Está en la página 1de 76

MANUAL DE NECROPSIA

y envío de muestras al laboratorio

Marcial, Sánchez Negrette

Javier, Lertora

Maria A., Montenegro

Alexis N., Burna


MANUAL DE NECROPSIA
y envío de muestras al laboratorio

Autores:
Sanchez Negrette, Marcial Med. Vet., Mgter. en Cs Vet., Doctor en Ciencias Veterinarias.
Profesor Titular de la Cátedra Patología General y Sistemática de la Facultad de Ciencias
Veterinarias, Universidad Nacional del Nordeste –U.N.N.E.-

Lertora, Javier W. Med. Vet., Mgter. en Ciencias Veterinarias


Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra Patología General y Sistemática de la Facultad de
Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional del Nordeste - U.N.N.E.-
Profesor Adjunto de la Cátedra Patología Básica y Anatomía Patológica de la Facultad de
Ciencias Agrarias y Veterinarias, Universidad Católica de Salta - U.C.A.S.A.L.-

Montenegro, Maria A. Med. Vet., Doctora en Ciencias Veterinarias


Profesora Adjunta de la Cátedra Patología General y Sistemática de la Facultad de
Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional del Nordeste -U.N.N.E.-
Profesora Titular de la Cátedra Patología Básica y Anatomía Patológica de la Facultad de
Ciencias Agrarias y Veterinarias, Universidad Católica de Salta - U.C.A.S.A.L.-

Burna, Alexis N. Med. Vet.


Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra Patología General y Sistemática de la Facultad de
Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional del Nordeste -U.N.N.E.-

Universidad Nacional del Nordeste


Facultad de Ciencias Veterinarias
Cátedra de Patología General y Sistemática
Corrientes, Argentina
2006
INTRODUCCIÓN

Aprender la técnica de necropsia y adquirir las habilidades para realizarla en

diferentes especies de animales domésticos constituye una herramienta fundamental para el

alumno de Medicina Veterinaria, futuro profesional Veterinario. La necropsia permite

interpretar de manera científica las diferentes enfermedades que afectan a los animales y

confirmar en muchos casos la verdadera causa de muerte y así ratificar el diagnóstico

clínico. Por otra parte, constituye un entrenamiento permanente que permite al profesional

perfeccionarse y aumentar su eficiencia, capacitándolo cada día más.

En nuestra asignatura Patología General y Sistemática comenzamos conociendo las

reacciones generales básicas de las células y tejidos a las diferentes injurias, para luego

interpretar y aplicar dichos conocimientos en el estudio de los procesos patológicos que

ocurren en los órganos y sistemas de las distintas especies animales.

En este sentido, la necropsia posibilita ampliar y fortalecer los conocimientos

adquiridos en nuestra asignatura mediante la observación macroscópica de los cambios

morfológicos que ocurren en los tejidos como resultado de la enfermedad. Por otra parte,

permite al estudiante interpretar y correlacionar los cambios observados y llegar a un

diagnóstico anatomopatológico, etiológico o definitivo en muchos casos. La realización de

necropsias en las diferentes especies de animales estimula al estudiante a recordar las

características macroscópicas normales de los diferentes órganos y tejidos y constituye un

sistema de autoevaluación de los conocimientos adquiridos en las asignaturas previas

correlativas.
Este manual pretende ofrecer una guía práctica y sencilla para la realización de

necropsias en las diferentes especies de animales domésticos. Además, propone una guía

práctica para la toma de muestras y envío a los laboratorios de diagnóstico histopatológico

y microbiológico. Creímos conveniente agregar los siguientes capítulos: métodos de

eutanasia, cambios post mortem, hallazgos en la necropsia que no deben confundirse con

lesiones ante mortem ni cambios post mortem, otro capítulo especial dedicado al estudio

del aborto bovino y anexamos al final el protocolo de necropsia que utilizamos.


ÍNDICE

I. GENERALIDADES
¿Qué es la necropsia?
¿Porqué se realiza la necropsia?
¿Para qué realizamos la necropsia?
Precauciones antes y durante la necropsia
II. EUTANASIA
Consideraciones para elegir el método de eutanasia
Modo de acción de los agentes eutanásicos
Agentes inhalantes
Agentes inyectables
Métodos físicos
Consideraciones especiales
Agentes y métodos aceptables para eutanasia
Agentes y métodos condicionales para eutanasia
Agentes y métodos inaceptables para eutanasia
III. CAMBIOS POST MORTEM
Rigidez cadavérica
Frialdad cadavérica
Rigor mortis en corazón
Autólisis
Putrefacción
Imbibición hemoglobínica
Coagulación de la sangre post mortem
Congestión hipostática
Palidez cadavérica
Pseudomelanosis
Descarga nasal sanguinolenta
Descarga nasal o bucal de contenido gastrointestinal
Prolapso rectal o vaginal
Edema y enfisema post mortem
Congestión y edema pulmonar
Riñón pulposo
Desprendimiento de la mucosa del rumen
Intususcepción
Timpanismo de los preestómagos
Ruptura de órganos y tejidos
Hígado esponjoso
Líquido peritoneal
Pseudoinfarto del bazo
Hemorragia cardiaca
Edema de las válvulas cardiacas
IV. HALLAZGOS QUE NO SON LESIONES
Melanosis
Nódulos linfáticos en animales jóvenes
Pseudoictericia
Fibrosis pleural
Grasa endocárdica
Moco gastrointestinal
Hiperemia gastrointestinal
Ossa cordis
Papilas de preestómagos en forma de gancho
Depósitos placentarios
V. ASPECTOS PRELIMINARES
Lugar de la necropsia
Materiales necesarios
Posición del cadáver
Historia clínica
VI. TÉCNICA DE NECROPSIA
Examen externo
Examen interno
Desollado y examen del subcutáneo
Abertura de cavidad abdominal
Extracción del tracto gastrointestinal en rumiantes
Extracción del tracto gastrointestinal en cerdos y roedores
Extracción del tracto gastrointestinal del equino
Extracción del tracto gastrointestinal en carnívoros
Extracción del hígado
Extracción de los órganos urogenitales
Extracción de órganos de cavidad bucal y cuello
Abertura de cavidad toráxica
Extracción de órganos de cavidad toráxica
Abertura del cráneo y extracción del encéfalo
Extracción de médula espinal
Examen de los órganos
Examen del encéfalo y la cabeza
Examen de los órganos de cavidad bucal, cuello y tórax
Examen de los órganos urogenitales
Examen de los órganos de la cavidad abdominal
Examen del sistema locomotor
VII. NECROPSIA EN AVES
Examen externo
Examen interno
VIII. PROTOCOLO DE NECROPSIA
IX. ENVÍO DE MUESTRAS AL LABORATORIO
Laboratorio de histopatología
Laboratorio de microbiología
Hematología
X. ABORTO BOVINO
Generalidades
¿Qué hacemos con el feto y la placenta?
¿Qué muestras debo tomar?
Selección de muestras y examen a solicitar para enfermedades infecciosas abortivas
I. GENERALIDADES

¿ Qué es la necropsia ?

En términos generales la definimos como el procedimiento sistemático y ordenado


que tiene por objeto el análisis del cadáver, a fin de determinar o confirmar las causas que
produjeron su muerte.

¿ Porqué se realiza la necropsia ?

Esencialmente existen tres formas de encarar su practica:

1. Como procedimiento clínico, muy utilizado cuando queremos determinar la enfermedad


que afecta a un lote de animales o a un animal individualmente.

2. Como procedimiento legal, a fin de intentar determinar la causa y la forma de la muerte


del o los animales.

3. Como procedimiento científico, utilizado fundamentalmente en trabajos experimentales.


En patología experimental la necropsia posibilita el descubrimiento de la etiología y la
patogenia, así como el seguimiento paso a paso de las alteraciones morfológicas
producidas en los diversos modelos experimentales.

¿ Para que realizamos la necropsia ?

* La necropsia nos permite interpretar de manera científica las diferentes


enfermedades que afectan a los animales.

* Realizada en forma sistemática y ordenada nos permite determinar en un alto


porcentaje la causa de muerte.
* Se la utiliza también para confirmar o rectificar un diagnóstico clínico previo, y
ampliar de esta manera los conocimientos médicos.

* Nos permite obtener muestras para posteriores estudios en diferentes laboratorios


de diagnostico así como colectar órganos con lesiones representativas de enfermedades
para fines didácticos.

* Se la utiliza en ocasiones para diagnosticar una enfermedad en un grupo de


animales a partir de un individuo con sintomatología representativa.

* Permite relacionar las enfermedades de las especies animales con las del hombre
estudiando la posible existencia o no de enfermedades zoonóticas que constituyan un
problema en salud pública.

* Para los profesionales veterinarios consiste en un entrenamiento permanente que les


permite perfeccionarse y aumentar su eficiencia profesional capacitándose cada día más.

¿ Cuales son las precauciones que debemos tener antes y durante la realización de la
necropsia ?

Existen una serie de precauciones que se deberá tener en cuenta antes de efectuar la
necropsia, recordando que “una necropsia mal hecha, no podrá rehacerse”.

* La necropsia debe realizarse en lo posible inmediatamente después de la muerte, a


fin de evitar las alteraciones post mortem.

* Nunca realizar la necropsia sin guantes, botas de goma, delantal u overol.

* Realizar la necropsia en forma ordenada, sistemática y con precisión. Es


conveniente utilizar siempre la misma rutina.

* Tomarse el tiempo necesario para realizar la necropsia. Si bien es cierto que el


estudio del cadáver requiere habilidad y experiencia para alcanzar un diagnóstico, también
es cierto que depende mucho del tiempo disponible para realizar la necropsia. Una
necropsia realizada a las apuradas siempre será incompleta porque tenderemos a abreviar el
método y así incursionaremos en múltiples errores. La necropsia debe tomarse con la
misma seriedad que cuando hacemos una cirugía, con la diferencia que la necropsia
siempre es de urgencia y los animales caprichosamente mueren los feriados y fines de
semana.

* Tomar muestras de todo. Es conveniente obtener muestras hasta de lo que se


considere innecesario, es mejor desechar posteriormente el material que arrepentirnos por
no haber extraído muestras de algún tejido u órgano.

* Un error muy frecuente y grave es dar como causa de muerte a las primeras
lesiones observadas y con esto dar por terminada la necropsia. Siempre debemos realizar el
examen de todos los órganos y tejidos.

* Si hay una mortandad de animales debemos realizar el examen de la mayor


cantidad posible de ellos. De esta manera si constatamos que las lesiones se repiten en los
distintos cadáveres nuestro diagnóstico tendrá más fortaleza. Además, es difícil encontrar
todas las lesiones características de una enfermedad en un solo animal.

* Si el animal se encuentra vivo es conveniente extraer sangre antes del sacrificio.

* Es necesario contar con la mayor cantidad de información referente al animal. Para


esto es imprescindible tener conocimiento de la historia clínica. Si el animal fue
encontrado muerto se deberá buscar información referente a varios aspectos: hora y día de
la muerte, evolución de la enfermedad, forma de muerte (repentina, lenta, con o sin
convulsiones, etc.), síntomas y signos principales, tratamiento y análisis previos realizados
en laboratorio.

* Se deberá tomar las precauciones del caso cuando se sospeche de muerte por una
enfermedad transmisible.

* Nunca comenzar la necropsia con un diagnostico preconcebido.


* Es conveniente averiguar sobre la posibilidad de que puedan existir problemas
legales con el caso.
* Generalmente nos apresuramos a realizar la necropsia y nos olvidamos de tener
todo el equipo completo (indumentaria y material necesario antes de comenzar). Muchas
veces perdemos la posibilidad de obtener muestras porque no contamos con los recipientes
y los materiales adecuados para el envío a los laboratorios de diagnóstico.

* Debemos entender que en muchos casos la necropsia no nos permite conocer la


causa de muerte por lo que resulta necesario e imprescindible tomar muestras y enviar a los
laboratorios de diagnóstico.

* No olvidar de escribir con máximo detalle lo que se encuentra en cada órgano,


generalmente confiamos en nuestra memoria, y esto dificulta el diagnostico final.

* El número de personas que observan y que intervienen en la necropsia debe ser


reducido al mínimo, para evitar posibles accidentes y contaminaciones.

* Es conveniente que el profesional y sus ayudantes se realicen la vacunación


antitetánica y antirrábica.

* Por último, se deberá conocer las inquietudes del dueño del animal ante la
posibilidad de requerir nuevamente el cadáver, sucede muchas veces en el caso de
animales de compañía. Para estos casos se tomará la precaución de dañar lo menos posible
al cadáver, el cual deberá ser devuelto totalmente suturado y relleno con papel, algodón,
etc.
II. EUTANASIA

El término eutanasia deriva de los términos griegos “eu” que significa “bueno” y
“thanatos” que significa muerte. Una buena muerte sería la que ocurre sin dolor y angustia.
Además, el método de eutanasia debe reducir al mínimo todo estrés y ansiedad
experimentada por el animal antes de la pérdida de la conciencia y la inquietud emocional
de las personas involucradas.

El dolor es aquella sensación (percepción) que resulta cuando llegan los impulsos
nerviosos por vía nociceptiva a la corteza cerebral. Para que se experimente el dolor, la
corteza cerebral y las estructuras subcorticales deben estar en funcionamiento. Por
consiguiente, la elección del agente o el método para la eutanasia debe resultar en una
rápida perdida de conciencia, seguido de un paro cardíaco o respiratorio y, finalmente,
pérdida total de la función cerebral.

Consideraciones para elegir el mejor método de eutanasia

El agente o método de eutanasia debe reunir los siguientes requisitos:


1- Capacidad de producir pérdida de conciencia y posterior muerte sin dolor, estrés,
ansiedad o aprehensión.
2- Rapidez.
3- Irreversibilidad.
4- Confiabilidad.
5- Seguridad para el operario.
6- Compatible con los requerimientos y propósitos.
7- Compatible con examen post mortem.
8- Mínimo efecto emocional sobre las personas.
9- Equipos y drogas disponibles y económicas.

Según el Panel de Eutanasia realizado por la American Veterinary Medical


Association en el año 2000 y publicado en JAVMA vol. 218, (5): 670-696, 2001 – los
métodos de eutanasia son agrupados en tres categorías. Categoría métodos aceptables
(Tabla Nº 1): son los que consistentemente producen una muerte humanamente aceptable;
métodos condicionales (Tabla Nº 2): son métodos que requiere gran pericia del operador o
por su naturaleza pueden no producir una muerte sin dolor o son métodos muy riesgosos; y
los métodos inaceptables (Tabla Nº 3): son inhumanos bajo cualquier condición.

Modo de acción de los agentes eutanásicos

Los agentes eutanásicos causan la muerte por tres mecanismos:

Hipoxia: los agentes que causan la muerte por hipoxia pueden actuar en varios sitios y
causan la perdida de conciencia en diferentes grados. Para que la muerte sea sin dolor, la
perdida de la conciencia debe preceder a la pérdida de la actividad motora. Por lo tanto, los
agentes que inducen la parálisis muscular sin pérdida de conciencia están absolutamente
desaprobados como únicos agentes para la eutanasia (Ej. curare, succinilcolina, estricnina,
nicotina, sales de magnesio y de potasio).

Depresión directa de neuronas necesarias para la vida: estos agentes inducen una
rápida pérdida de conciencia seguida de la muerte por depresión de los centros
respiratorios y cardíaco (Ej. sobredosis de anestésicos).

Interrupción física de la actividad cerebral: causada por conmoción, destrucción de


neuronas necesarias para la vida o despolarización eléctrica de las neuronas que inducen a
una rápida inconciencia. La muerte ocurre por destrucción de los centros del cerebro que
controlan la actividad cardiaca y respiratoria.

Agentes inhalantes

Ciertas consideraciones son comunes a todos los agentes inhalantes:

- Cualquier gas que es inhalado debe alcanzar cierta concentración en los alvéolos
antes que pueda ser efectivo; por lo tanto, la eutanasia con estos agentes puede
tomar algún tiempo.
- El animal debe ser expuesto a altas concentraciones del gas para que la pérdida de
conciencia sea rápida y la muerte menos traumática.

- Los equipos usados para este propósito requieren de manutención permanente


(fallas en el equipo producen una muerte estresante y es peligroso para otros
animales y personas) y deben operar de acuerdo con ordenanzas y leyes.

- La mayoría de estos agentes son peligrosos debido al riesgo de explosión (éter),


narcosis (halotano) hipoxia (monóxido de carbono) adicción (óxido nitroso) y
efectos en la salud por exposición crónica (monóxido de carbono y óxido nitroso).

- La concentración en alvéolos se alcanza lentamente en animales con ventilación


deprimida; por lo tanto, en tales animales debe usarse métodos no inhalantes.

- Los neonatos resisten más la hipoxia que los adultos. Debido a que todos los
agentes inhalantes tienen como resultado final la hipoxia, estos no deben emplearse
en animales menores de 16 semanas de edad, excepto para inducir pérdida de
conciencia, seguido de otro método para provocar la eutanasia al animal.

- En la cámara deben colocarse animales de la misma especie y talla. Además, las


cámaras deben mantenerse limpias para evitar olores que originen estrés en los
animales.

- Reptiles, anfibios y aves o mamíferos acuáticos tienen una gran capacidad para
mantener la respiración y el metabolismo anaerobio. Por lo tanto, otras técnicas son
más apropiadas para estas especies.

Anestésicos inhalantes: Son aceptables para la eutanasia de pequeños animales ( 7 Kg) o


animales en donde la vía endovenosa resulta difícil. En orden de preferencia podemos
utilizar: halotano, enflurano, isoflurano, sevofluorano, metoxiflurano, y desflurano, con o
sin óxido nitroso. Se debe proveer suficiente aire u oxígeno para evitar la hipoxia antes de
alcanzar la pérdida de conciencia. Se debe evitar el uso del éter que es inflamable y
explosivo. El óxido nitroso no debe emplearse solo, ya que no induce la anestesia aunque
se emplee al 100%. Aunque aceptables, estos agentes generalmente no se emplean para la
eutanasia de grandes especies por el costo y dificultad de administración.

Dióxido de carbono: El dióxido de carbono en altas concentraciones ( 80%) origina una


rápida depresión, analgesia y anestesia; por lo tanto, es aceptable para la eutanasia de
pequeños animales de laboratorio, aves, perros pequeños, gatos, conejos, visón, anfibios,
peces, algunos reptiles y cerdos (utilizado en algunas industrias frigoríficas para originar
pérdida de conciencia y posterior desangrado). El gas comprimido en cilindros es la única
fuente aceptable de CO2 y debe ser administrado en cámaras especialmente diseñadas para
cada especie. La velocidad de flujo no debe ser menor a 20% del volumen de la cámara por
minuto y el flujo de gas debe mantenerse hasta 1 minuto después de la muerte clínica.

Monóxido de carbono: El monóxido de carbono se combina con la hemoglobina, forma


carboxihemoglobina y bloquea el transporte de oxigeno por el eritrocito, originando una
hipoxia fatal. Es un método aceptable para perros pequeños, gatos y otros pequeños
animales, siempre que se sigan las siguientes recomendaciones: - la única fuente aceptable
de CO son cilindros comprimidos de gas; - las cámaras de CO deben ser de calidad y
deben estar en ambientes bien ventilados, preferiblemente en el exterior; - las cámaras
deben ser bien iluminadas y tener ventanillas para la observación directa de los animales; -
el flujo de CO debe ser lo suficientemente rápido para alcanzar la concentración de no
menos de 6% después que el animal es colocado en la cámara; - los operarios deben estar
adecuadamente entrenados y conocer los peligros del CO. El principal inconveniente es su
extremada peligrosidad para las personas: los signos de toxicosis se hacen evidentes
cuando la concentración de CO es de 0.05% en el aire y los signos agudos se desarrollan a
concentraciones de 0.2% en el aire, con dolor de cabeza, mareos y debilidad. Cuando la
concentración aumenta hay nauseas, visión borrosa, confusión, depresión progresiva y
colapso. Cuando la exposición de CO alcanza a 0.32% y 0.45% causa pérdida de
conciencia y muerte en una hora, respectivamente. El CO tiene efecto acumulativo, la
exposición crónica causa enfermedad cardiovascular y efectos teratogénicos.
Agentes inyectables

Los agentes inyectables son los más disponibles y rápidos para realizar la eutanasia.
Cuando la vía endovenosa es considerada imposible, la administración intraperitoneal de
agentes no irritantes es considerada aceptable. La vía intracardíaca es aceptable solo en
animales anestesiados o comatosos. Las vías subcutánea, intratoráxica, intramuscular y
otras no venosas, son inaceptables para la realización de la eutanasia.

Barbitúricos: Los barbitúricos deprimen el sistema nervioso central en orden descendente,


comenzando por la corteza cerebral, con perdida de la conciencia, progresando a la
anestesia. Con una sobredosis, la anestesia profunda es seguida por depresión del centro de
la respiración y posterior paro cardíaco. Sus principales ventajas son: rapidez con que se
logra la muerte, con mínimo estrés y dolor (dependiendo de la vía, dosis, concentración y
rapidez de administración) y es el agente para eutanasia más económico. Su principal
desventaja: requiere la vía endovenosa. Todos los barbitúricos empleados para anestesia
son aceptables para la eutanasia cuando se administran por vía endovenosa. Es el método
de elección para la eutanasia de perros, gatos, otros pequeños animales y equinos.

Hidrato de cloral: Deprime lentamente el centro de la respiración y la muerte puede ser


precedida por espasmos musculares y quejidos. Solo se emplea en grandes animales previa
sedación para disminuir sus efectos colaterales. No es aceptable para su uso en perros,
gatos y otros animales pequeños, ya que sus efectos colaterales pueden ser severos.

Cloruro de potasio con previa anestesia general: El potasio es cardiotóxico, y


administrado rápidamente por vía endovenosa o intracardíaca a dosis de 1-2 mmol/Kg de
peso corporal causa paro cardíaco. Debido a que no causa pérdida de la conciencia es
inaceptable su uso en animales no anestesiados.

Agentes inyectables no aceptados: Estricnina, nicotina, cafeína, sulfato de magnesio,


cloruro de potasio, toxinas y bloqueantes neuromusculares.
Métodos físicos

Los métodos físicos incluyen émbolo cautivo penetrante, arma de fuego,


dislocación cervical, decapitación, electrocución, sangría, conmoción o noqueo y corte de
médula cervical. La sangría, conmoción o noqueo y corte de médula cervical no son
métodos de eutanasia por si solos y serán considerados juntos con otros métodos o agentes.
Los métodos físicos son estéticamente desagradables. Sin embargo, realizados por
personas hábiles y entrenadas resultan en una muerte rápida y con mínimo sufrimiento.

Embolo cautivo penetrante: Es un método aceptado para la eutanasia de rumiantes,


equinos y cerdos y es empleado en la industria frigorífica. Actúan por destrucción o trauma
directo del cerebro por un embolo que penetra el cráneo. El embolo cautivo no penetrante
solo causa la pérdida de conciencia y normalmente se emplea previa a la sangría.

Arma de fuego: Un disparo en la cabeza origina una pérdida de conciencia y muerte


instantánea (si el proyectil destruye el encéfalo). Realizado por personas idóneas y en
ciertas circunstancias muy particulares es un método práctico.

Dislocación cervical: Técnica empleada solo en aves, ratones, ratas y conejos pequeños.
Consiste en la separación de las vértebras cervicales del cráneo originando hipoxia por
destrucción de centros vitales. Es un método que produce rápida pérdida de la conciencia
siempre y cuando sea realizado por personas entrenadas.

Decapitación: Solo es empleado para la eutanasia de roedores pequeños en trabajos de


investigación, previa sedación.

Electrocución: La electrocución, usando corriente alterna, causa la muerte por fibrilación


cardiaca y la posterior hipoxia. Sin embargo, el animal permanece consciente durante 10 a
30 segundos o más, antes que comience la fibrilación cardiaca e hipoxia cerebral. Por lo
tanto, solo se autoriza su uso como segundo paso previa inconciencia del animal por otro
método.
Sangría: Se emplea para provocar la muerte luego de conmoción o en animales
inconscientes por otro método. Debido a la ansiedad provocada por la hipoxia, la sangría
no debe emplearse como único método de eutanasia.

Conmoción: No es un método de eutanasia por sí solo. La conmoción o noqueo se logra


por embolo cautivo no penetrante, electronarcosis o golpe en la cabeza (solo empleado en
animales de cráneo delgado), tiene como objetivo causar inconciencia y debe ser seguido
inmediatamente por un método que asegure la muerte. La evaluación de la pérdida de
conciencia con estos métodos es difícil, pero es usualmente asociado con pérdida de
respuesta a la amenaza o parpadeo, dilatación pupilar y pérdida de movimientos.

Corte de la médula espinal: Se emplea como método adjunto para asegurar la muerte del
animal que ha quedado inconsciente por otro método.

Consideraciones especiales

*Eutanasia de equinos y carnívoros: En nuestra experiencia, el mejor método de


eutanasia es la aplicación endovenosa de soluciones comerciales para eutanasia; tales
como, Euthanyle para perros y gatos y Eutanásico Equino para caballos. Se puede
emplear un tranquilizante para facilitar el manejo del animal.

*Animales de consumo: No se pueden emplear sustancias químicas para la


eutanasia de animales para consumo humano o animal. El dióxido de carbono es el único
químico actualmente empleado por la industria frigorífica para la eutanasia, principalmente
de cerdos. Los métodos físicos son comúnmente empleados para evitar residuos tóxicos en
la carcasa. La sangría por yugulación, previa conmoción, es el método utilizado más
convenientemente.

*Anfibios, peces y reptiles: El pentobarbital sódico (60-100 mg/Kg p.v.) puede ser
administrado por vía endovenosa o intraperitoneal para la eutanasia de estos animales. La
tricaine methane sulfonate (TMS, MS-100), benzocaine hidrochloride y 2-phenoxyethanol
se usan como agentes tópicos o externos para la eutanasia de peces y anfibios. En la tabla
nº 4 se mencionan los métodos y agentes aceptables para la eutanasia por especie.
Tabla Nº 1: Agentes y métodos aceptables para eutanasia
Agente Acción Rapidez Facilidad Seguridad Especie Comentarios
Hipoxia por Rápido Habilidad para Seguros, Mayoría de las especies Aceptable solo por vía endovenosa y a doble dosis
depresión comienzo de la inyección excepto por
directa de la anestesia endovenosa potencial
Barbitúricos centros abuso de
vitales en personas
SNC; y
depresión de
miocardio
Dióxido de Hipoxia por Rapidez Requiere de Mínimo Pequeños animales de Aceptable solo con equipo adecuado y con botellas de gas
carbono depresión de moderada cámara cerrada riesgo laboratorio, aves, gatos, perros
SNC pequeños, conejos, visón,
Hipoxia por Moderada Requiere de Peligroso anfibios, incluyendoy
especies reptiles
Pequeñas algunos Aceptable solo con equipo apropiado, personal entrenado y botellas
Monóxido de combinación cámara perros,
peces. gatos, roedores, de gas
carbono con especial. chinchillas, reptiles, anfibios y
hemoglobina aves
Hipoxia por Moderado Requiere de Mínimo Gatos, perros aves, roedores, Aceptable solo con equipo adecuado
Anestesia
depresión de comienzo de equipo. riesgo algunos anfibios y reptiles
inhalatoria
SNC la anestesia
Daño físico Rápido Habilidad y Seguro Rumiantes, cerdos y equinos Pérdida instantánea de conciencia, pero puede continuar la actividad
Embolo cautivo del cerebro adecuada motora
penetrante sujeción del
animal
Cloruro de Hipoxia por Rápido Requiere de Seguro Mayoría de las especies Solo aceptable previa anestesia general. Puede ocasionar espasmos
potasio previa depresión anestesia musculares
anestesia directa de general previa
general SNC y paro
cardíaco
Hipoxia por Rápido Fácil de usar Seguro Peces y anfibios Efectivo pero costoso. Uso tópico o externo en el agua
Benzocaina depresión de
SNC
Tabla Nº 2: Agentes y métodos condicionales para eutanasia
Agente Acción Rapidez Facilidad Seguridad Especie Comentarios
Hipoxia por Moderadamente Requiere Seguro Pollos, aves, ratas, ratones (<200g) Pueden ocurrir violentas contracciones musculares luego de la
destrucción rápido habilidad y conejos (<1Kg) dislocación
Dislocación directa de
cervical centros
vitales en
SNC
Hipoxia por Rápido Habilidad para Seguro Equinos, rumiantes y cerdos El animal debe ser sedado antes de la administración para evitar
depresión inyección espasmos musculares y vocalizaciones
Hidrato de directa del endovenosa
cloral centro de la
respiración en
SNC
Depresión Rápido Requiere Guillotina Animales de laboratorio, aves, Violentas contracciones musculares pueden ocurrir luego de la
Decapitación directa del habilidad de peligro pequeños conejos, anfibios y decapitación
SNC potencial reptiles
Hipoxia por Puede ser rápido Requiere de Peligroso Perros, bovinos, ovinos, zorros y Solo luego de anestesia general o pérdida de conciencia por otro
Electrocución fibrilación equipo.adecuad visón método. Ocurren violentas contracciones musculares
cardiaca o
Destrucción Rápido Habilidad y Peligroso Grandes animales y animales de Pérdida de conciencia instantánea. El cerebro no es disponible
Arma de fuego directa del arma adecuada zoológico para examen post mortem
cerebro
Desangrado Hipoxia Moderadamente Requiere Seguro Animales de consumo Se debe emplear como segundo paso, previa pérdida de
previa rápido habilidad conciencia por conmoción, electronarcosis o anestesia general
inconsciencia
Tabla Nº 3: Agentes y métodos inaceptables para eutanasia
Agente o método Comentarios

Embolo de aire Origina convulsiones, opistotono y quejidos.

Golpe en la cabeza Inaceptable


Inaceptable para perros, gatos y pequeños mamíferos debido a que
Hidrato de cloral
pueden ocasionar espasmos musculares y quejidos
Es hepatotóxico, sospechado de ser carcinógeno y por lo tanto,
Cloroformo
peligroso para las personas
Cianuro Extremadamente peligroso para las personas
Bloqueadores Cuando se utilizan solas, estas drogas causan depresión respiratoria
neuromusculares antes de la pérdida de conciencia y el animal percibe dolor y estrés
(nicotina, sulfato de por la inmovilización
magnesio, cloruro de
potasio y agentes
curariformes)
Inaceptable. Causa violentas convulsiones y dolorosas contracciones
Estricnina
musculares
Tabla Nº 4: Agentes y métodos aceptables para eutanasia por especie
Especies Métodos
Barbitúricos, anestesia inhalatoria, CO2, CO,
Caninos y felinos
cloruro de potasio previa anestesia general
Barbitúricos, cloruro de potasio con anestesia
Rumiantes
general, embolo cautivo penetrante
Barbitúricos, CO2, cloruro de potasio con
Porcinos
anestesia general, embolo cautivo penetrante
Barbitúricos, cloruro de potasio con anestesia
Equinos
general, embolo cautivo penetrante
Aves Barbitúricos, anestesia inhalatoria, CO2, CO
Barbitúricos, anestesia inhalatoria, CO2, CO,
Visón, zorro y otros mamíferos pilíferos
cloruro de potasio previa anestesia general
Barbitúricos, anestesia inhalatoria, CO2, CO,
Roedores y otros pequeños mamíferos
cloruro de potasio previa anestesia general
Primates no humanos Barbitúricos
Tricaine methane sulfonate (TMS, MS222),
Peces
benzocaina hidrocloro, 2-phenoxyethanol
Barbitúricos, anestesia inhalatoria, CO2, CO,
Anfibios
MS222, benzocaina hidrocloro
Reptiles Barbitúricos, anestesia inhalatoria, CO2
Tablas 1, 2, 3 y 4, adaptado de 2000 Report of the AVMA Panel on Eutanasia. (JAVMA Vol.218 (5): 693-
696, march, 2001)
III. CAMBIOS POST MORTEM

Luego de la muerte, dependiendo de la temperatura ambiente, del estado de nutrición


del animal, de la actividad muscular desarrollada antes de la muerte y del tiempo
transcurrido, se presentan alteraciones en los tejidos que se conocen como cambios post
mortem, los que deben ser identificados a fin de no confundir con lesiones ante mortem.

Rigor mortis o rigidez cadavérica:

Es la contracción de los músculos después de la muerte, determinando la rigidez del


cadáver. Afecta primero a los músculos de mayor actividad metabólica como es el caso del
corazón. Exteriormente se presenta primero en los músculos de la cabeza (principalmente
los maseteros), siguiendo luego por los del cuello, tronco, extremidades anteriores y por
último las extremidades posteriores. El rigor mortis se inicia en la mayoría de los casos a
las pocas horas luego de la muerte, pudiendo establecerse en un lapso de 2 a 8 horas y
desaparecer siguiendo el mismo orden, cuando se inicia la descomposición entre 24 y 48
horas. La terminación del rigor mortis se debe principalmente a la acción de enzimas
lisosomales y a las bacterias. El rigor mortis es acelerado en animales que tuvieron intensa
actividad muscular antes de la muerte, o en los animales muertos por tétanos o intoxicados
con estricnina. Otro factor a tener en cuenta a fin de determinar el tiempo transcurrido
desde la muerte del animal, es la temperatura ambiente, las bajas temperaturas prolongan el
proceso de rigidez, mientras que las altas temperaturas aceleran dicho proceso. Por otro
lado, los animales con mal estado de nutrición y que sufrieron enfermedades crónicas
tienen rigor mortis que aparece lentamente y de muy corta duración.

Algor mortis o frialdad cadavérica:

Se refiere al enfriamiento del animal luego de la muerte. Esto es muy relativo y


depende no solo del estado de nutrición del animal sino también de la temperatura
ambiente, como lo mencionamos anteriormente. Animales de gran tamaño incluso pueden
aumentar la temperatura de sus tejidos, debido a la fermentación y descomposición del
contenido gastrointestinal.
Rigor mortis en corazón:

Tras la muerte del animal, el corazón está blando y relajado con abundante sangre en
el interior; pero cuando entra en rigor mortis, la sangre aún no se ha coagulado, entonces
va a ser desplazada de los ventrículos, principalmente del izquierdo, ya que el ventrículo
derecho siempre queda con bastante sangre, debido a la menor fuerza del músculo
cardíaco. Luego a medida que pasan las horas y antes que desaparezca el rigor mortis, la
sangre coagula y por eso cuando se produce el algor mortis (enfriamiento-
reblandecimiento) la sangre no vuelve al corazón.

Posteriormente a medida que pasa el tiempo se produce hemólisis y las paredes del
corazón se van a teñir de rojo más intenso.

¿ Cómo es el coágulo en el corazón?


Como definimos anteriormente, la sangre en el corazón y grandes vasos no coagula
inmediatamente tras la muerte, por eso no se produce una eritrosedimentación que muchas
veces origina un coágulo dividido por dos porciones, una amarilla y otra roja. Estos
coágulos post-mortem no deben confundirse con trombos, siendo estos firmes, de
superficie irregular, opacos, mates, heterogéneos y siempre adheridos al endocardio
valvular o mural.

Autólisis:

Es la digestión de los tejidos por sus propias enzimas lisosomales celulares. La


misma es acelerada con altas temperaturas ambientales. En órganos como el hígado la
autólisis se observa como manchas de color marrón claro, sin límites precisos y de
distintos tamaños. Diferenciar estas manchas de autólisis de focos de necrosis o infarto, es
sencillo, porque estos últimos presentan siempre una reacción inflamatoria periférica
visible como un halo rojo limitando al tejido necrótico.

El tiempo de aparición de los cambios autolíticos post mortem varían en cada órgano,
algunos tejidos sufren las alteraciones más rápidamente que otros. Desde el punto de vista
microscópico, las glándulas adrenales, el epitelio del tubo gastrointestinal y de la vesícula
biliar y las neuronas del sistema nervioso central se alteran rápidamente.

Putrefacción:

Es la descomposición de los tejidos por la acción de las bacterias. Ambos procesos


(autólisis y putrefacción) son retardados por bajas temperaturas, pero los mismos son
acelerados en los animales gordos, ya que la grasa actúa como aislante térmico y retarda la
pérdida de calor. El tamaño del animal también es importante ya que los animales grandes
requieren de mayor tiempo para que el calor corporal se disipe.

Imbibición hemoglobínica:

Indica que la autólisis post mortem ha avanzado bastante. La imbibición


hemoglobínica es el resultado de la destrucción de los eritrocitos, de esta manera la
hemoglobina se libera e impregna de color rojo violáceo los contornos de las paredes
vasculares y los tejidos vecinos. Esto último ocurre fundamentalmente como resultado de
la autólisis de los vasos sanguíneos que se hacen más permeables. Además, cuando esto
ocurre, la sangre se acumula en casi todos los órganos y cavidades corporales, además,
puede salir por los orificios naturales, dando una imagen de incoagulabilidad y de
hemorragia que ocurrieron ante mortem.

Coagulación de la sangre post mortem:

Es normal que poco después de la muerte se observen coágulos dentro del corazón,
arterias y venas; debido a la liberación de los factores de la coagulación por los
trombocitos, leucocitos y células endoteliales en proceso de autólisis en la sangre
estancada. Los coágulos persisten, durante un tiempo variable, hasta que las enzimas
fibrinolíticas celulares y bacterianas causen su digestión y licuefacción. A partir de este
momento, la sangre se torna incoagulable y puede simular patologías tales como: ántrax o
carbunco bacteridiano, enfermedades septicémicas, envenenamiento con warfarina, etc. en
las cuales los mecanismos de la coagulación están alterados.
Livor mortis o congestión hipostática:

Ocurre inmediatamente después de la muerte. Es la coloración rojo violácea de las


porciones ventrales de los órganos internos y del cadáver, debido al descenso gravitacional
de la sangre (se encuentra en el lado del cadáver que quedó contra el suelo).

En el pulmón la congestión hipostática frecuentemente es confundida con neumonía.


En las neumonías la distribución del área afectada es característica dependiendo del agente
etiológico, son de consistencia firme, apreciándose distintos tipos de exudado y con
nódulos linfático regionales aumentados de tamaño. En la congestión hipostática el pulmón
que queda hacia ventral toma un color rojo violáceo, de consistencia blanda y elástica. Sin
embargo, ante la duda siempre tomar muestras de las áreas sospechosas.

Palor mortis o palidez cadavérica:

Es la palidez de la piel y mucosas que se presentan en la parte superior del cuerpo en


contraposición a la congestión hipostática.

Pseudomelanosis:

Es la coloración gris, verde o negra de los tejidos, debido a la descomposición de la


sangre por la acción bacteriana, formando sulfuro de hidrógeno, el cual se combina con el
hierro de la hemoglobina para producir sulfometahemoglobina de color verde o sulfuro de
hierro, de color negro. Puede ocurrir muy rápidamente luego de la muerte en algunos
tejidos como el intestino. Es visto también comúnmente en los riñones, hígado y bazo en
contacto con el intestino.

Descarga nasal sanguinolenta:

Es un cambio post mortem muy común, se debe usualmente a la autólisis de capilares


y pequeños vasos sanguíneos. Esto necesita ser diferenciado de una hemorragia nasal o
pulmonar verdadera debido a la presencia de tumores, neumonías o ruptura de la arteria
pulmonar en pulmones con abscesos.
Descarga nasal o bucal de contenido gastrointestinal:

Es encontrada comúnmente, a menudo tras la muerte con relajación del esfínter


gástrico y posteriormente la presencia de gas abdominal o bien cuando se mueve y/o
traslada al animal.

Prolapso rectal o vaginal:

Es otro artefacto post mortem usualmente debido a la distensión de las vísceras


abdominales con gas. Generalmente estas porciones son comidas por aves, ratas, perros,
etc. En un verdadero prolapso la mucosa se observa con edema, congestión y hemorrágia.

Edema y enfisema pseudomaligno:

Cuando la autólisis y putrefacción es avanzada, podemos encontrar moderado a


marcado líquido sanguinolento y enfisema en el subcutáneo. Podemos hallar en un frotis o
cultivos, algunos clostridios y los tejidos pueden tener un delicado olor dulzón semejante a
edema maligno, pero no debemos confundirlo, esto es solo un cambio post mortem.

Congestión pulmonar y edema:

Son hallazgos muy frecuentes y debemos tener cuidado con su interpretación. La


mayoría de los casos se trata de un cambio post morten que ocurre por la entrada de sangre
a los pulmones desde el corazón y musculatura esquelética por el rigor mortis y desde la
cavidad abdominal por el timpanismo. En los pulmones, el suero trasuda a los alvéolos que
se mezclan con el aire y forman una espuma que sale por traquea. Se presenta como un
pulmón enrojecido y más pesado que lo normal. No está totalmente firme, sino sería
neumonía. La superficie de corte es muy sanguinolenta y escurre sangre. Sin una causa
específica y sin datos amnésicos que indiquen afección cardiopulmonar, esto casi siempre
es un artefacto. Sin embargo, ante la duda siempre debemos tomar muestras.
Autólisis renal (riñón pulposo):

Este es un cambio autolítico visto comúnmente en ovejas, pero también en bovinos,


la porción cortical de ambos riñones está blanda y friable, mientras la medular está mucho
menos afectada y puede estar normal. En ovejas con enterotoxemia a menudo se utiliza el
test de azúcar en orina, que generalmente es positivo. Por eso muchos investigadores
piensan que altos niveles de azúcar en los túbulos de la corteza constituyen un buen
sustrato que aumenta los cambios autolíticos y que el riñón pulposo ocurre al mismo
tiempo de la muerte o bien antes. En realidad es una cambio post mortem común en todas
las especies de animales domésticos.

Desprendimiento de la mucosa del rumen:

El desprendimiento de la mucosa del rumen ocurre tan rápido como a los 20 minutos
luego de la muerte. No confundir con ruminitis, porque la mucosa y submucosa no tiene
exudado, edema, congestión ni hemorragias.

Intususcepción:

Esto se debe a que muchas veces los movimientos peristálticos continúan luego de la
muerte. En estos casos el asa intestinal no tiene respuesta vascular (edema, congestión,
hemorragia, acumulación de fibrina).

Timpanismo de los preestomagos:

Luego de la muerte, el proceso de fermentación continúa en el rumen y en el retículo,


más aún con temperatura ambiental alta, originando un timpanismo debido a que el gas ya
no puede ser eliminado por el eructo. Las diferencias con el verdadero timpanismo son que
no vamos a encontrar hiperemia pasiva en los órganos abdominales ni hemorragias
equimóticas en las serosas y/o cambios pulmonares.
Ruptura de órganos y tejidos:

Ocurre cuando los gases producidos por la fermentación bacteriana causan dilatación
de ciertos órganos, lo que sumado a la autólisis pot mortem, hacen que los tejidos se
rompan. El estómago, intestino, diafragma y pared abdominal ventral son los tejidos que
generalmente se rompen a consecuencia de la excesiva producción de gas. En estos casos
no se observan bordes hemorrágicos. Este dato es muy importante ya que nos permite
diferenciarlo de una lesión ante mortem.

Hígado esponjoso:

El hígado sufre cambios post-mortem muy rápidamente, desde hemólisis e


imbibición hemoglobínica en la proximidad de los grandes vasos, pasando por
pseudomelanosis y producción de burbujas, lo que le confiere el aspecto esponjoso. Esto se
debe al pasaje de bacterias anaeróbicas desde el intestino.

Liquido peritoneal:

La presencia de gran cantidad de líquido en cavidad peritoneal se debe al aumento de


la trasudación de los capilares que se vuelven permeables luego de la muerte. Recordemos
que la hemólisis post mortem, asociada con la autólisis vascular, hace que se produzca no
sólo la extravasación de sangre hemolizada, sino también la imbibición hemoglobínica del
peritoneo; pudiendo producirse posteriormente la pseudomelanosis.

Pseudoinfarto del bazo:

Estas son áreas focales llenas de sangre de color rojo oscuro y de consistencia blanda.
La mayoría mide pocos milímetros pudiendo llegar hasta 1 cm de diámetro; aunque
algunos casos involucran la mitad del órgano. Se localizan usualmente en los bordes libres
de la mitad ventral del bazo. Son comúnmente vistos en los perros luego de la eutanasia y
es el resultado del estancamiento de sangre en estos sitios cuando el resto de la sangre del
bazo es expelida por la contracción esplénica.
Hemorragia peri, endo y miocárdica:

Se presentan como petequias y equimosis, no tienen ningún significado y se


consideran como resultado de un incremento de la resistencia periférica en los miembros,
con intermitentes contracciones cardíacas en muertes lentas en agonía. Pero también se
presentan en septicemias y toxemias, por lo que su sola presencia no debe ser tenida muy
en cuenta.

Edema de las válvulas cardíacas:

Todas las válvulas pueden estar engrosadas a menudo con más de 5 mm, con un claro
fluido acuoso que dilata las válvulas y da una apariencia brillante. Pueden estar
involucradas una o más válvulas. Esto es un hallazgo común y no tiene ningún significado,
se piensa que el edema ocurre debido a la lentitud de la circulación cuando el animal muere
luego de un prolongado período de agonía.
IV. HALLAZGOS EN LA NECROPSIA QUE NO DEBEN CONFUNDIRSE CON
LESIONES ANTE MORTEM NI CON CAMBIOS POST MORTEM

Melanosis:

Es una pigmentación normal gris oscura a negra de varios tejidos debida simplemente
a la deposición normal de melanina; común en la arteria pulmonar y aorta, cerebro,
meninges, útero, adrenal, traquea, riñones, cavidad bucal y esófago. NO ES UN CAMBIO
POST MORTEM. El animal nace con esta pigmentación.

Nódulos linfáticos agrandados en terneros:

A menudo los terneros y animales jóvenes presentan aumento del tamaño de los
ganglios linfáticos principalmente de los mesentéricos, puede ser un solo ganglio o todos.
Esto es normal.

Pseudoictericia en caballos:

El tejido de los caballos jóvenes y cualquier equino deshidratado tiene la tendencia de


ser más amarillo que lo normal. La piel, membranas mucosas y cartílagos articulares no
son teñidos, como en la ictericia verdadera, con pigmento biliar. En la pseudoictericia la
coloración amarillenta de los tejidos se debe a un relativo incremento de pigmentos
normales de la sangre incluyendo los carotenos.

Fibrosis pleural:

Estas aparecen como grandes áreas incompletas de tejido conectivo pálido sobre la
superficie dorsal de los lóbulos diafragmáticos de los pulmones de la mayoría de las
especies, aunque son más prominentes en la oveja y bovinos. Es especialmente
pronunciada en los pulmones de fetos abortados (que no respiraron). Es una característica
anatómica normal en estos animales.
Grasa endocárdica:

En animales obesos podemos encontrar focos pálidos de grasa de 1 a 2 mm o hasta


varios centímetros debajo del endocardio de ambos ventrículos. Nunca se extiende en
profundidad en el miocardio.

Moco gastrointestinal:

La mucosa del estómago e intestino delgado usualmente está recubierta de un


material mucoso, espeso, de color marrón amarillento o blanco. Esto es a menudo
confundido con exudado catarral, pero al eliminarse dejan una superficie limpia, húmeda,
sin úlceras o inflamación. Esto es un hallazgo normal en todas las especies, pero
particularmente en perros, cerdos y equinos.

Hiperemia gastrointestinal:

Con mayor o menor intensidad el enrojecimiento de la mucosa del estómago e


intestino es un hallazgo fisiológico. En la mucosa intestinal esta congestión puede aparecer
en segmentos intercalados con zonas no congestivas. Luego de la muerte los capilares de
estas áreas se pueden romper simulando una hemorragia. Sin embargo, la falta de
hemorragias en la mucosa, úlceras, necrosis, exudado o engrosamiento de la pared por la
inflamación, demuestra que no es una gastroenteritis.

Ossa cordis:

En los bovinos es normal encontrar tejido óseo en la base del corazón. Ellas son
relativamente delgadas, curvas, de aspecto triangular a menudo confundidas con
osificación anormal del anillo fibroso.

Fosas sinoviales:

Son depresiones no recubiertas por cartílago articular que no deben ser confundidas
con lesiones del cartílago articular. En la articulación cubital se encuentran en el surco de
la superficie troclear del húmero, en la parte inferior de la escotadura troclear del cúbito y
en la cresta sobre el radio. También se observan en la articulación tarsocrural, en la cresta
de la articulación tibial y en el surco del astrálago. Las superficies articulares normales
deben ser lisas, húmedas, brillantes y con un leve color azulado.

Papilas en forma de ganchos:

Generalmente presentan un tamaño entre 1 a 2 mm, pudiendo alcanzan varios


centímetros. Son firmes, cornificados y se localizan en distal y al final de la gotera
esofágica y en el omaso. Estas son estructuras normales, en animales jóvenes ellos son
opacos, blancos; mientras que en animales adultos y viejos pueden tener color oscuro por
la ingestión de pigmentos.

Depósitos placentarios:

 Depósitos minerales de calcio: Son depósitos blancos opacos de 1-5 mm de diámetro


dispersos sobre el corion. Son considerados fisiológicos y ocurren durante una parte de
la preñez.
 Placas amnióticas: En ocasiones, la membrana amniótica presenta múltiplas placas
redondeadas amarillentas o blancas, algunas sobreelevadas con un centro deprimido y
otras como manchas de color blanco amarillento. Se trata de epitelio queratinisado y no
ocasiona ningún trastorno. Las mismas se desprenden fácilmente.
 Hipomanes: Son masas ovales semejantes a caucho de color tostado, de 2 a 10 cm o
más de diámetro, encontradas libres en el fluido alantoides. Si son cortadas a la mitad,
muchas, no todas, pueden tener una apariencia central laminada, sugiriendo que las
mismas pudieron alguna vez ser esféricas pero ahora están colapsadas. Se desconoce su
origen.
V. ASPECTOS PRELIMINARES A LA EJECUCIÓN DE LA NECROPSIA

Lugares donde se realiza la necropsia

El examen post mortem de todo animal debe realizarse en una sala de necropsia, la
que debe reunir las siguientes condiciones:

1. Excelente iluminación y ventilación.


2. Amplitud para comodidad del operador.
3. Abundante agua y disponer como mínimo de dos piletas de acero inoxidable.
4. Ventanas y puertas con tela metálica para evitar la entrada de insectos.
5. Disponibilidad de medios para la eliminación del cadáver.
6. Paredes y pisos con superficie lisa y de fácil lavado.
7. Mesas de necropsia preferentemente de acero inoxidable.

Al no contar con sala de necropsia se debe elegir un lugar que permita una
adecuada desinfección y destrucción del cadáver para evitar la diseminación de
enfermedades infectocontagiosas. El examen post mortem de perros y gatos se puede
realizar en una sala anexa al consultorio; sobre mesadas de mármol, hojalata, formica,
acero inoxidable u otro material que permita el fácil lavado y desinfección.

Para la necropsia de grandes animales que son encontrados muertos en el campo, la


misma es conveniente realizarla en el mismo lugar, pues el traslado del cuerpo puede
originar la contaminación del terreno. Es conveniente colocar pasto o paja alrededor del
cadáver sobre los cuales se depositarán las vísceras y líquidos procedentes del animal. Los
líquidos son de esta manera absorbidos y finalmente la paja tendrá el mismo destino que el
resto del animal, es decir: quemado y enterrado.

La eliminación del cadáver, destinado a evitar la contaminación del ambiente, se


hará de acuerdo al criterio del profesional actuante en cada caso, teniendo en cuenta que
animales en muy mal estado de nutrición son fácilmente quemados totalmente. Si se opta
por enterrar los restos, previamente se colocará sobre el fondo de la fosa una capa de
aproximadamente 10 cm de espesor de cal viva, procedimiento que se volverá a repetir
sobre el animal luego de haberlo depositado. Es importante para la realización de esta
operación, prever contar con la colaboración del personal del establecimiento.

Materiales necesarios

El médico veterinario debe considerar a todo cadáver como infeccioso; por lo que
su primer deber es proteger a sus ayudantes y a sí mismo. El médico veterinario y sus
ayudantes deben usar: guantes, guardapolvos u overol, delantal plástico y botas de goma.

En cuanto al instrumental necesario es sencillo ya que con lo existente en cualquier


clínica es suficiente. El instrumental mínimo necesario comprende: cuchillo bien afilado,
tijeras, sierras y pinzas.

Para la toma de muestras es necesario tener a mano los siguientes materiales:

* Frascos de boca ancha, con formol al 10%.


* Jeringas descartables de 5-10 ml, con agujas.
* Tubos de hemólisis con y sin anticoagulante.
* Portaobjetos que deberán estar desengrasados.
* Recipientes estériles (bolsas de plástico de primer uso).
* Hilo de algodón.

Es conveniente contar siempre con un lápiz negro para anotar todo los datos que
vamos obteniendo durante o al final de la necropsia, ya que las anotaciones con lápiz no se
borran con el agua, sangre, formol o alcohol.

Posición del cadáver

La posición en que debe ser colocado el cadáver varia según la especie. El equino
debe ser colocado en posición decúbito lateral derecho, para manipular fácilmente tanto
el ciego, como el colon.
La posición de los bovinos es decúbito lateral izquierdo, para que el rumen y los
intestinos que son muy voluminosos, no resten campo de acción al disector.

Estas posiciones para el equino y el bovino no son una regla fija, pudiendo variar
según la comodidad y costumbre del profesional.

Para abrir las cavidades del cuerpo en el perro, en el gato y en el cerdo es


conveniente colocar al animal en posición decúbito dorsal o supino, sujetando las cuatro
extremidades del mismo al borde de la mesa.

Historia clínica completa (anamnesis)

Un conocimiento completo de la historia clínica del caso es imprescindible, ya que


orienta al médico veterinario en la posible etiología, sistemas orgánicos afectados y en los
exámenes de laboratorio a solicitar. Al laboratorio se puede enviar animales completos,
órganos o tejidos. En todos los casos la muestra debe ir acompañada siempre de un
protocolo con la mayor cantidad posible de antecedentes relacionados con el caso y
explicar en forma clara que tipo de análisis o estudio realizar.
VI. TÉCNICA DE NECROPSIA

Existen diferentes técnicas, todas con sus ventajas e inconvenientes. El método


descrito en este manual se ha concebido para que una persona pueda realizar la necropsia
de forma fácil. No obstante, el profesional podrá modificar la técnica según su preferencia,
habilidad y circunstancias del momento. Sin embargo, no se debe caer en la tentación de
abreviar el método y eliminar ciertos procedimientos y exámenes de órganos que
aparentemente no muestran cambios. Debe tenerse presente que "una necropsia mal
realizada, no puede rehacerse"; por lo tanto, el examen del cadáver debe ser siempre
completo y ordenado.

1. Examen externo

Antes de realizar las incisiones pertinentes a la abertura de las cavidades, el animal


debe ser examinado externamente. El examen externo contempla:

- Identificación del animal (especie, raza, sexo, edad, marcas y señales, color y

peso aproximado).

- Determinar cambios post mortem, principalmente controlar el rigor mortis

mediante manipulación de la cabeza y extremidades.

- Verificar el estado de nutrición y desarrollo (obeso, bueno, regular, malo o

caquéctico).

- Características de las aberturas naturales (presencia o no de exudados, diarrea,

lesiones, descarga de sangre). Examinar la nariz, boca, ojos, orejas,

vulva/prepucio, ano y ombligo en recién nacidos. Inspeccionar el aspecto de

las mucosas (palidez, color amarillo ictérico, cianosis, petequias, equimosis).

- Aspecto de la piel (cambios de color, de consistencia, presencia de lesiones

y/o de ectoparásitos).
2. Examen interno

2.1 Desollado y examen del tejido subcutáneo

Una vez realizado el examen externo y verificado los cambios post-mortem que
hubiere, se comenzará con el desollado del animal. Para este fin, se realiza una incisión de
la piel desde el mentón hasta el ano a través de la línea media ventral, pasando por ambos
lados del prepucio o de la glándula mamaria. Se separa el pene o la glándula mamaria de la
pared abdominal hacia caudal, dejando solo las partes caudales de estos órganos fijadas al
cuerpo del animal. Comenzar a desollar a ambos lados de la línea media desde el mentón al
ano. Al llegar a la axila, desarticular el miembro anterior cortando los músculos de la
sinsarcosis del cinturón escapular, vasos axilares y plexo braquial, de tal manera que el
miembro sea volcado a un costado. Al llegar al miembro posterior se procede a su
desarticulación cortando los músculos mediales del muslo y abriendo la articulación coxo-
femoral, de tal manera que el miembro pelviano quede hacia un costado (Figura 1). En el
caso de cerdos, perros y gatos es conveniente desarticular las cuatro extremidades.
Normalmente, es suficiente con retirar la piel de las superficies ventrolaterales y de
los miembros del cadáver, sin embargo, si existen sospechas de heridas punzantes, por
armas de fuego, así como envenenamiento con sustancias anticoagulantes o diátesis
hemorrágica de otra causa, es necesario desollar todo el cadáver.

Figura 1: Desollado y desarticulación de miembros.


Una vez desollado el cadáver se procederá a la inspección de los siguientes tejidos
y órganos:
1. Tejido subcutáneo (color, integridad, humedad).
2. Musculatura (color, consistencia, simetría, grado de desarrollo).
3. Nódulos linfáticos superficiales (tamaño, simetría, color, humedad,
consistencia, superficie de corte, exudados).
4. Articulaciones: las articulaciones deben ser abiertas para examinar las
superficies articulares, líquido sinovial y cápsula articular. Para ello, una vez
ubicado el lugar exacto de la articulación se debe extender el miembro y hacer
palanca de medial a lateral y cortar los músculos, ligamentos y cápsula articular
en lateral, craneal y medial de la articulación.
5. Sangre (color, consistencia y coagulación).
6. Hueso y médula ósea (color y consistencia).
7. Tejido adiposo (cantidad, color, consistencia y aspecto).

2.2 Abertura de la cavidad abdominal

Seccionar los músculos abdominales desde la apófisis xifoides hasta el pubis y


luego dos cortes transversales de la región umbilical hacia el lado derecho e izquierdo. En
este acto, tratar en lo posible de no incidir las vísceras abdominales. Seguidamente,
examinar los órganos abdominales sin tocarlos para observar su posición y la presencia y
aspecto del líquido peritoneal; así como verificar la integridad del diafragma. Este es el
momento ideal para tomar muestras de contenido anormal y muestras de órganos en forma
estéril.

2.3 Extracción del tracto gastrointestinal en las distintas especies

* Rumiantes (Figura 2)
- Remover el omento mayor mediante tracción manual y cortes de su inserción
natural.
- Hacer dos ligaduras en recto y cortar entre ellas (a).
- Hacer dos ligaduras en duodeno posterior a la salida del colédoco y cortar
entre ellas (b).
- Remover el intestino delgado y grueso in situ, cortando las raíces del
mesenterio.
- Hacer dos ligaduras en duodeno antes de la salida del colédoco y cortar entre
ellas (c).
- Hacer dos ligaduras a nivel del cardias y cortar entre ellas (d).
- Remover los preestómagos con el bazo y el abomaso.
- Verificar la permeabilidad del conducto colédoco cortando longitudinalmente
el trozo de intestino que quedó adherido al hígado y presionar la vesícula
biliar.

Figura 2: Extracción del sistema gastrointestinal en rumiantes.1 recto; 2 colon; 3


ciego; 4 intestino delgado; 5 duodeno; 6 abomaso; 7 omaso; 8 retículo; 9 rumen; 10
esófago; a, b, c, d ligaduras;  colédoco.

* Cerdos y roedores (Figura 3)

- Remover el omento mayor y el bazo en forma conjunta.


- Verificar la permeabilidad del conducto colédoco.
- Realizar dos ligaduras en cardias y dos ligaduras en recto, cortar entre ellas y
extraer el aparato gastrointestinal in toto e in situ cortando las raíces del
mesenterio.

Figura 3: Extracción in toto, in situ del tracto gastrointestinal del cerdo.

* Equinos (Figura 4)

- Desplazar el colon mayor y ciego fuera de la cavidad abdominal, hacia el lado


izquierdo del operador, a fin de tener más espacio.
- Extraer el omento y bazo en forma conjunta.
- Extraer riñón y adrenal izquierda en forma conjunta, mediante un corte
semicircular, no cortar los uréteres. Seguidamente, se tracciona en sentido
caudal el riñón con su adrenal procediéndose a poner fuera de la cavidad
abdominal manteniendo su unión con la vejiga mediante el uréter, a fin de
tener más espacio.
- Hacer dos ligaduras en recto y cortar entre ellas (a). Seguidamente, hacer dos
ligaduras en colon menor a nivel del ligamento duodenocólico y cortar entre
ellas (b). Extraer el recto y el colon menor cortando el mesenterio en su
inserción con el intestino.
- Cortar el mesenterio al otro lado del ligamento duodenocólico, hacer dos
ligaduras en el yeyuno y cortar entre ellas (c). Extraer el yeyuno e íleon
separándolos de su inserción con el mesenterio hasta llegar al ligamento
ileocecal, en donde se realizan dos ligaduras y se corta (d).
- Cortar el cardias y extraer el estómago con el duodeno en forma conjunta,
cortando previamente el ligamento duodenocólico.
- Abrir la aorta abdominal longitudinalmente, hasta llegar a la arteria
mesentérica craneal. Posteriormente, se procede a cortar la aorta abdominal
antes y después de la arteria mesentérica craneal.
- Extraer el colon mayor y ciego en forma conjunta con la arteria mesentérica
craneal. Para este fin resulta conveniente introducir la chaira en la aorta
abdominal y extraer conjuntamente con el colon mayor y ciego, traccionando
desde el mango de la chaira hacia fuera del animal y cortando con el cuchillo
sus uniones (Figura 5).

Figura 4: Extracción del tracto digestivo en equinos. 1 Estómago; 2 duodeno; 3


yeyuno; 4 ileon; 5 ciego; 6 colon mayor ventral; 7 colon mayor dorsal; 8 flexura
pélvica; 9 colon menor; 10 recto; 11 ligamento duodenocólico; 12 ligamento
ileocecal; 13 ligamento cecocólico.
Figura 5: Extracción del colon mayor, ciego y arteria mesentérica craneal en
equinos.

* Carnívoros (Figura 6)

- Extraer al bazo y omento mayor.


- Hacer dos ligaduras en recto y cortar entre ellas.
- Extraer el intestino desde el recto al duodeno separándolos de su unión con el
mesenterio. Antes de cortar el colédoco verificar su permeabilidad.
- Hacer dos ligaduras en cardias y cortar entre ellas.
- Extraer todo el tracto gastrointestinal, cortando las uniones entre duodeno e
hígado.

Figura 6: Extracción del estómago e intestinos en carnívoros, cortando las uniones


con el mesenterio.
2.4 Extracción del hígado
Es conveniente colocar una mano entre el hígado y el diafragma e ir traccionando al
mismo tratando de separarlo y así ir cortando con el cuchillo los ligamentos dorsales y
ventrales, la vena cava caudal, la vena y arteria hepática. Tratar de no lesionar el
diafragma.

2.5 Extracción de los órganos urogenitales

- Separar los riñones y las glándulas adrenales de la pared abdominal mediante un


corte semicircular, sin cortar los uréteres.

- Cortar la sínfisis púbica (animales jóvenes) o el pubis e isquion de ambos lados


(derecho e izquierdo) mediante una sierra, extrayendo la pared ventral de la cavidad
pelviana.

- Cortar la piel circularmente alrededor del ano y vulva o pene. Extraer los órganos
urogenitales incluyendo el recto, preservando los uréteres. Para este fin sujetar con la mano
los genitales y traccionar hacia craneal, cortando las adherencias naturales del tejido
conectivo de la región pélvica.

2.6 Extracción de los órganos de la cavidad bucal y cuello

- Realizar dos cortes longitudinales profundos en la cara interna de las ramas de la


mandíbula, lateralmente a la lengua y laringe.

- Remover la lengua haciendo tracción hacia caudal, después cortar el paladar


blando y las articulaciones del hioides. Posteriormente, se procede a separar los órganos
del cuello traccionando la lengua hacia caudal conjuntamente con el esófago, laringe y
traquea, cortando sus uniones hasta la entrada del tórax.

- En este momento inspeccionar cavidad bucal, dientes, faringe, nódulos linfáticos


retrofaringeos, tonsilas, glándulas salivales, nódulos linfáticos submaxilares, tiroides y
paratiroides.
2.7 Abertura de la cavidad toráxica

- Para abrir la cavidad toráxica, se puede optar por cortar a nivel de las
articulaciones condro-costales derecha e izquierda (fácil en animales jóvenes) o realizar un
corte desde la primera hasta la última costilla a nivel de sus extremos vertebrales y otro
corte en las articulaciones condro-costales del mismo lado.

- Se examinarán los órganos de la cavidad toráxica in situ, registrándose posibles


modificaciones en cuanto a posición y presencia de contenido anormal. Recordar que este
es el mejor momento para extraer muestras para exámenes microbiológicos.

2.8 Extracción de la lengua, traquea, esófago, pulmones y corazón desde la


cavidad toráxica

Tirar fuertemente de la lengua con la traquea y el esófago hacia caudal y extraer de


esta manera los órganos de la cavidad toráxica (corazón, pulmones y timo), cortando las
sujeciones naturales.

2.9 Abertura de la cavidad craneal y extracción del encéfalo

- Realizar movimientos de la cabeza para localizar la articulación atlanto-occipital


con el dedo índice. Este es el momento para tomar muestras de líquido cefalorraquídeo con
aguja y jeringa.

- Desarticular la articulación atlanto-occipital y separar la cabeza.

- Desollar la cabeza y extraer el tejido muscular y graso.

- Efectuar un corte transversal del cráneo por detrás de las apófisis cigomática del
hueso frontal y dos cortes sagitales, a ambos lados del cráneo, desde el borde interno de los
cóndilos del occipital hasta unirse con el primer corte transversal, colocando la sierra en
ángulo de 45º (Figura 7).
- Extraer el techo de la cavidad craneana con cincel o gancho.
- Seccionar la duramadre.
- Inspeccionar in situ el cerebro y cerebelo. Observar su superficie, tamaño de las
circunvoluciones y surcos, descartar edema y otros trastornos hemodinámicos. Este es el
momento de sacar muestras en forma estéril para examen bacteriológico.
- Invertir la cabeza y seccionar los nervios craneales, para que el encéfalo se
desprenda por gravedad.
- Extraer el ganglio trigémino y la hipófisis.

- En caso que se requiera estudiar los ojos, los mismos deben extraerse antes de
realizar cualquier paso de la necropsia ya que los cambios ocurren rápidamente en este
órgano. Para extraer el globo ocular, se debe sujetar con una mano ambos párpados y
traccionar hacia fuera, cortando en profundidad alrededor del margen orbital para extraer
de la cavidad orbitaría el globo ocular y sus estructuras anexas: ambos párpados, tercer
párpado, músculos, conjuntivas, glándulas y porción del nervio óptico. El globo ocular se
debe fijar inmediatamente en formol al 10% para su posterior disección y examen.

Corte transversal Corte sagital


Figura 7: Abertura de la cavidad craneana.
2.10 Extracción de la médula espinal

Animales pequeños

Eliminar las partes blandas y cortar el arco vertebral lateral a ambos lados de cada
vértebra en sentido cráneo caudal, introduciendo solo un lado del costótomo al canal
vertebral. Posteriormente, cortar las raíces de los nervios espinales y sacar la médula
espinal junto con la duramadre.

Animales grandes

Eliminar las partes blandas y seccionar la columna vertebral en paramedial,


tratando de no dañar la médula espinal. Cortar las raíces de los nervios espinales y sacar la
médula junto con la duramadre.
3. Examen de los órganos

Comprende la inspección minuciosa de cada órgano teniendo en cuenta los


siguientes aspectos: forma, tamaño, superficie, borde, color, olor, consistencia y superficie
de corte.

Recordar la siguiente premisa: primero observar, segundo palpar, tercero cortar


y cuarto volver a observar.

Una vez eviscerado el cadáver se procede al examen de los distintos sistemas, el


cual debe ser ordenado para no olvidarnos de ningún órgano. Se aconseja comenzar de
craneal a caudal, dejando el sistema digestivo al final para evitar contaminar con contenido
gastrointestinal los demás órganos.

3.1 Examen del encéfalo y la cabeza

En la inspección de cerebro, cerebelo y tronco encefálico se debe determinar


simetría, diferencias de color y consistencia. Seguidamente, examinar el resto del
parénquima realizando cortes de 1 cm de espesor.

Para histopatología es conveniente remitir el encéfalo entero cortado en rebanadas


de 1 cm en formol al 10% para su correcta fijación.

En caso de sospechar de rabia, enviar el encéfalo entero en un recipiente estéril


refrigerado al laboratorio de virología. Para el diagnóstico de otras enfermedades
infecciosas, enviar la mitad del encéfalo convenientemente refrigerado y en recipiente
estéril al laboratorio de microbiología y la otra mitad al laboratorio de histopatología fijado
en formol al 10%.

Una vez retirado el encéfalo y los ganglios nerviosos trigéminos podemos examinar
los oídos. Con este fin debemos colocar dos pinzas en cada uno de los conductos auditivos
externos y utilizándolas como guía cortar hacia abajo perpendicular al suelo.
Para el examen de la cavidad nasal y de los senos dividir la cabeza en dos mitades
por un corte longitudinal por línea media. En los cerdos se realizan distintos cortes
transversales de la cavidad nasal y senos, a fin de poder apreciar la simetría o grado de
desarrollo de los cornetes y posibles desviaciones del septo nasal.

3.2 Examen de los órganos contenidos en la cavidad bucal, cuello y cavidad


toráxica

La lengua se examinará mediante cortes transversales de aproximadamente 1cm de


ancho en toda su longitud, así como la tiroides, paratiroides, timo y nódulos linfáticos
regionales los que serán cortados en rebanadas muy delgadas, revisar la laringe y la
faringe.

El esófago y la traquea deben ser examinados tanto externamente como


internamente, para lo cual deberán ser abiertos a lo largo de la línea media dorsal con la
ayuda de una tijera; continuar con los grandes bronquios extrapulmonares inspeccionando
su contenido y el aspecto de la mucosa.

Con los pulmones se procede primero a la inspección, para luego ser palpados con
el objeto de determinar cambios en la elasticidad y/o consistencia. A continuación, se
abrirán con tijera los bronquios intrapulmonares inspeccionando su contenido y el aspecto
de la mucosa. Finalmente, se examinará el resto del parénquima pulmonar mediante cortes
paralelos en rebanadas de aproximadamente 1cm c/u y observar la superficie de cada corte
realizado.

Para el examen del corazón es conveniente no separarlo de sus relaciones con el


pulmón y seguir con el siguiente orden:

a. Seccionar el pericardio y examinar su contenido.


b. Inspección del epicardio.
c. Abrir el corazón siguiendo la circulación sanguínea (Figura 8): Entrar por la vena
cava (VC) a la aurícula derecha (AD) y ventrículo derecho (VD) cortando la pared
ventricular paralelamente al septo; para salir por la arteria pulmonar (AP). Luego,
entrar, por la vena pulmonar (VPI) a la aurícula izquierda (AI) y, posteriormente, al
ventrículo izquierdo (VI) cortando su pared paralelamente al septo en dirección al
ápex. Finalmente, abrir la aorta (A) entrando, a través del ventrículo izquierdo, por
debajo de la válvula auriculo-ventricular izquierda.
d. Examinar las válvulas tricúspide, bicúspide y semilunares; así como el endocardio.
e. Cortar el septum en forma tangencial y examinar el miocardio.

Figura 8: Apertura del corazón.

3.3 Examen de los órganos del sistema urinario y genital

Para el examen de cada riñón se realiza un corte a lo largo de su borde convexo


hasta la pelvis renal examinando la superficie del mismo y si existen lesiones en la zona
cortical, medular y/o pelvis. Posteriormente, se extrae la cápsula con pinza para observar la
superficie y observar si existen adherencias. Las muestras para histopatología deben incluir
corteza, médula y pelvis renal de cada riñón. Los uréteres y la vejiga se abrirán en sentido
longitudinal para observar la mucosa. Antes de abrir la vejiga es conveniente extraer la
orina mediante la aspiración con jeringa, luego enviar al laboratorio en la propia jeringa o
en recipientes estériles, en ambos casos deberán estar rotulados y herméticamente cerrados.

Ambas glándulas adrenales se podrán examinar mediante un corte en sentido


longitudinal o varios cortes transversales.
Para el caso de la hembra se examinarán los ovarios, trompas, cuernos, cervix,
vagina y vulva tanto externamente como internamente mediante cortes longitudinales de
cada una de sus partes a fin de observar el contenido y aspecto de la mucosa. Las glándulas
mamarias y sus nódulos linfáticos respectivos serán examinados minuciosamente mediante
cortes.

Para el caso del macho se deberá abrir el escroto y se extraerán los testículos y
cordones espermáticos, luego del examen externo los testículos se cortarán en rebanadas a
fin de detectar cambios en el parénquima. Observar y examinar la próstata, las glándulas
bulbouretrales y las vesículas seminales.

3.4 Examen de los órganos de la cavidad abdominal

Bazo

El bazo será inspeccionado externamente considerando superficie, color,


consistencia, tamaño y bordes; para luego cortarlo en rebanadas de 1 cm, observando en la
superficie de corte el aspecto de la pulpa roja y de la pulpa blanca.

Hígado

En el hígado se examinará primeramente su tamaño, consistencia, color, bordes y


superficie; posteriormente se abrirá la vesícula biliar en toda su longitud examinando su
contenido y el aspecto de la mucosa. El parénquima hepático se examinará mediante cortes
paralelos en rebanadas finas de aproximadamente 0,5-1 cm de espesor, en todos sus
lóbulos. Para histopatología se debe remitir trozos (no mayor de 0.5 cm de espesor x 2 cm
de largo x 1 cm de ancho) de tejido hepático que representen a los distintos lóbulos,
tomados tanto de la superficie como de la profundidad del parénquima.

Tracto gastrointestinal

- Primero examinar el páncreas externamente buscando cambios de color, tamaño o


de forma. Seguidamente por medio de la palpación determinar el grado de elasticidad y
consistencia, luego realizar cortes paralelos a una distancia de 1cm entre si, a fin de
detectar anormalidades en el parénquima glandular.

- Examinar los nódulos linfáticos mesentéricos.

- El estómago se debe abrir mediante un corte a lo largo de la curvatura mayor.


Observar el contenido y aspecto de la mucosa en la región del cardias, región fúndica y
pilórica.

-Presentar los intestinos en orden sobre la mesa de necropsia cortando sus uniones
con el mesenterio y abrir con tijera desde duodeno a recto. Observar su contenido,
presencia o no de parásitos y examinar la integridad de la mucosa así como el aspecto de
las placas de Peyer a nivel del íleon.

- En los rumiantes alinear el rumen, retículo, omaso y abomaso (Figura 9) y abrir


los preestómagos y abomaso longitudinalmente siguiendo la gran curvatura. En todos los
preestómagos se debe observar su contenido y características, luego vaciarlo y lavar para
observar la integridad de la mucosa, (inflamación, rotura, congestión, desprendimiento de
la mucosa, úlceras). En el abomaso se examina el contenido, la presencia de parásitos,
lavar con agua a fin de observar la integridad de la mucosa, presencia de úlceras, nódulos
de parásitos, inflamación).

- En los equinos, antes de abrir el ciego y colon, se debe abrir la arteria mesentérica
craneal y sus ramificaciones a fin de determinar la presencia de aneurismas verminosos y
trombosis.
Figura 9: Examen de los preestómagos y el abomaso.

3.5 Examen del sistema óseo, articular y muscular

Generalmente la inspección del sistema óseo, articular y muscular se realiza a


medida que se efectúa la necropsia.

En el tórax ya eviscerado se deberá inspeccionar las vértebras, el esternón y las


costillas, estas últimas serán cortadas y fragmentadas a fin de observar la médula ósea y el
grado de calcificación.

Los músculos deberán ser examinados mediante cortes profundos, para esto es
suficiente inspeccionar los miembros posteriores y anteriores y determinar cambios de
color, consistencia, presencia de lesiones, abscesos, traumatismos, hematomas, etc.

Cuando examinamos los miembros posteriores debemos aprovechar para separar y


extraer el nervio ciático.

Para el examen de la médula ósea se debe abrir la cavidad medular mediante un


corte longitudinal de un hueso largo o por medio de un golpe a nivel de su diáfisis. Para
este fin es conveniente examinar un hueso largo preferentemente el fémur. En caso de
sospechar una enfermedad que comprometa la médula ósea, debemos inspeccionar tejido
óseo esponjoso, tales como esternón, costilla, pelvis y epífisis de huesos largos. El examen
de la médula ósea permite determinar cambios de color, consistencia y recolectar muestras
para histopatología.
VII. NECROPSIA EN AVES

La necropsia se debe hacer con un número representativo de aves, incluyendo


aquellas ya muertas, aquellas con sintomatología clínica y también aves sanas.

1. Examen externo:

En el caso que visitemos el establecimiento se deberá inspeccionar en los gallineros


la higiene del mismo así como de los bebederos, tolvas y comederos; considerar la
iluminación, la aireación, el número de aves por metro cuadrado.

El examen externo del ave incluirá:

1.1 Aspecto general: estado de nutrición, actitudes patológicas, patas paralizadas,


extremidades hacia delante y hacia atrás, actitud de pingüino, etc. Examinar la cresta,
barbilla, párpado, ojos, oídos, coloración del pico, secreción nasal, estado de nutrición, etc.

1.2 Examen de la piel: Examinar si hay alteraciones en la piel tales como tumores,
costras, abscesos, hemorragias petequiales y el aspecto de las plumas. Examinar la
presencia de parásitos, en la cabeza, alrededor de la cloaca, debajo de las alas y en la base
de las plumas.

1.3 Examen de las patas: Observar cambios de coloración, aspecto de la piel,


presencia de abscesos, deformaciones articulares, observar la forma, consistencia y el
tamaño de los huesos.

2. Examen interno

2.1 Abertura

- Antes de realizar la apertura del ave, es conveniente mojarla externamente


(principalmente las plumas del cuello, del pecho y del vientre) con agua o bien con una
solución detergente.
- Se colocará al ave en posición decúbito dorsal o supino con los miembros
posteriores hacia el profesional. Se realizará una incisión en piel entre la quilla y las
patas de ambos lados y, seguidamente, desarticular con las manos las articulaciones
coxofemorales para que el ave quede en mejores condiciones para iniciar la
necropsia. Unir con un corte transversal los dos cortes laterales lo más caudal
posible. Tomar la piel en este sector y traccionar en dirección craneal, hasta
desprenderla, de esta forma se puede inspeccionar el tejido subcutáneo y muscular
(figura 10).

Figura 10: Posición correcta para realizar la necropsia. Desollado y examen del
tejido subcutáneo y muscular.

- Seguidamente, seccionar los músculos abdominales transversalmente, a la altura


de la cloaca. Partiendo de este sector se deberá cortar lateralmente a ambos lados los
músculos abdominales y cartílagos costales hasta la articulación del húmero. Luego
traccionar hacia craneal y levantar el esternón, dejando al descubierto las vísceras del tórax
y del abdomen.

-Retirar el esternón y observar la situación de los diferentes órganos del sistema


respiratorio, digestivo y urogenital. Antes de tocar cualquier órgano se debe observar los
sacos aéreos, que de otra forma serian destruidos. En este momento se debe tomar las
muestras necesarias para microbiología (Figura 11).

Figura 11: Inspección de los órganos toráxicos


y abdominales, una vez eliminado el esternón.

2.2 Evisceración y examen de los órganos

2.1.1 Cabeza y cuello (Figura 12)

- Se inspeccionará la cavidad bucal en busca de anormalidades.

- Con la ayuda de una tijera se cortará a un costado del mismo incidiendo la cavidad
bucal, faringe, esófago y buche hasta la entrada del pecho.
- Se observaran los cordones nerviosos y el timo, los que serán cortados y
examinados. Recordemos que en la gallina el timo se presenta en siete lóbulos a cada lado
del cuello.

- La laringe y la traquea se cortarán longitudinalmente y se observará las mucosas


(hiperemia, hemorragias petequiales y presencia de exudado).

- Para concluir con el examen de la cabeza se inspeccionarán las fosas nasales y los
senos infraorbitales. Para esto, se introducirá una de las ramas de la tijera en el orificio
nasal y se cortará paralelamente al pico por debajo del ojo. Finalmente, se cortará el pico
transversalmente a la altura de los orificios nasales.

Figura 12: Examen de los órganos de la cabeza y cuello.

2.1.2 Sistema digestivo

- Extraer el estómago glandular y la molleja, ligando y cortando en esófago y


duodeno.
- Luego se retira el intestino delgado y grueso, cortando sus uniones con el
mesenterio, desde duodeno hasta la cloaca. A nivel del asa duodenal examinar el páncreas
(Figura 13). No olvidarnos de retirar y examinar la bolsa de Fabricio, importante para el
diagnóstico de enfermedad de Marek y leucosis aviar.

- Colocar los órganos en orden en una bandeja y examinar el estómago glandular y


muscular, observando su contenido y el aspecto de la mucosa: presencia de hemorragias
petequiales, úlceras, necrosis, etc. Intestinos: observar la superficie externa si hay cambios
de tamaño, color, forma; luego seccionar en toda su longitud examinando el aspecto de la
mucosa y de su contenido. Hacer frotis de la mucosa del duodeno, tercio medio del
intestino y del ciego.

Figura 13: Extracción del tracto digestivo de las aves. 1 Estómago glandular; 2 estómago
muscular; 3 duodeno; 4 yeyuno; 5 ciegos; 6 íleon; 7 recto; = ligaduras y corte.

- Extraer el hígado y el bazo cortando sus ligamentos. En hígado observar su


superficie, cambios de forma, tamaño, color y consistencia, presencia de necrosis o de
tumores. En bazo determinar color, tamaño, focos necróticos o tumores
2.1.3 Pulmones

- Examinar los pulmones in situ determinando cambios de color y de consistencia.

- Cortar los bronquios, a fin de determinar la presencia de exudados, y los sacos


aéreos para examinar su transparencia, brillo y elasticidad. Luego extraer los pulmones y
observar las costillas.

2.1.4 Corazón

- Retirar el corazón cortando los grandes vasos. Observar cambios de color, forma y
tamaño.

- Abrir el pericardio y examinar sus hojas.

2.1.5 Examen del sistema reproductor

- Observar testículos u ovario para determinar cambios de forma, tamaño,


coloración y grado de desarrollo. Retirar el oviducto en su totalidad y abrirlo
longitudinalmente para observar su mucosa (salpingitis, restos de huevos, roturas o
tumores).

2.1.6 Examen de los riñones

- Se observarán los riñones y uréteres in situ determinando tamaño, color y forma.

2.1.7 Examen del sistema nervioso

- Para inspeccionar cerebro y cerebelo se retira la piel de la cabeza y, seguidamente,


se realizan tres cortes: un corte transversal en el hueso frontal por detrás de la órbita y dos
cortes laterales que unen el orificio occipital con el corte transversal.
- Cuando se sospecha algún tipo de parálisis, se examinarán cuidadosamente los
nervios ciáticos, plexo braquial y plexo lumbosacro, de la siguiente manera:

Exposición del nervio ciático: Mediante tijeras y pinzas cerradas o bien con los
dedos separar los dos músculos posteriores de la superficie media del muslo, el nervio
ciático se encontrará relacionado estrechamente con la arteria y la vena. Repetir la
operación con el otro miembro. Comparar los nervios, extraer el que resulte sospechoso,
compararlo incluso con nervios de otras aves examinadas. El patrón normal siempre se
halla luego de examinar varias aves. Describir y observar todas las anormalidades halladas
en cuanto a color, consistencia y regularidad.

Exposición de los plexos braquiales: Apoyar el esqueleto en su cara ventral y


cortar la piel entre las alas, separar las mismas hasta descubrir la región de las escápulas.
Cortar los músculos que unen el borde proximal de la escápula a la columna vertebral y
separarlas de la pared torácica hasta exponer las ramas del plexo braquial. Repetir el
procedimiento con el otro lado, comparar y comunicar lo mismo como se hizo con los
nervios ciáticos.

Exposición del plexo lumbosacro: Después de quitar el riñón, a nivel de su lóbulo


medio, disecar el plexo lumbosacro y observar color y espesor de los mismos.
VIII. PROTOCOLO DE NECROPSIA

La necropsia se inicia y finaliza con la redacción del protocolo. Sin el protocolo, la


necropsia no sirve, ya que es un documento que contiene toda la información relacionada
con el caso. El mismo es esencial para el profesional del laboratorio y en una posible
acción judicial es indispensable.

Todo protocolo de necropsia posee una determinada estructura, en general consta


de 6 partes:

1) Introducción: Contiene información general como identificación de la muestra,


nombre del médico veterinario y asistente, lugar y fecha de necropsia, nombre y dirección
del propietario.

2) Historia clínica o anamnesis: Es una breve descripción de la sintomatología, datos


epidemiológicos, tratamientos realizados, examen de laboratorio solicitados y diagnóstico
presuntivo.

3) Descripción de órganos, tejidos y lesiones: Se debe realizar una objetiva


descripción de todos los órganos examinados. Una adecuada descripción de las lesiones
halladas ayuda al diagnóstico final y fundamentalmente constituye un valioso material para
el profesional que trabaja en el laboratorio.

Cuando nos encontramos con una lesión en algún órgano debemos considerar su
localización, tamaño, forma, color, consistencia, olor, aspecto de la superficie externa y de
corte. Recordar el siguiente orden: 1º observar, 2º palpar, 3º cortar y 4º oler.

a) Inspección: En el examen de las lesiones se debe considerar los siguientes aspectos:


 Localización: Identificar correctamente la localización de las lesiones. Por ejemplo una
lesión en los pulmones sería: porción cráneo ventral del pulmón derecho, o afecta la
totalidad del pulmón izquierdo, o lesión que abarca la corteza renal del riñón derecho, o
bien, lesión que compromete la totalidad de los nódulos linfáticos mesentéricos.
 Tamaño: Evitar expresar el tamaño con ejemplos comparativos tales como: el tamaño
de un puño, de una naranja, etc. Es preferible medir y expresar el tamaño de la lesión con
valores numéricos, milímetros y/o centímetros en dos o tres dimensiones (Ej.: 1 cm de
diámetro; 1cm de alto x 2 cm de largo x 0.5 cm de espesor).
 Color: El color de un órgano puede estar aumentado, disminuido o haber cambiado (en
relación a su coloración normal), por ejemplo en una esteatosis hepática tendremos el
hígado de un color amarillo. Definir el color es importante, tanto en el animal recién
muerto como en el que está en estado de putrefacción.
 Forma: Usar formas geométricas para describir las lesiones: triangular, ovoide, elíptico.
 Superficie: Determinar estado de humedad, aspecto (liso o rugoso), transparencia,
opacidad y brillo.

b) Palpación: Para describir la consistencia se deben utilizar términos tales como: dura,
firme, blanda, elástica, friable o fluctuante.

c) Incisión: Permite examinar el parénquima de los órganos sólidos y los tejidos que
conforman los órganos huecos, así como de su contenido

d) Olor: Si la lesión tiene olor, debemos definirla como: ácido, rancio, urinoso, etc.

4) Exámenes especiales: Aquí se incluyen los resultados de los exámenes solicitados


(hematología, bioquímica sanguínea, virología, bacteriología, toxicología, parasitología)

5) Diagnóstico (s): Al finalizar la necropsia se establece un diagnóstico


anatomopatológico teniendo en cuenta el grado (leve, moderado, severo), duración (agudo,
subagudo, crónico) y tipo de reacción (purulenta, hemorrágica, serosa, etc.). El diagnóstico
final o etiológico se basa en la anamnesis, lesiones observadas y pruebas de laboratorio.

6) Conclusión: Se discuten los distintos aspectos que constituyen la totalidad del


caso: anamnesis, diagnóstico anatomopatológico y exámenes especiales para fundamentar
el diagnóstico final y la causa de la muerte.
El protocolo es un documento, la firma y fecha nunca deben faltar
IX. ENVÍO DE MUESTRAS AL LABORATORIO

LABORATORIO DE HISTOPATOLOGÍA

Las muestras para el laboratorio de histopatología deberán ser obtenidas mediante


cortes con bisturí o bien con un cuchillo bien afilado, tratando de no estirar ni distorsionar
al tejido y así evitar el manipuleo. Las piezas deben ser de un tamaño aproximado de 0.5
cm de espesor por 2 cm de ancho por 3 a 4 cm de largo; no obstante podemos enviar
órganos pequeños enteros como las adrenales, ganglios o si se trata de órganos de animales
pequeños conviene mandarlo todo entero. Estos materiales se deberán sumergir en frascos
de boca ancha (superior al diámetro de la pieza) en un volumen como mínimo 10 veces
superior al suyo, de solución de formol al 10%.

Las muestras deben corresponder a la porción representativa de la lesión, tratando


en lo posible de enviar con la zona limítrofe sana, o sea el borde de la lesión.

La muestra debe ser tomada tan pronto como sea posible después de haber
observado la alteración morfológica. Una manera práctica de realizar la toma de muestras
durante la necropsia consiste en tener a mano varios frascos de boca ancha con abundante
formol al 10%, así en forma simultánea, mientras se realiza la necropsia, se irá obteniendo
pequeños trozos de órganos, los cuales una vez lavados con agua se fijarán
inmediatamente. En caso de neoplasias, siempre que se pueda es conveniente enviar toda la
pieza extraída, si están tomados varios órganos enviar también las metástasis y sus
ganglios regionales.

A fin de obtener una buena fijación en caso de órganos que flotan como los
pulmones, se deberá colocar encima de los mismos un trozo de algodón el cual se
impregnará rápidamente con el formol.

La solución de formol al 10% se prepara con una parte de formol comercial (40%)
y nueve partes de agua.
Nunca se debe tomar muestras de animales en avanzado estado de putrefacción ya
que el estudio histopatológico será en vano, además con seguridad no ganará un aliado en
el laboratorio de diagnóstico. Tampoco se debe enviar los órganos en alcohol, refrigerados
o congelados.

Material citológico:

Para el caso que se desee enviar material citológico de superficies accesibles o de


órganos internos, lo más conveniente es realizar improntas del mismo; para esto se procede
a cortar un pequeño trozo del órgano problema, se lava cuidadosamente con agua corriente
para eliminar la sangre, luego secar con papel secante (o bien papel absorbente) una de las
superficies y presionar suavemente el órgano sobre un portaobjetos varias veces en
diferentes lugares del mismo, la muestra del tejido debe quedar transparente, luego fijar
inmediatamente sumergiendo el portaobjetos por un lapso de 3 a 5 minutos como mínimo
en un recipiente que contenga alcohol de 96º.

Una vez fijado el material las muestras se enviarán al laboratorio envueltas en


papel, obviamente luego de estar perfectamente secas.

Además de improntas, también se pueden realizar extendidos sobre un portaobjetos.

En el caso de líquidos (ascítico, cefalorraquídeo, orina, etc.) se deberá recolectar


con jeringas y enviar refrigerado al laboratorio lo más rápido posible.

En los casos de material citológico obtenido por punción con aguja fina se deberá
enviar dicho material extendido sobre un portaobjetos, y fijado en alcohol de 96º durante 3
a 5 minutos y luego secados para su posterior envió.
LABORATORIO DE MICROBIOLOGÍA

Las muestras para el laboratorio de microbiología (bacteriología y virología) deben


ser procesadas inmediatamente después de la muerte de los animales con el fin de evitar la
proliferación de microorganismos saprofitos que luego impidan el aislamiento del
patógeno responsable.

Debe evitarse en la medida de lo posible la contaminación, para lo cual antes de


cortar el trozo elegido, se deberán esterilizar por ebullición y flamear el instrumental:
tijeras, pinzas y bisturís.

Es importante aclarar que las muestras deben enviarse separadas cada una dentro de
un recipiente estéril, para evitar la contaminación, nunca colocar por ejemplo: trozos de
hígado con intestino y/o pulmón en un mismo recipiente.

El tamaño de las muestras no debe ser menor de 2 a 3 cm, preferentemente debe


incluirse la parte lesionada. Las mismas se colocarán en recipientes estériles: frascos de
boca ancha y de tapa hermética o bolsas de plástico de primer uso, tomando la precaución
de eliminar todo el aire que pueda quedar en la bolsa.

Los líquidos peritoneal, pleural, pericárdico, gástrico, sinovial o cefalorraquídeo, se


deberán colectar con jeringa estéril y enviar refrigerados. La sangre debe enviarse
refrigerada en tubos de ensayo estériles o en frascos estériles pequeños con anticoagulante.
En casos de semen, leche, suero sanguíneo; deben ser colectados asépticamente y enviados
refrigerados para cultivo.

El contenido intestinal, gástrico o uterino se deberá enviar al laboratorio teniendo la


precaución de realizar siempre una doble ligadura antes de realizar el corte del trozo de
víscera en cuestión y enviar refrigerado para cultivo.

En caso de úlceras, secreciones, fístulas o abscesos, se colectará el material con


jeringa o hisopo estéril y enviados refrigerados lo antes posible.
Las muestras deben ser enviadas al laboratorio refrigeradas entre 4º a 7ºC en un
recipiente de telgopor con hielo o sachets refrigerantes (NO CONGELAR).

Se recomienda cerrar la caja de telgopor herméticamente con cinta adhesiva y


colocar la leyenda: material biológico manipular con cuidado.
HEMATOLOGÍA

A fin de evitar error en la interpretación de los resultados por muestras enviadas en


forma inadecuada se deberá tener en cuenta lo siguiente:

a) Usar material seco (jeringas, agujas, tubos, etc.). Las agujas en lo posible deberán ser
de grueso calibre.

b) Evitar la hemólisis tratando que la sangre escurra por las paredes del tubo sin formar
burbujas.

c) Para obtener suero se deberá colocar el tubo inclinado a temperatura ambiente o en


baño María a 37ºC. Una vez formado el coágulo, deberá ser despegado de la pared del
tubo y eliminado; el suero así obtenido se enviará refrigerado.

d) Los anticoagulantes más utilizados son la heparina y el EDTA.


X. ABORTO BOVINO

GENERALIDADES

Un capitulo especial merece el estudio del aborto en los bovinos. Las causas son
muy amplias, aunque pueden agruparse en dos grandes categorías:

1. Infecciosas (bacterias, virus, parásitos, hongos).


2. No infecciosas (genéticas, nutricionales, hormonales, tóxicas, traumatismos).

En los centros de diagnóstico de cualquier parte del mundo, solo se puede


determinar la etiología del aborto en el 40 a 50% de los casos; de los cuales el 90% son
aislados agentes infecciosos.

Las causas infecciosas son las más importantes en la casuística por razones de
práctica y demanda profesional. No obstante, si bien las causas no infecciosas no son
estudiadas frecuentemente, las mismas no dejan de ser menos importantes.

El diagnóstico de las causas de aborto bovino es uno de los mayores problemas en


medicina veterinaria y esta dificultad se debe a múltiples factores:
- Encontrar el feto abortado, situación bastante compleja y común
principalmente por el tipo de explotación ganadera en nuestra zona.
- Multiplicidad de agentes etiológicos que participan en el aborto bovino.
- Falta de tecnología adecuada que permita alcanzar un diagnóstico preciso.
- Falta de laboratorios adecuados al alcance de los médicos veterinarios y
productores.
- Los fetos, a pesar de remitirse inmediatamente al laboratorio, quedan en el
útero un tiempo variable (días a semanas) antes de ser expulsados, originando,
invariablemente, cambios autolíticos que enmascaran las lesiones e inactivan
o destruyen a los agentes infecciosos.
- Fallas en la toma de muestras.
- Falta de una historia clínica completa que orienten los esfuerzos diagnósticos.
- Falta de muestras. En casos de abortos se debe remitir muestras del feto,
placenta y de la madre, no siempre se obtienen muestras y datos de los tres.

Pese a los desafíos que representa el diagnóstico de las enfermedades abortivas, la


única clave para el control y prevención de las enfermedades es llegar al diagnóstico
etiológico, tarea nada fácil para el médico veterinario.

¿QUE HACEMOS CON EL FETO Y LA PLACENTA?

FETO

El examen del feto se realiza mediante la necropsia, empleando la misma técnica


utilizada en animales adultos. El principal objetivo de la necropsia de un feto es la
recolección de muestras; ya que las lesiones macroscópicas inducidas por los distintos
agentes abortivos son, en la mayoría de los casos, sutiles, inespecíficas y enmascaradas por
los cambios post mortem. Por lo tanto, lo más conveniente es remitir al laboratorio el
feto entero y la placenta lo más rápido posible una vez encontrado, colocándolo dentro de
una bolsa de plástico y acondicionarlo en caja de cartón o en una conservadora con
refrigerante si el clima es caluroso. Si el feto estuviera contaminado con barro, pasto o
materia fecal puede lavarse con agua antes de embolsarlo. Si el tamaño del feto es
demasiado grande se pueden cortar sus extremidades.

PLACENTA

El examen de la placenta se realiza en forma minuciosa, previo lavado con agua


para eliminar restos de barro y pasto. Debemos recordar el aspecto de la placenta normal: -
Las áreas intercotiledonarias son ligeramente transparentes. - Los cotiledones son de color
rojo y en su superficie se distinguen vellosidades. – La membrana corioalantoidea (cara
materna) sobre el cordón umbilical o cerca de este puede presentar un grupo de placas
epiteliales opacas y de color blanco-grisáceo de 1 cm de diámetro; estas son más visibles
en los fetos de 3-5 meses de gestación. – La porción de la placenta que se extiende hacia el
cuerno uterino ingrávido puede observarse de color gris y de aspecto necrótico, esto es
normal y no debe confundirse con lesiones.
¿QUE MUESTRAS DEBO TOMAR?

Para tener éxito en el diagnóstico debemos enviar muestras del feto, la placenta y
de la madre:

1- FETO

Como se mencionó anteriormente, la mejor muestra para enviar al laboratorio es el


feto entero. Es importante tener una constante comunicación con los laboratorios donde se
remiten las muestras para recibir asesoramiento adecuado, ya que cada laboratorio tiene
requerimientos especiales en cuanto a la forma de extraer, acondicionar y enviar las
muestras.

Para histopatología se debe enviar muestras de todos los órganos (incluyendo


encéfalo entero), presenten o no lesiones o cambios post mortem, en frascos con formalina
al 10%.

Las muestras recomendadas para remitir al laboratorio de microbiología constan en


la tabla Nº 5. En todos los casos recordar:

- Tomar muestras de hasta lo que se considere innecesario.


- Tomar las muestras de la manera más aséptica posible.
- Las bolsas de plástico nuevas son los recipientes estériles más prácticos y
baratos.
- Identificar en forma correcta todas las muestras.
- Una solicitud de examen completa y detallada es fundamental para el
diagnóstico y es su carta de presentación ante otros colegas.

2- PLACENTA

Se debe remitir dos o tres cotiledones y áreas intercotiledonarias en recipiente


estéril (bolsas de plástico nuevas) y refrigerado para bacteriología y/o micología; además,
dos o tres cotiledones y áreas intercotiledonarias en formalina al 10% para histopatología.
3- MADRE: Las muestras que se deben tomar de la madre son:

- Descarga genital: En ocasiones (brucelosis, campylobacteriosis, trichomoniasis) el


líquido procedente del útero posee el agente infeccioso en estado de pureza. Es
conveniente, tomar muestras para bacteriología con una pipeta de inseminación artificial y
una jeringa estéril.

- Sangre: Es muy común que se intente realizar el diagnóstico mediante serología de la


vaca que abortó. Esta práctica carece de sentido cuando se realiza en forma única y aislada.
El estudio serológico de la madre solo es útil cuando se combinan con el examen del feto y
placenta y se realizan muestreos pareados con un intervalo de 15 a 20 días.

Toda muestra debe acompañarse de la SOLICITUD DE EXAMEN, en el que


deben constar:

- Datos del establecimiento o propietario.


- Datos del medico veterinario.
- Historia clínica de la madre y del rodeo.
- Hallazgos de necropsia del feto y examen de placenta.
- Diagnóstico presuntivo.
- Muestras enviadas y exámenes solicitados.
- Firma y fecha.
Tabla Nº 5: Selección de las muestras a enviar en caso de aborto

Enfermedad Muestra Examen


Feto: contenido abomasal Cultivo bacteriológico
Placenta: cotiledones y zona
Cultivo bacteriológico
Brucelosis intercotiledonaria
Madre: - contenido uterino Cultivo bacteriológico
- suero pareado Serología
Cultivo bacteriológico
Feto: hígado, riñón, bazo
Inmunohistoquímica
Leptospirosis Placenta: cotiledones y zona
Cultivo bacteriológico
intercotiledonaria
Madre: suero pareado Serología
Feto: contenido abomasal Cultivo
Campylobacteriosis
Madre: contenido uterino Cultivo
Feto: contenido abomasal Cultivo
Trichomoniasis
Madre: contenido uterino Cultivo
Feto: encéfalo completo, corazón, Histopatología
hígado, etc. (trozos de c/órgano) Inmunohistoquímica
Placenta: cotiledones y zona Histopatología
Neosporosis intercotiledonaria Inmunohistoquímica
Serología de las vacas
Madre: sangre abortadas y de las
vacas gestantes sanas.
Histopatología
Feto: órganos
Inmunohistoquímica
Clamidias Placenta: cotiledones y zona Histopatología
intercotiledonaria Inmunohistoquímica
Madre: sangre Serología
Aislamiento viral
Herpes virus bovino Feto: riñón y pulmón
Inmunohistoquímica
tipo-1
Madre: suero pareado Serología
Feto: tiroides, pulmón, riñón, cerebro, Aislamiento viral
Virus diarrea viral
bazo, timo Inmunohistoquímica
bovina
Madre: suero pareado Serología
Feto: lesiones de piel y contenido
Cultivo
Micosis abomasal
Placenta: lesiones de placenta Cultivo
Feto: contenido abomasal Cultivo
Bacteriología en Placenta: lesiones de placenta Cultivo
general
Madre: secreción de útero Cultivo
PROTOCOLO DE NECROPSIA

Caso Nº: Fecha: Prosector:

Nombre del propietario: Firma:


Dirección:
Teléfono:
Profesional remitente: Firma:
Dirección:
Teléfono:

Especie: Raza: Edad: Sexo: Color:


Peso: Talla: Nombre:
Anamnesis:

Fecha y hora de muerte:


Fecha y hora de examen:

EXAMEN EXTERNO

Cambios post mortem:


Estado de nutrición:
Piel y aberturas naturales:
Glándula mamaria:
Cordón umbilical:

EXAMEN INTERNO

TEJIDO SUBCUTÁNEO:
Nódulos linfáticos superficiales:
Huesos y articulaciones:
Músculos:

CAVIDAD ABDOMINAL:

CAVIDAD TORÁXICA:

CAVIDAD PELVIANA:

SISTEMA DIGESTIVO

Cavidad bucal:
Amígdalas y faringe:
Esófago:
Estómago:
Intestino delgado:
Intestino grueso:
Hígado y Páncreas:
SISTEMA RESPIRATORIO

Fosas nasales:
Laringe:
Tráquea:
Pulmones:

SISTEMA CIRCULATORIO

Corazón:
Arterias y venas:
Linfáticos:
Sangre:

SISTEMA URINARIO

Riñones:
Uréteres:
Vejiga y uretra:

SISTEMA HEMATOPOYÉTICO

Bazo:
Timo:
Médula ósea:
Nódulos linfáticos:

SISTEMA GENITAL

SISTEMA NERVIOSO

SISTEMA ENDOCRINO

EXÁMENES ESPECIALES

DIAGNÓSTICO

CONCLUSIONES

Firma Fecha

También podría gustarte