Está en la página 1de 3

Estudio Bíblico para los Grupos de Vida del

Centro Cristiano de Fe Bethel

Serie: Experimenta El Amor de Jesús


Tema: Lo que en realidad queremos saber

Introducción
Seguramente más de una vez te has preguntado: ¿Qué tan grande es el amor de
Dios?

Queremos pruebas. Queremos evidencias y datos que apunten a la verdad.


Queremos algo sólido, algo que nos dé una razón para creer que el amor de Dios
es grande. Porque todo lo que hemos aprendido acerca del amor, hasta ahora
demuestra lo contrario. Las personas que hay a nuestro alrededor nos han
decepcionado una y otra vez. Nuestros amigos han desaparecido cuando más los
necesitábamos. Las promesas de amarnos para siempre, sólo han durado unas
cuantas semanas o meses.

Pensamos: “Si el amor que Dios ofrece es igual a lo que sabemos, a lo que hemos vivido
del amor, entonces no queremos nada de él”.

El amor de Dios no es nada comparable con lo que conocemos acerca del amor.
Aún si nos hemos sentido amados durante nuestra vida, no podemos imaginarnos
cuán grande es el amor de Dios.

Dios creó el amor y aunque este ha sido manchado y destruido en las manos de
los demás, su amor permanece perfecto, puro, verdadero y sin límites.

No hay manera de que nuestras mentes limitadas puedan comprender el amor de


Dios.

En cinco ocasiones, en Romanos 8, el apóstol Pablo ha hecho preguntas que


llaman nuestra atención hacia los sorprendentes privilegios del amor de Dios hacia
nosotros:

1. Pregunta acerca de la protección de Dios


Romanos 8:31
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

La Biblia nos hace énfasis diciendo “DIOS ES”. No “Tal vez”, no “estuvo”, no
“estaría”, no “estará”, sino “DIOS ES”. Él es por ti. Hoy. En esta hora. En este
minuto. Mientras escuchas esta frase. No podría estar más cerca de ti de lo que
está en este momento.
Estudio Bíblico para los Grupos de Vida del
Centro Cristiano de Fe Bethel

Dios demuestra su protección diciendo en su Palabra que es nuestro refugio


(Salmos 32:7), nuestra fortaleza en los problemas (Salmos 46:1), el que pelea por
nosotros (Éxodo 14:14).

2. Pregunta acerca de la provisión de Dios


Romanos 8:32 (NVI)
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?

Pregunta: Aquél que nos dio a su hijo ¿no va a suplir todas nuestras necesidades?

Muchos de nosotros todavía nos preocupamos por todo lo que nos sucede día
con día. Nos preocupamos porque los precios están subiendo, nos preocupamos
porque no nos alcanza para la colegiatura de nuestros hijos, nos preocupamos
por no tener suficiente dinero y ya están tocando a la puerta nuestros acreedores,
nos preocupamos por todo.

¿Pensamos que Dios nos creó para que estemos siempre preocupados?
¿Creemos que nos enseñó a caminar solo para ver cómo nos caemos?

En la provisión de Dios está su preocupación por darnos nuestras necesidades


básicas (Salmos 111:5), nos da todas las cosas en abundancia para que las
disfrutemos (1 Timoteo 6:17) y da cosas buenas a los que se las piden (Mateo
7:11).

3. Preguntas acerca de la culpa y la gracia


Romanos 8:33-34
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó,
el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Satanás es conocido como "el acusador" (Apocalipsis 12:10). Nos acusa de


nuestros pecados ante Dios. Satanás no quiere que Dios nos extienda su perdón,
ni quiere que recibamos la gracia (regalo) de Dios.

En cada momento este acusador presenta cargos contra ti. Ha anotado cada error
y cada equivocación. Cuando descuidas tus prioridades él las anota. Cuando
dejas de cumplir alguna promesa y él lo anota. Tratas de olvidar tu pasado y él te
lo recuerda. Tratas de deshacer tus faltas, él te lo impedirá.

Es un testigo experto que no tiene un objetivo mayor que llevarte a juicio y


presentar acusación. Se presenta ante Dios y menciona todas tus faltas
argumentando: “Dios, éste al que llamas tu hijo no es digno y merece morir”. Mientras
habla, tú bajas la cabeza. No tienes defensa, sus acusaciones son ciertas.
Estudio Bíblico para los Grupos de Vida del
Centro Cristiano de Fe Bethel

Dios le responde: “Efectivamente, la paga del pecado es muerte, pero ya ha sido pagado
el precio. Cristo dio su vida”. Dios no actúa como un juez, sino más bien Aquel que
se hace cargo de nuestra defensa.

¿Te das cuenta? Satanás ya no puede acusarte. ¡Nadie puede acusarte! Ya no


tienes que temer.

4. Pregunta acerca de la seguridad


Romanos 8:35-36
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Ninguna dificultad que podamos encontrar en nosotros y fuera de nosotros,


grande o pequeña, es insuperable para el amor de Dios. Es más, Pablo dice que
precisamente en estas situaciones, quien confía en el amor de Dios y se
encomienda a Él sale «vencedor» (Romanos 8:37).

La Biblia nos dice que, en esta vida, tenemos que enfrentar situaciones difíciles,
pero que nuestro amor por Él será recompensado, nos da la seguridad de que
nada ni nadie nos puede separar de su amor. El amor de Dios nos prepara para
estar encima de las circunstancias y jamás seremos separados de Él y de sus
bendiciones, que tanto necesitamos. Cuando llegamos al punto en el que
pensamos que no hay solución, siempre Dios pondrá una puerta de emergencia
que nos conducirá a ser victoriosos. No desmayemos vivamos en Cristo y en la
victoria de Cristo continuemos amándolo que Él ya demostró cuanto nos ama.

Conclusión:

Ø El amor de Dios por nosotros sobrepasa todo entendimiento.


Ø Nos da su protección porque Él nos ama.
Ø En su inmenso amor, Dios nos provee lo que necesitamos.
Ø Dios nos defiende ante “el acusador”
Ø Nada nos separará del amor de Dios.

También podría gustarte