1.

Buscar información sobre las habilidades básicas de Joining y Rapport y practicar con un
compañero antes de la próxima clase

2.Leer el Material Habilidades Terapéuticas de Arturo Bados Lopez y Eugeni Garcia Grau desde
el inicio hasta la página 30.

3. Participar en el foro haciendo resumen de los 10 puntos principales a considerar para el

proceso terapéutico de acuerdo al material

1. La relación entre terapeuta y cliente es de sumamente importancia, se considera

estrechamente ligada a la efectividad del tratamiento, mientras más estable y positiva sea
esta relación más inclinado estará el paciente a explorar sus conflictos con el terapeuta y
colaborar para solucionarlos. El terapeuta deberá de crear un ambiente de confianza y
unidad, de modo que el paciente entienda que están trabajando en conjunto encaminados
a alcanzar los objetivos establecidos.  La alianza terapéutica debe estar basada en un
vínculo positivo entre cliente y terapeuta, reconociendo las metas y objetivos y llegar a
un acuerdo en cuanto a las tareas y asignaciones terapéuticas.
 
2. La relación terapéutica se diferencia enormemente de una de amistad o vínculo afectivo,
las amistades buscan satisfacción mutua y no están dirigidas a un objetivo específico,
mientras que la relación psicoterapéutica está orientada únicamente al beneficio paciente,
es remunerada ya que el profesional está brindando un servicio por el cual debe de ser
pagado y se rige mediante reglas técnicas y éticas predeterminadas.
 
3. A todo terapeuta le resultará beneficioso contar las siguientes características personales:
demostrar interés genuino por las personas, con esto me refiero a no pretender satisfacer
las necesidades propias o buscar beneficios de las relaciones con los clientes, poner
siempre a este en primer orden. Reconocer la individualidad de las personas, tomando en
consideración que todo individuo actúa y piensa diferente e igualmente merece respeto.
Auto conocerse, conocer los límites personales, técnicos y recursos disponibles (tomar en
consideración las contratransferencias) Autorregularse; los problemas personales del
terapeuta no pueden interferir en su práctica en caso de que las dificultades sean
importantes, deberá buscar ayuda cuanto antes. Contar con una buena formación
académica y perfeccionar varias técnicas terapéuticas, para así poder adaptarlas a
diferentes contextos y pacientes. Ser un ente flexible, capaz de adaptar sus técnicas y
conocimientos en cualquier situación y con cualquier paciente.

4. Todo terapeuta debe de mantener las siguientes actitudes imprescindibles si desea tener
resultados positivos en el tratamiento terapéutico. El ser empático, comprender la
situación del cliente y saber comunicar dicha compresión de modo tal que el paciente se
sienta comprendido. Mantener una escucha activa, permitir que el cliente se exprese
plenamente y luego proporcionar una respuesta congruente a lo manifestado. Aceptar
incondicionalmente al paciente evitando a toda costa los prejuicios, sobrevaloraciones y
generalizaciones, manteniendo una actitud no crítica y más bien valorativa con el
paciente. Ser auténtico y actuar con originalidad, aunque no siendo del todo espontáneo,
 pues no siempre compartir experiencias y opiniones resulta beneficioso para el paciente,
se trata más bien encontrar el equilibrio en qué comunicar, cómo y cuándo hacerlo.
 
5. La autorrevelación es uno de los componentes de la autenticidad y me parece relevante
destacar los beneficios que puede tener que el terapeuta ofrezca información controlada
sobre sí mismo. Incentiva a que el paciente se anime y tengan un intercambio recíproco,
aumentando la confianza e incluso dando mejores resultados terapéuticos. No obstante, se
debe de tener en cuenta que dicha autorrevelación debe estar directamente ligada a las
preocupaciones del paciente, adaptarse a lo que este expresa, ser poco frecuente y breve.
 
6. Características tales como la cordialidad, competencia, confianza, atracción y grado de
directividad resultan beneficiosas para la relación terapéutica. La cordialidad resulta
beneficiosa para el proceso terapéutico, el grado o intensidad dependerá de la fase de
terapia en que se encuentre el paciente. La competencia, se logra mediante la utilización
de técnicas,  está ligado a la experiencia terapéutica y nivel de entrenamiento alcanzado.
Es importante que el cliente perciba al terapeuta como competente, ya que esto aumenta
la confianza y además se asocia con mejores resultados terapéuticos.
Confianza, el cliente debe percibir que el terapeuta está ahí para ayudarle, brindarle
apoyo y herramientas. Por último el grado de directividad debe ser balanceado, se le debe
de proporcionar suficiente espacio al paciente para solucionar sus conflictos pero a la vez
guiarle dependiendo de su necesidad.
 
7. En cuanto al humor, si bien es cierto que para algunos puede resultar beneficioso
especialmente en situaciones de estrés, tristeza y/o angustia, no es recomendable hacer
uso de este recurso al inicio de la relación terapéutica, cuando se tiene la más ligera duda
de que puede ofender o no ser comprendido por el paciente
 
8. La comunicación verbal y no verbal tienen gran relevancia para el proceso terapéutico, el
escuchar lo que el paciente dice implica poder analizar la información proporcionada y
dar respuesta tanto verbal como no verbal ante ella. Entre las habilidades de escucha se
encuentran las siguientes: clarificación, puede hacerse mediante preguntas de
comprobación o directamente pedirle que lo explique en otras palabras. Es importante no
hacer la clarificación mientras el paciente se encuentra exponiendo la situación, sino
retomarlo en algún momento de la sesión.
La paráfrasis puede es útil para hacerle entender al paciente que su mensaje ha sido
entendido, incentivar a que profundice en algunos aspectos, enfatizar en algún tema, etc.
El terapeuta puede utilizar el reflejo por medio conducta verbal o no verbal, con el fin de
otorgarle intensidad al mensaje. Finalmente la síntesis se utiliza por lo regular al inicio o
final de las sesiones con el fin de entrelazar elementos, resumir temas de importancia,
identificar ideas y temas comunes tratados a lo largo de la sesión. 
 
9. Las competencias de acción están basadas en la escucha previa del paciente, me parece
interesante destacar las siguientes: Preguntas, empleada posiblemente para adquirir más
información sobre la situación del paciente, provocar una reflexión sobre algún tema en
específico o brindar una nueva perspectiva hacia un tema. Las preguntas deben ser
concretas, perseguir objetivos específicos, ser realizadas bajo un lenguaje llano y no ser
 acusadoras. Informar se diferencia de aconsejar ya que la segunda recomienda una acción
específica mientras que la primera solo pone en evidencia aspectos relevantes a tomar en
cuenta por el paciente en caso de así decidirlo. En todas las competencias de acción el
terapeuta debe reconocer el objetivo que busca y en ninguna circunstancia deberse a la
rabia, desconcierto y/o enojo, además se le debe dar tiempo suficiente al paciente para
poder responder por lo que se realiza a principio o mediados de la sesión.

10. El primer contacto entre terapeuta y cliente es primordial, es por ello que se han
destacado algunas pautas o mas bien habilidades a tener un cuenta a la hora de realizar
una entrevista o sesión: Hacer un cronograma con la agenda del día destacando los puntos
a tratar, abrir el espacio para que durante la primera sesión el paciente pueda expresar
claramente sus problemas sin recibir ningún tipo de preguntas o intervenciones de parte
del terapeuta, planificar el diálogo tomando en consideración los aspectos más relevantes,
tomar nota de los aspectos destacados y abordarlos durante la terapia (no abundar
demasiado en las notas), observar el lenguaje verbal y no verbal del paciente, hacer buen
uso de las preguntas abiertas y cerradas, tener precaución con las palabras y frases
emitidas, mantener un tono suave y fluido, sentarse relativamente cerca del paciente
siempre y cuando este lo permita y el terapeuta lo crea conveniente, mantener un lenguaje
no verbal receptivo y que emita señales de escucha activa, reforzar al cliente, mantener el
control de las respuestas emocionales inadecuadas, recordar la utilidad y funcionamiento
de la información obtenida. Me parece de suma relevancia destacar estos aspectos pues
en ocasiones se le resta importancia al comportamiento que emite el terapeuta durante la
terapia, pero sin lugar a duda es determinante para la continuidad del proceso terapéutico.