Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
html
http://dx.doi.org/10.17579/RevPatDual.02.4
Artículo original
1
ABSTRACT
The comorbidity between psychosis and disorders due to substance abuse (TUS) is one
of the most relevant within the dual pathology spectrum due to its clinical severity and its
negative social and health implications. Our target was to investigate the characteristics of the
patients diagnosed of psychose and abuse or dependence of drugs from within the Madrid
research on prevalence in dual pathology. The sample comes from patients in treatment
from within the Madrid public mental health and medical addiction treatment networks.
The subjects were assessed using the Mini International Neuropsychiatric Interview (MINI)
for the diagnosis of mental disorders and by the Personality Disorder Questionnaire (PDQ)
scale for the diagnosis of personality disorders. From the 837 patients included, 96 had a
life long psychosis diagnosis. Most of them also had a TUS (substance Abuse) diagnosis.
We noticed that in the patients with psychose sub-group there was a greater addiction to
cannabis than in the rest of the patients, and with those patients addicted to opiates the
reverse process took place. This relationship was not seen in alcohol and cocaine addicts.
What’s more only in the case of cannabis addicts it was discovered that psychotic addicts had
started consuming at an earlier age than non psychotic addicts. These data support cannabis
as being the drug more related to psychosis and the fact that its consumption starts at an
earlier stage, suggests that this early onset might be a risk factor in the development of
psychosis. On the other hand opiate addicts in treatment show a lower psychosis presence
in respect to other addicts.
Correspondencia:
farias1012@gmail.com
F. Arias, N. Szerman, P. Vega y B. Mesias, I. Basurte. PSICOSIS Y DROGAS
criterio de salida se establece p<0,05; aunque se Prevalencia de trastornos por uso de sustancias actual
mantienen todos aquellos factores de confusión que (TUS) (Tabla 2). No había diferencias en la prevalencia
modifiquen su β o el de los otros parámetros en más de abuso o dependencia de alcohol o cocaína entre
de un 20%. Además se testan las correspondientes el grupo de psicóticos y de no psicóticos. Respecto a
interacciones, incluyéndose sólo las significativas. la dependencia de opiáceos había mayor prevalencia
En caso de presencia de linealidad o colinealidad, en el grupo de no psicóticos frente a los psicóticos
se muestran los datos estratificados ajustados por (96, 13% vs 4, 4.2%, p=0.01) y a la inversa respecto
las principales posibles variables de confusión. El al abuso/dependencia de cannabis (111, 15% vs 22,
4 análisis estadístico se genera mediante el programa 22.9%, p=0.05).
SPSS v.17.
Tabla 2. Abuso o dependencia de drogas en la muestra de
psicóticos (n=96)
Resultados
Se incluyeron 837 pacientes: 208 (24.9%) procedían
de CSM y 629 (75.1%) de CAID y CAD. Del total de 837
pacientes evaluados, 710 tenían algún diagnostico
de trastorno por uso de sustancias (TUS) a lo largo
de la vida (incluyendo el alcohol y excluyendo el
tabaco). Había 127 sujetos (15.2%) sin TUS. Del total
de la muestra 96 pacientes tenían un diagnóstico de
psicosis a lo largo de la vida (11.5% del total de la
muestra).
Características sociodemográficas (Tabla 1). Respecto
al grupo de no psicóticos, había predominio de
solteros (p=0.001), predominio de convivencia en
familia de origen (p=0.001) y mayor presencia de
incapacidad laboral permanente (p=0.001). Este
subgrupo tenía predominio de procedencia de Salud
Mental respecto al grupo de no psicóticos (p=0.001).
Tabla 1. Características de los pacientes con diagnóstico de
psicosis a lo largo de la vida (n= 96)
riesgo (OR=1.8, p=0.03). Dado que el modelo de dicho papel causal31. No se puede descartar que
regresión presentaba problemas de colinealidad por las disfunciones neurobiológicas subyacentes a
la relación entre las distintas adicciones se realizó la psicosis favorecieran un inicio más precoz del
un análisis estratificado por la presencia o no de la consumo de cannabis.
adicción a otras drogas como el alcohol y la cocaína.
Al estratificarlos por otras drogas, se observa que el
La relación entre cannabis y psicosis se mantuvo
mayor riesgo de psicosis entre los adictos al cannabis
significativa en presencia de la adicción a cocaína
se da entre los que son igualmente adictos a la
(14 pacientes, 37.8% de los pacientes con psicosis
cocaína o al alcohol, posiblemente sugiriendo que
y adicción a cocaína eran adictos al cannabis frente
se potencian sus efectos psicotomiméticos. Así se ha 5
a 58 pacientes, 17.7% de los adictos a cocaína no
observado que las psicosis inducidas por cocaína se
psicóticos, eran adictos al cannabis, p=0.003), pero
favorecen en presencia de consumo de cannabis32.
no en los no adictos a cocaína. Similares resultados se
Dado que había muy pocos adictos sólo al cannabis,
presentaron con la adicción al alcohol, 12 pacientes
es difícil detectar la relación con la psicosis en estos
(32.4%) de adictos al alcohol con psicosis eran adictos
adictos exclusivamente.
a cannabis frente a 53 pacientes (17.1%) de adictos
al alcohol no psicóticos eran adictos al cannabis Nuestros datos sugieren que este subgrupo de
(p=0.02), pero no había diferencias significativas psicóticos adictos tiene mayor comorbilidad con
entre los no adictos al alcohol. trastornos de personalidad y además presentan
mayor riesgo de suicidio que otros pacientes con
Los pacientes con psicosis y algún tipo de adicción
trastornos mentales o adictivos en tratamiento,
tenían mayor prevalencia de riesgo de suicidio
apoyando la mayor gravedad clínica de este subgrupo
valorado por la MINI que los pacientes con psicosis
de pacientes duales.
no adictos (p=0.01).
Otro aspecto relevante del presente estudio es
Al analizar el subgrupo de pacientes con psicosis y
la distinta utilización de recursos sanitarios entre
adicción al cannabis (n=22) existía un predominio de
los pacientes con psicosis y consumo de drogas.
varones (16, 77.7%) y la mayoría procedían de centros
Nuestros datos sugieren que los adictos al cannabis
de drogas (18, 81.8%). La mayoría presentaban otras
con psicosis acuden principalmente a los centros
adicciones, 12 (54.5%) al alcohol, 14 (63.6%) a la
de drogas. Es posible que en los Centros de Salud
cocaína, 9 (40.9%) a opiáceos y 3 (13.6%) a sedantes.
Mental predominen pacientes con esquizofrenia
que presentan diversas adicciones o posiblemente
Discusión dependencia al alcohol, mientras que en los centros
de drogas estuvieran en tratamiento adictos al
En la muestra de pacientes en tratamiento se observa cannabis que desarrollan posteriormente cuadros
una asociación del diagnóstico de psicosis con el psicóticos inducidos o esquizofrenia precipitada por
abuso/dependencia de cannabis y un menor riesgo dicho consumo.
con el de opiáceos, sin embargo no observamos la
asociación con el alcohol o la cocaína. Esto apoyaría la El consumo de cannabis se ha asociado con diferentes
idea de que el consumo de cannabis es la droga más manifestaciones psicóticas. Durante la intoxicación
asociada con la psicosis, mientras que los opiáceos la pueden aparecer síntomas psicóticos transitorios
de menor riesgo. Así lo sugieren múltiples estudios que desaparecen en pocas horas cuando el THC es
de cohortes y experimentales. Esto sería válido en eliminado del organismo. El consumo prolongado e
pacientes en tratamiento ambulatorio, pero los intenso puede producir los denominados trastornos
datos de población general también lo sugieren 3-10. psicóticos inducidos que en general duran menos de
Como hemos señalado el cannabis se considera una 4 semanas.
droga psicotomimética, sin embargo se han descrito Sin lugar a dudas, el efecto más nocivo es el riesgo
propiedades antipsicóticas para la metadona y de desarrollar psicosis crónicas. Después del estudio
otros opiáceos30. Una explicación alternativa es inicial de Andreasson et al.33, un elevado número
que los adictos a opiáceos y otras drogas acudan a de estudios de cohortes llevados a cabo en Europa
tratamiento independientemente de si presentan o y Nueva Zelanda principalmente, apoyan de forma
no psicosis mientras que los adictos a cannabis sean consistente que el consumo de cannabis es un
más proclives a la búsqueda de tratamiento sólo si factor de riesgo de la esquizofrenia, posiblemente
han sufrido de episodios psicóticos. en sujetos con alguna vulnerabilidad biológica o
De cualquier forma el posible papel causal del psicosocial y en relación con el consumo de altas
cannabis se apoya por el dato de que la edad de dosis o preparados potentes (con alto contenido
inicio en el consumo de cannabis es inferior en de THC) e inicio precoz en el consumo. El consumo
este subgrupo, algo que no ocurre con las otras durante la adolescencia puede alterar los procesos de
drogas. En una revisión reciente se concluyó que neurodesarrollo por interferencias sobre el sistema
sólo el cannabis y no otras drogas son capaces de cannabinoide y contribuir a la aparición posterior
adelantar la edad de inicio de la psicosis apoyando de esquizofrenia. Por otro lado, estos pacientes con
esquizofrenia, de los que más de una cuarta parte
F. Arias, N. Szerman, P. Vega y B. Mesias, I. Basurte. PSICOSIS Y DROGAS
reported cannabis use as a risk factor for schizophrenia in Swedish 22. Harkany T, Keimpema E, Barabás K, Mulder J. Endocannabinoid
conscripts of 1969: historical cohort study. BMJ. 2002; 325: 1199. functions controlling neuronal specification during brain
doi: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.325.7374.1199 development. Moll. Cell. Endocrinol. 2008; 286(Suppl 1): S84-90.
doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.mce.2008.02.011.
9. D’Souza DC, Perry E, MacDougall L, Ammerman Y, Cooper T,
Wu YT, Braley G, Gueorguieva R, Krystal JH. The psychotomimetic 23. Roser P, Haussleiter IS.Antipsychotic-like effects of cannabidiol
effects of intravenous delta-9-tetrahydrocannabinol in healthy and rimonabant: systematic review of animal and human studies.
individuals: implications for psychosis. Neuropsychopharmacol. Curr Pharm Des. 2012; 18: 5141-5155.
2004; 29: 1558-1572. doi: http://dx.doi.org/10.2174/138161212802884690
doi: http://dx.doi.org/10.1038/sj.npp.1300496
24. Arias F, Szerman N, Vega P, Mesias B, Basurte I, Morant C,
10. D’Souza DC, Abi-Saab WM, Madonick S, Forselius-Bielen K, Ochoa E, Poyo F, Babin F. Abuso o dependencia al cannabis y otros 7
Doersch A, Braley G, Gueorguieva R, Cooper TB, Krystal JH. Delta- trastornos psiquiátricos. Estudio Madrid sobre prevalencia de
9-tetrahydrocannabinol effects in schizophrenia: implications for patología dual. Actas Esp. Psiquiatr. 2013; 41: 123-130.
cognition, psychosis, and addiction. Biol. Psychiatry. 2005; 57:
594-608. 25. Sheehan DV, Lecrubier Y, Harnett-Sheehan K, Janavs J, Weiller
doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.biopsych.2004.12.006 E, Bonora LI, et al. Reliability and validity of the MINI International
Neuropsychiatric Interview (MINI): According to the SCID-P. Eur.
11. Parolaro D, Realini N, Vigano D, Guidali C, Rubino T. The Psychiatry. 1997; 12: 232-241.
endocannabinoid system and psychiatric disorders. Exp. Neurol. doi: http://dx.doi.org/10.1016/s0924-9338(97)83297-x
2010; 224: 3-14.
doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.expneurol.2010.03.018 26. Sheehan DV, Lecrubier Y, Sheehan KH, Amorim P, Janavs J,
Weiller E, et al. The Mini-International Neuropsychiatric Interview
12. Arias F. Revisión sobre el consumo de cannabis como factor de (M.I.N.I.): the development and validation of a structured
riesgo de la esquizofrenia. Adicciones. 2007; 19: 191-203. diagnostic psychiatric interview for DSM-IV and ICD-10. J Clin
Psychiatry. 1998; 59 Suppl 20: 22-33.
13. De Marchi N, De Petrocellis L, Orlando P, Daniele F, Fezza F, Di
Marzo V. Endocannabinoid signalling in the blood of patients with 27. Amorim P, Lecrubier Y, Weiller E, Hergueta T, Sheehan D.
schizophrenia. Lipids Health Dis. 2003; 2: 5. DSM-IV-R Psychotic Disorders: procedural validity of the Mini
doi: http://dx.doi.org/10.1186/1476-511X-2-5 International Neuropsychiatric Interview (MINI). Concordance and
causes for discordance with the CIDI. Eur Psychiatry. 1998; 13: 26-
14. Leweke FM, Giuffrida A, Wurster U, Emrich HM, Piomelli D. 34.
Elevated endogenous cannabinoids in schizophrenia. Neuroreport. doi: http://dx.doi.org/10.1016/S0924-9338(97)86748-X.
1999; 10: 1665-1669.
doi: http://dx.doi.org/10.1097/00001756-199906030-00008 28. Lecrubier Y, Sheehan D, Weiller E, Amorim P, Bonora LI, Sheehan
K, et al. The MINI International Neuropsychiatric Interview (MINI)
15. Ferrer B, Gorriti MA, Palomino A, Gornemann I, de Diego Y, A short diagnostic structured interview: Reliability and validity
Bermudez-Silva FJ, Bilbao A, Fernandez-Espejo E, Moratalla R, according to the CIDI. Eur Psychiatry 1997; 12: 224-231.
Navarro M, Rodríguez de Fonseca F. Cannabinoid CB1 receptor doi: http://dx.doi.org/10.1016/s0924-9338(97)83296-8
antagonism markedly increases dopamine receptor-mediated
stereotypies. Eur. J. Pharmacol. 2007; 559: 180-183. 29. Calvo N, Caseras X, Gutierrez F, Torrubia, R. Spanish version of
doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.ejphar.2007.01.009 the personality diagnostic questionnaire-4+ (PDQ-4+). Actas Esp.
Psiquiatr. 2002; 30: 7–13.
16. Leweke FM, Giuffrida A, Koethe D, Schreiber D, Nolden BM,
Kranaster L, Neatby MA, Schneider M, Gerth CW, Hellmich M, 30. Gold MS, Pottash AC, Sweeney D, Martin D, Extein I. Antimanic,
Klosterkötter J, Piomelli D. Anandamide levels in cerebrospinal antidepressant, and antipanic effects of opiates: clinical,
fluid of first-episode schizophrenic patients: impact of cannabis neuroanatomical, and biochemical evidence. Ann N Y Acad Sci.
use. Schizophr. Res. 2007; 94: 29-36. 1982; 398: 140-150.
doi: http://dx.doi.org/10.1192/bjp.bp.108.053843 doi: http://dx.doi.org/10.1111/j.1749-6632.1982.tb39488.x
17. Eggan SM, Hashimoto T, Lewis DA. Reduced cortical 31. Large M, Sharma S, Compton MT, Slade T, Nielssen O. Cannabis
cannabinoid 1 receptor messenger RNA and protein expression in use and earlier onset of psychosis: a systematic meta-analysis.
schizophrenia. Arch. Gen. Psychiatr. 2008; 65: 772-784. Arch Gen Psychiatry. 2011; 68: 555-561.
doi: http://dx.doi.org/10.1001/archpsyc.65.7.772. doi: http://dx.doi.org/10.1001/archgenpsychiatry.2011.5.
18. Urigüen L, García-Fuster MJ, Callado LF, Morentin B, La 32. Trape S, Charles-Nicolas A, Jehel L, Lacoste J. Early cannabis use
Harpe R, Casadó V, Lluis C, Franco R, García-Sevilla JA, Meana is associated with severity of Cocaine-Induced Psychosis among
JJ. Immunodensity and mRNA expression of A2A adenosine, D2 cocaine smokers in Martinique, French West Indies. J. Addict.
dopamine, and CB1 cannabinoid receptors in postmortem frontal Med. 2014; 8: 33-39.
cortex of subjects with schizophrenia: effect of antipsychotic doi: http://dx.doi.org/10.1097/ADM.0000000000000003.
treatment. Psychopharmacol. (Berl). 2009; 206: 313-324.
doi: http://dx.doi.org/10.1007/s00213-009-1608-2. 33. Andreasson S, Allebeck P, Engström A, Rydberg U. Cannabis
and schizophrenia. A longitudinal study of Swedish conscripts.
19. Bloomfield MA, Morgan CJ, Egerton A, Kapur S, Curran HV, Lancet. 1987; 2: 1483-1486.
Howes OD. Dopaminergic function in cannabis users and its doi: http://dx.doi.org/10.1016/s0140-6736(87)92620-1
relationship to cannabis-induced psychotic symptoms. Biol
Psychiatry. 2014; 75: 470-8. 34. Morgan C, Reininghaus U, Reichenberg A, Frissa S; SELCoH
doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.biopsych.2013.05.027. study team, Hotopf M, Hatch SL. Adversity, cannabis use and
psychotic experiences: evidence of cumulative and synergistic
20. Decoster J, van Os J, Myin-Germeys I, De Hert M, van Winkel effects. Br J Psychiatry. 2014; 204: 346-353.
R.Genetic Variation Underlying Psychosis-inducing Effects of doi: http://dx.doi.org/10.1192/bjp.bp.113.134452
Cannabis: Critical Review and Future Directions. Curr Pharm Des.
2012; 18: 5015-5023.
doi: http://dx.doi.org/10.2174/138161212802884591
21. Galve-Roperh I, Palazuelos J, Aguado T, Guzmán M.
The endocannabinoid system and the regulation of neural
development: potential implications in psychiatric disorders. Eur.
Arch. Psych. Clin. Neurosci. 2009; 259: 371-382.
doi: http://dx.doi.org/10.1007/s00406-009-0028-y