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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE LITERATURA Y LINGÜÍSTICA

ASIGNATURA: LITERATURA ESPAÑOLA I

DOCENTE: JULIO CESAR TICONA LECAROS

TEMA: EL CABALLERO DE OLMEDO DE LOPE DE VEGA

Integrantes:

Condori Huallpa, Mary Carmen

Gutiérrez Calizaya, André Matías

Jiménez Mena, Kimberly Valeshka

Orellano Astos, Eduardo Manuel

Aymara Huashuayo, Valeria

Arequipa-Perú

2022
1. Biografía de Félix Lope De Vega

Félix Lope de Vega Carpio, fue uno de los más destacados dramaturgos y poetas
españoles del Siglo de Oro, nació el 25 de noviembre de 1562 en Madrid, España.
Hijo de Félix de Vega, quien fue borrador de la reina y Francisca Fernández Flóres,
hija de una familia noble, fue gracias a sus padres que Lope de Vega se crió en un
ambiente culturalmente enriquecedor.

Desde una edad muy temprana Lope de Vega mostró un gran talento y pasión por la
literatura. Se va a educar en un colegio jesuita en Madrid para posteriormente asistir
a la Universidad de Alcalá, donde va a estudiar humanidades y teología, es en esta
etapa donde va a comenzar a escribir poesía y teatro.

La primera comedia de Lope de Vega, “El verdadero amante” se cree fue escrita en
1588 y se representa en el palacio del duque de Alba. A partir de entonces, Lope se
dedicó a la escritura y emprendió una carrera prolífica que se extendió a lo largo de
toda su vida.

Durante la carrera de Lope de Vega escribió más de 3000 sonetos, 1800 comedias
y muchas obras en prosa, todas estas obras estarán influidas por el amplio
conocimiento de las tradiciones literarias españolas e internacionales, así como de
su propia experiencia personal y su amor por la vida y el teatro. Una de las
características más distintivas de la obra de Lope de Vega es su dominio del verso,
esto debido a que fue un maestro del verso lírico y su uso innovador del verso
blanco, un verso sin rima, abrió nuevas posibilidades para el teatro en España.
Además, Lope fue pionero en el uso del verso de arte mayor, un verso de catorce
sílabas y en la creación de nuevos metros y estrofas.

La obra de Lope de Vega abarca una amplia gama de temas y géneros, es conocido
por sus comedias de enredos y enredos, en estas va a explorar los problemas de la
sociedad de esa época además de de las tensiones existentes en las clases
sociales. Sus obras abordan temas tales como el amor, la religión, la guerra y la
injusticia.

En su poesía lírica Lope de Vega va a expresar sus emociones y sentimientos más


profundos, desde la alegría, la pasión, el dolor y la angustia. Sus sonetos, en
particular, son considerados algunos de los más bellos y emotivos de la literatura
española.

Lope de Vega tuvo una vida personal muy activa, pues se sabe que se casó dos
veces y tuvo varios hijos, sin embargo, también se conoce que tuvo numerosas
amantes y aventuras amorosas, lo que le valió la reputación de mujeriego; todas
estas experiencias personales se van a reflejar en sus obras pues estas exploran
las complejidades del amor y las relaciones amorosas.

La vida de Lope de Vega estuvo llena de numerosos altibajos, pues si bien a lo largo
de su vida gozó de reconocimiento y gran éxito también tuvo muchos desafíos y
numerosos fracasos. Ahora, si bien fue uno de los escritores más queridos de su
época y fue protegido por numerosos miembros de la nobleza esto no lo eximió de
las dificultades financieras y la pobreza que sufrió por periodos de tiempo.

En 1635 después de la muerte de su segunda esposa, Lope de Vega tomó órdenes


sagradas y se convirtió en sacerdote. Más tarde, convertirse en sacerdote no lo
alejó de la de la escritura, sino que siguió escribiendo y siendo activo en el mundo
literario. Posterior a los dos años desde su inició como sacerdote, el 27 de agosto
de 1635 Lope de Vega falleció a los 72 años en Madrid, España.

Las obras de Lope de Vega dejaron un profundo impacto en la literatura española y


europea. Su teatro influyó en generaciones posteriores de escritores y fue un factor
clave en el desarrollo del teatro barroco.

2. El teatro barroco de España

El teatro barroco se desarrolla en el siglo XVI, llegando a su auge en el siglo XVII,


proclamando el tan conocido Siglo de Oro en España, gracias a grandes figuras
como Lope de Vega y Calderón de la Barca (Cáceres Valderrama, 2005; p. 347). El
barroco en su más pura y simple concepción fue una corriente que arrasó los
campos artísticos, es decir, las artes plásticas, la música, literatura y, por ende, el
teatro, como era de esperarse. Justamente, es este arte dramático el que integra, o
mejor dicho, invade y toma ligeras partes de las demás, considerándose como la
máxima representación del barroco. Este periodo histórico es importante para la
actualidad, ya que este teatro barroco español da la pauta a lo que hoy en día
consideramos características y elementos básicos en una obra teatral.
El barroco como movimiento posterior al renacimiento, se aleja de las prescripciones
filosóficas del renacimiento que llamaban a la mesura y al equilibrio, y opta por la
representación de las pasiones y temperamentos bajos, lo brusco, lo exagerado.
Tras la Reforma luterana (1517) y la Contrarreforma católica (1545), la teoría
heliocéntrica de Copérnico (1543) y los avances de Galileo con las leyes de Kepler,
la unidad cultural y espiritual del continente europeo se sumió en un caos. Hubo una
caída económica, revolución de precios y levantamientos, el hombre no podía
quedarse estoico e indiferente a su entorno, como predicaba el renacentismo; por
ello, las manifestaciones artísticas, y hasta las formas de la vida pública misma
llegan a ser desbordantes. “La vida se erige como el gran teatro del mundo”
(Valderrama; p. 347), se impone el “arte de parecer”, siendo sus tres principales y
fundamentales elementos el efectismo, la espectacularidad y la emocionalidad, todo
esto correspondido por las obras de teatro configuradas por el famoso libro el “Arte
nuevo de hacer comedias” (1609) de Lope de Vega, un tipo de guía/manual para
hacer obras de teatro a través de un nuevo camino.

El teatro barroco trata de expresar, a través de la sobreestimulación de los sentidos


(por ello su adorno, ostentación, y “miedo al vacío”), la inquietud de vivir, existir en
un mundo falso (p. 347), la fugacidad de la vida, el paso del tiempo, por ello la obra
barroca se va a caracterizar por su dinamismo y su escenario desbordante, su
voluntad integradora, ya sea socialmente (lo humilde y lo noble) o en las artes
(música, danza, pintura, etc.). Es gracias a este teatro que se empiezan a construir
los primeros locales fijos con el único propósito funcional de obtener un espacio
para apreciar las obras dramáticas.

El teatro español del Siglo de Oro, usualmente es clasificado en dos ciclos: el de


Lope de Vega y el de Calderón, aunque no necesariamente están estrictamente
separados, pues llegan a estrenar al mismo tiempo durante un periodo. El ciclo de
Lope de Vega es aquel que inaugura y hace triunfar este arte barroco en escenario,
es el precursor de la comedia española, género creado con el propósito de imitar a
la vida y poder lograr la simpatía/empatía por parte de los espectadores gracias a su
espontaneidad y naturalidad del desarrollo del argumento, asimismo, se recurre a la
aparición de numerosos personajes lo que proporcionaba vistosidad, aunque escaso
desarrollo de los mismos. En este ciclo sobresalen autores como Calderón de la
Barca, Guillen de Castro con Las mocedades del Cid, Juan Ruiz Alarcón con sus
obras La sospechosa y Tirso de Molina, aparte del ya mencionado Lope de Vega.
Por parte del ciclo en torno a Calderón de la Barca, discípulo de Lope de la Vega, a
diferencia de su maestro, reduce el número de personajes para obtener un teatro
más reflexivo y filosófico, es decir, brinda de un mayor background a los personajes,
tornando el argumento y la trama más elaborada y artificiosa, además el lenguaje
usado se vuelve más adornado y ostentoso. Los dramaturgos más aclamados en
este ciclo fueron Francisco de Rojas Zorrilla con Entre bobos anda el juego, y
Agustín Moreto con su obra El desdén con desdén.

Ahora, el teatro barroco tiene elementos fundamentales, los cuales iremos


exponiendo de manera precisa y sintetizada:

2.1. Elementos materiales

Espacio de representación

El teatro español utilizó variados espacios, tanto interiores como exteriores para la
representación de las comedias. Dentro de estos espacios se van a presentar dos
tipos: los edificados, y los públicos, por llamarlos de alguna manera. Dentro de los
primeros se encuentran el teatro comercial, o también llamado corral de comedias, y
el teatro cortesano, palacios o reales sitios; por último, en la última categoría se va a
encontrar como espacio público la calle, la cual se usaba para representaciones
específicas de la fiesta del Corpus Christi.

● Corral de comedias

Al principio, cuando aún el teatro barroco no había sentado sus bases, los
dramaturgos y actores se presentaban en las calles y plazas de pueblos y ciudades
(Mateos A., 2007; p. 10), en un escenario pobre de cuatro bancos que sostenían, a
lo mucho seis tablas y una manta tirada por cordeles. De hecho, se les dice corral,
porque estos teatros públicos se construían en patios de las vecindades. Cuando
aparece este nuevo teatro, según Ignacio Arellano (1995) va a instalar dos
novedades: el escenario se eleva y atrae miradas, y el recinto se cierra, lo cual
instala un control económico.

Los primeros corrales surgen por motivos de beneficencias, aunque cabe resaltar
que algunos fueron erigidos por la misma municipalidad o como negocios
particulares. El espacio se amplió y se delimitó, aun así, siguió imitando la forma de
un corral de vecindad, componiéndose de tres elementos: el tablado (el escenario),
el patio (público de todo tipo) y los aposentos y desvanes (público más selecto).

● Coliseos

España tuvo coliseos y teatros que se apartaban del modelo típico de los corrales,
siendo mucho más lujosos y cómodos, tanto para espectadores como actores, con
muchos más aposentos, palcos y asientos tapizados con cuero, construidos de
mármol, hierro forjado y madera. A estos espacios se les denominaba el
perfeccionamiento del corral.

La escenografía

La escenografía española se caracterizó por su ingenio técnico, el uso de elementos


móviles y la combinación de decorados realistas y simbólicos para enriquecer las
obras teatrales de la época.

La escenografía barroca española se destacó por la introducción de elementos


móviles en el escenario, como tramoyas, poleas y mecanismos para cambiar
rápidamente los decorados entre escenas. Asimismo, se utilizaban decorados
detallados y realistas para ambientar la acción de la obra. Además, a menudo se
incluían elementos simbólicos que representaban el contexto histórico o el tema de
la obra. Los decorados barrocos eran a menudo suntuosos y extravagantes, con
abundante uso de dorados y detalles ornamentales. Esto debido al uso de la
perspectiva forzada. La perspectiva forzada era una técnica común para dar
profundidad y realismo a los decorados. Se pintaban objetos y edificios más grandes
en la parte inferior del decorado para crear la ilusión de distancia.

Los cielos rasos eran lienzos pintados que cubrían el techo del escenario para
representar el cielo o escenas celestiales. Los cielos pintados eran paneles
verticales que se colocaban en el fondo del escenario para representar paisajes o
ambientes específicos.

Se solía utilizar un telón de boca para ocultar el escenario antes de que comenzara
la función. Este telón, conocido como "caída" o "embocadura", a menudo estaba
decorado con elementos ornamentales y el escudo del teatro. La escenografía
barroca española incorporaba maquinaria compleja para lograr efectos especiales,
como apariciones, desapariciones y vuelos simbólicos de personajes. Los teatros
barrocos españoles tenían escenarios versátiles que permitían cambiar rápidamente
de un lugar a otro y acomodar diferentes tipos de obras, desde comedias hasta
dramas y autos sacramentales.

● La tramoya

Parte de la maquinaria teatral, por no decir la pieza más importante, la cual consiste
en un juego de poleas, era una grúa sencilla que podría esconder algún objeto del
escenario, una imagen o incluso a un actor, a los ojos de los espectadores. La
tramoya servía para manejar actores y objetos, podía levantar, bajar y hacer volar
elementos escenográficos.

2.2. Elementos inmateriales

La comedia

Se trata de comedias, tragicomedias o tragedias, toda suerte de poemas


dramáticos, que fueron encasillados por Lope de Vega en este término. Esta
comedia contiene una pluralidad temática, los dramaturgos buscaban argumentos
que les pudieran brindar un gran arsenal de temas para abordar, se inspiraban en
las novelas de caballería, en el romance y la tradición épica medieval, en la historia
española antigua y las crónicas, de ellos sacaban temas pastoriles, moriscos,
caballerescos y mitológicos; temas procedentes de la literatura religiosa como
asuntos bíblicos, misterios, vidas de santos, y por último temas extraídos del vivir
contemporáneo: políticos, religiosas, sociales, etc. (Valderrama; p. 348)

A la obra se la dividió en cinco a tres actos, llamados jornadas. Cada acto tenía que
ser continuo, dinámico en su transición, el paso de un acto a otro cargaba un valor
dramático que podía servir para señalar el paso del tiempo. El primer acto se
impone abruptamente, para captar rápidamente la atención del público, y proseguir
en la acción dramática: acelerar el inicio y contribuir al ritmo dinámico del teatro
(p.349).

Los argumentos de las obras barrocas desprendían el principio de la justicia poética,


como principio literario, y también muy alejado de la realidad; pues en el teatro era
necesario castigar al que obró malvadamente, el crimen no debía quedar impune,
como podía suceder en la vida real. Y esto es porque se ennoblece la honra, y lo
que mueve a los personajes a actuar como actúan a lo largo de su vida, por ende
los personajes eran muy activos, y raras veces profundizaban y reflexionaban en las
honduras psicológicas de sus mentes, se trataba que mantuvieran los ideales
colectivos en sus seres. Sin embargo, hay casos de monólogo, o soliloquios, los
cuales reflejaban el conflicto interno y el debate de valores de los personajes, esto
ya siendo visible en el segundo ciclo del teatro español barroco.

3. Intertextualidad:

Para empezar, cómo se origina esta gran tragicomedia, gracias a una seguidilla,
copla, lo que hoy sería una estrofa, esto era muy conocida en esa época, ya que la
mayoría lo repetía:

“Que de noche le mataron,

al caballero,

la gala de medina,

la flor de Olmedo”

Esta copla anónima, da origen a la fabulosa tragicomedia y además inspiración, una


obra acabada de Lope de Vega, encontramos dicha intertextualidad, la transposición
de la poética al drama, de lo oral a la escritura.

Por otro lado, mientras vas leyendo, sientes la sensación de que esta historia ya lo
has leído, tiene influencias de la obra “Celestina”, pero no solo en esta obra también
en varias obras, lo que según algunos investigadores mencionan es que Lope de
Vega presenta caracteres, situaciones y diálogos celestinescos.

Como tal en la obra encontramos personajes, los tres más comunes, el caballero, la
dama y el criado el cual es el consejero a quien confían, nosotros encontramos
nuestra Celestina en el personaje de Fabia, la cual es evidente su parecido a
Celestina, Tello el criado confiable, llega a Fabia para que le ayude, no obstante, su
papel se reduce al ser una mensajera, el hecho de que Alonso le regale una cadena
de oro, y Tello quiere quitarle, notamos tal referencia a la Celestina, en el personaje
de Fabia y Celestina hay cierta diferencia ya que no nos menciona claramente si
Fabia se dedica a la magia negra, pero tiene misterio ya que ella sabía lo que iba a
pasar con Alonso y pues también el que recurra a sus servicios se considera como
una señal de error trágico, tal que lo lleva a la muerte, como se ve en las tragedias
de la época clásica.

Las clases sociales, la pareja de la obra de Celestina era diferentes clases sociales,
mientras tanto en el Caballero son la misma clase social, uno de los motivos por el
cual no hay un realce de los recursos celestinescos.

Por otro lado, el amor cortés, el papel de enamorado, Alonso y Calisto, también al
criado confiable, Tello y Sempronio, la muerte inesperada, de cierta manera
sabemos los finales de los personajes.

4. Argumento y estructura de la obra:

La obra de El caballero de Olmedo se compone de tres actos, en el que, por dos


actos, la obra se desenvuelve como una comedia, de tono feliz y aun alegre;
después, repentinamente, en el tercer acto da un salto mortal y se hunde en la
tragedia.

El primer acto se nos presenta a don Alonso, un joven de Olmedo que yace en
Medina junto con su amigo, Tello. Alonso se nos presenta como un personaje
enamorado, mostrándonos diálogos que tratan de profundizar el sentimiento del
amor. Después aparecen Fabia y Tello, quienes sienten curiosidad por lo que le
sucede a Alonso, a lo que él contesta que está enamorado de Inés, una labradora
que conoció en Medina. Alonso ofrecerá una recompensa a Fabia si la ayuda a
enamorar a Inés, al estilo de La Celestina. Fabia acepta, y será la mensajera de
Alonso. Hay un cambio de escena, se nos muestra ahora a Inés y Leonor. Inés
confiesa que ama a Alonso, pero ella está obligada a casarse con Rodrigo. Fabia
aparece en la escena, entregando una carta a Inés. Ella no sabe de quién se trata,
pero Fabia le pide que necesita una respuesta por parte de ella, para el emisor de la
carta. Inés se aparta del escenario para responderla en privado, y en su ausencia
aparece don Rodrigo, junto a su compañero don Fernando. Rodrigo realiza el mismo
monólogo que Alonso, solo que su discurso es distinto: Rodrigo ama a Inés, pero
Inés no lo ama. El dolor, el peso del amor no correspondido, aflige a Rodrigo. Inés
aparece nuevamente, y al ver a Rodrigo se observa un sentimiento de rechazo. Los
dos hombres se retiran, junto con Fabia quien tiene ya en su mano la carta de Inés.
Las dos chicas, solas en la habitación, comentan sobre la respuesta que la misma
Inés escribió en la carta, mencionando que cito al emisor (Inés supone que la
identidad del emisor es Alonso) a encontrarse en las rejas de la casa, en el que
encontrará una cinta y cuando la recoja, será amor correspondido.

Fabia llega donde se encuentra Alonso y Tello, adolorida debido a los golpes que
recibió por parte de Rodrigo y Fernando. Fabia le entrega la carta a Alonso y este lo
recibe, y queda con encontrarse con Inés en las rejas. Cuando está presente en el
lugar con Tello, encuentra dos sombras, las cuales son las de Rodrigo y Fernando.
Aquí sucede el primer enfrentamiento entre los dos enamorados que termina con el
escape de Rodrigo y su compañero. Alonso piensa que esto fue una traición por
parte de Inés y ambos se retiran. El padre de Inés, don Pedro, aparece. Inés y
Leonor lo reciben. Rodrigo ingresa con la cinta en la mano e Inés se queda
sorprendida. Cree que el emisor fue el mismo Rodrigo y no su amado Alonso. Su
padre empieza a negociar el matrimonio entre Rodrigo e Inés. Inés no sabe qué
hacer en la desesperación. Cuando el padre y los dos caballeros se retiran, ingresa
Fabia y la confusión es aclarada. Es aquí donde termina el primer acto.

El segundo acto se inicia con el diálogo entre Alonso y Tello, los cuales se dirigen a
la casa de Inés. Aquí sucede la escena más romántica entre los dos, pero son
sorprendidos por don Pedro. Los dos compañeros se esconden del padre. Inés
recibe a don Pedro, quien ya ha negociado el matrimonio, y para retrasar ese acto,
Inés menciona a su padre que quiere aprender las buenas costumbres y las
tradiciones de una monja y aprender latín. El padre de Inés acepta. La escena
cambia y nos muestra a Rodrigo y Fernando, en el que se nos muestra los celos de
Rodrigo. Esta parte es quizás la más filosófica de la obra, pues nos adentra en los
sentimientos de los celos. La siguiente escena se muestra algo cómica, pues Tello
se disfraza de un profesor de latín y Fabia de una monja, se presentan ante don
Pedro como los tutores de Inés. Don Pedro no sospecha nada de los dos y acepta
que sean los tutores de Inés. De esa forma, Inés y Alonso mantendrán cierto
contacto mientras él esté de viaje. Puesto que el rey vendrá a Medina para la corrida
de toros y Alonso estará ahí con él. De esa forma, se le verá como caballero y don
Pedro no tendrá otra opción que hacer casar a Inés con Alonso. Hay un cambio de
escena, el rey aparece junto con el Condestable. El rey menciona que le dará la
primera encomienda a Alonso, el caballero de Olmedo. Para terminar con el
segundo acto, Alonso recibe cartas de Inés por parte de Tello, y en ese instante,
nuestro caballero le cuenta un sueño profético que tuvo. Tello ignora el sueño y su
significado, por lo que le pide a Alonso que se olvide de ello.

El último acto se nos presenta las fiestas de medina. Rodrigo está destrozado y
también siente envidia por Alonso y Tello, puesto que la corrida de toros se pone en
contra de él. Rodrigo y Fernando ingresan a la plaza, pero Rodrigo sufre un
accidente. Alonso va a su rescate. Los méritos por tal hazaña hacen que el rey le de
la encomienda. Después de las fiestas, Alonso debe regresar a Olmedo, se despide
de Inés, pero no sin antes contarle su miedo a la muerte, quien lo profundiza en un
monólogo. Ambos se despiden. Y en ese instante, una sombra atormenta a Alonso,
la cual después desaparece. Alonso se va a Olmedo.

En el bosque, se encuentran Rodrigo, Fernando y un personaje más. Quienes están


decididos a matar a Alonso. Alonso camina en el bosque solo y la sombra lo
atormenta, quien canta unas coplas sobre la muerte de un caballero que iba a
Olmedo, pero era solo un labrador, quien pide a Alonso que se retire a Medina.
Alonso lo ignora y continúa su camino, encontrándose con los tres personajes.
Alonso está decidido a enfrentarlos, pero le disparan por la espalda. Los asesinos
huyen. Tello aparece y encuentra a su compañero, quien lo lleva a Olmedo en
medio de la tristeza.

En Medina, Inés y Leonor conversan con su padre y le menciona que Inés, quiere
casarse con Alonso. Don Pedro acepta y en ese momento entra el rey junto con
Rodrigo y Fernando, el rey pide a don Pedro que sus hijas se casen con ellos. a lo
que él se niega. En ese momento entra Tello, quien revela la muerte de Alonso y a
los asesinos de este. Inés rompe en llanto y el rey castiga a los asesinos.

5. Características de los personajes:

Don Alonso: Es el personaje principal, se nos muestra como un enamorado que


haría todo lo posible por estar con Inés. Los monólogos que maneja cuando está
solo, son románticos en el primer acto, pero cuando tiene el sueño, cambian a un
estado melancólico y sombrío con respecto a la muerte.
Tello: Fiel compañero de Alonso. Su participación dentro de la obra le da un
carácter cómico junto con Fabia.

Inés: La hermosa Inés, quien está enamorada de Alonso. Se nos muestra también
como el personaje desencadenará los nudos dentro de la obra. Ya que ella colocara
la cinta, que generaría el enfrentamiento y el malentendido entre los dos grupos de
caballeros. Y también, con las clases de latín y las buenas costumbres, para evitar
casarse con Rodrigo.

Leonor: Hermana de Inés, será como la consejera de ella y también tendrá alguna
que otra participación dentro de la obra.

Fabia: Hace referencia a la famosa Celestina, que hará lo posible para que Alonso e
Inés puedan estar juntos. Por otro lado, también será una especie de personaje que
nos mostrará lo cómico dentro de la obra.

Rodrigo: El amor no correspondido de Inés. Este personaje se desenvuelve con el


odio, los celos y la envidia, que acabara con el asesinato de Alonso.

Fernando: Acompañante de Rodrigo, tendrá una participación en el desarrollo de


Rodrigo y le dará también algunos consejos y preguntas que ayudarán a Rodrigo a
desenvolverse.

6. Temas importantes

El amor

"El caballero de Olmedo" es una tragicomedia escrita por Lope de Vega, uno de los
dramaturgos más ingeniosos y versátiles de la literatura española. La obra está
basada en un hecho verídico ocurrido en el siglo anterior y se centra en un triángulo
amoroso que conduce a una fatal tragedia. La obra está basada en un hecho
verídico ocurrido en el siglo anterior y se centra en un triángulo amoroso que
conduce a una fatal tragedia.

El tema principal es el amor, especialmente el amor cortés, una corriente literaria


medieval que exalta el amor de forma apasionada y deja de lado los valores
cristianos. El amor cortés se caracteriza por el trato afable y elegante del caballero
hacia la dama, pero también por la clandestinidad, ya que el amor entre don Alonso
e Inés es prohibido. El erotismo y el enfoque masculino dominan en esta forma de
amor, donde la mujer es enaltecida, pero también vista como despiadada y cruel
ante los sentimientos del caballero.

Inicialmente el amor cortés es una forma de amor idealizado y caballeresco que


surge en la época medieval. En "El caballero de Olmedo", el amor entre Don
Rodrigo y Inés se presenta como un ejemplo de este tipo de amor, en el que el
caballero se enamora perdidamente de la dama y busca ganar su favor a través de
gestos heroicos y nobles. Sin embargo, el amor entre Don Rodrigo e Inés está
marcado por la prohibición debido a que Inés ya está comprometida con otro
hombre, Don Alonso. Esta prohibición es uno de los principales obstáculos que
enfrentan los amantes en su búsqueda por estar juntos.

Por otro lado, la presencia de Tello, otro pretendiente de Inés, añade un elemento
de celos y rivalidad al triángulo amoroso. Tello siente envidia de la relación entre
Don Rodrigo e Inés, lo que desencadena tensiones y conflictos en la obra.

Sin embargo, el amor trágico también es un elemento central en la obra de Lope de


Vega. El destino trágico del amor entre Don Rodrigo e Inés se revela desde el
principio, y a pesar de los esfuerzos de los amantes por estar juntos, su amor
conduce a una serie de eventos trágicos que culminan en la muerte. Ante estos
aspectos la sociedad del siglo XVII en España estaba fuertemente influenciada por
las normas de honor y honra. En la obra, el amor entre Don Rodrigo e Inés desafía
estas normas sociales, lo que tiene consecuencias trágicas para los personajes
involucrados.

La obra por su parte ha sido aclamada por sus versos y su impacto en la literatura
española. Los trovadores cantaban los versos que describen la muerte del
caballero, y la historia del amor apasionado y trágico de don Alonso y doña Inés se
ha convertido en una narrativa famosa en España.

La muerte

El tema de la muerte es otro aspecto importante en "El caballero de Olmedo" de


Lope de Vega. Este se encuentra presente de manera constante, y su sombra se
cierne sobre los personajes, dando lugar a una atmósfera trágica y melancólica.
Desde el inicio de la obra, hay presagios y señales que insinúan la muerte inminente
del caballero Don Rodrigo. El destino trágico del protagonista se da a entender
desde el principio, lo que añade una sensación de fatalidad a la historia.

Por otro lado, en el contexto de la sociedad de la época, los duelos y


enfrentamientos entre caballeros eran comunes. La muerte a manos de un oponente
en un duelo era una posibilidad constante para los personajes, y esto se convierte
en un tema central de la obra. El duelo final entre Don Rodrigo y Tello se convierte
en el punto culminante donde la muerte acecha en cada movimiento. Ante esto el
amor y la muerte están estrechamente entrelazados en la trama. El amor prohibido
entre Don Rodrigo e Inés es una fuerza impulsora detrás de muchas de las acciones
y decisiones que llevan a la muerte de los personajes.

Llegada la muerte de Don Rodrigo y otros personajes principales, como Tello,


generan un ambiente de lamento y tristeza en la obra, y se expresan sentimientos
de dolor y melancolía por la pérdida de seres queridos. Pero, a pesar de ello, los
códigos de honor y las normas sociales de la época tienen un papel relevante en la
trama. La búsqueda de honor lleva a situaciones violentas y conflictivas que
culminan en tragedia y muerte.

En resumen, el tema de la muerte en "El caballero de Olmedo" se presenta como


una presencia constante y ominosa que da forma al desarrollo de la historia. La
muerte está estrechamente relacionada con el amor, los duelos y la búsqueda de
honor, lo que da lugar a una narrativa trágica y melancólica. La obra de Lope de
Vega explora la intersección entre el amor y la muerte y cómo las acciones y
decisiones de los personajes pueden tener consecuencias mortales.

También se puede destacar la existencia de dos espacios escénicos distintos,


Medina del Campo y Olmedo, y cómo el protagonista, don Alonso, se enamora de
doña Inés en un encuentro en mayo. La presencia de una bruja altera el curso de su
romance y lo lleva hacia una tragedia inevitable.

La historia también abarca contrastes y antítesis, como amor y odio, vida y muerte, y
los espacios de Medina y Olmedo. La tragedia es como una muerte anunciada
desde el principio de la obra.
El destino

A lo largo de la obra, se presenta la idea de que el destino o la fatalidad


desempeñan un papel crucial en la vida de los personajes, determinando su rumbo
y el desenlace trágico de la historia. Desde el comienzo de la obra, se presentan
presagios y señales que insinúan el destino trágico del caballero Don Rodrigo, y
estos presagios incluyen sueños premonitorios y advertencias, lo que crea una
sensación de inminente tragedia.

A medida que avanza la trama, se llega hacer evidente que los eventos trágicos que
ocurren en la vida de los personajes parecen ser inevitables. Las acciones y
decisiones de los personajes parecen estar predeterminadas y conducen
inexorablemente hacia un desenlace fatal. Y ante esto el amor prohibido entre Don
Rodrigo e Inés se convierte en una fuerza impulsora detrás de los acontecimientos
trágicos. La pasión y el deseo de estar juntos llevan a los personajes a tomar
decisiones que los conducen al destino fatídico.

Dentro de la obra también se sugiere la intervención de lo sobrenatural en la vida de


los personajes. Elementos como los sueños premonitorios y las apariciones de
fantasmas crean una atmósfera misteriosa y refuerzan la idea de un destino trágico
que está más allá del control de los personajes.

Por último, el honor y la búsqueda de venganza también están estrechamente


relacionados con el destino de los personajes. Las decisiones basadas en el honor y
el deseo de vengarse de agravios pasados llevan a situaciones conflictivas que
contribuyen a los trágicos desenlaces.

El honor

El tema del honor es uno de los pilares fundamentales en "El caballero de Olmedo"
de Lope de Vega. En la obra, el concepto del honor se presenta como un conjunto
de valores y normas sociales que rigen la conducta de los personajes y tienen un
impacto significativo en el desarrollo de la trama.

En el contexto de la España del siglo XVII, el honor estaba estrechamente


relacionado con el código caballeresco, que dictaba cómo un caballero debía
comportarse y defender su reputación y la de su familia. Don Rodrigo, como
caballero, está fuertemente influenciado por este código y busca mantener su honor
a través de acciones nobles y valientes. Es por esto que el honor también se aplica
a las mujeres en la obra. Inés es considerada una dama virtuosa cuyo honor es
valioso para su familia y para ella misma; por lo que la preservación de su honor es
una preocupación importante para los personajes de la obra.

Dentro de la trama, el desafío al honor también se convierte en un tema central. Los


celos y la rivalidad entre Don Rodrigo y Tello provocan una serie de enfrentamientos
y duelos que se originan en el intento de mantener o restaurar el honor herido. Por
ello las acciones de los personajes a lo largo de la obra están motivadas en gran
medida por el deseo de preservar o restablecer su honor. Las decisiones que toman
están influenciadas por el concepto de honor y su significado dentro de la sociedad.
Además, el honor, en ocasiones, puede llevar a situaciones trágicas y mortales,
como los duelos que tienen lugar en la obra. Y en la búsqueda de venganza y la
necesidad de proteger el honor llevan a desenlaces desafortunados y tragedias.
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