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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO ENCARGO

“Bienes inmuebles y muebles”

ASIGNATURA : Derecho Civil Reales

DOCENTE : Gamarra Seminario, José Manuel

ALUMNOS : Cáceres Ttito, Vladimir

Arequipa – Perú

2023
Diferencia entre bienes muebles e inmuebles

Los bienes se clasifican en dos grandes grupos: bienes muebles e inmuebles. La


principal diferencia entre ambos tipos de bienes radica en su naturaleza y en la forma en
que están vinculados al suelo.

Los bienes inmuebles son aquellos que están adheridos al suelo o forman parte de
él de forma permanente. Estos bienes están descritos en el Código Civil peruano en su
artículo 885, y se refiere a aquellos que no pueden trasladarse de un lugar a otro sin que
sufra una alteración en su esencia, forma o destino. Entre los bienes inmuebles se
encuentran, por ejemplo, los terrenos, las casas, los edificios, las construcciones, las
minas, entre otros.

Por otro lado, los bienes muebles son aquellos que pueden trasladarse de un lugar
a otro sin que pierdan su esencia o naturaleza. El Código Civil peruano en su artículo 886
establece que se consideran bienes muebles todas aquellas cosas que no estén
comprendidas en la definición de bienes inmuebles. Los bienes muebles pueden ser
corporales o incorporales. Los bienes muebles corporales son aquellos que tienen una
existencia física, como un coche, una mesa, un libro, entre otros. Mientras que los bienes
muebles incorporales son aquellos que no tienen una existencia física, pero son
susceptibles de ser valorados económicamente, como los derechos de autor, las marcas
comerciales, entre otros.

La principal diferencia entre los bienes inmuebles y los bienes muebles es que los
primeros están vinculados al suelo de forma permanente, mientras que los segundos
pueden ser trasladados de un lugar a otro sin perder su naturaleza o esencia.

Es importante destacar que, como bienes muebles que son, las embarcaciones y
aeronaves no pueden ser consideradas como bienes inmuebles en el sentido estricto del
término. Sin embargo, debido a sus características especiales, históricamente se les ha
otorgado un tratamiento jurídico diferenciado, y en algunos casos se les ha asimilado a
bienes inmuebles por razones de conveniencia.
En el Código Civil peruano de 1852, se establecía que las embarcaciones eran
bienes muebles, pero se les otorgaba un régimen jurídico especial debido a su importancia
económica y a la necesidad de regular su circulación por ríos y mares. En este sentido, se
les consideraba inmuebles por su destino, ya que su uso estaba asociado a la navegación,
que se consideraba una actividad inherente a la propiedad del río o del mar en el que se
navegaba. De esta manera, las embarcaciones se asimilaban a los bienes inmuebles por
su vinculación con el dominio del agua.

En el Código Civil peruano de 1936, se mantuvo la clasificación de las


embarcaciones como bienes muebles, pero se les otorgó un régimen especial para su
registro, en virtud de la Ley de Navegación y Comercio Marítimo de 1918. En este
sentido, se establecía que las embarcaciones debían inscribirse en el Registro de
Propiedad de Naves y Buques, lo que les confería cierta estabilidad y seguridad jurídica,
aunque seguían siendo consideradas como bienes muebles.

En cuanto a las aeronaves, en el Código Civil peruano de 1852 no se hacía


referencia explícita a ellas, ya que en esa época aún no existían los aviones. Sin embargo,
en el Código Civil de 1936 se estableció que las aeronaves eran bienes muebles, pero se
les otorgaba un régimen especial en virtud de la Ley de Aviación Civil de 1934. En este
sentido, se establecía la obligación de inscribir las aeronaves en el Registro Nacional de
Aeronaves y se les confería cierta estabilidad jurídica, aunque seguían siendo
consideradas como bienes muebles.

En el Código Civil peruano de 1984, se mantuvo la clasificación de las


embarcaciones y aeronaves como bienes muebles, pero se les otorgó un régimen jurídico
especial en virtud de leyes especiales. En este sentido, se estableció la obligación de
inscribir las embarcaciones y aeronaves en los registros correspondientes y se les otorgó
cierta estabilidad y seguridad jurídica, aunque seguían siendo considerados como bienes
muebles.

En conclusión, a lo largo de la historia del derecho civil peruano, las


embarcaciones y aeronaves han sido consideradas como bienes muebles por su
naturaleza, pero se les ha otorgado un régimen jurídico especial debido a sus
características particulares y a la necesidad de regular su circulación y uso en el espacio
marítimo o aéreo. Aunque en algunos momentos se les ha asimilado a bienes inmuebles
por razones de conveniencia, en la actualidad se consideran como bienes muebles, pero
con un régimen jurídico especial en virtud de las leyes

Con la promulgación del Código Civil de 1984, se dejó de considerar a las


embarcaciones y aeronaves como bienes inmuebles, pasando a ser considerados como
bienes muebles por disposición expresa del artículo 886. Esto se debió a la necesidad de
modernizar y actualizar la legislación civil peruana, en sintonía con las normas
internacionales y la evolución de las tecnologías y medios de transporte.

Es importante destacar que el cambio de calificación de las embarcaciones y


aeronaves de bienes inmuebles a bienes muebles no supuso un cambio radical en su
régimen jurídico, pues el Código Civil de 1984 estableció un régimen especial para estos
bienes muebles de gran envergadura y valor. Así, se reguló la propiedad de las aeronaves
y embarcaciones en el Título XVI del Libro Segundo del Código Civil, que establece las
normas relativas a los bienes muebles registrables.

Sin embargo en el año 2018 se aprobó la Ley N° 30933, la cual modificó el artículo
885 del Código Civil peruano, estableciendo que "los bienes inmuebles también
comprenden las embarcaciones y aeronaves". Con esta modificación, se ha vuelto a
considerar a las embarcaciones y aeronaves como bienes inmuebles, lo que supone un
cambio en su régimen jurídico y en su tratamiento a nivel registral.

Esta modificación se debió principalmente a una cuestión práctica, ya que en la


actualidad, las embarcaciones y aeronaves tienen un valor económico significativo y son
objeto de transacciones comerciales cada vez más frecuentes. Por ello, resulta necesario
garantizar su adecuada protección y registro, lo que se logra al considerarlas como bienes
inmuebles.

Además, esta medida también busca armonizar la regulación peruana con la de


otros países, donde las embarcaciones y aeronaves ya son consideradas bienes inmuebles.
De esta forma, se promueve la seguridad jurídica y se facilita el comercio internacional.
En conclusión, se puede decir que, si bien en algún momento las embarcaciones y
aeronaves fueron consideradas bienes muebles en el Código Civil peruano, en la
actualidad se les ha vuelto a considerar como bienes inmuebles, lo que supone un cambio
importante en su régimen jurídico y en su tratamiento a nivel registral.

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