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Introducción
Este artículo corresponde a la segunda parte de dos artículos para la sección «Paso a paso»
de AMF, dedicados a la movilización e inmovilización del paciente politraumatizado. En el
primero, publicado en la revista de los meses de julio-agosto, se hacía referencia a la
inmovilización cervical y este aborda la movilización e inmovilización espinal y de los miembros.
Volteo lateral
Técnica de colocación:
Colocarse como en el caso anterior y voltear al paciente unos 45° mientras el rescatador
4 coloca el tablero sobre la espalda del paciente y ayuda a bajar de nuevo el conjunto
paciente-tabla hasta la posición de decúbito supino (figura 2.1).
Técnica de colocación:
El rescatador 1 se sitúa a la cabeza del paciente. Coloca sus manos en la región
escapular del paciente y sujeta la cabeza y el cuello con la cara interna de sus antebrazos.
Liderará la maniobra.
El rescatador 2 se sitúa con las piernas abiertas sobre el paciente mirando al rescatador
1 y sujeta la pelvis.
El rescatador 3 se coloca igual que el rescatador 2 y sujeta las piernas.
Levantar al paciente en bloque mientras el rescatador 4 desliza el tablero desde los pies
a la cabeza.
En un segundo paso, se baja al paciente en bloque para colocarlo sobre el tablero.
La técnica sufre pequeñas modificaciones en función de si se realiza con tres o cinco
rescatadores (puente holandés [figura 2.3] o puente modificado [figura 2.4]).
Técnica de movilización con camilla de cuchara (palas o
tijera)
Técnica de colocación:
Ajustar las palas a la longitud del paciente con los anclajes telescópicos poniendo la
camilla en paralelo al paciente (figura 3.1).
Separar las dos mitades. La parte más ancha recogerá la cabeza y el tronco y la más
estrecha las piernas (figura 3.2).
Introducir cada una de las palas por un lateral del paciente mediante un mínimo volteo
primero a un lado y después al otro (figura 3.3).
Ajustar la ropa del paciente para no dificultar el cierre de la camilla.
Cerrar la camilla (primero la cabeza [figura 3.4] y posteriormente los pies [figura 3.5]) con
cuidado de no pellizcar la piel del paciente.
Comprobar el correcto cierre por el riesgo que conlleva de abrirse durante el traslado, lo
que provocaría la caída del paciente.
Retirarla antes de iniciar el traslado, ya que transmite las vibraciones de la carretera,
aumentándolas, y podría agravar las lesiones.
En el mercado existen otros dispositivos de extracción que no se describen porque no suelen
estar disponibles ni en los centros de salud ni en las unidades de SVB.
Movilización de pacientes sin material
Método de cuchara
Únicamente está indicado cuando haya que trasladar al paciente a un lugar seguro y no sea
posible usar material de movilización.
Técnica de colocación:
Los rescatadores se colocarán en el lado accesible del paciente con la rodilla
flexionada (figura 4.1).
o El rescatador 1 sujetará con una mano el cuello y con la otra los hombros y
liderará la maniobra. Si hay cuatro rescatadores, el 1 sujetará la cabeza y el 4 los
hombros.
o El rescatador 2 sujetará con una mano la zona lumbar y con la otra la pelvis.
o El rescatador 3 sujetará con una mano los muslos y con la otra los gemelos.
Levantar al paciente hasta la rodilla flexionada (figura 4.2).
Llevar al paciente al pecho de los rescatadores y estos se pondrán en pie (figura 4.3).
Movilizar al paciente hasta un lugar seguro invirtiendo el orden de los movimientos
descritos para dejarle (figura 4.4).
Métodos de extracción rápida
Indicados únicamente:
Cuando el paciente presenta problemas potencialmente mortales identificados en la
valoración primaria y que no se pueden asistir en el lugar con eficacia.
Cuando debe moverse rápidamente para acceder a otras víctimas con lesiones más
graves.
Cuando el escenario no es seguro y existe un peligro para el paciente o para el equipo y
se requiere un traslado rápido a un lugar más seguro (riesgo de incendio, explosión,
derrumbamiento, riesgo químico, intoxicación por vía inhalatoria, situación de violencia o
amenaza de violencia).
Maniobra de Rautek:
Técnica de colocación:
Comprobar que las extremidades inferiores no están atrapadas.
Introducir los antebrazos bajo las axilas del paciente.
Con una mano, coger el mentón, y con la otra, el antebrazo contralateral (figura 5.1).
Apoyar la cara contra la víctima (figura 5.2).
Elevar y girar la espalda del paciente para que quede alineada con el tronco del
rescatador (figura 5.3).
Arrastrar al paciente fuera del vehículo (figura 5.4).
Técnica de colocación:
Se realizará una inmovilización cervical con collarín.
Se coloca una sábana enrollada de antemano de modo que la parte central de la sábana
coincida con la parte central del collarín (figura 6.1).
Se rodea el collarín con los extremos cruzando la sábana por la nuca y volviéndola a
pasar por delante y se pasa por debajo de las axilas hacia la espalda (figuras 6.2, 6.3 y
6.4).
Tirar de los extremos de la sábana levantando y girando al paciente hasta centrarlo en la
puerta del vehículo (figura 6.5).
El rescatador 1 tira de los extremos mientras el rescatador 2 desplaza la parte inferior del
tronco, la pelvis y las piernas (figura 6.6).
El rescatador 3 coloca el tablero espinal sobre el asiento y desliza al paciente sobre
este (figuras 6.7 y 6.8).
Inmovilización de miembros
Hay distintos tipos de férulas de miembros. Las más utilizadas en el medio extrahospitalario son
las siguientes:
Férulas hinchables
o Indicadas para la inmovilización en posición anatómica. Contraindicadas para
inmovilizar fracturas en posición anómala.
o Deben tener varias cámaras de aire para evitar una compresión circunferencial
que cause isquemia distal.
o Se hinchan con una bomba o soplando
Férulas de vacío: indicadas para inmovilizar fracturas tanto en posición anatómica como
en posición anómala (figura 7.1).
o Para colocarlas, primero se repartirá el contenido de la férula uniformemente, se
ajustará con cinchas al miembro lesionado y posteriormente se hará el vacío con
una bomba o el aspirador de secreciones.
Férulas de tracción
o Indicadas en fracturas de fémur. Solo suelen estar disponibles en las unidades
de SVA (figura 7.2).
Técnica de colocación:
Desnudar completamente el miembro lesionado (ropa, joyas, etc.) evitando
manipulaciones agresivas (si es necesario, cortar la ropa).
Comprobar la presencia de pulsos distales y movilidad de dedos.
En fracturas abiertas, limpiar las heridas con suero y cubrirlas con apósitos o gasas
estériles antes de inmovilizarlas.
El rescatador 1 alineará el miembro buscando una posición anatómica traccionando
suavemente en sentido longitudinal. Si esta maniobra causa más dolor o se pierde el
pulso distal, volver a la posición inicial e inmovilizar en esa posición con una férula de
vacío.
El rescatador 2 elegirá el tamaño adecuado de la férula. Debe incluir la articulación
proximal y distal a la fractura (figuras 7.3 y 7.4).
Una vez puesta la férula, comprobar de nuevo los pulsos distales y la movilidad de los
dedos. Verificar que la inmovilización no está tan apretada que dificulte el flujo sanguíneo.
Elevar el miembro para disminuir la inflamación y el edema.
Bibliografía
1. Espinosa Ramírez S. Material y técnicas de inmovilización. En: Pacheco Rodríguez A,
Serrano Moraza A, Ortega Carnicer J, Hermoso Gadeo F.E. Manual de emergencia
médica prehospitalaria. Madrid: Arán Ediciones S.A.; 2001.
2. Durán Romero E. Movilizaciones e inmovilizaciones. En: Canabal Berlanga R, Pastor
Pons G, García Medina E, Fernández Gallego V, Hernández Corral J, Pacheco
Rodríguez A, et al. Guía asistencial urgencias y emergencias Extrahospitalarias
2.a edición. GUETS-SESCAM; 2014.
3. PHTLS: Soporte vital básico avanzado en el trauma prehospitalario, 7. a edición. Elsevier;
2011.
4. Yáñez Castillo V. Técnicas de movilización y traslado. Departamento Capacitación
Segunda Cía., Cuerpo de Bomberos de San Pedro de La Paz. Chile.
Comentarios
Luis Emilio Ripoll | 22-10-2015
Excelente y bien ilustrado .Esperamos que sea el inicio de continuar difundiendo un mayor numero de
temas de urgencias y emergencas .Gracias
https://amf-semfyc.com/web/article_ver.php?id=1464