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El genio musical por excelencia, niño prodigio y fecundísimo autor, a los cuatro años componía
un minuet, a los catorce estrenaba una opera, a los dieciocho tenia escritas más de cien
composiciones... Y murió a los treinta y cinco años, habiendo abordado todos los géneros con una
facilidad y una originalidad maravillosas.
Este niño prodigio nació en Salzburgo Austria el 27 de enero de 1756. Su padre Leopold Mozart
obtuvo el puesto de violinista en la orquesta del conde de Thurn Valsassina y Taxis, a quien un año
después dedicó sus seis sonatas en trío para Orquesta de Cámara Op.1. El padre de Mozart fue
admitido como violinista de la Corte del Príncipe - Arzobispo con el encargado de enseñar violín a los
niños del coro. Luego fue nombrado compositor de la Corte y en 1763 Vicemaestro de Capilla.
El mismo año del nacimiento de Mozart su padre publicó una obra pedagógica que le dio fama universal: Ensayo de
una Escuela, método fundamental de violín. Leopold explotó la precocidad del niño y la de su hermana María Ana, los que a
los seis años actuaban ya en conciertos públicos.
Los dos niños tocarán también juntos a cuatro manos en el mismo clavicémbalo, y pondrán encima del teclado un
paño “para tocar sin ver las teclas”.
Leopold Mozart era un hombre profundamente religioso y dotado de un altísimo sentido de la responsabilidad y de la
autoridad. Llegó a sentir tan íntimamente la obligación de desarrollar el talento de sus hijos y de darlo a conocer al mundo
que se creyó llamado a una misión casi mesiánica. En sus cartas hace referencia, refiriéndose a Wolfgan del “milagro que
Dios hizo nacer en Salzburgo” y en cuanto a su formación dice: “Debo corresponder así el favor que el omnipotente me
hizo, de lo contrario seria la más ingrata criatura”.
Mozart, según su padre, cuando solo tenia cuatro años y a comienzos del 1761 compuso ya su primera obra: Minueto
y Trío No 1. La precocidad como intérprete de Mozart condujo a Leopold a presentar a su hijo en público tomando parte en
un concierto de la Universidad de Salzburgo.
Algunos músicos de la orquesta recordaban con asombro las habilidades de Wolfgan, increíble en un niño de cuatro
años, en lo que se refiere a lectura a primera vista, improvisación, precisión asombro de su oído.
La familia Mozart después de dar conciertos en toda Austria, Francia y Alemania arriban a Londres en 1764. Los
músicos más expertos de la capital londinense también sometieron al jovencísimo maestro a las más refinadas pruebas
técnicas, lo que motivó que el filósofo Dainnes Barrigton hiciese a Mozart un detenido examen científico para aclarar el
misterio de aquel genio extraordinario y precoz. Los resultados los expone más tarde en la Royal Society. Leopold, su padre,
no descuidaba también sus habituales procedimientos de promoción de aquel genio. También publicó una curiosa nota de
prensa, decía: “A todos los amantes de la ciencia”.
El mayor prodigio de que Europa, y aún la naturaleza humana, puede enorgullecerse es, sin duda, el niño Wolfgan
Amadeus Mozart un niño de ocho años que ha alcanzado con toda justicia la admiración, no solo de los hombres más
eminentes sino también de los más grandes músicos de Europa difícil decir que cosa es en él lo más admirable, si su
ejecución en el clavicémbalo y su lectura a primera vista, o su propia inventiva y composiciones para todos los instrumentos.
El padre de este milagro, viéndose obligado por el deseo de varias damas y caballeros a posponer por muy breve tiempo su
partida a Inglaterra, ofrece la oportunidad de oír a este pequeño compositor y a su hermana, cuyo conocimiento musical no
necesita ser ensalzado. Actuando cada día de 12 a 3, en la gran Sala Swan and Hoop En Cornhill, Entrada: dos chelines y
peniques por persona.
S u debut en el teatro fue en el año 1768 en Viena, estrenando la Opera “Bastian y Bastiana” al año siguiente marcha a
Italia, donde estrena (1770) su Opera “Mitridate rei de Ponto”, causando extraordinaria admiración la música del niño
prodigioso.
De regreso a Viena, produce con asombrosa fecundidad sinfonías, música de cámara y dos Operas que le encargan,
para Munich, “La finta giardinera”, y para Salzburgo, “Il re pastore”. Ya en plena popularidad emprende con su madre una
tournee, y en Mannheim se enamora de la cantante Aloysia Weber; sus padres se oponen a estas relaciones, y ya de vuelta a
Viena, en 1781, estrena el “Rapto del Serrallo”, y ocho meses después se casa con Constanza Weber, la hermana de Aloysia
:-). Las escasas condiciones caseras de Constanza amargaron la vida de Mozart y agravaron considerablemente la triste
situación económica del joven maestro. En 1786 estrenó en Viena “Las bodas de Figaro”, que si bien gustaron poco en esta
capital, en cambio obtuvieron un triunfo ruidoso en Praga. Esto decidió a Mozart a dar otros libretos a Da Ponte, y en 1786
estrenó el “Don Juan” con un éxito grandioso. El rey de Prusia le ofrece tres mil thalers, que Mozart rehúsa, por no
marcharse de su patria. Poco tiempo después vuelve a Viena y estrena “Cossi fan tutte” (1790), y al año siguiente, en los
pocos meses que le quedan de vida, compone dos operas, “La Clemencia de Tito” y “La Flauta Mágica”, el “Concierto para
clarinete” y el “Requiem”, misteriosamente encargado por un desconocido y que la muerte interrumpe en la octava medida
del Lacrymose, en la noche del 6 de diciembre de 1791. Mozart tenia treinta y cinco años. Se le enterró en la fosa común y
no se sabe donde reposa su cuerpo. Por negligencia de sus amigos no se pudo precisar el lugar en el cementerio de San
Marcos, de Viena, donde fue enterrado el cuerpo del genial compositor, y por lo tanto, al inaugurarse el monumento fúnebre
en su memoria, en 1859, se colocó en un lugar aproximado del cementerio.
Para concluir, hay que aclarar que se ha escrito tanto sobre Mozart que no se resulta fácil distinguir a estas alturas las
voces de los ecos. Algunos opinan, con obstinada machaconería, que en la música de Mozart germinan ya sentimientos,
formas y expresiones románticas. Algunos críticos ubican la música orquestal de este autor austriaco dentro de los rasgos
pre-románticos, naturalmente no ha de negarse que determinados pasajes de su música parecen trasmitidos por un halo
trágico, vehementemente jubiloso, pero esto ocurre igualmente cuando oímos ciertos coros de Bach, sin que halla que
atribuirle romanticismo alguno. Se trata simplemente del poder sugestivo de la música que añade esa inefable incitación
emotiva, o dicho de otra forma, cuando de verdad se reviste de esa suprema dimensión que la hace precisamente “Clásica”,
es decir, viva actualmente por encima del tiempo.
GRABACIONES
Mozart, Masonic Music. Coros del Festival de Edimburgo; Orquesta
Sinfónica de Londres dirigida por István Kertész. Decca 425 722-2, West
Germany 1969.
Ficha técnica: Lied: "O heiliges Band der Freundschaft treuer Brüder",
K148. Kantate: "Dir, Seele des Weltalls", K429. Lied: Gesellenreise,
"Die ihr einem neuen Grade", K468. Kantate: Die Maurerfreude, "Sehen,
wie dem starren Forscherauge", K471. Maurerische Trauermusik, K477.
Lied: "Zerfliesset heut', galiebte Brüder", K483. Lied: "Ihr unsre neuen
Laiter", K484. Kleine deutsche Kantate: "Die ihr des unermesslichen
Weltalls Schöpfer ehrt", K619. Eine kleine Freimaurer Kantate, K623.
Hymne: "Lasst uns mit geschlungen Händen", K623a.
Esta extraordinaria grabación que incluye las piezas del compact anterior,
se enriquece con Psalm 129: De profundis clamavi, K93; Graduale ad
festum B.M.V.: Sancta Maria, Mater Dei, K273; Canonic adagio for 2
basset horns and bassoon, K410; Adagio for 2 clarinets and 3 bassett
horns, K411; Adagio and fugue in c minor, K546; Adagio and rondo for
flute, oboe, viola, cello, and celesta, K617; y Motet: Ave verum corpus,
K618. El Dr. W. B. Ober en el estudio que acompaña al disco dice cosas
de interés:
"Permaneció como una forma de asociación gremial del oficio hasta el fin
del siglo XVI. El primer registro que tenemos de un masón no operativo
se refiere a John Boswell, 3er. Hacendado de Auchinleck, un ancestro
lejano de James Boswell, el 9º, a quien se recuerda más como biógrafo de
Samuel Johnson."
"Se sabe que en 1600, John Boswell asistió a una reunión de la Logia de
Edimburgo, y a partir de este modesto comienzo puede seguirse la pista
del desarrollo de la Franc-Masonería como movimiento internacional. La
Franc-Masonería especulativa no se desarrolló sino a comienzo del siglo
XVIII, y la Gran Logia en Londres no se fundó hasta 1717. Para entonces
el origen aristocrático de sus más altos oficiales le otorgó al oficio un
grado de importancia social mucho más alto que el que ninguna otra
organización derivada de un gremio llegara jamás a alcanzar. El
movimiento se expandió a otros países y se constituyeron logias en
Francia (1732), Alemania (1733), Portugal (1735), Países Bajos (1735),
Suiza (1740), Dinamarca (1745), Italia (1763), Bélgica (1764), Rusia
(1771), y Suecia (1773)." F. G.