Hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas
comunidades que tienen accesibilidad a las TIC y aquellas que no, y también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica.
Colombia es un país en el que la brecha digital aún persiste. Y no solo en el
acceso, sino sobre todo en la capacidad para utilizar las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) de forma eficaz, especialmente por parte de los no nativos digitales, es decir, aquellas personas con bajos niveles educativos o económicos y limitado acceso a la tecnología. De hecho, las habilidades digitales son la principal dimensión que explica el 34,4% de la brecha digital que existe actualmente en el país, por encima del acceso material (32,6 %), el aprovechamiento (29,4%) y la motivación (3%), de acuerdo con estadísticas recientes del Ministerio TIC.
Esta problemática guarda estrecha relación con la migración de la educación al
mundo virtual que provocó la pandemia. Según Santiago Salazar, CEO de *hackU*, “si bien, esta coyuntura facilitó el acceso a información y capacitaciones a millones de personas alrededor del planeta, también supuso un reto para los individuos que no se sienten cómodos aprendiendo de forma digital, ya que el autodidactismo y la disciplina no son una capacidad innata en los colombianos, y estas son la base para el éxito en los programas de e-learning conocidos hasta el día de hoy. Y para las empresas, que se vieron obligadas a adaptarse a la nueva realidad, el factor educativo resulta fundamental para desarrollar una mayor flexibilidad y respuesta ágil ante los cambios”. En este escenario, cabe resaltar respuestas como la de *hackU*, una startup que utiliza la metodología del micro-aprendizaje para transferir contenidos educativos abiertos a miles de no nativos digitales y profesionales que necesitan actualizar sus conocimientos sin descuidar su trabajo. Y lo hace a través de Whatsapp, la aplicación de mensajería instantánea que en 2020 contaba con al menos 39 millones de usuarios en Colombia, según datos de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Cómo reducir la brecha digital
No existe una fórmula única con la que reducir la brecha digital. Para conseguirlo, es necesaria la colaboración y la aplicación de diferentes medidas desde distintos sectores.
Inversión en infraestructuras. Si no existen infraestructuras
digitales, es imposible construir competencias digitales de verdad. Muchos países no tienen acceso a la red, y en otros casos, el acceso es muy limitado. De hecho, construir infraestructuras de calidad es uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la ONU. De esta forma, se conseguiría que muchas más personas tuvieran acceso a Internet y, por lo tanto, esta brecha se reduciría. Educación digital. La formación en competencias digitales es una forma de reducir la brecha digital. Desarrollar programas formativos para personas sin recursos, enseñar lo básico a personas mayores y a otros sectores que no han nacido ni crecido con un dispositivo a mano, puede ayudar a reducir esta brecha. Favorecer el acceso a la tecnología. Hay varios proyectos impulsados por organismos públicos y privados para facilitar el acceso a la tecnología, como acceso gratuito a Internet, el aumento de la velocidad de conexión, entre otros .
Dossier - El "Programa de Alfabetización Digital" Del Instituto Federal de Telecomunicaciones Es La Estrategia Adecuada para Reducir La Brecha Digital en México.