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Título abreviado: Bilingüismo y personalidad

Bilingüismo tardío y personalidad

en sujetos adultos.

Katia Heidenreich1 y Viviana Lemos2

1
Facultad de Humanidades, Universidad Adventista del Plata, Entre Ríos (Argentina);

katia.heidenreich@uap.edu.ar

2
Facultad de Humanidades, Universidad Adventista del Plata, Entre Ríos (Argentina);
viviana.lemos@uap.edu.ar

10 (diez)
Resumen

Enmarcado en el enfoque de los Big Five, el objetivo principal de este estudio fue

investigar si existían diferencias en el perfil de personalidad de sujetos bilingües

tardíos en función del idioma que utilizaban al responder el cuestionario de

personalidad NEO PI-R (versión inglés y español). Participaron del estudio, a partir

de un muestreo tipo bola de nieve, 131 adultos bilingües tardíos (72 argentinos y 59

estadounidenses). Se calculó un MANOVA de medidas repetidas para evaluar si el

perfil de personalidad en general, y en sus dimensiones (extraversión, apertura a la

experiencia, agradabilidad y responsabilidad), se mantenía semejante según el idioma

de la prueba (factor intrasujeto). Y otro MANOVA de medidas repetidas incluyendo

como factor intersujetos el tipo de lengua nativa (español, inglés) para controlar el

efecto de dicha variable. Los resultados indicaron diferencias estadísticamente

significativa en el perfil de personalidad en función del idioma utilizado al responder

el NEO PI R [F de Hotelling (5, 126) = 21.707; p = .000]. Específicamente estas

diferencias se encontraron en los factores de neuroticismo [F (1, 130) = 30.190; p

= .000], extraversión [F (1, 130) = 25.381; p = .000] y apertura [F (1, 130) = 4.368; p

= .039]. La lengua nativa no tuvo un impacto significativo en el perfil de personalidad

[F de Hotelling (5, 125) = .692; p = .630]. Los resultados se discuten en el marco del

fenómeno denominado cultural frame switching (CFS), sin perder de vista las

limitaciones del diseño, destacando los alcances del estudio y futuras líneas de

investigación.

Palabras clave: Personalidad, inglés, español, bilingüismo, modelo de los Cinco Grandes,

diferencias culturales.

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Abstract

Framed within the Big Five approach, the main objective of this study was to

investigate whether there were differences in the personality profile of late bilingual

subjects depending on the language they used when answering the NEO PI-R

personality questionnaire (English and Spanish version). A snowball-type sampling of

131 late bilingual adults (72 Argentines and 59 Americans) participated in the study.

A repeated measures MANOVA was calculated to assess whether the personality

profile in general, and in its dimensions (extraversion, openness to experience,

agreeableness and conscientiousness), remained similar according to the language of

the test (within-subject factor). And another MANOVA of repeated measures

including the type of native language (Spanish, English) as an intersubject factor to

control the effect of said variable. The results indicated statistically significant

differences in the personality profile depending on the language used when answering

the NEO PI R [Hotelling's F (5, 126) = 21.707; p = .000]. Specifically, these

differences were found in the neuroticism factors [F (1, 130) = 30.190; p = .000],

extraversion [F (1, 130) = 25.381; p = .000] and openness [F (1, 130) = 4.368; p

= .039]. The native language did not have a significant impact on the personality

profile [Hotelling's F (5, 125) = .692; p = .630]. The results are discussed within the

framework of the phenomenon called cultural frame switching (CFS), without losing

sight of the limitations of the design, highlighting the scope of the study and future

lines of research.

Keywords: Bilingualism, cross-cultural differences, Five-Factor Model, English,

personality, Spanish.

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Introducción

El estudio de la personalidad constituye una de las principales áreas de investigación

en la psicología (Simkin, Etchezahar, & Ungaretti, 2012). Trabajos de revisión sistemática de

la bibliografía disponible evidencian que en el área de estudio de la personalidad se concentra

la mayor producción del conocimiento psicológico a lo largo de la historia (Yang & Chiu,

2009), lo cual se debe a la influencia de la personalidad en numerosas variables psicológicas.

La personalidad se define como la organización dinámica que determina el

comportamiento, el pensamiento y la adaptación de los individuos al ambiente (Allport,

1937). En línea con lo anterior, Feist y Feist (2006) la definen como un “patrón de rasgos

relativamente permanentes y de características singulares que confieren coherencia e

individualidad al comportamiento de una persona” (p. 4).

Ahora bien, si clasificamos de manera muy general el estudio de la personalidad,

podemos encontrar dos grandes perspectivas teóricas: teorías del rasgo único y teorías de

rasgos múltiples. Dentro de las teorías de rasgos múltiples se destaca el Modelo de los Big

Five, postulado por McCrae y Costa (1990) a partir del cual es posible identificar

empíricamente cinco factores de la personalidad: Neuroticismo, Extraversión, Apertura a la

experiencia, Amabilidad y Responsabilidad (John, 2021).

El enfoque de los Big Five, el cual comprende a la personalidad como una estructura

factorial, tiene sus raíces en el enfoque léxico (Richaud, Lemos, & Oros, 2001). El supuesto

básico del enfoque léxico es que “aquellas diferencias individuales, que son más

sobresalientes y socialmente relevantes en la vida de las personas, han quedado codificadas

en sus respectivos lenguajes naturales: cuanto más importante es dicha diferencia, más

probable es que se exprese con una palabra” (Richaud et al., 2001, p.1).

Dentro de las teorías de rasgos múltiples, el lenguaje juega un papel importante

determinando lo que somos capaces de pensar, y también puede ser crucial para expresar lo

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que sentimos o cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo concebimos nuestra propia

personalidad (Slobin, 1996).

Si como mencionábamos anteriormente, el lenguaje es la estructura que nos permite

expresar nuestra personalidad ¿Qué ocurre entonces con aquellas personas que pueden

expresarse de manera fluida en más de un idioma? Este sería el caso de quienes son bilingües

y pueden entender, así como comunicarse y expresarse en forma clara y precisa en dos

idiomas (Rueda Cataño & Wilburn Dieste, 2014).

Por un lado, la personalidad se ha conceptualizado durante mucho tiempo como

estable en el tiempo y consistente en todas las situaciones, y es posible encontrar gran

cantidad de investigaciones que así lo confirman (Ardelt, 2000; Borghuis et al., 2017; Cobb-

Clark & Schurer, 2012; Hampson & Goldberg, 2006; Harris, Brett, Johnson & Deary, 2016;

Wortman, Lucas, & Donnellan, 2012). Desde esta perspectiva, el lenguaje no es un factor

contextual que pueda impactar en la evaluación de la personalidad de un bilingüe, sino que

simplemente es una herramienta que permite la expresión de rasgos subyacentes.

Por otro lado, hay varios estudios que plantean que esta relación entre el lenguaje y la

personalidad produce en las personas bilingües una “suerte” de dualidad (Chen & Bond,

2010; Ramírez-Esparza, Gosling, Benet-Martínez, Potterc & Pennebakera, 2006; Rezapour &

Zanjirani, 2020; Veltkamp, Recio, Jacobs & Conrad, 2013), que los conduce a comportarse y

sentirse de manera diferente cuando hablan un idioma en comparación con el otro (Pavlenko,

2006).

Sin embargo, solo unos pocos estudios publicados abordan directamente la cuestión

de si las personas bilingües exhiben diferencias en la personalidad según el idioma en el que

se estén comunicando. Uno de ellos es el desarrollado por Ervin (1964), quien administró el

Test de Apercepción Temática (TAT) en francés e inglés a bilingües anglo- franceses. El

autor encontró que las temáticas de logros fueron más frecuentes en las historias en inglés

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entre las mujeres bilingües, mientras que la agresión verbal contra sus pares, la autonomía o

el alejamiento de los demás fueron más comunes en las historias en francés. Basado en estos

hallazgos, el autor infirió que en sus producciones verbales los bilingües expresaban “dos

personalidades”.

Recientemente y enmarcados en el modelo de personalidad de los Big Five, Ramírez-

Esparza et al. (2006) evaluaron a varias muestras de personas bilingües español-inglés,

ubicadas en los Estados Unidos y México. Los autores llegaron a la conclusión de que

aquellos individuos bilingües y biculturales presentaron una tendencia a cambiar sus

interpretaciones del mundo, dependiendo de sus culturas internalizadas, en respuesta a las

señales de su entorno (e.g. lenguaje, referentes culturales). Afirmando que se produce un

fenómeno de cambio de marco cultural (cultural frame switching) cuando el individuo habla

un idioma u otro y éste afecta, no solo sus atribuciones o valores, sino también su

personalidad. Así mismo, Veltkamp et al. (2013) evaluaron, utilizando el inventario de

personalidad de los Big Five, a individuos fluentes en español y alemán, y encontraron que el

aprendizaje de una segunda lengua les proporcionaba una nueva forma de percibir y mostrar

su propia personalidad.

Retomando lo mencionado anteriormente, hay autores que plantean que el aprendizaje

de un idioma se encuentra ligado fundamentalmente a la internalización de la cultura y los

valores inherentes a la misma (Chen & Bond, 2008; Pavlenko, 2006). En esta misma línea,

Koven (2006) propone que la cultura nos proporciona fórmulas, muy parecidas a un guión,

para expresar ideas y sentimientos a través del lenguaje. Es por esto que las personas que son

bilingües obtienen acceso a múltiples sistemas de significado cultural y pueden ir cambiando

entre éstos.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado, es posible relacionar lo que plantean Chen y

Bond (2010) de que el lenguaje se encuentra significativamente conectado con normas

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culturales, actitudes y estructuras sociales, con el hecho de que el lenguaje juega un papel

importante en la delimitación de lo que somos capaces de pensar y cómo entendemos nuestra

propia personalidad. Es aquí donde reside el aporte y la importancia de este estudio, ya que a

saber, en Argentina todavía no se han desarrollado investigaciones que permitan evaluar la

relación entre la personalidad, el bilingüismo y la cultura propia del país.

En este contexto el problema específico de esta investigación es el siguiente: ¿Existen

diferencias en el perfil de personalidad que exhiben los sujetos bilingües tardíos según el

idioma (español e inglés) en que es evaluado dicho perfil de personalidad?

El objetivo general del estudio es investigar en sujetos bilingües tardíos (segunda

lengua adquirida luego de los 12 años) si existen diferencias en el perfil de personalidad en

función del idioma en que responden a la evaluación del constructo personalidad.

Los objetivos específicos son:

1. Evaluar el perfil de personalidad en inglés y en español de sujetos bilingües

tardíos argentinos, que poseen como primer idioma el español (L1) y como

segundo idioma el inglés (L2).

2. Evaluar el perfil de personalidad en inglés y en español de sujetos bilingües

tardíos estadounidenses, que poseen como primer idioma el inglés (L1) y como

segundo idioma el español (L2).

3. Analizar posibles diferencias y/o similitudes en los perfiles de personalidad en

función del lenguaje utilizado para su evaluación.

4. Evaluar si las diferencias y/o similitudes se mantienen controlando el efecto de la

lengua nativa o L1.

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Método

Participantes

La muestra estuvo compuesta por 131 adultos (51 varones y 80 mujeres) bilingües, de

los cuales 72 eran argentinos y 59 estadounidenses; con edades comprendidas entre los 18 y

los 62 años (M = 29.70; DE = 10.81), seleccionados por medio de un muestreo bola de nieve,

intencional no probabilístico. Los criterios de inclusión que se tuvieron en cuenta fueron que:

(a) los participantes fueran fluentes tanto en inglés como en español y (b) que el segundo

idioma haya sido aprendido después de los 10/12 años.

Instrumentos

Inventario de Personalidad NEO Revisado de Costa y McCrae (1992). Se utilizó el

inventario NEO-PI-R en su versión en inglés (Costa & McCrae, 1992) y en su versión

adaptada a la Argentina por Richaud de Minzi, Lemos y Oros (2001). El instrumento está

compuesto por 240 ítems, a los que se responde con una escala Likert de cinco opciones. Éste

evalúa 30 facetas de ocho ítems cada una, las cuales se agrupan en los cinco grandes factores

de la personalidad: neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, agradabilidad y

responsabilidad.

El estudio de las propiedades psicométricas del instrumento en Argentina presentó

una consistencia interna, calculada a través del coeficiente alpha de Cronbach, de α = .82 para

neuroticismo, α = .67 para extraversión, α = .66 para apertura a la experiencia, α = .70 para

agradabilidad y α = .81 para responsabilidad (Richaud de Minzi et al., 2001). Valores

similares a los de la versión original en inglés donde los coeficientes de consistencia interna

se calcularon entre .86 y .95. Y si bien solo tres de las subpruebas tuvieron una buena

confiabilidad test-retest a largo plazo (neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia),

todas ellas tuvieron una alta confiabilidad test-retest a corto plazo (McCrae, Kurtz,

Yamagata, & Terracciano, 2011).

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También se utilizó un cuestionario sociodemográfico y un breve cuestionario para

evaluar el nivel de inglés (https://www.cambridgeenglish.org/test-your-english/general-

english/); con el fin de recabar la información necesaria para cumplir con los criterios de

inclusión mencionados anteriormente.

Procedimientos de recolección de datos

Para la recolección de datos se utilizó un muestreo del tipo bola de nieve, intencional,

no probabilístico ya que se comenzó con una pequeña población de individuos conocidos que

cumplían con los criterios de inclusión ya mencionados expandiendo la muestra al pedir a los

participantes iniciales que identifiquen a otros que podrían participar también del estudio.

La evaluación se realizó de manera online a través de dos formularios a completar en

un período de dos semanas. Los participantes completaron primeramente el consentimiento

informado que asegura la confidencialidad de los datos proporcionados; una versión del

NEO-PI-R en su versión en inglés y/o en español (de manera aleatoria) y conjuntamente un

breve cuestionario sociodemográfico con información personal: código de identificación,

mail, edad, sexo, nacionalidad, provincia de residencia, ocupación, profesión y estudios

realizados; y un breve cuestionario para evaluar el nivel de fluencia de inglés. Luego,

utilizando el mail se les reenvió el segundo cuestionario que contiene la segunda versión del

NEO-PI-R en español para aquellos que en la primera instancia completaron el protocolo en

inglés y viceversa.

Se tomaron todas las medidas necesarias para asegurar la confidencialidad de los

datos de todos los participantes, esto incluyó la asignación de un código a cada participante

con el fin de identificar a quien pertenecía cada protocolo para luego poder aparear los datos

recogidos en cada una de las dos instancias de evaluación.

Por otro lado, este estudio fue evaluado por el Comité de Ética de la Universidad

Adventista del Plata para garantizar que las acciones se desarrollen bajo estrictos criterios

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éticos que aseguren el respeto de los valores, los derechos, la confidencialidad, la seguridad y

la integridad de los sujetos participantes.

Procedimientos para el análisis de los datos

Se calculó un MANOVA de medidas repetidas para evaluar si el perfil de

personalidad en general, como así también cada una de las dimensiones que evalúa el NEO

PI- R (neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, agradabilidad y responsabilidad),

se mantienen estables o no, según el idioma de la prueba (factor intrasujeto).

Para evaluar si las diferencias y/o similitudes en los perfiles de personalidad se

mantienen controlando el efecto de la lengua nativa o L1, se calculó nuevamente un

MANOVA de medidas repetidas, agregando como variable intersujetos la variable de

comparación tipo de lengua materna: español (L1 español) o inglés (L1 inglés).

Resultados

Análisis exploratorio inicial de los datos

En primer lugar, se realizó una exploración inicial de los datos, examinando la posible

presencia de puntuaciones extremas (outliers), casos perdidos (missing) y alejamiento de la

normalidad. Con respecto a las puntuaciones extremas, se calcularon las puntuaciones típicas

de cada variable, no encontrando ningún puntaje Z fuera del rango±3, tal como es

recomendado (Tabachnick y Fidell, 2001). Por otra parte, dado que el formulario no permitía

avanzar si no se respondía a cada pregunta, no hubo casos perdidos. Finalmente, se examinó

la asimetría y curtosis de cada variable no observándose en ningún caso, puntuaciones que

indicaran un sesgo marcado con respecto a la normalidad (Kline, 2005).

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Diferencias en el perfil de personalidad en función del idioma utilizado para su

evaluación.

Dado el cumplimiento de los supuestos para la realización de análisis paramétricos,

seguidamente se realizó un análisis multivariado de variancia (MANOVA) el cual indicó

diferencias estadísticamente significativa en el perfil de personalidad en función del idioma

en el que contestaron el cuestionario NEO PI R [F de Hotelling (5, 126) = 21.707; p = .000].

Específicamente estas diferencias se encontraron en los factores de neuroticismo [F (1, 130)

= 30.190; p = .000], extraversión [F (1, 130) = 25.381; p = .000] y apertura [F (1, 130) =

4.368; p = .039].

No se hallaron diferencias significativas en los factores de responsabilidad [F (1, 130)

= .023; p = .880] y agradabilidad [F (1, 130) = .933; p = .336].

Las medias para las respuestas del cuestionario en inglés fueron más elevadas para

neuroticism (M = 141.09; DE = 21.72) y extraversion (M = 150.72; DE = 8.52) a diferencia

de las respuestas del cuestionario en español de neuroticismo (M = 132.96; DE = 24.65) y

extraversión (M = 142.76; DE = 18.62) (ver figura 1 y 2); y más bajas para openness to

experiencie (M = 159.48; DE = 14.70) en contraste con apertura (M = 161.87; DE = 17.49)

(ver figura 3). (Ver tabla 1).

Tabla 1
Puntuaciones medias y desviaciones típicas de las cinco dimensiones del NEO PI-R en
función del idioma utilizado para su evaluación
NEO PI-R Español NEO PI-R Inglés Sign.

M (DE) M (DE) F p

Neuroticismo 132.96(24.65) 141.099(21.72) 30.190 .000***


Extraversión 142.76(18.62) 150.72(8.52) 25.381 .000***
Apertura 161.87(17.49) 159.48(14.70) 4.368 .039***
Responsabilidad 165.17(21.94) 164.99(20.76) .023 .880
Agradabilidad 164.15(15.23) 163.22(14.99) .933 .336
Nota. Los *** indican en qué variables se presentan las diferencias significativas al nivel
de - p < .05; - p < .000.

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Figura 1. Representación gráfica de de las medias de la dimensión Neuroticismo en español y
en inglés.

Figura 2. Representación gráfica de de las medias de la dimensión Extraversión en español y


en inglés.

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Figura 3. Representación gráfica de de las medias de la dimensión Apertura en español y en
inglés.

Diferencias en el perfil de las Facetas de personalidad de las dimensiones que

presentaron diferencias estadísticamente significativas.

Al analizar el perfil de las facetas que componen la dimensión neuroticismo, el

MANOVA indicó un perfil diferente en función del idioma en el que los participantes

contestaron el cuestionario NEO PI R [F de Hotelling (6, 125) = 2.65; p = .019].

Específicamente estas diferencias se encontraron en la faceta de autocrítica [F (1, 130) =

4.24; p = .042] las medias para las respuestas en inglés (M = 24.20; DE = 4.94) fueron

mayores que las dadas en español (M = 23.38; DE = 5.26). No se encontraron diferencias

significativas en las facetas de ansiedad, hostilidad, depresión, impulsividad y vulnerabilidad.

Al analizar el perfil de las facetas que componen la dimensión de extraversión, el

MANOVA indicó un perfil diferente en función del idioma en el que los participantes

contestaron el cuestionario NEO PI R [F de Hotelling (6, 125) = 9142.38; p = .000].

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Específicamente estas diferencias se encontraron en la faceta de calidez [F (1, 130) = 4.24; p

= .042] las medias para las respuestas en inglés (M = 27.15; DE = 2.26) fueron mayores que

las dadas en español (M = 25.77; DE = 2.28) y actividad [F (1, 130) = 4.75; p = .031] las

medias para las respuestas en español (M = 24.96; DE = 3.07) fueron mayores que las en

inglés (M = 24.28; DE = 2.84). No se encontraron diferencias significativas en las facetas de

sentimiento gregario, asertividad, búsqueda de excitación y emociones positivas.

Al analizar el perfil de las facetas que componen la dimensión apertura, el MANOVA

indicó un perfil diferente en función del idioma en el que los participantes contestaron el

cuestionario NEO PI R [F de Hotelling (6, 125) = 7.40; p = .000]. Específicamente estas

diferencias se encontraron en la faceta de fantasías [F (1, 130) = 26.70; p = .000] las medias

para las respuestas en español (M=27.07; DE=5.63) fueron mayores que las dadas en inglés

(M=25.11; DE= 4.43) y acciones [F (1, 130) = 5.28; p = .023] las medias para las respuestas

en español (M= 24.37; DE= 4.41) fueron mayores que las en inglés (M= 23.64; DE=3.93).

(Ver tabla 2). No se encontraron diferencias significativas en las facetas de estética,

sentimientos, ideas y valores.

Tabla 2
Puntuaciones medias y desviaciones típicas de facetas de las dimensiones de neuroticismo,
extraversión y agradabilidad en función del idioma utilizado para su evaluación
Dimensión Faceta NEOPI-R NEOPI-R Sign.
Español Inglés
M(DE) M(DE) F p
Neuroticismo Ansiedad 25.45(5.58) 25.50(4.88) .016 .899
Hostilidad 21.40(4.7) 22.02(4.39) 3.31 .071
Depresión 23.71(6.52) 24.26(5.41) 2.11 .148
Autocrítica 23.38(5.26) 24.20(4.94) 4.23 .042***
Impulsividad 24.23(4.91) 24.77(4.29) 3.19 .076
Vulnerabilidad 20.70(5.26) 20.32(4.59) 1.18 .279
Extraversión Calidez 25.77(2.28) 27.15(2.26) 35.30 .000***
Sentimiento 23.61(2.82) 23.40(2.46) .756 .386
Gregario
Asertividad 25.02(2.51) 24.96(2.19) .197 .658
Actividad 24.96(3.07) 24.28(2.84) 4.75 .031***
Búsqueda de 24.78(3.22) 25.35(3.36) 3.72 .056

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Excitación
Emociones 25.17(2.57) 25.61(2.26) 3.39 .068
Positivas
Apertura Fantasías 27.07(5.63) 25.11(4.43) 26.70 .000***
Estética 27.41(5.83) 27.79(5.96) 1.02 .313
Sentimientos 28.25(4.79) 28.53(4.32) .624 .424
Acciones 24.37(4.41) 23.64(3.93) 5.28 .023***
Ideas 26.47(2.92) 26.38(3.01) 0.96 .757
Valores 28.29(4.47) 28.80(4.01) 3.15 .078
Nota. Los *** indican entre qué grupos se presentan las diferencias significativas al nivel
de p < .05; p < .000.

Diferencias en el perfil de personalidad en función del idioma utilizado para su

evaluación controlando la lengua nativa de los sujetos.

Para controlar el efecto de la lengua nativa (L1) se volvió a realizar un MANOVA de

medidas repetidas incluyendo como factor intersujetos los grupos L1 español, L1 inglés. Los

resultados del análisis indicaron que las diferencias en el perfil de personalidad se deben

únicamente al idioma utilizado para su evaluación [F de Hotelling (6, 125) = 2.65; p = .019],

sin incidir en dichas diferencias el tipo de lengua nativa [F de Hotelling (5, 125) = .692; p

= .630]. La interacción de ambas variables tampoco resultó significativa [F de Hotelling (5,

125) = 1.04; p = .399].

Discusión

El objetivo principal de este estudio fue investigar si existían diferencias en el perfil

de personalidad de sujetos bilingües tardíos en función del idioma que utilizaban para

expresarse al responder el cuestionario evaluación de personalidad. Se evaluaron adultos

argentinos y estadounidenses bilingües con la versión original del NEO PI- R en inglés y con

la adaptación argentina. Se encontró que tres de los cinco factores evaluados fueron

respondidos de manera diferente según el idioma de la prueba., Llos participantes obtuvieron

puntajes más altos en Neuroticismo y Extraversión cuando completaron el cuestionario en

inglés y obtuvieron puntajes más altos en Apertura cuando lo hicieron en español.

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Estos resultados concuerdan en líneas generales con los obtenidos por Ramírez-

Esparza et al. (2006) quienes fueron los primeros en demostrar que las puntuaciones de los

test de personalidad de los bilingües se veían afectadas por el idioma utilizado para la

evaluación. Y con los hallazgos de Veltkamp et al. (2013) de que las diferencias en las

respuestas no se limitan a una población específica de bilingües tempranos que crecieron

hablando dos idiomas (bilingües biculturales) sino que también ocurren en bilingües tardíos.

Ahora bien ¿es posible que estas diferencias debiliten el concepto de la personalidad

como un conjunto de rasgos relativamente permanentes y que se mantienen constantes a lo

largo del tiempo y las situaciones?

Por un lado, podemos interpretar los resultados como parte de un proceso conocido

como aculturación (Bond & Yang, 1982), un fenómeno que conceptualmente es equivalente

al cultural frame switching (CFS). Al igual que CFS, la aculturación se observa cuando los

bilingües responden a situaciones (en este caso, por ejemplo, responder a un cuestionario de

personalidad) de una manera que se adapta o favorece la cultura asociada con el idioma que

están utilizando en el momento. Esto se debe a que el lenguaje funciona como un

condicionante que evoca aspectos contextuales de las culturas internalizadas de los bilingües

(Oyserman & Lee, 2007) y que a su vez afectan el comportamiento (por ejemplo, sus

respuestas a un cuestionario). Así, cuando los bilingües respondan un instrumento en su

lengua materna, sus respuestas reflejarán los valores y actitudes asociados con esa lengua.

Cuando responden a un cuestionario en su segundo idioma, pueden favorecer las normas y

valores asociados con ese idioma.

Los resultados de esta investigación indican, como mencionábamos anteriormente,

que la CFS no ocurre únicamente con aquellos bilingües tempranos que crecieron hablando

dos idiomas (bilingües biculturales) como ya lo había comprobado Ramírez-Esparza et al.

(2006) sino que destaca la importancia que tiene el lenguaje para producir la aculturación ya

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que las diferencias en el perfil de personalidad se deben únicamente al idioma utilizado para

su evaluación, sin incidir en dichas diferencias el tipo de lengua nativa. Y esto se encuentra

en línea con lo planteado por Veltkam et al. (2013), quienes mencionan que aprender un

segundo idioma implica la representación automática de nuevos marcos culturales asociados

con este idioma que brindan al individuo una nueva gama de percepción y exhibición de su

propia personalidad.

En esta misma línea, McCrae et al. (1998) plantean que el idioma puede influir en lo

que ellos definen como juicio social de los encuestados encuestados, que hace referencia a

los procesos de autopercepción, comparación social y autopresentación, que afectan las

respuestas a los cuestionarios de personalidad. Es decir, las normas culturales y los estándares

implícitos de cada una de las culturas asociadas a los idiomas que la persona ha internalizado

pueden llevarlo a elegir opciones de respuesta para describirse a sí mismos en formas

culturalmente apropiadas. Y, por lo tanto, la aparente variación en la personalidad podría ser

un reflejo de diferentes expresiones de personalidad asociadas con los roles sociales

determinados de un idioma dado.

Con relación a lo anteriormente mencionado, Chen y Bond (2010) sugieren que el

lenguaje activa la percepción de los bilingües de las diferencias en las normas culturales, que

luego guían su comportamiento y afectan la expresión de su personalidad.

En cuanto a las variaciones en los perfiles de personalidad, lo que se evidencia en el

presente estudio son puntuaciones más elevadas para la dimensión de extraversión en inglés

que en español; resultados similares a los hallados por Ramírez-Esparza et al. (2006)

utilizando el Big Five Inventory (BFI). Ellos consideran que es posible que esto se deba a que

más allá de la comprensión popular de la palabra “extraversión” esta dimensión refleja

principalmente asertividad, que es un valor enfatizado en culturas individualistas como la

estadounidense; en lugar de expresividad emocional que es un valor más enfatizado en

17
culturas colectivas, como las latinas (John & Srivastava, 1999). Por otro lado y teniendo en

cuenta que esta dimensión hace referencia a la cantidad e intensidad de las interacciones

interpersonales, nosotros consideramos que posible que al responder los encuestados se

evalúen a sí mismos en relación a las normas culturales y estándares implícitos asociados al

idioma en el que están respondiendo (ver también Robins, Fraley & Krueger, 2009). Podemos

ejemplificar esto con la faceta de calidez, donde las puntuaciones fueron más altas en inglés y

más puntualmente con algunos de los ítems que la componen, como es el caso del 182 que en

inglés dice “I have strong emotional attachmenst to my friends” o el 212 “I take a personal

interest in the people i work with”. En Aargentina es más común que en las relaciones

laborales haya espacio también para un vínculo más personal y la cultura colectivista de

Aargentina (vs la individualista estadounidense) favorece que las amistades y diversos

vínculos emocionales sean más profundos (Heine & Lehman, 1997). Ppor esto, al comparase

con el estandar cultural es esperable que el sujeto puntue en menor medida en español. El

caso contrario ocurre con la faceta de actividad donde las puntuaciones fueron mayores

cuando la respuesta era en español. Un ejemplo de esto son los ítems 167 “I usually seem to

be in a hurry” y el 197 “My life is fast-paced”. El ritmo de vida que se desarrolla en

Eestados Uunidos es diverso que el de Aargentina;, por esto, al comparase con el estáandar

cultural es esperable que el sujeto puntúue en menor medida en inglés.

Otra de las dimensiones donde la puntuación fue mayor para las respuestas en inglés

fue la de neuroticismo, y si bien en este caso el resultado fue diferente que lo reportado por

Ramírez-Esparza et al. (2006) (a saber, neuroticismo con medias menores en inglés que en

español) podemos encontrar mayor claridad observando los análisis de las facetas donde los

sujetos puntúan significativamente más alto en autocrítica cuando responden en inglés que en

español. Esto puede estar relacionado con la deseabilidad social que es más frecuente en

18
culturas individualistas como la estadounidense que en las colectivistas como las latinas

(Heine & Lehman, 1997).

La última dimensión que presentó diferencias significativas fue la de apertura, donde

se observaron mayores puntajes en español que en inglés. Esta dimensión evalúa la búsqueda

y apreciación de experiencias, el gusto por lo desconocido y su exploración. Y de igual

manera que en las dimensiones anteriores podemos encontrar mayor claridad al observar las

puntuaciones de las facetas fantasías y acciones, que en este caso fueron mayores cuando las

respuestas eran en español. En relación a esto Erez y Nouri (2010) encontraron que la

apertura a la experiencia es una característica universal pero que la cultura la fomenta en

algunas situaciones y temas y la desalienta en otros. También encontraron que se encuentra

relacionada con la creatividad y como plantea Lubart (1990) la creatividad surge a través de

una interacción de una persona con una cultura. Y por lo tanto culturas más estructuradas y

estandarizadas como la estadounidense no permiten tanto espacio para mantener la

imaginación vívida y fantasía activa ni para mantener el interés de ir a sitios nuevos, o comer

cosas inusuales; que es entre otras cosas los aspectos que evalúa esta dimensión.

Por otro lado es importante remarcar que si bien nuestros resultados apoyan la

suposición de que el lenguaje facilita el CFS y por lo tanto permite la expresión de distintos

patrones de personalidad (Chen & Bond, 2010; Ramirez-Esparza et al.,2006; Veltkam et al.,

2013), . eEl lenguaje también presenta complejas interacciones con variables culturales,

relaciones entre grupos y roles sociales (Heller, Watson, Komar, Min & Perunovic, 2007). 

En relación a esto, es necesario señalar una de las limitaciones que presentan los

autoinformes sobre la propia personalidad, donde el mismo individuo es objetivo y evaluador,

y aún no sabemos si la cultura ha afectado las características de personalidad del objetivo, o

las características de juicio social del evaluador, o ambas. Mientras la evaluación de la

19
personalidad se limite a los autoinformes, estas preguntas no pueden responderse, porque la

variación sustantiva se confunde con la variación del método (McCrae et al., 1998).

Para contrarrestar esta limitación propia de los autoinformes sería interesante orientar

las próximas investigaciones relacioanadas a la personalidad con un diseño que permita

incorporar la evaluación realizada por un observador nativo. Esto podría llevarse a cabo

incluyendo como parte de la evaluación el formulario R del NEO PI R, así como también

realizando entrevistas donde los entrevistadores sean nativos argentinos y nativos

estadounidenses. También sería interesante poder establecer las diferencias generales de

personalidad entre los monolingües estadounidenses y argentinos; ya que se cuenta

actualmente con abundante información respecto a resultados normativos para la cultura

estadounidense (McCrae et al., 2005) pero no así para la argentina.

Y en línea con lo anteriormente mencionado, es importante destacar que si bien

cuando se realizó la adaptación argentina del NEO PI-R los análisis psicométricos de mismo

presentaron un alto grado de confiabilidad y validez, el instrumento como tal ha sido poco

investigado para la población argentina, “tanto en su estructura factorial, validez de

constructo y confiabilidad como en sus resultados normativos según edad, género y otras

variables relevantes” (Facio, Prestofelippo & Sireix, 2015) lo que también presenta una

limitación para el presente estudio y una invitación para los proximos estudios de poder

seguir apliando el conocimiento en ese áarea.

Otra de las limitaciones del presente estudio y también del estudio de la personalidad

en general en Aargentina tiene que ver con el uso de instrumentos que son “importados” y

traducidos al lenguaje local, como es el caso del NEO PI R. Robins, Fraley & Krueger,

(2009) plantean que utilizar estos instrumentos “importados” acarrea ciertas limitaciones,

como el hecho de que impide a que los investigadores sacar conclusiones válidas sobre el

estatus transcultural del constructo de interés que es: su definición, red nomológica, y

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prevalencia en la otra cultura; y que se asume que el constructo que se está estudiando se

define en la cultura de interés exactamente de la misma manera que en la cultura donde se

desarrollaron el constructo y la medida. Para contrarrestar estos efectos los autores proponen

la utilización de estos instrumentos importados en conjunto con instrumentos desarrollados

en el propio país. Por lo que consideramos de suma importancia continuar profundizando en

el estudio de la personalidad en Aargentina desde una perspectiva centrada en lo regional y

propio de nuestra cultura.

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