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LA CELULAR-COOPER & HAUSMAN

La biología celular y molecular de las células como área investigativa activa dentro de las
ciencias biológicas ratifica que el concepto de célula y su evolución implico en el desarrollo del
organismo actual, mediante su transición a lo largo del proceso evolutivo de la vida, analizando
su funcionalidad como pilar estructural de todo organismo y origen de vida concebida según
Cooper.

Comprendiendo que la célula es la unidad estructural y funcional de todo organismo, donde se


han originado diferentes teorías; se especuló que la primera célula surgió hace 3500 millones
de años, gracias a la polimerización espontanea de moléculas orgánicas simples mediante una
fuente de energía como luz solar o descargas eléctricas, formando macromoléculas capaces de
replicarse por sí mismas en aquellas condiciones primitivas, hipótesis que fue propuesta por
primera vez por el bioquímico Ivanovich Oparin, en el año 1920, donde afirmaba que en un
desarrollo constante de la evolución química se dio a `partir de moléculas de carbono en un
caldo primitivo; hipótesis que fue demostrado por primera vez por el científico Stanley Miller,
que testificaba que las moléculas orgánicas necesarias para la vida podían formarse a partir de
componentes inorgánicos, proceso conocido como abiogénesis, en donde construyeron un
sistema cerrado que incorporaba agua caliente y una mezcla de gases tales como H2O, NH3,
CH4 y H2 que se presumía abundaban en la atmosfera en sus inicios, en las que se descargaron
chispas eléctricas; obteniendo como conclusión la formación de varios tipos de moléculas
orgánicas. Dicha condición solo es cumplida por los ácidos nucleicos, en este caso, el ARN
como macromolécula principal, siendo capaz de catalizar numerosas reacciones como la auto
replicación dada a sus múltiples propiedades, mediante la polimerización de nucleótidos,
considerándose como sistema genético inicial, es decir, que la primera célula consistiría en la
envoltura del ARN de replicación propia con proteínas codificadas en una membrana
compuesta de fosfolípidos, en las que cada molécula de fosfolípidos presenta dos colas
hidrofóbicas unidas a un grupo hidrofilico, descubrimiento hecho a principios de los años 80,
en los laboratorios de Sid Altman y Tom Cech.

En cuanto a su evolución bilógica, las células se dividen en dos clases principales conocidas
como procariotas y eucariotas, que se encuentran presente en todo organismo; que se
diferencian dada la ausencia de un núcleo por parte de la célula procariota, siendo células más
simples y de menor tamaño, pero que indiscutiblemente ambas provienen de un único
ancestro común.

El primer científico en atribuir el concepto de célula fue Robert Hooke en el año 1665,
observando una muestra de corcho bajo el microscopio que el mismo invento, vio que el
corcho estaba formado por una serie de celdillas a las que denomino células

Las células procariotas descubiertas en las bacterias, se dividen en dos grupos, conocidas como
arquebacterias y eubacterias; las primeras se consideraban organismos extremos al vivir en
ambientes de condiciones extremas en la tierra primitiva; que pudieron prevalecer a la
evolución de la tierra junto con las eubacterias; estas células bacterianas poseen forma
esférica, de bastón o espiral y se caracterizan por la falta de un núcleo u orgánulos
membranosos. La procariota más grande y compleja en cuanto a constitución es considerada
las cianobacterias, evolucionadas a partir de la fotosíntesis. Como modelo de experimentación
se encuentra la célula E. Coli, organismo elegido dad su simplicidad genética de fácil estudio,
debido a su genoma altamente flexible, velocidad de crecimiento y pocos requerimientos
nutricionales, descrita por primera vez en 1885 por el bacteriólogo alemán Theodore von
Escherich.

Las células eucariotas son en comparación más grandes y complejas a nivel estructural al
poseer un núcleo como orgánulo más grande que almacena y guarda la información genética,
donde se separa del citoplasma; además de una gran variedad de orgánulos citoplasmáticos
que dan paso a diversas actividades metabólicas y un citoesqueleto. Un factor principal y
diferenciador de las células eucariotas es la adquisición de una envoltura membranosa en los
orgánulos subcelulares, generando como característica complejidad a la célula. Como modelo
experimental, se encuentran las levaduras, siendo las eucariotas más simples pero que
indiscutiblemente su estudio ha sido fundamental para dar entendimiento a la biología celular,
exhibiéndose las características típicas de las mismas, considerándose como ventaja su rápido
crecimiento dando lugar a colonias a partir de una célula, aunque su replicación no es tan
rápida sigue los mismos protocolos de estudio de la bacteria E. Coli, además de facilitar la
comprensión a conceptos como replicación de ADN, transcripción de ARN, ensamblaje de
proteínas y regulación de la división celular.

Las células eucariotas manejan una relación simbiótica-endosimbiosis con las células
`procariotas al establecer un origen en similitud en secuencia del ADN con las células
arqueabacterias, compartiendo una línea común de descendencia, sustentado mediante
estudios de las mitocondrias y cloroplastos en cuanto a su evolución desde bacterias al tener
un tamaño semejante a estas.

Las eucariotas más simples conocidas son considerados organismos unicelulares capaces de
replicarse a sí mismos, como las bacterias, algunas más complejas que otras en cuanto a su
función celular. Evolucionando hace al menos 1700 millones de años, las eucariotas
unicelulares se empezaron a incorporar, formando colonias multicelulares, dando una
transición al desarrollo de organismos multicelulares; mediante una continua especialización y
división de funciones entre las células `presentes en el organismo, proporcionando
complejidad y diversidad; distinguiéndose la célula animal como las más complejas en el
desarrollo de funciones específicas en su conjunto. Para entender el desarrollo de organismos
multicelulares se requiere de análisis experimentales de plantas como de animales,
organismos más complejos en cuanto a su composición y funcionalidad a nivel celular.

Inicialmente las células adquirían su alimento y energía directamente de su entorno primitivo;


siendo una situación limitada en sí misma; la creación y utilización de energía metabólica es
necesaria para toda actividad celular gracias a la adenosina 5’-trifosfato conocida como ATP;
por eso que la célula en su constante evolución necesitaba desarrollar nuevos mecanismos de
obtención de energía, mecanismos que se desarrollaron en tres etapas tales como glicolisis,
fotosíntesis y metabolismo oxidativo, estas últimas generando una transformación de la
atmosfera de la tierra.

El primer mecanismo anaeróbico se denominó glicolisis, mediante la escisión de moléculas


orgánicas en ausencia de oxigeno podía generar ATP como fuente de energía para realizar
otras reacciones metabólicas. Procediendo en el desarrollo de la fotosíntesis, que consistió en
generar energía mediante luz solar utilizando H2S para convertirlo en CO2 cambiando
significativamente la atmosfera de la tierra en O2. En consecuencia a la liberación de O2, se
desarrolló el metabolismo oxidativo, mediante el O2 se utilizaba la radioactividad
proporcionando un mecanismo de generación de energía a partir de moléculas orgánicas
mucho más eficiente, siendo este mecanismo fuente de energía principal en las células
actuales.

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