Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Descripción
Como maestra formadora de docentes, acompaño y coordino año, con año, las jornadas
de práctica docente de los maestros en formación para realizar sus intervenciones
didácticas con grupos que van de 1° a 6° grado, a los estudiantes se les asigna un grupo, a
cargo de un maestro tutor quien le asigna contenidos y ofrece algunas recomendaciones
para trabajar con los niños. El estudiante bajo nuestra coordinación diseña sus Plan Anual
de Trabajo, planificaciones didácticas, materiales y recursos, actividades para desarrollar
en promedio, de una o dos semanas alternando observación y ayudantía, por casi 25
semanas, en el ciclo escolar.
Los estudiantes y los formadores llegamos a las escuelas con grandes expectativas
respecto al trabajo docente y lo que encontramos es un trabajo estandarizado, por cubrir
un programa, trabajar con el libro de texto y dejando los intereses de los niños y su
desarrollo desdibujado lo que exige la gestión. La primera pregunta con que me acerco a
la escuela tiene que ver con el sentido de la práctica educativa, desde la mirada del
profesor en formación y desde la experiencia del profesor tutor. Por tanto la primera
acción es abrir un campo de reflexión desde lo cotidiano para reconsiderar la pertinencia
de las mismas. Ir desentrañando el sentido de las prácticas, dar lugar a nuevas y mas
complejas interrogantes que no pueden ser respondidas desde la resolución de los libros
de texto o desde la ejercitación. Para los profesores en formación las experiencias directas
con la vida cotidiana es leída desde múltiples dimensiones (lo pedagógico, es decir formas
y estilos de aprendizaje, prácticas diversas y contextualizadas, las habilidades docentes del
tutor y las propias, los referentes múltiples y contradictorios con que el magisterio
cercano explica su práctica, la micropolítica de la escuela, la gestión de la escuela entre
muchas otras) y a partir de la elaboración de un diagnostico tentativo evalúan las
condiciones de desarrollo de los alumnos con instrumentos diversos. Después de varios
años (cerca de diez) me percato que año con año el problema principal que impide,
bloquea o entrampa el desarrollo de los niños, al menos en el ámbito escolar no se halla
en una asignatura en particular (ejemplo, no es un problema de “comprensión de lectura”
o de “cuantas palabras por minuto”, es a nuestro parecer un problema derivado de la falta
de sentido del aprendizaje de la lengua escrita, un problema de comunicación. Se enseñan
grafías descontextualizadas y no a comunicarse con los otros, a expresar la ideas propias,
a escuchar, ni se instaura un sentido del dialogo y la comunicación, ello ha impedido por
una idea de lo escolar como segmentado, dosificado y programado sin los alumnos ni sus
necesidades.
Por todo lo anterior puedo afirmar que la escuela ignora por completo al niño y sus
intereses y en el caso de intentar despertar sus inquietudes, solo lo limita y coarta su
iniciativa. Cabría preguntarse por qué tendría que hacerlo la escuela, por qué le asignamos
un peso tan grande, si sólo tiene la tarea de reforzar lo que viven en casa y la formación
ciudadana que México requiere.
En diez años, me he dado cuenta, que al abordar problemáticas fundamentales como son
la comprensión lectora y la resolución de problemas lógico-matemáticos, resulta obsoleta
la metodología rutinaria que se sigue en la escuela. Si no sabemos escuchar, tomar la
palabra, organizarnos y respetarnos, ¿qué sentido tiene llenar las cabezas vacías de
contenidos?, cuando no se hacer razonar al niño, ¿Dónde tendría que aprenderlo?
Obviamente, en la escuela, y eso sería lo mínimo, ¿Cuándo les ofreceremos la tan
nombrada, “Escuela de Calidad?”
El problema no se resuelve con una asignatura más, sino con una forma de trabajo que
implique considerar a los alumnos como seres humanos vivos. Para ello propongo: El
método de proyectos de Kilpatrick, Como propuesta que se articula en función de las
habilidades docentes y de las necesidades de los niños.
¿Qué se propone?
Para ello se hace indispensable abrir espacios de diálogo, intercambio y actualización con
los profesores, para la apropiación de su trabajo docente y la construcción de una escuela
diferente.
Fuentes de consulta
GARDUÑO Rubio Tere, María Elena Guerra Y Sánchez. Una educación Basada en
competencias. México 2008, Aula Nueva.
HIRSCH, Ana Adler, compiladora. Educación y Valores Tomo I, México 2001, Gernika
YUS. Rafael, et,al, Valores y temas transversales en el currículum, España 2000, Graó.