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Rudler, M., Mallet, M., Sultanik, P., Bouzbib, C., & Thabut, D. (2020).

Optimal management
of ascites. Liver international : official journal of the International Association for the Study
of the Liver, 40 Suppl 1, 128–135. https://doi.org/10.1111/liv.14361

La ascitis es la complicación más frecuente de la cirrosis, con un 5%-10% de


pacientes con cirrosis que desarrollan esta complicación por año. La ascitis tiene
un gran impacto en la calidad de vida y se asocia con unaresultado mediocre. La
gestión implica dos enfoques diferentes. El primer enfoque es sintomático, basado
en la restricción de la ingesta de sodio,diuréticos, infusión de albúmina y
paracentesis. Estas opciones sintomáticas siempre deben estar asociadas con el
tratamiento de la causa subyacente. causa de la enfermedad hepática para
mejorar la función hepática. La mayoría de los pacientes se recuperan con
tratamiento médico. Cuando falla la terapia médica, las derivaciones
portosistémicas intrahepáticas transyugulares (TIPS) son el tratamiento de primera
línea.Tratamiento de la ascitis refractaria, Se considera ascitis refractaria aquella
que no es controlable con el tratamiento habitual dietético (restricción de sal) y
diurético (furosemida hasta 160mg al día y espironolactona hasta 400mg al día), o
bien presenta efectos adversos por el uso de los diuréticos que impiden su
administración a dosis óptimas. Las paracentesis evacuadoras repetidas
constituyen actualmente la terapia de elección de la ascitis refractaria en los
pacientes cirróticos. Numerosos estudios han demostrado que este tratamiento, si
se realiza seguido de expansión del volumen plasmático, es efectivo y seguro en
el tratamiento de estos pacientes, y que se asocia a una menor incidencia de
complicaciones si se compara con la terapia diurética estándar. La expansión del
volumen plasmático es necesaria para prevenir el desarrollo de la disfunción
circulatoria post-paracentesis, una alteración caracterizada por una marcada
activación de los sistemas vasoactivos endógenos y debida a un aunmento de la
vasodilatación arterial esplecnica y a la consiguiente reducción del volumen
plasmático efectivo. La disfunción circulatoria post-paracentesis puede causar
empeoramiento de la función renal e hiponatremia. Además, su aparición se
asocia a una menor supervivencia. Actualmente se prefiere un procedimiento
mínimamente invasivo que consiste en colocar un stent para crear una derivación
portosistémica transyugular intrahepática (TIPS). El stent se coloca mediante
radiología intervencionista, utilizando una técnica aséptica y con sedación
consciente. Se introduce una aguja con catéter a través de la vena yugular interna
derecha hasta llegar a la vena hepática y se crea una comunicación hacia la
porción intrahepática de la vena porta. A continuación se dilata el tracto hepático y
se mantiene permeable insertando un stent de metal. El objetivo técnico de este
procedimiento consiste en reducir el gradiente de presión venosa hepática por
debajo de los 12 mm Hg, a no ser que exista encefalopatía clínicamente
significativa,

GERMAN ERNESTO SILVA RODRIGUEZ


MR EMERGENCIOLOGIA PRIMER AÑO

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