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Dado que me suelen entrevistar preguntándome siempre lo mismo sobre mi abuelo, pasé con

telepath las preguntas y sus respuestas a continuación. Pueden usar los pedazos que
necesiten para su publicación, cada fragmento ya está linkeado a mi cartera de bitcoins.
1. Quién era mi abuelo/a, qué hacía, cómo era su vida antes de tomarse en
serio el escribir?
Mi abuelo Marcos fue adolescente en la última década del 1900, cuando
podía pasar cualquier cosa. Con su hermano y su familia fueron de esos locos
por la new age que escribieron un libro. Él se peleó con eso, hasta hay un
documental temprano de 2010 o 2020, no me acuerdo. Creo que algo de eso
lo traumó. Igual, después de estudiar el secundario, siguió estudiando pero
también dando clase en la Universidad de Buenos Aires. También le gustaba
tocar música e inventar juegos de rol.
2. ¿Que fue lo que le permitió hacer el click…?
La pegó con los juegos de rol mezclados con realidad virtual. Inventó uno
que se aplicó a distintas cosas: trabajo en equipo en empresas, escribir
guiones en grupo y explorar ficciones con versiones orgánicas de
inteligencias hoy artificiales.
3. ¿Quién era mi abuelo/a, qué hacía, cómo era su vida después que empezó a
tomarse en serio el escribir?
Pero él no era programador, sí sabía diseñar los escenarios y contarlos, y para
estar preparado los escribía. También después le empezaron a pedir las
historias jugadas con influencers. En particular, la conocida Accel robotics le
pagó muy bien por crear contenidos y diseñar procedimientos que ellos
implementaban en sus tiendas automatizadas, verdaderas fiestas de expresión
imaginal reovirtual.
4. ¿Qué lo llevó a comprometerse más con el escribir?
Las acciones en la empresa le dieron impulso, un gustito por las carteras de
sus patentadas “rolcoins”. Hoy suena viejo, pero en ese momento recién
comenzaban las tecnologías NFT. La idea de que cada historia pasada por los
procedimientos de su diseño de rol era única, con su sello de blockchain, con
items que se podían tradear y pasaban a ser exclusivos cuando pasaban por
manos de famosuelos fue súper consumible. Daba vértigo ver cómo subía y
bajaba 500 por ciento en una semana. Ahora bien, cuanto más creaba
contenidos, más tenía peso en el mundo transmedia que quiere agarrarte por
todos los costados habidos y por haber. Pero se preocupaba por no repetirse
y, como empezó a pasarle, se fue a vivir a San Martín de Los Andes. Ahí con
mi abuela criaron a mi padre.

5. ¿Cuáles eran sus aspiraciones, las que trajo a su vida, las que desarrolló, lo
que le quedaron en el tintero…?

Al final, parecía que no pero tenía un lado re místico. Le agarró más con
sesenta años. Dejó una cantidad de reflexiones sobre el tiempo y la creación,
y hasta volvió a hablar de Dios.
Les dejo al final pegadas algunas de esas. Son un embole, pero él las
apreciaba. Creo que se murió triste de no poder seguir acá, aunque también
contento de que un poco lo admiráramos y le perdonáramos sus solipcismos y
machiruleadas constantes.

6. ¿Cómo hizo lo que hizo, o cómo se las ingeniaba para escribir, cuáles eran sus
mejores recursos?
Mucho de lo que fue produciendo salía de las historias de rol con
sus amigos. También de sus vivencias, siempre apenas
enmascaradas. Como hoy nadie se acuerda, qué importa. Por la
mitad de las cosas que hizo iría preso, pero aunque no era ni cerca
estrella de rock, se las arregló para no ser denunciado o reventarse
drogado. La peor parte era que empezaba proyectos y no los
terminaba. Por suerte tenía ayuda de su pareja y un par de mentores
que mitad de pena, mitad de lástima le ayudaban a acabarlos.
7. ¿Qué temas abordaba al escribir?
En el fondo le gustaban las aventuras del espíritu.
8. ¿Qué tratamiento les daba?
9. ¿Qué significaba escribir para él/ella?
10. ¿Qué opinaban de lo que escribía sus familiares cercanos?
10. ¿En qué le cambio la vida escribir?
11. ¿Qué me mensaje se desprende de su obra?
 
Como cuestiones que me quedan pendientes, paso un escrito de él que
estaba fechado en su compu. Igual hice arqueología digital y es mentira,
hay intercalados fragmentos de textos de antes y de después.
 
 

21-2-2040

Empiezo hoy Piscis con la idea de un final para los principios. Antes trabajé en la plataforma de
Aries, la del comienzo, la fuerza, y sobretodo la violencia.
Sistema de relaciones en las que el hombre puede estar inmerso: cósmico, terrestre y
genealógico.
Escribo para encontrar las relaciones. Tengo la esperanza de que al contar toda la historia
aparezca alguna pista, o mejor que alguien, alguien con infinita paciencia y estómago para
soportarlo lo denso de mi escritura, me señale eso que pasé por alto.
Existe alguna ley de sucesión, pero no tengo fe en que sea la de la evolución. Creo en el
tiempo, es lo que permite que algo suceda algo y que, pese al borrado del ser anterior,
continúa la conexión. Si uno se pregunta qué es lo que se borró, respondo: nada de algo.

Quise ser científico, literato e historiador, tener prestigio, trabajar durante el régimen de
finales del siglo XX comienzo del siglo XXI para electrificar las conciencias con nuevas
creaciones. Salirme del campo de la reeducación de la New Age en donde empecé.
Hay que recordar lo que va pasar. El tiempo es fuerza del olvido, cuando muestra su daga,
instrumento de hombres, lo llamamos violencia. No es un estado de simple ausencia de la
memoria. Es algo activo, que me interesa estudiar desde que mi madrina monja me inspiró.
Soy una cosa fisiológica que va a morir, pero no sólo eso. Me gustaría encontrar a Dios.

Uno es capaz de nostalgia, una sobre otra. Ganar espesura, o morir sofocado. Y el tiempo sigue
corriendo, huyendo como río, hacia el mar. Hasta irse en la inmensidad que diluye.

Piedra menos húmeda que el resto. Tierras del cristalizar. Comprimir los tiempos. Golpear esos
mundos, aprueban los contra el yunque. Darle fuerte con el martillo de la voluntad, fundirnos
en una misma armas.

Mis libros de conjuros son mis cuadernos, audios y videos. Debo tenerlos ordenados y
prepararlos para la interrogación. Olvidar todas las fórmulas, reescribir los hechizos y que sean
míos.

Hora a hora y día a día la convicción se ha fortalecido, que nuestra propia vida aquí no es más
que un juego de sombras. Aparecemos siempre como si estuviésemos parados en el umbral,
en una tenue caverna de los sueños. Quisiera no se termine la fiesta. Pero voy a despertar.
Solo le temo a la muerte.
Ser coronado o morir.

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