Está en la página 1de 4

SOBRE ARTESANÍA INTELECTUAL, ALGUNAS CONSIDERACIONES

ENSAYO

ANGÉLICA PETANO GONZÁLEZ

ALBA LIBIA GUTIÉRREZ


Docente

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
DEPARTAMENTO DE CIENCIA DE LA INFORMACIÓN
CARRERA DE CIENCIA DE LA INFORMACIÓN – BIBLIOTECOLOGÍA
SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN
Marzo 05 de 2010
SOBRE ARTESANÍA INTELECTUAL, ALGUNAS CONSIDERACIONES
ENSAYO

¿Qué significa artesanía intelectual? La pregunta surge de la necesidad de no


pasar de largo como si el título no nos dijera nada o hiciera parte de una estrategia
del autor para atraer la atención hacía su texto:

“La etimología de la palabra artesanía, deriva de las palabras latinas artis-


manus que significa: arte con las manos, el Artesano trabaja por cuenta
propia, el Artesano es propietario de las herramientas que usa y en la
realización de su obra mantiene su propia iniciativa, emplea su gusto y su
inspiración”1.

Ahora bien, la palabra intelectual, etimológicamente proviene del latín


intellectuālis, que significa relativo al entendimiento, dedicado preferentemente al
cultivo de las ciencias y las letras2. Si se combinaran las definiciones, podríamos
decir que un artesano intelectual, es aquel que produce o crea una obra científica,
aquel que aprovecha las herramientas que tiene a mano, para generar una idea y
desarrollarla, en pocas palabras, aquel que a partir de un conocimiento ya
existente modela su saber y da a luz a un nuevo conocimiento.

Este parece ser el propósito del autor 3, que detalla una serie de instrucciones
convenientes para llevar a cabo una “artesanía intelectual”, al momento de realizar
un trabajo de grado y en general, son instrucciones útiles, cuando se quiera
emprender cualquier desarrollo que lleve a la generación de conocimiento
científico, inclusive si cabe, deberían considerarse a lo largo del quehacer
universitario, porque son fundamentalmente sencillos; organización, planeación,
repaso de ideas, consideración de lo ya existente, no dejar pasar una idea, poner
cariño en lo que se hace y comprometerse en ello…huelga sería decir que
aplicados estos principios a cualquier proyecto de la vida cotidiana, garantizaría
sino su éxito, al menos un desarrollo honroso, digno del respeto propio.

Sin embargo y para los fines de este curso, nos concentraremos en aquellas
herramientas sugeridas en el texto, que vienen a cuento en nuestro propósito de
estructurar nuestro trabajo de grado. Del texto de Wright Mills pueden resaltarse
entre otros apartes, su recomendación de una herramienta que él denomina
“archivo”, que podemos entender como una bitácora o diario, donde se recopilen

1
COTE PEÑA, Gustavo Humberto. Los Artesanos, sus herramientas y La Masonería. [En línea] (Consultado 03
de marzo de 2010) Disponible en: http://elmallete.com/linked/artesano.pdf
2
REAL ACADEMIA DE LA LENGUA. Intelectual. [En línea] (Consultado 03 de marzo de 2010) Disponible
en:http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=intelectual
3
WRIGHT MILLS, Charles. Apéndice: sobre artesanía intelectual. La imaginación sociológica. Ed. Fondo de
Cultura Económica, México, 2002. pp. 206-236.
los elementos que vayan apareciendo a medida que se reúnen y que
posteriormente servirán de apoyo para construir su trabajo.

Allí deben escribirse las ideas apenas se nos ocurren y anotar además las propias
vivencias, porque probablemente al escribirlas una vez y volver a leerlas más
tarde, puedan relacionarse con el trabajo intelectual que se está adelantando y dar
origen a lo que él denomina “ideas marginales”, fragmentos de frases de
conversaciones que se recogen en la calle, los sueños, las divagaciones. La
inspiración y el descubrimiento del algo genial, subyace bajo pensamientos que se
considerarían vanos, por eso es necesario no dejar de escribir y anclar las ideas a
un papel que las preserve, no perderlas, rescatarlas y volver a observarlas bajo
otros lentes puede llevarnos a encontrar un buen camino a seguir en nuestra
“investigación”.

Este señalamiento da pie a otro mecanismo que usualmente se reserva a


ilustrados o seres con mayor talento: el hábito de escribir. Wright Mills dice que
llevar un archivo permitiría habituarnos a escribir, a tener control sobre la propia
experiencia, además de tener las ideas a la mano y adicionalmente a mejorar la
forma en que expresamos nuestras ideas. Sin embargo, podría añadir que escribir,
es justo decirlo, no es fácil, pero tampoco es un arte reservado a seres especiales.

Algunos dirán que de hecho lo es, y por eso el libro es un invento selecto, que se
saborea como un manjar o que se desecha como un alimento descompuesto.
Cierto es, pero si atendemos a la humildad de llevar nuestra obra con paciencia,
descubriremos que cuando conectamos nuestra cotidianidad con nuestro propio
corazón, estaremos armando oración tras oración, nuestra voz escrita que
sobrevivirá a nuestra voz oral. A veces es solo cuestión de detenernos a pensar
qué queremos decir y simplemente, sencillamente escribirlo. Pulirlo, será después
lo de menos, desde que la idea pura quede preservada.

El autor hace un primer señalamiento, que se analiza aquí en último lugar para
recordarlo mejor. La frase, citada textualmente dice:

“Pensar es luchar por el orden y a la vez por la comprensión. No debéis


dejar de pensar demasiado pronto, o no llegaréis a saber todo lo que
debierais; no debéis prolongarlo interminablemente, u os agotaréis. Éste es
el dilema, supongo yo, que hace de la reflexión, en los raros momentos en
que se desenvuelve con más o menos éxito, el esfuerzo más apasionante
de que es capaz el ser humano”.4

Esta frase se conecta de algún modo con la consideración que hace el autor
cuando se refiere a la “cocina” de la ciencia. La cocina es el sitio donde se cuece
la comida, el sustento, la provisión de energía que nos mantiene vivos. Así se
entiende que el autor considere que la ciencia, es la cocina donde se prepara una
materia que nos abastece para otro tipo de supervivencia, porque el alimento que

4
Ibíd. pp. 233
allí se cocina nutre nuestras mentes y si lo pensamos con cuidado, nuestra mente
es el palacio que domina nuestro reino personal, porque podremos carecer de
recursos o de poder en un mundo material, pero nuestras ideas se elevan y no
existe para ellas más límites que el que nosotros mismos imponemos cuando no la
alimentamos con lecturas y con reflexiones.

En el mundo en el que vivimos existen limitaciones infinitas que nos atascan en


ocasiones a un estilo de vida determinado, o un lugar fijo. Pero nuestra capacidad
de pensar, reflexionar y construir, nos otorga una victoria ante la adversidad de la
realidad. Ahora bien, esta propuesta no le apunta a enajenarnos del mundo y creer
fantasías, sino a valorar la fuerza y el poder que una mente bien alimentada
cobija.

Es la victoria de Sísifo sobre Zeus 5, que no lo convierte en dios, sino en ser


humano, es el constante buscar y encontrar, descubrir e ignorar: es la paradoja del
trabajador intelectual que mantiene viva la llama del saber, porque nunca cesa, lo
que Camus llamaría el trabajo absurdo, es el trabajo que desempeña el trabajador
intelectual: dar con la respuesta que buscaba, le genera una infinidad de
interrogantes más por resolver. Sin embargo, esa respuesta es como ladrillo que
va a la obra que se está construyendo, uno a uno, fortaleciendo el conocimiento
existente. Este llamado a no dejar de pensar me parece lo más significativo del
texto, alimenta y motiva un espíritu que anhela conocer, formar, encontrar siempre
algo más allá de lo ya existente en los libros, alborota al sabio inquieto que todos
llevamos dentro.

5
CAMUS, Albert. El mito de Sísifo. [En línea] (Consultado 03 de marzo de 2010) Disponible en:
http://www.lainsignia.org/2002/abril/cul_002.htm

También podría gustarte