Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
VÍCTOR-M. AMELA - 06/10/2005
- ¿Qué es la depresión?
- Hablo de resortes que han sido útiles para adaptarnos al entorno y sobrevivir..., pero que pueden
manifestarse de modo anómalo.
- Entiéndame: el dolor ¿es útil? Lo es en la medida en que es un mecanismo de alarma que te avisa de
que algo falla, lo que te ayuda a repararlo. Pero un dolor crónico ¡es inútil!
- Todos padecemos depresiones pasajeras: son una alarma, son la respuesta emocional a ciertos
conflictos... Pero si esa alarma se desmadra, será entonces una grave enfermedad.
- Imagine que en este altillo se asoma ahora un tigre por la escalera: ¿qué hará usted?
- La emoción que le lleva a hacer eso se llama miedo: ha sido seleccionada por la evolución porque ha
resultado útil para sobrevivir (el coste de morir una vez es mayor que el de huir mil veces sin motivo).
Pero... ¿y si ese miedo se te cronifica? Eso es ya enfermedad.
- Es una alarma ante una situación anómala, para poder corregirla: nos ayuda a desmotivarnos. ¡Y
desmotivarnos resulta útil cuando estamos metidos en un empeño inútil!
- Acláreme esto.
- Si para ti es esencial conseguir algo que no tienes modo de conseguir, tu ánimo decaerá. ¡Es un resorte
seleccionado por la evolución para alejarte de lo infructuoso! El desmadre de ese resorte natural es la
depresión.
- La esperanza es tan humana como el sexo. Y la esperanza causa depresión. Esperar es desesperar: no
te deprimes por haber perdido la esperanza, sino por aferrarte a una esperanza. Si esperas salvar a un
hijo de la droga y no lo logras, te deprimes. Es humano y es inevitable. Renunciar a la esperanza es como
renunciar al sexo: ¡algo muy difícil!
- Desde luego.
- Y por eso somos criaturas expuestas a la depresión, propicias a ella. Y cada vez más...
- Entre las mujeres en edad fértil en culturas tecnológicas. Y Estados Unidos es el país que registra un
mayor índice de depresiones.
- Le hablo de memoria: tendría que revisar los datos que tengo en la universidad...
- Lo primero, tener muy claro que no eres un bicho raro. Lo tuyo es cada vez más corriente: en el año
2025, el 20% de la población mundial padecerá una depresión.
- Si viniese a verme a mí, estudiaría sus síntomas e intentaría establecer qué estructura de motivaciones
tiene usted en particular.
- ¿Qué es importante para ti? ¿Qué tienes? ¿Cómo lo tienes? ¿Qué metas te planteas, qué planeas?
¿Qué persigues desesperadamente y no consigues...? Ahí late la clave.
- Una señora vino a verme porque, después de lograr su sueño de vivir en un bosque precioso y de tener
todo lo que necesitaba, se sentía deprimida. ¿Por qué? Hablando con ella descubrí su motivación más
honda: pasear por el bosque. ¡Y tenía unos callos en los pies que se lo impedían! Me encargué de que se
curase esos callos ¡y la depresión pasó!
- Los fármacos son aconsejables muchas veces, pero sin dejar de estudiar antes la estructura profunda
de motivaciones vitales.
- Si es el único modo de que pueda llevar una vida normal, ir a la escuela y socializarse, sí. Por desgracia,
a menudo la causa de su desdicha radica en una disfunción relacional con sus padres, y se medica al
chaval.
- Sí: factores familiares y genéticos nos predisponen. Tus genes te programan para tener un determinado
tono anímico medio.
- Sí: hemos constatado que si un día te toca la lotería, al cabo de cinco años tendrás un ánimo similar al
que tenías antes. Si tienes un accidente grave, te sucederá lo mismo.
- Es uno, junto a tener salud, dinero, sexo satisfactorio, el bienestar de los hijos... Si falla algo de todo
esto, podemos deprimirnos.
- Es nuestra naturaleza. Si nuestra especie hubiese tenido un humor siempre constante, plano, ¡quizá se
hubiese extinguido!: no habría sufrido en las malas rachas, ¡pero tampoco habría sabido aprovechar las
buenas!
- Sí.
MUTANTES
Hoy es el día europeo de la Depresión. El doctor Nesse ha hablado de la depresión en el simposio Esteve
sobre Trastornos Afectivos: dice que la depresión irá a más. Nesse ha estudiado el origen evolutivo de la
depresión -¿por qué la selección natural la conserva?-, lo que arroja interesantes pistas sobre cómo abordarla.
Si he entendido bien a Nesse, padecer depresiones es el precio que el ser humano paga por ser una criatura
con sentimientos, que han sido herramientas la mar de útiles para sobrevivir como especie. De hecho, las
personas con hipofobia (nula ansiedad) suelen padecer más accidentes... Una depresión puede cursar de
modo natural durante año y medio, mientras va buscando una salida: total, nunca seremos perfectos, siempre
seremos tan mutantes como nuestro entorno.