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FACULTAD DE INGENIERÍA

ESCUELA DE INGENIERÍA MECÁNICA ELÉCTRICA

CURSO: Auditoria Energética

TRABAJO: Beneficios de la Auditoria y la Eficiencia Energética, Enfocada en el


impacto Sobre el medio Ambiente y gases de efecto invernadero.

PROFESOR: Roger Lucio León Diaz.

ALUMNOS:
Luis Castro Rubio
Ferrieler Sandoval
Fernández Asunción José Félix
Milton Valverde Osorio
Elar Jhon Juárez

TRUJILLO- PERU
2022
BENEFICIOS DE LA AUDITORIA Y EFICIENCIA
ENERGETICA, ENFOCADA EN EL IMPACTO SOBRE EL
MEDIO AMBIENTE Y GASES DE EFECTO
INVERNADERO
1. Eficiencia Energética
El concepto más amplio de eficiencia energética, se refiere a reducir la cantidad de energía
(eléctrica y combustibles) que se utiliza para generar un bien o un servicio, sin afectar la
calidad de los productos, el confort de los usuarios ni la seguridad de las personas y bienes.

Esta reducción del consumo de energía se puede asociar a incorporación de nuevas


tecnologías, ya sea por sustitución de equipos existentes por unidades de alta eficiencia, por
ejemplo, motores eléctricos, o por optimización en los procesos, por ejemplo, automatización
de operaciones que presentan alta variabilidad. Si bien se pueden requerir inversiones
adicionales, estas se ven compensadas en el mediano plazo por la disminución de costos
relacionados con energía. La eficiencia energética también considera las acciones
relacionadas con la gestión de energía, que involucra cambios en los hábitos y actitudes. En
cualquiera de estos casos, se considera la contribución de la eficiencia energética en el
aumento de la competitividad de las empresas, disminuyendo los costos energéticos a corto
y largo plazo.

Figura 1 Eficiencia Energética.


2. Sistemas de Gestión de la Energía (SGE)

El concepto de gestión de la energía nace a partir de la constatación de que muchas


iniciativas de eficiencia energética que se implementan de forma aislada, no se perpetúan a
lo largo del tiempo. De manera general, los cambios de tecnologías puntuales, sin el debido
acompañamiento sistemático de las organizaciones, no genera valor ni consistencia a lo
largo del tiempo. Así, los beneficios que resultan de este tipo de iniciativas, como la
reducción de costos y emisión de gases de efecto invernadero, demuestran ser puntuales y,
muchas veces, efímeros.

La norma ISO 50001 – Sistemas de Gestión de Energía (SGE) – se creó en 2011 con el
objetivo principal de establecer requisitos mínimos y específicos que garanticen la mejora
continua del desempeño energético de la organización que la adopte. El cumplimiento de
estos requisitos conduce a la organización a buscar continuamente la reducción de su
consumo de energía, aumentando la eficiencia energética de sus procesos e identificando la
mejor y más adecuada forma de uso de la energía necesaria para viabilizar sus actividades.

Los conceptos de gestión de energía pueden aplicarse a cualquier tipo de organización,


independiente de su rubro, tamaño o perfil de uso y consumo de energía.

Los principales objetivos de la norma ISO 50001 son:

➢ Apoyar a las organizaciones en el establecimiento del uso y el consumo de energía


más adecuados.
➢ Crear una comunicación fácil y transparente con respecto a la gestión de los
recursos energéticos.
➢ Promover las mejoras prácticas de gestión de la energía y reforzar los beneficios con
la aplicación de la gestión energética.
➢ Apoyar la evaluación y priorización de la implementación de nuevas tecnologías más
eficientes en cuanto al uso de la energía.
➢ Establecer un escenario de la promoción de la eficiencia energética a través de la
cadena de suministro.
➢ Favorecer la mejora de la gestión de la energía en conjunto con proyectos de
reducción de los gases de efecto invernadero.
➢ Permitir la integración con otros sistemas de gestión organizacionales, como la
calidad, medioambiental y salud y seguridad.
Figura 2 Cuadro comparativo.

3. El SGE en la Toma de Decisiones

Uno de los principales beneficios del SGE es la incorporación del desempeño energético en
la toma de decisiones de la organización.

En muchas empresas el costo de energía suele estar por debajo del 20% de los costos
totales de producción, lo que implica que el foco de la gestión se realiza sobre aspectos
como recursos humanos o materias primas.

El SGE permite que, ante decisiones de compra, mantenimiento u operación, se considere


el impacto en el desempeño energético a mediano y largo plazo, por ejemplo, ante la
necesidad de adquirir un motor eléctrico para reposición, el enfoque clásico es buscar un
equipo con las mismas características técnicas al menor precio, pero en el caso de contar
con un SGE se deben evaluar las tecnologías más eficientes disponibles.

En el Esquema 1 se muestran los plazos estimados que se demora en llevar a cabo cada
etapa de un SGE, los que dependen considerablemente del tamaño de la empresa, de la
cantidad de procesos productivos que esta posee y del uso de un sistema de gestión ya
integrado.

Los plazos estimados se basan en información recopilada en base a implementación de


SGE, realizados con anterioridad.

Figura 3 Esquema de plazos de implementación estimados para un SGE.

4. Certificación del SGE Según ISO 50001


De acuerdo a las experiencias de las empresas que han implementado SGE, al certificarse
bajo la norma ISO 50001, han percibido los siguientes beneficios:

➢ Se asegura la continuidad del funcionamiento del SGE y de la mejora continua.


➢ Mejora de la imagen de la empresa, al ser reconocida como empresa eficiente.
➢ Se puede optar a reconocimiento específicos como el Sello Gold de Eficiencia
Energética.
➢ Mejora de la situación de cumplimiento de requisitos internos, así como de la
regulación y compromisos externos.
➢ Las normas ISO son internacionales, por lo que sus conceptos y prácticas son
compatibles y aplicables a organizaciones de cualquier país, abriendo posibilidades
de negocios en mercados con regulaciones relacionadas con sustentabilidad.
➢ Los objetivos y metas de los SGE son compatibles con Políticas de Sustentabilidad y
otras certificaciones, lo que permite complementar esfuerzos y metas.

Previo a su decisión de certificar, las empresas debieron verificar que su SGE implementado
estuviera operando eficazmente, lo cual se refleja en lo siguiente:

➢ Que el liderazgo y compromiso de la alta dirección con el SGE es constante.


➢ Que ya cerró el ciclo de la mejora continua: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar.
➢ Que demuestra lo mejora del desempeño energético.
➢ Que mantiene documentados y actualizados sus procedimientos y registros.
➢ Que las personas de la organización están comprometidas con el SGE y conocen
sus beneficios.
➢ Que ejecuta su programa de auditorías y cierra los hallazgos que se detectan.
➢ Que es apto para presentarse a una auditoria de certificación.
5. Avances recientes en el marco político normativo e institucional
El Perú realizó actividades de eficiencia energéticas muy intensas entre los años 1995-2001,
debido al déficit en la oferta de generación eléctrica, habiéndose logrado ahorros del 10% en
la demanda. En esa misma línea, en el año 2000, se promulgó la Ley núm. 27345, Ley de
Promoción del Uso Eficiente de la Energía. La característica fundamental de esta ley, es que
promueve la formación del mercado de eficiencia energética, mediante la información y el
fomento de una cultura de uso eficiente de la energía, en todos los sectores de consumo.

En el año 2006, con la asunción del nuevo gobierno, el Ministerio de Energía y Minas
(MIMEM) decide priorizar nuevamente la ejecución de los programas de eficiencia
energética y el año 2007, mediante el Decreto Supremo (D.S) núm. 053-2007-EM promulga
el Reglamento de la Ley de Promoción del Uso Eficiente de la Energía (RUE), que
institucionaliza las líneas de acción en 4 sectores de consumo: residencial, productivo y de
servicios, público y transporte, que había desarrollado el Programa de Ahorro de Energía
(PAE) del Perú hasta el año 2001.

El mismo año, con el D.S. núm. 031-2007-EM, se aprueba el Reglamento de Organización y


Funciones del Ministerio de Energía y Minas y se delega en las Direcciones Generales de
Electricidad e Hidrocarburos las acciones de promoción, difusión del uso racional de la
energía, las energías renovables y la eficiencia energética.

El 13 de diciembre del 2007, mediante la Resolución Ministerial núm. 560-2007-MEM/DM se


formó la “Comisión para el Cumplimiento de Disposiciones Transitorias del Reglamento de la
Ley de Promoción del Uso Eficiente de la Energía”, con lo que se da inicio a la aplicación de
dicha Ley.

Mediante el D.S. núm. 034-2008-EM del año 2008, se dispuso la modernización de la


iluminación en los edificios del gobierno, a través de la sustitución de: los fluorescentes, los
balastos electromagnéticos, la prohibición de la adquisición de lámparas incandescentes y el
requisito de que tengan etiquetas de eficiencia los equipos de iluminación que adquieran las
entidades del sector público.

El Plan Referencial del Uso Eficiente de Energía 2009-2018 para el largo plazo, que debería
elaborarse según lo requería la Ley de promoción de Uso Eficiente de Energía, ya fue
aprobado en el mes de septiembre del 2009 por las 25 regiones que conforman el país. Se
encuentra en el proceso administrativo para su aprobación oficial en los siguientes dos
meses.

En junio del 2009 el Ministro de Energía y Minas anunció la decisión política de crear un
Centro de Eficiencia energética, para potenciar estas actividades en el país. Se vienen
realizando las acciones para su diseño e implementación.
6. Actores – clave de la eficiencia energética y su rol efectivo

El Ministerio de Energía y Minas (MINEM) es el organismo central y rector del sector energía
y minas y tiene como funciones formulares y evaluar, en armonía con la política general y
los planes del Gobierno, las políticas de alcance nacional en materia del desarrollo
sostenible de las actividades minero-energéticas.

Asimismo, el MINEM es según lo establece la Ley de Promoción del Uso Eficiente de la


Energía, la Autoridad Competente del Estado para la promoción de la eficiencia en el uso de
la energía, con atribuciones para diseñar, auspiciar, coordinar y ejecutar programas y
proyectos con los demás sectores y entidades públicas y concertar con organizaciones de
consumidores y entidades empresariales.

En la actualidad, el órgano de línea que viene desarrollando las acciones de eficiencia


energética en el Perú es la Dirección General de Electricidad (DGE).

7. Recursos y mecanismos de financiación de los programas de eficiencia


energética

Para el año 2008 el Estado destinó aproximadamente 2,8 millones de dólares para la
campaña de promoción del uso eficiente de la energía en los sectores residencial, público y
productivo. Para el presente año se ha previsto 3,3 millones de dólares.

Asimismo, el año 2008, el Banco BBVA, perteneciente a la banca privada peruana, por
encargo del IFC-Banco Mundial, canalizó 30 millones de dólares en préstamos a las
empresas del sector productivo para proyectos de eficiencia energética mediante la
modalidad tipo “leasing”, fondo que se agotó ese mismo año considerándosele una
experiencia exitosa. Otros bancos locales, han venido manejando fondos para la Producción
Limpia, que incluye a los proyectos de eficiencia energética.

En agosto del 2008 se lanzó una campaña de eficiencia energética para la pequeña y
mediana empresa que es financiada por el BID. La entidad ejecutora es el Fondo Nacional
del Medio Ambiente - FONAM y dispone de 1,5 millones de dólares para 3 años.

Se ha estimado que la implementación del Plan Referencial de Eficiencia energética,


requeriría como mínimo 3 millones de dólares de presupuesto anual inicial. Este monto sólo
es para la promoción y la dinamización del mercado de eficiencia energética en todos los
sectores, haciendo que sean los propios actores quienes realicen las inversiones ya que las
acciones de eficiencia energética que ejecuten se pagarán con los ahorros que se obtengan.

8. Sistema de gestión ambiental en la empresa


(a) Descripción de la herramienta
Los sistemas de gestión ambiental (SGA) son un instrumento con gran potencial para
alcanzar la mejora del comportamiento ambiental de las organizaciones, actuando sobre los
aspectos ambientales de sus actividades, productos y servicios, y los impactos asociados a
los mismos.

Figura 4 Factores y grupos de presión a la empresa en su ambiento de gestión ambiental.

A la hora de implantar un sistema de gestión, una empresa puede optar por diseñar su
propio sistema o bien optar por los principales estándares existentes: la norma ISO 14001 y
el Reglamento EMAS (sistema comunitario de gestión y auditoría ambientales), establecido
en el Reglamento Europeo 1221/2009.

La aplicación de este proceso persigue que el desempeño ambiental de la organización que


implante un SGA adquiera niveles cada vez más elevados, reduciendo paulatinamente sus
impactos y logrando mejoras en su desempeño ambiental.

Por tanto, y de manera muy simplificada, un sistema de gestión ambiental consiste en:

• Identificar los aspectos e impactos ambientales derivados de las actividades,


productos y servicios de la empresa. Establecer los objetivos ambientales para
mejorar su sistema de gestión ambiental y su repercusión en el medio ambiente y
también establecer los procesos necesarios para cumplirlos (PLANIFICAR). Dentro
de esta fase de planificación, la empresa debe analizar el contexto en el que opera
para conocer cómo puede afectar a su gestión ambiental. Asimismo, debe identificar
a sus partes interesadas –las que se puedan ver afectadas por su comportamiento
ambiental– y sus necesidades y expectativas.
• Implementar los procesos según lo planificado (HACER), con el objetivo de
garantizar que las actividades, procesos y servicios de la empresa con potencial
impacto en el medio ambiente se realizan de manera controlada. Para ello se
establecen procedimientos e instrucciones que determinan la manera de operar en
relación a cada uno de los aspectos determinados, así como la manera de actuar en
caso de problema. La empresa tendrá que haber identificado las situaciones
potenciales de emergencia y los accidentes potenciales que pudieran tener impacto
en el medio ambiente y cómo responder ante ellos.
• Realizar el seguimiento y medir los procesos (VERIFICAR), con el objetivo de
evaluar cómo está gestionando sus aspectos ambientales, cómo está evolucionando
en relación a los objetivos que se ha marcado y poder valorar la evolución de su
desempeño ambiental. Los parámetros para medir y verificar dependerán de
cuestiones tales como los aspectos e impactos ambientales de la empresa, los
requisitos legales, los objetivos establecidos o los indicadores que ha establecido
para evaluar la evolución de un determinado objetivo. Dentro de esta fase, la
empresa lleva a cabo los procesos de auditoría, debidamente planificados, que le
permitirán valorar y comprobar si el SGA funciona correctamente.
• Adoptar las medidas necesarias para mejorar continuamente (ACTUAR). El elemento
primordial para el proceso de mejora continua es el de identificar las no
conformidades del sistema de gestión ambiental (los incumplimientos de algún
requisito del sistema de gestión) que se produzcan en el desarrollo de las actividades
de la empresa y del funcionamiento del sistema de gestión ambiental, y tomar las
medidas necesarias para solventar esta no conformidad.

Figura 5 Elementos esenciales.

Uno de los elementos esenciales del funcionamiento de un SGA es la identificación de los


aspectos e impactos ambientales derivados de las actividades, productos y servicios de la
empresa que actúan o pueden actuar sobre el medio ambiente y determinar cuáles son
significativos. Y dentro de los aspectos ambientales a considerar por la empresa a la hora de
determinar su impacto en el medio ambiente, las cuestiones relacionadas con la energía
tienen una especial relevancia (consumos de electricidad, combustibles empleados o la
procedencia de las fuentes de energía utilizadas, etc.), por lo que deberán ser identificadas y
objeto de planificación y de medidas concretas para reducir o minimizar su impacto, en
función de su significatividad.

Además de la gestión directa del uso de la energía, a través de otros aspectos ambientales
asociados al desempeño de una empresa (uso del agua, gestión de los residuos, consumo
de materias primas, diseño de productos y servicios, etc.) se pueden lograr ahorros
energéticos, tanto en la propia empresa como en su cadena de suministro o en la cadena de
valor.

Figura 6 Ejemplo del objetivo de reducción de la energía.

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