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¿Cómo Los Pensamientos Negativos Afectan A Personas Con Parkinson?

Zarith Yelitza Molinares Palma

Institución Universitaria Americana


Psicología, Facultad De Humanidades Y Ciencias Sociales
Profesora: Cirit Mateus De Oro

Barranquilla, Colombia
18 De Mayo Del 2023
TEMA: Pensamientos negativos y Parkinson

PREGUNTA: ¿Cómo los pensamientos negativos afectan a personas con

Parkinson?

OBJETIVO GENERAL: Analizar qué pensamientos negativos afectan a una

persona y con Parkinson y la razón del por qué esto se puede dar

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 Comprender la razón por la cual las personas padecen esta enfermedad

 Identificar las emociones que pueden influir en el progreso de dicha

enfermedad. 

 Relacionar la parte psicológica de la enfermedad y la orgánica. 

 Indagar que pensamientos positivos afectan a las personas que padecen

esta enfermedad.

 Explicar las razones por la cual las personas con esta enfermedad

tienden a ponerse nerviosas al tener pensamientos negativos.


INTRODUCCION

Los pensamientos negativos son una preocupación común para las

personas que viven con Parkinson. Esta enfermedad neurológica crónica no solo

afecta los síntomas motores y la funcionalidad física, sino que también puede

tener un impacto significativo en el bienestar emocional de los pacientes. Los

pensamientos negativos, como la ansiedad, la preocupación y la depresión, son

desafíos adicionales que pueden surgir debido a la incertidumbre y los cambios

emocionales asociados con el Parkinson.

La ansiedad puede manifestarse como una preocupación constante por el

progreso de la enfermedad, el impacto en la capacidad funcional y la

independencia. Los pensamientos negativos pueden generar ansiedad y miedo al

futuro, lo que dificulta disfrutar de las actividades diarias y las relaciones

interpersonales. La depresión también es común en las personas con Parkinson,

ya que enfrentar una enfermedad crónica y experimentar cambios en la calidad de

vida puede llevar a sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de interés en las

actividades placenteras.

Estos pensamientos negativos pueden obstaculizar la capacidad de

concentración y funcionamiento efectivo, afectando la calidad de vida general.

Además, pueden tener un impacto en la adherencia al tratamiento y el

autocuidado, ya que los pacientes pueden sentirse abrumados por los desafíos de

manejar la enfermedad.

Afrontar los pensamientos negativos es fundamental para mejorar el

bienestar emocional y la calidad de vida de las personas con Parkinson. El apoyo


psicológico, como la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a identificar y

desafiar los patrones de pensamiento negativos, desarrollar estrategias de

afrontamiento efectivas y fomentar una mentalidad más positiva. La participación

en grupos de apoyo también puede brindar una red de apoyo y comprensión

mutua.

Además, se debe promover un enfoque integral del cuidado de la salud

para los pacientes con Parkinson, que incluya tanto el tratamiento médico como el

apoyo emocional. Los profesionales de la salud deben estar atentos a los posibles

síntomas de ansiedad y depresión en los pacientes y brindarles los recursos

adecuados. La educación sobre la enfermedad y el autocuidado también pueden

ayudar a empoderar a los pacientes y reducir la carga emocional asociada con el

Parkinson.
JUSTIFICACION

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurológica crónica que

afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas incluyen temblores,

rigidez muscular y problemas de equilibrio, y pueden afectar significativamente la

calidad de vida de una persona. Además de los síntomas físicos, las personas con

enfermedad de Parkinson a menudo experimentan problemas emocionales y

psicológicos, como ansiedad, depresión y pensamientos negativos.

La investigación sobre cómo el pensamiento negativo reduce a las

personas con la enfermedad de Parkinson es importante por varias razones.

Primero, el impacto de la enfermedad de Parkinson en la calidad de vida es

significativo, y la depresión y la ansiedad se consideran dos de las principales

causas de la reducción de la calidad de vida en estos pacientes. Comprender

cómo los pensamientos negativos afectan a las personas con enfermedad de

Parkinson puede ayudar a los médicos y terapeutas a desarrollar estrategias para

reducir estos síntomas y mejorar la calidad de vida.

En segundo lugar, los estudios de pensamientos negativos en personas con

enfermedad de Parkinson también pueden ayudarnos a comprender mejor la

relación mente-cuerpo. Aunque la enfermedad de Parkinson es un trastorno físico,

las personas con enfermedad de Parkinson a menudo experimentan problemas

psicológicos y emocionales graves. Al comprender mejor cómo los pensamientos

negativos pueden afectar la salud física y emocional de las personas con la


enfermedad de Parkinson, podemos comprender mejor cómo interactúan el

cerebro y el cuerpo.

Finalmente, la investigación sobre los efectos del pensamiento negativo en

personas con enfermedad de Parkinson puede tener implicaciones más amplias

para la salud mental en general. La depresión y la ansiedad son los dos trastornos

de salud mental más comunes en el mundo y se cree que afectan a millones de

personas cada año. Una mejor comprensión de cómo el pensamiento negativo

puede afectar la salud mental y física de las personas con enfermedad de

Parkinson podría tener un impacto más amplio en el tratamiento y la prevención de

estos trastornos en la población general.

En cuanto a los métodos de investigación que se pueden utilizar para

estudiar cómo los pensamientos negativos afectan a las personas con Parkinson

se pueden realizar encuestas o cuestionarios para evaluar la presencia y la

gravedad de los pensamientos negativos en pacientes con Parkinson.

En cuanto al método de investigación que se pueden usar para estudiar los

efectos de los pensamientos negativos en las personas con la enfermedad de

Parkinson incluyen la realización de encuestas o cuestionarios para evaluar la

presencia y la gravedad de los pensamientos negativos en las personas con la

enfermedad de Parkinson.
ESTADO DEL ARTE

PENSAMIENTOS NEGATIVOS

Los pensamientos negativos son una parte común de la experiencia

humana y pueden provenir de una variedad de fuentes, que incluyen la autocrítica,

el miedo al fracaso, la preocupación excesiva y la comparación con los demás.

Estos pensamientos pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida, ya

que provocan estrés, ansiedad y una visión distorsionada de uno mismo y del

mundo que le rodea.

Primero que todo debemos tener en cuenta que los pensamientos

negativos pueden afectar nuestra salud mental y emocional. Los pacientes con

Parkinson pueden experimentar una variedad de pensamientos negativos,

depresión y ansiedad como resultado de los cambios químicos en el cerebro que

se producen debido a la enfermedad. La falta de control sobre los síntomas, la

pérdida de independencia y el aislamiento social son algunos factores que pueden

contribuir a estos sentimientos.

Los pacientes con enfermedad de Parkinson a menudo experimentan

depresión como resultado de los cambios químicos en el cerebro que afectan su

estado de ánimo. La depresión puede manifestarse como una sensación general

de tristeza, falta de energía, desesperanza, y pérdida de interés en actividades

que solían ser agradables. El aislamiento social, la discapacidad y la sensación de

pérdida de control también pueden contribuir a los sentimientos depresivos.


“La depresión puede estar relacionada con la severidad de los cambios

cognitivos, con el deterioro de la marcha y de los cambios posturales encontrados

en los pacientes con Parkinson. La edad de los pacientes, el grado de invalidez, la

duración de la EP y el sexo de los pacientes no están correlacionados con la

depresión” (Macías, 2006)

Los pensamientos negativos también pueden afectar nuestras relaciones.

Cuando estamos dominados por pensamientos negativos, tendemos a proyectar

esa negatividad en nuestras interacciones con los demás. Esto puede conducir a

conflictos, malentendidos y falta de vínculos emocionales con las personas que los

rodean. Debido a nuestra mentalidad negativa, también podemos alejarnos

socialmente y sentirnos solos y aislados. Los pensamientos negativos también

pueden afectar nuestra perspectiva de la vida. Cuando nos enfocamos en los

aspectos negativos, nos olvidamos de las posibilidades y los aspectos positivos de

la situación. Nos impide disfrutar del momento y puede limitar nuestro crecimiento

personal y profesional.

Para enfrentar los pensamientos negativos, es importante aumentar la

atención e incluso un año. Necesitamos aprender a reconocer cuándo el modelo

nos atrapó con pensamientos negativos y realmente desafió estas ideas. Practicar

la gratitud y el cuidado personal también puede ayudarnos a cambiar nuestra

perspectiva y desarrollar una mentalidad más positiva.

PARKINSON

Uno de los desafíos más evidentes para las personas con Parkinson son

los síntomas motores, como temblores, rigidez muscular y dificultades para


caminar. Estos síntomas pueden limitar la movilidad y la independencia, lo que

requiere una adaptación en las actividades diarias.

“Se trata de una patología crónica y progresiva cuyos síntomas pueden

generar dificultades para realizar diversas tareas de la vida cotidiana, como

caminar, vestirse, asearse, comer, usar el teléfono, escribir, y en la vida laboral

implicar un retiro temprano o un cambio de trabajo” (Dodera, 2018)

Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, también pueden

aparecer síntomas no motores como depresión, ansiedad, trastornos del sueño y

dificultades cognitivas. Estos síntomas pueden afectar significativamente la salud

emocional y la calidad de vida general del paciente.

Además de los síntomas físicos y emocionales, la enfermedad de Parkinson

puede afectar las relaciones y la participación en actividades sociales. La

movilidad reducida y los cambios de humor pueden conducir a una interacción

social limitada, lo que puede generar sentimientos de aislamiento y soledad. Es

muy importante que los pacientes y sus seres queridos comprendan y se adapten

a estos cambios creando un entorno de apoyo y comprensión.

A pesar de los desafíos causados por la enfermedad de Parkinson, existen

estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Los medicamentos

combinados con la terapia física y ocupacional pueden ayudar a controlar los

síntomas motores y mantener la función. La psicoterapia y el apoyo emocional

también juegan un papel clave en el manejo de los síntomas no motores y en la

mejora de la resiliencia emocional.

“La terapia ocupacional, pretende, por medio de la actividad, retrasar el

avance de los síntomas de la enfermedad, y conseguir la mayor autonomía e


independencia del paciente para mantener y/o mejorar su calidad de vida” (Diana

Pérez, 2016)

Además de las medidas médicas y terapéuticas, el estilo de vida también

juega un papel importante en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.

Practicar hábitos saludables, como una dieta balanceada y ejercicio regular, puede

ayudar a mejorar la función física y cognitiva y mantener una salud mental óptima.

Participar en grupos de apoyo y actividades recreativas también puede brindar un

sentido de comunidad y la oportunidad de compartir experiencias con otras

personas afectadas por la enfermedad.

PENSAMIENTOS NEGATIVOS EN PERSONAS CON PARKINSON

La enfermedad de Parkinson, un trastorno neurológico crónico, no solo se

caracteriza por los síntomas motores que afectan el movimiento, sino que también

puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional de los pacientes.

Los pensamientos negativos, como la ansiedad, la preocupación y la depresión,

son un desafío adicional para las personas que viven con Parkinson.

Los pensamientos negativos pueden surgir como resultado de la

incertidumbre y los cambios emocionales que acompañan al Parkinson. Los

pacientes pueden experimentar preocupación constante por el progreso de la

enfermedad, el impacto en su capacidad funcional y su independencia. Estos

pensamientos pueden generar ansiedad y miedo al futuro, así como dificultades

para disfrutar de las actividades diarias y las relaciones interpersonales.

“La ansiedad puede llegar a ser positiva, ya que sentirse nervioso puede

mantener a la persona enfocada. Sin embargo, si estos sentimientos ofuscan a la


persona y se tienen pensamientos negativos que dominan, la habilidad de

concentrarse se puede ver afectada.” (Danuella E., 2018) La ansiedad, en ciertos

casos, puede tener un efecto positivo al proporcionar un impulso de energía y

mantener a una persona alerta y enfocada en una situación desafiante. Este tipo

de ansiedad, conocida como ansiedad de desempeño, puede ayudar a mejorar el

rendimiento y la concentración en situaciones como presentaciones, exámenes o

competiciones deportivas.

Sin embargo, cuando los sentimientos de ansiedad se intensifican y los

pensamientos negativos comienzan a dominar, puede obstaculizar la capacidad

de concentrarse y funcionar de manera efectiva. Los pensamientos negativos,

como la preocupación excesiva, la autocrítica o el miedo al fracaso, pueden

desviar la atención y crear una distracción mental que dificulta la concentración en

la tarea en cuestión.

La depresión también es común entre las personas con Parkinson. La carga

emocional de enfrentar una enfermedad crónica y los cambios en la calidad de

vida pueden llevar a sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de interés en

las actividades que antes eran placenteras. Los pensamientos negativos pueden

agravar estos síntomas depresivos, creando un ciclo pernicioso de emociones

negativas y una disminución en la calidad de vida general.

“La presencia de depresión mayor es posible hasta en el 70% de los

pacientes con Enfermedad de Párkinson en algún momento de su vida, lo que

significa una prevalencia varias veces mayor a la de la población normal.”

(Merello, 2008, como se citó en Diana Pérez, 2016)


Además, los pensamientos negativos pueden tener un impacto en la

adherencia al tratamiento y el autocuidado. Los pacientes pueden sentirse

abrumados por los desafíos que implica el manejo de la enfermedad, lo que puede

llevar a una disminución en la motivación para seguir las pautas médicas, realizar

ejercicio físico y llevar una dieta saludable. Esto puede afectar negativamente la

progresión de la enfermedad y el bienestar general de los pacientes.

Afrontar los pensamientos negativos en las personas con Parkinson es

crucial para mejorar su bienestar emocional y su calidad de vida. El apoyo

psicológico, como la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a los pacientes a

identificar y desafiar patrones de pensamiento negativos, desarrollar estrategias

de afrontamiento efectivas y fomentar una mentalidad más positiva. La

participación en grupos de apoyo también puede brindar una red de apoyo y

comprensión mutua, permitiendo a los pacientes compartir sus experiencias y

recibir el apoyo necesario.

Además, es esencial promover un enfoque integral del cuidado de la salud

en los pacientes con Parkinson, que incluya tanto el tratamiento médico como el

apoyo emocional. Los profesionales de la salud deben estar atentos a los posibles

síntomas de ansiedad y depresión en los pacientes y brindarles recursos

adecuados. La educación sobre la enfermedad y el autocuidado también puede

ayudar a empoderar a los pacientes y reducir la carga emocional asociada con el

Parkinson.
CONCLUCION

En conclusión, los pensamientos negativos son una parte común de la

experiencia humana y pueden afectar tanto a personas con Parkinson como a

aquellos sin la enfermedad. Sin embargo, en el caso de las personas con

Parkinson, los pensamientos negativos pueden ser más prevalentes debido a los

desafíos físicos, emocionales y cognitivos que enfrentan.

En el contexto de la enfermedad de Parkinson, los pensamientos negativos

pueden surgir como resultado de la incertidumbre sobre el progreso de la

enfermedad, la pérdida de independencia y la preocupación por el futuro. Estos

pensamientos pueden generar ansiedad, miedo y dificultades para disfrutar de las

actividades diarias y las relaciones.

La depresión también es común en las personas con Parkinson debido a

los cambios químicos en el cerebro y la carga emocional de vivir con una

enfermedad crónica. Los pensamientos negativos pueden agravar los síntomas

depresivos y disminuir la calidad de vida.

Para abordar los pensamientos negativos en personas con Parkinson, es

importante ofrecer un enfoque integral de atención que incluya tanto el tratamiento

médico como el apoyo emocional. La terapia psicológica, como la terapia

cognitivo-conductual, puede ayudar a identificar y desafiar los patrones de

pensamiento negativos y desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas. La

participación en grupos de apoyo también puede brindar un entorno de apoyo y

comprensión mutua.

Es fundamental que los profesionales de la salud estén atentos a los

posibles síntomas de ansiedad y depresión en las personas con Parkinson y


brinden recursos adecuados para abordar estos desafíos emocionales. Además,

educar a los pacientes sobre la enfermedad y el autocuidado puede empoderarlos

y reducir la carga emocional asociada con el Parkinson.


REFERENCIAS

1. Argandoña-Palacios, L., Perona-Moratalla, A. B., HernándezFernández, F.,

Díaz-Maroto, I., & García-Muñozguren, S. (2010). Trastornos no motores de

la enfermedad de Parkinson: introducción y generalidades. Rev Neurol,

50(2), 1-5.

2. Arroyo, D. E. F. (2018). Musicoterapia: autonomía y ansiedad en pacientes

diagnosticados con Parkinson. Revista Psicólogos, 8(22).

3. DE, D. E. L. E. (2006). Ansiedad, ira y tristeza-depresión en la enfermedad de

parkinson (Doctoral dissertation, Universidad Complutense de Madrid).

4. Dodera, P. (2018). Cuidados, dependencia y enfermedad de Parkinson.

5. Pérez Saavedra, D. (2017). Influencia de la conciencia de estigma en la calidad

de vida, autoestima, la ansiedad y depresión en personas con Parkinson.

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