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ACTOS PROPIOS

Auto Supremo: 80/2022
Fecha: 11 de febrero de 2022

Expediente: LP-201-21-S.

Partes: Antonia y Felipe ambos Apaza Flores c/ Vicente Apaza Quispe, Lucio


Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya.
Proceso: Nulidad de minuta, escritura pública y cancelación de partida.

Distrito: La Paz.

VISTOS: El recurso de casación de fs. 460 a 465, interpuesto por Felipe Apaza Flores, contra el Auto de Vista Nº 382/2020 de 01 de octubre, de fs. 419 a 423
vta., pronunciado por la Sala Civil Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dentro del proceso de nulidad de minuta de escritura
pública y cancelación de partida seguido por el recurrente y Antonia Apaza Flores contra Vicente Apaza Quispe, Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya,
la contestación de fs. 469 a 470 vta.; el Auto de Concesión de 03 de noviembre de 2021, saliente a 472; el Auto de Admisión Nº 1072/2021-RA de 02 de
diciembre de fs. 478 a 479 vta., todos los antecedentes del proceso, y;

CONSIDERANDO I:

ANTECEDENTES DEL PROCESO

1. Antonia Apaza Flores y Felipe Apaza Flores, mediante memorial de fs. 32 a 36, demandaron la nulidad de la Escritura Pública de transferencia Nº 142/2012
de fecha 08 de marzo y cancelación de registro ante la oficina de Derechos Reales sobre el inmueble ubicado en la calle Eliodoro Nery N° 2746 (zona 16 de Julio
de la ciudad de El Alto), con superficie de 300 mts.2, alegando que el 27 de octubre de 1964 sus padres Rosa Flores de Apaza y Vicente Apaza Quispe
adquirieron en calidad de compraventa el lote descrito, posteriormente los mismos llegaron a separarse, hecho que motivó que en la vía convencional
suscribieran una minuta de división y partición del inmueble, contenida en la Escritura Pública Nº 671/2002 de 04 de septiembre, posteriormente al
fallecimiento de su madre (Rosa Flores de Apaza), acaecido en junio del 2003, su padre Vicente Apaza Quispe se declaró heredero forzoso en las acciones y
derechos de la de cujus, para posteriormente a través la Escritura Pública N° 142/2012 de 08 de marzo, transferir el inmueble a favor de uno de sus hermanos
y respectiva esposa (Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura de Apaza), sin respetar la porción de su legítima que les correspondía como herederos forzosos,
motivo por el que, al amparo de lo dispuesto por los arts. 489, 1005 del Código Civil, demandan la nulidad de la Escritura Pública N° 142/2012 y su registro en
Derechos Reales contra Vicente Apaza Quispe, Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya, quienes una vez citados, Vicente Apaza Quispe respondió
negativamente la demanda por memorial de fs. 51 a 56 vta., de obrados y Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya según escrito de fs. 69 a 74 vta. ;
sustanciada la causa hasta la emisión de la Sentencia Nº 91/2019 de 03 de junio, cursante a fs. 364 a 368 vta., en la que la Juez Público Civil y Comercial 6°
de la ciudad de El Alto declaró PROBADA la demanda y como consecuencia de ello dispuso la nulidad de la Escritura Pública N° 142/2012 y su respectivo
registro en la oficina de Derechos Reales del inmueble objeto de litis, quedando rehabilitada la partida inscrita en el asiento Nº 4 a nombre de Vicente Apaza
Quispe.

2. Resolución de primera instancia que al haber sido recurrida en apelación por Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya, mediante memorial cursante
de fs. 390 a 401, originó que la Sala Civil y Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, emita el Auto de Vista Nº 382/2020 de 01 de
octubre, cursante a fs. 419 a 423 vta., REVOCANDO la Sentencia declarando en el fondo PROBADA en parte la demanda de nulidad respecto a la venta del 50%
del inmueble, bajo el argumento de que el vendedor no era propietario exclusivo del inmueble al existir otros coherederos de Rosa Flores Quispe (+) co-
propietaria del inmueble transferido; manteniendo subsistente el otro porcentaje transferido por Vicente Apaza Quispe por no afectar la legítima de los
demandantes al no constituir un acto de liberalidad, sino de venta por el que el vendedor recibió un precio, dinero que pasó a formar parte del patrimonio en su
conjunto.

3. Decisión de segunda instancia recurrida en de casación por Felipe Apaza Flores, mediante memorial de fs. 460 a 465, recurso que es objeto de análisis.

CONSIDERANDO II:

DEL CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN Y SU CONTESTACIÓN

Felipe Apaza Flores, en lo trascendental de su recurso de casación acusó:

1. La actuación ultra petita del Tribunal de alzada al otorgar más de lo pedido, debido a que Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya en su memorial de
apelación contra la Sentencia nunca solicitarón la anulación del 50% de la transferencia contenida en la Escritura Pública N° 142/2012, más aún si la
pretensión principal del demandante es la anulación total de dicha transferencia, por lo que se extraña el actuar en el Auto de Vista al anular solo la mitad de lo
pretendido. Máxime si se demostró la ilicitud del contrato de transferencia conforme disponen los arts. 549 num. 5), 485 y 1065 del Código Civil, normas de las
que se puede inferir que todo contrato que no tenga un objeto lícito es nulo de pleno derecho, motivos por los cuales no correspondía disponer la nulidad parcial
de la venta, sino del total del mismo conforme dispuso la Sentencia de primer grado.

2. El Auto de Vista recurrido carece de congruencia, pues pretende fundar su nulidad parcial en mérito a la jurisprudencia de Autos Supremos referentes a
contratos de préstamo de dinero que no resultan aplicables al caso de autos.
Fundamentos por los cuales solicitó se case el Auto de Vista recurrido, disponiendo se emita un nuevo Auto de Vista para que deliberando en el fondo confirme
la Sentencia.

Respuesta al recurso de casación

No cursa en obrados respuesta al recurso de casación propiamente dicho, debido a que el memorial presentado por Antonia Apaza Flores de fs. 469 a 470 vta.,
en realidad es una adhesión al recurso de casación en el cual se cuestiona la falta de motivación y fundamentación del Auto de Vista impugnado.

CONSIDERANDO III:

DOCTRINA APLICABLE AL CASO:

III.1. Los actos propios.

Con relación a la doctrina de los actos propios, en el Auto Supremo Nº 591/2014 de 17 de octubre, se orientó lo siguiente: “ Conviene destacar la teoría de los
actos propios, según la cual no puede venirse contra los propios actos, negando efecto jurídico a la conducta contraria, siendo inadmisible que un litigante
fundamente su postura invocando hechos que contraríen sus propias afirmaciones o asuma una actitud que lo coloque en oposición con su conducta anterior ”.

El prenombrado instituto está integrado de sub reglas como se prevé en el Auto Supremo Nº 158/2014 de 14 de abril: “… la teoría del acto propio conocido con el
apotegma de “venire contra factum propium non valet”, que significa nadie "puede ir válidamente contra sus propios actos",…”autores coinciden en que sus
elementos son: 1) que la primera conducta sea jurídicamente relevante, válida y voluntaria. 2) que ella produzca objetivamente un estado de hecho que permita
generar confianza o expectativas legítimas. 3) que la segunda conducta sea contradictoria o incoherente con la primera y con ella se pretenda ejercer un derecho,
facultad o pretensión. 4) que exista identidad entre el sujeto que desarrolló la primera conducta y el que ahora pretende desconocerla con un hecho contrario.”

Conforme a la cita de la enciclopedia OMEBA, Tomo I, sobre los actos propios, se ha señalado que la misma puede ser reducida al principio general que a “… nadie
es lícito ir contra sus propios actos cuando éstos son expresión del consentimiento de quien los ejecuta y obedece al designio de crear, modificar o extinguir
relaciones de derecho. Es decir, cuando se trata de actos jurídicos que causan estado definiendo de una forma inalterable la posición jurídica de su autor…”,
consiguientemente resulta relevante para el entendimiento de la mencionada teoría, el aporte de Luis Diez Picazo, quien considera que: “está vedado a un sujeto a
asumir una conducta o intentar hacer valer una pretensión jurídica contradictoria con una postura anterior en tanto ha originado confianza en otro sujeto que se ve
perjudicado por el ejercicio de ésta nueva pretensión al ver defraudada su fe puesta en el comportamiento primitivo”.

CONSIDERANDO IV:
FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN

Dentro de ese orden y previo a dar respuesta al recurso deducido, corresponde aclarar sobre la participación y el alejamiento de los sujetos procesales en la
causa interpuesta por Felipe y Antonia ambos Apaza Flores contra Lucio Apaza Flores, Benedicta Laura Callisaya y Vicente Apaza Quise, partiendo de ello se
tiene que: 1. El demandante (Felipe Apaza Flores) fue apartado del proceso en mérito a la sanción contenida en el art. 365.III del Código Procesal Civil, es decir,
con el desistimiento de su pretensión por la inasistencia injustificada a la audiencia preliminar, conforme Auto de 01 de septiembre de 2017, cursante a fs. 242
de obrados. 2. Que el demandado Vicente Apaza Quispe, falleció en el transcurso del proceso.

Ahora bien, de antecedentes se advierte que sustanciado el proceso con la participación únicamente de la otra demandante Antonia Apaza Flores, emitida la
Sentencia y Auto de Vista correspondientes, Felipe Apaza Flores por memorial a fs. 457 y vta., solicitó a los Vocales de la Sala Civil su integración al proceso en
su calidad de heredero de su padre Vicente Apaza Quispe (demandado), solicitud que fue acogida favorablemente por el Tribunal de alzada, en consecuencia
dispuso su participación en la litis en sucesión procesal de su progenitor Vicente Apaza Quispe de conformidad a lo dispuesto por el art. 31 parágrafo I del
Código Procesal Civil (fs. 459), conforme la providencia de fecha 01 de julio de 2021 a fs. 459.

Referido lo anterior, corresponde remitirnos a lo dispuesto por el art. 31 del Adjetivo de la materia que dispone: “ I. La sucesión procesal se presente cuando una
persona ocupa el lugar de una de las partes en el proceso, remplazándola como sujeto activo o pasivo. II. Existe sucesión procesal cuando: 1. Fallece una persona
que sea parte en el proceso (…). III. Si durante la sustanciación del proceso falleciere la persona natural que interviene como parte, o fuere declarada la
desaparición o el fallecimiento presunto, el proceso continuará con los sucesores”, norma de la que se puede inferir que a la muerte de una persona que tenga la
calidad de parte en la relación procesal, su posición puede ser ocupada por su heredero, una vez decretado el cambio de partes vía sucesión por causa de
muerte, el sucesor pasa a ocupar el lugar de su causante pudiendo ejercer todos los derechos procesales con la única limitación de aceptar todo lo obrado hasta
el momento que se produce su ingreso a la causa, no pudiendo cambiar ni modificar las actuaciones ni el estado del proceso judicial en cuya posición se
encontraba su causante, lo que implica que los actos posteriores producidos deben ser congruentes con la postura asumida por su predecesor, situación que
tiene que ver con la teoría de los actos propios “venire contra factum propium non valet” que significa nadie puede ir válidamente contra sus propios actos,
principio que deriva de la buena fe y está recogido en el art. 520 del Código Civil, mismo que fue desarrollado en el Auto Supremo Nº 591/2014, de 17 de
octubre, que a la letra expresa: “Conviene destacar la teoría de los actos propios, según la cual no puede venirse contra los propios actos, negando efecto jurídico a
la conducta contraria, siendo inadmisible que un litigante fundamente su postura invocando hechos que contraríen sus propias afirmaciones o asuma una actitud
que lo coloque en oposición con su conducta anterior”. Conducta relacionada también con el principio de no contradicción, que en esencia significa que no se
puede asumir dos posturas a la vez.

En ese margen, de antecedentes se tiene que Felipe Apaza Flores a efectos de la interposición del presente recurso de casación lo hace vía sucesión procesal de
su extinto padre Vicente Apaza Quispe, quien en su calidad de sujeto pasivo en el litigio respondió negativamente la demanda de fs. 51 a 56 y vta., bajo el
argumento de que la venta del inmueble no sería ilícita al haberse declarado heredero de su cónyuge, menos aún existía restricción alguna en Derechos Reales
para la merituada transferencia, siendo la pretensión de nulidad de los demandantes la ambición económica, sin considerar que los mismos ya fueron
beneficiados con otros inmuebles como parte de su herencia, correspondiendo por ello mantener con todos sus efectos la venta realizada por su persona a favor
de su hijo Lucio Apaza Flores y su cónyuge Benedicta Laura Callisaya.

Siendo esta la posición asumida en el proceso por el demandado Felipe Apaza Quispe, el hoy recurrente al remplazarlo en su calidad de sujeto pasivo del
derecho discutido vía sucesión procesal no puede apartarse del mismo, pues el heredero ingresa en la causa en la posición asumida por su antecesor, siendo el
límite de su representación aceptar todo lo obrado hasta el momento que se produce su ingreso a la causa conforme se explicó en el párrafo anterior, pues
asumir una posición contraria como la solicitud de nulidad de la transferencia, resulta contraria a la posición expresada por el demandado Vicente Apaza
Quispe que expresamente solicitó se mantenga con todos los efectos legales la venta hecha por su persona a través de la Escritura Pública Nº 142/2012 de la
que se solicita su nulidad, manifestación de voluntad a la que se encuentra reatado el hoy recurrente Felipe Apaza Flores y de la cual no puede apartarse, de ahí
que resulta inadmisible pretender asumir un comportamiento distinto al mostrado o manifestado con anterioridad por su sucesor con la finalidad de limitar los
derechos de otras personas, razonamiento que guarda relación con el principio de los actos propios que impide que el hoy recurrente pueda adoptar un
comportamiento contradictorio al asumido por su causante al haber ingresado a la causa bajo los alcances del art. 31.I del Código Procesal Civil.

Establecido lo anterior, y siendo que el hoy recurrente con el presente recurso de casación se aparta de la posición asumida por su causante, desvirtuando los
argumentos de defensa propuestos en su contestación; Sin embargo y más allá de lo referido en atención al derecho de impugnación que asiste a las partes,
dando respuesta al reclamo referido a la actuación ultra petita del Tribunal de alzada por cuanto Lucio Apaza Flores y Benedicta Laura Callisaya en su memorial
de apelación contra la sentencia no hubieran solicitado la anulación del 50% de la transferencia contenida en la Escritura Pública N° 142/2012.

Sobre dicho reclamo se debe menionar que la decisión asumida por el Tribunal de segunda instancia deviene justamente de un análisis de fondo de la
impugnación, en el que consideró que Vicente Apaza Quispe no tenía derecho propietario exclusivo sobre el inmueble objeto de la  litis transferido por ser este un
bien ganancial adquirido en vigencia del matrimonio de Vicente Apaza Quispe y Rosa Flores de Apaza, y ante el deceso de esta última la transferencia del total
del inmueble evidentemente afectaría el derecho a la legítima que tienen los herederos forzosos, motivo por el que, en aplicación al principio de verdad material
previsto por el art. 180.I de la Constitución Política del Estado, se revocó en parte la Sentencia, declarando en el fondo la nulidad parcial de la venta respecto a
la alícuota parte que le pertenecía a Rosa Flores de Apaza.

Razonamiento que es compartido por este Tribunal de Justicia, pues debemos partir del hecho de que Vicente Apaza Quispe al momento de la celebración del
contrato de transferencia del inmueble en calle Eliodoro Nery N° 2746 (zona 16 de Julio de la ciudad de El Alto) contenido en la Escritura Pública N° 142/2012,
ciertamente no tenía la titularidad del 100% del inmueble transferido, por cuanto dicho bien pertenecía a la comunidad de gananciales junto a su esposa (Rosa
Flores de Apaza) y, ante su fallecimiento, sus herederos tenían derecho sobre la porción que le correspondía conforme prevé el art. 1094 del Código Civil.
Resultando también acertada la determinación de mantener subsistente la transferencia del otro 50% de la transferencia del inmueble que le correspondía a
Vicente Apaza Quispe, quien en ejercicio de su derecho propietario que le asiste por imperio del art. 105 del Código Civil, transfirió su cuota parte sobre el
inmueble, traslación de dominio que de ninguna manera afecta la legítima de los demandantes por constituir el mismo un acto de liberalidad, por el que el
propietario que vendió la cosa recibió un precio, dinero que pasó a formar parte del patrimonio en su conjunto.
Dentro de ese orden, si partimos del hecho de que el objeto del contrato de venta es la transferencia o traslación del dominio de propiedad conforme el
entendimiento del art. 584 del Código Civil, en el caso de autos conforme se refirió, se tiene que el vendedor al momento de la transferencia del inmueble no era
propietario del total de dicho bien, evidenciándose la falta de objeto en dicha transferencia, ausencia sancionada con la nulidad conforme prevé el art. 549 num.
1) del Código Civil. De ahí que no encuentra sustento en el agravio acusado, pues el Tribunal de segunda instancia por disposición del Código Procesal Civil
cuenta con la facultad para ingresar a revisar y definir el fondo del proceso, ya sea confirmando la Sentencia o en su defecto revocando la misma, ya sea en todo
o en parte, conforme las formas de resolución contenidas en el art. 218 del Código Procesal Civil.

En cuanto a que el Auto de Vista recurrido carecería de congruencia, debido a que funda la nulidad parcial en base a la jurisprudencia de Autos Supremos
referentes a contratos de préstamo de dinero que no resultarían aplicables al caso de autos.

Agravio que tampoco resulta evidente, pues si bien el Auto de Vista citó jurisprudencia contenida en el Auto Supremo N° 160/2017 emergente de un proceso de
reconocimiento de deuda, fue en consideración a que es perfectamente permisible anular un contrato en forma parcial conforme prevé el art. 550 del Código
Civil.

Puntualizando por otra parte que el memorial presentado por Antonia Apaza Flores de fs. 469 a 470 y vta., bajo una aparente respuesta al recurso de casación,
en realidad resulta ser una adhesión al recurso, en ese mérito de un simple cómputo desde la fecha de notificación con el Auto de Vista realizada el 30 de abril
de 2021 a la fecha de la presentación del memorial presentado el 29 de octubre de 2021, conforme el timbre electrónico cursante a fs. 460, se tiene que el
mismo resulta extemporáneo de conformidad a lo dispuesto por el art. 273 del Código Procesal Civil.

Por lo manifestado, corresponde a este Tribunal emitir fallo en la forma prevista por el art. 220.II del Código Procesal Civil.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I núm. 1) de la Ley del
Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en aplicación del art. 220.II del Código Procesal Civil, declara  INFUNDADO el recurso de casación de fs. 460 a 465,
interpuesto por Felipe Apaza Flores, contra el Auto de Vista Nº 382/2020 de 01 de octubre, cursante de fs. 419 a 423 y vta., pronunciado por la Sala Civil y
Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.

Sin costas y costos por no existir respuesta al recurso de casación.

Regístrese, comuníquese y devuélvase.

Relator: Mgdo. Marco Ernesto Jaimes Molina.


SALA: Civil
PROCESO: Nulidad de minuta, escritura pública y cancelación de partida.
N° de AS/SE/RE: AS/0080/2022 del 11-02-2022
MAXIMA: ACTOS PROPIOS/ Es inadmisible que un litigante fundamente su postura invocando hechos que contraríen sus propias afirmaciones o asuma una
actitud que lo coloque en oposición con su conducta anterior.
SINTESIS DEL CASO: La parte recurrente manifestó que la actuación ultra petita del Tribunal de alzada al otorgar más de lo pedido, debido a que Lucio Apaza Flores y
Benedicta Laura Callisaya en su memorial de apelación contra la Sentencia nunca solicitarón la anulación del 50% de la transferencia contenida en la
Escritura Pública N° 142/2012, más aún si la pretensión principal del demandante es la anulación total de dicha transferencia, por lo que se extraña el
actuar en el Auto de Vista al anular solo la mitad de lo pretendido. Máxime si se demostró la ilicitud del contrato de transferencia conforme disponen
los arts. 549 num. 5), 485 y 1065 del Código Civil, normas de las que se puede inferir que todo contrato que no tenga un objeto lícito es nulo de pleno
derecho, motivos por los cuales no correspondía disponer la nulidad parcial de la venta, sino del total del mismo conforme dispuso la Sentencia de
primer grado. El Auto de Vista recurrido carece de congruencia, pues pretende fundar su nulidad parcial en mérito a la jurisprudencia de Autos
Supremos referentes a contratos de préstamo de dinero que no resultan aplicables al caso de autos.
EXTRACTO DE LA RATIO "...a la muerte de una persona que tenga la calidad de parte en la relación procesal, su posición puede ser ocupada por su heredero, una vez
DECIDENDI: decretado el cambio de partes vía sucesión por causa de muerte, el sucesor pasa a ocupar el lugar de su causante pudiendo ejercer todos los
derechos procesales con la única limitación de aceptar todo lo obrado hasta el momento que se produce su ingreso a la causa, no pudiendo cambiar
ni modificar las actuaciones ni el estado del proceso judicial en cuya posición se encontraba su causante, lo que implica que los actos posteriores
producidos deben ser congruentes con la postura asumida por su predecesor, situación que tiene que ver con la teoría de los actos propios “venire
contra factum propium non valet” que significa nadie puede ir válidamente contra sus propios actos, principio que deriva de la buena fe y está
recogido en el art. 520 del Código Civil, mismo que fue desarrollado en el Auto Supremo Nº 591/2014, de 17 de octubre, que a la letra expresa:
“Conviene destacar la teoría de los actos propios, según la cual no puede venirse contra los propios actos, negando efecto jurídico a la conducta
contraria, siendo inadmisible que un litigante fundamente su postura invocando hechos que contraríen sus propias afirmaciones o asuma una actitud
que lo coloque en oposición con su conducta anterior”. Conducta relacionada también con el principio de no contradicción, que en esencia significa
que no se puede asumir dos posturas a la vez."
DESCRIPTOR: Derecho Civil / Derecho Procesal Civil / Elementos comunes de procedimiento / Nulidades Procesales / No procede
RESTRICTOR: Por actos que fueron convalidados por las partes
PRECEDENTE: Auto Supremo Nº 591/2014, de 17 de octubre Auto Supremo Nº 158/2014 de 14 de abril
FORMA DE RESOLUCION: INFUNDADO
TIPO DE Reiteradora
JURISPRUDENCIA:

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