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RESUMEN BIOLOGÍA CELULAR Y MOLECULAR.

CONCEPTOS Y EXPERIMENTOS, EDICIÓN 8.


Janet Iwasa, Wallace Marshall

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA BIOLOGÍA


CELULAR Y MOLECULAR
SOMOS CÉLULAS
Estamos hechos de células. Las células forman la piel, los órganos y los
músculos. El cerebro, el centro de los pensamientos y deseos, está
hecho de células. Los vasos sanguíneos rebosan de células. La
fecundación no es ni más ni menos que la unión de dos células
separadas para producir una única célula nueva, que luego se multiplica
para producir el embrión. Cuando un ser humano crece desde un
embrión diminuto hasta un adulto grande, lo hace añadiendo más y más
células. Cuando la gente se enferma, a menudo es porque sus células
“se desbocaron”. Y cuando los seres vivos envejecen, se debe a que sus
células gradualmente mueren. Después de morir y ser sepultados,
pronto los únicos remanentes de la existencia de la persona son huesos,
dientes y pelo, estructuras esculpidas en vida por la incesante actividad
de células. Muchos medicamentos actuales funcionan cambiando el
comportamiento de las células, y desde hace pocos años las células
mismas se usan como medicamentos para curar a las personas
enfermas. Como todos los seres vivos están formados por una o más
células, el origen de la vida corresponde al origen de las células.
EL DESCUBRIMIENTO DE LAS CÉLULAS
Las células y las estructuras que comprenden son demasiado
pequeñas para verlas, escucharlas o tocarlas de manera directa. A pesar
de esta tremenda limitación, las células son el tema de cientos de miles
de publicaciones cada año, todos los aspectos de su minúscula
estructura se han puesto bajo escrutinio. De muchas maneras, el
estudio de la biología celular y molecular se presenta como tributo a la
curiosidad humana por buscar descubrir y a la inteligencia creativa
humana por diseñar los complejos instrumentos y técnicas elaboradas
con los que se logran estos descubrimientos. Esto no significa que los
biólogos celulares y moleculares tengan el monopolio sobre estos nobles
rasgos.
CAPÍTULO 2: LAS BASES QUÍMICAS DE LA VIDA
EL ORIGEN QUÍMICO DE LA VIDA
Hace alrededor de 4.600 millones de años se formó nuestro sistema
solar a partir de una enorme nube rotatoria de gas y polvo. Durante sus
primeros 1 000 millones de años, la tierra fue un lugar borrascoso, con
violentas erupciones volcánicas y colisiones casi constantes con
asteroides. Los científicos creen que durante este periodo apareció la
vida en el planeta, en la forma de células primitivas. Los microbios
antiguos parecen haberse formado de formaciones rocosas
estratificadas, denominadas estromatolitos, lo que sugiere que la vida
puede haber proliferado desde hace 3 500 millones de años.
Los investigadores han emitido la hipótesis de que las primeras células
(denominadas protocélulas) eran muy simples, constituidas sólo de
ácidos nucleicos (como DNA o RNA) rodeada por una membrana y que
dichas células pueden haberse formado en los polos fríos del agua o en
el océano cerca de respiraderos en aguas profundas. Sin embargo, un
dilema central ha sido comprender cómo los ácidos nucleicos y las
membranas moleculares se formaron espontáneamente en un planeta
tan joven; en esencia, la biología se originó de la química.
En 1952, Harold Urey y su estudiante graduado, Stanley Miller,
diseñaron un experimento para analizar si las condiciones en la tierra en
etapas iniciales favorecían la síntesis espontánea de moléculas
biológicas. Simularon la atmósfera inicial de la tierra al hacer circular
agua, metano, amoníaco e hidrógeno en un aparato de cristal sellado e
introdujeron energía en la forma de calor y electricidad (lo que simulaba
el efecto de los rayos). A lo largo de dos semanas, el cristal se cubrió
con compuestos orgánicos que incluyeron diversos aminoácidos y
azúcares, lo que sustenta la idea de que las condiciones iniciales del
planeta podrían haber sido ideales para la creación de compuestos
orgánicos que finalmente se incorporaron en las primeras células.

CAPÍTULO 3: BIOENERGÉTICA, ENZIMAS Y METABOLISMO 


TÚ NO ERES LO QUE COMES
El cuerpo humano es una máquina de una complejidad casi
inimaginable. Cada día nuestro cuerpo gasta alrededor de 2 000 kcal de
energía, que utiliza para el movimiento, metabolismo y pensamientos.
Esta energía se obtiene de los alimentos que consumimos, y a diferencia
de un motor de automóvil que puede convertir el combustible químico
(gasolina) directamente a una fuerza mecánica, el organismo realiza una
serie de reacciones bioquímicas complejas para convertir los nutrientes
de los alimentos, en la moneda universal de energía biológica - una
molécula pequeña conocida como ATP (adenosina de trifosfato). Esta
serie de reacciones es organizada por un grupo de enzimas que dirigen
las biomoléculas que ingerimos hacia reacciones que producen ATP para
la obtención de energía, así como reacciones para la síntesis de los
compuestos bioquímicos necesarios como bloques para la elaboración de
las células y los tejidos.
LEYES DE LA TERMODINÁMICA
Una célula viva está llena de actividad. Macromoléculas de todos los
tipos son ensambladas a partir de materias primas, productos de
desecho son producidos y excretados, las instrucciones genéticas fluyen
desde el núcleo hasta el citoplasma, las vesículas se desplazan a lo largo
de las vías secretoras, los iones son bombeados a través de las
membranas celulares, entre otras actividades. Para mantener ese nivel
de actividad, la célula debe adquirir y consumir energía. El estudio de
los diversos tipos de transformaciones energéticas que ocurren en un
organismo vivo se conoce como bioenergética.

CAPÍTULO 4: LA ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DE LA MEMBRANA


PLASMÁTICA 
GAS NERVIOSO
El 20 de marzo de 1995, durante la hora pico en la mañana, en el
sistema de tren subterráneo de Tokio, uno de los más ocupados del
mundo, un culto religioso liberó en el aire un químico llamado gas sarín.
El ataque fue coordinado entre múltiples estaciones del subterráneo y
por tanto, miles de personas tuvieron dificultad para respirar. Aunque
sólo fallecieron ocho personas durante el ataque, cientos sufrieron
lesiones graves. El sarín es un tipo de gas nervioso, un arma química
producida por los nazis diseñado para interferir con el sistema nervioso.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión
Soviética acumularon grandes cantidades de gas sarín y de otros gases
nerviosos y mientras que estas armas no se utilizaron a escala global,
las Fuerzas Armadas iraquíes utilizaron gas nervioso en el ataque a la
ciudad kurda de Halabja en 1998, así como en la guerra entre Irán e
Irak. La molécula de gas sarín es pequeña pero letal y actúa al
envenenar una enzima que desdobla las señales químicas utilizadas por
los nervios para activar células musculares. Las víctimas de gas sarín
murieron porque los músculos de la respiración sufrieron parálisis. En
este capítulo se revisará como las proteínas en la membrana celular
convierten las señales químicas en señales eléctricas que son necesarias
para muchas actividades fisiológicas.
4.1 INTRODUCCIÓN A LA MEMBRANA PLASMÁTICA
Las paredes externas de una casa o un automóvil brindan una barrera
fuerte e inflexible que protege a sus habitantes humanos de un mundo
externo rudo e impredecible. Podría esperarse que el límite externo de
una célula viva estuviera construido de una barrera igual de fuerte e
impenetrable porque también debe proteger su delicado contenido
interno ante un ambiente no vivo y a menudo inhospitalario. Sin
embargo, las células están separadas del mundo externo por una
estructura delgada y frágil llamada membrana plasmática que sólo mide
5 a 10 nm de espesor. Se requerirían casi 5.000 membranas
plasmáticas apiladas una sobre otra para igualar el grosor de una sola
página de un libro.

CAPÍTULO 5: RESPIRACIÓN AERÓBICA Y LA MITOCONDRIA 


POR QUÉ NECESITAMOS RESPIRAR
Cada respiración que se hace y cada latido del corazón ocurren porque
las células necesitan oxígeno. Para satisfacer la demanda celular de
oxígeno, la sangre fluye de color rojo con hemoglobina. Gran parte de la
anatomía y fisiología humanas está dedicada a asegurar un suministro
adecuado de oxígeno y proporcionar oxígeno suficiente es una
preocupación central para los anestesiólogos, astronautas y buzos. El
ejercicio aumenta la necesidad de oxígeno, como todos lo saben por
experiencia. Este oxígeno se usa para impulsar el metabolismo celular al
proporcionar energía mediante la vía bioquímica de la respiración, gran
parte de la cual ocurre dentro de las mitocondrias, que como se
recordará del capítulo 1, surgieron de bacterias que asumieron su
residencia en los ancestros tempranos de las células eucariotas. Así que
la próxima vez que el lector se encuentre jadeando después de subir
corriendo por las escaleras, tómese un momento para contemplar el
hecho de que el oxígeno que tan desesperadamente intenta aspirar es
consumido por endosimbiontes derivados de bacterias que viven dentro
de las células. En este capítulo se revisará cómo se acopla el oxígeno
con la producción de energía y qué papel tienen las mitocondrias en el
proceso.

5.1 ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DE LA MITOCONDRIA


Durante los primeros 2 000 millones de años de vida en la Tierra, la
atmósfera estaba formada sobre todo por moléculas reducidas, como el
hidrógeno molecular (H2), el amoniaco (NH3) y el agua (H2O). En este
periodo, el planeta estaba poblado por seres anaerobios; organismos
que capturaban y utilizaban energía mediante un metabolismo
independiente del oxígeno (anaeróbico), como la glucólisis y la
fermentación. Luego, hace 2 400 a 2 700 millones de años, aparecieron
las cianobacterias, una nueva clase de organismos que realizaba un tipo
original de proceso fotosintético, en el que se dividían las moléculas de
agua y se liberaba oxígeno molecular (O2). En algún punto después de
la aparición de las cianobacterias, la atmósfera de la Tierra empezó a
acumular cantidades significativas de oxígeno, lo que estableció la base
para un cambio espectacular en los tipos de organismos que habitarían
el planeta.

CAPÍTULO 6: FOTOSÍNTESIS Y EL CLOROPLASTO 


BIOCOMBUSTIBLE: PONER EN MARCHA EL AUTOMÓVIL CON
FOTOSÍNTESIS
Se utilizan combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) para cubrir la
mayor parte de nuestras necesidades energéticas, pero el suministro de
combustible fósil es limitado y se está agotando. Las nuevas tecnologías
de minería y extracción, como el fracking permiten extraer más
combustible de la tierra, pero la disponibilidad del mismo es limitada.
Mientras tanto, el sol cubre a todo el planeta con energía. En la
actualidad se capta una fracción diminuta de esta luz mediante paneles
solares, pero éstos son costosos e ineficientes. Al mismo tiempo, las
plantas, algas y bacterias han estado convirtiendo la luz en energía
química desde hace más de 1000 millones de años y es su biomasa
restante sepultada bajo tierra lo que dio origen a los combustibles
fósiles que quemamos hoy en día. ¿Qué ocurriría si se pudieran
aprovechar estos organismos para producir combustible? Nadie ha
encontrado todavía una manera de producir biocombustible
(combustible derivado de organismos vivos) a un precio que pueda
competir con los combustibles fósiles. No obstante, la promesa de tales
biocombustibles ha generado una investigación y esfuerzos de desarrollo
intensos. En este capítulo se describe la forma en que las plantas captan
luz del sol y la convierten en energía química para mantener su propio
crecimiento y metabolismo.

6.1 EL ORIGEN DE LA FOTOSÍNTESIS


Las primeras formas de vida sobre la Tierra debieron haber obtenido sus
materias primas y energía de moléculas orgánicas simples disueltas en
su ambiente acuoso. Tales moléculas orgánicas tuvieron que formarse
por medios abióticos, es decir, como resultado de reacciones químicas
no biológicas que ocurrieron en los océanos primitivos. Por lo tanto,
justo como los seres humanos sobreviven con los nutrientes que toman
de su entorno, del mismo modo debieron ser las formas de vida
originales. Los organismos que dependen de una fuente externa de
compuestos orgánicos se denominan heterótrofos.
El número de organismos heterótrofos que vivió en la Tierra primitiva
debió ser muy limitado porque la producción espontánea de moléculas
orgánicas es muy lenta. La evolución de la vida en el planeta recibió un
impulso tremendo con la aparición de organismos que empleaban una
nueva estrategia metabólica. A diferencia de sus predecesores, estos
organismos podían fabricar sus propios nutrientes orgánicos a partir de
tipos más sencillos de moléculas inorgánicas, como el dióxido de
carbono (CO2) y el sulfuro de hidrógeno (H2S). Los organismos capaces
de sobrevivir con CO2 como su principal fuente de carbono se
denominan autótrofos.

CAPÍTULO 7: INTERACCIONES ENTRE LAS CÉLULAS Y SU


ENTORNO 

LA EVOLUCIÓN DE LOS ORGANISMOS MULTICELULARES


Se cree que la vida más temprana en la Tierra surgió hace 3 000
millones de años en la forma de organismos simples unicelulares. Por
más de 1 000 millones de años, la vida unicelular prosperó con algunos
linajes, como los eucariotas, que desarrollaron complejidad molecular y
celular. La evidencia fósil sugiere que la vida animal más temprana, los
metazoarios, evolucionaron hace cerca de 600 millones de años.
¿Qué desencadenó el surgimiento de los metazoarios? Se cree que los
cambios ambientales, como el aumento del oxígeno atmosférico, dio
lugar a un brote súbito de diversidad evolutiva que comenzó hace
alrededor de 1 500 millones de años. Se cree que la depredación tuvo
una función clave en la evolución de la multicelularidad, ya que los
organismos multicelulares más grandes pudieron engullir e ingerir a sus
vecinos unicelulares más pequeños. Sin importar la causa, está claro
que se necesitaron varias innovaciones para hacer la transición de la
vida unicelular a la multicelular. Algunos de los requerimientos más
básicos para lograrlo fueron la capacidad de las células para reconocer,
adherirse y comunicarse entre sí. ¿Cómo surgieron estos
comportamientos en los metazoarios primitivos?
La secuenciación del genoma ha proporcionado información sobre este
rompecabezas evolutivo. Los estudios de organismos unicelulares
primitivos, como los coanoflagelados, considerados por muchos como
uno de los familiares no metazoarios vivos más cercanos de los
animales, han sido muy informativos. La secuenciación del genoma del
coanoflagelado Monosiga brevicollis reveló que muchas moléculas
implicadas en la adhesión y señalización celulares, así como en la
formación de la matriz extracelular estaban presentes antes del
surgimiento del linaje metazoario. Se cree que estas moléculas pudieron
ser usadas por organismos unicelulares anteriores a los metazoarios
para percibir y adherirse a sus presas celulares o a un sustrato inmóvil.
Con el tiempo, los fenómenos de duplicación del genoma permitieron la
diversificación de los genes, lo que condujo a moléculas que pudieran
asumir diversas funciones nuevas en el nuevo filo metazoario en
evolución.
7.1 GENERALIDADES DE LAS INTERACCIONES EXTRACELULARES
Aunque la membrana plasmática constituye el límite entre una célula
viva y su ambiente inerte, los materiales que se encuentran fuera de
ésta tienen una función importante en la vida de un organismo.

CAPÍTULO 8: SISTEMA DE MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS:


ESTRUCTURA, FUNCIÓN Y TRÁNSITO DE MEMBRANAS 
SECUESTRANDO LA CÉLULA
Ingresar a una célula animal implica un desafío enorme para los
potenciales invasores. Sin embargo, los virus han desarrollado múltiples
formas para vencer los obstáculos celulares, con el fin de realizar la
replicación viral. Un aspecto importante para el ciclo vital de todos los
virus animales es secuestrar los sistemas de membranas celulares,
incluidas la membrana plasmática, vesículas endosómicas, retículo
endoplásmico (ER, endoplasmic reticulum) y el complejo de Golgi.
La primera dificultad que enfrenta el virus es cómo entrar a la célula.
Algunos virus con envoltura, como el virus herpes, se fusionan
directamente con la membrana plasmática y depositan la cápside que
contiene su genoma dentro de la célula. Sin embargo, un alto porcentaje
de virus secuestra las vías endocíticas para ingresar a la célula, dejando
en la superficie celular algunos rastros que pueden ser percibidos por las
células inmunitarias. En estos casos, los virus son internalizados en
vesículas conocidas como endosomas que luego, liberan su genoma
dentro de la célula.
Otra dificultad importante que enfrenta el virus es cómo replicarse y
producir una nueva progenie viable. En años recientes, los
investigadores encontraron que los virus citoplásmicos a menudo
realizan una reestructuración de las membranas celulares de la célula
hospedadora, principalmente la membrana del ER, para crear nuevas
estructuras semejantes a organelos llamadas fábricas virales y
viroplasmas. Dentro de estas fábricas de virus, las proteínas virales
necesarias para la replicación se organizan en líneas de ensamble para
la producción eficiente de nuevas partículas virales. De muchas
maneras, estas fábricas operan como una versión a menor escala de los
organelos celulares de los que derivan, pero diseñadas para la
producción masiva de sólo unas cuantas moléculas, en lugar de las miles
que producen el ER y el complejo de Golgi en una célula determinada.

8.1 GENERALIDADES DEL SISTEMA DE ENDOMEMBRANAS


Bajo el microscopio óptico, el citoplasma de las células vivas se observa
relativamente desprovisto de estructura. Sin embargo, a inicios del siglo
xx, luego de la evaluación de secciones de tejidos animales teñidos,
sugirió la existencia de una extensa red de membranas dentro del
citoplasma. No obstante, fue hasta el desarrollo del microscopio
electrónico en el decenio de 1940 cuando los biólogos empezaron a
identificar la diversidad de estructuras membranosas presentes en el
citoplasma de la mayoría de las células eucariotas. 
CAPÍTULO 9: EL CITOESQUELETO Y LA MOVILIDAD CELULAR 
VENENOS, FÁRMACOS Y EL CITOESQUELETO
Amanita phalloides, también conocido como el hongo de la muerte, es
una pequeña seta de apariencia innocua que se encuentra en regiones
boscosas de toda Europa. Este hongo, que a veces se confunde con uno
de los hongos comestibles, se considera la causa de la mayoría de las
intoxicaciones por hongos en el mundo. Amanita phalloides produce dos
grupos principales de toxinas peptídicas multicíclicas: amatoxinas, que
son inhibidores potentes de la RNA polimerasa II, y falotoxinas. La
faloidina, una de las falotoxinas que produce el hongo, se aisló por
primera vez en la década de 1930 y más tarde se descubrió que intoxica
a las células al unirse de manera firme y específica con filamentos de
actina del citoesqueleto. Las mismas características que hacen de la
faloidina una toxina eficaz también pueden convertirla en una
herramienta potente para los biólogos celulares. Hoy en día, casi en
todos los laboratorios se encuentra faloidina con marca fluorescente, ya
que es una de las formas principales para identificar y caracterizar el
citoesqueleto de actina de células fijadas al microscopio óptico.
Otras toxinas del citoesqueleto tienen aplicaciones médicas importantes
comprobadas, además de su utilidad en el laboratorio. Por ejemplo, el
azafrán silvestre (Colchicum autumnale) se ha usado para tratar el dolor
articular y la gota desde la antigüedad. En el siglo XIX, los químicos
aislaron el origen de su actividad en una molécula pequeña que llamaron
colchicina. Los estudios iniciales en células revelaron que el tratamiento
con colchicina produce un paro drástico en metafase, los cromosomas
de muchas células se condensan y alinean en el centro de la célula. Más
tarde se encontró que el paro mitótico es resultado de la unión con gran
afinidad de la colchicina con la tubulina, lo que impide el ensamble de
los microtúbulos. La colchicina ha sido muy útil en los laboratorios,
sobre todo en los estudios del cariotipo, en los que fue fundamental
para identificar el número correcto de cromosomas en los humanos. La
colchicina también se mantiene como uno de los fármacos más
prescritos para tratar la gota, a pesar de su estrecho intervalo
terapéutico (una medida de la diferencia entre una dosis terapéutica y
una tóxica).

CAPÍTULO 10: NATURALEZA DE LOS GENES Y EL GENOMA 


LA GENÓMICA SE VUELVE PERSONAL
En el invierno de 2003 nació una niña que se convertiría en el símbolo
del campo emergente de la genómica personal. Bea Rienhoff era una
bebé saludable en general, pero tenía un conjunto de rasgos inusuales
que incluían ojos muy separados, manos y pies curveados y bajo tono
muscular; su padre, Hugh Rienhoff, que tenía educación como genetista,
reconoció estas características como posibles marcadores de un
trastorno genético. Después de dos años y numerosas visitas a
especialistas médicos en busca de un diagnóstico, los padres de Bea no
habían obtenido nada. Frustrado, Rienhoff construyó un laboratorio de
genética improvisado y comenzó un proyecto personal, que al final se
llamaría “El proyecto Bea”, para identificar la mutación que él estaba
seguro existía en el genoma de su hija.
En 2009, Rienhoff acudió a una compañía llamada Illumina que estaba
probando nuevos métodos que permitían la secuenciación de la parte
del genoma que codifica las proteínas (llamado exoma). Convenció a la
compañía de secuenciar los exomas de Bea y miembros de la familia
inmediata como un caso de prueba. Después de analizar los datos, se
encontró una mutación puntual en un solo gen que codifica la proteína
TGF-β3 en el exoma de Bea, pero no en ninguno de los otros miembros
de la familia. Mediante experimentos en un cultivo celular, los
investigadores encontraron que la mutación puntual produce una
proteína no funcional que reduce la señalización general en la vía de
TGF-β. Hasta ahora, Bea Rienhoff es la única persona en el mundo que
tiene esta mutación y el síndrome resultante, hasta ahora sin nombre.
En la actualidad se realizan estudios para crear modelos animales que
permitan averiguar si la mutación puede tener efectos en la salud de
largo plazo y el padre de Bea espera que al final se encuentren otras
personas con la misma mutación que hayan tenido vidas largas y
saludables.
10.1 EL CONCEPTO DE UN GEN COMO UNIDAD DE HERENCIA
El concepto de gen ha sufrido una notable evolución a medida que los
biólogos han aprendido más acerca de la naturaleza de la herencia. Los
primeros estudios revelaron que los genes son factores individuales,
retenidos a través de la vida de un organismo y que pasan a su
progenie.

CAPÍTULO 11: EL DOGMA CENTRAL: DE DNA A RNA A PROTEÍNA 


INTRODUCCIÓN
El ácido desoxirribonucleico (DNA, deoxyribonucleic acid), del genoma
humano contiene toda la información necesaria para formar todas las
proteínas del cuerpo, incluidas las necesarias para duplicar el DNA, para
trascribir el DNA en ácido ribonucléico (RNA, ribonucleic acid) y luego
para traducir el RNA en proteína. La síntesis de proteína requiere DNA y
RNA, y la replicación del DNA y la producción de RNA requieren
proteínas. Esta dependencia mutua crea un problema evolutivo de “el
huevo y la gallina”. La vida basada en proteínas habría sido imposible
sin DNA o RNA para codificar la secuencia proteínica. Y la vida basada
en DNA o RNA habría sido imposible si proteínas enzimáticas para copiar
el material genético. Así que, ¿cómo pudo comenzar la vida en primer
lugar? Como se discute en este capítulo, el RNA es capaz de funcionar
como una enzima en algunos casos, y en realidad la catálisis enzimática
por RNA es una parte esencial de los mecanismos para sintetizar
proteínas. Aunque la duplicación del DNA progresa por enzimas
proteínicas en los organismos actuales, la capacidad del DNA y el RNA
para emparejar bases con nucleótidos libres sugiere una situación en la
que una secuencia de RNA se formaba en forma espontánea y luego era
capaz de replicarse por sí sola, lo que al final da origen a muchas copias
autopropagadas de sí mismo. Esto se conoce como la hipótesis del
“mundo de RNA”, la cual propone que la vida comenzó como RNA. Aún
se desconoce cuál habría sido la apariencia exacta de las moléculas
primordiales de RNA autopropagables, pero al menos este escenario
particular del origen de la vida es comprobable en forma experimental,
ya que es posible sintetizar moléculas de RNA en el laboratorio y evaluar
su capacidad para autorreplicarse y realizar otras funciones bioquímicas
básicas. Es probable que la vida temprana fuera una combinación de
RNA autorreplicable y una membrana simple de algún tipo que pudiera
hacer un intercambio selectivo de sustancias químicas con la sopa
primordial circundante. A lo largo de este capítulo se explica el papel
central del RNA en la biología molecular, lo que quizá sirva como
recordatorio de sus orígenes antiguos.

CAPÍTULO 12: CONTROL DE LA EXPRESIÓN GÉNICA 


¿ES POSIBLE RECREAR UN T‐REX?
En la película Jurassic Park, científicos aislaron DNA de un dinosaurio a
partir de mosquitos preservados en ámbar que se habían alimentado de
dinosaurios e introdujeron el genoma en el huevo de un lagarto. Los
genes de dinosaurio ocasionaron que el lagarto se desarrollara como
dinosaurio. En realidad, no es posible obtener cantidades significativas
de DNA de un dinosaurio a partir de muestras antiguas preservadas en
ámbar, pero aunque se pudiera, obtener genes de dinosaurio que se
expresen y regulen de forma apropiada en el genoma de un lagarto
sería un reto formidable. Como se observara a lo largo de este capítulo,
la expresión génica es controlada por una gran cantidad de elementos
del DNA en el genoma y la introducción de un gen en un punto aleatorio
en el genoma a menudo ocasiona que dicho gen se exprese de forma
inapropiada, o que no se exprese. Además de su aplicación hipotética en
la reencarnación de dinosaurios, el control de la expresión génica
también es importante en el mundo real, por ejemplo en los estudios
que intentan corregir defectos genéticos al insertar versiones normales
del gen defectuoso en el genoma de un paciente (genoterapia).
12.1 CONTROL DE LA EXPRESIÓN GÉNICA EN BACTERIAS
Las células que forman parte de un organismo multicelular contienen un
juego idéntico de genes, a pesar de obvias diferencias en cuanto a su
tamaño y forma. La información genética presente en todas las células
puede compararse a un archivo de planos para construir un edificio
gigante de propósitos múltiples. En momentos distintos se necesitarán
todos los planos, pero se consultará sólo a un grupo pequeño de ellos
durante la construcción de algún piso o estancia precisos. Lo mismo
ocurre en un huevo fecundado, el cual contiene un conjunto completo de
instrucciones genéticas que de manera fidedigna se reproduce y
distribuye a cada célula de un organismo en desarrollo, si bien en una
célula particular se expresa sólo un subconjunto de genes. Los
microorganismos unicelulares como las bacterias y los protistas también
poseen un conjunto completo de genes, pero en un momento
determinado se expresa sólo un subgrupo, dependiendo de los estímulos
ambientales o la alimentación. De ese modo, las células de todos los
organismos y microorganismos portan información genética mucho más
abundante que la que utilizarán en un momento dado. Las células
poseen mecanismos que les permiten la regulación precisa de su
información genética y expresan los genes sólo cuando es necesario. Los
cambios en la expresión génica parecen desempeñar una función crítica
en la evolución, al permitir que los genes que normalmente se
encuentran activos en una parte del embrión se desactiven en una
región diferente, ocasionando patrones novedosos de desarrollo para
producir un nuevo organismo.
CAPÍTULO 13: REPLICACIÓN Y REPARACIÓN DEL DNA 
PRUEBAS DE BRCA1 Y RIESGO DE CÁNCER MAMARIO
Cada vez que nuestras células se dividen, necesitan hacer una copia
exacta de nuestro genoma. Los errores en la secuenciación genómica
pueden hacer que las células se salgan del camino y se transformen en
cancerosas mediante la mutación de los genes que controlan la división
celular. Es crítico que se realice con precisión la copia del genoma
cuando las células se dividen y que se corrija cualquier daño del DNA
que pudiera cambiar la secuencia del genoma. El daño del DNA puede
ocurrir en respuesta a la exposición a la luz solar o radiación, pero
también puede ocurrir de forma aleatoria sin una causa externa. Sin
importar la causa, las células deben reparar el daño y, si esto no es
posible, se acumularán mutaciones en el genoma o podrían ocurrir
reordenamientos cromosómicos que podrían dar origen a un cáncer. Las
mujeres con alelos particulares del gen de BRCA1 que participaron en la
reparación de DNA tienen tres a siete veces mayor riesgo de desarrollar
cáncer mamario (la abreviatura “BRCA” significa “cáncer mamario”,
“breast cáncer”). Este descubrimiento llevó a una prueba genética
simple para anomalías en BRCA1, proporcionando sistemas de alerta
tempranos para un alto riesgo de cáncer mamario. Pero esta prueba dio
origen a situaciones en las cuales muchas mujeres se encuentran en
riesgo elevado para cáncer mamario incluso aunque al momento de la
valoración en realidad no tengan cáncer. ¿Qué puede hacerse si una
mujer se entera de que se encuentra en riesgo? Un método extremo
consiste en la extirpación quirúrgica de ambas mamas, un método que
se conoce como mastectomía preventiva. Este método quirúrgico reduce
el riesgo de cáncer mamario en 90% de las pacientes en riesgo. Una
opción menos invasiva para pacientes con anomalía genética BRCA1
consiste en someterse a detecciones más frecuentes para diagnosticar
cualquier cáncer que pudiera desarrollarse en una etapa temprana,
cuando es más susceptible de tratamiento. Como sociedad, aún se está
aprendiendo cómo hacer uso del diagnóstico genético de riesgo. Es una
decisión compleja que cada mujer debe tomar por sí misma, pero para
la que es de utilidad la comprensión pública de los problemas y riesgos.
En el caso de las pruebas genéticas para BRCA1, el problema se hizo
evidente cuando la actriz Angelina Jolie informó que había elegido
someterse a mastectomía preventiva después de encontrar que ella
portaba la anomalía genética BRCA1. 
CAPÍTULO 14: REPRODUCCIÓN CELULAR 
BUSCANDO LA INMORTALIDAD
Cada dos meses, todas las células cutáneas de la superficie del cuerpo
humano se desprenden y reemplazan por células nuevas. El
recubrimiento epitelial de la parte distal del intestino se renueva a un
ritmo aun mayor, cambia por completo en tres a cinco días. Como la
mayoría de las células del cuerpo humano, estas células epiteliales son
terminales o postmitóticas, lo que significa que ya no se dividirán para
dar lugar a nuevas células. Conforme envejecen y se dañan por el uso y
el desgaste, son sustituidas en forma continua mediante el trabajo de
las células madre. En contrate, otras células del cuerpo tienen una vida
en extremo larga y no parecen sustituirse en absoluto, incluidas algunas
poblaciones de neuronas.
Algunos organismos no parecen tener la capacidad para regenerar
nuevas células y nacen con todas las células que tendrán en toda su
vida. Uno de ellos es el organismo modelo Caenorhabditis elegans, en el
que ya se mapearon la función y localización de cada una de las 959
células del gusano adulto.
En cambio, otros organismos parecen tener células madre
extremadamente activas, lo que otorga una capacidad impresionante
para regenerar extremidades o incluso grandes secciones de su cuerpo.
Por ejemplo, los tritones son bien conocidos por su capacidad para
regenerar extremidades completas. Grupos de células madre se activan
en el sitio de la herida y experimentan una serie de divisiones y
diferenciaciones para dar origen a tejido nuevo, como piel, músculo y
vasos sanguíneos.

CAPÍTULO 15: SEÑALIZACIÓN CELULAR Y TRANSDUCCIÓN DE


SEÑALES: COMUNICACIÓN INTERCELULAR 
SENSIBILIDAD DE HACINAMIENTO
Cazando en aguas costeras poco profundas del océano pacífico, el
calamar hawaiano utiliza una táctica inteligente para evitar que las
presas se asusten. A medida que flotan sobre el fondo del océano en las
noches iluminadas por la luz de la luna, el calamar produce un brillo
para que su silueta se oscurezca cuando se ve desde abajo. La luz
producida por el calamar es una forma de bioluminiscencia, donde la luz
es producida y emitida por un organismo vivo. El brillo asombroso del
calamar hawaiano en realidad es producido por una bacteria que viven
en simbiosis, Aliivibrio fischeri, que es capturada y conservada en un
órgano altamente especializado, ubicado en el manto del calamar. A.
fischeri sólo produce fluorescencia en condiciones de hacinamiento,
como en el órgano luminoso del calamar. Cuando las bacterias se
dispersan dejan de producirlos. La fluorescencia de A. fischeri es un
ejemplo de comportamiento conocido como detección de hacinamiento,
en el que los organismos unicelulares se comunican entre sí por medio
de mensajes químicos. Durante varios años, después de que este
fenómeno se descubriera por primera vez, se creía que la detección de
hacinamiento ocurriría sólo en casos aislados y poco frecuentes. Sin
embargo, en los últimos años numerosos estudios han demostrado que
casi todas las bacterias parecen producir y liberar moléculas de
señalización para coordinar diversas actividades dentro de la misma
especie y entre diferentes especies bacterianas. La secreción de factores
de virulencia, la formación y mantenimiento de biopelículas, la
fluorescencia e incluso la muerte celular programada son
comportamientos que pueden activarse mediante una lista cada vez
mayor de moléculas de señalización bacteriana. Los mecanismos por los
cuales ocurre la señalización varían ampliamente entre las diferentes
especies. Por ejemplo, las bacterias grampositivas secretan moléculas
de señalización, por lo general péptidos cortos y modificados. Cuando se
encuentran en altas concentraciones, estos péptidos pueden unirse a
receptores afines en la superficie celular de otras bacterias, activando
una vía de señalización que conduce a la transcripción de genes y la
producción de proteínas que modifican el comportamiento de la bacteria.
Por el contrario, las bacterias gramnegativas sintetizan y liberan
moléculas de señalización en forma de moléculas pequeñas. Estas
moléculas pueden difundirse libremente a través de la membrana y
unirse a factores de transcripción citoplásmicos. A. fischeri es una
bacteria gramnegativa que produce una molécula pequeña denominada
AHL (N-acil homoserina lactona) que se libera el medio ambiente. A
densidades celulares suficientemente elevadas, AHL se une a un factor
de transcripción, lo que finalmente conduce a la producción de genes de
luminiscencia y a la generación de luz.

CAPÍTULO 16: CÁNCER 
HENRIETTA LACKS Y LAS CÉLULAS HELA
Henrietta Lacks tenía 31 años cuando falleció por un cáncer
cervicouterino agresivo en 1951, pero dejó un legado notable y
perdurable. Mientras Henrietta Lacks recibió tratamiento en el hospital
Johns Hopkins, se retiró una muestra de tejido de su cáncer y se le
entregó a un biólogo llamado George Gey. La señora Lacks y sus
familiares no fueron consultados, porque para esa fecha no era
necesario recibir consentimiento del paciente antes de obtener una
muestra de tejidos para investigación médica.
Gey había trabajado por décadas para establecer una línea celular
humana que pudiera proporcionar información sobre el cáncer. El año
previo a recibir la muestra de la señora Lacks, estableció una instalación
para cultivo de tejidos en el hospital Johns Hopkins que incluyó
dispositivos hechos a mano para cultivar y estudiar células. Una
máquina, que se llamó tambor de rodillos, hacía rotar con lentitud
numerosos tubos de vidrio hechos a mano, los cuales mantenía a una
temperatura cálida. En cada tubo, Gey colocó una muestra de tejido y la
bañó con un caldo nutritivo que había diseñado para conservar las
células. Sin embargo, tubo tras tubo, los tejidos sobrevivían y crecían
sólo por 20 a 25 generaciones antes de finalmente morir.
En el tubo que contenía la muestra del tumor de Henrietta Lacks, Gey
observó algo que nunca antes había visto. Las células crecieron en
abundancia formando una gruesa hoja en el interior del tubo. Gey
dividió las células en tubos adicionales, donde continuaron con la
división y crecimiento. Pasó mucho tiempo antes de que Gey notará que
había creado la primera línea de células humanas inmortales, a las que
denominó HeLa, por el nombre de la paciente de la cual se obtuvieron
dichas células.

CAPÍTULO 17: LA RESPUESTA INMUNITARIA 


COMBATIENDO AL ÉBOLA
En la primavera de 2014, un niño de África occidental se infectó con el
virus Ébola, que le causó una fiebre hemorrágica letal. En el año
siguiente, esta enfermedad muy contagiosa se diseminó con rapidez y
acabó con la vida de casi la mitad de los infectados; al final dejó un
saldo de miles de muertes. Desde su descubrimiento en la década de
1960, el virus de Ébola ha causado 30 brotes de fiebre hemorrágica,
cada uno con una tasa de letalidad de 50% o más. ¿Qué hace que la
infección por Ébola sea tan letal?
Luego de la infección, casi siempre por contacto directo con los líquidos
corporales de una persona infectada, el virus entra a las células blanco
(sobre todo los leucocitos) al unirse con los receptores en la superficie
celular e inducir su interiorización. Como otros virus, el virus del Ébola
monopoliza la maquinaria celular para transformarla en una “fábrica” de
virus. La célula empieza a producir en masa grandes cantidades de
nuevas partículas virales, lo que finalmente causa la muerte de la célula
hospedadora. Los leucocitos infectados con Ébola viajan a través del
sistema linfático, lo que permite que el virus se disemine con rapidez
por todo el cuerpo.
El Ébola parece ejercer un ataque con múltiples elementos que le
permite evadir una gran cantidad de defensas celulares que en
condiciones normales se activan como respuesta a una infección viral.
Por ejemplo, los interferones son proteínas de señalización que tienen
una función clave en la inmunidad innata porque regulan una gran
cantidad de actividades antivirales, incluida la reducción de la traducción
de proteínas, destrucción de RNA, inducción de muerte celular e
inflamación, y envío de señales a las células vecinas sobre una infección.
La investigación muestra que el virus del Ébola ha desarrollado muchas
formas para evadir distintas clases de interferones, lo que impide la
activación de la respuesta inmunitaria innata. La combinación de la
muerte de la célula hospedadora, la apoptosis de linfocitos T no
infectados “circundantes” (que aún no se comprende) y la falta de
proliferación de leucocitos causando linfopenia, o una cantidad baja de
leucocitos. Conforme la enfermedad avanza, las membranas endoteliales
y los órganos se dañan, lo que causa hemorragias diseminadas.

CAPÍTULO 18: TÉCNICAS EN BIOLOGÍA CELULAR Y MOLECULAR 


CONFERENCIA DE ASILOMAR
El rápido avance en la tecnología de DNA recombinante en los inicios de
la década de 1970 proporcionó a los investigadores la capacidad de
“cortar y pegar” el DNA de diferentes organismos, por ejemplo, virus y
bacterias, reuniéndolos por primera vez. Aunque era aparente el
potencial de la investigación para tales manipulaciones, muchos
investigadores se preocuparon de los posibles riesgos que imponía esta
nueva tecnología a la salud humana y al medio ambiente. En respuesta,
un grupo de investigadores liderados por el bioquímico de Stanford, Paul
Berg, solicitaron en 1974 una moratoria internacional voluntaria sobre
los experimentos de DNA recombinante. En el año siguiente, Berg y
otros organizaron una conferencia internacional en el Asilomar
Conference Center en Pacific Grove, California, para atender las
preocupaciones con respecto al uso de la tecnología de DNA
recombinante. La conferencia de Asilomar de 1975 reunió a 140 biólogos
moleculares, abogados, oficiales gubernamentales y periodistas con el
apoyo de los National Institutes of Health y de la National Academy of
Sciences. A lo largo de varios días, los participantes analizaron los
riesgos potenciales relacionados con los diferentes tipos de
experimentos y métodos para reducir al mínimo estos riesgos. Al final
de la conferencia, se alcanzó un acuerdo para levantar la moratoria y
permitir que continuar la investigación con un grupo de restricciones
definidas. Las guías establecidas en la reunión de Asilomar fueron
adoptados al siguiente año por los NIH.

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