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Vázquez Venegas Azul Daniela. 408. 13/03/2023.

Octavo reporte de lectura, tercer periodo. Miguel Hernández. El rayo que no cesa
Opinión:
1 La obra El rayo que no cesa es la que mejor muestra el talento de Miguel
2 Hernández. El ominoso rayo de la muerte inminente del poeta es al que se alude
3 en el título. Por su humanidad y la sinceridad con que aborda el tema del amor y
4 la muerte, es un poeta muy significativo. Por la complejidad del lenguaje y las
5 numerosas metáforas que emplea para expresarse, es un libro difícil de leer y
6 obliga al lector a relacionarse y profundizar. Sin embargo, es esta complejidad la
7 que les da a los poemas la precisión específica del autor que los hace tan
8 convincentes. Como resultado de su hábil uso de adjetivos, sustantivos y
9 metáforas, como Quevedo que logra el conceptismo, lo que hace que el poema
10 sea aún más denso y más difícil de comprender.
11 La muerte se repite constantemente, porque El rayo que no cesa, además del
12 amor fatalista, lo es también de muerte, la muerte como fin del dolo espiritual y
13 carnal. Podemos observar que unos sonetos terminan con la misma frase
14 ‘’donde me muero’’. Otras veces, la muerte nos aparece con la terrorífica
15 imagen de ‘’un enterrado vivo por el llanto’’ (Hernández. M, pág. 30 1936). La
16 muerte y sus ansias de libertad son elementos antagonistas, que también se
17 refleja en la metáfora ‘’presidio de una almendra esclava’’ (Hernández. M, pág.
18. 31, 1936), donde el autor continuo con acertijos de Perito en lunas, y es la
19 cáscara de la almendra el presidio de la almendra o pipa que contiene
20 connotaciones eróticas femeninas.
21 A lo largo de toda la obra se puede observar que la palabra ‘’muerte’’ se repite
22. 10 veces. El soneto 18, nos hablas del ataúd, de los árboles que han de dar la
23 materia para la creación de la caja. La muerte está a lo largo de todo el poema,
24 hasta el último verso del soneto 28, donde el amado agoniza con su corazón
25 vestido de difunto; se lo hace saber a su amada con decirle que la podía la
amorosa fiera.
1 Soneto 19 ‘’adiós, amor, adiós hasta la muerte’’ (Hernández. M, pág. 29, 1936)
2Con el amor se ilusionó el poeta hasta el arrebato platónico, como si se buscara
3 una Dulcinea soñada, a la que trovar las armas de su poesía y toda su vitalidad
4 amorosa, más tarde, llegó la realidad de la vida y cayó en el desamor.
5 Soneto 15 ‘’todo el amor que hacía tu pie levanto’’ (Hernández. M, pág. 22,
6 1936). El impulso humano del amor o la dimensión del amor de Miguel nos lo
7 releva como si se abarcara tanto el impulso humano de la sexualidad como el
8 arrebato de la misticidad y la sublimación del erotismo. El poeta está
9 obsesionado con el color blanco que representa la hermosura de la amada.
10 Soneto 21 ‘’almenadamente blanco y bello’’ (Hernández. M, pág. 31, 1936) El
11 blanco de la almendra es un color que mantiene obsesionado al poeta, tal vez
12 porque se parece a la piel suave femenina, y nos lo recuerda con diferentes
13 nombres: marfil, hielo, nieve, lácteo, nácar, jazmín, espuma en ‘’Elegía’’, con
14 las almendras espumosas o rosa del almendro de nata requería. Esta nata nos
15 recuerda un blanco del tono del color de la almendra pelada, la almendra
podría tener un significado erótico.
16 Soneto 1 ‘’flores de telarañas / de mis tristezas recojo’’ (Hernández. M, pág. 6,
17. 1936’’ Mucho se ha comentado sobre el tópico de las tres heridas: la vida, la
18 muerte y el amor. A pesar de todo, es mi parecer que las heridas de Hernández
19 son cuatro, esta cuarta es sin duda la tristeza.
20 Soneto 9 ‘’Garza es mi pena, esbelta y triste garza’’ (Hernández. M, pág. 16,
21. 1936) La tristeza del poeta presente en cada momento de su vida, la tristeza
22 de no haber sido todo lo que él deseaba ser: dramaturgo idolatrado. La fiera
23 herida de Miguel se desangra en la deslumbrante tristeza sin consuelo,
24 alucinaciones de pena que solamente en El rayo no cesa se repite varias
veces.
25 Soneto 13. ‘’Mi corazón no puede más de triste’’ (Hernández. M, pág. 20,
26. 1936). Hay una pena muy presente en la obra para expresar a través de este
27 poema tristeza y desamor. Todos los pesares que siente debido a su
28 sufrimiento por el amor perdido de su amada, y el eterno dolor y tristeza que
29 esto le provoca y sus consecuencias de este desamor.
1 Soneto 26 ‘’Solo en la ribera llora olvidando que es toro’’ (Hernández. M, pág 36,
2. 1936) El poeta se enaltece unas veces con el vigor y la nobleza del toro de lidia,
3 otras veces es burlado mientras llora. Los atributos del toro son una reafirmación
4 de la virilidad que aparecen la metáfora como un fruto en la ingle. Es un símbolo
5 de bravura, pero, sobre todo, de fijeza, de un ser no-nacido para la humillación y
6 la burla al que se le somete en las corridas de toros.
7 Soneto 14 ‘’ huesos destructores / de la región volcánica del toro’’
8 (Hernández.8 M, pág. 21, 1936). El toro es un símbolo fundamental en la
9 poesía de Miguel Hernández es un significando de amor y muerte, doble
10 sentimiento que gobierna la vida del poeta: erotismo-amor y conciencia en la
11 muerte, el destino trágico del hombre, nacido para morir. Esta dualidad amor
muerte, define al toro.
12 Soneto 17 ‘’el toro tú, mi sangre astada, / que el cotidiano cáliz de la
13 muerte’’ (Hernández. M, pág. 27, 1936) La vida trágica del toro se
14 emparenta con la vida trágica de Miguel Hernández reafirmada por otro
15 símbolo como el cuchillo y la sangre. El tema destino fatídico y de vida
amenazada se vuelve obsesivo.
16 Soneto 15 ‘’Me llamo barro, aunque Miguel me llame’’ (Hernández. M, pág. 22,
17. 1936). Contiene símbolo de significado fálico que evidencian el tema del amor
18 erótico y la insatisfacción sexual y tiene un evidente sentido trágico. El mito
19 bíblico de la creación del hombre a partir de barro y sacralización y el
20 simbolismo de la tierra en los mitos primitivos que están presentes en este
soneto.
21 Elegía ‘’la tierra que ocupas y estercolas’’ (Hernández. M, pág. 41, 1936)
22 Como resultado de la vida y la muerte, el mito de la tierra se vuelve real. 23
23 Debido a la finalización del ciclo, la tierra es la diosa de la fertilidad y la vida.
24 Además ,muchos de los poemas más recientes del autor utilizan la tierra como
25 símbolo. La síntesis cosmobiológica Tierra-Madre-Luna la realizan estas figuras
26 arquetípicas de la mitología agraria en muchas culturas primitivas.
27 Soneto final, es una incógnita, queda descolgado del libro como un apéndice,
28 como un rabo demoníaco que queda suelto, pero es un poema de amor filiar,
29 como nos lo demuestra el contexto asociativo y ambivalente entre el final del
30 libro y el final de la vida de Sijé. ‘’acción corrosiva de la muerte’’ (Hernández, M.
pág 45, 1936).
1 Umbrío por la pena, ‘’ Y cierta y sin tal vez, la tierra umbría’’ (Hernández, M. pág.
2. 28, 1936) vemos concordancia con la umbría del soneto 18. Se queja diciendo
3 que ahora que duerme solo, evidentemente el que duerme solo en uno. Es un
4 soneto donde vuelve a tomar el estilo lírico de reproche y tristeza. Se halla
5 herido por la pena y eso lo lleva a lamentarse luego.
6 Soneto 8, nos sugiere connotaciones más eróticas, las de un hombre que se
7 ha iniciado en el amor carnal. Con ‘’ una paloma sube a tu cintura, / baja a la
8 tierra un nardo interminable’’ (Hernández, M. pág. 15, 1936). Podemos pensar
9 que la paloma y el nardo (amado y amada) baja a la tierra un nardo
10 interminable que puede ser la de una raíz-falo penetrante.
11 Soneto 20, ‘’ No me conformo, no: ya es tanto y tanto / idolatrar la imagen de
12 tu beso / y perseguir el curso de tu aroma.’’ (Hernández M. pág. 30, 1936)
13 este poema de Miguel Hernández refleja un sentimiento con el que algunas
14 personas se pueden sentir identificadas, aunque quizá para otras sea un poco
15 exagerado. Además, no hace reflexionar sobre la inconveniencia de
16 enamorarnos de una persona que sabemos que nos puede causar daño.
17 Miguel Hernández, profundamente marcado por las experiencias que le tocaron
18 vivir, tenía una visión pesimista de la vida, del amor, de la felicidad en general.
19 En sus obras se ve esa lucha por conseguir sus deseos y la imposibilidad de
20 obtenerlos. De esa contradicción surge la pena que es como un rayo de dolor
21 que se clava en el corazón y no cesa el dolor. Este es el significado del título
22 que da nombre al libro de poemas al cual pertenece este soneto. Ya teniendo
23 un poco más de entendimiento sobre este poemario podemos concluir que El
24 rayo que no cesa es el vigor de las furias del mundo agresivo que rodean al
25 poeta, convertido en fuerza cósmica. Es el rayo atmosférico o el rayo solar
26 como identidad cósmica inagotable.

Hernández, M. (1936). El rayo que no cesa. Madrid, España: Héroe


Hernández, M. (1936). El rayo que no cesa. Espasa Calpe.

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