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“Qué es lo contemporáneo”
Programa analitico
I).¿Qué significa ser contemporáneo?
Para acercarse a la respuesta, primeramente Agamben cita a Nietzsche:
“la primera respuesta nos viene de Nietzsche, y lo compendia Roland
Barthes: “Lo contemporáneo es lo intempestivo”. (fuera de tiempo).
“En consideraciones intempestivas, Nietzsche pretende rendir cuentas
de su tiempo, tomar posición respecto al presente, comprendiendolo
desde un desfasaje. Es verdaderamente contemporáneo quien no
coincide perfectamente con su tiempo y es por ello inactual.
Esta desincronía, esta no-coincidencia no significa, que contemporáneo
sea aquel que vive en otro tiempo, sabe el verdadero contemporáneo
que no puede escapar a su tiempo.
La contemporaneidad es una particular relación con el propio tiempo,
que adhiere a él y a su vez toma distancia, más precisamente es una
relación en que el contemporáneo adhiere a su época a través de un
anacronismo y un desfasaje. Aquellos que encajan perfectamente con
su época no son contemporáneos, no pueden verla.
Siglo mío, mi fiera, ¿quién podrá/ mirarte a los ojos/ y unir con su
sangre/ las vértebras de dos siglos?(Dos siglos: hay fracturas en el
tiempo, no es lineal, ni está integrado por eso pueden ser dos tiempo o
dos siglos, por ejemplo la vieja y nueva normalidad)
Con : “mi fiera” aparece la sombra.
El poeta en cuanto contemporáneo es esa fractura, es eso que impide al
tiempo componerse y a la vez quien debe suturar la ruptura.
El poeta, que debía pagar la contemporaneidad con la vida, es aquel
que debe tener fija la mirada en los ojos de su siglo-fiera, soldar con su
sangre la espalda despedazada del tiempo. Los dos siglos, los dos
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tiempos, no son solamente, como se ha sugerido, el siglo XIX y el XX,
sino también y, sobre todo, el tiempo de la vida del singular.
El paralelismo entre el tiempo — y las vértebras— de la criatura y el
tiempo —y las vértebras— del siglo constituye uno de los temas
esenciales de la poesía:
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Puede decirse que contemporáneo solamente es quien no se deja
enceguecer por las luces del siglo y alcanza a vislumbrar en ellas parte
de la sombra, su íntima oscuridad.
Con esto igualmente todavía no tenemos la respuesta a la pregunta:
- ¿Por qué debería interesarnos percibir la oscuridad de una época?
¿Porque alcanzar a percibir las tinieblas que vienen de la época debería
interesarnos,¿Acaso no nos concierne? Al contrario, el contemporáneo
es aquel que percibe la oscuridad de su tiempo cómo algo que le
concierne y no deja de interpelarlo, se dirige a él. Contemporáneo es
aquel que recibe en pleno rostro el haz de tiniebla que proviene de su
tiempo.
- Percibir en la oscuridad del presente esta luz que busca alcanzarnos y
no puede hacerlo, ello significa ser contemporáneos. Por eso los
contemporáneos son raros.
IV)Percibir en la oscuridad del presente esta luz que busca alcanzarnos
y no puede hacerlo, ello significa ser contemporáneos. Por eso los
contemporáneos son raros. Es además una cuestión de coraje porque
significa no sólo ser capaces de mantener mirada fija en la oscuridad de
la época sino también percibir en aquella oscuridad una luz que se aleja.
“Ser puntuales a una cita a la que solo se puede faltar “.(Lo imposible)
Por ello el presente que la contemporaneidad percibe tiene las vértebras
rotas. Por ello nuestro tiempo presente, no solamente es el más lejano
sino que no puede alcanzarnos en ningún caso. La cita que está en
cuestión en la contemporaneidad no tiene lugar simplemente en el
tiempo cronológico; es algo que urge dentro de él, que lo transforma.
Esta urgencia es la intempestividad, el anacronismo bajo la forma de un
demasiado “pronto o un demasiado tarde''.
- Demasiado pronto o demasiado tarde.
Esta urgencia es la intempestividad, el anacronismo bajo la forma de un
demasiado “pronto o un demasiado tarde''.
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divide según su actualidad o inactualidad, su ser o no ser más a la
moda, (no simplemente a la moda porque ello es solo para cosas)
Si buscamos objetivarla y fijarla en el tiempo cronológico ella se revela
inaferrable.
La hora de la moda no es identificable a través de un cronómetro.
“¿Esta “hora”, es quizás el momento en el cual el estilista concibe el
rasgo, la nauce que definirá la nueva forma del vestido?, ¿O aquel en el
cual le confía al diseñador y luego a la sastrería que le confecciona el
prototipo?, ¿O más bien, el momento del desfile, en el cual el vestido es
llevado por las únicas personas que están siempre y solamente a la
moda, las mannequins, que sin embargo justamente por ello no lo están
nunca verdaderamente?” Porque en última instancia, ello depende de
las personas de carne y hueso distintas de las mannequins, de que lo
reconozcan cómo tal o lo efectúen en la propia ropa.
El tiempo de la moda es constitutivamente anterior así mismo, siempre
en retardo tiene siempre la forma de un umbral entre un “aún no” y un
“no más”.
Es probable que, cómo sugieren los teólogos, ello dependa del hecho
que la moda, al menos en nuestra cultura, es una marca teológica del
vestido fue confeccionado por Adan y Eva después del pecado original,
en forma de un tapo rabo entrelazado con hojas de higo. Precisamente
nuestros vestidos derivan de los vestidos hechos con pelos de animales
que Dios, según Gen 3.21 hace vestir, cómo símbolo tangible del
pecado y la muerte, a nuestros progenitores en el momento en el cual
los expulsa del paraíso. En todo caso o en cualquiera de los casos, El
“ahora”. El Kairos de la moda es inaferrable, la frase: “yo estoy en este
instante a la moda”, es contradictoria, porque en el momento en el cual
el sujeto la pronuncia está ya fuera de moda.
Por ello el estar a la moda comporta un cierto desfasaje, en el cual su
actualidad incluye dentro de sí una pequeña parte de su afuera , una
matriz de demodé.
Pero la contemporaneidad de la moda tiene otro carácter que la
emparienta con la contemporaneidad, el gesto mismo en cual su
presente divide el tiempo según un “no más” y un “no aún”, ella instituye
con estos otros tiempos -ciertamente con el pasado y quizás , también
con el futuro- una relación particular. Ella puede “citar” y con ello
también ritualizar cualquier momento del pasado (“los años 20 ', los años
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70', pero también la moda imperio o neo clásica. Ella puede poner en
relación aquello que había dividido.
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-Michel Foucault decía que sus indagaciones históricas sobre el pasado
eran la sombra traída de su interrogación teórica del presente.