Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Así las cosas, esta Sala comparte todas las consideraciones realizadas por el juez de
alzada, quien en definitiva fue cuidadoso con las normas supra examinadas, y valoró de
manera adminiculada los siguientes hechos:
· Que en el procedimiento de disolución de matrimonio de Josefina de la
Paz Delgado Nácar y Oswaldo José Fernández Araujo, fundamentada en el artículo
185-A del Código Civil, los referidos ciudadanos manifestaron no haber procreado
hijos a pesar que para la fecha en que estos iniciaron el procedimiento ya había
nacido la adolescente H.D.M.D.D (1995).
· Que en el expediente cursa copia certificada de acta de nacimiento,
donde se evidencia que el de cujus, ciudadano Héctor José Daza Contreras, para el
momento de reconocer a la ciudadana H.D.M.D.D., se presentó ante la primera
autoridad del Municipio Bolívar, el 27 de junio de 1995 y manifestó que la niña era
su hija y de la ciudadana Josefina de la Paz Delgado Nacar, lo que dio origen al acta
de nacimiento número 395, Folio 402, tomo I del año 1995.
· Que el de cujus le dio trato de hija a la co-accionada, al punto que
incluso ambos co-demandantes manifestaron libelarmente que se enteraron de la
hija luego del fallecimiento del causante, pues “en la oportunidad de solicitar los
beneficios ante la Fuerza Armada Nacional por ser su padre militar retirado; y en
momento (sic) les informaron que H.D.M. es beneficiaria de la pensión de
sobreviviente de su padre, lo que devela que la adolescente gozaba de posesión de
estado de hija al recibir los beneficios del ente patronal al cual pertenecía el
causante…”.
· Que no existen en autos otros medios probatorios que puedan ser
enlazadas entre sí para llegar a la conclusión que la adolescente H.D.M.D.D. no es
hija de la persona que se presentó a registrarla como su padre.
· Que a falta de presunciones convergentes y otros medios probatorios en
autos, y que habiéndose establecido en el presente caso que sobre la parte actora
recaía la carga de probar, declaró sin lugar el recurso de apelación y confirmó la
sentencia recurrida, con aplicación del artículo 254 del Código de Procedimiento
Civil, según el cual, los jueces no podrán declarar con lugar la demanda sino
cuando, a su juicio, exista plena prueba de los hechos alegados en ella, y que en
caso de duda, sentenciarán a favor del demandado.
No habiéndose encontrado procedentes las infracciones delatadas en torno a los
artículos 210 del Código Civil, 48, 109 y 110 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, ni
de los artículos 17, 170, 504 y 505 del Código de Procedimiento Civil, y que el juzgador no
desatendió en modo alguno la doctrina vinculante de la Sala Constitucional, sino por el
contrario decidió acorde al texto constitucional, el recurso de casación se declara sin lugar.
Así se decide.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la parte demandante, contra la decisión emitida por
el Tribunal Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, el 28 de septiembre de
2015. SEGUNDO: Se CONFIRMA el fallo recurrido.
Se condena en costas a la parte actora recurrente de conformidad con los artículos
175 y 61 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, aplicables por remisión expresa del
artículo 452 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
No firma la presente decisión la Vicepresidenta de la Sala, Magistrada Mónica
Gioconda Misticchio Tortorella, en virtud de no haber estado presente en la audiencia oral
y pública, por causas debidamente justificadas.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial supra mencionada, a los fines
consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes
mencionado, todo ello conteste con el artículo 489-I de la Ley Orgánica para la Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los siete (07) días del mes de noviembre de dos
mil dieciséis (2016). Años 206° de la Independencia y 157° de la Federación.