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CÁTEDRA: ECOLOGÍA
POLÍTICAS AMBIENTALES
Integrantes:
1. Introducción
2. Desarrollo
2.1. Introducción al derecho ambiental: origen y evolución.
2.2.Convenios y programas internacionales relativos al ambiente PNUMA:
2.2.1. Comisión Brundtland.
2.2.2. Cumbre de la tierra.
2.2.3. Protocolo de Montreal.
2.2.4. Protocolo de Kyoto.
2.3. Desarrollo sostenible y eco-desarrollo.
2.4. Leyes ambientales en Venezuela:
2.4.2. Constitución, Ley Orgánica del Ambiente
2.4.3. Ley de Gestión de la Diversidad Biológica
2.4.4. Ley de Protección de la fauna silvestre
2.4.5. Ley Orgánica para la Ordenación y Gestión del territorio
2.4.6. Plan Nacional: visión eco-sociales.
2.5. Educación ambiental en Venezuela: origen, principio y objetivo.
2.6. Responsabilidad social empresarial.
2.7. Movimientos ecologistas en Venezuela y el mundo.
3. Conclusión
Introducción
En línea con los objetivos de la Comisión Brundtland, el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA) fue creado como parte de la ONU para trabajar hacia
un futuro más sostenible y proteger los recursos naturales del planeta. El PNUMA trabaja
para promover prácticas sostenibles y reducir la contaminación y la pérdida de
biodiversidad.
De entre las diferentes Cumbres de la Tierra que han tenido lugar a lo largo del siglo XX, la más
destacada fue la Cumbre de la Tierra celebrada en la ciudad de Río de Janeiro, realizada del 3 al 14
de junio de 1992, también conocida coloquialmente como "Río-92". En esta conferencia global
participaron representantes de 179 países, incluyendo personas vinculadas a la política, la
diplomacia, la ciencia, el periodismo y cerca de 400 ONG's.
Este esfuerzo masivo por encontrar un equilibrio lo más óptimo posible y el menor impacto de las
actividades humanas socio-económicas en relación con el medio ambiente, supuso un gran hito de
cara a las relaciones internacionales y en materia de desarrollo del derecho internacional.
Para alcanzar este objetivo, el Protocolo establece varias medidas obligatorias para los
países firmantes. Entre ellas se incluyen el establecimiento de metas nacionales
específicas de reducción de emisiones, la implementación de políticas y medidas para
lograr estas metas, e informes anuales detallados sobre los progresos realizados por cada
país en la consecución de estas metas.
Además, el Protocolo de Kyoto establece una serie de mecanismos flexibles para ayudar a
los países a alcanzar sus metas. Estos incluyen el mecanismo de Comercio de Emisiones,
mediante el cual los países pueden comerciar sus derechos de emisión con otros países, y
el Mecanismo de Desarrollo Limpio, mediante el cual los países pueden implementar
proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo.
El artículo trabaja sobre la hipótesis de que en el inicio del debate político ambiental mundial, en
los años 70, inmediatamente surgió una fuerte polémica Norte-Sur respecto de cómo entender
esta problemática. Los países del Sur, insistieron que la protección del Medio Ambiente y la
consecución del pleno desarrollo para el mundo subdesarrollado eran dos aspectos indisolubles al
momento de abordar el tema de la crisis ambiental. En este sentido, un primer concepto que unió
esta dos ideas de medio ambiente y desarrollo fue el de eco-desarrollo, profundizado y teorizado
por Ignacy Sachs, pero inmediatamente recogido y socializado por los intelectuales e instituciones
de América Latina que participaban del debate. En este sentido, el eco-desarrollo fue precursor del
posterior concepto de desarrollo sustentable elaborado en 1987 por la Comisión Brundtland, y
que unió definitivamente las ideas de medio ambiente y desarrollo. Consideramos al eco-
desarrollo como una modalidad del desarrollo económico que postula la utilización de los recursos
para la satisfacción de las necesidades de las actuales y futuras generaciones de la población,
mediante la maximización de la eficiencia funcional de los ecosistemas a largo plazo, empleando
una tecnología adecuada a este fin y la plena utilización de las potencialidades humanas, dentro
de un esquema institucional que permita la participación de la población en las decisiones
fundamentales
4.1 Constitución.
La Constitución de Venezuela establece un marco jurídico ambiental que protege los
recursos naturales y el medio ambiente en el país. Las leyes ambientales en Venezuela
abarcan una variedad de temas, como la protección de la diversidad biológica y el uso
sostenible de los recursos naturales, la prevención y control de la contaminación, y la
promoción del desarrollo sostenible.
Entre las leyes ambientales de la Constitución de Venezuela destaca la Ley Penal del
Ambiente que establece las sanciones para delitos ambientales y la Ley Orgánica del
Ambiente que establece los principios fundamentales para la conservación del ambiente.
Otras leyes importantes son la Ley de Gestión Integral de Residuos y la Ley de Bosques.
Entre las medidas que establece esta ley se encuentran la regulación del acceso a los
recursos genéticos y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de su
uso. También establece la creación de programas y proyectos para la investigación,
conservación y manejo sostenible de la biodiversidad.
Además, esta ley promueve la participación activa de las comunidades locales y de los
pueblos indígenas en la gestión de la diversidad biológica y establece mecanismos para la
protección de los conocimientos tradicionales asociados a ella.
Entre las medidas que establece esta ley se encuentran la promoción del uso racional del
territorio, la protección del medio ambiente, la preservación de los recursos naturales, el
fomento de la planificación ordenada y la coordinación entre los distintos niveles de
gobierno.
El Plan Nacional de Desarrollo establece una serie de objetivos estratégicos, entre los que
se destacan el fortalecimiento de la democracia participativa y protagónica, la
construcción de una economía productiva y socialista, la protección del medio ambiente y
la diversidad cultural, y la promoción de la igualdad de género y la justicia social.
El plan también busca establecer un modelo de desarrollo sostenible, que se aleje del
modelo capitalista tradicional y promueva la justicia social y la preservación de los
recursos naturales del país.
5. Educación ambiental en Venezuela
Tuvo su origen durante el siglo XVIII, en la época de la colonia con la influencia del
maestro Simón Rodríguez bajo su pensamiento continental. Su discípulo, el Libertador
Simón Bolívar, dio continuidad a ese ideal a través de los decretos conservacionistas del
1825-1828, donde se evidencia la consolidación de la cultura latinoamericana.
Los objetivos de la educación ambiental han ido variando desde que empezó como
corriente a nivel internacional. Esto también implica un proceso de desarrollo y
maduración de lo que significa desarrollo sostenible. No es lo mismo hablar de educación
ambiental de los años 60, cuando se vio la necesidad de generar o fortalecer estas miradas
más ciudadanas y éticas del hombre con su entorno, a lo que vemos actualmente. Antes,
la educación ambiental estaba muy ligada a la conservación de flora y fauna, dejando de
lado contextos más relacionados a los niveles de pobreza o al entendimiento de los roles
de las personas. Ahora, los objetivos se centran más en el cumplimiento de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) ya que estos son mucho más integrales al tener en cuenta
las problemáticas existentes.
Las empresas pueden adoptar diversas medidas para promover la Responsabilidad Social
Empresarial en el ámbito ambiental. Entre ellas se encuentran la implementación de
políticas y prácticas de gestión ambiental, la reducción de emisiones de gases de efecto
invernadero y el uso de energías renovables, la gestión adecuada de residuos y la
adopción de medidas de conservación de la biodiversidad.
Ante el agotamiento en América Latina del proyecto político-ideológico del Estado como
interventor y benefactor, así como su incapacidad para continuar asumiendo autónomamente sus
responsabilidades, se dibuja con relativa fuerza en los escenarios emergentes que orientan la
transición de contexto latinoamericano al siglo SXXI, un nuevo actor, la Sociedad Civil. La actuación
de este nuevo actor, bajo la figura de Movimientos Sociales -pacíficos, urbanos, feministas,
populares, ecologistas- se perfila como importante fuerza política que ha asumido tanto la
denuncia y la crítica al “Sistema” y a los valores compartidos de la modernidad como un reclamo
de nuevos espacios de participación en la solución de muchos de los problemas que ha
engrandado “la modernización”, entre ellos el deterioro ambiental y el crecimiento de la pobreza.
En el caso de los movimientos ambientales se analizará la particularidad de las demandas
sociopolíticas que se plantean como una respuesta social a los cambios globales y las implicaciones
de trastrocamiento de los espacios vitales
CONCLUSIÓN