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ENERO
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2022
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ENERO
FEBRERO
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Dirección General de la Policía
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General de la Policía.
Presentación
Para comenzar este 2022, en el equipo del Área de Publicaciones hemos de-
cido volver a retomar un tipo de formato que siempre ha tenido gran éxito entre
nuestros lectores, y que no es otro que la revista monográfica. Esta clase de pre-
sentación nos permite analizar aún más detalladamente, si cabe, temas y cuestio-
nes tan elementales para nuestra sociedad y para nuestra institución, como es el
caso del uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía.
Se trata de una obra en la que los límites del uso de la fuerza por parte de la
policía frente a conductas ilícitas o delictivas de los ciudadanos, que no son otros
que el equilibrio entre la legitimidad en el uso de la fuerza y su adecuación al prin-
cipio de proporcionalidad.
Para ello, el autor revisa el uso concreto que debe realizarse de las armas de
fuego y la relación existente entre el uso de la fuerza y las responsabilidades de-
rivadas del mismo, destacando la fundamentación constitucional sobre la que
el autor articula todas sus aportaciones, especialmente las relacionadas con los
conceptos de seguridad ciudadana y seguridad pública.
Sumario
pág.
12 El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
1. INTRODUCCIÓN pág. 15
2. OBJETIVOS pág. 18
3. USO LEGÍTIMO DE LA FUERZA pág. 19
4. CRITERIOS LEGALES pág. 33
5. CRITERIOS DOCTRINALES pág. 46
6. USO DE ARMAS pág. 64
7. USO DE LA FUERZA EN REUNIONES Y MANIFESTACIONES pág. 72
8. ANÁLISIS DE LA RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN DE VENECIA,
ADOPTADA EN LA 126ª SESIÓN PLENARIA EN RELACIÓN CON LA
LEY ORGÁNICA pág. 85
9. RESPONSABILIDAD CIVIL Y ADMINISTRATIVA POR EL USO DE LA
FUERZA pág. 93
10. CRITERIOS JURISPRUDENCIALES pág. 100
11. ESTUDIO DE CASO: EL CASO ROQUETAS pág. 114
12. RESUMEN DE CRITERIOS LEGALES, JURISPRUDENCIALES Y
DOCTRINALES pág. 120
13. EL USO LEGÍTIMO POR PARTE DE LA POLICÍA: DESARROLLO
HISTÓRICO Y OPERATIVO pág. 125
14. EL MODELO DE SEGURIDAD EN ESPAÑA pág. 136
15. LA FORMACIÓN POLICIAL EN EL USO DE LA FUERZA pág. 155
16. ESCALATION AND DE-ESCALATION pág. 162
17. PIRÁMIDE DE USO DE RECURSOS pág. 164
18. CONCLUSIONES pág. 167
19. INTEGRACIÓN DE MODELOS Y REGULACIÓN LEGAL
DESARROLLOS NORMATIVOS Y REGLAMENTARIOS pág. 168
20. PLANES DE FORMACIÓN E INSTRUCCIÓN pág. 170
21. PROPUESTAS FINALES pág. 171
22. ANEXOS pág. 173
pág.
178 Bibliografía
pág.
188 Referencias
M.S. Luque
Marisol Ruiz
«Los buenos policías no son enemigos de los derechos humanos; todo lo contrario,
son sus principales defensores»
Constituye un honor para mí presentar este trabajo realizado con todo rigor
jurídico por Ignacio del Olmo Fernández, comisario provincial de Alicante, sobre un
tema complejo, con aristas y que puede parecer a muchos una materia incómoda
o vidriosa, pero en la que, justamente por ello, resulta más necesario investigar,
clarificar y aportar horizontes diáfanos para la correcta actuación policial. Este
estudio constituye una valiosa brújula y faro para no encallar.
En las primeras décadas del siglo XXI atisbamos unos cambios de hábitos so-
ciales producidos por las redes sociales, las retransmisiones instantáneas de la rea-
lidad desde cualquier parte del mundo y las fake news, que alcanzan todos los ámbi-
tos, en los que el uso de la fuerza por parte de la Policía acaba siendo trending topic.
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía tiene más actualidad que
nunca en una sociedad muy compleja y diversa. Desde EE. UU. nos han llegado
vídeos de flagrantes abusos, pero también de prácticas policiales protocolizadas
que, en casos concretos, han acabado con un trágico final que ha permitido pro-
ceder a su revisión. También hemos tenido ocasión de ver grabaciones de falsas
víctimas, que afirmaban haber sufrido roturas de dedos por las fuerzas policiales
durante el movimiento independentista. Con mucha menos difusión, también hay
documentos visuales en los que el sujeto que iba a ser arrestado en un segundo
se revuelve, atacando con virulencia insospechada al agente de la Ley.
Situaciones muy diferentes que precisan, cada una de ellas, de una solución
legal completamente distinta. Por ello es de gran valor el trabajo realizado por
Ignacio del Olmo para clarificar la problemática desde una perspectiva histórica,
policial y eminentemente jurídica.
Quizás para algunas personas, los temas que se abordan pudieran ser
incómodos o vidriosos, en cuanto que ponen de manifiesto el exceso policial, pero
por ello el análisis serio y riguroso que efectúa el autor, analizando los temas ge-
nerales abordados por la doctrina y los casos particulares que trascienden de las
sentencias del Tribunal Supremo, contribuye a disipar equívocos y a clarificar los
comportamientos que se esperan de los cuerpos policiales. La necesaria eficacia
policial en la defensa de los derechos y libertades que legitima el uso de la fuerza
no puede empañarse con comportamientos inaceptables en un Estado de dere-
cho.
1 Introducción
1. Como se relata en el epígrafe correspondiente a los criterios jurisprudenciales nos remitimos a las sentencias de
la Audiencia Provincial de Almería, sección tercera, de 27 de abril de 2007 y la STS 891/2008 de 11/12/2008, Sala
Segunda. Para un relato novelado se puede consultar Coque, Antonio, Cabezas de turco. Altaveu, 2020.
2. Cuando en el presente trabajo se hable de «Policía» de forma genérica debe entenderse como sinónimo de Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad, sin hacer distinción de instituciones específicas. En el caso de referirnos a un cuerpo en
concreto, este será designado según su denominación oficial (Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra,
etc.), excepto en el caso de la denominación Policía local, que se toma como una generalización de los distintos
tipos de policía de ámbito local en España. Quizás una denominación más correcta sería «las Policías locales», pero
entendemos que la primera de las denominaciones es suficientemente significativa y es la de uso común, incluso por
parte de la doctrina y la jurisprudencia.
3. «La Comisión de Venecia pide a España que reforme la Ley Mordaza». El País, 22 de marzo de 2021. Disponible en:
https://elpais.com/espana/2021-03-22/la-comision-de-venecia-pide-a-espana-que-reforme-la-ley-mordaza.html
4. Disponible en su versión original en inglés en: https://www.venice.coe.int/webforms/documents/?pdf=CDL-AD(2021)004-e
5. Se trata de la Sentencia del Tribunal Constitucional 172/2020, de 19 de noviembre de 2020. Recurso de incons-
titucionalidad 2896-2015, ECLI: ES: TC:2020:172 y de la Sentencia 13/2021, de 28 de enero de 2021. Recurso de in-
constitucionalidad 3848-2015, ECLI:ES:TC:2021:13. Serán extensamente tratadas en el epígrafe tercero de esta obra.
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2 Objetivos
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7. Como referencia, consultar Luis Felipe Guerrero Agripino: «El uso legítimo de la fuerza policial: breve acercamiento
al contexto mexicano». Ciencia Jurídica. Universidad de Guanajuato. División de Derecho, Política y Gobierno. Departa-
mento de Derecho. Año 1, n.º 3; también, Ruiz Rodríguez, L. R. (2016): «El tratamiento legal de las técnicas de interven-
ción policial: uso de la fuerza y responsabilidad penal». En Estudio Multidisciplinar de la Operativa y el Uso de la Fuerza
Policial. Tirant lo Blanc, Valencia. Osse, A.: Entender la labor policial Recursos para activistas de derechos humanos.
Editorial Amnistía Internacional (EDAI). Colmegna, P. D. y Nascimbene, J.: La legítima defensa y el funcionario policial:
¿uso necesario o proporcional de la fuerza? http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/pensar-en-derecho/revistas/7/
la-legitima-defensa-y-el-funcionario-policial-uso-necesario-o-proporcional-de-la-fuerza.pdf
8. Ruiz Rodríguez, L. R. (2014): El tratamiento legal de las técnicas de intervención policial: uso de la fuerza y responsa-
bilidad penal. Valencia, 2016, p. 41.
9. Guerrero Agripino, L. F. (2013): El uso legítimo de la fuerza policial: breve acercamiento al contexto mexicano. Méjico,
p. 35.
10. Sobre el origen del término policía, Anneke Osse declara: «Es evidente que “policía” y “política” son términos re-
lacionados. Ambos términos se derivan del latín politia, que significa “administración civil” o “Estado” y proviene de
las voces griegas polis (ciudad) y politikè (lo que pertenece a la ciudad-Estado, a la sociedad civil)». En «Historia del
concepto de “policía”». Entender la labor policial Recursos para activistas de derechos humanos. EDAI. Ver nota 205
del presente trabajo.
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Para ellos está permitido realizar acciones que están prohibidas para el res-
to de los ciudadanos. Pero no les está permitido en el ejercicio privado12.
Los dos casos a los que se refiere Guerrero Agripino serán posteriormente
analizados exhaustivamente, respecto a la jurisprudencia del Tribunal Supre-
mo español.
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14. Informe del secretario general (2004): «El Estado de derecho y la justicia de transición en las sociedades que
sufren o han sufrido conflictos». Tomado de Entender la labor policial. Recursos para activistas de derechos humanos».
Osse, A. (2007): Op. cit., p. 57.
15. Osse, A. (2007): EDAI.
16. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
17. Osse, A. Entender la labor policial Recursos para activistas de derechos humanos. Editorial Amnistía Internacional
(EDAI), p. 55.
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La autora cita como fuentes doctrinales los preámbulos del Pacto Interna-
cional de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales:
Anneke Osse define «orden» como «un estado de armonía pacífica bajo una
autoridad constituida»20. Sin embargo, apostilla:
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25. Sentencia del Tribunal Constitucional 172/2020, de 19 de noviembre de 2020. Recurso de inconstitucionalidad 2896-
2015, Fundamento Jurídico 3, letra b.
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tica española, policías). Los gobiernos y las fuerzas de Policía argumentan que
la casuística de la intervención policial es tan variada que es de imposible deter-
minación a priori 31, prefiriendo un sistema simplificado de fuentes en materia
de intervención policial. Veremos que este ha sido el sistema adoptado por el
legislador español, pero no está exento de polémica, al menos en la opinión de
una parte de la doctrina, por su efecto de potencial inseguridad y falta de infor-
mación por parte de los ciudadanos de las competencias y formas de proceder
de la Policía en materia del uso de la fuerza y los medios coercitivos.
Existe además una diferencia de criterio entre los distintos tipos de siste-
mas policiales. Anneke Osse refiere dos sistemas principales: el que denomina
«continental o napoleónico» y el «anglosajón»32. Como puntualiza la autora,
la primera de las concepciones (continental) se contrapone a la segunda: «La
representación más reseñable de esta perspectiva es Francia, pero los demás
países de la Europa continental y los países de América Latina tienden a com-
partirla. La otra perspectiva (anglosajona) se muestra crítica (incluso recelosa)
ante la gestión pública de los problemas de seguridad».33
31. «En materia de códigos éticos o deontológicos no puede pasarse por alto lo sucedido en Cataluña con la aproba-
ción de su Código de Ética de la Policía en noviembre de 2010 por el Gobierno de la Generalitat. Tras crearse a nivel
autonómico el Comité de Ética, encargado de elaborar un Código de Ética para los Mossos d´Escuadra, una parte
importante de los propios profesionales de la policía autonómica se manifestaron abiertamente en contra del mismo,
así como algunos mandos y algún cargo de la Consejería de Interior, en particular, por considerarlo excesivamente
detallado y, por ende, limitador de la actividad policial y su eficacia, reclamando su sustitución por un texto simple que
recogiese sólo principios generales de actuación». Ruiz Rodríguez, L. R. (2016): «El tratamiento legal de las técnicas
de intervención policial: uso de la fuerza y responsabilidad penal». En Estudio Multidisciplinar de la Operativa y el Uso
de la Fuerza Policial. Tirant lo Blanc, Valencia, p. 53. En el mismo sentido se puede consultar Guerrero Agripino (2013):
«El uso legítimo de la fuerza policial: breve acercamiento al contexto mexicano», p. 51.
32. Osse, A. (2007): «Diferentes perspectivas sobre el papel del estado y sus funcionarios». En Entender la labor policial
Recursos para activistas de derechos humanos, p. 44. Editorial Amnistía Internacional (EDAI). Ver También nota 184.
33. Osse, A. (2007): Op. cit., p. 44.
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34. Colmegna, D. P. y Nascimbene, J.: La legítima defensa y el funcionario policial: ¿uso necesario o proporcional de
la fuerza? Disponible en: http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/pensar-en-derecho/revistas/7/la-legitima-defen-
sa-y-el-funcionario-policial-uso-necesario-o-proporcional-de-la-fuerza.pdf (consultado, febrero-abril 2021).
35. Como veremos en epígrafes posteriores, el uso de la fuerza policial se encuentra jurídicamente amparado por
la excusa absolutoria que se conoce como «ejercicio legítimo de un deber, oficio o cargo», mientras que, en el caso
argentino, los autores la incluyen el caso de la «legítima defensa».
36. Colmegna y Nascinbene: Op. cit., pp. 415-422.
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43. Estudio Multidisciplinar de la operativa y el uso de la Fuerza policial, Homenajes y Congresos. Tirant Lo Blanc.
Valencia, 2016.
44. Proyecto de Investigación DER-2012-35997-C03-01: «Estudio jurídico criminológico del uso de las defensas po-
liciales y de las técnicas de intervención policial», financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad del
Gobierno de España, 2013-2015.
45. Ibidem: «Estudio jurídico criminológico del uso de las defensas policiales y de las técnicas de intervención policial».
En Estudio Multidisciplinar de la operativa y el uso de la Fuerza policial, pp. 55-65. Homenajes y Congresos. Tirant Lo
Blanc. Valencia, 2016.
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Las hipótesis planteadas son coincidentes con las críticas que hacen los defen-
sores de los derechos humanos (véase Anneke Osse, 2007; Cervelló, 2013; Gue-
rrero Agripino, 2013) en relación con las intervenciones de la Policía. Parte del
presente trabajo va a ir destinado a corroborar o a refutar las hipótesis referidas.
4 Criterios legales
46. Artículo 97 CE: El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Esta-
do. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes.
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47. LO 2/1986 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Preámbulo, Epígrafe II.
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«Artículo quinto.
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4. Dedicación profesional.
5. Secreto profesional.
6. Responsabilidad.
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49. Cervelló Donderis,V. (2013): «Limitaciones al ejercicio de la violencia policial en los supuestos de resistencia pasi-
va». Revista de Derecho Penal y Criminología, 3.ª Época, n.º 9, p. 19. UNED.
50. LO 2/1986 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Preámbulo, Epígrafe I.
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51. Cabe hacer referencia a la Sentencias del Tribunal Constitucional 172/2020, de 19 de noviembre de 2020. Recurso
de inconstitucionalidad 2896-2015, Fundamento Jurídico 3, en el que define y matiza esta supuesta equivalencia de
conceptos, subordinando la Seguridad ciudadana al más genérico concepto de Seguridad Pública. Debe prevalecer por
tanto esta interpretación, que ya se ha reflejado en el epígrafe tercero de esta obra. No son, por tanto, constitucional-
mente sinónimos.
52. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, Epígrafe I.
53. Cervelló Donderis, V. (2013): Op.cit., p. 16.
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54. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, Epígrafe III.
55. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit,. p. 17.
56. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 17.
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«Artículo 3. Fines.
61. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, Epígrafe III.
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5 Criterios doctrinales
63. Cervelló Donderis, V. (2013): «Limitaciones al ejercicio de la violencia policial en los supuestos de resistencia
pasiva». UNED. Revista de Derecho Penal y Criminología, 3.ª época, n.º 9 (2013).
64. Es importante volver a recordar que, en el punto 2.c del artículo 5 LO 2/1986, se impone a los profesionales de la
seguridad el deber de actuar «con la decisión necesaria, y sin demora cuando de ello dependa evitar un daño grave,
inmediato e irreparable; rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en
la utilización de los medios a su alcance». Es decir, el policía no puede sustraerse a su obligación de actuar, aunque
sí que deberá hacerlo aplicando los mencionados principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad. En el
mismo sentido, Declaración de Policía de 8 de mayo de 1979 del Consejo de Europa (Resolución 690), Epígrafe A.
Ética, epígrafe 12. «En el ejercicio de sus funciones, el funcionario de Policía debe actuar con toda la determinación
necesaria, sin jamás recurrir a la fuerza más que lo razonable para cumplir la misión exigida o autorizada por la ley».
Volveremos a menudo sobre este punto.
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65. «La legitimidad para el ejercicio de la fuerza coactiva por el Estado a través de los órganos de naturaleza policial
no es objeto de discusión en la actualidad, al margen de cuáles sean las cualidades políticas a través de las cuales
se organizan aquellos». El tratamiento legal de las técnicas de intervención policial: uso de la fuerza y responsabilidad
penal. Luis Ramón Ruiz Rodríguez, p. 41.
66. «…el papel de la policía en la prevención, investigación y castigo de la delincuencia común no se pone en entredi-
cho en términos abstractos, en cuanto a su necesidad, sino en concreto, en la medida en la que pueda desarrollar su
actividad fuera de los límites que representan la protección y reconocimiento de los derechos humanos y las liberta-
des públicas frente a todo tipo de delitos», Ruiz Rodríguez (2014): Op. cit., p. 41.
67. «…la actividad policial en sí misma considerada carece de contenido propio… (dichas competencias siguen el)
diseño de los objetivos político criminales que los responsables públicos se marquen en cada momento», Ruiz Ro-
dríguez (2014): Op. cit., p. 41.
68. Ruiz Rodríguez (2014): Op. cit., p. 42.
69. Osse, A. (2007).
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Ese criticable vacío jurídico, a juicio del mencionado autor, tiene una conse-
cuencia peligrosa:
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El autor eleva una crítica más, esta vez centrada en el sistema de formación
y cualificación de los profesionales de la seguridad pública: en este caso se trata
de que la formación que reciben carece, a su juicio, de una base legal fehaciente,
lo que genera a su vez un problema adicional, que ya se ha enunciado en el pá-
rrafo anterior: el ciudadano desconoce qué puede esperar y qué no, en relación
con las intervenciones de la Policía.74 Esta crítica, en general, se supone que se
debería generalizar al conjunto de las actuaciones policiales, pues en materia,
por ejemplo, de tráfico, hay un Reglamento de Tráfico75 de general conocimien-
to y obligado cumplimiento, pero no incluye normativa específica sobre reglas
y procedimientos de intervención.
El primer aspecto que se puede extraer del estudio de los tipos penales es
verificar si el autor (el policía o miembro de los Fuerzas y Cuerpos de Seguri-
dad) es un sujeto imputable de la conducta inicialmente punible.
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Código Penal, en lo sucesivo CP). Hay que tener en cuenta que tanto la doctrina
como la jurisprudencia exigen que la actuación del policía cuya conducta se en-
juicia se determine dentro del cumplimiento de funciones propias de su cargo,77
pues, de lo contrario, actúa como un mero particular, no como un miembro
de la seguridad pública. A sensu contrario se deduce que, en el caso de actuar
como particular, tampoco le sería de aplicación ninguna de las agravantes es-
pecíficas que los distintos tipos aplican a los funcionarios públicos.
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Con todo, la doctrina distingue ente los deberes genéricos de todo miembro
de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (con las limitaciones competenciales que
determina la LO 2/1986) y el ejercicio específico de funciones: así la profesora
Cervelló señala:
locales en el mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana por aplicación del artículo 51.3 LO 2/1986:
en el caso de la Policía Local, como cuerpo que puede participar en dichas funciones, habría una doble limitación en
relación a las competencias: la objetiva y la territorial; en el primer sentido hay que tener en cuenta que solo pueden
colaborar en las funciones de vigilancia para el mantenimiento del orden, ya que las de restablecimiento del mismo,
una vez se haya perturbado, son exclusivas de los cuerpos estatales (a salvo de las excepciones autonómicas); y, en
relación a la competencia territorial, el artículo 51.3 establece que «dichos cuerpos sólo podrán actuar en el ámbito
territorial del municipio respectivo, salvo en situaciones de emergencia y previo requerimiento de las autoridades
competentes», lo que da lugar a entender que, más allá de este territorio, habrá incompetencia absoluta y, por tanto,
actuarán como particulares. Es decir, quedarán fuera de la eximente los supuestos en los que los agentes de la Policía
Local actúen como particulares o fuera de servicio (al igual que el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad), pero
también aquellos que actúen fuera de su demarcación local, aquejados por tanto de incompetencia absoluta, lo que
supone la ilicitud de cualquier conducta típica realizada en estos términos. Ver Cervelló Donderis, V. (2013); «Limita-
ciones al ejercicio de la violencia policial en los supuestos de resistencia pasiva». UNED. Revista de Derecho Penal y
Criminología, 3.ª época, n.º 9, p. 29.
89. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 21.
90. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., pp. 21-22.
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Dentro de las acciones típicas que no resultan amparadas por las causas
de justificación del artículo 20 CP, encontramos, según la jurisprudencia, dos
supuestos frecuentes: la actuación imprudente93 y el error del tipo.94 En el caso
del error imprudente estaríamos en un supuesto en el que no se han respetado
92. Instrucción 12/2007 de la Secretaría de Estado de Seguridad. Instrucción séptima. El empleo de la fuerza en la
detención.
93. «…las situaciones de exceso en el uso de la fuerza, que en el caso concreto se consideran legítimas, normalmente
se tratan como conductas de naturaleza imprudente producidas por exceso en la intensidad o por una mala elección
de los medios utilizados frente a la resistencia ejercida por el tercero, mientras que la ausencia de motivación sufi-
ciente para intervenir deriva los supuestos a las formas dolosas de los tipos en cuestión», Ruiz Rodríguez (2014): Op.
cit., p 55.
94. «…se trata de acciones típicas o no, justificadas o no, que no pertenecen en su integridad al autor de las mismas
en lo que respecta a su ejecución, porque son el producto de una metodología y un entrenamiento que le viene im-
puesto por la institución para la que desempeñan su actividad profesional, así como por una dotación de material
de intervención o armamentístico en cuya elección el profesional no tiene una participación directa», Ruiz Rodríguez
(2014): Op. cit., p 56.
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En todo caso, la doctrina (Cervelló, 2013; Ruiz Rodríguez, 2014) estima que
ha tenido que ser la jurisprudencia la que fije los criterios de determinación de
la aplicación de la eximente completa e incompleta de cumplimiento de un de-
ber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo, debido a la ausencia
de una regulación normativa específica.
95. «El único presupuesto objetivo de la eximente es la existencia del deber y la consiguiente actuación en cumpli-
miento del mismo, y la única referencia legal que lo completa es el anteriormente analizado artículo 5 de la LOFCS
que somete el uso de la fuerza policial a los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad, y la doctrina
del Tribunal Supremo tiene la función de interpretar en los casos concretos cuándo ese deber existe y si los límites
impuestos se han respetado. De aquí, se extraen dos posibles situaciones: que la intervención policial fuese o no ne-
cesaria, en cuyo caso estamos hablando de la concurrencia o no de la causa de justificación por no poder graduarse
la necesariedad de la intervención policial, o que la intervención, siendo necesaria, haya sido desproporcionada para
resolver el conflicto que originó la necesidad de actuar», Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 65.
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En todo caso, como veremos más adelante, el policía debe interpretar la acti-
tud de resistencia o peligro y ponderar mediante un juicio racional que se concre-
ta en la exigencia jurisprudencial de un juicio de necesidad abstracta y concreta.
96. «…es el punto de partida que abre la puerta a la autorización, en su caso, del uso de la fuerza como elemento
subsidiario, ya que en la medida en que el particular no se resista es razonable pensar que existan otros medios
susceptibles de ser utilizados, lo que no significa que deba exigirse previa agresión, como hacía anteriormente el
Tribunal Supremo, ya que no solo no respeta la exigencia de legalidad al exigir un plus que la literalidad del Código
Penal no recoge, sino que confunde el campo de aplicación de esta eximente con la legítima defensa 19, razón que
llevó al Alto Tribunal a consolidar el abandono de este criterio en la STS 20.10.1980 (3720)», Cervelló Donderis, V.
(2013): Op. cit., p. 19.
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6 Uso de armas
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pleja labor policial, de hecho si no la hubiera, hay otras figuras penales que
pueden ser aplicadas como la imprudencia o el error, pero es una exigencia
del Estado de derecho garantizar que los agentes del orden lleven a cabo sus
funciones con profesionalidad, rigor y respeto a la legalidad, con una especial
atención a la prohibición de los tratos abusivos, incorrectos o vejatorios sin que
quepa hablar de error sobre la necesidad de actuar de ese modo (error sobre
los presupuestos fácticos de una causa de justificación) cuando se trate de un
incumplimiento notorio y evidente de las obligaciones legales del cargo».108
• Instrucciones verbales.
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• Armas de electrochoque.
• Cañones de agua.
• Perros.
• Armas de fuego».109
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1.º que el sujeto activo sea una autoridad o funcionario público autorizado
por las disposiciones correspondientes a hacer uso de medios violentos
en el ejercicio de los deberes de su cargo.
3.º que para el cumplimiento del deber concreto en cuyo ámbito se está de-
sarrollando su actividad le sea necesario hacer uso de la violencia (nece-
sidad en abstracto) porque, sin tal violencia, no le fuera posible cumplir
con la obligación que en ese momento le incumbe; en este caso la necesi-
dad abstracta debe indicar ya la exigencia de hacer uso de las armas por
la gravedad de la situación que implica un riesgo grave en la seguridad
ciudadana como son los indicios de comisión de un delito grave o de
grave riesgo para la vida o integridad de las personas, ya que si el uso de
armas no resulta necesario, ni siquiera como medio intimidante, no se
debería hablar de necesidad en abstracto.
4.º que la violencia concreta utilizada sea la menor posible para la finalidad
pretendida, esto es, por un lado, que se utilice el medio menos peligroso,
y, por otro lado, que ese medio se use del modo menos lesivo posible,
todo ello medido con criterios de orden relativo, es decir, teniendo en
cuenta las circunstancias concretas del caso, entre ellas las posibilidades
de actuación de que dispusiere el agente de la autoridad (necesidad en
concreto), lo que implica la obligación de hacer uso de las armas primero
de manera intimidatoria y caso de tener que utilizarse dirigida priorita-
riamente a zonas no vitales, donde puede tener mucha importancia la
destreza del agente en su uso reglamentario».
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Derecho de reunión
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Prohibición
117. Cervelló Donderis, V. (2013): «Limitaciones al ejercicio de la violencia policial en los supuestos de resistencia
pasiva». UNED. Revista de Derecho Penal y Criminología, 3.ª época, n.º 9.
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
petuosa con los derechos fundamentales regulados en la ley, así como con el
resto de derechos fundamentales que asisten a los manifestantes (libertad e
integridad). Subsidiariamente, las fuerzas actuantes podrán intervenir, previo
juicio de idoneidad de las medidas a adoptar, que serán las menores posibles,
dentro de la adecuación a la situación concreta donde se aplican. En todo caso,
deberán ser justificadas y solo cabe el uso de la fuerza y la detención en el caso
de comisión de delitos. En el resto de los casos, las infracciones podrán ser
sancionadas administrativamente118.
Dejando aparte el apartado d), del artículo 5, tres son las razones básicas
que pueden llevar a la suspensión o disolución de las manifestaciones en curso:
que sean ilícitas, que produzcan alteraciones del orden público con peligro para
las personas y bienes y el uso de uniformes paramilitares. La Ley no especifica
los casos a contemplar en los puntos b) y c), del artículo 5, por lo que habría
que recurrir a criterios alternativos119.
Dichos criterios no son diferentes a los ya manejados en relación con las exi-
gencias para el uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía. Así, la profesora
Cervelló propone el criterio de «necesidad abstracta» para la intervención en
el orden público con motivo de reuniones o manifestaciones:
118. Como obligaciones concretas, el artículo 5.3.b) LFFCCS establece el respeto a la vida y la integridad física de las
personas y el respeto a su honor y dignidad en las operaciones de detención o custodia y el artículo 16 LPSC exige la
adopción de medidas necesarias para la protección de reuniones y manifestaciones, permitiendo en los supuestos
legales su disolución en la forma que menos perjudique. Todo ello aporta referencias claras al carácter subsidiario
de las actuaciones policiales más lesivas para los derechos de los ciudadanos, con indicación expresa de actuar
conforme al Código Penal y a la Ley de Enjuiciamiento Criminal en los casos de resistencia, negativa infundada
a identificarse o a realizar voluntariamente las comprobaciones o prácticas de identificación. Cervelló Donderis, V.
(2013): Op. cit., p. 20.
119. La implantación de la democracia y la nueva legislación sobre el derecho de reunión y manifestación acabó
con la reglamentación y la casuística sobre orden público del régimen anterior (Disposición final segunda de la LO
9/1983). Sería conveniente, a juicio, entre otros, del profesor Ruiz Rodríguez (2014), un desarrollo normativo más
extenso en este campo. Véase nota 53 del presente trabajo.
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los vehículos, pero ello no debe ser suficiente para limitar el dere-
cho de reunión, sino que se debe exigir que produzca trastornos
graves o colapsos prolongados en la circulación».125
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Limitaciones legales
129. «… normas consideradas códigos deontológicos profesionales (Declaración de Policía, de 8 de mayo de 1979,
del Consejo de Europa y Código de conducta de los funcionarios encargados del cumplimiento de la ley de Naciones
Unidas, de 17 de diciembre de 1979), como la normativa específica que regula la LFFCCS, en su artículo 5 p 44. Por lo
tanto, a partir de los requisitos de congruencia, oportunidad y proporcionalidad que permiten hacer uso de la fuerza,
hay que determinar cuáles son los medios menos lesivos preferentes al uso de la violencia, que sólo cuando sean
descartados por insuficientes y no idóneos podrán dar paso a la autorización de los medios violentos y, dentro de
éstos, determinar los límites de la autorización excepcional de las armas, cuando exista riesgo racionalmente grave
para su vida, integridad física o de terceras personas, o haya grave riesgo para la seguridad ciudadana». Cervelló
Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 42.
130. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., pp. 38-39.
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
A modo de síntesis, para que en el ámbito del orden público la actuación po-
licial quede subsumida en el deber jurídico del artículo 20.7 del CP, debe enten-
derse comprendida dentro de los Principios Básicos de Actuación y obedecer
a una cierta resistencia o desobediencia de los congregados o manifestados.132
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Resistencia pasiva
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Protocolo de actuación
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en concreto, ya que es posible que, ante una autorización general del uso de la
fuerza en una determinada situación, el empleo de la fuerza en el caso particu-
lar haya sido desproporcionado cuando no se justifique la necesidad del uso de
la fuerza por la pasividad e indefensión del ciudadano que sufre la violencia, no
habrá eximente completa ni incompleta, vgr. la STS 24.12.2001 (R.1820), sin
embargo, si el uso de la fuerza era necesario en general, pero ha habido una
extralimitación en los medios se puede aplicar la eximente incompleta, como
hace la STS 24.5.1996 (R.4017)».138
Medidas preventivas
Uso de medios
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
«en primer lugar, hay que hacer mención a los sistemas de re-
solución alternativa de conflictos, que vienen utilizando como uno
de sus medios más eficaces a la mediación consistente en que un
mediador imparcial acerca dos posiciones enfrentadas con el fin
de que lleguen a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, sien-
do diversas las unidades de policía local que ya han creado unida-
des específicas con resultados muy positivos en esta área».
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Utilizar fuerza física para arrastrar a los ciudadanos que realicen senta-
das o se opongan a abandonar la vía pública, sin que en ningún caso se pueda
justificar las agresiones frente a sujetos que de forma pasiva se resisten a se-
guir las indicaciones policiales.145
145. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 45. La autora especifica que «entre los medios violentos» se utilizará
preferentemente la fuerza física para arrastrar a los ciudadanos. Ya hemos hablado del término violencia en relación
con el uso de la fuerza policial.
146. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 46.
147. Cervelló Donderis, V. (2013): Op. cit., p. 46.
148. «Los socialistas negocian más cambios en la “Ley Mordaza”». El País, 21 de enero de 2022. «Los Comunes
agitan el choque de la CUP con el Govern por los Mossos». La Vanguardia, 21 de enero de 2022. «El Gobierno logra un
primer pacto con sus socios para reformar la “Ley Mordaza”». El Periódico de Cataluña, 21 de enero de 2022.
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Conclusiones:
• Cuestiones que han suscitado mayor interés (en España a nivel interno).
Epígrafe 92. Se menciona específicamente que la presente opinión no de-
sarrolla la Ley Orgánica en su integridad, sino solo los artículos que han
«atraído más atención a nivel doméstico». No es, por lo tanto, un estudio
sistemático de la Ley (ni se supone un dictamen jurídico exhaustivo).
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• Regulaciones específicas
150. Los reglamentos no necesitan, desde luego, ser votados en cámaras parlamentarias. Pero, si no existe un con-
senso suficiente, podemos encontrarnos con situaciones como las que ha propiciado la LO 4/2015 y que se sucedan
los recursos de inconstitucionalidad o las apelaciones a organismos internacionales para demandar una rectificación
de ese tipo de normas, lo que es muy inconveniente si se quieren asentar procedimientos de seguridad que sean
perdurables y, generalmente, aceptados.
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155. Surroca Costa, A. (2016): «La responsabilidad civil subsidiaria de la Administración por los delitos cometidos
por miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad». Revista Catalana de Derecho Público, n.º 52, junio 2016, pp.
129-147.
156. Gaviria Sánchez, J. V. (2016): Responsabilidad civil derivada de actuaciones policiales». En Estudio Multidiscipli-
nar de la operativa y el uso de la Fuerza policial, pp. 55-65. Homenajes y Congresos. Tirant Lo Blanc. Valencia.
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Según exige el artículo 121 CP, para que se pueda exigir responsabilidad al
agente de Policía, la actuación debe tener un elemento objetivo: la actuación
debe ser «en el ejercicio de sus cargos o funciones» y «que la lesión sea conse-
cuencia directa del funcionamiento de los servicios públicos».163
Sin embargo, esta regla se rompe en el caso de actuaciones con armas de fue-
go, en las que el Tribunal Supremo ha elaborado la llamada «teoría del riesgo»:
95
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Podemos ver cómo se formula dicha «teoría del riesgo» en la STS (2.a) de
21 de diciembre de 1993 [RJ 1993\9589]:
164. Surroca Costa, A. (2016): Op. cit. Fundamento de la responsabilidad civil subsidiaria de la Administración por
delitos cometidos por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
165. Gaviria Sánchez, J. V. (2016): Op. cit., p. 92.
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Cuando el policía está fuera de servicio, pero ejecuta «una serie de actos
que permiten nuevamente conectar su comportamiento con el servicio públi-
co»,166 como, por ejemplo, una identificación, una persecución, una detención,
etc. No olvidemos el artículo 5.4 LO 2/1986, ya mencionado. En opinión de
Surroca Costa:
166. Surroca Costa, A. (2016): Op. cit. Responsabilidad civil subsidiaria de la Administración por delitos cometidos por
miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad fuera del servicio.
167. Surroca Costa, A. (2016): Op. cit. Responsabilidad civil subsidiaria de la Administración por delitos cometidos por
miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad fuera del servicio.
168. Surroca Costa, A. (2016): Op. cit. Responsabilidad civil subsidiaria de la Administración por delitos cometidos por
miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad fuera del servicio.
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10 Criterios jurisprudenciales
En todo caso, el alto tribunal impone un límite absoluto: que los ciudadanos
no puedan ser víctimas de violencia policial o padecer tortura o trato inhuma-
no o degradante, en virtud del artículo 15 CE.178
175. Conde-Pumpido Tourón, C. (2016): «La doctrina del Tribunal supremo relativa al uso de la fuerza policial». En
Estudio multidisciplinar de la operativa y el uso de la fuerza policial. Tirant lo Blanch, Valencia.
176. Los agentes de la autoridad no solo están facultados, sino que tienen la obligación de actuar sin demora cuando
sea necesario para preservar la paz pública, llegando incluso a la utilización de las armas e instrumentos que tienen
asignados reglamentariamente. STS 543/2010 de 2 Jun. 2010, Rec. 2144/2009.
177. Conde-Pumpido Tourón, (2016): Op. cit., p. 27.
178. Conde-Pumpido Tourón, (2016): Op. cit., p. 28.
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Requisitos
101
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Nótese que una vez más el Alto Tribunal concuerda con la doctrina expuesta,
por lo que la interpretación de la aplicación del artículo 20.7 CP es pacífica en
este punto.
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103
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Nótese que, en este caso, la sentencia hace referencia al principio del in-
terés preponderante: aunque estuviera justificada la intervención del agente,
no estaba justificado golpear repetidamente en la cabeza, pues existían otros
medios y, por lo tanto, es preponderante el derecho a la integridad física.186 Por
otro lado, no contempla la aplicación de la eximente de la legítima defensa por:
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188. Originalmente, al paso de la dotación, una de las tres personas imita ladridos de perro. Hay que hacer notar, para
una correcta comprensión de la ofensa, que perro en eusquera se denomina «txakurra». Esa es la apelación que los
radicales independentistas vascos dan a las Fuerzas de Seguridad (junto con el apelativo dirigido a los ertzantzas
de «zipayos», por los cipayos o fuerzas armadas territoriales del ejército colonial británico en la India, por lo que el
significado de dicho apelativo es el de lacayos de un ejército invasor, en este caso, mandado por el Estado español).
Los ladridos dirigidos a la dotación son por lo tanto un insulto proferido de forma, digamos simbólica. Posteriormente
se produce un enfrentamiento durante la identificación que desencadena los hechos que dan lugar a la sentencia.
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estimado otras alternativas menos lesivas), por lo que aplica la eximente in-
completa del artículo 21.1 CP.
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Relato de hechos
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del tráfico bajo los efectos de alcohol y drogas. En ese momento, Antonio se
aferra al mástil de la bandera del acuartelamiento y agrede a varios miembros
de la Guardia Civil, por lo que estos deben pedir refuerzos para contenerle,
dado que se comportaba con una brutalidad extraordinaria. Según la sentencia,
la ingesta de alcohol y cocaína le provoca un síndrome físico conocido como
«delirio agitado».195
195. La propia sentencia define el «delirio agitado» como «una reacción adversa al consumo previo de drogas de
abuso, en concreto cocaína… produciéndose un aumento de catecolaminas o “tormenta energética” con taquicardia,
arritmia, fibrilación ventricular y finalmente paro cardiaco».
196. Sala Centralizada de Operaciones de nivel provincial, que agrupa todas las comunicaciones vía radio y teléfono
de las dotaciones de una Comandancia de la Guardia Civil.
115
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dos de los imputados, por una falta de lesiones con agravante de abuso de su-
perioridad, siendo absueltos del delito de homicidio, dado que la sentencia con-
sidera probado que la muerte se debió al delirio agitado, en concurrencia con la
intervención de los imputados, pero no por la acción exclusiva de los mismos y
que, en caso de que no hubiera estado sometido a la condición médica debida al
abuso de cocaína, las lesiones producidas por los imputados hubieran podido
curar simplemente con reposo y antiinflamatorios.
197. Con posterioridad a los hechos, la Guardia Civil ha regulado el uso de las defensas reglamentarias y cómo
utilizarlas en detenciones e intervenciones corporales, prohibiendo expresamente golpear con la punta o con ningún
extremo de las mismas, así como hacer presión sobre el cuello o zonas vitales. Ello es en parte, sin duda, consecuen-
cia de los hechos que motivaron el fallecimiento de Antonio González Galdeano.
116
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Por lo tanto, se distinguen dos tipos de actuaciones: por un lado, los tres
imputados, que ejercieron una fuerza desproporcionada porque golpearon «de
modo innecesario» a la víctima o utilizaron medios no autorizados y, por otro
lado, la del resto de los intervinientes, cuyas acciones sí se ven amparadas por
el artículo 20.7 CP:
117
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Eso nos lleva a recordar y a insistir en la regulación del uso de la fuerza que
ya se ha expuesto en el presente trabajo: actuación conforme a los Principios
Básicos de Actuación, juicio de necesidad e idoneidad ex ante y juicio de pro-
porcionalidad en el uso de la fuerza concreta ex post. Es el criterio para deter-
minar si es de aplicación la eximente del artículo 20.7 CP, la eximente parcial
del artículo 21.1 CP o ninguna de ellas.
Obediencia debida
198. «d) Sujetarse en su actuación profesional, a los principios de jerarquía y subordinación. En ningún caso, la obe-
diencia debida podrá amparar órdenes que entrañen la ejecución de actos que manifiestamente constituyan delito o
sean contrarios a la Constitución o a las Leyes».
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Uso de armas
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Responsabilidad subsidiaria
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• Para que se aplique esa eximente, deben darse las siguientes caracterís-
ticas (ver SSTS de 14 de febrero de 1997, 949/2013, de 19 de diciembre,
La STS 21 de septiembre de 1999 (en relación con las SSTS 17 de enero
de 1994, 13 de mayo de 1996, 7 de marzo de 1998):199
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Por otro lado, se va a realizar un somero estudio histórico del origen y evo-
lución de los sistemas de seguridad que Anneke Osse (ver Anneke Osse, 2007)
ha denominado como «continental» y «anglosajón». Al hilo de su estudio, ana-
lizaremos si puede ser fundada la opinión de que un sistema u otro es más o
menos respetuoso con los derechos humanos y el servicio público.
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
202. Rodríguez Mesa, M. J. (2016): «El uso excesivo e indebido de fuerza por parte de la policía». En Estudio multidis-
ciplinar de la operativa y el uso de la fuerza policial. Tirant lo Blanch, Valencia, pp. 109-110.
127
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Dentro de los anteriores, la autora considera que los más proclives a des-
encadenar un conflicto con uso de la violencia son el modelo venezolano y el
de fuerza continua. El modelo canadiense presenta el problema de la falta de
formación adecuada o de experiencia del policía para lidiar con la situación,
proponiendo el DRRM como el más adecuado de todos, por ser el que crea me-
nor riesgo de uso excesivo de fuerza por parte del agente de Policía.
128
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Hay dos modelos de creación de esa Policía. El inglés, urbano, civil y conce-
bido como servicio público; y el francés, centralista, uniformador y de carácter
mixto, civil y militar.205
El modelo inglés
129
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población a París. Las tensiones sociales que se crean, junto con la necesidad
liberal y burguesa de proteger la propiedad y el naciente capitalismo, llevan a
la implantación de una infraestructura policial y judicial de control social (Ens-
ley, 2002; Requena, 2013)210. Al mismo tiempo, se conceptualiza la etiqueta de
«desviado» en los miembros de las clases menos pudientes, que no quieren o
no pueden adaptarse a las nuevas condiciones laborales.211
Por un lado, la prevención del crimen,212 sobre todo de tipo adquisitivo (ro-
bos, atracos, en general, delitos contra la propiedad). Esta es la función princi-
pal asignada a la Policía por los «grandes hombres» liberales y no está exenta
de polémica; si bien, Robert Peel acaba imponiendo sus ideas.213 Si la Policía se
acaba imponiendo es por la persistencia de Peel y la regla de «accountability»
o rendimiento de cuentas de la Policía al poder civil y a los ciudadanos.
Hay una segunda fuente de rechazo a la Policía del modelo Ilustrado. El pen-
samiento liberal de los freeborn englishmen.215 A parte del hecho de considerar
a Napoleón como la mismísima encarnación del mal, pues para un británico
210. Sobre el papel de los estados en el control policial y penitenciario, ver Foucault, M. (2013): Vigilar y Castigar. Siglo
XXI Editores.
211. Ensley define esta estrategia policial como «targeting» (identificación de potenciales sospechosos). Op. cit., p. 30.
también recordamos la teoría de Berger y Lurkmann de la «construcción social de la realidad».
212. Ensley (2002), p. 28.
213. Sobre Robert Peel, ver Ensley (2002), pp. 15-19. Sobre la regla de «accountability», ver la misma obra, p. 22.
214. La figura del detective se debe al genio creador de Edgar Allan Poe, el cual, en una serie de tres cuentos (Los
Asesinatos de la Rue de la Morge, El asesinato de Marie Roget y La carta robada) sienta las bases del detective paradig-
mático: Arséne Dupin. No es, sin embargo, el primero, como bien se demuestra en Cuentos de detectives victorianos,
Alba editorial, 2013. Otros autores posteriores copiarán la fórmula. El que más notoriedad alcanzará es Arthur Conan
Doyle con Sherlock Holmes.
215. La creencia que tienen los ingleses de sí mismos de ser hombres libres se basa en una especie de supremacía
moral, que procede de los tiempos del enfrentamiento contra la monarquía española, singularmente, contra Felipe
II. El súbdito inglés se consideraba menos súbdito si se comparaba con su equivalente español de la época, pues
consideraba, a menudo erróneamente, que en su caso era libre para decidir sobre su destino, mientras que el español
estaba sojuzgado por una forma de monarquía totalitaria. Tal forma de pensar recuerda a la fábula de La zorra y las
uvas o a los mecanismos de defensa del ego. El peor engaño es el autoengaño. También el hidalgo de El Lazarillo se
consideraba de noble estirpe y abolengo para poder escapar de su cruda miseria.
130
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Sin embargo, fueron recibidos con burlas y la mofa se extendió a los ape-
lativos que se les adjudicaron: peelers (peladores, derivado del apellido de su
creador), coppers (posteriormente apocopado en cop, la denominación de uso
común para la Policía en el mundo anglosajón. Originalmente, procede de co-
216. El segundo de los hermanos, John Fielding, que sucede a su hermano Henry como magistrado en 1754, era
ciego. Sin embargo, consiguió distinguir por la voz a 3000 delincuentes.
217. Requena Hidalgo, J. (2013): Policía y desarrollo urbano en la ciudad contemporánea. Tesis Doctoral. Universidad
de Barcelona, 2013. p. 25.
218. Para mayor información sobre este cuerpo, consultar su página web: http://content.met.police.uk/Home . Como
se recoge en la página, hay un segundo cuerpo de Policía en dicha ciudad: The Police of the City of London. Para aca-
bar con las suspicacias de los ricos y poderosos en Londres, Robert Peel no permitió desplegarse a la Metropolitan
Police en ese distrito, que cuenta con su propia fuerza de Policía.
131
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El modelo francés220
Es el que los defensores de los derechos humanos han criticado como más
propenso a la fuerza emanada desde los gobiernos y menos respetuoso con la
idea de servicio público.221
La idea de una Policía profesionalizada parte del prusiano Juan Enrique Go-
ttlob Von Justi que, a su vez, toma la idea (y la denominación) de Adam Smith.222
Para Von Justi, hombre de la Ilustración, pero educado en una monarquía absolu-
219. Ensley (2002), p. 19 (para mejor comprensión, ver la Tabla sobre el establecimiento de fuerzas de policía en
Inglaterra e Irlanda, p. 21).
220. Ensley (2002), pp. 41 -48. Requena (2013), pp. 22-24.
221. Osse, A. (2007).
222. «La policía es la segunda división general de la jurisprudencia. El nombre es francés y originalmente deriva del
griego Politeia, que propiamente significaba la policía del gobierno, esto es: salubridad, seguridad y economía». Smith,
A. (1896): Lectures on Justice, Police, Revenue and Arms. Oxford, Claremons Press, pp. 154-156. En la nota se ha refle-
jado la etimología del término, tal y como la relata Anneke Osse (ver nota 6 del presente trabajo).
132
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Von Justi cree que un poder benévolo debe ser impuesto desde arriba, para
que la sociedad pueda funcionar de forma equilibrada y eficiente. Tal es la con-
tribución de la Policía. En su obra, Tratado de la ciencia de la Policía, le atribuye
un doble significado: en sentido estricto se refiera a las acciones que procuran
«felicidad» (sic) a los ciudadanos, basadas en el orden y la disciplina.223
133
CIENCIAPOLICIAL
134
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
zación social, que la diferencia de los núcleos no urbanos. Además, las ciuda-
des modernas crecen y se desarrollan verticalmente sobre el terreno, no solo
horizontalmente. En las ciudades modernas no es posible ocupar físicamente
el territorio de forma permanente, por lo que el factor decisivo a la hora de
proporcionar seguridad es el control del tiempo, o, mejor dicho, de los ciclos
de tiempo.225
225. A diferencia del entorno no urbano, la ciudad funciona al menos por tres ciclos interrelacionados y coordinados:
el ciclo día-noche, el ciclo semana-fin de semana (que incluye los días festivos) y el ciclo ordinario-vacaciones. El com-
portamiento de los habitantes urbanos varía en cada uno de esos momentos según una alternancia cíclica y continua.
Nos comportamos, vestimos y ocupamos espacios distintos, dependiendo del momento del día, de la semana y del
año en el que nos encontramos. Eso implica un diferente escenario de seguridad que, a su vez, demanda soluciones
diferentes. «Alcanzar los objetivos del mantenimiento del orden público». En Entender la labor policial. Recursos para
activistas de derechos humanos. Editorial Amnistía Internacional (EDAI).
226. «Alcanzar los objetivos del mantenimiento del orden público». En Entender la labor policial. Recursos para activis-
tas de derechos humanos. Editorial Amnistía Internacional (EDAI).
227. Entiende que el «sector de la seguridad» incluye todos los factores que influyen en el mantenimiento legítimo
de la seguridad. Eso incluye la Policía, las «fuerzas especiales», la Policía militar, los organismos de información de
seguridad y los organismos de seguridad privados. VerOsse, A.: Op. cit., pág. 62.
228. Osse, A.: Op. cit., p. 64.
229. Incluye dentro de este concepto a las Policías y a las agencias de inteligencia, incluyendo las dedicadas a la
«inteligencia política». Este planteamiento de la estructura de seguridad tiene un marcado sesgo anglosajón, que no
se encuentra en los modelos continentales.
135
CIENCIAPOLICIAL
230. https://www.conseil-constitutionnel.fr/es/declaracion-de-los-derechos-del-hombre-y-del-ciudadano-de-1789 .
Consultado febrero-abril 2021.
231. Ver Requena (2013) y Turrado Vidal (2000).
232. Ver Ensley (2002).
233. Para ver antecedentes a la real cédula, ver Turrado Vidal (2000) o también http://historianovel.blogspot.com.
es/2007/12/sistema-policial-en-tiempos-de-fernando.htm (consultado febrero-abril 2021).
234. http://humanidades.cchs.csic.es/ih/paginas/jrug/diccionario/gabinetes/m1_fernando7.htm (consultado febre-
ro-abril 2021).
136
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Ambos cuerpos, Policía y Guardia Civil, han estado supeditados a nivel terri-
torial a los gobernadores civiles (luego delegados y subdelegados del Gobierno)
desde su creación.235
235. El precedente lo constituyen los subdelegados de Fomento, creados por Javier del Burgo, el 23 de octubre de
1833. Una reforma establecida el 29 de septiembre de 1847 pasa a crear los gobiernos civiles, de carácter provincial,
y les dota de estructura y competencias copiadas de las prefecturas francesas. El sistema se mantiene hasta la
creación de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, hasta la Ley de Organización y Funcionamiento de la
Organización del Estado, de 15 de abril de 1997. http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-7878
236. Ley Orgánica 2/86 de 13 de marzo de 1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. http://www.boe.es/
boe/dias/1986/03/14/pdfs/A09604-09616.pdf
continúa en la siguiente página
137
CIENCIAPOLICIAL
237. LO 2/86. Preámbulo II. Hay dos objetivos no declarados dentro de la Ley. El primero, desvincular a la Policía del
estigma que arrastraba para las fuerzas políticas de izquierda, por su atribuida vinculación con el franquismo. En la
segunda, tiene influencia el reciente golpe de estado de 1982, queriendo impedir en el futuro la participación en estos
hechos de la Policía.
238. Basado en las normas internacionales centrales de tipo policial: la Declaración sobre la Policía del Consejo de
Europa y el Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley, de Naciones Unidas. Los
Principios Básicos de Actuación, comunes a todas las Policías, se recogen en el artículo 5.Todos estos extremos se
han tratado en profundidad en el capítulo I.
239. En lo relativo a la LO 2/86 sigo el impagable magisterio del profesor Francisco Muñoz Usano.
240. El artículo 9 pasa a crear el Cuerpo Nacional de Policía como «un Instituto armado de naturaleza civil». Esta
definición se repetirá tanto en las Policías autonómicas como locales.
241. La Guardia Civil pasa a ser una fuerza básicamente policial, bajo dependencia del Ministerio del Interior, pero deja
la puerta abierta para su participación en misiones militares fuera de España o su integración en Fuerzas Armadas,
en los casos de estados de excepción y sitio.
242. Artículo 2 de la LO 2/86.
138
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
“Artículo once.
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CIENCIAPOLICIAL
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
141
CIENCIAPOLICIAL
142
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Estructura de Seguridad
Eso permite hacer pivotar sobre el Ministerio del Interior las competencias
de coordinación en materia de estrategia de seguridad que emanan de la Unión
Europea, utilizando de forma directa a los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado. Al mismo tiempo, al ejercer así mismo la competencia en el nivel na-
cional de materia de Protección Civil y Emergencias,245 a través de la Dirección
General de Protección Civil y Emergencias, permite una coordinación fluida y
una integración de los medios de Policía y Guardia Civil en los operativos de
intervención, en el caso de catástrofes. Esta coordinación y uso de medios se
ha ampliado y generalizado a los casos de catástrofes fuera de España, usando
el Gobierno a unidades especializadas de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
243. Para la interpretación del concepto de seguridad pública, ver el epígrafe tercero de esta obra.
244. Jar Couselo, G. (1995): Modelo Policial español y Policías autonómicas. Ed. Dykinson, Madrid.
245. R.D. 400/2012 por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio del Interior. http://www.boe.
es/buscar/act.php?id=BOE-A-2012-2396
143
CIENCIAPOLICIAL
144
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
145
CIENCIAPOLICIAL
Cabe, en este momento, hacer una remisión. A juicio del autor, para po-
der aclarar el concepto, se puede hablar estrictamente de seguridad ciudadana
cuando se da la concurrencia simultánea de tres fenómenos:
255. Ver «Ley Mordaza, los puntos más polémicos que la oposición quiere derogar». En El Diario, edición digital,
23 de noviembre de 2016. Disponible en: https://www.eldiario.es/politica/ley-mordaza-polemicos-oposicion-dero-
gar_1_3714434.html
256. «Derecho público» es aquel que compete al Estado romano («Res pública», la cosa pública, se puede entender
como aquello que compete al estado romano o del bien general de los ciudadanos), mientras que el «Derecho priva-
do» es aquel que se preocupa de los intereses de los particulares. Ulpiano. Digesto. I Inst. D.1.1.1.2.
257. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre
ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
258. STC 172/2020, de 19 de noviembre de 2020. Recurso de inconstitucionalidad 2896-2015, Fundamento jurídico
tercero, a.
146
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
espacio, la hora del día y la razón que lleva a reunirse a esa pluralidad
de personas.
259. Es la idea de fondo de la Ley reguladora del derecho de reunión y manifestación, así como la que subyace en el
preámbulo de la LO2/1986 y las sucesivas leyes orgánicas de protección de la seguridad ciudadana, aunque siempre
subyacerá una cierta tensión interpretativa, hasta que se haga un desarrollo reglamentario más específico; dicha
posición choca contra la opinión de muchos profesionales solventes de la seguridad, que ven en esta regulación
una peligrosa limitación que dificulta la intervención, frente a la enorme variabilidad de condiciones que se pueden
producir en la práctica operativa.
147
CIENCIAPOLICIAL
Por establecer un símil con otro derecho fundamental, que creo que puede ha-
cer más comprensible el argumento, hablemos por un momento de la libertad de
circulación. Dicha libertad da derecho a circular libremente por todo el territorio
español, excluyendo, claro está, dentro de la propiedad privada ajena sin permi-
so de su propietario o poseedor. Sin embargo, dicho derecho está jurídicamente
limitado. Por ejemplo, yo no puedo moverme por una vía pública conduciendo
un vehículo a motor a la velocidad excesiva. Ni tampoco con un vehículo que no
esté habilitado o autorizado a usar. Esa conducta puede ser incluso objeto de res-
ponsabilidad penal, dependiendo del tipo objetivo y de la conducta del sujeto. Es
decir, no se ampara el ejercicio antijurídico del derecho, el ejercicio contrario a la
norma, por más que el derecho esté reconocido en abstracto.
148
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Las competencias de las UIP vienen recogidas en el artículo 1 del Real De-
creto 1669/1989261:
«Artículo 1.
260. No me resisto a citar el nombre de su creador, el comisario principal, Antonio Bertomeu Fraisolí.
261. Real Decreto 1669/1989 de 29 de diciembre, que crea las Unidades de Intervención Policial (UIP) y regula su
estatuto y funciones. Código ético de la Policía Nacional. Boletín Oficial del Estado. Disponible en: https://www.boe.
es/biblioteca_juridica/codigos/codigo.php?id=018_Codigo_de_la_Policia_Nacional&modo=2 (consultado: abril 2021).
149
CIENCIAPOLICIAL
Una de las competencias más frecuentemente ejercidas por UIP y UPR son
los espectáculos deportivos. A su vez, son las que más las acercan a la relación
inmediata con los ciudadanos. Vienen reguladas por la Ley 10/1990 de 15 de
octubre, del Deporte. El motivo de la promulgación de dicha Ley fueron los
desgraciados incidentes ocurridos en el estadio de Heysel (Bruselas), con mo-
tivo de la final de la Champions Leage entre la Juventus de Turín y el Liverpool,
el 29 de mayo de 1985. Previa al partido, hubo una avalancha en una de las
gradas por un enfrentamiento entre aficiones, que supuso una trampa mortal
para los situados en la parte inferior de la grada. El resultado fue de cincuenta
y seis muertos y seiscientos heridos.
150
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
151
CIENCIAPOLICIAL
262. Ley 45/1959, de 30 de julio, de Orden Público. Disponible en: https://boe.vlex.es/vid/ley-orden-445684478 (con-
sultado: abril 2021).
152
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Por lo tanto, la ley orgánica enlaza con la opinión académica, pero no con-
creta la gradualidad y la proporción del uso. Tampoco especifican el proce-
dimiento de aviso de las medidas a adoptar. Este vacío legal es al que se han
referido los académicos, con opiniones que se han reflejado en el capítulo I.263
Sin embargo, no es del todo exacto que no se cuente con normas de pro-
cedimiento por parte de las unidades especializadas en seguridad ciudadana.
Concretamente, en lo que se refiere al uso progresivo de medios antidisturbios,
existe una Circular de la DAO264 sobre uso de materia antidisturbios, de 6 de
septiembre de 2013. La circular referida y los procedimientos utilizados en
control de orden público figuran como material clasificado, por lo que no se
puede tener acceso al mismo y menos divulgarlo públicamente. Tales restric-
ciones responden a criterios de seguridad: la difusión de las prácticas de estas
unidades sería contrarrestadas por grupos violentos, poniendo en peligro a los
miembros de dichas unidades y, por extensión, al resto de la sociedad.265
153
CIENCIAPOLICIAL
268. Solé, O. y Puente, A. (2021): El Diario.es. 12/05/2021. «El protocolo íntegro sobre las balas de “foam” que los
Mossos ocultan al Parlament».
269. Solé Altimira, O. (2021): El Diario.es. 18/02/2021. «”Foam”, el sustituto de las balas de goma que vuelve a poner
en cuestión el modelo de orden público de los Mossos». Disponible en: https://www.eldiario.es/catalunya/foam-mu-
nicion-mossos-sustituyo-balas-goma_1_7230194.html
154
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
155
CIENCIAPOLICIAL
Física. El peso académico que engloba este módulo, según datos suministrados
por el propio Plan de Estudios de la Escuela Nacional de Policía, es del 30 %
del total de la carga docente del curso, variando entre el 13 %, para Prevención
e Intervención; el 8.5 %, para Educación Física; el 5 %, para Tiro y Defensa
Personal; y el 1.5 %, para Seguridad Vial. Los objetivos docentes, declarados en
el propio Plan de Estudios, son los que se relacionan a continuación:
274. División de Formación y Perfeccionamiento del Cuerpo Nacional de Policía, Escuela Nacional de Policía. Guía
Académica. Curso 2020-2021.
156
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
157
CIENCIAPOLICIAL
dota a los policías, se le denomina defensa policial. El término «porra» es peyorativo y nunca se usa en ambientes
profesionales. Para más información sobre este término y su origen y sobre las denominaciones de los «bastones
policiales» se puede consultar el artículo del diario La Verdad de Murcia, de 29 de septiembre de 2012: «La porra»,
escrito por Ignacio del Olmo Fernández.
277. A efectos de acotar el ámbito de qué se entiende por artes marciales, nos referimos a las que son de origen
oriental, preferentemente japonés, que se recogen bajo la denominación genérica de Budo (el camino o la vía de las
artes marciales). Ver Gaspar, L. (1980): Teoría de las Artes Marciales. Publicado por el autor, Madrid.
158
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
278. En los Servicios Médicos de la Policía Nacional no se contabilizan estadísticas de este tipo de lesiones. No obs-
tante se puede proponer un trabajo alternativo sobre esta materia
159
CIENCIAPOLICIAL
sea con posterioridad, cuando las técnicas y los materiales se hayan perfeccio-
nado. Considero que el adverbio «constante» no se puede sostener metodo-
lógicamente. ¿Cuántas intervenciones son «constantes» intervenciones? ¿En
qué ámbito? ¿Son responsabilidades por delito leve? ¿Son actuaciones como
particulares o como policías en ejercicio? ¿Usaron armas reglamentarias o de
otro tipo? Todas esas preguntas son relevantes a la hora de determinar la res-
ponsabilidad profesional y penal del agente, pero también la responsabilidad
administrativa y civil, como ya se ha expuesto en el epígrafe correspondiente.
Se necesitaría un estudio más pormenorizado y concienzudo, amén de definir
metodológicamente con más rigor la hipótesis de partida, para corroborar o
desmentir un juicio como el emitido.
279. Rodríguez Mesa, M. J. (2016): «El uso excesivo e indebido de fuerza por parte de la policía». En Estudio multidis-
ciplinar de la operativa y el uso de la fuerza policial, pp. 106 y ss. Tirant lo Blanch, Valencia.
280. Rodríguez Mesa, M. J. (2016): «El uso excesivo e indebido de fuerza por parte de la policía». En Estudio multidis-
ciplinar de la operativa y el uso de la fuerza policial, p. 107. Tirant lo Blanch, Valencia.
160
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
En relación con los factores individuales, la autora señala que «un número
reducido de agentes que suelen ser los responsables de un número elevado de
quejas».281 El perfil del agente también influye en el número de quejas sopor-
tadas: mayores niveles de formación académica, género femenino y agentes de
color suelen tener menor número de quejas de promedio. En cuanto a la edad,
la autora no lo considera un factor determinante, porque, si bien es cierto que
los agentes jóvenes soportan más quejas, también es cierto que se les asigna
mayor número de tareas que a los agentes veteranos.282
Respecto a los factores situacionales, hay una alta correlación entre el uso
de la fuerza y los barrios o zonas de intervención policial. Sin embargo, la au-
tora considera el hecho de que los agentes de Policía son más proclives a exce-
derse en el uso de la fuerza en unas determinadas zonas que en otras.
161
CIENCIAPOLICIAL
284. Pruitt, D.; Rubin, J. y Kim, S. H. (1993): Social Conflict: Escalation, Stalemate and Settlement (The McGraw-Hill
series in social psychology). McGraw-Hill Education; 2.ª edición.
162
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
163
CIENCIAPOLICIAL
Medios
letales
Medios de
letalidad reducida
Manos vacías
Comunicación Táctica
Defensa Verbal & Persuasión
Presencia Profesional
164
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Ahora bien, el propio método contempla que no todas las situaciones pue-
den ser resueltas a través de los dos primeros escalones y qué, cuando fallan o
se han agotado las dos anteriores, los profesionales deben de cumplir con sus
obligaciones a través de lo que Coque denomina el «plan B». Es decir, recurrir al
legítimo ejercicio de la fuerza sustentado en el principio jurídico de oportunidad,
que significa haber agotado el «plan A», o no ser de aplicación al caso. Esto im-
plica que los agentes deben llevar a cabo el cumplimiento de sus obligaciones por
otros medios: el uso de la fuerza. Coque menciona que «el pensamiento táctico
adecuado de un profesional durante el desarrollo de las misiones y cometidos
que tiene encomendados tiene una simple fórmula: disponer de opciones válidas
para dar respuesta a los diferentes tipos de intervención que se encuentra y con-
trolar los diferentes tipos de amenaza a los que se puede enfrentar. La clave está
en la actitud y en la forma de pensar y prever con anticipación, y esto se consigue
con formación, entrenamiento y experiencia».287
165
CIENCIAPOLICIAL
Creo que es importante destacar que se puede acceder a los recursos es-
tablecidos en la citada pirámide en cualquiera de sus escalones o niveles, no
siendo necesario pasar progresivamente de la base a la cúspide. El recorrido
puede ser ascendente o descendente. Algo que no se contempla en el caso de
las Policías anglosajonas, que se ven obligadas a seguir el manual de procedi-
miento aprobado.
166
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
18 Conclusiones
Modelos históricos
Sería deseable que otras sociedades siguieran un camino similar, pero las cir-
cunstancias mandan, por lo que no se puede extrapolar un caso concreto a otro
continente o a otro país, con diferentes características históricas y sociológicas.
167
CIENCIAPOLICIAL
Con ello se conseguiría resolver uno de los problemas criticados por los
académicos y reflejado en el presente trabajo. No sería estrictamente necesario
provocar cambios legales, lo que obligaría a consensos y negociaciones legisla-
tivas, a menudo complejas y lentas. Bastaría con un desarrollo reglamentario o
mediante el ejercicio de las competencias que tienen atribuidas las comunida-
des autónomas en materia de coordinación de Policías locales.
168
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
169
CIENCIAPOLICIAL
288. Comisión Europea. Proceso de Bolonia. Disponible en la web oficial de la Unión Europea: https://ec.europa.eu/
education/policies/higher-education/bologna-process-and-european-higher-education-area_es (consultado abril
2021).
170
El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Para que dicho uso sea legalmente irreprochable, la propuesta pasa por, en
primer lugar, estandarizar las materias jurídicas en la formación y operativi-
dad de las fuerzas de Policía. Esa estandarización sería aconsejable, porque
reduciría (e incluso evitaría) el distanciamiento entre el mundo académico y el
policial, mejorando la colaboración y el autoconocimiento. Igualmente serviría
para dar a conocer propuestas operativas, por ejemplo, la «pirámide de uso
de recursos», propuesta por Antonio Coque, con lo que todas las partes obten-
drían y compartirían conocimiento.
21 Propuestas finales
171
CIENCIAPOLICIAL
• Análisis y tipología de lesiones por el uso de la fuerza policial, tanto las su-
fridas por los policías, como por aquellos sobre los que se ejerce la fuerza.
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
22 Anexos
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El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
175
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176
Bibliografía
art.
1 El uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía
Normas jurídicas
• Constitución española.
Bibliografía
• Barcelona Llop, J. (1987): «El uso de las armas de fuego por los miem-
bros de las Fuerzas y cuerpos de seguridad. Una aproximación jurídi-
ca». Revista de Administración Pública, n.º 113, mayo-agosto 1987.
180
Bibliografía
181
CIENCIAPOLICIAL
182
Bibliografía
Abreviaturas:
Páginas web:
• Código ético de la Policía Nacional. Página oficial del Boletín Oficial del
Estado. Disponible en: https://www.boe.es/biblioteca_juridica/codi-
gos/codigo.php?id=018_Codigo_de_la_Policia_Nacional&modo=2
183
CIENCIAPOLICIAL
rio.es/nacional/politica/protesta-violenta-cumbre-clima-madrid-ma-
nual-cop25_18_2859945149.html . Consultado abril 2021
Artículos de prensa:
Artículos digitales:
• Oriol Solé y Arturo Puente. «El protocolo íntegro sobre las ba-
las de ‘foam’ que los Mossos ocultan al Parlament». El Diario.es.
12/05/2021. https://www.eldiario.es/catalunya/protocolo-integro-ba-
las-foam-mossos-ocultan-parlament_1_7927138.html#:~:text=El%20
protocolo%20indica%20que%20la,proyectil%20a%20%22las%20
extremidades%22.
• Oriol Solé Altimira. «‘Foam’, el sustituto de las balas de goma que vuelve
a poner en cuestión el modelo de orden público de los Mossos». El Dia-
rio.es. 18/02/2021. Disponible en: https://www.eldiario.es/catalunya/
foam-municion-mossos-sustituyo-balas-goma_1_7230194.html
184
Bibliografía
• «El uso de una tanqueta del ejército en las protestas de Cádiz provoca
un choque en el Gobierno». El País, 23 de noviembre de 2021. Edición
digital https://elpais.com/economia/2021-11-23/polemica-por-el-uso-
de-una-antigua-tanqueta-del-ejercito-en-las-protestas-por-la-huelga-
del-metal-en-cadiz.html .
Planes de estudios
185
Agradecimientos
La presente obra hubiera sido imposible sin el concurso y la ayuda de las siguien-
tes personas, por lo que quiero tributarles mi agradecimiento y admiración:
A don Manrique Tejada del Castillo, juez recientemente jubilado, que leyó el borra-
dor y fue un apoyo y un estímulo constante, además de ponerme en contacto con el
prologuista de esta obra.
ESTUPEFACIENTES
190
Referencias
MEDIOS Y TECNOLOGÍA
191
CIENCIAPOLICIAL
por la protección efectiva que puede ofrecer con ella a distancias superiores a
las del tiro policial convencional.
ORGANIZACIONES DE SEGURIDAD
192
Referencias
CARRERA, L. (2021): «El futuro de la policía. Hacia una policía del Si-
glo XXI». Politeia-Revista Portuguesa de Ciencias Policiales, 43-63.
33 años, 6,167 féminas, 8 % del total. Más de tres décadas después de su in-
greso en el Cuerpo, el porcentaje de las guardias es reducido y sigue siendo infe-
rior al que ocupa la mujer en la Policía Nacional y Fuerzas Armadas. No obstante,
la Benemérita no cesa en su trabajo por lograr un incremento cada año.
FERNÁNDEZ, E. (2021): «41 años del primer servicio del GAR». Guar-
dia Civil, 928, 76-81.
193
CIENCIAPOLICIAL
OTRAS
194
Referencias
años se han ido publicando diferentes disposiciones reglamentarias por las que
se rige este tipo de uniformes, haciéndolo extensivo a los cuerpos policiales
195
CIENCIAPOLICIAL
Relato en primera persona del inspector jefe de la Policía Nacional que con-
siguió poner a salvo a un operario que se descolgó junto a una plataforma
donde trabajaba a casi 40 metros del suelo.
En la vena dickiana del «género negro», esta obra explora los temores y pe-
cados de nuestras sociedades, explorando un mañana en el que la humanidad
ha delegado la toma de vitales decisiones en inteligencias artificiales.
196
Referencias
SOCIEDAD
Los diez puntos clave para entender la reforma del Código Civil, Ley 8/2021,
de 2 de junio, basada en el respeto a la voluntad y las preferencias de la persona
quien, como regla general, será la encargada de tomar sus propias decisiones.
197
CIENCIAPOLICIAL
198
Referencias
TEMAS JURÍDICOS
199
CIENCIAPOLICIAL
Son ya varios los casos que han tenido sonada repercusión mediática por
haber acusado a cantantes o artistas de haber cometido un delito de enalteci-
miento del terrorismo. El precepto, que se recoge en el artículo 578 del Código
penal, es analizado con el objeto de aportar cierta claridad a la temática tratada.
Se han establecido distintos apartados en los que se determinará el origen del
artículo, resolviendo ciertas dudas respecto al bien jurídico protegido o a la na-
turaleza jurídica del mismo, evidenciando las contradictorias interpretaciones
llevadas a cabo por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.
200
Referencias
¿Es legal crear un perfil ficticio en una red social? ¿Qué pasa si alguien
usurpa nuestro nombre en Internet y lleva a cabo conductas delictivas? ¿Incu-
rriremos en un delito si firmamos por otra persona, contando con el consenti-
miento de la misma? El artículo resuelve estas y otras cuestiones relacionadas
con la suplantación de identidad; un fenómeno que ha crecido de manera muy
considerable en una sociedad dominada por Internet y las nuevas tecnologías.
201
CIENCIAPOLICIAL
TERRORISMO
MOTA, D. (2021): «En manos del Tío Sam. ETA y Estados Unidos».
Granada: Comares Editorial. Historia.
202
Referencias
203
Normas
Normas de presentación de trabajos para la revista Ciencia Policial
• Los trabajos enviados podrán ser tanto de carácter empírico como teórico.
En el caso de los estudios de investigación deberán desarrollarse a través
de los apartados: Introducción, desarrollo (incluyendo tantos apartados
como sea necesario para su correcta exposición) y conclusiones.
» Título
En el caso de que el autor del trabajo sea un alumno, este es el que constará
como autor. Los profesores aparecerán como coordinadores o directores de esa
investigación, pero no como autores.
• Es importante que en el texto enviado se introduzca una entradilla al ini-
cio del cuerpo del trabajo. Se trata de un breve resumen que sirve como
introducción para que el lector pueda tener una idea general de lo que se
desarrolla en el artículo. No se sobrepasará de las 20 líneas repartidas en
uno o dos párrafos.
Ejemplo:
• Las notas que hagan referencia a un texto o autor, irán numeradas con supe-
ríndice y desarrolladas a pie de página siguiendo las normas de publicación
APA en la edición más actualizada.
Recomendamos que ante cualquier duda sobre el uso del español, se consulte el
Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española (https://www.rae.
es/recursos/diccionarios/dpd). En esta obra se pueden consultar las dudas más
habituales de carácter fonográfico, morfológico, sintáctico o lexicosemántico.
• Cuando en el texto se haga referencia a una cita, esta irá entre comillas es-
pañolas (« »). En el procesador de texto Word existe un atajo para introducir-
las (tecla alt+174 y tecla alt+175, respectivamente).
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