,

etc. La necesidad de manifestación y comunicación del hombre está dada por su

medio, muestra su postura y visión personal de los vicios, defectos y carencias de los

regímenes que incluyen su creación colectiva. Estableciendo un llamado a la razón de

su público, hacia un despertar de la sensibilidad.


Dicho de otro modo, no existe un arte "puro" autónomo de finalidades,

esencialmente en el arte callejero, en donde conseguimos hallar los mensajes más

auténticos de la expresión de la situación social. Aventurarse a entender el espacio

vivido como parte fundamental en la interpretación de los territorios puede ayudar a

redefinir la ciudad y, con ello, los hechos materiales que allí suceden dándoles validez

a partir de la relación que establece el hombre con ellos y, en esa misma medida,

establecer significados y símbolos particulares desde las prácticas cotidianas y

mundanas; es decir, desde el habitar mismo. El arte urbano, refiriéndose con ello a

expresiones artísticas que se presentan en el espacio urbano de la ciudad en este

caso, el arte callejero, es una de las herramientas con más vigor en el arte

contemporáneo, según Silva (2006), y el cual resignifica y transforma

permanentemente lo cotidiano de la ciudad de hoy. El medio ambiente es el que sujeta

la objetividad que otorga al Arte de significados, pero también edifica herramientas,

ordenaciones y eventos que se crean como selectos para los grupos humanos

presentes, del mismo modo, la pintura, el lugar de refugio y, en definitiva, los seres

humanos en comunidad forjan una pertenencia y representatividades. La sociedad con

estas cargas y distribuciones de roles, muchas veces dotadas de aspectos culturales

que determinan el género para los mismos, construye formas de representación.

Muchas de las actividades diarias están reducidamente afines con las artes ya sea de

manera directa e indirecta, admitir que las personas formen parte de un proceso de

formación artística es brindar la posibilidad de desarrollar la experiencia sensible, la

capacidad de percibir, apreciar, alcanzar y demostrar el entorno. El arte suministra

elementos para que el hombre y la mujer construyan un contexto mediado por el gusto,
la creatividad y la comunicación simbólica trasladándolos a un mundo lleno de variados

espacios en donde además de interactuar se fomenta la prueba, la construcción, la

meditación, la espontaneidad y definitivamente la invención. Pues bien, el entorno

facilita, por medio del reconocimiento y muestran identidades geográficamente, que

constantemente influyen a las estéticas y otras manifestaciones que, hoy en día, más

selectas, siguen y continúan con una gran carga extática, en las equivalencias

particulares y colectivas. Las cuales son luego parte constructora de la sociedad, y

como toda construcción es transcurrida, aún sin la aprobación de esta. Los grupos

integrantes de estas sociedades propenden a equiparse con el medio que los rodea.

Dicho desarrollo produce una parte de la identidad cultural, que estaría formada por un

crecimiento más complejo de la existencia. Es así como, debemos admitir que, la

experiencia estética de alguna manera es espontanea porque solo se puede captar la

belleza en una obra de arte si se estudia. La estética es la ciencia relativa a los

sentimientos y concretamente, a la belleza, es por consiguiente, Robert (1998:498) la

ciencia de lo bello en la naturaleza y en el arte, concepción particular de lo bello”. Aquí

se incluyen formas naturales de la percepción sensible, la imaginación del quehacer

artístico y la expresión y creación cultural, para poder desarrollar la experiencia estética

es necesario conocer de la obra de arte, la técnica y el contexto, así como la intensión

del artista ya que a través de estos elementos un objeto o un hecho artístico puede ser

considerado como una obra de arte. Al respecto se puede decir que, la función estética

tiene la intención del reconocimiento de las imágenes asociadas a signos que pueden

ser interpretados de manera individual o colectivamente, por ello se hace énfasis


nuevamente en el contexto, este en ultimas es un aspecto clave para definir la

interpretación de un objeto cualquiera que sea y que este determinado por la realidad.
En conclusión, a través del arte se logra descubrir las emociones que se

alcanzan en un momento concreto. No cambia lo que se siente, pero si muestra la

realidad y consigue originar en otros más bien una forma de reflexión hacia lo que se

quiere transmitir. Para cada uno, según sus experiencias propias, su cultura y

educación, observará una obra de arte y esta lo llevará a constituir sus propias

opiniones de un tema en específico, y cada uno tendrá formas distintas de formular lo

que percibe y de manifestar sus más profundos sentimientos. Una de las mejores y

mayores obras de arte es el mismo entorno, en ella podemos percibir la realidad de lo

que nos rodea, de cómo el ser humano transforma su ambiente según sus

sentimientos, emociones y vivencias, sacándole el máximo provecho a eso.


REFERENCIAS

Bayer, R., Historia de la estética, México: FCE, 1965.

Silva, A. (2006). Imaginarios Urbanos. Arango Editores Ltda.

Robert, P. (1998). Le Robert- Micro. Dictionnaire d´apprentissage de la

langue  française. Paris: Le Robert.

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