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7.

Vattimo y la hermenéutica
La concepción hermenéutica en el planteamiento de Vattimo tiene cuatro
marcos referenciales: la ciencia, el arte, la verdad y el nihilismo.
Normalmente Vattimo relaciona desde Gadamer la ciencia y su
concepción de verdad desde la adecuación del dato a la cosa en su versión
positivista, concepción insuficiente en cuanto aplicable a las ciencias humanas,
y la solución a dicho problema es planteada desde la experiencia de la verdad
que se da al interior de la experiencia estética.
El nihilismo es afirmado frente a todos aquellos intentos de
trascendentalización que se pueden dar en las concepciones hermenéuticas
contemporáneas, en el que especialmente se afirman los rasgos de la finitud del
ser-ahí desde la concepción filosófica de Heidegger. Este nihilismo es la base
para afirmar no sólo la finitud contra todo intento de trascendentalización sino
también para afirmar la problemática de la desfundamentación, del ab-grund,
del ser entendido como evento, como acaecimiento.
Fundamentalmente queremos centrar este estudio sobre la hermenéutica en
Vattimo desde cinco partes: la primera hace referencia a la hermenéutica
entendida en los términos de Koiné, la segunda se refiere a la relación
hermenéutica y la ciencia, la tercera viene presentada como la hermenéutica y
el arte, la cuarta habla sobre la hermenéutica y la verdad, y la quinta parte habla
de la hermenéutica y el nihilismo.
7.1 Introducción
A manera de introducción queremos presentar una ubicación histórica del
problema hermenéutico, la que es planteada en tres momentos: el de la
universalización de la hermenéutica o tendencia de la hermenéutica a
convertirse en teoría general de la interpretación, hecho éste que según Vattimo
hunde sus raíces en Schleiermacher, el que de una interpretación gramatical
pasa a una interpretación sicológica en un proceso que no se deja agotar y que
en última instancia termina redefinido en la teorización del circulo
hermenéutico; para Vattimo el hecho de que la teoría schleiermacheriana es
inconclusa e inacabada puede tener sus razones aquí.
Este hecho es planteado desde la propuesta gadameriana que se resume en la
frase “Sein, das verstanden werden kann, ist Sprache” (Gadamer, Verdad y
método, 478), según la cual no sólo el ser que se puede entender es lenguaje
sino todo el ser que puede ser entendido es lenguaje; con lo cual se presenta en
el mismo Gadamer la generalización de la hermenéutica que de teoría particular
de la interpretación, de textos remotos y clásicos se pasa a la identificación de
la existencia como estado de interpretación; igualmente podemos decir que este
hecho es visible ya en Heidegger, pues para éste existir es interpretar, lo que
hace Gadamer es ampliar unos presupuestos que desde Heidegger y
Schleiermacher ya están dados1.
En segundo momento la ubicación histórica se centra en la problemática de
la fundamentación, la que se puede extender hasta Dilthey, el que con la división
de las ciencias en humanas y naturales, no hace más que poner un dique de poca
duración al desarrollo de la hermenéutica y con ello a la búsqueda de la
fundación de las ciencias, sobre todo las humanas, que no se ajustan al modelo
de verificación de las naturales; el estado de la situación de la fundamentación
de las ciencias humanas, se convierte en una total infundamentación sobre todo
desde el hecho de que el fenómeno humano no se deja agotar simplemente en
las categorías propuestas.
El problema es igualmente remitido hasta Schleiermacher, pues en la
problemática del circulo hermenéutico muestra la total infundamentación en el
hecho de que no se puede hablar de un punto fijo al cual se puede llegar para
fundamentar el fenómeno científico que, sobre todo a nivel de ciencias
humanas, no se deja agotar en un principio ultimo o primero; con ello lo que se
Cuál es está planteando es el problema de la ontología subyacente a la división de las
ese ciencias humanas y naturales pero más fundamentalmente el criterio de
problem catalogación y de valoración del fenómeno humano que no se deja agotar con
a de la los criterios propios de las ciencias naturales; razón por la que Sein und Zeit
plantea como problema fundamental el del ser visto desde la perspectiva de la
ontologí
existenciariedad en un primer momento y desde la temporalidad en un segundo
a?
momento2.
En un tercer momento de este primer momento Vattimo plantea el problema
de la verdad, la que es presentada desde una perspectiva fundamentalmente
científica; la verdad de la ciencia empírica es la verdad de la adecuación del
hecho al dato que se ajusta a la observación postulada y planteada en la teoría;
si el dato se ajusta a la observación entonces cumple y satisface los requisitos
de verificación; el problema que con ello se presenta es que el fenómeno
humano no se deja agotar desde su condición de libertad, a dichos criterios
verificativos3, pues digámoslo en nuestros propios términos, el ser humano es
lo suficientemente libre como para ser predecible.
Ya desde Heidegger, en su puesta por obra de la verdad, se plantea una
radicalización de la noción de la misma pues los criterios de verificabilidad no
1 G. VATTIMO, AS, 98-99.
2 G. VATTIMO, AS, 99-100.
3 T. G. ADORNO, Dialéctica negativa, 15-17. Nosotros nos hemos servido de la
traducción italiana.
se ajustan a la obra de arte4; radicalización que viene a ser plenamente efectuada
en Gadamer cuando por verdad entiende el proceso de transformación que se
opera en quien tiene la experiencia estética, lo que en otros términos se puede
plantear diciendo que la verdad es el proceso de transformación que se opera en
quien se acerca a la obra de arte5.
7.2 La hermenéutica, nueva koiné6
En los escritos de Vattimo sobre la hermenéutica una cosa se hace clara y es
que ésta más que una escuela, más que una doctrina, es una orientación que
cobija a los más diversos pensadores; no es pues la hermenéutica un cuerpo de
La conceptos fijos y estables que los pensadores llamados hermeneutas deben
hermenéuti cumplir o saber para poder estar dentro de esta escuela, sino que es una
ca como orientación, una línea a seguir, pero ello tiene, a nuestra manera de ver, un
como un peligro que es visible a Vattimo y es la falta de concreción en aquellos
orientación elementos que deben ser claros a dicha disciplina.
y no como Cuando Vattimo habla de la hermenéutica como koiné lo hace refiriéndose
una mera al hecho de considerarla en este sentido, sobre todo cuando cobija a tantos
pensadores; de entre los más sobresalientes siempre menciona a Gadamer,
escuela
Pareyson, Rorty7, Ricoeur, Apel y Habermas; preocupación que lo mueve a

4M. HEIDEGGER, Hw, 16-32. Justamente el hecho de que Heidegger en Holzwege


en su escrito sobre el origen de la obra de arte dedique una parte a la obra de arte
y la cosa, significa que la obra ya no es una cosa como las demás cosas, en el
sentido planteado en Sein und Zeit, cuando ve las cosas como instrumentos en
cuanto sirven para algo; a partir de ahí replantea el problema de la noción de
verdad; por ello la siguiente parte de este escrito se llamará la obra y la verdad.
Nosotros nos hemos servido de la traducción española elencada en la bibliografía.
La seguiremos citando Hw.
5 G. VATTIMO, AS, 101ss.
6 Koiné puede, según nuestro conocimiento de la obra de Vattimo, alcanzar a tener
dos sentidos que siempre están referidos a la hermenéutica: el primero es que de
ser un hecho especializado se convierte en un hecho universal, cuando desde
Heidegger se hace la identificación del existir con el interpretar o en otros términos
existir es interpretar; el otro sentido es que la hermenéutica es el lenguaje común,
que toda la filosofía habla hoy, la hermenéutica es el lenguaje al que se debe referir
toda la filosofía en los momentos actuales, es la lengua común que el mundo
filosófico habla. Vemos que Vattimo está empleando la palabra como analogía,
pues Koiné inicialmente es el lenguaje del pueblo, del vulgo, el lenguaje común
que se usó en la diáspora; hoy ese lenguaje común que habla todo el que tenga
que habérselas con la filosofía es la hermenéutica, por eso se habla de una nueva
koiné.
7 Sobre Rorty, Vattimo ha hecho la nota introductoria a la traducción italiana de La
filosofía e lo spechio della natura; de dicho texto podemos destacar lo siguiente:
La clarificar siempre más los rasgos nihilistas de la hermenéutica desde Heidegger
hermenéuti y a determinar desde ahí su orientación.
¿Por qué dice Vattimo que la hermenéutica es una nueva koiné? Porque así
ca en este como en las décadas anteriores el marxismo y el estructuralismo se presentaron
pensador cada uno a su debido momento, como corrientes que cobijaban o albergaban el
tiene un mundo filosófico, en cuanto eran puntos de referencia obligatorio en toda
carácter discusión filosófica, en todo debate cultural o en toda cátedra universitaria, esta
antifundacio preponderancia la tiene hoy la hermenéutica; pero esta tendencia puede hacerla
nalista, aparecer con sentido vago y cobijar a tantas corrientes filosóficas que por eso
puede dar la impresión de dicha vaguedad, sin embargo la pregunta por las
tomado de causas por las cuales ésta ha llegado a ocupar dicho lugar hegemónico ayudará
el nihilismo a que ésta pierda un poco su vaguedad.
de Nietchez Así la pregunta orientativa es ¿cuáles son las causas que han llevado a la
hermenéutica a ocupar el puesto central que hoy ocupa en el debate filosófico y
cultural? en un segundo lugar la pregunta versa sobre el sentido, es decir las
tareas que hoy se le imponen a la hermenéutica ¿cuáles son las tareas que se le
imponen a la hermenéutica?
Tratando de responder a la primera pregunta sobre las causas que han influido
para que la hermenéutica ocupe un lugar central en la discusión filosófica
hodierna, Vattimo nos dice que fundamentalmente es un hecho de tipo histórico
el que se hace valer, pues el estructuralismo ha entrado en crisis cuando se ha
pretendido la así llamada neutralidad del observador frente al fenómeno
observado, porque en definitiva una tal neutralidad no se da y con ello los
contenidos mismos pierden sentido8; es además cierto que el estructuralismo ha

Vattimo y dicho filósofo tienen varias cosas en común: el carácter antifundacionista


de sus filosofías, en consonancia con dichas líneas antifundacionistas se destaca
también una crítica contra el sujeto en la línea de lo interno y lo externo, del cuerpo
y de sus partes en relación con la razón y la autorreflexión; la filosofía de Rorty
como la de Derrida, la de Nietzsche y la de Vattimo, son filosofías de corte
desconstruccionistas y antifundacionistas; en la hermenéutica como es concebida
en Rorty según Vattimo, la experiencia del confrontarse es muy similar a la
gadameriana según la cual se trata de confrontar mi mundo y con ello enriquecer
mi lenguaje; remitimos al lector a dicha nota introductoria en el texto de la editorial
Bompiani, 1986. 346p. Para la nota introductoria Vattimo ha estado acompañado
de Diego Marconi.
8 Para Vattimo la estructura es fruto de la voluntad de poder o voluntad de voluntad,
por eso habla de que no hay estructuras neutrales sino que son fruto del poder del
hombre, de su capacidad volitiva; hablando del alejamiento de Deleuze del
estructuralismo dice: « también los códices lingüísticos, y la misma vida del
inconsciente […], resultan de estos actos de ordenamiento y de disciplinamiento
originario; que no son jamás legitimados desde cualquier fundamento natural, sino
que tienen un carácter del todo arbitrario […]; son pues necesarios para hacer
humano el mundo, para sobreponer a la naturaleza la cultura; mejor aún cualquier
orden antes que el caos de la naturaleza inmediata» (Le mezze veritá 140-141).
Aquí la estructura propia del estructuralismo es presentada como fruto de la
sido el primero en reivindicar la voz a las otras culturas que aparecían como sin
voz, acabando así con el eurocentrismo propio de la época en que se
desenvolvió dicha doctrina9.
Otro argumento contra el estructuralismo consiste en que dicha corriente
filosófica ha visto estructuras y principios organizativos en las más diversas
áreas de la realidad , seguramente aquí también puede discutirse el hecho de que
con la crítica nietzscheana a toda estructura superpuesta a la realidad, el
estructuralismo exagerado al cual ha tendido dicha disciplina filosófica viene
cada vez menos tenida en cuenta por su carácter estructural.
En definitiva la causa de tipo historicista que genera el hecho de que hoy
venga a ocupar el primer puesto la hermenéutica entendida como koiné, es el
hecho de reivindicar una primacía al otro, en un contexto dentro del cual el otro
cada vez venía a menos, aunque la cuestión estructural y la pretendida
neutralidad del observador cuentan también aquí; si nos preguntamos ahora
¿por qué viene en crisis el estructuralismo y ocupa un primer puesto la
hermenéutica entendida como koiné en el momento actual? Se pueden, desde
nuestra lectura, entresacar tres argumentos: el primero es el de la validez de la
individualidad, el segundo el de la pretendida neutralidad no tematizada del
observador y el tercero el del carácter exageradamente estructural del
estructuralismo10.
¿Cómo hace la hermenéutica para darle esencialidad y concreción histórica a
los contenidos? Vattimo, desde Gadamer, nos dice que éste sitúa al interprete y
lo interpretado en una relación dialógica, a partir de la cual se transforman y son
transformados mutuamente, por el hecho de su pertenencia a un tercero que es

voluntad de poder y nos hace recordar el hecho de la necesidad de la mentira,


representada en las estructuras, para sobrevivir, hecho que ya habíamos
reflexionado cuando vimos el Nietzsche de Vattimo – que es el mismo de
Heidegger. Citada MV.
9 Es una de las ideas en que nosotros vemos que se manifiesta un cierto carácter,
no olvidado, marxista en Vattimo; la crítica contra la cultura europea que ha
infravalorado, en cierta manera las otras culturas no europeas; la crítica contra la
hegemonía de cualquier tipo que sea, pues estas para Vattimo no tienen sentido,
una vez que la revolución proletaria se ha hegemonizado excluyendo a su vez a
otros. Una cierta lectura de este tipo se puede encontrar en la obra Filosofía,
política, religión, más allá del pensamiento débil, obra que aparece como si fuera
de Vattimo, pero que en ella sólo hay tres artículos y lo demás son estudios sobre
su obra; al final viene elencada en la bibliografía.
10En cierta medida es normal que Vattimo centre la atención del problema del
estructuralismo, en la estructura, pues la estructura como voluntad de poder,
voluntad de voluntad, ha sido desde el origen de la tragedia hasta la superación
de la metafísica un tema central que recorre todo el arco del itinerario filosófico de
nuestro pensador.
como un horizonte común al cual pertenecen y en el cual acaece la verdad puesta
por obra, transformando también al horizonte común al cual pertenecen11.
Para Gadamer el punto de partida de la filosofía hodierna lo constituye no el
ideal de autotransparencia de la filosofía idealista sino el espíritu objetivo, ya
que en dicho espíritu objetivo – las instituciones, la tradición, el lenguaje, etc.
– es donde se da la fusión de horizontes en los que se realiza y propicia el
diálogo entre los interlocutores12; sin embargo para Vattimo, la hermenéutica
no se puede reducir a una teoría que se limite sólo a una cuestión dialógica;
sobre todo porque Vattimo no concentra su reflexión sólo en el tema del
lenguaje.
La hermenéutica gadameriana, sin embargo, se ha reducido o limitado,
cuando Gadamer no ha querido asumir la crítica contra la metafísica en el
pensamiento heideggeriano; prácticamente toda la crítica de Gadamer va
dirigida contra la noción de verdad desde la polémica de las ciencias del espíritu
contra las de la naturaleza. Digamos que Vattimo asume contra Gadamer una
posición crítica entendida en los términos de no radicalización de la crítica
no entiendo contra la metafísica y asume una opción a favor de Heidegger.
Pero por lo que Vattimo da a entender a lo largo de su discurso sobre la
hermenéutica, entendida en los términos de nueva Koiné, en el texto al que nos
estamos refiriendo, es el carácter trascendental – objetivo – el que no se deja
ajustar – además del crítico metafísico – en la crítica de Heidegger; la única vía

11 G. VATTIMO, EI, 42-43. Hay un hecho sobre el cual Vattimo no nos muestra
mucha claridad, nos referimos al hecho del horizonte donde se propicia el diálogo
entre los interlocutores, pues aquí éste no viene planteado como problema; sin
embargo, la crítica que dirige contra Habermas y Apel, la hace desde ese tertium
u horizonte. Véase OI, 138-140. En Vattimo hay una aceptación de ese esquema
gadameriano, pero hay un rechazo de la apertura entendida como estructura
metafísica y vemos que hace un intento por releer dicho concepto revestido con
caracteres de nihilismo (AS, Cap. IV).
12 H. G. GADAMER, FF. Respecto al espíritu objetivo como punto de partida de la
reflexión filosófica hodierna, léase 92-96; pero de manera conclusiva citamos las
siguientes palabras del texto español -al que nos estamos refiriendo-: «Y es que
el concepto de espíritu, tal como lo retoma Hegel de la tradición cristiana del
espiritualismo para despertarlo a una nueva vida, sigue constituyendo la base de
toda la crítica del espíritu subjetivo, que la experiencia de la época post-hegeliana
nos ha asignado como tarea. Este concepto de espíritu, que trasciende la
subjetividad del yo, encuentra su auténtico correlato en el fenómeno de la lengua,
que hoy en día está cada vez más en el centro de la filosofía contemporánea.
Sucede así que el fenómeno de la lengua, frente al concepto de espíritu acuñado
por Hegel a partir de la tradición cristiana, presenta la ventaja de la finitud, de ser
infinito como el espíritu y, sin embargo, finito como cualquier acontecimiento» (FF,
112).
de solución que propone Vattimo es la del ser asumido desde el Ge-stell, el que
es entendido en los términos de Epoché, es decir desde un ser que tiende a
ocultarse13; sólo así es posible superar la metafísica14, así la hermenéutica se
entiende en los términos no trascendentales, si históricos y tiende a no ser más
que un momento del pensamiento metafísico, decir que la hermenéutica esté
ligada a la Epoché implica que a aquella se le dan nuevos caminos de
compromiso que no vienen entendidos en los términos de carácter
contemplativo. La hermenéutica debe recuperar una filosofía de la historia que
en cuanto tal viene a ser identificada con el final de la filosofía de la historia15.
Lectura #1
7.3 Hermenéutica y ciencia
La situación de la hermenéutica dentro del panorama actual hunde sus raíces
en la discusión que viene de la modernidad de la división entre las ciencias del
espíritu – Geisteswissenschaffen y las ciencias de la naturaleza –
Naturwissenschaffen –, según la cual la experiencia de la verdad que se da al
interior de ellas, se ajusta muy bien a unas – las de la naturaleza – pero no tan
bien a las otras – las del espíritu –, justamente si decimos que la experiencia de
verdad acaece donde se da una adecuación de la proposición a la cosa hablamos
de un acaecer verificativo que se ajusta perfectamente a las ciencias de la
naturaleza o a las ciencias positivas pero que dentro del campo de la ciencias
humanas no se presta a buen funcionamiento16.

13 Que como bien se sabe es el tema profundizado por Heidegger en Identität und
Differenz. Véase la edición Bilingüe de la editorial Ántropos, 135: «lo único que
está claro es que cuando se habla del ser del ente y del ente del ser, se trata
siempre de una diferencia». De ahora en adelante ID.
14 M. HEIDEGGER, ID, 85. Superación que nosotros entendemos no como
eliminación sino como radicalización, sobre todo si se interpreta el ser en los
términos de apropiación-expropiante, es decir como fondo o abismo. «de lo que
se trata es de experimentar sencillamente este juego de propiación en el que el
hombre y el ser se transpropian reciprocamente, esto es, adentrarnos en aquello
que nombramos Ereignis».
15 Aquí entra en cierta medida la distancia entre Gadamer y Vattimo, cuando la
crítica que Vattimo le hace a Gadamer es que esto no asume la crítica contra la
metafísica que hace Heidegger. De manera que según nuestro parecer, el
problema de fondo es el carácter tracendental-metafísico que subyace en la base
del pensamiento, contra el carácter nihilistico-inmanente y débil. El problema de
fondo, según nuestro parecer, no es tanto el espíritu objetivo porque en cierta
medida Vattimo lo acepta, cuanto el hecho de que se le atribuyan los caracteres
trascendentales de tipo metafísico.
16Términos en los que el Papa Juan Pablo II sigue interpretando la noción de
verdad (Fides et Ratio, 56). De ahora en adelante FR.
De aquí parte la necesidad de radicalización de la experiencia de verdad,
intento que se presenta primeramente en Heidegger cuando hace coincidir dicha
experiencia con la precomprensión que guía el proceso de articulación del ser-
ahí en el mundo, y cuando Heidegger dice que la ciencia no piensa, hace
referencia al hecho de que hay una apertura preliminar a aquella que acaece en
el acto de la adecuación del dato a la cosa; sin embargo esta discusión se irá
acallando más y se irá asumiendo desde la perspectiva del arte, hasta el punto
que se hace coincidir la apertura preliminar con la apertura que se da en el arte,
especialmente en la poesía; desde este punto de vista la apertura preliminar
viene concebida en los términos de no trascendentalidad, es al contrario algo
que históricamente se hereda, es un envío, algo que se encuentra a la manera de
un destino, es una proveniencia y una yección histórico-finita.
Este es el marco de reflexión donde se incluye Gadamer, el cual en
continuidad con la herencia heideggeriana asume la problemática de la verdad
dentro de la experiencia estética, sin embargo dicha herencia tiende a confundir
toda ésta discusión con la de la superioridad de las ciencias humanas sobre las
naturales y con ello se cierra el paso, según Vattimo, a la vocación nihilista
propia de la hermenéutica17.
La ciencia no piensa, ni para Heidegger ni para Gadamer, porque ella está
sometida a un modelo que la controla y sobre todo porque la verificabilidad que
en ella se opera supone una apertura más radical en cuyo origen se sitúa la
experiencia estética, esto como ya se ha dicho en la herencia heideggeriana ha
sido visto como la superioridad de las ciencias humanas sobre las naturales y
con ello se ha cerrado el paso, según Vattimo a la comprensión del carácter
nihilista inherente a la hermenéutica18.
Esta posición en el pensamiento de Vattimo nos ayuda a ver cómo se opera
aquella intratemporalidad de lo supratemporal; la insistencia permanente y
continua de que la apertura preliminar en la que se da la verificación o
falsificación de las ciencias, es un hecho heredado, un destino, un proyecto, y
no una estructura metafísica o ahistórica. Nos muestra esta actitud cómo se
opera en nuestro autor dicho problema del pasaje de lo supratemporal a lo
intratemporal, gesto éste que es constantemente repetitivo en nuestro autor,
junto con la insistencia en la necesidad de no olvidar el carácter nihilista propio
de la hermenéutica que se ha heredado de Heidegger.
La apertura preliminar operada desde la experiencia estética y que sirve de
base a la verificación o falsabilidad operada en la ciencia, puede ser además
leída desde el intento por releer en ello la famosa polémica operada desde el
17 G. VATTIMO, OI, 21-25.
18 G. VATTIMO, OI, 24-25.
existencialismo y desde la fenomenología a través del Lebenswelt, el mundo
de la vida, en el hecho de querer pretender una sociedad fundamentada en
caracteres racionales, en la que no sólo toman las decisiones los especialistas
sino que son las grandes masas, el gran público, quienes además pueden poseer
un dominio de dichas temáticas, sobre todo en el momento de las decisiones19.
En la insistencia en el Lebenswelt encontramos el hecho de la ciencia en su
necesidad de presentarse asequible al gran público que debe tomar sus propias
decisiones, vemos un intento de intratemporalización de lo que en otras
perspectivas científicas se da supratemporalmente, el bajar, el mostrar
temporalmente lo que es estructura metafísica que en cuanto tal se mantiene en
un más allá, pero que en el pensamiento de Vattimo se mantiene en un aquí.
Si la temática que a la hora de la verdad más determina la hermenéutica es
aquella de la insistencia en el Lebenswelt y si éste viene determinado por
categorías de orden metafísico como en el caso de Habermas y de Gadamer,
aquel mundo de la vida se transforma en un apelo a la dialogalidad propia de la
cultura occidental y en éste el llamado del logos propio de la tradición, pero que
a fin de cuentas también viene identificado con una estructura abstracta de orden
metafísico, entonces la hermenéutica termina mostrando límites que la
convierten en una filosofía de la cultura, sin perspectivas ni proyectos, de entre
los cuales el más sobresaliente es el de considerar que en la disputa que se
presenta entre ciencias del espíritu y de la naturaleza, la hermenéutica lo que
hace es mostrar la superioridad de las primeras sobre las segundas20.
La disputa que aquí se presenta entre Vattimo, Habermas y Gadamer tiene un
interés especial por cuanto Habermas encuentra el Lebenswelt categorizado
desde la cultura y desde la sociedad y elevado al nivel de estructura metafísica
normativa que propicia el diálogo entre las partes que condividen la sociedad.
En Gadamer el Lebenswelt es la tradición que aunque histórica es gramatical y
lingüísticamente estructurada con rasgos metafísicos; sin embargo Vattimo nos
dice que el uno y el otro en sus aportes presentan limites insoslayables por lo
que él hace una opción diferente y que renuncie a las estructuras y principios de
orden metafísico21.

19 G. VATTIMO, OI, 25-26.


20Con este apelo a la dialogalidad y al logos de la tradición podemos hablar de un
cierto retorno a Platón, simplemente que hay de parte de Vattimo, un rechazo a
todo el carácter metafísico que se le quiere atribuir a dicha dialogalidad.
21 G. VATTIMO, OI, 26-30. Opción que siempre será a favor de Heidegger. Esta
opción asume los rasgos de la mortalidad y del nihilismo aplicados a las
estructuras que rigen el planteamiento hermenéutico desde la dialogalidad y el
tertium; el horizonte lingüístico
La defensa del nihilismo inherente a la hermenéutica que Vattimo quiere
destacar como algo que le es constitutivo, la hace desde Heidegger y
específicamente desde la Kehre ya que en Ser y tiempo habla «del» mundo y
en su filosofía posterior habla de «un» mundo, dando con ello lugar a la
pluralidad de los mismos y con ello nos remite a las imágenes del mundo que
son forjadas por los diferentes saberes especializados de las ciencias22; con esta
multiplicación de las imágenes del mundo se pierde la noción misma de realidad
y entonces se puede decir que no hay hechos sino interpretaciones.
Esta es la manera como la hermenéutica responde a la herencia ligada desde
la tradición y es así como Heidegger envía a pensar el cumplimiento de la
metafísica y el olvido del ser operado en ésta a favor del ente en el pensar a
radicalidad la ciencia y la técnica23.
7.4 Hermenéutica y arte
Lo que Vattimo pretende es colocar las tesis clásicas de la hermenéutica
contemporánea dentro del marco de la historia del nihilismo, como historia de
la modernidad, es decir de la secularización24.
¿Qué ha significado la hermenéutica para la estética? La recuperación de la
atención por el arte como experiencia donde se da la verdad, contra una teoría
de tendencia modernista que ha considerado la estética como una especificidad
de la experiencia del arte y como exaltación de la diferenciación estética. El
progreso de la filosofía y de la racionalidad consiste, en este esquema, en
eliminar las diversas dimensiones de la experiencia y en clarificar su
especificidad25. Cuando Heidegger habla del pensamiento rememorante del ser,
está tratando de situarse en actitud crítica frente a esta situación. Las tendencias
artísticas de vanguardia han luchado contra una corriente que tiende a aislar la

22 M. HEIDEGGER, Hw, 68-99. La epoca de la imagen del mundo. Sein und Zeit
habla de mundo; en la filosofía posterior habla de los mundo, nosotros entendemos
la cuestión como si la realidad no fuese una realidad desde la hermenéutica, sino
que se convierte en imagenes de la realidad; Vattimo interpreta el hecho de las
realidades e inmediatamente lo liga al fenómeno de la Kehre. En definitiva esto
sólo se hace comprensible desde la posición de Nietzsche de que no hay hechos
sino interpretaciones.
23 G. VATTIMO, OI, 30ss.
24 G. VATTIMO, OI, 75. Hecho este que además es muy claro en Credere di credere.
25 G. VATTIMO, OI, 75-76.
experiencia artística en un ámbito separado de lo verdadero, de los valores
morales, de la existencia social26.
El hecho que Gadamer sitúe la experiencia de verdad del arte a partir de la
transformación que se opera en el que la experimenta, no excluye que este
mismo sentido de la verdad estética no se torne en algo vago y general27, como
es el parecer de Vattimo.
La experiencia transformante de la obra de arte por parte de quien a ella se
acerca puede asumir diferentes significados: un privilegio del momento
histórico cuando se ve la obra de arte entendida como un testimonio histórico;
otros privilegian la obra de arte en su dimensión futura, pues la consideran en
su carácter profético, otras posiciones prefieren asumir la obra desde su
dimensión presente28.
7.5 Arte y religión
El punto de partida desde el cual Vattimo propone la cuestión del arte dentro
del contexto de la hermenéutica es el que se refiere al saber científico positivo
y su noción de verdad, y a la cuestión sobre la experiencia de la verdad inherente
al saber no científico positivo, este hecho ha generado el problema de la
secularización desde la relación arte-religión y el tipo de relaciones que se
deben dar dentro de ellas29.
Las respuestas a las preguntas de una concepción de la relación entre arte y
religión que se presentan demasiadamente vagas, se pueden concretar en el
problema de la secularización30.
26G. VATTIMO, OI, 75-76. La opción de Vattimo tiende siempre a favor de Gadamer
en el sentido de que al interior de la experiencia estética se da una experiencia de
verdad, rechaza todo tipo de actitud estética aislacionista o separatista.
27Algo así como una «genérica forma de conocimiento sobre la vida y el destino
humano. Se tratará más bien de asumir actitudes más explicitas y empeñativas
sobre la relación entre lo verdadero que se descubre en la obra de arte y […] lo
verdadero que buscamos discutiendo y filosofando» (OI, 76-77).
28 G. VATTIMO, OI, 83-84.
29 Aunque Vattimo critica la noción de verdad entendida en los términos de
transformación que acaece en quien tiene la experiencia de ella; sin embargo el
término sigue siendo válido; la experiencia de la verdad es, según nuestra
interpretación, la vivencia del sentido de la mortalidad, la finitud y la limitación que
se da en la obra de arte, es la vivencia de la apertura histórica que se opera en
ella y con ella del sentido de la mortalidad, es decir del perecedero ser que se
eventualiza; quien se enfrenta a la obra de arte tiene una vivencia de la limitación
en la que se opera el mundo que ella crea, ya que es un mundo histórico que nace
y muere.
30 G. VATTIMO, OI, 78.
A este respecto Vattimo postula tres tipos de relaciones: la que, generada
desde el Idealismo alemán, propugna por una religión monoteísta racional y
sentimental – de corazón – y politeísta en el arte y en la imaginación, la que
llevada al extremo termina siendo una mitología, en la que siempre estarán
implicadas religión y arte.
Así pues, el Idealismo alemán le confiere a la obra de arte, y a la estética en
general, el poder liberador que la revolución no ha visto realizarse en lo por ella
emprendido; el arte tiene el encargo, el poder, de preparar el reino de la
liberación.
La crítica de Gadamer a la experiencia de verdad que se da en la conciencia
estética de tipo kantiano y neokantiano está según Vattimo ligada al Idealismo
alemán.
En una segunda relación entre religión y arte que propugna por una división
en la ciencia en cuanto al sentido de la verdad siendo éste totalmente diferente
entre la ciencia, el arte y la religión, pues la religión se fundamenta en la
individualidad respecto a la divinidad, mientras el arte se fundamenta en la
necesidad de ésta para la supervivencia de la colectividad, lo mismo que la
ciencia, aunque la noción de verdad propugnada por una y por otra sea una cosa
totalmente diferente.
En una tercera relación se propugna por una separación de religión y arte
pues para el desarrollo del arte, es necesario que se dé una separación de la
religión, sin embargo la hipótesis llevada a su extremo necesariamente reconoce
que es imposible que entre una y otra se dé dicho divorcio porque el arte al final
se convierte en una experiencia mítica y con ello se apela a la misma relación
arte-religión.
En Lukács el arte busca la separación de la religión, pues en este carácter
emancipado, el arte puede ejercer su sentido y su función que le es propia
evitando por lo tanto toda confusión con la religión. Lukács nos da según
Vattimo, una idea parcial de secularización.
La cuestión sobre el problema del arte desde la hermenéutica, además de
venir planteada desde la cuestión sobre la experiencia de la verdad inherente a
la ciencia y al saber humano, también está planteada desde la conciencia estética
y su respectivo espacio social que es el museo31, hecho que tiende por un lado
a mirar la cuestión estética desde las condiciones de posibilidad que la han
generado, pero por otro lado a aislarla entendiéndola como un tipo de
experiencia totalmente diferente de los demás campos del saber; Vattimo dirá
que contra este tipo de concepciones sobre la experiencia estética ha surgido la

31 G. VATTIMO, OI, 85ss.


crítica de Heidegger proponiendo una base ontológica nueva sobre la cual
fundamentar dicha experiencia.
Base que mira, según nuestro parecer, a dos elementos subrayados por
Vattimo, el primero está indicado en el hecho que Heidegger tome a Hölderlin
como el poeta de la poesía, es decir el poeta que poetiza el fundamento,
inaugurando nuevos mundos, planteando nuevas bases32; un segundo elemento
que Vattimo recalca sobre Heidegger y su fundamento ontológico es la cuestión
sobre el hecho que Hölderlin como poeta sea el poeta mediador entre los dioses
y los hombres, el poeta es el ser que es expulsado de los dioses y es expulsado
de los hombres, para cantar los dioses idos y el dios por venir, preparando así
en la época del final de la metafísica una época por venir, con lo cual se plantea
nuevamente la relación entre religión y arte, es decir el problema de la
secularización.
Lectura #2
7.6 Hermenéutica y verdad
¿Qué pasa con la verdad dentro de la hermenéutica en el pensamiento de
Vattimo? La verdad dentro del plano de la metafísica se presenta concebida
desde los caracteres fuertes, estables y fundantes porque la noción ontológica
que la fundamenta tiene esos mismos caracteres, por eso para Heidegger, según
Vattimo, el problema del ser, desde su concepción de fundamento último, fuerte
y estable viene cuestionado desde la noción de verdad.
La crítica primera contra dicha noción ontológica y contra dicha noción de
verdad es realizada desde la idea de verificación que se presenta al interior de
las ciencias naturales positivas y que no satisface las ciencias humanas porque
dicha noción de verificación funciona muy bien para unas pero no para otras;
frente a dicha insuficiencia la tarea que se presenta es la radicalización de la
noción de verdad, la cual se replantea desde la apertura del horizonte, así la
verdad, más que una validación, es la apertura de un horizonte en el cual se
ganan los elementos o instrumentos que rigen en la verificación y en la
constatación científica.
Alcanzando así el horizonte entendido en los términos de apertura original
desde la cual se hace posible la convalidación científica, se alcanza la
originalidad primera que origina a toda otra convalidación; desde aquí es desde
donde según Vattimo, Heidegger y Gadamer afirman que la ciencia no piensa;
decimos nosotros, simplemente aplica lo que en la apertura originaria ha
recibido33.

32 M. HEIDEGGER, Hölderling y la esencia de la poesía.


33 G. VATTIMO, OI, 95ss.
Así pues, la apertura originaria se presenta como un habitar en un
determinado espacio del cual se llegan a conocer todas sus particularidades
como cuando nos situamos frente a un paisaje.
Los términos en los cuales, en un cierto momento, esta verdad originaria se
presenta frente a la verdad que verifica son los de la realidad y validez, así la
verdad primaria es la realidad que se hereda y la realidad que envía, la tradición
que se recibe de manera crítica y creativa a la vez, mientras que la verdad
verificativa es la aplicación de la proposición que se hereda desde la tradición
crítica y creativamente asumida a la cosa; así pues el dato primero que se quiere
verificar remite a la apertura original que se hereda y que envía, también que se
asume crítica y creativamente.
Desde la proposición entendida como dato primero, desplegada en la
metafísica tradicional en la noción de ente, hasta la noción de ser entendida en
los términos de acontecer, de evento que se despliega en la época del final de la
metafísica y que envía a la ciencia y a la técnica en el momento de la
manipulabilidad y de la explicación completa34.
¿Por qué la hermenéutica no puede ser catalogada como algo que conlleva al
relativismo? Porque quien determina el proceso interpretativo es la tradición, la
que puede ser entendida como una estructura rígida que simplemente constituye
el pasado del hombre sin determinarlo – Tradition –, en este sentido la verdad
es entendida en términos de valor inmutable, rígido y estático que está
determinada por aquella ; la tradición, entendida en los términos de destino, de
herencia que el ser-ahí en cuanto yetado se apropia creativamente, tiene los
caracteres de una red en la que cada retículo es una apertura histórica que se
abre al ser-ahí, un camino que se presta para ser recorrido, en este caso hablamos
de una tradición viva – Über-lieferung35 –.
El ser entendido en los términos de Grund, fundamento, tiene su correlativo
en la tradition, el ser entendido en los términos de Er-eignis evento, acontecer
tiene su correlativo en la Über-lieferung; mientras aquella llama a la unidad
concentrada en el principio único, ésta llama a la pluralidad, desplegada en la
ciencia-técnica en la que la unidad de la realidad se pierde, debido a la
multiformidad de las imágenes desplegadas en las ciencias y en la técnica.
Mientras que el ideal de la verificación se centra en la explicación
proposicional y fundante – Erklärung –, en la convencionalidad; las aperturas
históricas que generan una verdad que acontece, se centran en la colocación
desfundante.

34 G. VATTIMO, PO, 97ss.


35 G. VATTIMO, PO, 112-115.
Lo que aquí se llama verdad que acontece, eventual, no estática, desfundante
es una apertura histórica que avocada a la Über-lieferung busca recorrer la
multiplicidad de voces por las que se siente llamada la infinitud de retículos que
conforman la red, pero sin un centro, ni un fin, ni un principio, simplemente a
recorrer la infinitud de las aperturas históricas.
No se puede dudar que para Vattimo es a partir de la noción de verdad
criticada y la noción de verdad encontrada desde donde se puede dar una
fundamentación de la hermenéutica; el problema es que Gadamer en Wahrheit
und Methode no radicaliza una fundamentación de la experiencia hermenéutica,
en la crítica a la experiencia de verdad que se afirma en las ciencias positivas,
más bien se limita a describir la experiencia de verdad que se da en las ciencias
del espíritu desde el modelo de verdad que acaece en la obra de arte; sin
embargo para llegar a este punto ha habido una descripción de cómo el método
científico a lo largo de su historia ha obscurecido el desarrollo de los problemas
típicamente filosóficos; de aquí Vattimo extrae dos elementos que le ayudan a
caracterizar racionalmente la hermenéutica, estos son: la descripción
fenomenológica y el recurso a la historia, a la tradición36, concluye que lo que
garantiza a la hermenéutica su propia posibilidad de argumentación racional es
la conciencia del carácter interpretativo, de manera que racionalmente hablando
lo que puede argumentar la hermenéutica es su propia autoconciencia
interpretativa, el carácter interpretativo consciente garantiza la racionalidad
hermenéutica.
La reconstrucción de la propia historia de la que se siente herencia y destino
es la tarea de la hermenéutica y constituye su racionalidad; reconstrucción que
a la manera de aquella de Nietzsche, Gadamer y Derrida constituye la
fundamentación racional de la que se siente heredera y enviada; para Vattimo
esto no se puede confundir con una actitud estética, ni irracional, ni
relativizante, es al contrario una tarea de fundación en la que el ser no es algo
que se puede encontrar fuera del proceso, ni como fundamento, ni como
principio; el ser es entendido en los términos de articulación de las aperturas de
los horizontes históricos en los que el ser-ahí se encuentra y de los que dispone,
son además el horizonte desde los cuales él está arrojado y lanzado.
Para la hermenéutica, esto significa apropiarse de la historia de la modernidad
que tiene como hilo conductor el nihilismo; en esta historia de la modernidad la
hermenéutica es sólo un momento, tiene la tarea de apropiarse del sentido del
36G. VATTIMO, OI, 128ss. Sobre el apéndice que en esta obra aparece con el título
de Recostruzione della razionalitá hay una traducción escrita en una obra que
aparece en español con el título Hermenéutica y racionalidad, que recopila varios
artículos de la revista que Vattimo dirige bajo el título filosofia 91 de editorial
Laterza.
ser en el momento actual, en el que la ciencia y la técnica son entendidas como
la consumación de la metafísica37.
Una de las líneas en las cuales Vattimo desarrolla la experiencia de la verdad
dentro del contexto de la hermenéutica es aquella en la que se da la relación
respecto a la retórica, con miras a profundizar un poco el tema nos centramos
ahora en el cap. VIII de La fine della modernitá38 donde Vattimo reflexiona
sobre el mismo.
Allí Heidegger y Gadamer están en la base del desarrollo de la hermenéutica
actual, especialmente Verdad y método obra que ha salido al público por
primera vez en 1960, en la que el punto de partida gadameriano se sitúa en la
relación ser-lenguaje, la que a su vez tiene su origen en Heidegger, pero que en
Gadamer dicha relación tiende a polarizarse más en la reflexión sobre el
lenguaje que en aquella sobre el ser; con ello Gadamer muestra una pretensión
determinante en su pensamiento, la de querer hacer de su filosofía una reflexión
de tipo ético, la cual se centra en el lenguaje y su relación con la tradición 39; el
papel mediador del lenguaje entendido en los términos de logos, es decir lugar
de la mediación y de la racionalidad, apetecibles sin necesidad de justificación
para ser apetencia, lugar de contemplación participativa, el que tiende a
identificarse y a equipararse con el bien del cual la belleza es reflejo40.
Así el lenguaje se constituye en logos, lugar de mediación entre la historia
pasada y presente, de mediación entre las diferentes partes de la sociedad y de
los individuos, de toda experiencia que el hombre realiza en el mundo.

37 G. VATTIMO, OI, 132ss.


38 G. VATTIMO, FM, 138ss.
39 No se puede olvidar que Vattimo ha visto en Gadamer el filósofo que a través
del lenguaje recibido la tradición y constituye un horizonte de pensamiento en el
que el ser-ahí se siente sumergido, pues es su herencia y a la vez su misión; es
justamente, éste, el hecho que lo determina como ser-ahí; la eticidad del hecho
sobresale al horizonte de pensamiento, al tertium en que se siente sumergido. El
dominio común, el lenguaje propio es algo que se recibe en la lengua heredada y
es lo que constituye a su vez el logos lenguaje común, lugar de la verificabilidad,
de la aceptación o del rechazo.
40 Evidentemente que con esto nos situamos en los Diálogos platónicos y en el
estudio que Gadamer ha hecho de la obra platónica, tema que ya hemos tratado
en el cap. I de nuestra investigación «aunque la evidencia persuasiva con que se
dan los contenidos del logos conciencia común sea descrita desde Gadamer en
términos de esplendor de lo bello, verdadero, bueno, como una experiencia en un
último análisis intuitivo que acaece en la conciencia del individuo, la insistencia
sobre el lenguaje como sede de esta experiencia comporta también […] una
acentuación del carácter prevalentemente público de lo verdadero, que limita
probablemente también la referencia a la íntima evidencia de la conciencia» (FM,
147).
En segundo lugar Vattimo propone en el texto que estamos tratando, el
problema de la aceptación del carácter público de las teorías científicas, dicha
aceptación no es algo que solamente dependa del carácter verificativo,
demostrable empíricamente del procedimiento científico, es un hecho de
aceptación fundamentalmente desde el logos, que es del dominio público y
desde sus categorías, desde ahí se aceptan o rechazan las teorías que se proponen
para ser verificadas o rechazadas; en última instancia la aceptación o rechazo
de una teoría en la esfera pública no depende de los criterios de verificabilidad
o falsabilidad que la ciencia, desde su interior posee para dichos efectos, sino
que es la aceptación, el dominio público algo que pertenece a la evidencia de
tipo retórico que simplemente se acepta como tal desde dicha evidencia, en ello
incluyen modos de vida, tradición, influjo de la historia, etc., en este sentido
Gadamer dice, según Vattimo, que la opinión pública desde la verdad retórica
hace de influjo ético o de valor ético de aceptación o rechazo41.
El papel de la hermenéutica es el del historizar dicha evidencia de la verdad
retórica, hacer conscientes los nexos históricos que la retórica tiene con los
modos de vida, con la tradición, igualmente decimos nosotros, de traducción en
el proceso asimilativo de dichos lenguajes; aquí es importante ver que Gadamer
parte en Verdad y método de la polémica contra las ciencias naturales para
reafirmar la negada verificabilidad de las ciencias humanas, desde la
experiencia estética en la obra de arte, afirma en este nexo entre verdad y
retórica en la línea hermenéutica una cercanía entre la retórica y las ciencias,
entre los métodos científicos desde la evidencia pública o retórica o desde el
logos-lenguaje común.
«Afirmar la experiencia de la verdad, no es tanto alcanzar un estado de
luminosidad interior cuanto la aceptación de unas teorías que se presentan como
evidentes»42; es en estos términos como Vattimo dice que en el pensamiento de
Gadamer, cuando habla del logos conciencia común, se pueden ver los rasgos
de debilidad en su pensamiento; también cuando se acentúa el carácter procesal
que se da en torno a la experiencia de verdad43, para Vattimo se logra una
adquisición del pensamiento heideggeriano en relación a la urbanización del
mismo pensamiento; en este sentido dice Vattimo, hay una aceptación más
externa de la verdad.
Otro elemento que hay que destacar y que Vattimo desarrolla en otras obras
es el de considerar el logos-conciencia común y la experiencia de verdad que se

41 El Papa Juan Pablo II habla de una aceptación y verificación confiada a la


amistad, la que viene entendida como creencia en el otro y la entrega confiada al
otro, estas son experiencias de la amistad (FR, 31).
42 G. VATTIMO, FM, 147.
43 G. VATTIMO, FM, 148.
hace desde ahí en relación con otras experiencias de verdad, por ejemplo la
experiencia de verdad que se hace en las especializaciones científicas y de las
diferentes técnicas, al lado de las minorías , con ello lo que termina perdiéndose
es la noción misma de verdad , porque es una experiencia verificativa frente a
muchas experiencias verificativas igualmente válidas; frente a la pluralidad de
experiencias verificativas, todas igualmente válidas lo que termina por
desaparecer es la experiencia misma de verdad una y adquiere relieve y
preponderancia el sentido de la verdad como hecho interpretativo.
7.6.1 Monumentalización de la noción de verdad
¿Qué es lo que Vattimo ha llamado monumentalización de la verdad? Es el
hecho de que después de la Kehre heideggeriana se presenta una inversión en
el planteamiento filosófico de Heidegger, es decir, antes que el hombre es el
ser, no es que el ser esté después del hombre, antes que nada, no es el hombre
sino el ser, Vattimo nos recuerda que eso no es algo novedoso en el pensamiento
heideggeriano en su segunda fase pues ya estaba contenido en el primer
momento de su producción filosófica, es decir en Sein und Zeit.
Como es sabido esta obra contrapone la noción de verdad como adecuación
a la noción de verdad como proyecto, es decir dicha noción es una radicalización
de la noción de verdad entendida como adecuación pues aquella se actúa como
proceso cognoscitivo que se articula desde una precomprensión, interpretar es
articular desde una precomprensión en la que el ser-ahí ya siempre se encuentra
por el hecho de ser un ser-en-el-mundo. Se establece así una relación entre
precomprensión e interpretación de donde Heidegger habla del circulo
hermenéutico, que no puede ser comprendido como un círculo vicioso sino
como la posibilidad misma del conocer. Es desde el proyecto arrojado que el
ser-ahí es, desde donde de la precomprensión, que éste articula una
comprensión, así lo que le sale al encuentro al ser-ahí es desde el proyecto,
articulado en una precomprensión y a partir de ello se forma la comprensión.
La noción de verdad para Sein und Zeit es la identificación que se da con el
proyecto que el ser-ahí es, el cual puede ser auténtico o inauténtico según que
se decida por el mundo del Man, de las habladurías o por el mundo
auténticamente comprendido desde la posibilidad más propia, es el proyecto
que el ser-ahí es, el que plantea la autenticidad o inautenticidad de la
existencia44.
Lo que decide la autenticidad del proyecto es el hecho de que éste se proyecta
en base a la posibilidad más auténtica, fuera de la cual o más allá de la cual no
hay otra posibilidad y dentro de la cual se dan las posibilidades auténticamente
44 G. VATTIMO, EI, 112ss.
elegidas si se eligen desde aquella, formando un discursus. El ser para la muerte
no sólo constituye las posibilidades que conforman la existencia del ser-ahí,
además constituye la historicidad propia del ser-ahí en el discursus de sus
posibilidades; la decisión anticipadora se aclara desde el discursus sobre
historia, lo mismo que la noción de verdad.
En resumidas cuentas, nos encontramos en Sein und Zeit dos modos de
relacionarnos con el pasado, la tradition que consiste en la recepción del pasado
como algo obvio, algo banal; la Über-lieferung que consiste en la recepción
del pasado de manera creativa, como trans-misión o autotransmisión; lo que
determina la recepción del pasado como Über-lieferung es el hecho de que se
reciba desde la decisión anticipadora auténticamente recibida, asumiendo las
posibilidades desde la muerte se abre la posibilidad de una autotransmisión
explicita de las posibilidades heredadas, es decir la repetición.
Gadamer, siguiendo las huellas de Heidegger, desarrolla la tradición en la
línea del Geschick – envío45 –, radicalizándola; simplemente que éste no
radicaliza la crítica heideggeriana contra la metafísica occidental, sí la despliega
contra la tendencia empirista y científica en que se quiere generalizar la
totalidad de la ciencia y con ello una reducción de la noción de verdad inherente
al ámbito de las ciencias humanas.
El Sprache puede ser entendido o bien como lengua natural o bien como
lengua histórica; Heidegger y Gadamer dan una preferencia a la noción de
lengua en el sentido histórico, con ello quieren decir que tenemos experiencia
del mundo desde el horizonte en el que las cosas cobran sentido, desde el
proyecto arrojado que somos nosotros mismos; proyecto que es la lengua que
hablamos y que nos habla como conjunto de costumbres, patrimonio de textos
que son a su vez diálogo interpersonal46; de aquí Vattimo llega a concluir que
el ser no es sino que acaece en el diálogo que nos liga a los otros, con los cuales
hacemos experiencia de las cosas y si el diálogo da lugar a un entendimiento
respecto a las cosas entonces es porque se da un Medium47.
Para Vattimo no hay una diferencia entre el ser y los contenidos efectivos de
la tradición; el entenderse que se opera en el proceso hermenéutico como una
experiencia desde la obra de arte o desde el texto a interpretar; entenderse que
aquí es comprendido como transmutación en la forma; lo que se da en la medida
en que haya una fusión de horizontes entre quienes intervienen en el diálogo, lo

45 G. VATTIMO, EI, 116.


46 JUAN PABLO II, FR, 31-33, Testo que a nuestra manera de ver desarrolla la
reflexión en la línea de una concepción del ser fuerte dando cabida a algunos de
los elementos débiles.
47 G. VATTIMO, EI, 117.
que a su vez supone una referencialidad ya sea respecto a las formas
transmitidas o bien porque se presente el surgimiento de una nueva forma capaz
de mancomunar a los que entran en el diálogo.
¿Cómo se hace posible la transmutación en forma? La transmutación en
forma sólo se hace posible a través del diálogo, el que a su vez se da en la lengua,
la que no es estructura de un medium comunicativo sino que es patrimonio de
formas, es decir de monumentos48. El diálogo se da a través de formas que han
sido trasmitidas o que son nuevas invenciones y que se manifiestan como
eficaces cuando cristalizan la experiencia de individuos y grupos. Dicha
cristalización de un lenguaje se da a través de las preguntas y respuestas, en
estas el ser deviene, acaece, y este a su vez es transmisión de textos, obras que
son capaces de repetirse y que dan lugar a nuevas formas en las que el intérprete
se encuentra y se reconoce pues es transmitida a través de la historia.
¿Cómo se presenta la verdad? Como reconocimiento, integración, como
restablecimiento de la continuidad; en Heidegger la experiencia de la verdad no
se presenta muy lejana de ésta pues es planteada en los términos de repetición
que se da desde la ruptura con la metafísica y desde la rememoración a la que
ella da lugar.
La distancia dialógica que se presenta entre texto e interprete es presentada
mediante la transmutación de forma que tiene una consistencia histórica,
objetiva, sustancial.
El medium trasciende a los interlocutores pero también los toca y los sostiene
en relación reciproca; a pesar de los caracteres trascendentales de lo que se
recibe en herencia desde la tradición en la transmutación en forma, Vattimo se
esfuerza por mostrar la finitud del ser-ahí desde la constitución existenciaria en
el ser-para-la-muerte en que Heidegger ha querido inscribirla y de la asunción
de la tradición heredada desde la crítica creativa, desde la finitud y la decisión49.
La interpretación es siempre algo nuevo que tiene como propósito restablecer
el significado del pasado; esta es la razón por la que la interpretación es ya
siempre un evento.
El valor de lo nuevo y su relación con la interpretación hermenéutica es
presentado por nuestro autor en relación con la concepción filosófica tradicional
desde su relación con el Grund, con el fundamento, con la salvación
ultraterrena, lo nuevo tiene caracteres trascendentales, mientras que la
hermenéutica hace un esfuerzo por vaciar de contenido el carácter de lo nuevo
y lo hace monumentalizando la verdad; cuando el valor de lo nuevo vale en
cuanto tal, cuando el progreso no camina hacia un fin, entonces se ha llegado al
48 G. VATTIMO, EI, 118.
49 G. VATTIMO, EI, 118ss.
final de la modernidad50; la monumentalización de la verdad desde la
propuesta hermenéutica de Vattimo, se presenta no desde el carácter de
novedad sino desde la continuidad.
Nuestro autor nos habla de tres condiciones donde se nos presenta su
concepción de la ontología hermenéutica, la primera nos dice que ésta se
presenta como no unida a la mentalidad metafísica no fundamentadora porque
parte del principio de que no hay una racionalidad esencial en la historia, todo
es humano demasiado humano, esta es la única concatenación posible; con ello
se presenta uno de los rasgos esenciales propios del pensamiento de Vattimo, la
referencia a la finitud propia del ser-ahí, donde se caracterizan los rasgos
humanos y donde todo es reflejo de la humanidad finita del ser-ahí; en este
primer punto nuestro autor nos dice que la ontología hermenéutica dispone del
monumento entendido como la única sustancia histórica posible para la
fundación de la existencia en el marco del ser entendido en los términos de
evento.
En un segundo momento nos presenta el acto interpretativo con los caracteres
de evento, pero sin enfatizar el carácter de novedad y recalcando la
monumentalidad de la verdad.
En un tercer momento nos presenta el carácter ontológico del monumento
como la única vía posible hacia la alteridad, la que no es reducible, de la que no
disponemos, que nos coloca y nos disloca.
Lectura #3
7.7 Hermenéutica y nihilismo
Vattimo sostiene que la hermenéutica sigue teniendo su vigencia debido al
sentido amplio, genérico y en cierta medida vago que cobija a tantos pensadores
en el momento actual.
La primera definición que Vattimo nos trae de la hermenéutica es aquella
según la cual por filosofía de la interpretación entendemos aquella filosofía que
se desarrolla en el eje Heidegger-Gadamer; con lo que se designan los polos de
una tensión, los ejes de un marco que expresan justamente los dos grandes
momentos de la hermenéutica en cuanto tal; en un primer momento el polo
ontológico de tipo heideggeriano el cual a pesar del interés puesto en el lenguaje
sobre todo a partir del segundo momento de su producción filosófica, sin
embargo es el polo de la reflexión por el ser el que determina dicha reflexión;
el polo gadameriano se centra en el lenguaje, el que a pesar de la reflexión
centrada en el ser, sin embargo en éste prima el tema lingüístico51.
50Véase sobre estos temas – la novedad, la continuidad y la historia – la reflexión
que Vattimo desarrolla en la fine della modernitá (Pp. 9ss.).
51 G. VATTIMO, OI, 5ss.
Una segunda aproximación a la definición de hermenéutica se da desde la
relación verdad-interpretación, donde todo hecho interpretativo coincide con el
hecho existenciario, con el hecho de que el ser-ahí existe en el mundo, todo
hecho interpretativo es la articulación de una precomprensión previamente dada
¿dónde se manifiesta la relación interpretación-verdad? Justamente en que la
experiencia de la verdad extrametódica aparece en Gadamer cuando radicaliza
dicha noción, y esta entendida como adecuación del dato a la cosa,
radicalización que se lleva a efecto reconociendo que sólo es posible una
experiencia de la verdad cuando se presenta la experiencia de la
precomprensión; sólo se puede comprender qué cosa es la verdad entendida en
los términos de adecuación si previamente se da una experiencia de
precomprensión de la misma y con esta experiencia la apertura previa de la
mundanidad del mundo propia del ser-ahí.
Quizás sea ésta la noción que haya que tener presente toda vez que se quiere
hablar de hermenéutica, noción que ha sido tomada en algunos momentos como
una estructura metafísica que satisface el hecho interpretativo, pero según
Vattimo, no puede ser tomado así porque si admitimos que no hay hechos sino
interpretaciones necesariamente tenemos que reconocer la tendencia nihilista
que por vocación tiene la hermenéutica, la que se manifiesta en la crítica a toda
estructura de carácter metafísico, lo que desde Nietzsche es reconocido como la
muerte de Dios y que se manifiesta en el hecho de que la idea de Dios nacida
en épocas de bárbaras y primitivas se revela superflua en el momento en el cual
de dicha idea ya no hay necesidad, pues se han cambiado los términos del
juego52.
El ser ha de ser interpretado en los términos de evento pues acontece, así se
interpreta una concepción ontológica del ser que sea acorde con aquella noción
de verdad que se ha mencionado anteriormente, esta noción de ser que acontece
es la conclusión a la que Vattimo llega después de la lectura, aún contra los
textos mismos, de la diferencia ontológica heideggeriana y en el contexto de
una división del pensamiento de Heidegger entre la izquierda que propugna por
una noción débil de ser, por una larga despedida de la metafísica y por un
recuerdo del ser que ha sido enviado al olvido y la derecha heideggeriana que
propugna por un retorno al ser53.

52 G. VATTIMO, OI, 7ss.


53 «Acentúan de modo exclusivo el término “ser” aquellas interpretaciones que
insisten en leer a Heidegger como un pensador que, de algún modo aunque sea
problemático y puramente preparatorio, preconiza un retorno del ser o al ser,
según una línea que en sentido amplio se puede llamar religiosa […], acentúan el
término ocaso, las interpretaciones que leen en el pensamiento heideggeriano la
El argumento que alega a favor de esta noción de hermenéutica es el
histórico, según el cual lejos de toda estructura metafísica, la hermenéutica se
presenta como heredera de la concepción histórica de la modernidad que ha
propugnado por una noción de ser; así heredera como se presenta, la
hermenéutica, niega todo tipo de trascendentalidad estructural metafórica y
adquiere los rasgos de una conclusión de la que ella se ha hecho depositaria.
En La fine della modernitá54 Vattimo nos habla de los rasgos nihilísticos de
la hermenéutica que se presentan desde su raíz más lejana en Heidegger, luego
Gadamer en Wahrheit und Methode presenta una reelaboración de dicha
problemática, la que ha llegado a ser tal que se presenta desde presupuestos de
tipo trascendental, algo que en Heidegger es impensable pues es justamente
contra este tipo de actitudes que éste elabora su propuesta filosófica, a la vez
esto que parece ser algo contrario a la intención original, es algo que ya en la
crítica contra la conciencia estética está presente en Gadamer al tratar de
desarrollar la problemática de la verdad contenida en la obra de arte desde la
experiencia estética, en la que a su vez Gadamer reemprendía un esfuerzo de
sistematización que ya estaba presente en Heidegger.
Son dos los rasgos nihilistas que Vattimo recalca, en la obra antes
mencionada y que están presentes en la hermenéutica, ellos se representan desde
la relación ser-lenguaje, el primero es que el ser-ahí es una totalidad
hermenéutica y el segundo es la referencia al An-denken, al recuerdo, a la
rememoración.
El primero de dichos rasgos viene presentado desde los dos momentos en los
que se constituye el pensar heideggeriano en Sein und Zeit, el ser-ahí está
constituido por la triple dinámica de los elementos que lo constituyen: la
comprensión, la interpretación y el discurso; en esta triple dinamicidad el
ser-ahí desde la precomprensión se apropia como ser en el mundo de la realidad
que lo circunda, esta apropiación no es más que una expropiación en el sentido
que las cosas con las que el ser-ahí está en relación son útiles e instrumentos.
Lo más propio de éstos es que apropiándoselos se expropien remandando a
quien se los apropia a otros y así hasta constituir una infinitud interminable de
apropiaciones-expropiaciones, esto es lo que aquí viene llamado comprensión,
el ser-ahí se apropia del mundo en cuando comprende el mundo55.

invitación a tomar nota de que la metafísica ha terminado, y con ella también la


posible historia del ser: del ser ya no queda nada» (AS, 52).
54 G. VATTIMO, FM, 121ss.
55El problema es que nosotros vemos estos rasgos de apropiación y expropiación
como fundamentales en la concepción ontológica de Heidegger, después de la
Kehre y sobre todo en Identität und Differenz y a partir de ellos vemos la posibilidad
Pero en la segunda parte de Sein und Zeit esta realidad hermenéutica que es
el ser-ahí se presenta con los caracteres nihilistas desde la integración del ser
ahí, entendido como realidad interpretativa desde la muerte, el ser-ahí se
constituye en cuanto posibilidad más propia desde su más propia posibilidad, es
decir desde que se comprende como un ser-para-la-muerte; es este un rasgo
característico que hace que el ser-ahí se constituya en cuanto a sus posibilidades
desde la más propia posibilidad y con esto a su vez se constituye la existencia
en un dis-cursus.
Lo que acabamos de señalar es la base sobre la cual Vattimo afirma los rasgos
nihilistas de la hermenéutica en el sentido que él afirma como la
fundamentación de la existencia del ser-ahí en una total ausencia de
fundamento; la posibilidad posibilitante de las posibilidades es la posibilidad
después de la cual no hay otras posibilidades, esta es la base sobre la cual según
Vattimo se da el juego fundamentación-desfundamentación; luego relaciona
este fundamento-desfundamento con la concepción de ser entendido en los
términos de evento, en el acaecer del ser cuando el ser-ahí se apropia y
transpropia de lo que hay en el mundo; es nihilista esta apropiación-
transpropiación en cuanto Nietzsche ha dicho que al final del ser en cuanto
fundamento no queda nada, nihilismo es la actitud en la que el hombre gira del
centro hacia la x o en la cual del ser en cuanto tal no queda nada o lo que en
otros términos el mismo pensamiento de Nietzsche ha llamado la muerte de
Dios, no para referirse con ello a una prueba de la no existencia de Dios sino
para referirse con ello al proceso al final del cual de Dios no tenemos necesidad,
ni de fundamento, ni de Grund.
Heidegger en la obra posterior a Sein und Zeit se limita a recorrer las grandes
etapas históricas que constituyen la historia del ser, entendido en los términos
de presencia pero también a la vez de olvido, con lo cual lo que hace no es otra
cosa que experimentar la tradición con sus mensajes transmitidos en las palabras
y dentro de dichos mensajes experimentar la mortalidad como algo constitutivo
y propio del ser-ahí; el carácter rememorante es aquí esta experiencia del ser
entendida en los términos de mortalidad, pero también la apertura histórica
dentro de la cual se inscribe el ser-ahí y que se apropia en el lenguaje. El ser
aquí es recordado, rememorado – An-denken – desde la perspectiva de la
mortalidad que se experimenta en la aprehensión de los mensajes que nos deja
la tradición, pero jamás aprehendido y con ello el ser se hace débil y

de interpretar el ser como evento, pero también como fondo; rasgos que a nosotros
nos muestran un ser fuerte y potenciado, no débil ni depotenciado.
depotenciado, así podemos llegar a afirmar que con la mortalidad el ser se hace
débil56.
Se pueden ver claramente los conceptos fundamentales del pensamiento de
Vattimo respecto al envío, pues es recorriendo la tradición rememorativamente
como el ser-ahí se siente enviado, desde ahí descubre su herencia y se posibilita
desde la más propia posibilidad que es la muerte.
Se hacen claros así conceptos tales como envío, tradición, herencia, historia,
muerte, mensajes que vienen en palabras, términos que al final constituyen toda
la sistematización débil del pensamiento de Vattimo, desde Heidegger.
Prácticamente la crítica de Gadamer contra la conciencia estética parte del
hecho de aislar la obra de arte de una continuidad histórica y de asignarle un
carácter extraño, milagroso e aislado, dicha concepción parte del hecho que
Kant le asignaba a la obra de arte una fundamentación ontológica en el genio,
en la naturaleza, en la contemplación, mientras que el neokantismo le asigna a
la obra el carácter de la Erlebnis, que es definida como «la experiencia
epifánica, puntual, y momentánea»57.
Lo que Gadamer hace es recuperar para la obra de arte la continuidad
histórica, por eso la experiencia de verdad que se da en la obra de arte tiene los
caracteres de una experiencia que se vive y que transforma a quien la
experimenta, hecho que según Vattimo, tiene sus fundamentos en Hegel y en su
concepción dialéctica de la historia. Queda pues así definida en Gadamer la
verdad expresada en la obra de arte con la experiencia transformante que el
intérprete experimenta cuando tiene una verdadera experiencia estética. Aunque
Vattimo, ya lo veremos más adelante, critica esta concepción de la noción de
verdad como muy influenciada por la idea hegeliana del viaje transformante y
por ello tomará sus distancias de dicha noción de verdad.
Pero nos dice Vattimo que en la obra de arte, también se da la relación
fundamento-desfundamento cuando se presentan en ella las relaciones entre
mundo y tierra, entre los mortales y los divinos, pues el mundo es lo que
inaugura la obra de arte tanto en su lenguaje como en sus categorías, la tierra es
esa parte de la inagotabililidad que no se deja expresar en la obra, la que hace
referencia a la mortalidad que es el rasgo característico y propio del ser-ahí
cuando fundamentándose en su propia posibilidad lo hace desde la posibilidad
más propia, dice Vattimo, que así desde la obra de arte también es posible
experimentar el carácter fundamento-desfundamento propio de la filosofía
heideggeriana, como bien sabemos son estos los rasgos propios con los que

56 G. VATTIMO, FM, 129.


57 G. VATTIMO, FM, 131.
Heidegger trata la obra de arte en La obra de arte como puesta por obra de la
verdad.
La vocación nihilista de la hermenéutica o mejor aún la relación
hermenéutica-nihilismo es presentada desde Sein und Zeit en la analítica
existencial propia del ser-ahí en su posibilidad posibilitante de posibilidades
después de la cual no hay más posibilidades; carácter nihilista que tiene los
caracteres de fundamento-posibilidad-fundamento-mortalidad y desde la obra
de arte en su relación con la crítica gadameriana de la conciencia estética y con
la relación – en Heidegger – al mundo que se inaugura y la tierra, significado
que no se deja agotar; mortalidad que hace nuevamente referencia a la
posibilidad más allá de la cual no es posible ninguna otra posibilidad
posibilitante de toda otra posibilidad.
La importancia de este texto58 para nuestro estudio radica en que aquí se
puede ver el rasgo característico fundamental que a manera de tesis tratamos de
defender, la ruptura entre el pensamiento débil y el pensamiento fuerte se opera
en la crítica contra Hegel desde el argumento irracionalista que hacen valer al
individuo contra la tendencia anulante y nihilificante del sistema en el cual
aquel se ve superado, esta es la tesis que guía nuestra investigación.
Vattimo elabora la segunda parte de su obra desde la afirmación de las
estructuras intratemporales, que antes eran situadas extratemporalmente, hecho
que podemos ver claramente cuando la experiencia estética que era situada en
la conciencia estética en el hecho de la iluminación, de la manifestación
epifánica; en este capítulo VII de la Fine della modernitá la experiencia estética
es afirmada desde los rasgos nihilistas propios del ser-ahí entendido como un
ser para la muerte que sólo desde esta posibilidad, una vez hecha posibilidad,
se proyecta; en términos más sencillos se podría decir que el rasgo típicamente
nihilista del ser-ahí es el hecho de posibilitarse desde la decisión anticipadora
hasta la muerte, fundamentándose en la infundamentación; rasgo que no sólo es
aplicable al ser-ahí en cuanto a su carácter hermenéutico sino también a la obra
de arte, la cual comprendida como un mundo es también tierra y al serlo viene
referida a la mortalidad, carácter típicamente infundamentador; así la
experiencia hermenéutica del hombre no es una estructura objetiva
supratemporal, es un rasgo que en cuanto temporal termina con la muerte; la
obra de arte es algo que permanece y que perdura extendiéndose más allá de sí
misma, es algo que inaugura un mundo59.
58 G. VATTIMO, FM, Cap. VII: «Hermenéutica y nihilismo».
59Para Vattimo es muy importante y no lo debemos perder de vista que el hecho
de que el hombre se proyecte desde su posibilidad más propia, es decir desde la
muerte – idea tomada del primer Heidegger, concretamente de Sein und Zeit –,
esto es un signo de finitud, de mortalidad, un signo que manifiesta los rasgos

Lectura #4
nihilistas. Es interesante ver como esa idea, se hace constante en Vattimo cada
vez que quiere recalcar los rasgos nihilistas de la hermenéutica.

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