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El Amor De Dios - 13 Características De Su

Manifestación En El Hombre
Es en el amor de Dios, donde se mezclan y se unen los cielos y la tierra en cristo Jesús.
La iglesia en la actualidad está fundamentada en doctrinas. Doctrinas de bautizos,
doctrinas de obras que están muertas, doctrinas de dones... Dios quiere restaurar sobre
su iglesia su verdadero fundamento. "El amor de Dios", el cual, es la piedra angular de la
revelación de cristo en su perfecta manifestación sobre aquel hombre, que este dispuesto
a entregar todo por penetrar el corazón de Dios.

¿Qué es el amor?
El amor es de origen espiritual, puesto que el amor es Dios. No es un asunto que
provenga de una profunda emoción, ni es un asunto de la voluntad, como muchos
manifiestan. El amor no es una decisión, lo cual entonces sería pura mecánica del alma.
El amor es una persona que quiere existir a través de ti, que quiere fundirse contigo en
tu espíritu e inundar de plenitud tu ser.

Características de la manifestación del amor de


Dios en el hombre:
1. El amor de Dios es plenitud
Donde esta el amor, hay paz, gozo, satisfacción completa. No hay anhelo, ni logro, ni
meta que contenga todo lo que el amor provee en el espíritu y en el alma del hombre. A
ún el cuerpo recibe sus beneficios, llenándose de salud y la fuerza vital con los que solo
el amor vivifica.

2. El amor de Dios no es un sentimiento


El amor de Dios no es algo que pueda crear el hombre, porque es de origen divino. El
amor no es un sentimiento,  es una persona, es Jesús venido en carne. Él quiere vivir a
través de nosotros, y llenar la tierra de amor. El es el maestro y el proveedor del perfecto
amor. Por eso dijo:
"En esto conocerá el mundo que sois mis discípulos; en que os amáis los unos a
los otros como yo os he amado"

3. El amor de Dios está contenido en la sangre de


Jesús
 Este amor maravilloso está contenido en la sangre de cristo y al beber de ella nos vamos
llenando más y más de él. Lo vamos entendiendo y deseando más que a cualquier cosa
en el mundo. El amor vive y palpita a través de la sangre de Jesús.

Nos lleva a amar donde es difícil hacerlo, y nos lleva a aborrecer toda separación. Porque
fue esto lo que hizo Jesús: nos amó a los que lo traspasamos, para cerrar la brecha entre
Dios y el hombre, y reconciliarnos otra vez con el padre.

Dice la escritura que la sangre de Jesús habla, que clama a Dios por haber sido
derramada.Pero es el amor de Dios en ella que nos procura y nos acerca a él, que gime
por nosotros porque no soporta estar separado de los que amó, poniendo su vida de por
medio.
"A Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla(de
misericordia) de un mensaje mejor y más lleno de gracia, que la sangre de Abel(La
cual clamaba por venganza)" Hebreo 12:14 versión amplificada...

4. El amor de Dios es sacrifico


La máxima manifestación del amor del padre es haber dado a su hijo unigénito en
sacrificio por nuestros pecados. Nos amó más que el dolor que le produjo ver a Jesús ser
brutalizado, y puesto a muerte en la cruz. Porque el amor procura a su ser amado, el
amor de Dios no rechaza, el amor redime.

5. El amor de Dios es de buena voluntad


El amor tiene buena voluntad para con los hombres, no se enfoca en los defectos, sino en
las virtudes. No tiene como algo importante nuestros hechos, sino quienes somos para él.
Sufre y se expone a vituperio cada día, con tal de ser la inmutable bandera de amor sobre
nosotros.

6. El amor de Dios ama por encima de la indiferencia


del hombre
El amor de Dios no cierra su corazón ante nuestras traiciones, nuestras indiferencias y
menosprecios.  Cada mañana se vuelve a presentar, dulce y tierno, procurando siempre
la reconciliación.

7. El amor de Dios es paciente y bondadoso


El amor de Dios es benigno. Siempre esta buscando como hacer el bien, como limar con
dulzura las asperezas. El amor tiene resistencia grande y duradera. Es paciente y
bondadoso.
Nunca manifiesta envidia, no hierve en celos, no es jactancioso, ni busca vanagloria. No
tiene despliegues de altivez. No es orgulloso ni arrogante.

No es grosero, ni hace nada indebido. No busca lo suyo, ni defiende sus derechos ni su


forma de hacer las cosas, porque el amor que viene de Dios no se irrita, no se siente
amenazado, ni guarda rencor.

No se goza con la injusticia, ni pone su mirada en hacer el mal. Se goza cuando la verdad
y el derecho prevalecen. Si es agraviado, no lo toma en cuenta.

8. El amor de Dios todo lo soporta y siempre está


dispuesto a creer lo mejor de cada persona
 El amor soporta todo y siempre estará dispuesto a esperar que el hombre rinda su
voluntad. Está lleno de esperanza y de fe en toda circunstancia. Y siempre permanece
fuerte ante cualquier situación.

9. El amor de Dios es infinitamente sacrificial, y dador


sin límites
 El amor entrega todo por la creación, es dador de oportunidades, es valiente, luchador, y
no se amedrenta ante ningún enemigo. No se rinde, sino que vence. En él no hay temor.
Todo lo puede, y nada lo detiene.

10. El amor de Dios despedaza fieras y conquista ríos


tempestuoso
En su afán de salvar al que se está hundiendo. El amor de Dios te lleva hacer proezas. El
amor de Dios derriba murallas infranqueables.

11. El amor de Dios Cambia corazones de piedra en


corazones de carne
 El amor  penetra los corazones más duros y los hace blandos. El amor de Dios tiene mil
caminos inmutables, y donde ya no hay camino, lo crea. El amor de Dios nunca falla,
nunca mengua, nunca se torna obsoleto, nunca abandona la causa, y nunca deja de ser.

12. El amor de Dios no puede ser vencido por nada,


ni por nadie
 El amor no puede ser vencido, tiene poder sobre todo las cosas, el amor de Dios es la
fuerza más poderosa del universo. Es la manifestación más pura de su ser, y lo que hace
a Dios visible y palpable en la tierra.

13. El amor de Dios es fuego líquido, corriendo por


nuestras venas
 El amor es un fuego líquido que nos impulsa a hacer cosas, que bajo ninguna otra
circunstancia haríamos. Es un celo que arde por almas perdidas. Es como un gigantesco
imán que nos atrae hacia todo aquel que tiene necesidad, y que anhela sentir que es
importante para alguien. Es la fuerza más grande manifestada por Dios, y que nos
compele a hacer cualquier sacrificio, y hazañas en él, sin importarnos el precio que
tengamos que pagar.

II

Dios es amor: estudio bíblico de 1ª Juan 4:7-9

1ª Juan 4:7, el origen del amor

1ª Juan 4:8, la esencia de Dios

1ª Juan 4:9, la expresión del amor de Dios

¿Cómo se manifiesta el amor de Dios en mi vida?

La gran manifestación de amor de Dios hacia los hombres ha sido el don que nos ha brindado de su propio
Hijo: “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su propio Hijo” (Jn. 3,35). Dios no es Palabra
vacía; Dios es amor hecho vida. (1Jn.4,8).

Sermón: Juan 3:16 Amor, Regalo y Salvación


Pastor Roberto Quiñones 
 June 14, 2017 
 Sermones
Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.”
 

            Este versículo bíblico es uno de los versículos más citados de la Biblia. Y
esto con mucha razón, porque en este versículo está contenido el mensaje del
evangelio. Es más podemos decir que tenemos en este versículo el resumen del
mensaje de toda la Biblia. Por eso Martín Lutero lo llamaba: La Biblia en
miniatura.
            De qué nos habla este versículo, nos habla de por los menos de tres cosas
medulares: nos habla del Gran Amor del Padre, nos habla del Gran Regalo del
Padre y de la Gran Salvación que obtenemos del Padre. Veamos cada uno de
estos tres puntos.
 

I. El Gran Amor del Padre


            Fíjate cómo dice el versículo bíblico “Porque de tal manera amó Dios
al mundo”.  Generalmente hablamos mucho acerca de Jesús. Y en muchos
lugares se habla mucho acerca del Espíritu Santo. Pero aquí Juan nos habla
acerca del Padre. Cuando nos dice que Dios amó, ese Dios se refiere a la persona
del Padre. Y nos dice por lo menos dos cosas:

            (1) nos habla acerca del mundo. ¿Qué es el mundo? A la luz de todo el
evangelio de Juan el mundo es la humanidad, los seres humanos. Pero no solo los
seres humanos sino la humanidad en rebelión contra Dios. Todos los seres
humanos desde nacimiento viven en rebeldía contra Dios. El apóstol Pablo le dijo
a la iglesia de los efesios lo que eran ellos y lo son todos los seres humanos desde
nacimiento. En Efesios 2:3 “éramos por naturaleza hijos de ira”. Fíjate que
dice: por naturaleza, no por imitación y ejemplo, no por el ambiente, sino por
naturaleza, desde el mismo nacimiento, somos hijos de ira. Herederos de la ira de
Dios. Los seres humanos nacemos en rebelión contra Dios. No queremos que
Dios reine sobre nosotros. Ni queremos recibir a Jesús como el Rey y Salvador
nuestro. Por eso el apóstol Juan dice, desde el mismo comienzo de su evangelio,
en Juan 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” Si miramos las
portadas de los periódicos de Puerto Rico qué leemos: robos, asesinatos,
violaciones, mentiras, engaños, bullyings, corrupción, egoismo, materialismo,
adulterio, fornicaciones, odio, envidia, etc. Este es un retrato de la humanidad. Es
un retrato de nosotros. Es un retrato de nosotros porque todos nosotros somos
pecadores. Y el pecado no es otra cosa que rebelión contra Dios. Todos somos
rebeldes ante Dios porque todos somos pecadores.
            Cuando le trajeron a Jesús a la mujer adúltera, qué fue lo que Jesús dijo a
los que la trajeron en Juan 8:7 “El que de vosotros esté sin pecado sea el
primero en arrojar la piedra contra ella.” Nadie en este mundo está sin
pecados. Ni tú ni yo. Este mundo está perdido. Es de ese mundo que nos habla
Juan en este pasaje de Juan 3:16.  El mundo es la humanidad perdida, pecadora
y rebelde contra Dios.
            Pero el pasaje nos habla de algo más. Nos habla…

            (2) del Gran Amor del Padre. “Porque de tal manera amó Dios”’. El
énfasis del pasaje es el Gran Amor del Padre. ¡Cuán Grande es el Amor de Dios
por la humanidad! Es increíble el pensar que Dios, quien es tres veces santo,
pueda tener compasión con una humanidad terriblemente pecadora. Es
incomprensible que Dios tenga la intensión de salvar a criminales, porque eso es
lo que somos por naturaleza.

            ¿Qué decimos del que mata a su padre, madre, hijos, roba, asalta, viola,
maldice, destruye, etc? ¿Qué decimos de esa persona? ¡Enciérrenlo y boten la
llave! Pero Dios dice: yo tengo compasión de él, yo le voy a mostrar mi
misericordia. Yo le voy a dar el regalo más grande que alguien puede recibir en
esta tierra.
            El amor de Dios es incomprensible, no lo podemos entender plenamente.
¿Cómo es posible que Dios desee salvar a una humanidad rebelde? ¿Cómo es
posible que Dios quiera redimir a aquellos que no merecen nada excepto la
condenación? Pero el amor de Dios supera el obstáculo del pecado. Podemos
decir que el pecado es algo grande, pero más grande es el amor de Dios. El
pecado destruye pero el amor de Dios construye. El pecado deshumaniza pero el
amor de Dios nos hace verdaderos seres humanos. El pecado mata pero Dios da
vida. ¡Cuán grande es el amor de Dios!
            Por eso nos dice Juan “Porque de tal manera amó Dios al mundo que
ha dado”. El Amor de Dios es tan inmenso que El provee, El provee, un camino
para salvar a la humanidad perdida por sus pecados. Y ese camino es el...

 
II. El Gran Regalo del Padre

            “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda”. Con respecto al
regalo del Padre podemos ver por lo menos tres cosas:
            (1) Jesús es el Gran Regalo del Padre. El Padre nos dio a nada más ni
nada menos que a su propio Hijo, a su Hijo unigénito. Fíjate que el énfasis es “de
tal manera”. Su Amor es tan Grande, tan inmenso, que El no puede dar sino lo
mejor de El, a su Hijo unigénito. Cuando el amor es grande uno da lo mejor. El
Padre nos dio a su Hijo, el Regalo más Grande que puede existir. Dios es
perfecto, por tanto su regalo es perfecto: Jesús es Dios y por tanto perfecto. Dios
es santo, por tanto su regalo es santo: Jesús jamás pecó ni podía pecar. Dios es
infinito, por tanto su regalo el cual es Jesús, ofreció un sacrificio de poder infinito
para salvar a los pecadores.

            Jesús es el Gran Regalo del Padre. ¿Por qué lo es? Porque con El hay
salvación y sin El hay condenación.

            Eso es lo segundo que vemos aquí.


            (2) Fe en Jesús libra de la condenación. El pecado trae condenación. Eso
está incluido en el paquete. No nos gusta que esté incluido en el paquete, pero así
es. La paga del pecado es muerte. No nos gusta eso, pero está incluido allí. Dios
odia el pecado y condenará a los que persisten en vivir en pecado. Eso es lo que
Dios mismo dice en su Palabra. Como dice el Salmo 5:5-6 “Los insensatos no
estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador
abominará Jehová”.
            Pero la fe en Jesús libra de la condenación. ¿Por qué? Nos contesta Pablo
de Roamnos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder
de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego”. Fe en Jesús salva, nos libra de la condenación. ¿Sabes
cómo? Porque sola la fe nos une a Cristo quien con su muerte, su sacrificio en la
cruz paga la deuda ante Dios de todos los que creen en El. El pecado nos hace
deudores ante Dios. Pero la “moneda” que paga la deuda es la muerte de Cristo a
los que creen en El.
            Por eso el Amor de Dios es tan Grande que nos dio a su Hijo unigénito
para que todo aquel que en El cree no se pierda. Los que creen en El no se
pierden pero los que no creen en El se pierden, es decir, serán condenados. Y el
Padre dice que esa salvación solo se encuentra en su Hijo. Por eso dice Hechos
4:11-12 “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la
cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.” Fe en Jesús libra de la condenación producto del pecado.
Los milagros de Jesús provaban que eso era cierto. Por eso dice Lucas 5:24
“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra
para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu
lecho, y vete a tu casa.” Fe en Jesús libra de la condenación producto del
pecado.

            Pero esa fe en Jesús no es cualquier cosa. No es levantar la mano y decir:


yo creo en Jesús como mi Salvador personal. La fe en Jesús, la que salva, no es
una fe cualquiera. Es una fe que salva. Es una fe que transforma, que cambia a la
persona en otra persona. Una fe en Cristo que deja a la persona igual no es fe que
salva. La fe que salva no viene sola. Es acompañada por un cambio de vida, un
cambio de carácter, un cambio de mentalidad hacia el pecado, una sensibilidad
hacia el pecado (con un deseo y lucha contra el pecado), un corazón obediente a
la Palabra de Dios, un amor y respeto por el prójimo (sea niño, adulto, joven,
rico, pobre, lindo o no), un amor por la Iglesia, un deseo de servir en la misma,
una boca que busca hablar verdad, solo la verdad y nada que no sea la verdad en
amor. Y sobre todo una fe que recibe a Jesús como su Salvador, Amigo y Rey.  
            Juan 3:16 nos enseña algo más acerca de lo que el Padre hace por
nosotros. Y no habla arca de…
III. La Gran Salvación que da el Padre

            “Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.” El Gran Amor del Padre por la humanidad le llevó a dar el Gran Regalo
que es Jesús. Y el Gran Regalo que da el Padre es salvación y vida eterna por
medio de Jesús. Dos cosas podemos ver aquí.

            (1) la salvación que el Padre nos da por medio de Jesús es vida. A todos
nos gusta la vida. Y no solo eso, nos gusta el vivir. Y Juan nos dice que este vivir
solo se encuentra en la fe de Jesús. Jesús es la vida. Tener a Jesús es vivir. Sin
Jesús tenemos muerte y el resultado la condenación.
            Pero la fe en Jesús nos da verdadera vida, nos lleva a vivir la vida plena.
Jesús dijo en Juan 10:10 “yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia.” La vida que Jesús se refiere es vida plena, feliz, alegre,
satisfaciente en comunión con Dios. Es disfrutar de Dios y a Dios en las cosas
que El nos da en la vida. Es disfrutar de adorar a Dios, de estudiar su Palabra, de
hablar con El por medio de la oración. Pero es algo más. Es vivir esta vida y
disfrutar de las cosas que Dios nos da en comunión con El. Es darle gracias por el
pan, por los hijos, por la libertad, por la playa, por la familia, por la Iglesia, por
todo. Es vivir la vida bajo la seguridad de su amor y su cuidado de mí y los míos.
Es vivir bajo la paz y la alegría que solo Dios da aun en medio de los problemas,
aflicciones de la vida. Es vida plena.

            (2) la vida que nos da es eterna. El disfrute de esa vida, que obtenemos
por la fe en Cristo, es por toda la eternidad. El vivir natural es temporero. Pero el
vivir que Dios da es vivir en el disfrute de El desde hoy hasta la eternidad sin fin.
Así como la condenación será sin fin, la salvación es vida plena, abundante, sin
fin.
Cierre:

            Jesús no solo es el Salvador si no también Amigo de los que le reciben


como Salvador del pecado. Siendo Jesús el Gran Regalo del Padre, producto de
su Gran Amor por la humanidad, es con El con quien podemos contar para todo.
El no solo nos salva, El se une a nosotros. El mora dentro de nosotros por el
Espíritu Santo. Con El podemos conversar. Pero conversar no solo con alguien
que me escucha sino con alguien que me entiende como nadie puede en este
mundo. Con alguien que es compasivo como ninguna persona. Con El puedo
contar para todo problema, desición, temor, ansiedad, necesidad. Su gracia, su
amor, su fortaleza es conocida por todo creyente. Entonces, ven a El. Conviértete
de tus pecados a El. Renuncia a tu vida antigua de pecado e incredulidad y cree
en el evangelio. Solo así tendrás perdón y vida eterna. El amor de Dios es tan
grande que no hay pecado tan grande que El no pueda perdonar. Pero no hay
perdón sin fe ni arrepentimiento. Ven a El y hallarás la vida y vida eterna.
III

¿Es La Biblia La Palabra


De Dios?
 abril 16, 2020

La Biblia a menudo se conoce como la Palabra de Dios. Y con razón, porque esto es lo
que dice ser. El apóstol Pablo, por ejemplo, declara: «Por lo cual también nosotros sin
cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de
nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra
de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. ”(1 Tesalonicenses 2:13).

La Biblia es la autorrevelación de Dios a los humanos.

Dios habla a los humanos. A veces lo hace directamente o en sueños, pero el principal
medio de comunicación de Dios es a través de la Biblia, tal como está escrito por autores
humanos inspirados. «Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en
otro tiempo a los padres por los profetas, « (Hebreos 1: 1). “porque nunca la profecía fue
traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21). Las palabras de Dios fueron escritas y
transmitidas a las generaciones posteriores. Este proceso fue guiado por el Espíritu
Santo. Por lo tanto, Pablo puede afirmar que la Biblia está escrita por Dios: «Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, « (2 Timoteo 3:16).

La Palabra de Dios es verdad

La Biblia contiene muchos detalles históricos, muchos de los cuales han sido confirmados
por otras fuentes históricas o descubrimientos arqueológicos. Los registros bíblicos son
confiables. ¡Además, muchos hechos históricos fueron profetizados mucho antes de que
ocurrieran! Cientos de profecías en todo el Antiguo Testamento se cumplieron en el
nacimiento, la vida y la muerte de Jesús. Por ejemplo, en Miqueas 5: 2 leemos acerca de
Belén como el lugar de nacimiento de un gobernante «cuya venida es de la antigüedad»,
que encaja perfectamente con Jesús como el Dios eterno que nació como un bebé
humano en Belén. Él sería el Hijo de David, y de hecho su madre María y su hombre José
eran «de la casa de David» (Lucas 1:27). Y hay muchas más profecías, no solo sobre
Jesús sino también sobre otros hechos históricos. Esta es una evidencia muy clara de
que la Biblia es la Palabra de Dios, ya que los autores humanos nunca podrían haber
previsto estos detalles siglos antes. Solo podrían ser escritos por un Autor que supiera lo
que sucedería.

La Palabra de Dios es poderosa

La Biblia no es solo n libro. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». (Hebreos 4:12) .
No es una fuerza aleatoria, sino que Dios la usa a propósito: “así será mi palabra que
sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada
en aquello para que la envié.”(Isaías 55:11). Muchos cristianos ya han experimentado
esto. La Biblia es de importancia vital porque nos confronta con nuestros pecados, nos
señala a Jesús, enseña y alienta, es alimento para el alma (Mateo 4: 4). Innumerables
vidas ya han sido transformadas por el poder sobrenatural de la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es eterna

La Biblia ha sido escrita hace siglos, pero aún es relevante y aplicable. Nunca quedará
desactualizado. » Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro
permanece para siempre». (Isaías 40: 8). Eso hace que la Biblia sea única, no
comparable a ningún otro libro. Como Jesús les dijo a sus oyentes: «Porque en verdad
les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, ni una pizca, ni un punto pasarán de la Ley
[= la Torá, o incluso el Antiguo Testamento completo] hasta que todo esté cumplido
”(Mateo 5:18).

Deberíamos escuchar la Palabra de Dios

Las Escrituras contienen toda la información que necesitamos sobre nosotros mismos,
sobre Dios y sobre nuestra relación con Él. Esta información es de vital importancia. Lo
necesitamos para encontrar la vida eterna. “Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado” (Juan 17: 3). La Biblia es
como una luz en nuestro camino, que nos conduce a Dios (Salmo 119: 105). Jesús
mismo enfatizó esto: «¡Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la
guardan!» (Lucas 11:28).

Jesús es la máxima revelación de Dios

Pero no solo la Biblia se llama «la Palabra de Dios». La última Palabra de Dios es una
Persona. Es el Hijo de Dios. Leamos nuevamente el versículo en Hebreos 1, pero esta
vez seguimos leyendo: “Hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas
maneras, Dios les habló a nuestros padres por los profetas, pero en estos últimos días
nos ha hablado por su Hijo, a quien designó heredero de todas las cosas, a través del
cual también creó el mundo ”(Hebreos 1: 1-2). Este Hijo de Dios a través del cual el
mundo fue creado, se llama «la Palabra» en Juan 1: 1-5 «En el principio era la Palabra, y
la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Estaba en el principio con Dios. Todas
las cosas se hicieron a través de él, y sin él no se hizo nada de lo que se hizo. En él
estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la oscuridad, y la
oscuridad no la ha vencido. Esta eterna Palabra de Dios se hizo carne. Él nació como un
bebé humano, llamado Jesús. Nos ha dado a conocer al Padre (Juan 1:18). A través de la
Biblia, aprendemos sobre la vida, muerte y resurrección de esta Palabra de Dios, pero
también sobre sus milagros y enseñanzas. De esa manera, nosotros también podemos
llegar a conocer al Padre.

IV

¿Qué es la salvación según la Biblia y cómo obtenerla?


21 Feb 2019
Por Junying

¿Qué es la salvación? La salvación viene de Dios. La salvación de Dios está preparada para
salvar a la humanidad y desborda el gran amor y la misericordia de Dios por la
humanidad. El hecho de que podamos recibir la salvación de Dios está directamente
relacionado con el hecho de que seamos salvados y entremos en el reino de los cielos.
¡Comprendamos la salvación de Dios a partir de Su obra y busquemos cómo obtenerla!

La salvación de Dios para la humanidad en la Era de la Ley


En el principio, Dios creó los cielos y la tierra y todas las cosas. Después de que todo
quedara establecido, Él creó a Adán y Eva, los progenitores de los seres humanos. Dios los
puso en el jardín del Edén y vivieron felices bajo Su protección. Sin embargo, la serpiente
los tentó para que traicionaran a Dios y tras hacerlo acabaron expulsados del jardín del
Edén y arrojados a una vida de enfermedad, envejecimiento y muerte. Desde entonces, la
humanidad se volvió cada vez más corrupta y cayó en tal maldad y depravación que Dios
desató un gran diluvio para aniquilar a todos los seres humanos de ese tiempo, y sólo
permitió que ocho miembros de la familia de Noé sobrevivieran. Después de aquello, la
humanidad continuó sobreviviendo y reproduciéndose en la tierra, pero la gente de
aquella época sólo era consciente de su comida y su techo y de toda la gracia que Dios les
había concedido. No sabían cómo ser buenas personas, cómo vivir en la tierra, de dónde
venían los seres humanos o cómo adorar o venerar a Dios. La gente así no tenía la
habilidad de glorificar o exaltar a Dios y eran totalmente incapaces de cumplir la voluntad
de Dios. Por eso Dios inició Su obra de gestión para la salvación de la
humanidad. Jehová Dios usó a Moisés para dictar Sus mandamientos y la ley para guiar la
vida de la humanidad en la tierra. Por ejemplo, observar el Sabbat, honrar a los padres, no
adorar ídolos y no cometer adulterio ni robar. También estableció regulaciones para los
sacrificios de personas, para la comida, la recompensa por el robo, así como para la
matanza de animales. Cualquiera que violara las leyes de Dios sería quemado o apedreado
hasta la muerte, pero si guardaba las leyes y los mandamientos de Jehová, sería bendecido
por Él. Jehová Dios contuvo a los seres humanos por medio de Sus mandamientos y leyes;
esto guio a la gente a vivir en la tierra de una manera apropiada y ordenada, lo cual les
permitió actuar de acuerdo con las normas y saber que debían adorar al único Dios; esta
fue la salvación de Dios en la Era de la Ley. Al presentarse ante Dios, escuchar las palabras
de Jehová, cumplir Sus leyes y mandamientos y adorar devotamente a Jehová, las
personas podían ser salvadas y bendecidas por Dios y obtener la salvación de Dios en la
Era de la Ley.

La salvación de Dios para la humanidad en la Era de la Gracia

A finales de la Era de la Ley la gente se volvió cada vez más corrupta y pocos cumplían ya
con la ley y los mandamientos. Estaban haciendo muchas cosas que ofendían el carácter
de Dios, tales como adorar ídolos, cometer adulterio, idear planes malvados, robar y hurtar
y ser codiciosos y corruptos. Incluso usaban palomas, reses y ovejas cojas y ciegas como
sacrificios para Dios. Dios es justo y santo, así que ese tipo de comportamiento por parte
de la gente inevitablemente condujo a su muerte según lo determinado por la ley, pues
ofendían el carácter de Dios. Sin embargo, Dios ama a la humanidad y no quiere destruir a
todos los hombres, así que se hizo personalmente carne para venir a la tierra. El
Señor Jesús encarnado concluyó la Era de la Ley y comenzó la Era de la Gracia; Él expresó
el camino del arrepentimiento, proporcionando a la humanidad un nuevo sendero de
práctica. Él enseñó a la gente a perdonar y ser tolerante, a amar a sus enemigos y
perdonar a los demás setenta veces siete. El Señor Jesús también sanó a los enfermos y
expulsó a los demonios; realizó todo tipo de milagros y, mientras la gente se confesara
con sinceridad, el Señor Jesús perdonaba sus pecados con Su gran tolerancia y paciencia.
Finalmente, el Señor Jesús fue clavado en la cruz como una ofrenda permanente por los
pecados de la humanidad. Él cargó con todos los pecados de la humanidad y de esa
manera llevó a cabo la obra de redención de la Era de la Gracia. Esta fue la salvación que le
trajo Dios a la humanidad en la Era de la Gracia. Al aceptar la salvación del Señor Jesús, al
orar en Su nombre y al confesar y arrepentirnos ante el Señor, nuestros pecados pueden
ser redimidos y podemos disfrutar de la paz y el gozo que Dios nos ha concedido. En eso
consiste obtener la salvación de Dios en la Era de la Gracia.

La salvación de Dios para la humanidad en los últimos días


El Señor Jesús nos redimió, permitiendo que nuestros pecados fueran perdonados. Sin
embargo, nuestra naturaleza pecaminosa no ha sido eliminada. Nuestro carácter satánico,
nuestra naturaleza arrogante y engreída, egoísta y despreciable, retorcida y tramposa,
malvada y codiciosa, siniestra y maliciosa, todavía está profundamente arraigada en
nosotros. Dominados por este carácter satánico, todavía pecamos y nos oponemos a Dios
sin quererlo. Por ejemplo, a menudo nos involucramos en conflictos e intrigas sólo por
nuestro propio beneficio e incluso perdemos la confianza en nuestros seres queridos.
Cuando nos enfrentamos a enfermedades, calamidades o peligros, culpamos y
malinterpretamos a Dios. Incluso tratamos de oponernos y razonar con Él. Carecemos por
completo de obediencia. Jehová Dios dijo: “[…] Seréis, pues, santos porque yo soy
santo” (Levítico 11:45). El Señor Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el
que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para
siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). Dios es santo, y ningún
pueblo manchado puede entrar en Su reino. Estamos cubiertos de inmundicia; somos
corruptos e injustos, indignos de ver el rostro de Dios o de entrar en Su reino. Está escrito
en la Biblia: “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Así nos damos cuenta
de que, si no somos capaces de deshacernos de las ataduras y restricciones del pecado y
continuamos pecando a menudo y a sabiendas, nos estaremos oponiendo a Dios a causa
de nuestros pecados y por tanto seremos destruidos por Él.

Fragmento 6 de película evangélico "Canción de victoria": El camino que conduce a


la purificación y a la salvación

Sin embargo, las palabras de Dios dicen: “Sin embargo, la obra realizada por Dios es
diferente. Como creó al hombre, lo guía; como lo salva, lo hará de manera
concienzuda y lo ganará por completo; como dirige al hombre, lo llevará al destino
adecuado; y como creó al hombre y lo gestiona, debe asumir la responsabilidad por
el sino y la perspectiva del ser humano. Esta es, precisamente, la obra realizada por
el Creador” (‘Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en
“La Palabra manifestada en carne”). Dios creó a la humanidad y quiere ganar al hombre
por completo. Ya que está salvando a la humanidad, quiere apartarla por completo de las
garras de Satanás. Por eso Dios ha preparado la salvación de los últimos días para
nosotros. Tal como está escrito en la Biblia: “Que sois protegidos por el poder de Dios
mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo”
(1 Pedro 1:5). “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados
de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los
que ansiosamente le esperan” (Hebreos 9:28). “Por tanto, ceñid vuestro entendimiento
para la acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza completamente en la
gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo” (1 Pedro 1:13). Las palabras de Dios
dicen: “Los pecados del hombre fueron perdonados, y esto es gracias a la obra de
crucifixión de Dios, pero el hombre siguió viviendo en su viejo carácter satánico
corrupto del pasado. Así pues, el hombre debe ser completamente salvado de su
carácter satánico corrupto para que su naturaleza pecadora le sea completamente
extirpada y no se desarrolle más, permitiendo, así, que el carácter del hombre se
transforme. Esto requeriría que el hombre entendiera la senda del crecimiento en la
vida, el camino de la vida, y el camino del cambio de su carácter. También requeriría
que el hombre actuara de acuerdo con esa senda, de forma que su carácter pueda ser
cambiado gradualmente y él pueda vivir bajo el brillo de la luz y pueda ser conforme
a la voluntad de Dios, despojarse de su carácter satánico corrupto, y liberarse de la
influencia satánica de las tinieblas, emergiendo, así, totalmente del pecado. Sólo
entonces recibirá el hombre la salvación completa” (‘El misterio de la encarnación (4)’
en “La Palabra manifestada en carne”). A partir de estas palabras entendemos que el
regreso del Señor Jesús en los últimos días tiene como fin concedernos el camino de vida
adecuado para que podamos entender toda la verdad y el sendero que lleva a la
purificación de nuestro corrupto carácter satánico, para así deshacernos de las ataduras y
restricciones de nuestro carácter corrupto. Sólo de esta manera nos será posible
convertirnos en personas que cumplan con la voluntad de Dios, que logren la salvación de
Dios y estén calificadas para entrar en Su reino. Esta es la salvación que Dios ha preparado
para nosotros en los últimos días.

¿Qué obra hace principalmente Dios de los últimos días? El Señor Jesús dijo: “Aún tengo
muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el
Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de
venir” (Juan 16:12-13). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”
(Apocalipsis 2:7). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la
palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Porque ni aun el
Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo” (Juan 5:22).
“Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Dios
nos ha dicho claramente que Dios de los últimos días pronunciará más palabras y hará la
obra de juicio para guiarnos a entrar en toda verdad. Si aceptamos la salvación del Dios de
los últimos días, entendemos todos los aspectos de la verdad, encontramos la senda para
que nuestros pecados sean purificados y además actuamos de acuerdo con los
requerimientos de Dios y el camino que Él nos señala, seremos capaces de liberarnos de
nuestro carácter corrupto y satánico, de ser purificados y obtener la salvación de Dios.
¡Sólo así se obtiene la salvación total de Dios! Ojalá todos seamos vírgenes prudentes que
siguen verdaderamente la voz de Dios y, cuando oigamos que alguien está
dando testimonio de que Dios está pronunciando palabras y llevando a cabo la obra de
juicio, no la rechacemos ciegamente. En cambio, debemos tratarla con cautela y buscarla e
investigarla proactivamente para discernir si es realmente la obra de Dios, si contiene
expresiones de la verdad. ¡Esa es la única manera de dar la bienvenida al regreso del Señor
Jesús y obtener la salvación de Dios de los últimos días!

MPORTANCIA DE CONGREGARNOS
marzo 16, 2017

La Importancia de Congregarnos

Objetivos:
1.   Que cada alumno aprenda lo importante que conlleva congregarse.
2.   Que el alumno experimente la bendición que hay para aquellos que se congregan.
3.   Conocer que fue Dios el que estableció este sistema. La iglesia primitiva se congregaba todos los días.

Introducción:
A. El círculo de comodidad en el cual vivimos hoy, ha anonadado a muchos cristianos, a tal punto que solamente se
congregan una vez por semana.
B. El congregarse todos los días, no es para nuestra cultura cristiana una prioridad, por el contrario nos parece
exagerado.
C. A través de la Biblia nosotros encontramos la voluntad de Dios, y es en ella donde descubrimos que debemos
congregarnos continuamente.
D. La pregunta es ¿por qué? Porque allí (en la congregación) Dios envía su bendición.

Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Es como el óleo
precioso sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende hasta el borde
de sus vestiduras.
Salmos 133:1-2

I.    Congregación:
A. Del hebreo podemos traducir: Encuentro, asamblea programada.
B. Cuán bueno y cuán delicioso es que los hermanos habiten juntos en armonía, esto se da solamente cuando nos
congregamos.
C. La Biblia nos enseña cómo la iglesia primitiva se congregaba en las casas y en el templo, ellos perseveraban
unánimes en el templo día tras día.
D. Podemos determinar que la congregación está, donde un grupo de discípulos se reúnen en el nombre del Señor,
ya sea en el templo, las casas u otro lugar.

II. Las bendiciones:


A. Una de las traducciones de la palabra bendición es habilitar a alguien.
B. La palabra bueno también se puede traducir: qué feliz y cuán agradable. Este es uno los verdaderos propósitos de
Dios, que podamos encontrar en nuestra congregación un lugar de remanso, de tranquilidad, de gozo, etc.
C. Somos habilitados para poder cohabitar y convivir con otros, esto nos permite recibir la bendición de ser
ministrados por el don que Dios ha otorgado a cada uno. 1ª Corintios 14:26.
D. Habitar viene de una raíz hebrea que también podemos traducir como: morar, permanecer, establecerse, persistir.
E.   En otras palabras, “Mirad qué feliz y cuán agradable es que los hermanos permanezcan juntos en armonía”.
  
III. La importancia de congregarse:
A. El congregarse para un cristiano es como la práctica diaria para un buen músico, éste sabe que si una vez a la
semana practica será un músico del montón.
B. Así todo cristiano que no se congrega continuamente, no va a crecer ni a desarrollar su ser tripartito. Será un
cristiano común y corriente.
C. Debemos comprender el lenguaje bíblico y cuando la Biblia habla de congregarnos no se está refiriendo a
hacerlo una vez a la semana.
D. “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho
más al ver que el día se acerca.” Hebreos 10:25
E.   ¿Por qué es importante congregarse? porque el día (de Cristo, la parusía) se acerca.
F.   Otro de los factores importantes es la ministración de la presencia de Dios a su congregación, como dice el
Salmo 133, es derramado el óleo sacerdotal sobre toda la asamblea reunida.
G. Sumemos a todo esto la ministración de los dones espirituales, el don de profecía, el don de fe, el don de sanidad
y la revelación de la Palabra como alimento del espíritu del cristiano.

IV. Congregarse continuamente:


A. ¿Por qué Dios quiere que nos congreguemos continuamente?
B. Porque eso abre una puerta dimensional donde Él nos visita continuamente. Mateo 18:20
C. Porque en la congregación de los justos Él envía su Palabra, ese pan de vida.
D. Porque juntos podemos formar uno de los campamentos del Mahanahim, con danzas y alabanzas para esperar
que el campamento celestial se una a nosotros y poder de esa manera ministrar a Dios en otra dimensión.
E.   La unción que Dios derrama cuando estamos juntos en su Nombre no es la misma que cuando estamos solos en
nuestro hogar.
F.   Es tiempo de despertar y caminar con todo el redil de las ovejas y dejar que nos lleven a verdes pastos.

CONCLUSIONES:

1.   Encuentro, asamblea programada ¿de qué palabra se derivan?


      Congregación
2.   ¿En que lugar está la congregación?
      Donde los discípulos se reúnen.
3.   ¿Por qué es una bendición congregarse?
      Porque allí somos habilitados para poder cohabitar y convivir con toda la congregación.
4.   ¿Qué dice Hebreos 10:25?
      No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho
más al ver que el día se acerca.
5.   ¿Por qué es la voluntad de Dios que nos congreguemos continuamente?
      Porque Él quiere visitarnos todos los días con su presencia y su Palabra.

VI

ESTUDIO BIBLICO SOBRE EL PERDÓN

 
Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó
austedes por medio de Cristo.Efesios 4:32 TLA

(Juan 8:36 NVI). El perseverar y fijar los ojos en Aquel que nos perdonó, será una fuerza liberadora
como ninguna otra cosa que hayamos experimentado. Espero que Dios actúe en su vida como ha actuado en la
mía y que el Espíritu Santo sea quien nos guíe en esta travesía.
¿QUÉ ES EL PERDÓN?

ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:
Reparte de tres a cinco cartas y pide que escriban ejemplos de situaciones donde alguien ha sido ofendido o se
le ha hecho molestar a él o a un miembro de la familia. Recógelas y entrega a cada uno una carta. Divide al
grupo en pequeños equipos y lean las cartas juntos. Los participantes compartirán con el grupo si perdonarían a
esa persona y por qué, o por qué no. Discute cada si situación sería fácil o difícil de perdonar y porqué el perdón
es más fácil en algunas situaciones que en otras.

DESARROLLO:
A.
 
¿QUÉ NO ES EL PERDÓN?1)
 
No es un asunto de emociones. No tenemos que esperar sentir alguna simpatía por el ofensor, para poder
perdonarle.
2) No es excusar. No significa aprobar lo que hizo esa persona. No necesitamos estar de acuerdo con el ofensor
ni tenemos que buscar excusas por su comportamiento.
3) No significa confiar nuevamente en el ofensor. Esto es particularmente importante cuando el ofensor no se
arrepiente (y esto es un caso muy frecuente). El perdón, en este caso, no significa que la relación personal sea
restaurada. La relación es restaurada solamente cuando el ofensor se arrepiente sinceramente, pide perdón y
hace restitución.
4) No es olvidar. Algunos piensan que no han perdonado realmente porque siguen sintiéndose heridos y no
pueden olvidar la ofensa. El “olvida”, de Dios significa Que El ya no recordará estos pecados “en contra
de nosotros. (Salmo 79:8), o sea, ya nos utilizará para acusarnos.

B. ¿QUÉ ES EL PERDÓN?1)
 
Cristo compara el perdón con cancelar una deuda.
i. Mateo 18:21-35
ii.  a) (24) Un talento valía más de 15 años de trabajo. El hombre de la parábola debía 150 000 añosde
trabajo al rey (cantidad que era imposible pagar). El otro siervo debía aproximadamente 100días de
trabajo. (Pecados que cometemos contra Dios.
iii. b) (28) Cien talentos es menos de la diezmilésima parte de los diez mil talentos. Se refiere al pecado
que comete un hermano contra otro hermano.
iv. c) (31) Si no perdonamos al hermano que peca contra nosotros los demás hermanos se entristeceny
pueden presentar este asunto ante el Señor.

ii. Cada persona que ofende queda en deuda con el ofendido.

a) Somos muy buenos para mantener cuentas. (Algunas pagan a tiempo, algunas pagan despuésde mucho
tiempo y otras simplemente no pagan)
b) Cuando perdonamos a alguien, él no nos debe nada porque su cuenta queda pagada ycancelada.2)
 
Perdonar es soltar, dejar (gr.ἀφίημι - afíemi) Mateo 18:27 i.
 
Es la misma palabra que se usa en:
a) Juan 4:28
b) 1 Corintios 7:11 ii.
 
Esto debemos hacer con cualquiera de los sentimientos de rencor o venganza hacia quienes pecan
contra nosotros.
 
Es necesario soltar/dejar:
 
a) A la persona que nos ofendió: pensamos mucho en la persona que nos ofendió.
b) El incidente que causó la herida: repasamos una y otra vez el incidente, casi sin querer.
c) El dolor: nos gusta sentir ese dolor y a veces nos sentimos con la obligación de seguir adoloridos.
d) El derecho de tomar represalias, el deseo de vengarse: No podemos hacer justicia. (Romanos12:17,21)
 
El perdón es una actitud y un proceso en muchos casos.
 
El perdón se da, aunque la otra persona no se arrepienta.
 
El perdón nos puede incomodar, pero la recompensa es grande. (Lucas 6:37)

CIERRE:
A. Tenemos ideas equivocadas sobre el perdón.
B. El perdón según la Biblia es:
1) Cancelar una deuda.
  2) Una ofensa es una deuda que se debe pagar
Soltar-Dejar.
 La persona ofendida.
 El incidente.
 El dolor.
 El deseo de venganza
C. Debemos tener la disposición para perdonar como Cristo nos manda.

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