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Modelos Psicológicos II
Clase II
1. Introducción
pág. 2
Sigmund Freud John Watson Burrhus Frederic Skinner
(1856-1939) (1878-1958) (1904-1990)
Fuente: https://historia.nationalgeographic.com.es/medio/2019/09/23/foto-cordonpress_ebef6f1d_1280x1844.jpg
Fuente: https://ripehp.files.wordpress.com/2013/07/john-b-watson.jpg
Fuente: http://irmacdh.blogspot.com/2010/11/burrhus-frederic-skinner.html
Sin duda, Freud, Watson y Skinner tuvieron siempre buenas intenciones con
respecto al quehacer de la psicología, que es, a simple vista, entregar desde esta disciplina,
mejor y más acabado entendimiento de lo que el ser humano es; su funcionamiento
individual y social, y así también profundizar en su dimensión mental o psíquica. Para Freud,
el relato internalista de la psique ofrece lugares antes no explorados, como el vasto campo
de lo inconsciente, que, con él poniendo la primera bandera en este territorio oscuro,
termina adoptando el título de conquistador, el más célebre de este espacio, que es
regulado además por otras entidades, también internas (yo, superyó, ello).
Por otro lado, la búsqueda ahora más externa de los distintos estímulos
y factores ambientales que existían en el entorno, vuelven a Watson y Skinner pioneros en
el ámbito del condicionamiento, la modelación de conductas a través de distintos
elementos que podían o bien reforzar o bien extinguir distintas formas de ser. A estos
últimos no les importa de sobremanera lo que ocurre en los espacios internos descritos por
Freud, sino sólo lo que termina interactuando observablemente de la personalidad humana,
respecto a su mundo, a su entorno, a su ambiente.
Así, la psicología encontraba dos puntos fuertes desde los cuales podía ser
reconocida mundialmente como una ciencia, abandonando de esta manera las raíces que
la tenían atada a una mera cuestión filosófica-pseudocientífica, o incluso considerada como
un apéndice de la neurología y la psiquiatría. Sin embargo, esta visión trae consecuencias a
la visión con la que las distintas sociedades occidentales comienzan a mirar al ser humano.
Producto de las alegorías físicas y dinámicas del psicoanálisis (el superyó y el ello como dos
fuerzas internas en disputa, mediadas por el Yo)
pág. 3
Fuente: http://1.bp.blogspot.com/-
5roLEHDNjMA/Ts8SKKiv5nI/AAAAAAAAAEo/0u8GoXYCgII/s1600/SMO444FA.gif
Fuente: https://2.bp.blogspot.com/-
ge8sy2WVAaQ/WPpYg9eFhnI/AAAAAAAAAtc/1oiwcUBr2kEPmsoxj5wjwh_MPXA-
PZmJACLcB/s1600/escanear0001.png
… Y, por otro lado, debido a la metáfora mecanicista de base en el Conductismo que reducía
la psique del ser humano a una caja negra infranqueable, indiferenciable de otros
animales…
pág. 4
“La Caja de Skinner” – Experimento de Condicionamiento Operante
Fuente: http://2.bp.blogspot.com/-_Ut4sim7Qdo/VPUoiwOibjI/AAAAAAAAAFo/y-Eagk-
Vblk/s1600/pavlovs-dog.jpg
Fuente: https://www.lifeder.com/wp-content/uploads/2017/02/condicionamiento-
operante-lifeder.jpg
Frente al auge de esta visión científica del ser humano, que lo particionaba en distintas
dimensiones, surgen algunos movimientos dentro de la misma medicina y neuropsiquiatría
que vendrían a desplazar la miradas reduccionistas y particularistas que los médicos de esa
época tenían sobre el ser humano y su cuerpo. Dentro de los personajes que realizaron
propuestas innovadoras frente a esta visión más clásica, encontramos a Kurt Goldstein, el
cual fue un antecedente importante dentro del surgimiento de la Psicología Humanista.
pág. 5
Kurt Goldstein (1878-1965) Abraham Maslow (1908-1970)
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/fotos/goldstein_kurt_2.jpg
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/fotos/maslow.jpg
Goldstein fue un médico psiquiatra y neurólogo alemán que nace en 1878 y fallece en
1965. Producto de la primera y segunda guerra mundial, Goldstein tiene la oportunidad de
realizar grandes avances en el estudio del cuerpo y la mente humana. Goldstein es también
expulsado de la Alemania Nazi de aquella época, erradicándose en Estados Unidos, lo que
le permite tener mayor contacto con nuevos enfoques que surgen allí, sobre todo los que
se venían configurando entre la Segunda Guerra Mundial y el escenario estadounidense de
posguerra (el cual, como dijimos, es un escenario de mucha efervescencia y positividad; un
escenario marcado también por la creciente
psicología humanista). Durante esta estadía, Goldstein conoce a Abraham Maslow, uno de
los líderes del movimiento humanista, acuñando ambos el concepto de Autorrealización, el
cual tiene como principal fundamento la visión holística que Goldstein propone para pensar
al ser humano, alejándose de los abordajes atomistas y reduccionistas de las anteriores
psicologías.
pág. 6
Fuente: https://www.dralagestalt.com/psicoterapia-corporal-integradora-uniendo-
cuerpo-mente-y-emocion/
Pues bien, el holismo de Goldstein incluso no nos permite hacer esta división, ya que
esta, según él, nunca existió: la partición del ser humano era sólo un instrumento analítico
de la ciencia para poder explicarlo, pero experiencialmente, esta división no era algo
relatable o referenciable… ¿Dónde comienza y termina el cuerpo y dónde comienza y
termina la mente?
Goldstein propone entonces que ese principio y ese fin nunca existió pues cuerpo y
mente siempre fueron y son uno solo. El concepto de Organismo entonces refiere a la
organización que entrama los diferentes sistemas que constituyen al ser humano, que no
pueden ser divididas, pues, al momento de realizar este gesto, ya no estaríamos hablando
de un ser humano como tal. La cualidad entonces del ser humano es ser, justamente, un
individuo: un ser indivisible, que no puede ser reducido a sus partes para poder explicarlo
por completo, sino más bien, en necesario siempre abordarlo globalmente, holísticamente,
como un todo. En este sentido, lo muscular no se mantiene sin lo óseo y viceversa; lo
endocrino no se sostiene sin lo muscular o sin lo dérmico, y viceversa; y así. Cada estructura
del cuerpo sostiene a otra, siendo imposible aislarlas, al menos experiencialmente. Esta
concepción, que proviene internamente desde las mismas ciencias, hará tambalear los
mismos constructos que provienen de esta disciplina, y posibilitará que la Psicología
Humanista comience su camino con un argumento científico no menor, que hará que su
discurso sea cada vez más escuchado y validado socialmente.
pág. 7
Fuente:
https://asociacioneducar.com/sites/default/files/styles/node_main/public/field/image/w
eb-%20UCCM%202%20v2%20-%20copia%20%282%29.png?itok=URZ7R9VQ
pág. 8
Referencia bibliográfica
pág. 9
Modelos Psicológicos II
Humanismo
Enfoque Centrado en la Persona
Contenido
1. Introducción.
2. Biografía de Carl Rogers.
3. Teoría de la personalidad de C. Rogers.
4. Teoría del cambio de C. Rogers.
Resultado de aprendizaje
Si me abstengo de imponer mi
voluntad, los demás se convierten
en ellos mismo” .
Fuente: Carl+Rogers+1.png
(351×446) (bp.blogspot.com)
Fuente: Protestantismo - Wikipedia, la
enciclopedia libre
Fuente: https://3.bp.
https://medicoplus.com/_next/image?url=https%3A%2F%2Fplustatic
Fuente: xcarl-rogers-as-a-
om%2F7450%2Fconversions%2Fcarl-rogers-biografia-
child.jpg.pagespeed.ic.GmSZKswwba.jpg (200×350)
large.jpg&w=1024&q=75blogspot.com/-
(positive-parenting-ally.com)
D7QrCbpLTdA/VtX8HGdZIII/AAAAAAAABZg/DJ5toU9AmeQ/s1600/Ca
%2BRogers%2B1.png
ORGANISMO TRES DIMENSIONES
DE LA
PERSONALIDAD
CAMPO
FENOMENICO
SELF
Y SELF IDEAL
Elaboración propia
El desarrollo de la personalidad - congruencia
ORGANISMO
(Experiencias) SELF SELF SELF
Fuente: https://www.canstockphoto.es/el-
Fuente: DKYCYZYXIVC63A7OQD3QEBXVSM.jpg (630×355) teatro-enmascara-dibujos-de-iconos-
(eluniverso.com) 45479162.html
CARACTERÍSTICAS DEL TERAPEUTA
Si:
1. El cliente sufre trastornos o insatisfacción
psicológica.
2. Y, establece contacto con el terapeuta.
3. Y, el terapeuta se muestra congruente en la
relación (congruencia).
4. Y, el terapeuta manifiesta una consideración
positiva e incondicional hacia el cliente
(consideración positiva incondicional).
5. Y, el terapeuta entiende de manera empática el
marco de referencia del cliente y logra transmitirlo a
este (comprensión genuina).
6. Y, el cliente percibe, aun en un grado mínimo, la
consideración positiva e incondicional y la
compresión empática.
• Fadiman, J. & Frager R. (2004). Teorías de la Personalidad .Capítulo 13. Carl Rogers y la
Perspectiva Centrada en la Persona. (pp. 412-455). Editorial Alfaomega.
Luis MAYOR
(Universidad de Valencia)
MARIA ANTONIA ZALBIDEA
(Universidad de Valencia)
RaÑo dc Fdo.w/ia 3? época. vol. III (1990). núm. 3. págs. 71—52. Editorial Complutense. Madrid
72 Helio Carpintero, Luís Mayor y Ma Antonia Zalbidea
Y más tarde, en 1969, continuaba diciendo: Aún entre los psicólogav hu-
manistas hay algunos que se oponen al conductismo y al psicoanálisis en lugar
de incluir estas dos psicologías en una estructura de rango superior y más am-
plia (Maslow, 1969).
Por su parte. James Bugental. primer presidente de la AAHP, escribiría
que la Psicología Humanista se caracterizaba más por lo que es, que por
aquello a lo que se opone (Bugental, 1767).
Pero, como parece ocurrir con todos los nuevos movimientos, la Psico-
logia Humanista se sitúa frente a los idearios y prácticas «establecidos»,
destacando su debilidad y sus fracasos. En su caso, surge como una decla-
ración de profunda insatisfacción con la psicología vigente, a su entender
sumida en un estado de grandes deficiencias por las dos corrientes domi-
nantes en su seno: el conductismo y el psicoanálisis freudiano. Así se re-
fleja en las primeras definiciones, provinientes en los propios promotores
de este movimiento:
Ese mismo año escribe Maslow unas palabras que ayudan a perfilar
su posición respecto de las otras dos fuerzas alternativas. Refiriéndose a
Freud dice: La imagen que éste nos da del hombre es definitivamente impro-
pia, pues deja a un lado sus aspiraciones; sus cualidades superiores... Nos pro-
porciona así la mitad enferma de la psicología: ahora nosotros debemos con tri-
buir con la mitad saludable. (Maslow. 1962).
En cuanto al conductismo, adopta una posición igualmente clara: La
ciencia mecánica ~que en psicología adopta laforma de conductismo,) no es in-
correcta, más bien resulta demasiado estrecha parafungir como una jYlosofla ge-
neral o amplia al menos? (Maslow. 1966).
La Psicología Humanista criticaba al Conductismo su estrechez de mi-
ras, su artificialidad y su incapacidad para suministrar una comprensión
de la naturaleza humana. Su énfasis en la conducta manifiesta se conside-
raba deshumanizante: se equiparaba a los seres humanos a una rata blan-
ca de gran tamaño o a un computador más lento (Bugental. 1967). hurtando
así la consideración de lo más genuinamente psicológico y humano, ésto
Condiciones del surgimiento y desarrollo de la Psicología Humanista 73
como el éxito a toda costa, la dominación de unos países sobre otros In-
cluso por la guerra. y la lucha económica contaminando el ambiente y
destruyendo el equilibrio ecológico del planeta. Semejante cuestionamiento
existencial y la búsqueda de nuevos horizontes políticos y éticos que
abrieran paso a aspiraciones de riqueza y calidad de vida más genuinas.
coadyuvaron de manera fundamental a configurar el contexto social, co-
lectivo, que propició el nacimiento de la Psicología Humanista.
Esta nueva orientación estaba siendo un fiel reflejo de su Zeitgeist. con Ja
desafección y malestar de jóvenes y otras capas sociales frente al materia-
lismo y maquinización de la cultura occidental contemporánea, y particu-
larmente de la americana, que a juicio de intelectuales y críticos sociales
se había deshumanizado, coíno formula. por ejemplo, la lamosa obra
One-dimensional man (Marcuse. 1954). En ella —se piensa— los seres hu-
manos no son síno meras partes insignificantes en los engranajes de la
maquinaria social, cuyo control acaba por despersonalizarlos. El mecani-
cismo y determinismo conductistas no serían para los psicólogos huma-
nistas otra cosa que la plasmación en el campo de la psicología de los va-
lores de una sociedad burocrática y tecnocrática que ahogan su creativi-
dad y le restan espontaneidad y libertad. El espíritu crítico frente a esta so-
ciedad alienante se encuentra reflejado en la insistente defensa de las
personas como seres humanos en vez de como máquinas.
Aparece, pues, esta orientación en las coordenadas histórico-políticas
concretas de la Norteamérica de los años sesenta y lo hace como eclosión
de unos valores que habían ido madurando paulatinamente en los años
precedentes. Villegas (1986) describe en estos términos la situación: Des-
pués de las guerras mundiales, el mundo occidentaL inmerso en una oleada de
crecimiento económico y bienestar sor-iaL experimentaba desde dentro una revo-
lución de sus costumbres y aspiraciones. El cuerpo, sometido en las décadas ante-
riores a la reptesión sexual y militar, se rebelaba, libre de tabúes, deseoso de
nuevas estimulaciones sensoriales internas y externas. Las personas podían en-
con trarse libremente, conoce/tse y amarse más allá de las divisiones raciales, Po-
líticas y de clase
La Psicología Humanista presentaba. además, un rasgo singular: su
condición de movimiento filosófico y socio-cultural, más que de estricta
escuela científica. De ahí que durante el movimiento contracultural y anti-
guerra que proclamaron y promovieron Ihedore Roszak y Charles Reich.
entre otros, y que se desarrolló como reacción a la guerra de los EEUU
contra el pueblo vietnamita, los psicólogos humanistas sintonizaron con
grupos importantes dc jóvenes y de estudiantes que rechazaban el con-
ductismo y demandaban a la psicología una mayor sensibilidad hacia la
libertad y la dignidad humanas. El titulo del escrito bien conocido de 5km-
ner &yond freedom and dignity (1971), replicado por Chomsky, otro inte-
lectual destacado del movimiento contracultural, es muy elocuente a este res-
pecto. El propio Maslow. consciente del enorme predicamento y poder de
Helio Carpintero, Luis Mayor y M.0
Antonia Zalbidea
78
atracción que la Psicología Humanista tenía sobre gran número de jóve-
nes y estudiantes, decía en un texto publicado por Frick (1971):
incluir también, en tan sucinta lista, a Otto Rank —cuya influencia sobre
la psicología humanista se olvida a menudo— principalmente por su enfo-
que no directivo de la psicoterapia y su reconocimiento del potencial crea-
dor de toda persona.
El dominio conductista sobre la psicología americana durante las dé-
cadas de 1920 y 1930 es muy grande. Pero en los años siguientes, aparecen
dos importantes obras sobre personalidad en las que puede considerarse
que se incuba lo que será la Psicología Humanista. Estamos refiríéndonos
a Personalitv. A psychological interpretation (1937) de Gordon Allport, y a
Explorationsjn personality (1938) de Henry Murray. Su enfoque de la per-
sonalidad y. en ella, de la motivación y las necesidades humanas consti-
tuían un polo de oposición claro al conductismo. Tras la II Guerra Mun-
dial, aparecen otras dos influyentes: Personality: A biosocial approach to ori-
gins and structure, de Gardner Murphy. y Psycholo~ of personal constructs,
de George Kelly. Asimismo empiezan a aparecer los primeros trabajos de
Maslow sobre la teoría de la motivación humana (1943a, 1943b...) en los
que iniciaba ya sus planteamientos humanistas.
Pueden distinguirse dos tipos fundamentales de influencia sobre la
Psicología Humanista: los antecedentes psicológicos inmediatos de la mis-
ma y sus raíces más claramente filosóficas. Respecto a la primera cabe se-
ñalar las ideas psicoanalíticas de Fromm. Horney. e incluso las de Jung y
Adíer. Respecto a la segunda. aunque los psicólogos europeos existencia-
les, como L. Binswanger. A. Van Kaam, y M. Boss, y el psicólogo ameri-
cano de la misma orientación R. May, anticiparon muchos de los postula-
dos del humanismo, no se puede considerar que ejercieran una influencia
directa sobre éste, como luego veremos. Además de los autores ya citados.
también tuvieron una infiuncia grande en la configuración de la psicolo-
gía humanista algunos creadores europeos trasplantados al mundo ameri-
cano como consecuencia de la II Guerra Mundial, como el psicopatólogo
de orientación gestáltica K. Goldstein y Ch. Búhíer, psicóloga del desarro-
llo, de la misma orientación, entre otros, así como los psicólogos america-
nos de orientación fenomenológica D. Snygg y A. Combs.
Hilíner (1984), distingue dos grandes tipos de influencias: unas direc-
tas. como las ejercidas por el conductismo, el psicoanálisis, la psicología
de la Gestalt. la fenomenología y la psicología comprensiva (Dilthey y
Spranger. principalmente), la teoría de la personalidad, y la psicopatolo-
gía. Obviamente, entre las influencias directas las hay positivas, en el sen-
tido de que la Psicología Humanista asimiló sus presupuestos importantes
(la psicología de la Gestalt. la psicología fenomenológica y la psicología
existencial), y otras negativas, en cuanto que la Psicología Humanista
reacciona frente a ellas (el conductismo de Skinner y el psicoanálisis freu-
diano).
Por lo que se refiere a las raíces más específicamente filosóficas de la
Psicología Humanista, éstas pueden en último término trazarse a partir
80 Helio Carpintero. Luis Mayor y Mi’ Antonia Zalbidea
* * $
IUBLIOGRAFIA
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OM
.C
DD
LA
FI
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Sigmund Freud John Watson Burrhus Frederic Skinner
(1856-1939) (1878-1958) (1904-1990)
Fuente: https://historia.nationalgeographic.com.es/medio/2019/09/23/foto-cordonpress_ebef6f1d_1280x1844.jpg
Fuente: https://ripehp.files.wordpress.com/2013/07/john-b-watson.jpg
Fuente: http://irmacdh.blogspot.com/2010/11/burrhus-frederic-skinner.html
Sin duda, Freud, Watson y Skinner tuvieron siempre buenas intenciones con
respecto al quehacer de la psicología, que es, a simple vista, entregar desde esta disciplina,
mejor y más acabado entendimiento de lo que el ser humano es; su funcionamiento
individual y social, y así también profundizar en su dimensión mental o psíquica. Para Freud,
el relato internalista de la psique ofrece lugares antes no explorados, como el vasto campo
de lo inconsciente, que, con él poniendo la primera bandera en este territorio oscuro,
termina adoptando el título de conquistador, el más célebre de este espacio, que es
regulado además por otras entidades, también internas (yo, superyó, ello).
Por otro lado, la búsqueda ahora más externa de los distintos estímulos
y factores ambientales que existían en el entorno, vuelven a Watson y Skinner pioneros en
el ámbito del condicionamiento, la modelación de conductas a través de distintos
elementos que podían o bien reforzar o bien extinguir distintas formas de ser. A estos
últimos no les importa de sobremanera lo que ocurre en los espacios internos descritos por
Freud, sino sólo lo que termina interactuando observablemente de la personalidad humana,
respecto a su mundo, a su entorno, a su ambiente.
Así, la psicología encontraba dos puntos fuertes desde los cuales podía ser
reconocida mundialmente como una ciencia, abandonando de esta manera las raíces que
la tenían atada a una mera cuestión filosófica-pseudocientífica, o incluso considerada como
un apéndice de la neurología y la psiquiatría. Sin embargo, esta visión trae consecuencias a
la visión con la que las distintas sociedades occidentales comienzan a mirar al ser humano.
Producto de las alegorías físicas y dinámicas del psicoanálisis (el superyó y el ello como dos
fuerzas internas en disputa, mediadas por el Yo)
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Fuente: http://1.bp.blogspot.com/-
5roLEHDNjMA/Ts8SKKiv5nI/AAAAAAAAAEo/0u8GoXYCgII/s1600/SMO444FA.gif
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ge8sy2WVAaQ/WPpYg9eFhnI/AAAAAAAAAtc/1oiwcUBr2kEPmsoxj5wjwh_MPXA-
PZmJACLcB/s1600/escanear0001.png
… Y, por otro lado, debido a la metáfora mecanicista de base en el Conductismo que reducía
la psique del ser humano a una caja negra infranqueable, indiferenciable de otros
animales…
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“La Caja de Skinner” – Experimento de Condicionamiento Operante
Fuente: http://2.bp.blogspot.com/-_Ut4sim7Qdo/VPUoiwOibjI/AAAAAAAAAFo/y-Eagk-
Vblk/s1600/pavlovs-dog.jpg
Fuente: https://www.lifeder.com/wp-content/uploads/2017/02/condicionamiento-
operante-lifeder.jpg
Frente al auge de esta visión científica del ser humano, que lo particionaba en distintas
dimensiones, surgen algunos movimientos dentro de la misma medicina y neuropsiquiatría
que vendrían a desplazar la miradas reduccionistas y particularistas que los médicos de esa
época tenían sobre el ser humano y su cuerpo. Dentro de los personajes que realizaron
propuestas innovadoras frente a esta visión más clásica, encontramos a Kurt Goldstein, el
cual fue un antecedente importante dentro del surgimiento de la Psicología Humanista.
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Kurt Goldstein (1878-1965) Abraham Maslow (1908-1970)
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/fotos/goldstein_kurt_2.jpg
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/fotos/maslow.jpg
Goldstein fue un médico psiquiatra y neurólogo alemán que nace en 1878 y fallece en
1965. Producto de la primera y segunda guerra mundial, Goldstein tiene la oportunidad de
realizar grandes avances en el estudio del cuerpo y la mente humana. Goldstein es también
expulsado de la Alemania Nazi de aquella época, erradicándose en Estados Unidos, lo que
le permite tener mayor contacto con nuevos enfoques que surgen allí, sobre todo los que
se venían configurando entre la Segunda Guerra Mundial y el escenario estadounidense de
posguerra (el cual, como dijimos, es un escenario de mucha efervescencia y positividad; un
escenario marcado también por la creciente
psicología humanista). Durante esta estadía, Goldstein conoce a Abraham Maslow, uno de
los líderes del movimiento humanista, acuñando ambos el concepto de Autorrealización, el
cual tiene como principal fundamento la visión holística que Goldstein propone para pensar
al ser humano, alejándose de los abordajes atomistas y reduccionistas de las anteriores
psicologías.
pág. 6
Fuente: https://www.dralagestalt.com/psicoterapia-corporal-integradora-uniendo-
cuerpo-mente-y-emocion/
Pues bien, el holismo de Goldstein incluso no nos permite hacer esta división, ya que
esta, según él, nunca existió: la partición del ser humano era sólo un instrumento analítico
de la ciencia para poder explicarlo, pero experiencialmente, esta división no era algo
relatable o referenciable… ¿Dónde comienza y termina el cuerpo y dónde comienza y
termina la mente?
Goldstein propone entonces que ese principio y ese fin nunca existió pues cuerpo y
mente siempre fueron y son uno solo. El concepto de Organismo entonces refiere a la
organización que entrama los diferentes sistemas que constituyen al ser humano, que no
pueden ser divididas, pues, al momento de realizar este gesto, ya no estaríamos hablando
de un ser humano como tal. La cualidad entonces del ser humano es ser, justamente, un
individuo: un ser indivisible, que no puede ser reducido a sus partes para poder explicarlo
por completo, sino más bien, en necesario siempre abordarlo globalmente, holísticamente,
como un todo. En este sentido, lo muscular no se mantiene sin lo óseo y viceversa; lo
endocrino no se sostiene sin lo muscular o sin lo dérmico, y viceversa; y así. Cada estructura
del cuerpo sostiene a otra, siendo imposible aislarlas, al menos experiencialmente. Esta
concepción, que proviene internamente desde las mismas ciencias, hará tambalear los
mismos constructos que provienen de esta disciplina, y posibilitará que la Psicología
Humanista comience su camino con un argumento científico no menor, que hará que su
discurso sea cada vez más escuchado y validado socialmente.
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Fuente:
https://asociacioneducar.com/sites/default/files/styles/node_main/public/field/image/w
eb-%20UCCM%202%20v2%20-%20copia%20%282%29.png?itok=URZ7R9VQ
pág. 8
Referencia bibliográfica
pág. 9
RESUMEN TEXTO CIENCIA Y RAZÓN, Asignatura Modelos Psicológicos II
El artículo "Ciencia y Razón" escrito por H. Von Wright, publicado en la revista "Ética y
Ciencia" en 1988, se centra en la relación entre la ciencia y la razón, y cómo la razón es un
elemento importante en la práctica científica . El autor argumenta que la ciencia se basa en
la observación y la experimentación, pero que también se basa en la inferencia y la
deducción lógica.
Von Wright sostiene que la ciencia no es simplemente una recopilación de datos y hechos,
sino que es una actividad creativa que implica la interpretación de los datos y la formulación
de hipótesis. La razón es fundamental en este proceso, ya que es lo que permite a los
científicos interpretar los datos y establecer relaciones causales entre ellos.
El autor también señala que la razón es importante en la comunicación científica y en la
evaluación crítica de la ciencia. La comunicación científica debe ser clara y lógica, para que
los demás puedan entender y evaluar las teorías y los resultados de la investigación.
Además, la razón es necesaria para evaluar críticamente la ciencia, ya que permite a los
científicos ya los no científicos cuestionar las teorías y los resultados, y hacer juicios
racionales sobre ellos.
En resumen, el artículo "Ciencia y Razón" de H. Von Wright enfatiza la importancia de la
razón en la práctica científica, argumentando que la ciencia no es simplemente una
recopilación de datos y hechos, sino
El artículo "Ciencia y razón" de H. Von Wright discute la relación entre la ciencia y la razón.
El autor argumenta que la ciencia no solo se basa en la observación y la experimentación,
sino que también es un proceso creativo que implica la interpretación de datos y la
formulación de hipótesis. La razón es esencial en este proceso, ya que permite a los
científicos establecer relaciones causales y comunicar sus hallazgos de forma clara y
coherente. Además, el autor destaca que la ciencia es una empresa social que depende de
la cooperación y la comunicación entre científicos y la sociedad en general.
Von Wright también discute la importancia de la lógica en la ciencia, y cómo la lógica formal
y la lógica empírica son fundamentales para la investigación científica. Sin embargo, señala
que la lógica no puede re Perdón, continúa con el resumen. Von Wright señala que la lógica
no puede reemplazar la necesidad de la creatividad, la intuición y la imaginación en la
ciencia. También argumenta que la verdad en la ciencia no es absoluta y objetiva, sino que
es una verdad provisional que está sujeta a revisión y modificación a medida que se
adquiere más conocimiento.
Luis MAYOR
(Universidad de Valencia)
MARIA ANTONIA ZALBIDEA
(Universidad de Valencia)
RaÑo dc Fdo.w/ia 3? época. vol. III (1990). núm. 3. págs. 71—52. Editorial Complutense. Madrid
72 Helio Carpintero, Luís Mayor y Ma Antonia Zalbidea
Y más tarde, en 1969, continuaba diciendo: Aún entre los psicólogav hu-
manistas hay algunos que se oponen al conductismo y al psicoanálisis en lugar
de incluir estas dos psicologías en una estructura de rango superior y más am-
plia (Maslow, 1969).
Por su parte. James Bugental. primer presidente de la AAHP, escribiría
que la Psicología Humanista se caracterizaba más por lo que es, que por
aquello a lo que se opone (Bugental, 1767).
Pero, como parece ocurrir con todos los nuevos movimientos, la Psico-
logia Humanista se sitúa frente a los idearios y prácticas «establecidos»,
destacando su debilidad y sus fracasos. En su caso, surge como una decla-
ración de profunda insatisfacción con la psicología vigente, a su entender
sumida en un estado de grandes deficiencias por las dos corrientes domi-
nantes en su seno: el conductismo y el psicoanálisis freudiano. Así se re-
fleja en las primeras definiciones, provinientes en los propios promotores
de este movimiento:
Ese mismo año escribe Maslow unas palabras que ayudan a perfilar
su posición respecto de las otras dos fuerzas alternativas. Refiriéndose a
Freud dice: La imagen que éste nos da del hombre es definitivamente impro-
pia, pues deja a un lado sus aspiraciones; sus cualidades superiores... Nos pro-
porciona así la mitad enferma de la psicología: ahora nosotros debemos con tri-
buir con la mitad saludable. (Maslow. 1962).
En cuanto al conductismo, adopta una posición igualmente clara: La
ciencia mecánica ~que en psicología adopta laforma de conductismo,) no es in-
correcta, más bien resulta demasiado estrecha parafungir como una jYlosofla ge-
neral o amplia al menos? (Maslow. 1966).
La Psicología Humanista criticaba al Conductismo su estrechez de mi-
ras, su artificialidad y su incapacidad para suministrar una comprensión
de la naturaleza humana. Su énfasis en la conducta manifiesta se conside-
raba deshumanizante: se equiparaba a los seres humanos a una rata blan-
ca de gran tamaño o a un computador más lento (Bugental. 1967). hurtando
así la consideración de lo más genuinamente psicológico y humano, ésto
Condiciones del surgimiento y desarrollo de la Psicología Humanista 73
como el éxito a toda costa, la dominación de unos países sobre otros In-
cluso por la guerra. y la lucha económica contaminando el ambiente y
destruyendo el equilibrio ecológico del planeta. Semejante cuestionamiento
existencial y la búsqueda de nuevos horizontes políticos y éticos que
abrieran paso a aspiraciones de riqueza y calidad de vida más genuinas.
coadyuvaron de manera fundamental a configurar el contexto social, co-
lectivo, que propició el nacimiento de la Psicología Humanista.
Esta nueva orientación estaba siendo un fiel reflejo de su Zeitgeist. con Ja
desafección y malestar de jóvenes y otras capas sociales frente al materia-
lismo y maquinización de la cultura occidental contemporánea, y particu-
larmente de la americana, que a juicio de intelectuales y críticos sociales
se había deshumanizado, coíno formula. por ejemplo, la lamosa obra
One-dimensional man (Marcuse. 1954). En ella —se piensa— los seres hu-
manos no son síno meras partes insignificantes en los engranajes de la
maquinaria social, cuyo control acaba por despersonalizarlos. El mecani-
cismo y determinismo conductistas no serían para los psicólogos huma-
nistas otra cosa que la plasmación en el campo de la psicología de los va-
lores de una sociedad burocrática y tecnocrática que ahogan su creativi-
dad y le restan espontaneidad y libertad. El espíritu crítico frente a esta so-
ciedad alienante se encuentra reflejado en la insistente defensa de las
personas como seres humanos en vez de como máquinas.
Aparece, pues, esta orientación en las coordenadas histórico-políticas
concretas de la Norteamérica de los años sesenta y lo hace como eclosión
de unos valores que habían ido madurando paulatinamente en los años
precedentes. Villegas (1986) describe en estos términos la situación: Des-
pués de las guerras mundiales, el mundo occidentaL inmerso en una oleada de
crecimiento económico y bienestar sor-iaL experimentaba desde dentro una revo-
lución de sus costumbres y aspiraciones. El cuerpo, sometido en las décadas ante-
riores a la reptesión sexual y militar, se rebelaba, libre de tabúes, deseoso de
nuevas estimulaciones sensoriales internas y externas. Las personas podían en-
con trarse libremente, conoce/tse y amarse más allá de las divisiones raciales, Po-
líticas y de clase
La Psicología Humanista presentaba. además, un rasgo singular: su
condición de movimiento filosófico y socio-cultural, más que de estricta
escuela científica. De ahí que durante el movimiento contracultural y anti-
guerra que proclamaron y promovieron Ihedore Roszak y Charles Reich.
entre otros, y que se desarrolló como reacción a la guerra de los EEUU
contra el pueblo vietnamita, los psicólogos humanistas sintonizaron con
grupos importantes dc jóvenes y de estudiantes que rechazaban el con-
ductismo y demandaban a la psicología una mayor sensibilidad hacia la
libertad y la dignidad humanas. El titulo del escrito bien conocido de 5km-
ner &yond freedom and dignity (1971), replicado por Chomsky, otro inte-
lectual destacado del movimiento contracultural, es muy elocuente a este res-
pecto. El propio Maslow. consciente del enorme predicamento y poder de
Helio Carpintero, Luis Mayor y M.0
Antonia Zalbidea
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atracción que la Psicología Humanista tenía sobre gran número de jóve-
nes y estudiantes, decía en un texto publicado por Frick (1971):
incluir también, en tan sucinta lista, a Otto Rank —cuya influencia sobre
la psicología humanista se olvida a menudo— principalmente por su enfo-
que no directivo de la psicoterapia y su reconocimiento del potencial crea-
dor de toda persona.
El dominio conductista sobre la psicología americana durante las dé-
cadas de 1920 y 1930 es muy grande. Pero en los años siguientes, aparecen
dos importantes obras sobre personalidad en las que puede considerarse
que se incuba lo que será la Psicología Humanista. Estamos refiríéndonos
a Personalitv. A psychological interpretation (1937) de Gordon Allport, y a
Explorationsjn personality (1938) de Henry Murray. Su enfoque de la per-
sonalidad y. en ella, de la motivación y las necesidades humanas consti-
tuían un polo de oposición claro al conductismo. Tras la II Guerra Mun-
dial, aparecen otras dos influyentes: Personality: A biosocial approach to ori-
gins and structure, de Gardner Murphy. y Psycholo~ of personal constructs,
de George Kelly. Asimismo empiezan a aparecer los primeros trabajos de
Maslow sobre la teoría de la motivación humana (1943a, 1943b...) en los
que iniciaba ya sus planteamientos humanistas.
Pueden distinguirse dos tipos fundamentales de influencia sobre la
Psicología Humanista: los antecedentes psicológicos inmediatos de la mis-
ma y sus raíces más claramente filosóficas. Respecto a la primera cabe se-
ñalar las ideas psicoanalíticas de Fromm. Horney. e incluso las de Jung y
Adíer. Respecto a la segunda. aunque los psicólogos europeos existencia-
les, como L. Binswanger. A. Van Kaam, y M. Boss, y el psicólogo ameri-
cano de la misma orientación R. May, anticiparon muchos de los postula-
dos del humanismo, no se puede considerar que ejercieran una influencia
directa sobre éste, como luego veremos. Además de los autores ya citados.
también tuvieron una infiuncia grande en la configuración de la psicolo-
gía humanista algunos creadores europeos trasplantados al mundo ameri-
cano como consecuencia de la II Guerra Mundial, como el psicopatólogo
de orientación gestáltica K. Goldstein y Ch. Búhíer, psicóloga del desarro-
llo, de la misma orientación, entre otros, así como los psicólogos america-
nos de orientación fenomenológica D. Snygg y A. Combs.
Hilíner (1984), distingue dos grandes tipos de influencias: unas direc-
tas. como las ejercidas por el conductismo, el psicoanálisis, la psicología
de la Gestalt. la fenomenología y la psicología comprensiva (Dilthey y
Spranger. principalmente), la teoría de la personalidad, y la psicopatolo-
gía. Obviamente, entre las influencias directas las hay positivas, en el sen-
tido de que la Psicología Humanista asimiló sus presupuestos importantes
(la psicología de la Gestalt. la psicología fenomenológica y la psicología
existencial), y otras negativas, en cuanto que la Psicología Humanista
reacciona frente a ellas (el conductismo de Skinner y el psicoanálisis freu-
diano).
Por lo que se refiere a las raíces más específicamente filosóficas de la
Psicología Humanista, éstas pueden en último término trazarse a partir
80 Helio Carpintero. Luis Mayor y Mi’ Antonia Zalbidea
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