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Romanticismo en la Música

La música romántica (c. 1810 a 1900) del siglo XIX tenía muchos elementos en común con los
estilos románticos en la literatura y la pintura de la época. El Romanticismo fue un movimiento
artístico, literario e intelectual que se caracterizó por su énfasis en la emoción y el
individualismo, así como por la glorificación de todo el pasado y la naturaleza. La música
romántica se expandió más allá de los estilos y formas rígidos de la era clásica hacia piezas y
canciones expresivas más apasionantes y dramáticas. Compositores románticos como Richard
Wagner y Johannes Brahms intentaron aumentar la expresión emocional y el poder en su
música para describir verdades más profundas o sentimientos humanos. Con poemas
sinfónicos, los compositores intentaron contar historias y evocar imágenes o paisajes utilizando
música instrumental. Algunos compositores promovieron el orgullo nacionalista con música
orquestal patriótica inspirada en la música folclórica. Las cualidades emocionales y expresivas
de la música llegaron a prevalecer sobre la tradición.

Los compositores románticos crecieron en idiosincrasia y fueron más allá en el sincretismo de


explorar diferentes formas de arte en un contexto musical (como la literatura), la historia
(personajes históricos y leyendas) o la naturaleza misma. El amor romántico o el anhelo fue un
tema predominante en muchas obras compuestas durante este período. En algunos casos, se
siguieron utilizando las estructuras formales del período clásico (por ejemplo, la forma
sonata utilizada en cuartetos de cuerda y sinfonías), pero estas formas se ampliaron y
modificaron. En muchos casos, se exploraron nuevos enfoques para géneros, formas y
funciones existentes. Además, se crearon nuevos formularios que se consideraron más
adecuados para el nuevo tema. Los compositores continuaron desarrollando música de ópera y
ballet, explorando nuevos estilos y temas.

En los años posteriores a 1800, la música desarrollada por Ludwig van Beethoven y Franz


Schubert introdujo un estilo más dramático y expresivo. En el caso de Beethoven,
los motivos cortos, desarrollados orgánicamente, llegaron a reemplazar a la melodía como la
unidad compositiva más significativa.e Compositores románticos posteriores como Piotr Ilich
Chaikovski, Antonín Dvořák y Gustav Mahler utilizaron acordes más inusuales y
más disonancia para crear una tensión dramática. Generaron obras musicales complejas y, a
menudo, mucho más largas. Durante el período romántico tardío, los compositores exploraron
las alteraciones cromáticas dramáticas de la tonalidad, como los acordes extendidos y
los acordes alterados, que crearon nuevos colores de sonido. A finales del siglo XIX se produjo
una expansión espectacular en el tamaño de la orquesta y la Revolución industrial ayudó a
crear mejores instrumentos, creando un sonido más potente. Los conciertos públicos se
convirtieron en una parte importante de la sociedad urbana acomodada. También vio una
nueva diversidad en la música para teatro, incluida la opereta, la comedia musical y otras
formas de teatro musical.

El piano fue un instrumento representativo de esta época, no solo en el ámbito musical sino
también en el técnico ya que gracias a los avances logrados debido a la Revolución industrial
su mecanismo fue mejorado sustancialmente. De la misma forma que el capitalismo influyó en
el modo de organización jerárquico de las cadenas de producción, el piano se utilizó como
herramienta para conseguir la expresión musical y como ayuda a la composición.39 En dicho
período hubo importantes compositores como Félix Mendelssohn, Frédéric Chopin, Franz
Liszt, Robert Schumann, Franz Schubert, Johannes Brahms, Edvard Grieg e Isaac Albéniz que
realizaron obras para piano. Del romanticismo tardío destacan compositores como Aleksandr
Skriabin, Serguéi Rajmáninov y Gabriel Fauré.

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