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Giovanna Gabriela Guzman Rodriguez 30922175 Socratico
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En primer lugar, la IA puede ser considerada una amiga debido a su capacidad para
automatizar tareas tediosas y repetitivas. Muchas empresas han comenzado a utilizar la IA para
realizar tareas que antes requerían mucho tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, los chatbots pueden
responder automáticamente a las preguntas frecuentes de los clientes, lo que reduce la carga de
trabajo de los empleados. Además, la IA puede analizar grandes cantidades de datos y
proporcionar información valiosa para la toma de decisiones empresariales. Esto puede ayudar a
las empresas a ser más eficientes y, por lo tanto, más rentables.
Por otro lado, la IA también puede ser considerada una enemiga debido a su capacidad para
reemplazar a los trabajadores humanos. A medida que la IA se vuelve más avanzada, muchas
tareas que antes eran realizadas por humanos pueden ser automatizadas. Esto podría llevar a la
pérdida de empleos y a una mayor desigualdad económica. Además, la IA puede ser utilizada
para el espionaje y la vigilancia, lo que podría amenazar la privacidad de las personas.
Otro criterio para considerar la IA como amiga o enemiga es su capacidad para tomar
decisiones autónomas. La IA puede ser programada para tomar decisiones en situaciones
específicas, lo que puede ser beneficioso en algunos casos. Por ejemplo, los coches autónomos
pueden tomar decisiones rápidas y precisas para evitar accidentes. Sin embargo, la IA también
puede ser programada con sesgos inconscientes que podrían tener consecuencias negativas. Por
ejemplo, si la IA se utiliza en el sistema judicial para tomar decisiones sobre la libertad
condicional, podría haber una discriminación injusta.
Además, la IA puede ser una amiga o enemiga dependiendo de cómo se utilice en el campo
de la salud. Por un lado, la IA puede ayudar a los médicos a diagnosticar enfermedades y a
diseñar tratamientos personalizados. La IA también puede ayudar a analizar grandes cantidades
de datos médicos para identificar patrones y tendencias que podrían ayudar a mejorar la salud
pública. Por otro lado, la IA también puede ser utilizada para fines malintencionados, como la
creación de virus y la manipulación de los sistemas de salud.
La inteligencia artificial (IA) tiene muchos beneficios para agilizar las tareas tediosas y
repetitivas en diversos campos. A continuación, se presentan algunos ejemplos:
En definitiva, la IA tiene muchos beneficios para agilizar las tareas tediosas y repetitivas en
una variedad de campos, lo que mejora la eficiencia y la productividad. Además, la IA puede
proporcionar información valiosa y personalizar el aprendizaje y el servicio al cliente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Qué es y para qué sirve la inteligencia artificial (IA) – Ferrovial [En línea] Disponible en:
https://www.ferrovial.com/es/recursos/inteligencia-artificial/
[Consultado en 2023, junio, 19].