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EXPEDIENTE : 00094-2011-0-0101-JP-FC-01
MATERIA : ALIMENTOS
ESPECIALISTA : DINO JAVIER PÉREZ GARCÍA
DEMANDADO : HORNA BAZAN URBANO
DEMANDANTE: YOPLAC DE HORNA TEOFILA
I.- ANTECEDENTES:
RESULTA DE AUTOS: que por escrito de demanda de folios dos a cuatro, doña Teofila
Yoplac de Horna, interpone demanda de Alimentos a favor de sus hijas Marisabel y
Marielita Mercedes Horna Yoplac y la dirige contra don Urbano Horna Bazán. Solicita
una pensión alimenticia ascendente a S/. 400.00 nuevos soles mensuales a razón de S/.
200.00 nuevos soles para cada hija. Sustenta su pedido en que:
1) Con el demandado producto de su matrimonio durante 25 años de casados
tuvieron nueve hijos de los cuales solamente son menores de edad que se
encuentran bajo su cuidado Marisabel y Marielita Horna Yoplac. El demandado
se alejó paulatinamente de la recurrente, abandonando y sustrayéndose de sus
obligaciones como padre alimentista, viéndose obligada a afrontar sola la
manutención de sus hijas ante la indolencia del demandado.
2) La demandante no trabaja, por lo que carece de recursos económicos que le
permitan cubrir las necesidades de las menores alimentistas, es decir para
cubrir sus necesidades por concepto de educación, vestimenta, medicina y
alimentación.
3) El demandado no le ha proporcionado ninguna ayuda económica ni emocional
desde sus separación, pese a que se dedica a la agricultura y ganadería, siendo
además propietario de un potrero donde se dedica a la venta de madera en el
anexo de San Miguel de Luvin, distrito de Santo Tomás – Luya, es decir está en
capacidad absoluta para cubrir los gastos originados por las menores
alimentistas, razón por la cual se ve en la necesidad de interponer la presente
acción en contra del demandado, solicitando una pensión alimenticia de S/.
400.00 nuevos soles.
Ampara su demanda en los artículos 472 y 475 inciso 1 del Código Civi.
Mediante resolución número uno de folios once a doce se admite a trámite la demanda
presentada en la vía de proceso único confiriéndose traslado de la misma al
demandado.
II. ATENDIENDO:
PRIMERO.- En cuanto a la pretensión planteada, para amparar una demanda de
alimentos se debe tener en cuenta la existencia de la norma que establezca la
obligación alimentaria por parte del demandado y haberse acreditado: 1) El estado de
necesidad económico de quien pide los alimentos y 2) La capacidad económica de
quien debe prestarlos.
SEGUNDO.- Que, respecto a la existencia de la norma que ampare el derecho
planteado tenemos que el artículo 93 del Código de los Niños y Adolescentes, prescribe
que es obligación de los padres prestar alimentos a sus hijos, norma concordante con lo
previsto por el artículo 235 del Código Civil, según el cual es deber de los padres
proveer al sostenimiento, protección, educación y formación de sus hijos menores
según su situación y posibilidades.
TERCERO.- Antes de verificar los hechos materia de prueba fijados en la audiencia
única, es necesario establecer que con las actas de nacimiento de folios seis y siete
queda fehacientemente acreditada la existencia de las acreedoras de alimentos
Marisabel y Marielita Mercedes Horna Yoplac y que el demandado Urbano Bazan
Horna es su padre, por lo que éste se encuentra legalmente obligado a prestarle
alimentos de conformidad con las normas citadas en el segundo considerando y el
artículo 6 de nuestra Constitución Política.
CUARTO.- En lo que se refiere al estado de necesidad de las acreedoras de los
alimentos Marisabel y Marielita Mercedes Horna Yoplac, es necesario precisar que
todo niño tiene derecho a los alimentos, entendiéndose éstos como lo necesario para
atender lo que es indispensable para su subsistencia, esto es alimentación, vivienda,
educación, salud, recreación y todo lo demás que asegure su protección, formación y
pleno desarrollo físico, psíquico y emocional de la alimentista, derecho que se
encuentra previsto en el artículo 472 del Código Civil y artículo 92 del Código de los
Niños y Adolescentes, siendo este derecho intransmisible, irrenunciable, intransigible e
incompensable, tal como lo reconoce el artículo 487 del citado Código Civil;
necesidades éstas que no requieren mayor probanza debido a su naturaleza y que
guarda estrecha relación con la edad de las acreedoras de los alimentos Marisabel y
Marielita Mercedes Horna Yoplac, edad que queda acreditada con sus actas de
nacimiento de folios seis y siete respectivamente de la que se advierte que éstas a la
fecha de la interposición de la demanda contaban con doce años y nueve años y siete
meses de edad aproximadamente; siendo así pues queda acreditado en autos su
evidente estado de necesidad, derivado de su propia imposibilidad para subsistir por sí
mismas, por lo que requieren del apoyo compartido de sus padres para atender a su
sustento, habitación, vestido, educación, recreación, asistencia médica y de todo lo
necesario que garantice su pleno desarrollo físico y emocional, teniendo en cuenta el
hecho de que las citadas menores de edad se encuentran cursando estudios primarios
como es de verse de las documentales de folios nueve y ocho, esto es en la Institución
Educativa “Isabel Lynch de Rubio” de esta ciudad.
QUINTO.- Respecto a la capacidad económica del demandado Urbano Horna Bazán de
la valoración conjunta de los medios probatorios actuados en el proceso, se encuentra
probado que éste, tiene posibilidades económicas para acudir con una pensión
alimenticia a favor de sus hijas Marisabel y Marielita Mercedes Horna Yoplac, así
aparece de la documental de folios veinticinco, además del oficio de folios treinta, pues
se admitió el medio probatorio de la demandante consistente en el informe que emitirá
el Juez de Paz del Centro Poblado Menor de San Salvador, distrito de Santo Tomás –
Luya respecto a la propiedad del demandado sobre el potrero ubicado en el anexo de
San Miguel de Luvin, el cual lo dedica a la venta de madera, informando el señor Juez
que el demandado no viene haciendo tala indiscriminada de madera ni ventas de
ninguna índole, además de que en autos no está acreditado que el demandado
padezca de alguna incapacidad física o mental que le impida trabajar, en vista de ello
queda solamente establecer el monto efectivo con el que el demandado deberá
contribuir a favor de sus hijas, esto es para su alimentación, educación, vestido,
recreación, medicina y otros gastos necesarios para su formación integral.
SEXTO.- Que, de conformidad con lo previsto en el artículo 481 del Código Civil los
alimentos son regulados por el Juez en proporción a las necesidades de quien los pide y
a las posibilidades de quien debe darlos, atendiendo a las circunstancias personales de
ambos y especialmente a las obligaciones a que se halle sujeto el deudor, asimismo de
conformidad con la misma norma no es necesario averiguar rigurosamente el monto
de los ingresos del demandado, y estando a que en autos no obran mayores elementos
de juicio que permitan determinar con exactitud el monto de los ingresos mensuales del
demandado y no habiendo quedado acreditado en autos las rentas que sostiene la
actora percibe el demandado, no es óbice para que el demandado contribuya con el
sustento de su hija, en vista de ello se hace preciso recurrir a los parámetros de la
realidad que nos ayudan a resolver el conflicto de intereses, siendo así se debe
considerar la situación económica por la que atraviesa el país, la realidad laboral en
esta parte de la región, el monto de la Remuneración Mínima Vital. Todo ello da a
saber la escasa capacidad de empleo que tiene la población y la canasta familiar se
hace costosa, pero ello no quiere decir, que al afrontar serios problemas económicos y
sociales, sirva de sustento para que los obligados alimentarios desconozcan sus
mínimas obligaciones, debiéndose fijar la pensión alimenticia en un monto prudencial y
teniendo en cuenta el artículo 92 del Código de los Niños y Adolescentes, sin que esto
atente contra la estabilidad económica del demandado, ya que si esto no fuera así se
estaría ocasionado otro problema y lejos de restituir la paz social y solucionar un
conflicto de intereses, se generaría un acto de injusticia, alimentos que además
deberán ser determinados valorando los medios probatorios incorporados al presente
proceso, tal como lo prevén los artículos 188, 189, 196 y 197 del Código Procesal Civil,
debiendo tenerse en cuenta la propuesta del demandado formulada en la audiencia
única, quien ofrece una pensión de doscientos nuevos soles a razón de cien nuevos
soles para cada una de sus hijas, debiendo tenerse en cuenta el hecho de que además
de las dos menores de edad alimentistas, el demandado no tiene más carga familiar.
SEPTIMO.- No obstante lo antes expuesto de conformidad con lo previsto por inciso 1)
del artículo 423 del Código Civil la obligación de prestar alimentos a los hijos
corresponde a ambos padres, por lo que la demandante también tiene la obligación de
contribuir responsablemente con la manutención y cuidado de sus hijas, tal como lo
está haciendo, por lo que su pretensión sólo es amparable en parte.