Recoveco Teatro piensa un laboratorio en la importancia de la
dramaturgia del actor. Desde un espacio de entrenamiento, los elementos cómicos son llevados a escena, bajo la premisa de “el actor es el pilar de la comedia”. Para lo cual nos basamos en técnicas diversas que permitan jugar como lo son el teatro de payasos, la farsa, el teatro de burlesque, el teatro físico gestual, la patafísica, la manipulación de objetos, el teatro de máscaras y todas aquellas que impliquen una atención a la escena viva.
La investigación se centra en apropiar información técnico-teórica por
medio de la repetición, para que el actor cómico nutra su quehacer profesional, además de estar analizando cómo funciona su cuerpo, tanto de manera individual como en un colectivo. Se desarrolla por lo general a puerta abierta, es flexible, son bienvenidas las preguntas, donde todos los asistentes son necesarios pero no imprescindibles.
Es un espacio para la investigación del género teatral denominado
comedia, que se rige por tres búsquedas concretas, las cuales son:
1. Profundizar sobre los elementos teórico-prácticos de la
comedia: Hacer comedia es el ejercicio consciente de una práctica que tiene su origen en lo orgánico. Es necesario estudiar los diferentes parámetros y posturas de técnicas teatrales que se han centrado en este género. En el momento de la representación, el actor sabe lo que hace y el público cree que lo que ve sucede de manera espontánea.
2. Transitar entre los espacios de representación: Una pieza
escénica es el compuesto de una multiplicidad de espacios que coexisten en un mismo lugar, es necesario que los intérpretes sean conscientes de esto para transformarlo y apropiarlo. Entender las diferencias que ofrece la sala, la calle y los espacios no convencionales, permiten encontrar códigos que posibilitan la armonía entre la pieza teatral y su lugar de ejecución.
3. Combinar diferentes estilos, posturas, formas, filosofías y
técnicas para ser utilizadas en creaciones escénicas: Como este laboratorio está conformado por “rusos criollos” tiene un especial gusto por la mezcla, no está en la búsqueda de estilos únicos, ni verdades absolutas, preferimos múltiples preguntas, a una sola respuesta. Tener muchos elementos posibilitan una mayor gama de recursos, formas e ideas, que puedan ser utilizados según la necesidad particular de cada puesta en escena.
¿Cuál es la pertinencia de un laboratorio de comedia en
Colombia?
La comedia es una herramienta que sirve para manifestar el
pensamiento y el sentir humano, con la que se expone la crueldad de la vida y su realidad. Nos muestra una sociedad con los defectos correspondientes a su época y al hombre que la enfrenta, donde generalmente los roles, las normas, las conductas sociales y las leyes universales pueden ser transgredidas.
El acto de vivir está estrechamente relacionado con el dolor y la
comedia alivia este sentimiento, a través de la risa y el humor. Colombia y el pueblo colombiano han vivido procesos violentos realmente crueles, tanto así que gran parte de los colombianos han ido incorporando en su cotidianidad un estado de violencia constante. A pesar de todo esto, es catalogada por ser “El país más feliz del mundo”. ¿Cómo puede ser feliz un país que vive en medio de la guerra? ¿Será que ha utilizado la comedia, la risa y el humor para hacerle frente a todo ese dolor que lo acompaña?
La comedia ha desempeñado un rol vital en la mentalidad de los colombianos, ya que es un bien que no se puede arrebatar, es la manifestación pura de la libertad. Por eso cuanto más se oprime al individuo, más fuerte se manifiesta su sentir cómico, ante la censura se oyen carcajadas estrepitosas y donde hay castigo, el humor se torna negro oscuro. Se dice que la comedia es libre, pero en Colombia se sabe que el comediante puede ser castigado por hacer uso de su libertad.
Entendiendo los riesgos inherentes al oficio, escogemos la comedia
como un acto de contradicción a lo establecido, es un medio efectivo al público que nos interesa, queremos llegar a las personas de a pie, a la familia colombiana, al niño que sueña, a esa madre y ese padre que trabajan sin descanso, a esa gente que es la columna vertebral que sostiene el país, a estos individuos que no se cansan de dar, a pesar de lo poco que se les brinda. El arte es un derecho para todos, y tiene que abrirse camino hasta donde no ha tenido una plaza para endulzar la vida.