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ASUNTOS SOCIALES Act. 14 jul 2020

Communications

España, segundo país europeo con


España entró en el grupo de economías de fecundidad muy baja en
el
nivel
1975 deentonces,
y desde natalidadaunque conmás bajo
pequeñas mejoras, el bajo índice
de natalidad ha sido la tónica general. El nuevo número de Esenciales,
el documento de la Fundación BBVA y el Ivie, revisa la situación
actual de la natalidad en España, que presenta el segundo nivel de
fecundidad más bajo en la Unión Europea, sólo por detrás de Malta.
Los datos son muy clarificadores: si en 1975 las mujeres españolas
tenían de media 2,8 hijos, en 2017 la media se situó en 1,3 hijos.
El documento advierte del impacto que tiene la ralentización del crecimiento de la población
en términos sociales y económicos. Los datos que aporta este número de Esenciales ponen
en tela de juicio el reemplazo generacional y la sostenibilidad del Estado de Bienestar
en España.

Ahora bien, el escenario europeo no es mucho mejor. Todos los países europeos sin
excepción, desde los que presentan las tasas de fecundidad más altas como Francia y Suecia
(1,9 hijos y 1,78 hijos respectivamente) hasta los que tienen las más bajas como Malta (1,26) y
España (1,3 hijos) se enfrentan al problema de la insostenibilidad demográfica.

En España, para garantizar la estabilidad de la población se necesita un nivel de reemplazo


generacional de 2,1 hijos por mujer. El análisis por provincias de la situación demográfica
española revela que ninguna de ellas, a excepción de Melilla (2,4), está cerca de los 2,1 hijos
de media necesaria para garantizar la continuidad de la población. Las provincias que más se
acercan a esta cifra son Ceuta (1,7), Almería (1,6), Murcia (1,5) y Girona (1,5); mientras que las
que más se alejan del umbral del 2,1 son Ourense (0,92), Tenerife (0,96) y Las Palmas (0,99).

Asimismo, los siguientes indicadores reflejan el envejecimiento poblacional. La tasa bruta


de natalidad o TBN (que mide el número de nacimientos por cada mil habitantes) ha caído
en el 90% de las provincias españolas entre 2000 y 2017. El 10% restante representa a Lugo,
Álava, Huesca, Orense y Palencia, las cinco provincias donde el número de nacimientos ha
aumentado por cada mil habitantes. Otro dato representativo es que en 2018 el número de
defunciones superó al de nacimientos en casi todo el país, concretamente en 42 de las
52 provincias españolas.
Causas del envejecimiento poblacional
El desplome de la natalidad y la fecundidad en España está estrechamente relacionado con el
aplazamiento de la maternidad
maternidad. Las mujeres tienen menos hijos y a mayor edad. Esta
realidad denominada como el ‘síndrome de retraso’ de las sociedades desarrolladas
encuentra sus causas en el aumento del nivel educativo de la mujer y su consecuente
incorporación al mercado laboral
laboral.

En efecto, los datos revelan que la correlación entre el nivel educativo de las mujeres y el
número medio de hijos es positiva. Cuanto mayor es el nivel educativo, menor es la media de
hijos: si para las féminas con estudios de educación secundaria la media se sitúa en 1,5 hijos,
para las mujeres con estudios superiores es de 0,9 hijos. El factor de la edad también indica
que el nivel de estudios está fuertemente relacionado con la maternidad tardía
tardía: un
40% de las mujeres con estudios superiores tienen hijos entre los 30 y 34 años. Un
porcentaje que se disminuye hasta el 16,3 puntos porcentuales cuando se trata del grupo de
mujeres en el mismo tramo de edad pero con un nivel de estudios inferior, lo que significa que
estas comienzan a tener hijos a una edad más temprana.

Ante este escenario que dibujan los datos demográficos en España, este documento de la
Fundación BBVA e Ivie alienta a las autoridades españolas y europeas a tomar medidas
concretas para garantizar el bienestar de la población y el relevo generacional. Unas políticas
que apuntan a políticas de conciliación laboral y familiar
familiar, más allá de las económicas y
monetarias.

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