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Sin traición

Capítulo 1
Como sabemos, el principio por el cual se fundamenta cualquier
gobierno, es el apoyo de la mayoría sobre una minoría. Pero,… ¿de donde
viene esto?, ¿bajo que razonamiento la mayoría tiene un dominio total
sobre las libertades de una minoría cualquiera
Para empezar cabe aclarar que el hombre en su naturaleza posee
libertades plenas para actuar sobre el mundo que lo rodea, incluido el
resto de seres humanos en la medida de que estos permitan dicho
dominio ejercido por otros, los limites personales son construidos en
base a la voluntad propia de entender que el mejor medio para alcanzar
nuestros fines es el pacifico. Por ello, el único principio válido para limitar
la libertad humana es el de la propiedad privada.
La concepción de derecho natural solo existe en el marco de un
gobierno, ya que, la existencia de un derecho con el que se nace, solo
puede garantizarse con una autoridad preexistente al mismo, por lo que,
y al ser el humano anterior al estado, dichos derechos no existen y
carecen de influencia. Por ejemplo, a quien reclamamos el robo de una
propiedad sin la existencia del estado? Además, el estado es el
encargado de legalizar e ilegalizar, corregir y condenar, aún cuando su
mera existencia es coercitiva al la propiedad privada.
Para alcanzar el consentimiento sobre la propiedad privada, sea total o
no, existen dos únicos medios mutuamente excluyentes. El medio
violento: haciendo uso de la propiedad mediante el uso de la fuerza; y el
medio voluntario, sea por apropiación original, herencia o a través del
intercambio de los derechos de propiedad.
Ahora bien, el gobierno no se basa en este ultimo modo, debido a que ni
siquiera este es propietario de las tierras que profesa gobernar, por lo
que tampoco existe un intercambio de bienes y servicios entre el
individuo y el estado, y de existir, no existe un contrato general
justificando la inclusión forzada de integrantes.
Si el gobierno se basa en el consentimiento (forzado) de la mayoría (y
por ende de la minoría) afirmar que dos hombres tienen mas criterio o -
poder de decisión sobre el resto- que uno solo, es afirmar que este último
posee menos “derechos” sobre si que los otros dos por el simple hecho
de ser solo uno.
Envase a esto llegaríamos a dos conclusiones igual de incoherentes, las
minorías solo contarían con la libertad que la mayoría le permita tener; y
debido al aparente deseo divino, naceríamos en clases distintas, algunas
destinadas a gobernar, y otras a obedecer “sin traición” a estos.
¿que sería de las naciones de hoy en día si no se hubieran revolucionado
contra las injusticias por el simple hecho de ser una minoría?

II
Si este es el caso, necesariamente podemos decir que quienes integren
la casta gobernante, son buenos y justos en su labor, obrando
únicamente en favor de la comunidad; y como si se trataran de ángeles
incapaces de caer en los mas básicos vicios humanos, son incorruptibles
al descomunal poder que se le es otorgado.
Ahora bien, la parte no contada es que, como es usual, quien gobierna
no lo hace gracias al consenso de una mayoría especial representante
fiel de los deseos del común, sino gracias a que este a vencido sobre
quienes gobierna mediante su riqueza y poder. (además de que no existe
un deseo general debido a las distintas preferencias personales) Por lo
que, quienes se alzan contra esta injusticia, se le es llamado traidor y
principalmente un peligro para la sociedad.
¿Cómo es que millones de hombres, dispersos sobre un territorio
extenso – cada uno provisto por la naturaleza de libertad individual;
llaman a un grupo de hombres alguno sus amos; autorizados por leyes
cualesquiera a procurar su propia felicidad a su manera, a hacer lo que
desee consigo mismo y su propiedad, autorizado también, por esa ley, a
defender sus propios derechos, y reparar sus propios errores.
¿Cómo es que cada uno de ellos es despojado de su propiedad privada, y
es incorporado, comprimido, compactado y consolidado en una masa con
otros hombres, quienes nunca ha visto; y hacia los cuales no tiene
sentimientos más allá del temor?
¿Cómo es sometido al control de hombres como él mismo, quienes, por
naturaleza, no tenían autoridad sobre él; pero que le ordenan a hacer
esto, y le prohíben hacer aquello, como si fueran sus soberanos, y él su
súbdito; y como si sus voluntades y sus intereses fueran los únicos
criterios de sus deberes y sus derechos?
Claramente, esto es el producto de la fuerza, o el fraude, o ambos.
¿Por qué derecho, entonces, nos convertimos nosotros en “una nación”?
¿Por qué derecho es que la parte más numerosa, que ahora existen
dentro de los límites territoriales, llamados “Los Estados Unidos”, afirman
que realmente existe tal “nación” como los Estados Unidos, y este no es
mas que un terreno extenso?

- La Nación no existe -
Somos llevados al reconocimiento de que las naciones y los gobiernos,
pueden existir legítimamente del todo, si pueden por consentimiento
lograr una aceptación mayoritaria.
La pregunta, entonces, vuelve, ¿qué implica que un gobierno se base en
el consentimiento?
“A” afirma que su consentimiento es necesario para el establecimiento o
mantenimiento de un gobierno, él de esa manera necesariamente
admite que el consentimiento de “B” y el de todos los demás es
igualmente necesario; porque B y todos los demás tienen tantos
derechos como él. Por otro lado, si niega que el consentimiento de B o el
de cualquier otro hombre sea necesario, de esa manera él
necesariamente admite que tampoco su consentimiento o el de cualquier
otro hombre son necesarios; y que el gobierno no necesita basarse en el
consentimiento de manera alguna.
Por lo tanto tenemos solamente dos opciones, o el estado necesita el
consentimiento de todos los hombres por igual, o no necesita el de
nadie.
Quienes consintieron la existencia de una constitución en un país
determinado para que hoy dicha nación exista, no son ni los mismos, ni
el mismo numero de personas, por lo que, toda nación existe del
consentimiento de un pequeño numero de seres hace siglos. Si también
tomamos en cuenta esta primer declaración, no queda claro el numero
de generaciones que el estado deba gobernar, Y de existir es improbable
que dicho lapso sea indeterminado, además de que, el contrato de hace
siglos no tiene legitimidad sobre las generaciones venideras,
Seguido a esto, el consentimiento individual es indispensable para la
idea de la traición; ya que si un hombre jamás consintió o aceptó
sostener un gobierno, él no rompe ninguna promesa u contrato.
¿No es contradictorio que las votaciones de un numero comprometan al
conjunto a defender dicho contrato?
El acto de votar no confiere ninguna voluntad legítima, es una medida
impuesta en la que quien vota tiene la posibilidad de volverse amo, sino
un esclavo, sin mayores alternativas que estas.
No existe un consentimiento específico de quienes votan
voluntariamente y quienes por la obligatoriedad de la misma por ello,
explícitamente se puede afirmar que el gobierno no tiene ningún
defensor voluntario. Así mismo quienes defienden la constitución no son
responsables de los actos que cometan sus representantes, no los
conoce y solo para el este es una abstracción, con la que no puede tener
ningún tipo de relación, conoce a quiénes obran en su nombre pero no
conoce lo que hay detrás. No existe un contrato en el que el estado deba
remunerar una falla, un acto contrario al pueblo etc.
El ciudadano que otorgue su propiedad al estado estará también
entregando el arma que se usará en su contra y en la del común.
En resumen…
La constitución es y debe ser entendida como la justificación del poder
político, entendida su justificación a través del consentimiento del
numero mas grande (no por ello más legítimo como se explicó con
anterioridad), así mismo no puede ser concebida como una carta en
defensa del pueblo, ya que el estado no puede ser victimario y juez al
mismo tiempo.

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