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a

.1.

LA COMBINATORIA
CONTEMPLACIÓN
DE LAS VARIACIONES
DE 23 LETRAS
Hay algunos, rey Gelón, que creen que el número de los granos de arena
es infinito por su multitud; y cuando digo arena no solamente me refiero
a la que existe alrededor de Siracusa y del resto de Sicilia sino también a
la que se puede encontrar en toda región, ya sea habitada o deshabitada.
También hay algunos que, sin creer que sea infinita, piensan sin embargo
que no existe ningún número que sea lo bastante grande como para
superar tanta abundancia.
ARQUÍMEDES, El contador de arena

Empezamos con una apología al método moderno de denotar núme-


ros, en especial la convención de la notación exponencial, empleada
primero por Descartes en 1637, luego difundida sobre todo por Napier
y Newton, en las décadas que siguieron. (En estos días, la llamamos
comúnmente notación científica.) En una de sus obras más famosas,
Arquímedes, intelecto brillante del mundo clásico, necesitó unas 12
páginas (en la traducción al inglés) para crear los nombres de los
números y los métodos de multiplicación para producir una cota supe-
rior -estimación máxima, tope- al número de granos de arena que hay
en el mundo. En notación moderna, en particular la idea de los expo-
nentes, nos tomará menos de un párrafo producir una cota superior al
número de granos de arena del universo. Además, rápidamente estas
convenciones con uso de exponentes confieren el poder de realizar
una tarea que bien podría haber obstaculizado a Arquímedes: calcular
el número preciso de libros distintos que hay en la Biblioteca.

33
Un exponente entero positivo significa "la cantidad d
, . ,, p . e Ve
número se multiplica por s1 mismo . or e1emplo: ce8 qll
e 41)
4781
5 3
= 5 ·5 · 5 y 2 = 2 · 2 · .... 2 · 2
'-----v---...,
4 781 veces

son modos concisos de expresar un número "pequeño"

5 3 = 125

un número muy grande.8 Solamente hay dos reglas r


y . especto
manipulación de exponentes que nos interesan aquí. La p . de lc1
runera:

Regla 1: Multiplicar números escritos en notación exponenc· 1


ia equiv
a sumar sus exponentes. ale
Por ejemplo:

53 • 514 = ( 5 . 5 •5) •( 5 · 5 · ... · 5 · 5) = (5 · 5 •... •5. 5) = 511


14 veces 17 veces

La segunda regla complementa elegantemente a la primera:

j Regla 2: Dividir números escritos en notación exponencial equivale a


y sustraer el exponente del denominador del exponente del numerador.
Por ejemplo:

8 1676522049041525362506547816311048877759607068463182970812031140998639666509175886B
9423169009077773845740905744085778827320617721 l 0931659947399568714591497545824796138
73647
0758354211972797797543235764905722567864684228003984140011308404044321592205678
2 457349
8798197529921801160919630700034601028770571338599864608382013346981059927132 5
30857746
777667823840107714018295679082043307285550872688827887567010456660198813317 ~
625092980751975955442225426797719393203367532575001211842556594519778330069767 !7
628930
477
º
3441801403529924202599494700263231670373218710201565540800286289853720350l :~s
3231 0405790202697134224362089551868316162061097153281907964426 l 67401973 307560963
3027
425948l411179297605714105015291757369390571424809705710527995642620280697196621 !1679
5793 o93 22592780037655988299492532761268919600892082956363896640596815l0 7919370!9oso1
897793541 41 08704854804731802066926964601413195747505371623024014581 5191289468732608
º
752 492915492610250607658200820459233579973871624581533039027827192594822 764:637269
º º
ºº
0909994846 968 17775290033614086451735081471900136634048305 l 936550l 64732484668723482
5454 2336941985 5605974124635054913613 707789078539963199486512 l 4328l 891270633:4159038
º
0460978516962245945218404332537360951568826338781616551557083534695665518111 92s 549
05
º º
7293154781 565363280312371971406298562246478087376179917052553905525688581!01244638
1913245295763 0004391444653561031975755767311592992179289193224353llOl 879093
1695777636352.

34
LAS INIMAGINABLES MATEMÁTICAS
4 781 veces 14 veces 4 767 veces
,.--A-..
2 4 781 2. 2 ..... 2 . 2 2. 2 ..... 2. 2 2 . 2 ..... 2. 2
-= = x-----
i14 2. 2 ..... 2 . 2 2. 2 ..... 2. 2
'---,r----' '-----v-----'
1
14 veces 14 veces
4 767 veces
,_..:......-,,,
=2 . 2 ..... 2 . 2 =24 767 veces

De la segunda regla resulta la útil convención de usar un exponente


negativo para representar una potencia en el denominador, por ejemplo:

_1_ = 2-14
214

y el ejemplo anterior puede escribirse concisamente así:

24 781
7 = (24 781) (i-14) = 24 781+(-14} = 24 767

Es notable que tal notación relativamente simple pueda transformar


tareas complicadas, la multiplicación y la división, en los cálculos más
o menos fáciles e intuitivos de suma y resta.
En tanto sopesábamos las respuestas críticas previas a "La Biblioteca
de Babel", descubrimos que muchas personas calcularon el número de
libros o hicieron alguna indicación sobre cómo podría efectuarse el
cálculo. 9 Nuestra intención al dar una revisión relámpago de la notación
exponencial fue la de desmitificar el cálculo y, entonces, lo que es más
importante, dar una sensación de la enormidad de la Biblioteca. Luego,
después del cálculo, desenredamos un detalle del cuento pasado por
alto y lo empleamos para poner una nueva cota inferior al número de
libros de la Biblioteca. (Para nosotros, una cota inferior será un número
que significará: "Garantizamos que hay cuando menos esta cantidad de
libros en la Biblioteca".)

9
Por ejemplo, Lasswitz, quien escribió "La biblioteca universal" e influyó profundamente en
Borges, calculó el número de libros de esa biblioteca. Entre otros matemáticos y críticos que
determinaron el número de libros, están Amaral, Bell-Villada, Rucker, Nicolas, Faucher, Salpeter y
los enciclopedistas anónimos que redactaron la página que se encuentra en Wilipedia.org. Amaral
m~rece mención especial por haber encontrado la influencia de "La biblioteca universal", de Lass-
witz, en la obra de los matemáticos (contemporáneos de éste) Kummer, Fraenkel, pp. 7 y ss. y
Hausdorff, pp. 61 y ss.

La combinatoria 35
t nde, 1a combinatoria 1es labºram.a de las
libro pre, e ero de modos como . os .o Jetos, Pttec1.el'\
1 ue este
Para o q enta el núJJl . la combmatona a1 CáleuJ el.
áticas que cu de aplicar áfi f . . 0 el
matem rdenarse. Antes 10 objetos ortogr cos amillares, lo
combinarse ~bo s consideremos tar los dígitos 3, 8, 9, 1, 6, 2 Os
de li ro , represen ,
número mpleamos para tamos en desorden para ªYttcl. ar'
bO1Os que e 1 presen ,
sím , rma deliberada os b a es decir, como numeras si ...
7 4 De io costum r ' , .. 10
, .los vea usted no como
5, ue a
· nes sun. bólicas de los números del O al 9
·
a qá b1·en como representao o tan'a ocupar justo un lugar con exac,
ms , bO1Os nos gus d ,
U ando estos stm ' preguntamos: ¿ e cuantas mane-
s 10 entonces nos 1 .
tame nte un símbo , Y
11 arse un 1ugar. 7 La respuesta es e ara: existen
10
ras distintas puede en o de los símbolos.
maneras de llenar un lugar con un

1.Q
2.1
3.2
4.l
5.~
6.2
7._6
s.z
9. .a
10. .2

Ahora, ¿cuántas formas distintas existen de llenar dos lugares, tales que
cada uno de éstos contenga sólo un símbolo? Una lista completa de res-
puestas, ordenada del modo acostumbrado, sería: 00, Q1 Q2, Q3, ... 'll..,
99. Vemos, pues, que hay 100 maneras diferentes de llenar dos lugares,
dado que cada uno contiene un símbolo y que se permiten las repeticio-
nes (haciendo posible combinaciones como 00, 11, 22, 33, etc.). Al borrar
adrede la distinción entre los símbolos ortográficos y los números que
ésos representan, notamos que hay

100 =10 · 10 = 102


maneras de llenar los d 1 ds
distintos h d os ugares. Si nos preguntamos cuántos mo o
ay e llenar tres lug s •. · · es Y
que cada lu are , perrrutiéndose las repetiaon
gar contenga sól0 , sta
anterior y produci . un simbolo, generalizamos la respue
1 st
998 999 'T'1 mos ª li a completa que se lee: 000 001 002, QQJ, ···
222, ----= ........,_. enemos est
1
= = s
ª vez 000 maneras de llenar los tres lugare ·
36
LAS INIMAclNABLEs MATEMA11CA5

1
Si sem 1imos borrando la distinción entre los símbolos ortográfi 1
b- . inf.
números que representan, enmos que hay

1 000 = 10 · 10 · 10 = 103

maneras distintas de llenar los tres lugares. Fundándonos en estas ideas, per-
cibiendo que se puede establecer un patrón simple que puede emplearse
para predecir lo que posiblemente no podría entrar en la lista, ya pode-
mos preguntarnos cuántas formas diferentes hay de llenar, por ejemplo,
36 lugares, de modo que cada uno de éstos contenga sólo uno de nuestros
10 símbolos ortográficos permitidos y que se admita la repetición de sím-
bolos. Si aplicamos el razonamiento anterior, vemos que debe de haber
1ü36 maneras; esto es, un 1 seguido de treinta y seis ceros:

1a36 = 1000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000

Sólo por juego, he aquí los primeros lugares de la lista llenos del modo
como lo hemos venido haciendo:

1.000000000000000000000000000000000000
2.000000000000000000000000000000000001
3.000000000000000000000000000000000002

(¡Unos cuántos más!)

(1036 - 2) .999999999999999999999999999999999997
(1036 - 1) .999999999999999999999999999999999998
1036 .999999999999999999999999999999999999

Yese es el final de la lista.

En un artículo de la revista académica Variaciones Borges, nuestro lector


ideal, Umberto Eco, sostiene que el número exacto de volúmenes diferen-
tes que contiene la Biblioteca no viene al caso ni para el cuento ni para
el lector. Considerando que Borges escogió arbitrariamente los números
de páginas, de la línea y de las letras de cada libro, concordamos con él.
(Véase el principio del capítulo "Geometría y teoría de grafos" para exa-

La combinatoria 37
. ) Sin embargo, nosotros !\C•
materta, ~1r
sobre esta . torio que produce el núlll •
. de Borges combUlª er0
nunar una ata . der el proceso . ortante como procedente p
rnamos que cornpren diferentes es tan unp stas ideas a la historia y, dadara
lúmenes tonces, e os
exacto de vo A liquemos, en ·rnpone, usémos1os para cal
1
cuento- P Borges CU-
entender el trlcciones que d la Biblioteca.
, eros y las res lúmenes e
los núl11 d diferentes vo dice que
lar el número . e de Babel", Borges
~"~Bfu~te~ .
. ámnas; cada página, de cuarenta re
•entas diez P e,-- n-
}ibro es de cuatroo ch t letras de color negro. También ha
... cada de unas o en a . fi y
. cada renglón, 1 tras no indican o pre guran lo qu
glones, da libro· esas e e
1 d rso de ca '
letras en e o
dirán las páginas.
a libro consta de 410 · 40 · 80 = 1312 ooo
d ducitnos que cad
De estaS líneas, e ahí e podamos considerar que un libro se
áfi s De qu
símbolos ortogr co · ue pueden llenarse con los símbolos
d 1 312 000 lugares q
compone e . . , tros párrafos del cuento:
ortográficos. A contmuaoon o

, b t o-rá;;cos es veinticinco. Esa comprobación permitió


El número de szm o1os or oó. ·'1' • . '
. - f rmular una teoría general de la Biblioteca y resolver
hace tresoentos anos, o
satisfactoriamente el problema que ninguna conjetura había descifrado: la
naturaleza informe y caótica de casi todos los libros ...

Hace quinientos años, el jefe de un hexágono superior dio con un libro


tan confuso como los otros, pero que tenía casi dos hojas de líneas homo-
géneas. Mostró su hallazgo a un descifrador ambulante, que le dijo que
estaban redactadas en portugués; otros le dijeron que en yiddish. Antes
de un siglo pudo establecerse el idioma: un dialecto samoyedo-lituano del
guaraní, con inflexiones de árabe clásico. También se descifró el contenido:
nociones de
. . análisis
. . comb'matono, • 1.1ustradas por ejemplos de variaciones
con repetiaón ilimitad E . .
d . ª· sos eJemplos permitieron que un bibliotecario
e geruo descubriera la le fu d
obser , Y n amental de la Biblioteca. Este pensador
vo que todos los libros .
tos iguales· el e . ' por diversos que sean, constan de elemen-
. spacio, el punto 1
También alegó un h h ' ª coma, las veintidós letras del alfabeto.
ec o que todo 1 . .
en la vasta Biblioteca d l'b . s os VlaJeros han confirmado: No hay,
dd . ' os z ros zdénti D .1
e UJo que la Bibliot cos. e esas premisas incontroverttb es
· eca es total
posibles combinaciones d 1 . y que sus anaqueles registran todas }as
aunqu ,. e os vemtita t , , o
1 . e vastts1mo, no infinit ) n os s1mbolos ortográficos (numet '
os idiomas. o o sea todo lo que es dable expresar: en todos

38
LASJNn,.
UVlf\GINABLES H.
JVlf\¡'¡;'tK Á ..,..,_
l,Cuántos libros distintos constituyen la Biblioteca?· ead a libro tiene
.
ooo lugares,
• cada uno de los cuales puede ser llenad o con 25 sím-
1 312 11
bolos ortográficos: _tales son la_s variaciones con repetición ilimitada"
-endonadas
~· en parrafo antenor. Empleando asimismo 1as 1'd eas bos-
quejadas hay:

25 maneras de llenar un lugar.


25 • 25 = 252 maneras de llenar dos lugares.
25 . 25 · 25 = 253 maneras de llenar tres lugares, y así sucesivamente,
y así también hasta 1 312 000 lugares. ·

Se deduce al instante que hay 251 312 ooo libros distintos en la Biblioteca.
Eso es todo.
Quién sabe por qué se siente demasiado fácil, incluso causa decep-
ción, que ya tengamos una respuesta sin haber tenido que escribir
páginas y páginas de matemáticas densas, técnicas y de alto nivel, re-
solviendo complejos rompecabezas uno tras otro, antes de llegar a un
número definitivo. Pero la mayor parte de la belleza -la elegancia- de
las matemáticas es ésta: aplicar ideas potentes y notación pulcra a un
problema de modo muy parecido a los golpecitos secos con que el cor-
tador de diamantes va quitando las partes superfluas de la piedra para
terminar revelando el fuego interior. (Quizá debiéramos haber termi-
nado el cálculo escribiendo "¡Eso es todo!" en vez de "Eso es todo".)
Nuestro nuevo giro sobre estos cálculos nos lleva a la frase "hay
letras en el dorso de cada libro". Para efectos de nuestra explicación,
usaremos lomo en lugar de dorso; las letras referidas están en los lomos
de cada libro de la Biblioteca.
Ahora bien, el número 25 1 312 ooo que acabamos de calcular no com-
prende estas letras, llamémosles, dorsales. No deja de sorprendemos
que, dentro del universo imaginario de la Biblioteca, un libro con las
letras El calambre de yeso escritas en el lomo, cuyos 1 312 000 lugares ocu-
pados por la sucesión repetida de los símbolos ortográficos M C V, se
deba considerar distinto de otro con el mismo número de páginas pero
10
con las letras Axaxaxas Mlo escritas en el Iomo. Al examinar la versión

10 La cita siguiente aparece en el cuento "Tlon, Uqbar, Orbis Tertius" de Borges: .


•·· No hay sustantivos en la conjetural Ursprache de non, de Jaque proceden los idiomas "actuale~" y los di~ectos:
hay verbos impersonales, calificados por sufijos (o prefijos) monosilábicos de valor adverbial. Por eiempl~:
no hay palabra que corresponda a la palabra luna, pero hay un verbo que sería en españo1 lunecer o lunar. Sur~
la l br . .. ,. en su orden: hacia arriba (upward) detrás duradero-flwr
una· so e el rfo se dice hlor u fang axaxaxas mw o sea ¡ 6 Upward behind the onstreaming it mooned. )
luneaó. (Xul Solar traduce con brevedad: upa tras perfluyue un · '

La combinatoria 39
en g
in Jés de ''La Biblioteca de Babel", eneontramos un libro con
El lambre de yeso unpresos en el lomo E 0 los 11\
L
· s ortográficos . ca de 19 1ugares por llenar en el lomo· y st 1~
8. :,
signo
fica que hay un mfniinº
. .ones con repetición se expande la Bibü' teI'liel\q\:J'
en cuenta estas vanao oteca
un factor de cuando menos
2519 == 363 797 880 709 171 295 166 015 625

. . li •t,,....,..ente este nÚillero para que resuene la v


Escnbunos exp O pu.• • • asted
, treteJ·idos por toda la Biblioteca. Con sólo ....,. . ªel
de los núIJ'leros en -ladir
cos en el lomo se multiplica la Biblioteca más d 19
símbo1os ortográfi , e
ón de veces. Por comparación, este numero es apenas el d lltt
cuatrill cil1 d 364 b e las
células vegetales existentes en un bosque . o e ro les.u Más aún_
si la Biblioteca de z5l 312 000 libros es considerada como una impercep'
tible célula vegetal, la representación de los d~erentes símbolos en e~
lomo multiplica la Biblioteca dentro del bosquecillo de 364 robles.
Sin embargo, como no podemos estar seguros ni del número máxun
de símbolos en el lomo de cada libro ni del intento de Borges, nos re:
tringimos a z5l 312 000 libros. Este número, tan fácil de escribir, es, dicho
en razón del impacto que causa, absolutamente inimaginable. Para ver
lo que no podemos ver, empecemos por convertirlo en una potencia de
10, que lo coloca en un contexto conocido.
1 834
251 312 ooo es tan sólo un poquito más grande que 10 097; que,
desde luego, es un 1 seguido de un millón ochocientos treinta y cuatro
mil noventa y siete ceros. Realizamos esta conversión a una potencia de
notación 10 empleando la función logarítmica y describimos su mecánica
en la parte Consecuencias matemáticas de este capítulo.

Que use la frase "Axaxaxas Mlii" en "La Biblioteca de Babel" hace suponer que se trata de un recordatorio
de que aun los libros escritos en la Ursprache [protolengua] de Tléin, incluidos todos los volúmenes de la
primera Yla segunda ediciones de la Enciclopedia de Tliin, están en la Biblioteca. El lector cuidadoso objetará
que el volumen 11 de la Primera enciclopedia de Tlon consta de 1 001 páginas, mientras que los libros de la
0
Biblioteca tienen sólo 410. Le respondemos con la observación de que tres libros de la Biblioteca, el últilll
de los ruales contendrá 229 páginas en blanco -cada lugar está ocupado por un espacio en blanco- totalizall
1 ~l páginas. Claro está que no pueden estar acomodados en ninguna parte cercanos unos de otros, lo cual de
runguna manera niega el hecho de que el volumen 11 está en la Biblioteca. Una variación de esta observación
d
1ª afirmación casual de Rucker, de que "la historia mínima del futuro" no puede estar contení ª en la
Biblioteca' en I nifi niT'Y ªnd the Mmd,
. PP· 121-122. La historia mínima del futuro está contenida en la Biblioteca,
. ·
se encuentra en volúmen b bl .
la inform º6 d 1 . _es pro a emente dispersos por toda la Biblioteca. No hay promesa implíota e . d que
.ªº n e a Bibhoteca seª accesiºble o verificable --sólo debe estar alú, en algún lugar.
11 De la ata de Grindon, d b . • · narf,
"Miles de pl ta e 1875' ªJº la definición de "septillón" que da el Oxford English Dictto 1 5
an s están compu t d
septillones que constitu es as e no más que unas cuantas de tales células coJll.O
en °
yen un árbol de roble ...".

40 LAS INIMAGINABLES MATEMATICAS


nuestro universo contener la Biblioteca? Por lo que en la
.pued e . .
l aJidad se sabe, el uruverso nude de lado a lado aproximadamente
actU tü26 metros. Simplifiquemos los cálculos y determinemos una cota
. rior al universo, sobreestim.ando su tamano
1sx - y suporuendo
· que su
supe la de un cubo de H> metros de arista (figura 3).
27
fortllª es
1021

1027
FIGURA 3. Nuestro universo representado como un cubo.

!)iremos, por tanto, que nuestro universo cúbico mide aproximada-


mente 1a27 • 1a27 · tü27 = 1081 metros cúbicos. Si suponemos que pode-
mos acomodar 1 000 = lü3 libros de la Biblioteca en un metro cúbico
-y esto es una suposición exageradamente generosa- entonces nuestro
universo, si estuviera compuesto exclusivamente de libros, contendría
10s1 . ta3 =1084 libros.
Esto no haría ni la más leve mella en la Biblioteca; harían falta

101,834,097
___ = 101.s34,o97+(-84) = 101.s34.ol3
84
10

universos del tamaño del nuestro para alojar exactamente los libros
de la Biblioteca. ¿Y qué ocurriría si cada uno de los libros fuera tan
pequeño como un grano de arena?
Con ayuda de una regla vemos que un grano de arena promedio
mide aproximadamente 1 milímetro de diámetro. Si suponemos una
forma cúbica aunada a un empaquetamiento perfecto, entonces podría-
mos acomodar cosa de 103 · 103 · 103 = 109 = 1 000 000 000 mil millones
de libros cada uno del tamaño de un grano de arena en un metro cúbico.
Multiplicando por el tamaño del universo, encontramos que en éste
sólo cabrían 1081 • 109 =1090 de tales libros.
O sea que si el universo no estuviera compuesto más que de arena
contendría cuando mucho unos 1090 granos de tal material. Como ofreci-
mos al principio del capítulo, usar la notación exponencial nos permite
estimar el número de granos de arena con rapidez considerablemente
mayor que como lo hizo Arquímedes.
Pero como en el caso anterior, esto apenas hace impacto en la colec-
ción de la Biblioteca. Como ilustración final de este punto, suponga-
mos que encogemos cada libro hasta las dimensiones de un protón, es
decir a unos 10-15 metros de diámetro. Dado que cada libro mide 10-15

La combinatoria 41
- Jocar 10
nos en una tira de lt.n
cúbico podemos ernpa
'h,.

s co etro - d cat
odn""'º en un nt s del tamano e un Pro~
diárJtell'l, p sta. /;5Í, uno de ello st . 1045 = 1Ql26 libro
metro5 de muY artll'.'btoS, cada ás que 10 s Q~
tro de largo, 15 === 1045 li caben J1l
10
15. 1015 . 10 ·verso no nuestro esfuerzo Por coh
o u.nJ • ta en •1-
En nues~tómiCO· unto de VI~ ad de la Biblioteca. Quizá los
tamaño sub otro nuevo p la compleJtd 1 s hay exactamente 25 so
ternos ·d d Y 1 cua e ' l\
Adop
tualizar la enotm' a
d ¡magtn '. ar y de os
, bolo, r epetido en todas sus Pát>i
o•-
cep
libros m ás fáciles e
más q ue de .un s!III
cons1s. tiria en sus 1 312
d 000 , lugares
los que no constan
1 uno de tales Itbros
1 tra g. 12 Las primeras os lineas de
nas. Por ejemp o, o de ellos por la e
dos cada un
ocu~a leerían
ese libro se gggggggggggggggggggggggggg
gggggggggggggggggggggggggggg:gggggggggggggggggggggggggg
gggggggggggggggg
gggggggggg , . .
38 líneas en la primera pagina, seguidas
y así sucesivamente por otras de las restantes 409 paginas:
' · una
de otras 40 líneas. más en cada una
13
verdadera ah
rapsodia
unaenleve . . , El siguiente conjunto de libros que
g. vanacron.
Veamos oraes el compuesto únicamente del símbolo ortográfico. g
consideraremos
salvo una h. Lo cu al SI·gnifi·ca que exactamente 1311 999 ,lugares estaran
ocupa dos por 1a 1etra ,
.g mi·entras que sólo uno contendra la letra h. Uno
de tales libros empezaría así

gggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggg
ggggggggggggggggggggggggggghggggggggggggggggggggggggg

Y, com~ an~, el resto de los símbolos en el libro es la letra g.


res¿Cuantos h soléste hay?
que lacomo
diferenteslibros d Bueno, hay exactamente 1 312 000 luga-
estar ocupado por una g ªExist pue e ocupar, Ycada uno de los restantes debe
;---_ · en, pues, exactamente 1 312 000 libros así.
En las palabras que com re " .
de que Por estar l'eslrin . p nde La Biblioteca de Bab l"
letras lllayúscu¡ ~da a no Inás de 25 sfmb 1 e , Borges manipula hábilmente el hecho
as y mmú I o os los l'b d r
coma Yel Punto El scu as, Para no habl d ' . 1 ros e la Biblioteca no podían contene
· ""'nto tal ar • diacrrti 1
~ando nos refen....
unp
(o I
' y como
·~•os • entrad · está escn·t0, no PUed h cos y signos de puntuación, salvo · a

13
°'". Qtin"'Ouas),
uesta Por Borges y no

~s imaginarias de la B·b1· e allarse en la Biblioteca. En este libro,
"8fting; 1 !Olee¡¡
"P-clos rno, a Usar sólo los s· 'nos tenemos que sujetar a la no
rlllO

En "'&li,, g "'P•esenta la nota


' PUntos Y co111a,. nnbo!os 0 rtográficos todos en mayú,cula
soJ.
42

a
. mos ahora un libro que consista en 1 311 998 lugares
11nagtne ocupa-
or el súnbolo g y dos lugares -no adyacentes forzosamente- ocu-
dos P sendas h. Hay justamente
pados con

(1312 000)·(1311 999) 860 67


= 1344 000
2

de tales libros. (Al final de este capítulo, véase la segunda Consecuencia


matemática, "Ejemplo de Ars Combinatoria", para una explicación de
ésta y de las siguientes dos fórmulas.) Puesto en términos humanos,
suponiendo que la población mundial es actualmente algo menor de
siete mil millones de personas, esto se traduce en que cada uno de noso-
tros podría tener una biblioteca personal de alrededor de 123 libros de
éstos.
Si pasamos a considerar libros que, salvo tres apariciones de la letra
h, todas las demás sean siempre g, hacemos un cálculo semejante para
encontrar que hay exactamente

(1312 000)·(131~ 999)·(1311998) =376 399 693 995104 000

de esos libros. Este número, que quizá no parezca mucho más grande
que el anterior, expande estas monótonas bibliotecas a unos 53 millones
de ejemplares distintos por persona viva en la actualidad.
Llevaremos esta idea a su desenlace, considerando el número de libros
que no consistan más que en 16 apariciones de la letra h en lo que por
otro lado es un desierto uniforme de la letra g, los cuales son exacta-
mente

3 683 681259485 362 310 918 865 543 989 208 654 728 931149 486 911
733 618 072 454 576141229488 660 718 000

libros distintos -alrededor de 3.7 x 1084 libros-, más que suficiente para
llenar tres universos cúbicos. Estos libros, que fatigosamente hacen
zumbar ges con el escaso respiro de las 16 haches, no son una fantasma-
goría tipográfica que encienda la imaginación o confunda los sentidos, y
no obstante si se confinaran todos ellos a una subsección de la Biblioteca
ocuparían un espacio mayor que tres veces nuestro universo conocido.
Por último, sería un cálculo tedioso e insulso pero directo el que
hiciéramos para determinar cómo la gran Biblioteca necesita alojar los

La combinatoria 43
libros en las co
b • ue acabamos
• nes hexagonales descritas por B
de realizar, debe haber quedado el es. D"Ñ
. aro q ~()
L
el tra ªJº q . 1 B"blioteca, cualqmer clase de cirn,,.,._ ti.e e
té constrmda a I h -~u1ave St~
como es d d bsolutamente al ser umano: un b"b. 8atj15
bul tO ria está ve a ª ª . 1 hot ll
am a e las arreglara para caminar unos 10 ec"ti
longevo, que s O kiI ()
vigoroso Y años recorrería poco menos que . órn.1:
. ·os durante 100 1a d.ist '
tros d tan . . d inutos. Para atravesar nuestro Univ <tl'\e¡i\
1 luz vtaJa en os m . . erso
que ª d . omprensiblemente por la Biblioteca 1 ' Cti.y()
- s supera o me , a 1llz
tamano e nos lS mil millones de años. tet\.
dría que viajar cuando me

, d / "b de la Biblioteca, aunque fácil de anotar, es i .


El numero e I ro 5 n11rzag¡,
nable.

COMPLEMENTO MATEMÁTICO I: EL LOGOS


DE LOS LOGARITMOS

Existen los que bailan al ritmo que les tocan, los que bailan a su propio
ritmo y los que absolutamente no bailan.
JOSÉ BERGAMÍN, El cohete y la estrella

Con el Complemento matemático se persiguen dos objetivos: el pri-


mero explicativo y el segundo exhortatorio. Con el lado expositivo se
trata de dar a conocer la base para quienes desean entender los detalles
de la manera como se hacen ciertas aproximaciones y cálculos de este
capítulo, lo mismo que para el capítulo "Análisis real...". En la parte de
relaciones públicas se pretende reconsiderar a los logaritmos como una
función que contiene una colección amigable de propiedades útiles y
fáciles de manipular.
Para los fines de este libro, diremos que una función es una regla tal que
por cada número legítimo a la que se aplica, devuelve exactamente un
número. El número que resulta [la salida] podría ser el mismo o diferente
del número del que se parte [la entrada]. Sin embargo, lo importante es
que, dado un número de entrada específico, el número de salida que le
corr~sponde siempre es el mismo. (Esta idea tiene muchas generalizado·
nes mteresantes entr 11 ¡ d 1 . . píos
' e e as a e estudio de los espac10s cuyos pro
e~ementos son funciones.) Una de las funciones más mal interpretadas y
difamada por gen • .
eraciones de estudiantes es la del logaritmo.

44
LAS INIMAGINABLES MATEMA TICAS
,. l W

El logaritmo (de base 10) suele escribirse log. Con fre cuenca
. se escrib
og(t) para subrayar, que es una función:
ali dado un n,umero, x comoe
l
en ada' tiene otro. numero comos da, log(x) · La notacr.6n moderna '
tr
totahnente evocatiVa: es
x __. Iog(x)

n esta coyuntura se podría .incluir una gráfica de la funa.6n 1ogarít-


E
...,.,ca·
JJ..... ' después
• de todo,
• una imagen es útil para nutri'r nues tro cono-
cuniento visual. S~ embargo, de manera deliberada excluimos tal
ilustración para deJar claro el punto de que el logaritmo, como resulta
es una función que se puede definir por varias propiedades verdad;
ramente notables. Como en realidad sólo necesitamos usar una de esas
propiedades, vayamos a ~lla de inmediato: si x es un número positivo,
y n es un número cualqmera, entonces

log(xn) = n· log(x)

Esto significa que el logaritmo "aminora" lo exponencial, reduciéndolo


así a una operación mucho más familiar: la multiplicación. Esta propie-
dad tiene muchas consecuencias maravillosas pero, para lo que aquí
pretendemos, esa sola propiedad nos dará lo que necesitamos.
Al principio del capítulo, usando notación exponencial, encontramos
que hay 251 3l2 ooo volúmenes diferentes en la Biblioteca. Nos gustaría
poner en contexto el número de libros mostrando ese número de una
forma más conocida. Escogimos convertirlo en la potencia de notación
10, 10n, porque podemos pensarlo como un solo 1 seguido de n ceros.
Por tanto, escribimos la siguiente ecuación y seguidamente la resolvi-
mos en función de n:
251 312 ººº = 1Oº

Cuando resolvemos esta ecuación en función de n, vemos que se inten-


sifica nuestra intuición del número de libros de la Biblioteca.
000
El siguiente es el punto: aunque 251312 y 101' se escriben~1 se ven
diferentes, si escogemos una n tal que los dos números_ sean rales,
entonces, en realidad, son el mismo número. Como son el rrusmo numero,
por la definición de función, será cierto que. ,usar· ambas representa-
l' cará que las dos
1
dones del número como entradas de la funcwn unp

T - A~_,i.,11nfnria 45
l
sí. Aplicamos, pues, el loo .
. ales entre oa.tjttq
. úen siendo igu ión para obtener o
alidas contill de la ecuac
s . mbros n)
a ambos mie 3 12 ooo) == log(l O
1
Iog(25

.ono de "hacer descender lo


. dad del logar1 e'<Po,
Ahora, la notable prop1e
. l" nos da
nenoa
25) = n ·log(l O)
1 312 000· 1og(

, . res de Jo que parecen, pues log(JQ)


l aun meJo , ) o· 'd•
(C tamen e t as cosas son 1 que nos m·teresa aqu1. 1v1 1mos a:rn.bos
i_er l 1 pero eso no es o 1 r la ecuación en función de n:
es igua a , l (10) para reso ve
. -bros entre og
m1e.u,
log(25) =n
1 312 000· log(l0)

al !adora una computadora o hasta las tablas d e logant.


Usando una e cu . ' 1617 encontramos que
mos de Henry Briggs, 1IDpresas en '

n = 1834097

Por consiguiente,
251312000 = 101834097

COMPLEMENTO MATEMÁTICO II:


EJEMPLO DE ARTE COMBINATORIA

Dibujar es una lucha entre la naturaleza y el artista. Durante ella, cuanto


mejor el artista entienda a la naturaleza, tanto más fácil le será vencerla. Para
él no se trata de copiar sino de interpretar en una lengua sencilla y luminosa.

CHARLES BAUDELAIRE, The Salon of 1846, VII,


"On the Ideal and the Model"
En último análisis un dib . .
autónoma sea su e1ecucr6n.
. UJos'sencillamente
Es un b ya no es un dibujo, no importa cuán
las 1ín
pro ola, .Ytanto mejor, cuanto más profundamente
. . . de un
eas imagmanas .
yecaón se crucen con dimensiones supenores.
PAUL KLEE, The Diaries of Paul Klee 1898-lYlB,
núm. 681, anotación de julio de 19o5
46
LAs lNIMAGINABLEs MATEMAnCAs
s proponemos explicar los orígenes de las fórmulas (posible-
Aquí no 1 . . . d 1 , .
) misteriosas que aparecen a pnnc1p10 e capitulo. La pnmera
mente d d t . 1 ,
el contexto de tratar e e enrunar e numero de libros distin-
surge en
Biblioteca que se componen de 1311998 apariciones de la letra
tos de 1ª
dos apariciones de la letra h.
g y bstraemos del problema los•libros y los hexágonos observando que
lo ~ue nos interesa en realidad se puede caracterizar con la pregunta de
11
·cuántos modos existen de escoger dos objetos de entre 1 312 000?" Los
d~s objetos corresponden naturalmente a los dos lugares que se llena-
rán con la letra h. Por tanto, el número de modos distintos de escoger
dos objetos distintos de entre 1312000 corresponde justo al número de
libros distintos de que estamos hablando.
Durante milenios, los dedicados a la combinatoria han conocido la
fórmula para esta y otras cuestiones afines. En general, el número de
modos diferentes de escoger un subconjunto de k objetos de un con-
junto de n objetos es igual a
k términos

(n)· (n-l)·(n-2)· ... · (n-(k-1))


k!

Una manera de descubrir cómo se deduce esta fórmula es la de descom-


poner el análisis en dos partes, primero para explicar los términos que
aparecen en el numerador y luego para entender el término del deno-
minador. Goe Roberts, el profesor que me enseñó los rudimentos del
análisis combinatorio, utilizaba los términos más fáciles de visualizar
"tapanco" y "sótano" ert vez de "numerador" y "denominador".)
Deseamos escoger un objeto de entre n objetos distintos. Para selec-
cionar nuestro primer objeto tenemos n posibilidades y entonces nos
quedan n- l objetos. Al elegir el segundo objeto, podemos preferir uno
de n - 1 objetos. Esto significa que escoger dos objetos equivale a tener
(n) · (n-1) modos de seleccionarlos: n modos de elegir el primer objeto
multiplicados por (n-1) modos de escoger el segundo.
Al sacar el tercer objeto, estamos tomando de entre (n-2) objetos
distintos, y entonces el numerador crece correlativamente. Nótese que
cuando preferimos el cuarto objeto, lo hacemos de entre (n-3) objetos
distintos. Extendiéndose así el patrón de desarrollo, cuando escoge-
mos el kaésimo objeto, estamos seleccionándolo de entre los restantes
(n - (k-1)) objetos distintos. Multiplicando consecutivamente todas las
posibilidades obtenemos el numerador (el tapanco).

La combinatoria 47
k
tér!J1il1ºs
(n- (k - 1))
2)º·•·.
_l)·(n- ,
(n)•(Tl t rse para que necesit¾\
mtn a . Os
able prez,~ demos sena11amente det
razon é no Pº . d e,
unto, es .por qu do qué tiene e lllalo l
este P ano). ¿ tro 01° ' . o
LlegadosJllÍ11ª
a d r (un sót dicho de o
o d o, sta es
si01ple: hay vanas fol'lll
. qs
OJl den° utllera or_ 7 La respue an· k, y no nos interesa
en e1 n ducir. de ta01 0 ál ~l 1
nemos batllºs de de t,conjunto deseamos saber cu es son los
que aca el mismo su k bJ·etos. Sólo
d escoger ·an Jos o .
e den se escoJ 010s un con¡unto, una cole,,
ué or . Jo. rene \.'
q •dos. un eJeIIlP E oíamos todos los subconju.n
escogt lo dicho co11 {A B C}. se 1 -
D treJ1lOS · tintOS, ' 1
ción~~e tres objdeto~:;sobjetos distintos.
nsten e
tos que co }
{A, B} {B, A
{A, C} {C, A}
{B,C} {C,B}

. t s es importante, entonces tenemos


gen los ob1e 0
Si el orden en que se esco b ·untos de tamaño dos. Sin embargo
d d s los su conJ '
una lista completa e to º. tonces {A, B} y {B, A} son los nombres
1 den no interese, en
en caso de que e or , onformaríamos con, digamos, esta lista:
del mismo subconjunto. Aqw nos e

{A, B}
{A, C}
{C, B}

Como todo lo que nos interesa es el número de modos como podemos


escoger dos cosas, sin que importe su orden, necesitamos dividir entre
el número de repeticiones que, en este caso, es dos. Así llegamos a la
fórmula completa de este ejemplo:

iErimera elección). (segunda elección) 3. 2


repeticiones = = 3 repeticiones
2
Otra manera d
e pensar las re ti · de
ordenaciones d· tin pe ciones es considerando el número
. is tas de O · ü y
una diferencia críti , r e1emplo, un conjunto de k objetos. r-1a
ca entre este y ¡ tr . ue
e ahaJo con exponenciales con q
48
LAs INIMAc1NABLEs
l'EMAncAS
comienza el capítulo. Cuando calculamos el número de l1'bros, permi- .
tilllOS que un símbolo ortográfico se use una y otra vez -posiblemente
12 000 veces-. O, a la ~versa, un s~bolo absolutamente no tuvo que
13
aparecer. En una ordenaoón cada obJeto necesita aparecer exactamente
una vez. Al principio del capítulo "Más combinatoria" mostramos
cómo calcular el número de ordenaciones diferentes de un conjunto de
k objetos: es un producto de k enteros, cuya notación es k!, que se pro-
nuncia "factorial de k''. Por ahora nos bastará con observar que

k! = k·(k-l)·(k-2) ·(k-3)· ... ·4·3·2·1

Esto explica el denominador de la fórmula: dividimos entre todas las


repeticiones dadas por todos los ordenamientos diferentes de los k obje-
tos escogidos y logramos así una obra maestra del arte combinatoria:

(primera elección)· (segunda elección)· ... ·(késimaelección)


repeticiones
(n)·(n-1) · ... · (n-(k-1))
=
k!

Aplicando esta fórmula a la situación de escoger subconjuntos de ~amaño


16 de nuestro conjunto de tamaño 1312 000, obtenemos la expresión:

6
(1312 000)·(1312 000-1)· ... ·(1 312 OOO-(l -l))
16!
1311985
(1312 000)·(1311999)· ... ·(1311986)'( )
= 8 6 4
16· 15·14·13· 12 ·11 ·10· 9· ·7 • ' 5º "3º 2' 1

(1 312 000) ·(1 311 999) ·... ·(1 311 986) ·(l 311 985)
20 922 789 888 ººº
865 543 989 208 654 728 931149
= 3 683 681 259 4
85 362 310 9
486 911 733 618 072 454
57
;~41 229 488 660 718 ººº
84
"'3 .7 ·10
49
La combinatoria
.2.

TEORÍA
pE LA INFORMACIÓN
CATALOGAR LA COLECCIÓN
Es muy triste que hoy en día haya tan poca información inútil.
ÜSCAR WILDE, "A Few Maxims for the lnstruction

of the Over-Educated"

La teoría de la información es una de las áreas más jóvenes de las ma-


temáticas, pues nació esencialmente en 1948, cuando Claude Shannon
ublicó "A Mathematical Theory of Communication". En tanto disci-
ptina, aún está en desarrollo, cristalizando una manera de analizar e
iterpretar el mundo. Para los fines de este libro, diremos que la teoría
de la información es el estudio de la compresión y la comunicación de
datos complejos. Consideramos cada libro de la Biblioteca una pieza
compleja de información, y nuestra búsqueda adopta la forma de ave-
riguar cómo un catálogo de la Biblioteca puede codificar datos sobre el
contenido y el emplazamiento de los libros. Como el relato se escribió
mientras Borges se encargaba de catalogar la colección de la Biblioteca
Municipal Miguel Cané, preguntas de esta naturaleza bien pudieron
revestir gran importancia para él.
Por lo general, la ficha catalográfica de una biblioteca, física o virtual,
contiene dos tipos de información. El primero sólo especifica un libro
de manera que el lector con información parcial o incompleta aún logre
identificarlo: título, autor, edición, editorial, ciudad de publicación, año
de publicación, y suele aparecer una breve descripción del contenido
en la ficha Y con eso basta. Un ISBN asimismo, únicamente especifica
un libro, pero es probable que no sea ' muy útil para hallar un libro
· s1·
~ólo recordamos unos cuantos dígitos del número. El segundo tipo de
información
b' exc1us1vamente
· · · en 1a B1'blioteca, s1·
especifica una ub1caaón
ien suelen · , , d 1
.
sistemas d requerirse más datos. Por ejemplo, segun la mayona e os
e catalogación vigentes, los números de catálogo, además de

51
1\,
a única un libro, incl~en ab~dantes letras
especificar de manee puntoS deciJilales. S1 no se sabe _Y dfl);
· tercaiadOS con . , <li~h,.c,,-
d
tos, a rnenu o m libros PQ, la informaoón se degrada. ,-
dónde están coJocados los alfabéticamente por au tor o título,
los libros se acorn~aran ·taríaJnOS saber en qué región g~ara
ro1eco"ón t___._.""'
:A~- p - ·- -1nui'a. muchos dicoonanos
aun necesI . .
tien..... eon._
-~.
zar nuestra_ v....-i- e ·ten al lector hallar con rapidez una
en las págin.15 qu con una O varias letras. Ambas cat~

info:~ó~
_,_i. comiencen -5otías
de paiav~ que tan problemas para la Biblioteca de Babel · de
fomta que puede adoptar ~tálogo es Libro (~
tifica~exágono (ubicación), ~quel (urucamente 20 Por~
Lu ar en Anaquel (sólo 32 libros por anaquel). Tal vez
gono)' g ·. _-L.-...rinlitlnd no represente un bl Sea
sorprendente que la auwm:_¡i:1c;,~ . pro exna. l.ln
volumen del catálogo, digamos, el déCIIDO, que se ubique en el HeXágono
39, Anaquel 20, Lugar 14, bien p<>dria m ~ en el lomo ''VolUJnen
Diez del Catálogo", y con justicia desmlnrse como el décimo vo}u.
roen del catálogo y especificar su ubicaci~n el Lugar 14, en el Anaquel
, en el Hexágono 39: ninguna paradoJa. Sm embargo, para emf>eZar
20
con lo obvio, surgen algunas dificulta d es.
Sin duda, la Bíblioteca contiene demasiados libros para en.listados
en un volumen; todo catálogo necesariamente consistiría en una vasta
cantidad de volúmenes que, de manera perversa, son proclives a espar-
cirse por toda la Bíblioteca. De hecho, a semejanza del acercamiento a
otra historia de Borges, "El acercamiento a Almotásim", y de las líneas
de "La Bíblioteca de Babel",

Para localiz.ar el libro A, consultar previamente un libro B que indique el sitio


de A; para Iocaliz.ar el libro B, consultar previamente un libro C, y así hasta
el infuúto ...

es probable que un bibliotecario inmortal que intente ubicar un libro


espeófico tenga más oportunidad de hacerlo mediante una búsqueda
ord~da en toda la Biblioteca en lugar de hallar una entrada verdadera
del libro en un catálogo. Habría que rastrear toda entrada verosú:nil de
cualq~er· vo1umen de catálogo candidato plausible, incluso con cacenas '
1:gresivas de pepenador. Un bibliotecario inmortal dedicaría un buefl
tiempo a recorrer la Biblioteca, rebotando de un lado a otro entre libfOS
diversos que pudi
T esen ser volúmenes de un catálogo verdadero.
ras revelar la naturaleza de 1 . . . . .o obsefVº
que en la B"bli
1 oteca está " 1
a Biblioteca, el b1bliotecan .:ie5
e catálogo fiel de la Biblioteca, miles YIIIP

52
LAs INIMAGINABT "'"
'"""MA'fEMATICAS
falsos, la demostración de la falaci d
tá}ogos . d 1 a e esos
de ca05tración de la falaaa e catálogo verdadero " catálogos, la
delll blen:ia de todo catálogo: la única m ··· Así, este es el
_,.,rnndo pro 1 lib anera de v ,.; '-=
sq;- -----'a buscar todos os ros. Más aún e.. .u.1car su
e}idad ~ -u ' 1ª Probabilid
fid . libro localizado a una distancia que se Ud. ad de que
cUa1quierl vida de un bibliotecario morta1 es pp iera recorrer a pie
ante a . , ara todo fin .
dtlf desgracia, aunque tuviésemos la fortuna d práctico,
por d e contar
c.."•v• d de catálogo verda ero para nuestra Vindica . con una
,.,.rl)

~a . 6
en tra Vmdicaaón tan sólo ofrecería detalle d suponer
e nues s e 1a mu rt
qu tramos mientras nos pasamos la vida Caminando e . e e que
encon 1 v· di . , (R n el infructuo
. to de obtener a m caaon. ecuerde que en "L a· . so
mten L ...l" Borges descn e
'b 1 v· di .
as m caaones como "lib ad iblioteca de
BaDP . . . ros e apología
ofeáa que para siempre vmdicaban los actos de c d h Y
de pr ' . . a a ombre del
universo y guardab~ arcanos pro~gios~s para su porvenir".)
Consideremos la pnmera categona de información en las t .
. l lib éll]etas de la
Biblioteca, que só1o espe cifica e ro. La autoría es irrelevante. Se podría
afirmar que el Dios (o Dioses), o el Constructor (o Constructores) de la
Biblioteca es (o son) el autor (o los autores) de cualquier libro. Podría
asimismo sostenerse que el autor es un algoritmo incrustado en un
programa de computadora muy breve que generaría, con tiempo
recursos, todas las posibles variaciones de 25 símbolos ortográficos e~
series de una extensión de 1 312 000. Puede esgrimirse el argumento
borgesiano de que Un Hombre es el autor de todos los libros.
En ese caso, al escritor Pierre Menard, personaje quijotesco en el relato
de Borges "Pierre Menard, autor del Quijote", bien puede atribuírsele
también la autoría de todos los libros de la Biblioteca.
Hay, sin duda, muchos, muchos libros cuya primera página se ase-
meja a la de la página 4. ¿Cuántos libros así? Especificar una página sig-
nifica que 80 símbolos de cada una de las 40 líneas están "congelados".
Esto significa que, de los 1 312 000 símbolos de un libro, los primeros
3200 están ocupados, lo que deja 1 308 800 espacios por llenar. Por obra
del capítulo "La Combinatoria", hay así precisamente 251 308 800 libros
con una primera página exactamente igual a la página frontal descrita.
(Con logaritmos como en el primer Complemento matemático se ve ~ue
este número es más o menos 101829623 libros.) Desde una perspectiva
complementaria, hay 253 200 primeras páginas posibles, Y si bien es
considerablemente menor que las cantidades que hemos visto, es no
~hstante otra cifra enorme. La probabilidad de seleccionar por az;r 2'::
libro con esta pnmera . página en particu . 1ar es "sólo" de 1 en 25 ,
más menos lu¿
O ru1 474, lo que en esencia s1gm . 'fica que nunca sucederá.

Teor(a de la información 53
1

'

LA BIBUO'JKA DE BABEL

JORGE LUIS BORGEs


0 ALGORITMO CONClSO

OUNJiOMBRE

O PIERRE MENARD

EDITORIAL BIBLIOTECA DE BABEL


llNIVERso HEXAGONAL
l

FiGuRA 4. Primera página de muchos, muchos libros de la Biblioteca..

En aras de la comparación, la Probabilidad de un billete !lanado, únia,


en la lotería es mejor que 1 en 100 000 000 lo". As!, hallar uno de -
libros equivale a ganar la lotería más de 559 veces COllsecutivas. (En i.
siguient, ecuactt1n, cada factor de lo" significa gana, la loler(a una ""'-1

~omo fuent, de informactón útil para la entrada de un catálogo, un


titulo en el1 lomo de un libro, como Th, Plaste, Cromp, es del OÚSIIUI
IIlOdo ""' evante, Piles •ún debe haber algo como

~ r o s difel'P?.•--
2 1 l12 ooo
5
-uuaact de l o ~ = = ~ = 1 J12 000-19
25 = 1 m 98I

libros diferentes co 25

el lomo. n ""ª<!amente los lltismos sfrnboJos ortográficos "'


La edición, editona1 .
esto carece de sentido, Ciudad de PUhlicación, año de publicación, todo
en esta B"bli
1 0 o•6f1
54 teca. La única clase de informa
ue quizá resulte útil es la de una breve des . .
. namos q , ''b " 'gnifi• " cnpaón
Jllenctº J Ubro Aqll1 reve si ca media págm·a
qoe .do de · o menos"
conteru d!"cil definir lo que queremos decir con "descn . 11 •
de1 ch más Ul d 'gnifi• . pa6n .
.,, o mo "algo que re uce si cativamente lo .
Es w 11 . 010s co . 11 • s conteru-
defitlÍÍe libro". Por eJemplo, El hbro es un gran galim tí
LO 'bles de1 " d a as, un
dos rr,os1.do por completo azaroso no re uce .
de manera signifi' ti
ca va el
5
iJtSent1 .do del libro. (Estamos conscientes de que esta defini .
·i,le conteru c16n
pos1 emática.) .
es probl bl que todo libro publicado en los pasados 500 años cu t
oba e en e
Es pr ipción breve, razonablemente limitante. Un libro cu
tll'lª descr yo
con . nsista en las letras M C V repetidas una y otra vez a todas
terudo co . E .
con a descripcrón breve. s casi seguro que un libro cuyo con
~un -
luces al se asemeje a la línea de 80 símbolos
tenido tot
ernreiuhr.naper,utuytgn or fgioe,no,e,dn .roih senoi.,erg n cprih npp
unmenne0 •
a una descripción breve. ¿O sí? Una fascinante área de estudio
no elteng
campo de la teona ' d e 1a informacr'ón se refi ere a 1a dificultad de
en 1 . . al
decidir si una línea como a antenor tiene o no guna clase de descrip-
ción algorítmica más breve que la línea misma. Da la impresión de que
.Borges insinúa algo al respecto cuando escribe "No puedo combinar
unos caracteres -dhcmrlchtdj, por ejemplo- que la divina Biblioteca no
haya previsto y que en alguna de sus lenguas secretas no encierren un
terrible sentido". Quizá "hr,ns llrteee" sea una descripción más concisa de
la línea, o quizá una sucinta traducción al inglés sea "Call me Ishmael".
No conviene citar un pasaje como descripción breve; titánicas canti-
dades de libros en la Biblioteca contendrán el mismo pasaje. Así, en un
sentido importante, para todos los idiomas hoy conocidos por los seres
humanos, para la cataclísmica mayoría de los libros en la Biblioteca, la
única descripción posible del libro es el libro mismo. Esto a su vez nos lleva a
una adorable, inevitable, impensada conclusión:

La Biblioteca es su propio catálogo.

L'. .
bIIIllitemos la investigación a una colección de libros un tanto más agrada-
e:. todos aquellos cuyo contenido completo sea coherente y reconoa'ble
en mglés y . . , 1 b
' cuya primera página contenga Justamente un títu o reve Y

Teoría de la informad6n 55
b
. a y ambas cosas reflejen el
dia págtn ' cont
una descripción de me la de selección enfrentará problernas; al et\iqCl
con precisión. Toda reg ·gnifica "que sea coherente"? ¿lJ ~ i ls
. -qué s1 . . , na e:
asociadas a esto son. l distintos constituina una obra coh o1e~,
bre temas er
ción de ensayos so ocida novela de James Joyce F· el\te?
. de la con . 1 ,, znne
.Algunas secaones "reconocibles en mg és ? ¿y si el lib 8%s
l . trarían como "? y . ro e:
Wake se regts . como "ficciones • ¿ s1 e 1 título ol\,
al b no mg1esa, . . , coro.
tiene una p a ra , alusivo que descriptivo? ¿Toda desr..,: o el\
l ses es mas ...... .._Pe:·•
el caso de U ys ' teru·do de un libro? Con pesar, itn-. Iol\
• ·ón" e1 con o .. •0 rare
"refleja con preasi . t resantes preocupaciones. lllos
legítimas e m e , .
estas y otras amos que la primera pagma de un Volul"h
p · mplo supong . . ••ten d
or e1e ' .
la Biblioteca comienz
a con la siguiente descnpoón, levemente 1"h
••tO"'lti
n/·
forros de la edición de 2002 de Routledge Pr -
cada de la cuarta d e . . ess de
Tractatus Logico-Philosophicus, de Wittgenstem.

Tractatus Logico-Philosophicus
Ludwig Wittgenstein

Quizá la obra más importante de filosofía del siglo XX, el Tractatus Logico-
Philosophicus, fue el único texto filosófico que Ludwig Wittgenstein publicó
durante su vida. Redactado en párrafos numerados con cuidado y de
extrema brillantez, captó la imaginación de una generación de filósofos.
Para Wittgenstein, la lógica es algo con que conquistamos una realidad en sí
misma tanto elusiva como inasequible. En el famoso resumen para su libro
escribió lo siguiente: "Lo que pueda decirse puede decirse con claridad, y de
lo que no podamos hablar debemos dejarlo en silencio".

Si a continuación estuviese el contenido preciso del libro, la introduc-


ción de Bertrand Russell inclusive, seguido de la cantidad adecuada de
páginas que sólo estén en blanco, ese volumen de la Biblioteca se incor-
poraría ª la colección. También estamos dispuestos a adjuntar libros de
410
más de páginas, en tanto la página frontal muestre una refere ncia
un ~úmero de volumen apropiado. Esto permite, entre otras cosas, 1ª
mseraón de este Catálogo de Libros en Inglés en el catálogo putativo
que pretendemos d finir . . L·bros
en tng
· 1es.
, e ' que bien podemos también denommar 1

Esta flexible recopilació . . . que


Libros en inglés . 1 n de libros está diseñada para penntti! ·¿o.
Esto casi ri, ..... pl
me uya un títulO 1 ntenl
Y una breve descripción de co ,,,
~-uu e con la Prim rbrOS ,,0
se especifiquen d era tarea de un catálogo; aunque los 1 u~1d
e manera , . arnP L"
lll1lca, se restringe en gran medida la
56
LAs fNIMAGINABLEs MATEMATICAs
. embargo, la otra mitad de un catálogo 1
ilidad. Slil . nfre . . ' a que se
osib una ubicaaón, e nta, asurusmo, dificultades
la P cificat ·
de. e a espe y lo que más destacó Borges, está la visible falt d
re6er . lugar, . 1 1·b . a e
rimer di'stribuaón de os 1 ros. Es posible que ex· t
Eil . enla
P , , . . 1saun
_.,;zactón aunque as1 sea, sena 1mpos1ble deducirlo a .
orglll...- al pero, partir
atró~ generación local. La "elegante. es.p~ranza" ~el. bibliotecario de
~e la ~º:teca es (verdaderamente) infinita y periódica implicaría un
ue la B1b .sciente con una suerte de orden para cada libro· tod
q ador oJ111U , infini.. d . , o
observ .cular tendría un numero to e ejemplares exactamente
Il parti d. . tr , .
libro e . . aginables 1stanaas en e s1-, y estos ejemplares infinitos
¡gua.les ~ª,uumun conjunto de puntos tridimensionales entramados en
titu1nan .
cons . gu1ares. Pero este patrón no satisface nuestras necesidades.
espa~os r: infinitos, el problema de identificar hexágonos individua-
la Biblioteca es insuperable. s·I 1a B.bli
finltos I oteca es una esfera de tres
Ie_s en iones O alguno de los demás espacios descritos en el capítulo
diJilens o-ía y cosmo1ogia , ", 1a cantidad de hexagonos, es finita. Sin
"Topo1Oo-
b O como cada hexágono contiene 640 libros, lo cual representa
7
mas argm,
e~ o enos 252.oo libros, se requieren más de 25
1 311 997 (cerca de

101834 095) hexágonos para albergar todos los libros de la Biblioteca. Esto
significa que si se intentase anotar un número para cada hexágono en
nuestra conocida notación de base 10, se necesitarían 1 834 095 dígitos.
Ahora, cada libro de la Biblioteca tiene exactamente 1 312 000 espacios
por llenar, y, además, los símbolos ortográficos no contienen dígitos
(reconocibles). Escribir un número con letras suele requerir más espa-
cios valiosos; por ejemplo,

[un millón ochocientos treinta y cuatro mil noventa y cinco] frente a 1834 095.

La expresión entre corchetes ocupa 63 espacios, mientras la segunda,


sólo nueve. Para casi todos los hexágonos de la Biblioteca, el volumen
de un hipotético catálogo Libros en inglés no podría contener de verdad
el número de hexágono correspondiente en donde se guarda un libro .
. Para resolver este problema, se puede observar que muchos números
tienen
. expresiones· más breves, como 24 781, y preguntarse con JUSticra
· ··
s1 todo e t
. n ero puede tener una forma muy condensada. Un problema
insuperable h ·
q es que ay muchas formas condensadas, incluso la antenor,
ue es nece · d'fí ·1
es 1 . sario calcular con computadora. No obstante, más 1 cr
e eiempl d ,
"pequeno" _0 , e una descripción verbal condensada de un numero
Putad solo 100 dígitos- que ni siquiera nosotros, con supercom-
oras en red ,
, senamos capaces de hallar:

Teor(a de la información 57
ble en 100 dígitos.
resa
ri111ºs exP .
óJJlefOS P Tractatus Logzco-Philosoph .
. de JOS 11 para e1 zc48
La ,nedtPrtJl 1catálogo
dade
1 e11ttª o
í au11que ª. dóll coJJl . 05 expresable en cien dí .
As: la JocaliZ8 -'-rT1eros priJll &tos.
ertliste de Jos nuw
ediaflª
I-feXágo110: la 111
el: CLlatrO·
AJ18qudieeiSÍete- omo lo es para un hihliot
Lugar: sotros e , eca,
iJlútil para n~ "Entumido y numeras (teoría d
·-"'J111ªci6J1 es tart to .rnate.rnátlCO primos y se ve, en particu_1 e
Ja uuv eO1J1ple1J1eI1 números , ar
.0 (E11 el . 1J1áS en Jos diana de los numeras prilll. '
; )" se protundiZª deter.rninªr la me os
os ué 110 podeIJlOS ) .,
par q dígitos. . de la computac10n, representalll.
resable en 100 d 1 s ciencias . os
exp eral fuera e ª es decir, etiquetamos núiner
Por lo gen ' una base 10, os
, eros enteros con 7 8 9}. No obstante, en estas cir
los nú.111 {O 1 2 3 4, 5, 6, ' ' ·
los 10 símbolos ' ' ' ' b mayor que 10 para los enteros, com
con d sar una ase o
cunstancias se pue e u h , nos Hay dos problemas con esto: en
umerar los exago . .
base 25, para n . , dos posiciones de un libro para enlistar
ún se requennan
primer Jugar, ª , que basta para invalidar su utilidad. En
número de hexagono, 1o ,
un
segundo lugar, como ca a
d libro sólo contiene 25 s1mbolos , ortográficos
. , ,
cada uno de estos Slill , bolos tendría que representar un d1g1to. As1, si se
escribiese el número de hexágono con dígitos en base 25, por lo general
se vería como una completa jerigonza. (De hecho, también nos lleva a
una interpretación incómoda, aunque válida, de la Biblioteca: es la lista
completa de todos los números en base 25 que constan exactamente de
1312 000 dígitos.) En ningún caso, un libro así no estaría en "inglés reco-
nocible"; por ende, no estaría en la lista de Libros en inglés.
¿Y si~ como Ireneo Funes, del aclamado cuento de Borges "Funes, el
memlonoso", decidiésemos trabajar en base 24 000? No sería conveniente:
en e cuento, por cada n , h
nificant . umero asta 24 000 Funes creaba su propio sig·
e, por e1emplo nomb
la Biblioteca estam '. . res como Brimstone, Clubs y The Whale. En
d os 1imitados por 25 , b
e combinar 10 dí •t s1m olos ortográficos. En lugar
y obt gi os de varias .
ener un núme maneras para llenar cinco espacios
símbolo ro entre 1 Y24 O . , 5
s al menos en cu tr OO, neces1tanamos combinar los 2
separad a o esp ·
porci0 os, porque 254 === 390 625 ~c10s para distinguir 24 000 números
na sufic' , m1entr o·
De cuaiq . ientes sign¡ficant . as que 253 == 15 625, lo que no pr
o, no sólo est os para llegar a la base ,C'j • •
a conven . , cio,
ss cion ahorraría mucho espa
LAS ¡N
IMAG¡NABLEs ¼<\
I'EMAncAS
dilema anterior: escribir los nombres de los n,
regresa al ume-
:,,o que nos das de jerigonza.
Sl>· á casca .
s generar entrada de catálogo potenoal puede tomar tr
ro por u'ltitllº' dar unacoordenadas, como "Asc1en o o
. da noventa y siete pisos
rUIIlbO·
. . d a cuatro m1·¡ hexágonos y después'
puede diagonal a la izqwer
desplácese en la derecha otros doscientos veinte". Si bien a prun·
diagona1a . . era
gire en . á parezca atractivo, surge la misma clase de problemas
. sto qulZ án . . . ,
Vlsta e ría de los hexágonos est numagmablemente aleJ'ados El
ltll~o .
pues ª ·or funciona tan sólo porque los números en él -97 4 000
lo anten '
ejetllP ...,;núsculos, accesibles. La Biblioteca no es lo uno ni lo otro
y22,0- son 11.,,. • •

La Biblioteca es su propio catálogo. Cualquier otro catálogo es impensable.

coMPLEMENTO MATEMÁTICO: ENTUMIDO


y NlJMEROS (TEORÍA DE LOS)

Un metafísico es aquel que, cuando le señala usted que dos veces dos
suman cuatro, exige saber qué quiere decir con dos veces, con dos, con su-
man y con cuatro. Pues, al hacer tales preguntas, a los metafísicos los
apoya el lujo oriental de las universidades y se les respeta como hombres
educados e inteligentes.
H. L. MENCKEN, A Mencken Chrestomathy

Acontinuación dos complementos del extendido aunque más bien im-


popular campo de la teoría de los números; juntos forman un par de
confecciones matemáticas relativamente claras. Ambas giran de modo
decisivo en torno del uso de números primos para alcanzar conclusio-
nes interesantes.
Considérense los 251 312 ooo volúmenes distintos de la Biblioteca: con
sólo volver a pensar en este número se producirá un resultado inima-
ginado por Borges. Ahora, como bien sabemos, el número 25 puede
descomponerse en los factores 5 • 5 de modo que

25 l3UOOO = 25 ·25 ·25 ·... ·25 = (5 ·5).·(5 ·5) ·(5 ·5) ·... ·(5 ·5)
1 312 000 términos 2·(1 312 000) • 2 624 000 ténninos

= 52 624 000

Teoría de la información 59
. un entero positivo mayor que uno y divis¡
Un número pnmo es 1 unidad. El teorema de la fa ble u...
camente entre s í mismo o a en Los elementos, dice
E clides . que t eta~d. é\~"ll,
tr do por u o o
única, demos ª seJ·usto en un producto de núrner el'\t~t6
. d descomponer . os Pti ll
positivo pue e tá elevado a una potenaa mayor . l't\()
d ¡ cuales es O 1&\laj 8,
cada uno e os d abemos que 100 = 10 . 10, y t81llbién %e
· plo to os s es Ci.
uno. Por e¡em 5 ' s .100 es igual a 10 · 10 o a 4 · 25? Nin •~,
que 100 = 4 · 2 .sE~tonceb, 'go está escrita exactamente corn &tlné\ ele
f sm em ar , Prod
estas dos orma , cada uno de éstos esté elevado a 0 .,.,. ll.qll
, primos, en que ...._.ta
11 Pot
de numeros . Basados en las dos factorizaciones _ "1,
cia mayor o igual que un0 · · IQ )
4 . 25-, es fácil ver que 10

100 = 10 . 10 = (2 . 5) . (2 · 5) = (2 · 2) · (5 · 5) = (22) · (52)


y
100 = 4 . 25 = (2 · 2) · (5 · 5) = (22) · (52)

Como 100 es tan familiar, tal vez no les sorprenda que las dos factorj.
zaciones iniciales lleven a una sola. Y quizá sea igualmente intuitivo ·
que no importa cuán grande sea el entero con el que empecemos ni
cuánto nos esforcemos, siempre habrá sólo una manera de factorizarlo
en potencias de números primos. Con todo, es bueno saber que Euclides
demostró que esto debe ser siempre cierto.
1Por anterior vemos que 52624000 es la factorización única de
lo
312 000
25 en sus componentes primos, cada uno de ellos elevado a una
potencia mayor que la unidad o igual a ésta. En este caso, el número
de libros distintos sencillamente se descompone en un número primo
(5) elevado a una potencia mayor que uno (2 624 000). De ahí que los
únicos números que puedan dividir 251 312 ooo sean potencias de cinco.
Ahora bien, como se infiere del cuento, cada hexágono de la Biblioteca
contiene
7 640 libros. El número 640 se descompone en los factores
2 · 5; por tanto, el número 640 no divide a 251312 ooo, pues

--==---
25

Yninguno de lossiete n -
1 312 000

640
52 624 000 5. 52 623 999
640 - -5-.--=21;---=
52 623 999

27
. . . JlÍJl·
guno de los -11 umeros 2 del denominador puede d1v1dir ª
nu ones de núm . .fi a que
los libros no llenan eros 5 del numerador. Esto s1gru c ¡·ca
que la Biblioteca . exactame
, n te lodos los hexágonos, lo cua1 1·mp 1
, ,no esta conzpl t 1 •a1 que J1 0
esta lleno, 0 que e a., que hay un hexágono espea do
cuando men h d mo
os un exágono está configurado e
60
ando menos un hexágono contiene copias exactas d
0 que cu d . . e
d»'''erente,
. de la 1B'blioteca. No po emos imaginar
.
que Borges haya con-
o
tfOS libros
dO estas uu''-'erencias -o que le hayan interesado- cuando asignó
S¡dera a la cantí'dad de estantes en una pared o el número de li'bros
11óJlleros la Biblioteca.
tanteen h
por es . mo rnodo podríamos acer malabares y ajustar los núme-
pel JlllS t s y libros para que cada hexágono contenga digamos
de estall e . ' ,
ros _ 54 libros. Después de todo, como dice el cuento, cada hexágono
6~ - 640 libros, y 625 está muy cerca de 640. Pero esta es una oportu-
al0Jª dnúrar la potencia del teorema de factorización única de
·dad de a
lll elides: si cada una de las paredes donde no hay puerta tiene el mismo
Eu de estantes, y si cada uno de éstos aloja el mismo número de
11óJJ1ero
libros, entonces cada hexágono debe contener

(4 paredes)· (m estantes por pared)· (n libros por estante)


= 4mn libros

Los factores primos 22 = 4 siempre estarán ahí; ni ajustando el número


de estantes por pared ni la cuenta de libros por estante podrá cambiar
esos números 2, lo cual significa que 4mn nunca podrá dividir exacta-
mente a 251 312 000.
¿Cómo podríamos arreglar entonces estas cosas para que el total de
volúmenes distintos se distribuya uniformemente en todos los hexá-
gonos? Una solución posible es la de expandir el alfabeto a 25 letras y,
como hizo Borges, incluir el espacio, la coma y el punto para redondear
el total a 28 =(22) · 7 símbolos ortográficos. Luego, si los demás números
(se admite que escogidos arbitrariamente) correspondientes a cada libro
siguen siendo los mismos, habrá 281 312 ooo libros distintos.
A continuación contrate un número infinito de ebanistas para recons-
truir los estantes de los hexágonos, de modo que cada una de las cuatro
paredes albergue cuatro estantes y cada uno de éstos, 49 libros. Así
habrá un total de 4 • 4 • 49 =784 =(24) • (72) libros por hexágono, y como

281 312 000 (22 624 000) ·(71 312 000)


= ----- -'----
784 4
(2 )•(?2)
(24)·(22 623 996)·(72)·(?1311998)
= ..;..._..:..__;'----,-'--"-:..;__~--
(24) ·(?2)
= (22 623 996) ·(?1311 998)

Teoría de la informaci6n 61
#2

-6n, los 28 312 ooo llenarán exactamente


1
renovac1
ués de 1a
desp ( 998) hexágonos.
(22 623 996) • 71 311

, . cción, nos proPonemos . explicar de modol concis o Por


En esta ultima se futu O previsible no estamos a a altura d
q t yenel r . e1a
ué actualmen e dº a de los números primos expresables
· ar la me 1an cor¡
tarea de dete~ d 1conJ·unto de los números primos expresab}
cifr La mediana e dº " d 1 1· es
10 as. .
cifras es en aerto sentido' el "punto me 10 e a 1sta de toct os
con 10
esos ' .
números pnmos. Para calcularla, ordénense los números
10100 desde el
más pequeno- has ta el más grande que sea menor
. ,, que (número
llamado googo l, que más O menos se pronuncia gugol).

2, 3, s, 7, ... (aproximadamente 10 primos más) ..., ~999 ·..::_, 9992-ºª


97

97 d (gitos de 9

Por consiguiente, si la lista consta de un número impar de primos, la


mediana es el número que ocupa el punto medio absoluto de la lista.
Cuando el número de primos es par, la mediana es el promedio de los
dos números primos que ocupan la mitad de la lista. (Está garantizado
que el promedio de estos números sea un entero, pues la suma de dos
números impares es par, y concluimos el cálculo del promedio divi-
diendo entre dos.)
De uno u otro modo 1 - ·
. . , en contar la lista' ª umca manera de encontrar la mediana con-
SIStiría
con 100 dígi·tos. InclUido
. elcompleta
o h b ,de los números primos expresables
expresables con 100 dí . ' ª ra exactamente un gúgol de números
números Primos gitos. Fundándonos en el famoso teorema de los
1097 , -que hosque1·ar , de
numeros
. . pritn ,
os mas peq emos en un momento- hay mas ,1
apanenaa de ser mane· bl uenos que 10100. Este número tal vez de a
que el núzn. Ja e, pero }Q97 b· , nde
.unpos1ble. · ero de . PartícuIas subató · es Iliones de veces mas gra es
nún,e, t'ª/llnarse un lllOdo d htrucas del universo. Sencillamente
os, o CUal excluye la . e_ .•cer la lista y llevar la cuenta de JO 97
Pos1b1hdact d 14
14 p
;:-:----_
ara el lector con b e determinar la mediana.
Punto distante de! uena forrnación in
un ~gon1m, futuro, Podtlan,, """'ti,a, de he ,Jgó'
que: s tener una supe cho se puede uno imaginar que, en ¡era
62 ª ora ultrarrápida en la cu al corr
rcornput d
>
de los números primos primero fue conjeturad d .
teoretilª d d fin d l . o e vanos
E ler y otros es e es e siglo XVIII y al fin fu
t:'t
Dl
d s por u e dernos-
JJlO o . n años después por Hadamard (e indepe d'
unos oe . n ienternente
tradO _0 por Poussm). Parte de la belleza del te
mismo an . . orerna de los
ese ·mos es que da una estimación excelente de cuánt ,
, eros pn 100 . os nurne-
nuJJl . s hay menores que 10 ¡sm nombrar de manera e lí .
ros pfllllº xp cita
. 0 de ellos! , . .
rungun
El teoreJ....,a
U
de los numeros pnmos dice que si R(n) es •
. 1gua1 a1
d e primos menores o iguales que n", entonces a medida
"nútnero que n
:... niensamente grande,
se hace uu.,.•
n
n(n)=-
In(n)

donde Jn(n) es la función logaritmo natural. (El logaritmo natural tiene


las mismas propiedades notables de la función logaritmo, log(n), que
vimos con anterioridad y, en realidad, después de multiplicar por una
constante, tienen la misma función.) Estamos interesados en saber apro-
ximadamente el número de primos expresable con 100 dígitos, de ahí
que si calculamos a(l0100) para hacer una buena estimación tendremos:

10100 10100 1098 1098


(10100) - - - =----= =-=1097
Tt := In(l 01ºº) 100 ·ln(l O) ln(IO) 2.3

l. Fuera capaz de comprobar si es o no es primo cada número de cien cifras.


2- Llevar la cuenta .del número de primos sin hacer una lista.
3. Dar como salida el número de primos N expresables con lOO cifras.
Luego,
4· Determinar si N es impar o par. .
5· Detenrunar,
· d l
si N es impar, qué primo numera o es a me diana del con1unto.
. d' del
6· Determinar, si N es par, cuáles dos primos numera d os Promed1an la me iana
conjunto.
y finalmente,
7C l número o los números
· orrer de nuevo el algoritmo, llevando la cuenta hasta alcanzar e
del paso 5 (o 6).
En nin ~- Dar como salida ¡la mediana!
gün Punto fue necesaria una lista de todos los primos.

63
Teoría de la información
.3.

ANÁLISIS REAL
''EL LIBRO DE ARENA''

Para ver el mundo en un grano de arena


Yel delo en una flor silvestre
1

pon el infinito en la palma de tu mano


y la eternidad en una hora.
WILLIAM BLAKE, "Auguries of Innocence"

El análisis real es la rama de las matemáticas que explora, entre otras


ideas, las sutilezas de lo arbitrariamente pequeño. De modo paradójico,
en este capítulo, pensar en lo muy pequeño resultará ser decisivo para
entender lo muy grande: el libro que abarca la Biblioteca entera.
La última revelación de Borges sobre la Biblioteca está enmascarada
en una nota de pie que adorna el final de la última oración. La nota dice:

Letizia Álvarez de Toledo ha observado que la vasta Biblioteca es inútil; en


rigor, bastaría un solo volumen, de formato común, impreso en cuerpo nueve
o en cuerpo diez, que constara de un número infinito de hojas infinitamente
delgadas. (Cavalieri, a principios del siglo XVII, dijo que todo cuerpo sólido
es la superposición de un número infinito de planos.) El manejo de ese vade-
mécum sedoso no sería cómodo: cada hoja aparente se desdoblaría en otras
análogas; la inconcebible hoja central no tendría revés.

Otros han notado independientemente que Borges continuó jugando


15
con la idea de tal libro en su evocativo cuento '~El libro de arena" - El
análisis matemático de un libro de arena gira en torno de lo que signi-
fica la frase "hojas infinitamente delgadas". Tres interpretaciones dife-
rentes de "infinitamente delgado" conducen a los tres libros, de espíritu

15
Véase Salpeter, por e1emp
· 1o, sobre "El libro
. de arena,, .

65
semeiante pero dispares en sus detalles. Los exan-.,_
-~ ........ tarelllo
ascendente
J
de exoticidad. s et\
Cltq

PRIMERA INTERPRETACIÓN
Si aceptamos que "infinitamente delgado" significa "rná
cualquier partícula su bat6 nuca
· ,,, h ay vanas · posibilidads deig ªciC>
tes. En primer lugar, existen
• (410) · (25 1 312 000) páginas (ueshesti~ %e
.....,%!el!\,
Biblioteca, número muy grande, pero aún finito. Así si ºJas) et\
.
tiene el mismo grosor, digamos , cada Pá.&il)¡¡1il

1
(410)·(251312 000) ésimos de pulgada

entonces el Libro, sin pasta, tendrá exactamente una pulgada de


Tal libro, sin embargo, desilusionaría al bibliotecario anónimo grueso.
en cuanto
a su "elegante esperanza" de que la Biblioteca se repita en su desord
1 tr
a vez que con avendría 1a afirmaa"ón explíata . en la nota de .en, a
- . d e que e1 libro const aria
pagma - d e un numero
- pie Side
infini"·to de páginas.
como ya se dijo, las hojas fuesen todas del mismo grosor, entonces un~
repetición periódica infinita de todos los libros de la Biblioteca hana
que por fuerza el libro de la arena fuera infinitamente grueso.
Si insistimos en que cada página tiene un grosor definido, y de la
misma manera insistimos en repeticiones infinitas de las páginas del
libro, debemos permitir, por tanto, páginas cada vez más delgadas.
Para que tal libro tenga sentido, necesitamos entender algo de la teoría
16
de sumas infinitas. Empezaremos este corto viaje siguiendo las tenues
pisadas, cuyo eco se escucha ruidosamente a lo largo de las eras, de la
paradoja de Zenón, de la que tanto gustaba Borges.
Supongamos, empezando en un extremo de una habitación, que fu~
ramos a Caminar la mitad del trayecto hacia la pared opuesta. Despu~s
de breve pausa, caminamos la mitad de la distancia del punto
1
rn~di:
a a pared opuesta. Después de otra breve pausa, cammamos . la nuta
de la distancia ... (véase figura 5).

•sfll~
16 Bernardete, atada
, .
en Merrell en la página 58, independientemente sigue m á5 o menos JaJ111
línea de razonamiento,

66
LAs INIMAGINABLES MATEMÁ Tir" e
:t y;

.1.
2

1 3 7 15 1
o 2 4 8 16
FIGURA 5. Zenón cruza el cuarto de O a l.

En e1II1undo tosco
.
en que habitamos, las puntas de nuestros pies choca-
.
án en poquísimo tiempo con la pared de enfrente. En el mundo ideali-
:ado de las matemáticas, podremos siempre dividir en dos la distancia
entre un punto y un punto extremo. (Zenón y Parménides, en sus para-
dojas, explotan este abismo entre el mundo de nuestras percepciones y
la visión matemática de un segmento de recta.)
Aefectos de lo que en este libro nos proponemos, sin ofrecer una demos-
traáón rigurosa, nótese que, sumando las longitudes simbolizadas por los
arcos, la información codificada en la figura 5 equivale a la ecuación:

1 1 1 1 1
-+-+-+-+-+ ... = 1
2 4 8 16 32

La ecuación sintetiza un hecho sorprendente: sumando un número


infinito de segmentos de recta, cada uno de la mitad del tamaño que el
anterior, se alcanza una forma de la unidad. Un indicador de la profun-
didad y la insondabilidad de esta idea es que por siglos la mayoría de
los pensadores ha concordado en que con ella se pone el clavo final que
cierra el ataúd de la paradoja de Zenón. (Hoy por hoy, los pensadores
han incrementado la complejidad del cuadro, y de ese modo creado
nuevas dudas, interrogantes y, en esencia, resucitado el tema.)
Siguiendo el ejemplo impuesto por la ecuación, hágase que la pri-
mera , ·
. . pagina sea de la mitad del grosor de una página normal; que la
siguiente página sea de la mitad de la mitad anterior, y así sucesiva-
, mente. Luego, el libro completo, infinita y periódicamente repetitivo,
será exact
amente del espesor de una página normal.
EneICom 1 . ,
info . P emento matemático del presente capitulo, daremos mayor
Pá _rmación respecto del cálculo siguiente que es estimar el grueso de la
glna 41. '

Análisis real 67
wW·W .-w . (cl grosor deuna P~•• •OraW)
(ú1a< 1 II mitad 40 .-11 prima" pj¡UII

·G).a. (el grosor de una página nonnal)

- ( 1099 511 627 776


1 ). (_!_ metros)
1 000

•(-1-)·(-l3 )metros=(l0-12)·(10-3) metros


1012 10
=10-15 metros de grosor

Llegamos a la conclusión de que la página 41 es más delgada que


. . . el
diámetro de un protón. Como cada á~a sucesiva tiene la mitad del
grosor de la precedente, todas las paginas restantes son t~bién más
delgadas que un protón. Desde luego, en esta interpretación, aunque
casi cada página es invisible a simple vista o hasta con el auxilio de un
microscopio electrónico, no es cierto que cualquier página sea en realidad
"infinitamente delgada".

SEGUNDA INTERPRETACIÓN
Aquí, aquí tomaremos "infinitamente delgado" en el sentido indicado
por la referencia al principio de Cavalieri en la nota a pie: el grosor de
un plano euclidiano. El grosor de un plano es el mismo que la longitud
de un punto, cuya definición puede convertirse en una trampa. Con·
sidérese un punto de una recta. Queda claro que un punto euclidiano es
más delgado que un segmento de recta de cualquier longitud posible. Sin
embargo, es algo perturbador decir que un punto tiene longitud O; de ser
así, ¿por qué, amontonando suficientes entidades de longitud O, se pro-
~uce una línea de longitud positiva? ¿Juntando ceros y más ceros se crea
siempre otro O? ¿Cómo puede un objeto tener longitud O?
U~a manera sutil de evadir estas trampas fue elaborada a principi~S
del siglo XX p · · 1m t ona
' nnapa ente en la obra de Henri Lebesgue, cuya e
es hoy un enorme difi" . parte
de las matemáticase dcio con ramificaciones que abrazan buena riJlCl'•
io , . mo emas. Por fortuna, sólo necesitamos un P ·do
p l muumo de la teoría: la idea de un conjunto de medida OconteJll
en a recta de los números reales. ,
Recordemos que la r Jos 110·
meros racionales . e_cta de los reales se compone de todos ta vJ1
e irraaonales, cada uno de los cuales represen
68
LAs iNIMAGINABLE.5 MA'fEMATICAs
de la recta y significa la distancia del origen al punto. Tal vez
punto fusión que identifiquemos "la longitud de un intervalo" con
ause con d
en "número", pues, al h~cerl~, u~a i ea del ~undo real, la de longitud,
está contarninando una 1deahzac1ón matemática. Habitaremos este lim-
u
r el resto del capítulo.
po esitamos dos de fini' c1ones.
boN · Un in
· tervalo cerrado incluye los puntos
:os del intervalo, por ejemplo, la notación [O, 1] significa "todos los
extre s entre Oy 1, éstos me ' 1w'dos" . Ahora b'1en, sea S cualquier con-
núrnero . .
. to en la recta de los reales. Se dice que S es un con;unto de medida osi s
J:ede estar contenido en una unión tal vez infinita, de intervalos cerra-
~os cuyas longitudes se suman para formar un número arbitrariamente
pequeño. Se aclarará la definición mediante varios ejemplos.

Ejemplo 1. Un punto aislado p de la recta de los números reales. Salta


a la vista que p puede estar contenido en un intervalo cerrado de longi-
tud arbitrariamente pequeña (figura 6). Por tanto, p es un conjunto de
medida O. Nótese la sutil distinción: no estamos diciendo que "el punto
sea de longitud O", sino, más bien, que p es un conjunto de medida O.
Resulta que -y pronto veremos un ejemplo- hay conjuntos de medida
oaue van en contra de la intuición.

FIGURA 6. Un intervalo infinitamente pequeño puede contener el punto p.

Ejemplo 2. Tres puntos a, b y e de la recta de los reales. Sea

a contenido en un intervalo de longitud 1 / 2,


b contenido en un intervalo de longitud 1 / 4 y
e contenido en un intervalo de longitud 1 / 8.

(No importa que los intervalos se traslapen.) Los tres puntos están,
pues, contenidos en una unión de intervalos cuya longitud es

Análisis real 69
1 1 1 7
-+-+-=-
2 4 8 8

. equeño! Pero ahora, sea


.Aún no arbitranamente p
l

. . ervalo de longitud 1 / 4,
a conterudo en un mt d 1 gi·tud 1 / 8 y
. intervalo e on
b conterudo en un. de longt'tud 1/16.
e contenido en un intervalo

como cada intervalo es de la mitad de la lo .


Tenemos, pues, que, b. é ngitud
de su predecesor correspondiente, la suma tam 1 n se reduce a la rnitaq.
1 1 1 7 .
-+-+-=-
4 8 16 16

Si volvemos a jugar el juego, comenzando con un intervalo de longitud


1 / 8, encontraremos que
1 1 1 7
-+-+-=-
8 16 32 32

Si proseguimos poniendo a a, b y e en intervalos de la mitad de las lon-


gitudes de la ronda anterior, el triple de los intervalos seguirá dando
un total de la mitad de la longitud precedente: primero 7 / 64, luego
7 / 128, y así en adelante. Empezando con un intervalo suficientemente
pequeño, nos aseguramos de que la suma de los tres intervalos sea arbi-
trariamente pequeña; o sea que el conjunto S = {a, b, e} es un conjunto
de medida O(figura 7).

rr e
1/2 + 1/4
Etcétera.
Etcétera.
+ 1/8 7/8

FIGURA 7. Aquí sumamos tr· 1


triplete es de la J::es de inte"'.alos cada vez más pequeños. La suma de cada
de la longitud de la suma del triplete anterior.

70
LAs INIMAGJNABLFS MATEMATICAS

1$
1 h tiPJ :,f!#
Es un hecho curioso lo difícil que es demostrar que el inter-
3
Ejell'lP10 ; eros entre 1 y 4 no es de medida O. Ciertamente nuestra
valo de núlll dice que la longitud mínima de los intervalos necesarios
. •ción nos .
Jlltul [l
barcar , 41sumará 3, pero demostrarlo con ngor no es Piercicio
. -,
para ª d fuera de los alcances de este libro. Véase la figura 8
trivial y que a .
Este intervalo debería medir -y núde- 3

1 2 3

FIGURA 8. La medida del intervalo de 1 a 4.

Regresemos a las páginas infinitamente delgadas del libro. Interpre-


tamos que "infinitamente delgada" significa que cada página tiene espe-
sor de medida O. Suponemos también, como lo hicimos al final de la
primera interpretación, que dentro de este tomo, los libros de la biblio-
teca se repiten una y otra vez, validando la "esperanza elegante" del
bibliotecario anónimo de que el orden se repita con periodicidad. Nos
hallamos, en consecuencia, ante un problema desconcertante:

¿Hay un número infinito de páginas, cada una de las cuales tiene


espesor de medida O? ¿De qué grosor es el libro?

La respuesta podría ir en contra de nuestra intuición:

El grosor del libro es de medida O.

En otras palabras, si tratáramos de ver el libro de costado, no lo conse-


guiríamos, y menos aún conseguiríamos abrirlo. ¿De dónde proviene
este estado de cosas inesperado e inimaginable? En cuanto pensamos
en buscarlo, resulta que está ahí, casi como esperando ser descubierto.
Lo que nos proponemos es demostrar que el grosor del libro puede
st
e ar contenido en una colección de intervalos cerrados escogidos de
modo tal que la suma de sus longitudes pueda hacerse arbitrariamente
pequeña.
De ser posible hacerlo, entonces, por definición el libro es de medida
0
· Lo lograremos alojando el grosor de cada página en intervalos cada
vez má -
in&:_, s pequenos de un modo un tanto solapado que explota la suma
«uuuta im lí .
P crta en la paradoja de Zenón.

Análisis real 71
. ero otro punto en contra de la intuición se .
Pero pnrn ' gu_ld.o
.
técruco. 51. b·en
1
es posible que el Encuadernador
.
cosiera as •d.e o~
1
. del libro en un orden claro, también es posible qu lnk . o
p ágmas . . e 1as ~"1.it¾
del libro se hallen en un flujo y refluJo continuo: como olas agoJ p¡¡&ii)¾
unas con tra Otras, tal y como lo hacen . los numeras racion a1es Pátlq0811
significaría que no hay primera página ~omo tampoco hay ,; 1r~ ctiill
número racional positivo. En tal caso, simplemente escog P 11llel"•

quiera de los 251 312 ooo libros para que sea e 1 primero, enios ct¡ilJ_
otro Para
el segundo, y así en adelante, hasta ~ue tengai_nos una lista co:e Sea
de los libros y sus páginas. Como el hbro se repite, podrerno . Pleta
números a sus páginas. 17 Hagamos, pues, s as1gnélrle

que la primera página esté contenida en un intervalo de Ion itu


.
que la segunda página esté conteroºd a en un intervalo
· deglond .l/2,
1/ 4, git¡¡d
que la tercera página esté contenida en un intervalo de longitud
y as1, suces1vamen
· te. 118,

Vimos en la primera interpretación que

1 1 1 1 1
-+-+-+-+-+ ... =!
2 4 8 16 32

de modo que el grosor del libro puede estar contenido en una unión
infinita de intervalos que suman l. Aquí es donde entra la parte tram-
posa. Hagamos que

la primera página esté contenida en un intervalo de longitud 1 / 4,


la segunda página esté contenida en un intervalo de longitud 1/8,
la tercera página esté contenida en un intervalo de longitud 1 / 16,
Y así sucesivamente.

Esta vez la uní ' infi• ·


on ruta de intervalos suma

17 Otro punto fino para el interesado· ue el núJlleií'


de páginas es infinit . · estamos capitalizando obviamente el hecho de q
o pero posible de contar.

72
LASINJMA
GINABLF.S MATEMA TICAs
iQU&
, con sólo sustraer 1 / 2 de ambos lados de la ecuación anterior
.
cómo estamos explotando un aspecto de la idea de infinito: esta-
.
Nótese ando un ténruno . d e1 m1em. b ro izqmer
. . d o de la ecuación
oros desearl , . . . . ,
·gue teniendo un numero infinito de términos que equivalen al
Pero s1 !-t:,..ito de páginas.
.
nú.Illero u uu u
. comenzamos haciendo que el grosor de la primera página esté con-
5
.1d en un intervalo de longitud 1 / 8, la suma se convierte en
teni 0
1 1 1 1 1 1
-+-+-+-+-+ ... =-
8 16 32 64 128 4

Evidentemente, si continuamos este juego de dividir a la mitad los


intervalos, queda garantizado que siempre encontraremos una unión
de intervalos que contenga el grosor del libro y que la suma sea un
número arbitrariamente pequeño. Esto significa que el grosor del libro
es de medida O, resultado que Borges con seguridad no imaginó.
¿Cómo es posible crear un segmento de recta, un segmento de medida
positiva, a partir de puntos ·de medida O? Esta es una larga historia que
otro día examinaremos.

TERCERA INTERPRETACIÓN
Quizá sea insatisfactoria la naturaleza esquiva de la interpretación ante-
rior. Nunca nos pronunciamos sobre lo que es un grosor "infinitamente
delgado". Nos concretamos observar que es de medida O. Para la ter-
cera interpretación, echaremos un vistazo a algunos de los elementos
básicos de una de las teorías matemáticas más relegadas del siglo XX: el
análisis no estándar. Las raíces del desarrollo del análisis no estándar
se encuentran en Leibniz, uno de los inventores del cálculo. Leibniz y
Newton usaron por igual cantidades infinitamente pequeñas, infinitesi-
males (también conocidas como fluxiones), en sus primeros cálculos. En
su prólogo a la edición revisada de Non-standard Analysis, la obra pio-
nera de Abraham Robinson, el lógico Wilhelmus Luxemburg comenta
que "el obispo Berkeley se refirió desdeñosamente a los infinitesimales
llamándolos "fantasmas de cantidades difuntas", y que en respuesta a
éste Yotros ataques "Leibniz propuso un programa dedicado a la con-
cepción de un sistema de números que incluiría números infinitesimal-
mente pequeños y' también infinitamente grandes"•
Por las dificultades inherentes al audaz programa de Leibniz y por
otras razones históricas, sus ideas quedaron olvidadas durante casi 300

Análisis real 73
-
anos. En 1961, con la publicación de Non-standard Analysis [A_ ·-..o.áJ. -
es tándar,o
] R b inson impugnó a Berkeley y coronó
. el sueño
, d e l E%18is l'\o
,
Valiéndose de varios instrumentos ~e _la_ lógica y la teo~a de con¡ ~ -
elaborada a fines del siglo XIX Y pnnopi~s ~el XX,_ Robmson logr~tos
o· , libre de contradicoones internas, q Ue inc:Ieia,
b orar un modelo lóoico .
los infinitesimales. \J.íc1
Debe mencionarse, con sincero respeto, que los partidarios del
sis no estándar hacen gala de una impresionan
· · te comb'tnación d f¾áll-
místico y pragmatismo sobre el asunto. Acaso esto obedezca ae erv0r
.
corriente predominante en las matero áticas ti ene, al menos por aho que la
arrinconado el análisis no estándar por sus construcciones poco intut~•
vas y sus complejidades técnicas. Atendiendo a lo anterior he aqUí ti-
selección, extraída originalmente por Mark McKinzie y Curtis Tuck;
del libro de texto universitario, de H. Jerome Keisler, que estudia :•
· no estan
cálculo desde la perspectiva , d ar (1as cursivas
. son del autor de!I
presente libro).

En las matemáticas de la primaria y de la secundaria, se construye el sistema


de los números reales gradualmente, en varias etapas. Se comienza con los
enteros positivos, se pasa a los sistemas de enteros, luego a los números
racionales y por último a los números reales ...
Lo que se necesita [para entender el cálculo] es una distinción nítida entre
números que son lo suficientemente pequeños como para ser desechados
y números que no lo son. De hecho, ningún número real, como no sea el
cero, es lo suficientemente pequeño como para ser desechado. Para soslayar
esta dificultad, damos el atrevido paso de introducir una nueva clase de número, que
es infinitamente pequeño pero aun así no igual a cero ...
La recta de los números reales es un subconjunto de la recta de los hipe-
rreales, es decir, que cada número real pertenece al conjunto de los números
hiperreales. Circundando a cada número real r, introducimos una colección
de números hiperreales infinitamente próxima a r. A los números hiperrea/es
· ,¡:; ·
m;,mtamente cercanos a cero se les llama infinitesimales. Los reóprocos de los
infinitesimales no cero son números hiperreales infinitos. La colección de
todos los números hi . . • s que Jos
, perrea1es satisface las rrusmas leyes algebraica
nurneros reales...
No tenemos manera d b , . p d ía ser corno
esa er como es una recta en el espacio físico. 0 r SiJl
la recta de los hiperre l s d ellas.
ª e , como la recta de los reales, o como ninguna e ·o
e~bargo, en aplicaciones del cálculo es útil imaginar una recta en el esPª:,
físico como una recta d hi la de
eaI e perreales. La recta de los hiperreales, como
r es, es un modelo m t á. , . fís·co
ª em tico util de una recta en el espaoo 1 ·
74
LAS INIMAGINABLES MATEMATICAS
áli is no estándar, hay un número infinito de ;... t.:_!t .
el an s .... u.u u esunales
En 1 aglomerados en torno de O, y cada uno de ellos es m
. errea es .. . enor que
. número positivo _real, y cada uno
hiPa1q111er .
de ellos sionifica un d'
o..... a 18-
cU !-&:..,;tamente pequena. Podemos asignar simplement al .
cia uuuu , . . e cu quier
tan . al que deseemos a cada pagina del hbro 1s Por las
¡nfinites1m · reg as del
. estándar, computamos el grosor del libro sumando t d1
áliSlS no o os os
an . . ales Al calcular un total como éste, sumar el núme infini'.1.
i.nfinttes1m · . . . . ro to
infinitesimales da lugar a otro infinitesimal, de modo que el libro
de uevo infinitamente delgado: nunca se verá nunca se
es, de n ' . . , encon-
á
trar , n un ca será abierto. Esta vez, sm embargo, podemos consolarn os
eleg antemente sabiendo
. 'ó que el grosor infinito es un grosor no estándar
calculable con precrsi n.

Independientemente de la interpretación que adoptemos, si las páginas son


"infinitamente delgadas", entonces "El libro de arena" es, por necesidad, infi-
nitamente delgado.

COMPLEMENTO MATEMÁTICO: EL REGRESO


DE LOS LOGARITMOS

Para la razón, la necesidad es la base del mundo; la razón es capaz de hacer que
la probabilidad juegue en nuestro favor para aprovecharla. Sólo con una razón
siempre fuerte y firme podemos llamarnos un dios del mundo.
]OHANN WOLFGANG VON GOETIIE, Whilhelm Meister's Apprenticeship,

libro 1, capítulo 17

;, Recuerde que en el primer Complemento matemático resolvimos una


ecuación con exponenciales mediante logaritmos. Este es otro ejemplo,
sólo un poco más complicado, de resolver ecuaciones con logaritmos.
Antes, en este capítulo sostuvimos que si "El libro de arena" comenzaba
con un grosor de página normal, digamos, un milímetro, 10-3 metros, y
el grosor de cada página sucesiva se redujese a la mitad de la precedente,
la cuadragésima primera página sería más delgada que un protón, cuya
anchura es de poco más de 10-15 metros. ¿Cómo llegamos al número 40?

el Si_un lector con buenos conocimientos de matemáticas se preocupa por la necesidad de invocar
gr:ozna
or de de elección,
cada pá . el problema es fácil de eludir con sólo asignar el mismo infinitesimal, f?., para el
gina.

Análisis real 75
El grosor de cada páD-i-
1O forma de ecuación. º .... ta es ..i
Pongámos en , que si medimos la enésima Página d ~e l~
• d d I recedente, asi . esh
mita e ª P de la primera págma cortada a l . r1.l.é
de la primera, será el grosor a lllitaq 118
. su grosor será de
veces. Es deor,
10-3 metros
2n

e 1t maño del protón es más o menos d e 10-1s' igualamos


. e,.,J...
orno e a . "<.ee Sí
estos términos y simplificamos la ecuación.

10-3 15 • 1· 10-3 zn
y--10- ' lo que rmp 1ca - -=
10-15

por tanto, 1012 = 2n

Sería muy difícil resolver esta última ecuación sin logaribnos. (De hecho
en 2004, un poderoso software matemático estropeó mi flamante com~
putadora en un vano e ingenuo esfuerzo por despejar una n semejante.)
2
Como 101 y 2n, aunque se escriban muy distinto, son el mismo número
debe suceder de nuevo que toda función aplicada a ambos genere ei
mismo número. Así,

log(10 12) = log(2n)

lo cual, en virtud de la notable propiedad del logaribno, implica que

12 · log(lO) = n · log(2)
Se dividen ambos lados entre log(2) y resulta

12 · log(lO)
log{2) =n

que se resuelve sin t d a


los tradicio . ar anza en una computadora, calculadora o, par
es casi igu~!~' co~ tablas logarítmicas. Al hacerlo, observamos que n
<leamos h .ª ·.' asi que, para garantizar el resultado deseado, redon·
aCia arriba. De t . áo-ina
inicial a la m·t d 40 es e modo, s1 cortamos el grosor de la P t,- ._
Ia veces se d á I , . a pr1
mera págin ' ar e caso de que la cuadrages1m
a sea más delgada que un protón.

76
LAS 11\Jn, •
••UViJ\GINABLES AfATEMATICAs

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