Ética Ciudadana

Módulo IV. Mis derechos y responsabilidades

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Introducción al módulo

En este módulo aprenderás las relaciones existentes entre los derechos humanos y la democracia,
comprenderás la importancia que tiene el papel del estado en nuestra sociedad, reconocerás que en la
mayoría de los casos la calidad de gobierno que tiene un país habla de cómo es la sociedad, incluso es
un reflejo de los valores que la población práctica.

Conocerás los beneficios que tiene para la sociedad fomentar la solidaridad, los derechos humanos, la
democracia y la participación activa de cada uno de nosotros.

Todos dependemos de alguna manera de los demás y debemos ser responsables de colaborar en el
bien común, ya sea nacional o de todos los seres humanos.

¿Suena interesante verdad?

En este módulo desarrollarás 4 competencias

Conocer los derechos humanos y reflexionarás sobre la importancia de éstos para la
dignidad humana para respetarlos y fomentarlos en nosotros y nuestra sociedad.

Promover el respeto hacia los demás y hacia las decisiones democráticas del país, así
como el respeto a los derechos humanos para enriquecer la vida nacional.

Reconocer que a pesar de que el Estado sea quien garantice la legalidad de nuestro país,
es responsabilidad moral de cada uno participar por medio del ejercicio de la democracia
para lograr el bien común.

Reflexionar sobre nuestra identidad nacional para fomentar la solidaridad y compromiso

con los connacionales de nuestro país.

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Revisa a continuación las unidades que componen este módulo:

Unidad 1. Derechos humanos

Unidad 2. ¿Qué es la democracia?
Unidad 3. Yo en el ejercicio de la democracia en México

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Unidad 3. Yo en el ejercicio de la democracia en México

En esta unidad revisaremos básicamente dos temas que te ayudarán a desarrollar y fomentar la
democracia en nuestro país.

Primero revisarás la forma en que puedes ejercer la democracia a través de la participación ciudadana
y posteriormente conocerás la identidad de nuestra cultura, al mismo tiempo comprenderás la
importacia de respetar la identidad de otras culturas.

¿Estás listo para comenzar con tu aprendizaje?

¡Adelante!

En esta unidad desarrollarás las siguientes competencias:

 Identificar la importancia de la solidaridad en el ejercicio de la soberanía popular.
 Reconocer al pacto social y la soberanía popular como elementos básicos en la construcción de
una verdadera democracia.
 Reconocer el valor cultural de tu comunidad y país identificando algunos de sus valores étnicos,
sociales y culturales desarrollando interés por respetarlos y colaborar con otras personas para
la preservación del bien común.

Revisa a continuación los temas que componen esta unidad:

Tema 1. ¿Cómo puedo y debo de vivir la democracia?

Tema 2. Identidad nacional

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Tema 1. ¿Cómo puedo y debo de vivir la democracia?

Seguramente te has preguntado de qué forma puedes ejercer la democracia, esto es muy sencillo de
decir, porque la democracia se vive a través de la participación, pero muchas veces es muy difícil de
llevarse a cabo.

La democracia siempre requiere de la participación, están íntimamente relacionadas y la forma más

sencilla de ejemplificarla es a través del voto y en algunas ocasiones más allá de éste.

Podemos seguir hablando de la importancia de la participación, pero para comprenderla mejor veamos
a continuación su definición:
Participar, significa tomar parte, convertirse uno mismo en parte de una organización que reúne a más
de una sola persona. Pero también significa compartir algo con alguien o, por lo menos, hacer saber a
otros alguna noticia. De modo que la participación es siempre un acto social: nadie puede participar de
manera exclusiva, privada, para sí mismo.
Como ya mencionamos una forma en que podemos ver la participación es a traves del voto.

Actualmente en México, para poder votar, se requiere ser ciudadano. En nuestro país son ciudadanos
todos los hombres y mujeres mayores de 18 años de edad ya sea por nacimiento o por naturalización.

Hay que recordar que a los ciudadanos nos atañen una serie de derechos y obligaciones, de los cuales
los más importantes son los derechos a la participación política, el principal de ellos es el derecho al
voto.

La ciudadanía está determinada en nuestra Constitución en los artículos 34, 35 y 36. Veamos a
continuación un pequeño resumen de lo que dicen estos artículos:

– Se obtiene el carácter de ciudadano mexicano al ser mexicano (por nacimiento o naturalización art.
30), haber cumplido los 18 años y tener un modo honesto de vivir.

– Entre sus prerrogativas están; el poder votar o ser elegido para cargos públicos, poder participar en la
política, ejercer en los negocios el derecho de petición, pertenecer al ejército.

– Entre sus obligaciones están: registrarse en el catastro, alistarse en la Guardia Nacional, votar en las
elecciones, desempeñar cargos concejiles de su municipio (como funciones electorales o de jurado).
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Si se comete alguna falta que se castigue con la cárcel, se suspenden algunos de tus derechos.

La perspectiva de actuación de todo ciudadano es de índole ética, moral, buscando que exista una
auténtica democracia al servicio de las personas. La dimensión moral de la democracia no es
automática, sino que depende de su conformidad con la ley moral que rige todo comportamiento
humano y que se manifiesta tanto en los fines que persigue como en los medios con los que pretende
alcanzarlos. Por eso, como ya hemos visto, no hay auténtica democracia sin Estado de derecho y una
recta concepción de la persona humana.

En las sociedades democráticas (como la nuestra) la participación ciudadana es la pareja indispensable

de la representación política porque se necesitan mutuamente para darle significado a la democracia.
No obstante, la primera es mucho más flexible que la segunda y es también menos conocida, aunque
su nombre se pronuncie con más frecuencia.

Para conocer más sobre la participación ciudadana:

La participación es como un método que le da vida a la democracia, pero que al mismo tiempo suele
complicar su existencia porque una vez separada de la representación a la que debe su origen, la
participación se vuelve irremediablemente un camino de doble sentido: de un lado, sirve para formar a
los órganos de gobierno pero, de otro, es utilizada para influir en ellos, para controlarlos y, en no pocas
ocasiones, para detenerlos.

La participación es indispensable para integrar la representación de las sociedades democráticas a

través de los votos, pero una vez constituidos los órganos de gobierno, la participación se convierte en
el medio privilegiado de la llamada sociedad civil para hacerse presente en la toma de decisiones
políticas.

La participación ciudadana funciona de acuerdo con el entorno político y con la voluntad individual de
quienes deciden participar. Nadie nos obliga a ser miembros activos de nuestra comunidad, pero es un
deber moral aportar y hacer que ésta sea mejor no sólo para nosotros sino para todos. La forma y la
intensidad con la que participemos será de acuerdo a nuestras posibilidades, pero el compromiso debe
ser el mismo.

Además de mencionar la importancia que tiene la participación en la democracia, es fundamental

recordar uno de los factores primordiales de la democracia:

La educación es un derecho constitucional, pero a la vez un deber moral e indispensable en la

participación ciudadana.
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De poco a nada sirve que se represente a una sociedad ignorante, insensible a los problemas sociales,
políticos y económicos del país, que no proponga soluciones creativas y efectivas.

En el artículo 3 de nuestra Constitución se mencionan algunos puntos importantes de la educación,

veamos a continuación:

“Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado –federación, estados, Distrito Federal y
municipios–, impartirá educación preescolar, primaria y secundaria.

La educación preescolar, primaria y la secundaria conforman la educación básica obligatoria. La

educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser
humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional,
en la independencia y en la justicia”

La educación formal es muy importante en nuestra formación como personas y ciudadanos, pero la
educación se da también fuera de las aulas, en la práctica intelectual y el desarrollo de la conciencia, en
el quehacer diario. Leer y estar informados es muy importante, nos brinda los instrumentos necesarios
para sustentar nuestras opiniones. Un pueblo educado emite un voto consciente, lo que significa que
sabe por quién votar y las razones que hacen de esa decisión la correcta.

Sensibilizarnos con los problemas de otros también es muy importante, se crean así vínculos de
solidaridad, lo cual hace más fácil que en conjunto solucionemos aspectos de injusticia.

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Como ya vimos la participación ciudadana está estrechamente ligada a la representación política.

¿Pero a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de representación política?

La representación política se fundamenta en los partidos políticos. Se dice que los partidos políticos
son la forma más acabada que ha conocido la humanidad para conducir los múltiples intereses,
aspiraciones y expectativas de la sociedad hacia el gobierno, y también para hacer coincidir las
distintas formas de representación democrática con las de participación ciudadana. Los partidos
surgieron como una necesidad de organización política en los Estados Unidos, y pronto cobraron
importancia en todos los países que habían adoptado formas democráticas de gobierno.

Los partidos políticos fueron instrumentos idóneos para reunir y encauzar a los múltiples grupos de
interés que se dispersaban y que complicaban la lógica simple de la democracia, pero al mismo tiempo
se fueron convirtiendo en los protagonistas principales de esa forma de gobierno.

A pesar de esto han recibido muchas críticas.

La crítica más importante que se ha formulado a los partidos políticos es su tendencia a la exclusión:
los partidos políticos, se dice, son finalmente organizaciones diseñadas con el propósito explícito de
obtener el poder.

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Por otro lado, existen grupos de participación ciudadana organizados que hacen llegar su voz a las
autoridades competentes. Muchos de éstos no están ligados a un partido político particular, algunos
de ellos son:

 Gripos de participación ciudadana

 Grupos civiles con el interés de señalar y ayudar a resolver los problemas de la sociedad al
Estado

 Grupos que no esperan la acción del gobierno y toman acción en la solución de problemas, se
organizan, proponen y ponen en práctica diversas actividades que benefician a la comunidad.

El participar en la vida política de nuestro país es algo por lo que se ha luchado, así que debemos
apreciar que somos un pueblo democrático en el que podemos participar, ya que no todos los países
del mundo cuentan con este derecho.

Tema 2. Identidad nacional

En este tema hablaremos de la Identidad nacional, la cual se define según el contexto, aquí lo
usaremos en relación a la cultura, de ahí que muchas veces se diga identidad cultural.

La identidad se entiende como el conjunto de vivencias compartidas, con base en una matriz histórica
común, que propicia experiencias similares, expresadas en sentimientos, emociones, proyectos y
determinada visión del mundo.

Es el proceso a través del cual los miembros de una cultura se autor reconocen como parte de ella y
distintos de otras.

La identidad nacional comprende dos procesos:

Objetivo: Contempla la lengua, cosmovisión, tradiciones y productos artísticos

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Subjetivo: Son las ideas acerca de los atributos del grupo y la memoria colectiva, el yo grupal. Por
ejemplo, cuando hablas de ti como mexicano.

Para comprender mejor el concepto de identidad, recordemos un poco lo que vimos en la unidad
anterior.

Si recuerdas mencionamos las características únicas y autónomas del ser humano, mientras que por
otro lado, aprendimos que como seres humanos nos complementamos a través de lo que aprendemos
de manera consciente e inconsciente en nuestra comunidad.

Es decir, nadie es suficientemente autónomo para tener valores únicos, pero tampoco somos copias
fieles unos de los otros, sin identidad propia.

Por eso la identidad no sólo nos diferencia de los demás, sino que nos une a otros individuos,
dotándonos de un sentido de pertenencia.

Dicho de otro modo, nuestro sentido de pertenencia surge de la identificación que establecemos
gracias a ciertos valores culturales que compartimos con los miembros de nuestros grupos de acción,
donde nos desenvolvemos, y que van de los étnicos y regionales hasta los nacionales.

El poseer identidad nacional es imprescindible para crean lazos de empatía con los otros individuos
que forman parte de mi comunidad o país, lo cual ayuda a desarrollar los valores de solidaridad y
compromiso, entre otros, muy importantes en la búsqueda del bien social.

Algunos de los elementos que propician la identidad son:

• Territorio
• Historia
• Lengua
• Leyes
• Costumbres
• Tradiciones

Todo individuo pertenece a distintos grupos, desde grupos particulares como familia, escuela, grupo
religioso, colonia o comunidad, municipio, estado, y así hasta llegar al grupo que nos une como
mexicanos.

No significa que seamos todos iguales, hay diferencias que nos enriquecen y por lo tanto debemos
valorar. Sabemos que en México hay diferentes etnias, lenguas, costumbres y tradiciones, también

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distintas religiones, pero hay muchos otros aspectos superiores que nos unen por medio de nuestras
instituciones.

Como ejemplo, recordemos que en México hay más de 10 millones de indígenas: aproximadamente
9.8% de la población.

Uno de los efectos de la globalización es la homogeneización cultural, crea la tendencia de unificar

gustos, valores y cosmovisiones, borrando en varios grados las diferencias.

Por un lado, es importante también crear empatía con todo ser humano sin importar su cultura, pero,
por otro, es muy importante defender la diversidad cultural, sabernos diferentes dentro de la raza
humana y respetarnos tal cual es cada grupo cultural. Debemos recordar de todas las personas
merecen un trato digno.

Debemos sentir orgullo por nuestra patria, México, por nuestra identidad nacional, pero también
debemos ser críticos en mira a ser una sociedad más justa y poder mejorar.

Cierre

En esta unidad resaltamos la importancia que tiene la participación de los ciudadanos en la búsqueda
del bien común para una determinada comunidad, es lo propio de la vida política en una democracia.
De esta manera, comprendiste que es una obligación moral participar en la vida política de nuestro
país.

Por otro lado, en el tema de identidad, vimos que las sociedades modernas, como la mexicana, están
conformadas por grupos de personas muy complejos y con intereses muy diversos. Por eso, es muy
importante llegar a acuerdos que nos permitan vivir a todos en armonía, que nos garanticen la
posibilidad de desarrollarnos, acordar normas y reglas que todos respetemos y que vigilemos su
cumplimiento.

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Cierre de la unidad
El respeto a la dignidad humana y la tolerancia, en el sentido de aceptar y respetar las diferencias,
ayuda a la paz, la solidaridad y al trabajo conjunto.

La participación de los ciudadanos en la búsqueda de lo mejor para una determinada comunidad es lo

propio de la vida política en una democracia. De esta manera, es una obligación moral participar en la
vida política de nuestro país. Al vivir en sociedad todas las personas pueden cumplir con sus fines
personales, no obstante, los fines de unas personas pueden ser contrario da los de las otras, como ya
hemos visto, por lo que para evitar conflicto se requiere que existan instancias que establezcan reglas
o leyes justas.

Los temas de identidad, la diversidad, es decir, de México como nación pluricultural, resultan de
particular importancia para nuestro destino, así como para la formación del criterio de los jóvenes en
cuanto al papel que desempeñarán en el panorama nacional y mundial.

Las sociedades modernas, como la mexicana, están conformadas por grupos de personas muy
complejos y con intereses muy diversos. Por eso, es muy importante llegar a acuerdos que nos
permitan vivir a todos en armonía, que nos garanticen la posibilidad de desarrollarnos, acordar normas
y reglas que todos respetemos y que vigilemos su cumplimiento.

La perspectiva de actuación de todo ciudadano es de índole ética, moral, buscando que exista una
auténtica democracia al servicio de las personas. La dimensión moral de la democracia no es
automática, sino que depende de su conformidad con la ley moral que rige todo comportamiento
humano y que se manifiesta tanto en los fines que persigue como en los medios con los que pretende
alcanzarlos. Por eso, como ya hemos visto, no hay auténtica democracia sin Estado de derecho y una
recta concepción de la persona humana que implica el respeto y promoción de los Derechos Humanos

Es muy importante recordar que en el fondo de las conductas antijurídicas, por lo tanto antiéticas, hay
una cultura aprendida. Así como crear en cada persona una conciencia moral ética, lo mismo sucede el
país como ente que alimenta de ideas y valores la forma de pensar y conducirse las personas. Así, si en
México hay una cultura de la legalidad frágil, es porque así lo hemos aprendido y por lo tanto
perpetuado nosotros mismos, pero eso no significa que así tenga que ser siempre.

Se puede luchar contra la corrupción y la ilegalidad, de hecho, no sólo se puede sino se debe. Es
responsabilidad de todos como personas morales y como mexicanos ser una sociedad civil con
compromiso hacia la vida ética que fortalezca la vida justa y armónica entre todas las personas,
fortaleciendo la dignidad humana.

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