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actuar. Ue todos n1odos, Lorcnz y Skinncr rcprcs 'ntan
orientaciones extremas inadn1isiblcs para mí.
Existen materiales, influencias, con las cuales el
niño se construye; todo comportamiento es una cons-
trucción. Se trata de ver de qué manera se construira
el niño, poco a poco, según su patrimonio genético y
según su patrimonio cultural, según las influencias
que ejercen sobre él. Eiaget y W allon, por referirme
a dos grandes _ps~c!>logos del niño, estudian cómo se
pasa . de . la inteligencia- sensorial-motriz a la int~ligen-
cia especulativa. Am~<?-~ rechazan la simplificación "o
herencia o medio ambiente", ya que el objeto de la Psi-
cología -~~-·_averiguar cómo se opera la génesis de la
inteligencia.-_ . --··
14
¿Quiere decir con ello que el patrimonio genético
no es fundamentalmente distinto de una clase
social a otra? ¿No existiría algo así como una
especie de "raza" obrera?
¡Como en las abejas! Por supuesto que no. Aquí se
confunden tres problemas. Prl~er problema: en el con-
junto de la población, ¿a qué se deben ]as diferencias
de_jnteligencia? Respuesta: se deben a ]a interacción
· del medio ambiente y de la herencia genética. Segundo
problema: si tomamos dos clases sociales, se constata
que los niños que pertenecen a esos dos medios distin-
tos, manifiestan ciertas diferencias de expresión intelec-
tual. La respuesta a esta cuestión se conoce desde hace
cincuenta .años: se debe únicamente a la influencia del
medio ambiente. Tercer problema: la diferencia entre
los negros y los blancos no se ha podido explicar toda-
vía, a pesar de que es un hecho indiscutible. El famoso
informe de Jensen, que provocó_un escándalo en Esta-
dos Unidos, intenta probrar que los negros son gené-
ticamente inferiores a los blancos. Las pruebas que
aporta no son serias, pero ]as de los que sostienen IJ ,
tesis inversa tampoco lo son. Recientemente. otn.ls in-
vestigadores habrían puesto en evidencia que IJ pre-
tendida inferioridad de los negros en rdación a kls blJJl·
cos es la misma que la inferioridad de ltlS h~ancos n:s•
pecto de ]os amarillos. Es sorprendente que (Se infl1nne
acerca de la inferioridad de los blancos no tu\ icra IJ mt'-
nor publicidad. El problcn1a de las dift·n•n(·ias Otl se plan-
tea con los misn1os térn1inos st'~Ún st· to111e 1."J conjunto Je
la población o las clases sodales.
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Normalmen te se a;:, .:s :.:
gemelos sin d is ing u ~~--~
· los dicigóticos y los r-c,:-
cigóticos, es decir s,n :cr).
derar que sólo es os _: - -~
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distinto. \.El maestro, de transmisor de las capacidades de apren t Z l J_ • J,\ '
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conocimientos se convertirá en formador den ser no tanto man• eSlJ~ 11)>'
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de inteligencias. La función de la escuela, duales naturales, su o' . y ·, l(\., -11. 11 •·
en uno u otro casos, será radicalmente amplios de tipo sociolü~ ' 1 ' " J ,J<r"·1'
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distinta. En un caso, seleccionará y ratifi- de esto matizara o no ' a . _ tm r1--
' J1 ' Jíll 1 ,
cará la división realizada anteriormente cias que provicnt'n dd 01 l t1J1i .i.
1 l, u«: u nl)::, . 1,v
por una ley "natural" de herencia. En el para intentar llegar a O , rr,tii:
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otro, intentará convertirse en medio de ••escuela Jemocrat ,ca } " , otro., ,.
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progreso. Postulará que la diferencia en denominar º ibrualdad Je 0 P0
22
.Huj, ,rs ,fr Sa11ti,1.~•o . ltitl,111 (Uual, m,IÍ,1) /.,¡ i /'' f HJl/1J!i j>t J'{t 111 t /1 ·11/1 I
tr,1~,,j,¡,1J,, 01 ll /,1ns artrs,a10.c a 1111,1 c l,1 .\ 1· d, · lll'l'l ·l o a/lo
t, o,u;m ir
f.'/ m; dio c1mhio1fr ro ndfriona ¡,:o·~,111 ,¡,. un !-.lalu~ <¡w· /, i· pnmifr
ti d, ·surru/1,, i ,11, l, ctual. ll<'f"l•,h:r a "1 rultura
sin ¡,:rand,,,., dijirulladl' s.
1~a querell a entre partidario· <l la he- en Psicología, significa hacerJo también
rencia d la inteligencia y los que defien- con los problemas del determini smo <ld
den el poder del me<l io ambiente o de una hombre y de su libre albedrío. Si estoy
interacción entre herencia y ambiente es determinado indefectiblemente con mi
apasionada. Y lo es porque este debate herencia, ¿ dónde está mi libertad? Si el
no constituye una discusión neutra. Con- medio me condiciona totalmente, ¿dónde,
lleva una gran carga ideológica. De la mi libre albedrío? Mi libertad de obrar,
respuesta que se dé, de los resultados que ¿de qué proviene y hasta dónde llega, si 1a
aporten la ciencia o el especialista se deri- historia de mi vida está escrita en mis
van consecuencias que ya no son cientí- genes? Los límites de la determinación
ficas, sino de otro orden de hechos. de la influencia de la herencia o del medio
En primer lugar, enfrentarse con el pro- ambiente son también los de la libertad
blema de la herencia y el medio ambiente individual.
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- - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
"lnteligencz:a es /a capacidad compleja o gloha_l del individuo de ac~uar e,n _un
sentido determinado, de pensar de manera racional y de tener relaciones utzles
con su medio amht"ente. Es global porque caracteri"za el comportam-iento del
•individuo en su conjunto; es compleja porque está compuesta de elementos 0
aptitudes que, s·in ser independt"entes, son cualitati"vamente diferentes."
D. WECHSLER
¡
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En segundo lugar, el debate tiene con- ditarios, en cuyo caso unas razas senan
comitancias con fenómenos políticos y "superiores" a otras, unas clases sociales
consecuencias de orden político y social. a otras, o si son producto del medio am-
Al plantear el problema de si las dife- biente social, y entonces las diferencias no
rencias intelectuales entre individuos son serían más que el reflejo de la historia de
producto de la herencia o de la influencia una subordinación de unas clases a otras.
del medio ambiente aparece inmediata- de unas razas a otras.
mente la tentación de considerar aquellas Los que consideran que las diferencias
diferencias, cuando existen, en términos intelectuales entre los hombres son el re-
de valor absoluto. Que A sea distinto de sultado de la herencia biológica, acostum-
B, puede significar que A es mayor que bran admitir el dominio de una raza sobre
B_ (o B que A), o simplemente que A es otra, o de una clase social sobre las infr·
diferente de B, con estructuras diversas riores, y justifican en ello su proceder s~;
Y no me~surables en un sistema rígido. cial y político. En cambio, completarnc~_.,
P~r?, teniendo en cuenta los instrumentos distinto será el proceder po1iuco , . \' Sl'k: IJI
J J"t°""
utihzados en la medida de la inteligencia de aquellos que consideren que las 1..~s
-los tests- y su modo de emplearlos (de honw~·
rencias intelectuales entre 1os elll,:;
ello
. hablaremos
. más adelante) , el d 1· . f1
es 1za- son producto de la 1n uencia . que en
~1e~to hacia los términos absolutos cuan-
t1tat1 vos es casi inevitable Al b ejerce el medio ambiente. . en ¡9_.11
J d='" · compro ar De hecho, Pastore, al reahzar·entifÍ'-,..,;
as uerencias, según el criten·o 1 . entes c1 ,,
tea · d· , se p an- un estudio sobre 2+ emin t,re ts
. inme tatamente la cuestión d b Jebate so Jt
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La Psicología:
una ciencia con problemas
¿Qué es en nuestros días esa ciencia, la
Psicología, que estudia las conductas del
hombre y cuyos practicantes, los psicólo-
gos, crean y aplican los tests?
Acabamos de decirlo: la ciencia que es-
tudia la conducta del hombre. Pero sobre
cuál sea esa conducta, cuáles sus deter-
minantes, cuál la metodología para abor-
darla, existe hoy poca unidad en el campo
de la Psicología.
Para unos será una verdadera ciencia,
con un objetivo propio: la conducta del
¿ ¡1,S' ~1¡{1,;.~ C.'u'fl: ,•;¡ _o•:, t S/'c • ,.
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z,_,o rurr:portd,,Ti< 1¡{¡1 St" ,!(r~ ,·, ,!,·i,;1d ,/, 11, 1,t 1.l, 1
l·,m fo di1. t rsi,J,;l/ df /1t't,nr s 't'l t' i11á,l,111 e,,.,11 ·,·¡',/,1.
.. Es justamc11te co11 una li11tcr11a en la mano, cual Diógenes en busca del hom-
bre, que me represento yo al verdadero psicólogo, al psicólogo que se interroga
con inquietud acerca de su propio reino y por su razón de ser. ¿Qué es mi cien-
cia y para qué sin,e?"
R. ZAZZO
·------- -- - - ---- - - - - - - - -- - -- --,,./
hombre. Para ciertos filósofos, que ponen la medida que conocemos o creemos cono-
en duda la validez misma del método cien- cer la conducta de nuestros semejantes y
tífico aplicado al psiquismo, no será nunca tenemos nuestras opiniones, nuestros jui-
más que una parte de la Filosofía. Para cios, nuestros prejuicios y nuestra tradi-
otros, en fin, la Psicología, ligada intrín- ción acerca de sus motivaciones. En este
secamente a su universo conceptual y su sentido, la Psicología es necesaria pa-
práctica social, es un puro mito científico. ra convivir y no digamos para enseñar.
1\1. Richelle pone en interrogante la Pensemos en los muchos maestros que,
necesidad del filósofo, duda de la profesión sin nociones profundas de esta ciencia.
de maestro y se pregunta también para han llegado a conocer claramente a sus
qué sirven y por qué hay psicólogos. alumnos.
"¿ Cómo se explica que (la Psicología) na- Pero la Psicología es algo más, o se prt"-
ciera y floreciese en tan poco tiempo?", tende que sea algo más, que ese conocer
se pregunta. Y al intentar responder a esta intuitivo facilitado por la práctica o por
cuestión analiza a fondo la problemática la tradición.
teórica, metodológica y social de la Psico- En ese muro representaJo pl1r L1 tt'n--
,, logía y señala que ésta es víctima de una dencia popular, que consiJt'ra qut' tt.Jl, ·
perpetua confusión entre ciencia y sentido somos psicólogos, encuentra la P ·i".... ,J.. tgÍJ
1
\ c<?i:r1ún. En efecto, según Reuchlin, si la una primera dificuhaJ para akanz~ d
Psicología es la ciencia de la conducta, status de ciencia que busca l"lm .Lhtm:o.
todos -en el primer sentido de esta pala- La segunda gran difil--uhaJ _apan·..·t'
bra- somos psicólogos, hasta los animales, en el interior mismo Je J.1 Psi1.'olo~•a pt>r J.1
pues también ellos conocen la conducta de lucha irreconciliable entre sui n~·t th._ll,s.
s~s congéneres y se rigen por y en f un- Segun , estos
, · •ºJ ir
puede Jn · s.e en fas stgUJt.ªn-
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ción de ella. Todos somos psicólogos en tes corrientes:
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11' ralún u /,, ¡,fontNi tm ¡,, f/ 11l I lf;¡(
pura lo¡.:rar
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Frt'1zt ul t!Xu mo1 final tradiriuna/
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de con1un to con t i fzn den ilar, ¡ .; , "(! ¡;rJ
Je una priuba única. -
mente, para otros, la teoría es promesa de Ahora bien, la conexión entre teoría y
fecundidad, como dice Richelle : "No se práctica no está bien uefiniJa <.'n Psicolo-
recogen jamás los hechos al azar, sin in- gía, y muchos países carecen a{m <le un cl>-
tención. No revisten valor más que si están digo que determine la práctica Je esta
organizados, y es en este estadio en el que ciencia y señale sus límites.
interviene la teoría, o sea, la formulación
coherente de leyes que dan cuenta de los
fenómenos conocidos en una esfera más o
menos general ... ; una te<;>ría no debe ser
jamás tenida por definitiva, no puede ser
un sistema cerrado. Incluso cuando en-
globa un vasto conjunto de fenómenos
en una tentativa de explicación, no es más,
en suma, que una nueva hipótesis".
A esa problemática hay que añadir ade-
más la dependencia todavía estrecha entre
la Psicología y la Filosofía. Como ciencia,
la primera nació en los albores del siglo XX.
Antes formaba parte de la Filosofía f, en la
actualidad, en muchos psicólogos priva la
actitud filosófica sobre la científica. A esto
deben añadirse también los problemas de-
rivados del empleo de esta ciencia. En Psi-
cología, algunas aplicaciones de descubri-
mientos científicos son poco importantes
(colores más perceptibles para una ambu-
lancia, sonidos más agradables para abrir un
refrigerador, etc.); sin embargo, otras im-
plican graves repercusiones en el futuro de
un niño o en el porvenir de un individuo.
En función de ciertos conocimientos cientí-
ficos, se orientarán vidas y vocaciones, y
se decidirán futuros.
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/ ,u ,,,,, . , 11 11pa,i1·11c ia , s un ju, ¡:o,
rn u lt,i sn lUtll prut./lii o /nl
pa1t1 NJ/orar /u intl'L1",t:nu iu .
La inteligencia
y los tests
¿Qué es la inteligencia y qué son los
tests, esas técnicas un tanto misteriosas
con las que los psicólogos valoran aquélla?
LLos tests, las condiciones de su aplica-
ción y los resultados obtenidos son la base
en la que se fundamentan los defensores
de la herencia o del medio ambiente (en
la formaci~n de la inteligencia) para apoyar
sus teorías.' .
En algunos países, los tests son utiliza-
dos ampliamente; sin embargo, en otros,
encuentran notables reticencias. Dentro de
un mismo país, unos los aplauden y otros
los repudian. Estas insidias obedecen a
causas ~uy diversas. En unos casos, no
son más que continuación de la vieja y pri-
m~ra crítica hecha a los tests en tiempos
de Binet: la inteligencia es un fenómeno cen a críticas provocadas por el uso mismo
espiritual y, por tanto, no mensurable; no de los tests'Ll::a inteligencia, se dirá, pued~
puede considerarse al hombre, esencial- ser medida, pero con mucha pn1Jt'fü.·i.1. Se
mente espiritual, como un objeto. han empleado los tests con exresi,·a li~t--
En algunos casos, las reticencias obede- reza, se han dejado en manos de gt"ntt' que
35
l La, uriosidut! y d Í11 f1 ri',
, • ·J' p zru cmw,·t r
/.,os tuts no son l l un1co ,m 10 ' " " ''' Ull ll j JrtYILf(} ' "'' tr,í,,;, ,,
/a capacidad inttlfftual de las pt ' s'~'!ª ; son d,,mentns d,, u, forn ri,;n.
la manera de dcst m:oln·rse de un ,uno Rl psinílo¡;o Jt'an J>ia¡;l:l (a haj,,, dl' Ti', h,11
en ti laboratorio químico, . nfr¡:a la valíd,,% d, l t1:11
puede también proporcionar dato zntcrtsantts.
como instrumento para rru!dir la int1:li,:1:ncir1.
,
no podía entender lo s resultados brut,,) cli;
cocientes de inteligencia, quienes han cla-
sificado a los niños sin más explicacifm.
Poco sabemos, dirán, del valor prcdktivr,
del test, ni si lo que hemos medido en un
momento X, continuará siendo una medida
válida en otro momento Y. Conocemos
muy poco acerca de cómo influye la misma
situación experimental. Midamos, pues,
pero no nos engañemos. Tengamos una
prudencia extraordinaria, ya que aún no
conocemos bien lo que hacemos.
Las reticencias pueden obedecer tam-
bién a criterios metodológicos de la Psico-
logía, que no concuerdan en la manera de
entender la realidad del conocimiento de la
conducta. Y, así, piensan algunos especil-
listas, que es sólo a través de la intuición
que se tiene del sujeto, de la empatía* con
que se le analiza, como puede conocfr:-de.
Otros especialistas, como J. Piaget, nc-
gar án la validez de los tests como in ' t n1,
mentos para conocer la inteligencil.
Por último, habrá quienes no a· ~pt ..•t\
los tests por motivos puramente püliti~l)~.
~os tests sirven para sdeccioaur, r.1r .1
orientar, para clarificar, rn funciún d~ un
criterio de inteligencia. Criticarán b mdl,..
dología de los tests (medir algu llll'-" tlll ,~·
sabe en dcfinit iva lo que! es) y l.i noÓüll
misma de lo que éstos prl·h.•fükn llh.'lhr
- las capacidades- sl."rá t'~tahkdda en fun-
• ciún de la idt"olo~ía.
Coci ente de inteligencia
y otras a portaciones
psicon1ét ricas
mentales", de los que no lo eran, para po- edad, tener una "edad mental" de st is
derles dar clases adecuadas de recupera- -
anos.
ción. A partir de criterios experimentalis- A partir de tales consideraciones, el
tas, concibió pasar las primeras pruebas, alemán \V. Stem desarrolló la idea de un
exactamente en idénticas condiciones, a cociente intelectual (CI) en 1912, que ex-
cierto número de individuos. Puesto que presó con la siguiente fórmula:
los estímulos son idénticos, las diferencias
CI = edad mental x l OO.
que se observarán en los sujetos tras las edad cronológica
pruebas deberán obedecer a capacidades
diferentes. Así, en el caso de los sujetos que acaba-
En 1905, Binet estableció una serie de mos de citar, el primero tendría:
preguntas en su célebre escala, preguntas
ordenadas en sentido de dificultad cre- CI = -6 x 100 = 43;
ciente: el niño que respondiera a menos 14
preguntas sería que estaba menos dotado. y el segundo:
En 1908, conjuntamente con Simon, agru-
paron las preguntas según la edad: el ni·- CI = ~ x 100 = 120.
5
vel seis ( edad mental) correspondería a
las preguntas que contestan los niños de 6 La clasificación más corriente del CI.
años (edad cronológica), el nivel ocho a teniendo en cuenta que el nivel medio e-5
las preguntas que contestan los niños de 8 100, es la siguiente:
años, etc. Con este sistema, Binet y Simon
pretendían establecer la "edad mental" (edad catalogación CI
de desarrollo intelectual). Es decir, si un su- deficientes
jeto contestaba, por ejemplo, las pruebas borderlin es ( 1
correspondientes a los 8 años de edad sería normal-med,ocres
no rm al -medio s
que tendría una "edad mental" de 8 años.
normal u en r
Sin embargo, este sistema no permitía
valorar hasta qué punto un sujeto es o no
anormal, y en qué cantidad (puntuación) es,
o no anormal, ya que un débil mental de
14 años de edad puede tener seis años de
"edad mental", y un sujeto de 5 años de
38
De todos modos, esta y otras clasifica- tro de ella, se les da una definición üpcra-
ciones deben acogerse siempre con reser- tiva en términos de alguna clase <le m<.-Ji-
vas y, en cualquier caso, ser matizadas, das; por consiguiente, decir que ''la intt:1 1-
ya que, por ejemplo, un retraso mental de gencia es aquello que miden las prueba~ J e:
dos años en un niño de 5 años de edad no inteligencia", no es, según Eysen k, ni un
tiene el mismo significado que ese mismo intento de evitar la cuestión ni una ma:i
retraso mental en un adolescente de 15 tautología.
años; en aquél representará un grave dé- Por tanto, el primer intento d~ Buit·
ficit, en tanto que en el segundo no. carecía de una teoría prcconct:b iJa Je: que
Puede afirmarse que Binet utilizó el es la inteligencia.
método experimental en su aplicación Posteriormente, Spcannan tr J hJ 1,\ ..., 1n
P,ráctica. Sin ninguna teoría previa, par- tests y, a parti r <le ellos v dd l" .wh: n ~k
~1ª del hecho de considerar que "la las relacione s matemátil'ih ¡u · t· htl n
tnteligencia es lo que mide mi test", entre diferent es prud.>a ~. lle ,,,· IJ ·, •ri...11; •
frase sobre la cual han corrido ríos de tin- sión d e que h a: un f, ·tt> r ( .♦ f.H.:t ttt i..:\ lll"I :1 1
(
ta: modestia innegable del autor, dirían de intd igl· ucia) y unos fJ c tpn·-. t t 1.·t, 1 c....,1
~gunos ; no se puede medir algo que no se es pe ífico s Jt' la s apl 1tudc-. p.ut u:ul.u 1.·-. , k
sabe
~ . lo que e s, d iran
. , otros; ¿ por que, no t,
.. e~a in tt·Jigc11l·ia ).
anad1 rán otro s mas. , I .,a mtt:
. 1·1genc:1.a
. e~ un 'rhu n ,lOlll\ l rab.tJ..t ll do · 11 l""lk rrn-.1111 1
c<mc.:epto Y los conceptos se dt:finen t"n d ~1:ut idn, h a e n "lHlt r .ad11 -.e, ., t ·· pt1 Lhl.id c-.
rnarco de una red teorética gentra.1 y, Jtn- dt ~lmta -, : dw, , /,(,ft · (I· p 1 t111t:fJ , qu e "il
l nu dt' /os mJttritil<.· :t1ili~1:d1ts {'i11t1 /,; ,.',:1 111 :/1¡,, 1, 11 1
Factor V De comprensión verbal, defi nido por una pru eba de sin ónimos.
Fact or N De aptit ud numérica , definido por unas sencillas operacion es aritméticas.
Fa ctor S Espaci al, concebi do co mo capacidad de manipular im agin ativa mente figura s
geométricas.
Factor M De mem oria de palabra s, núme ros o dib ujos.
Factor R De razon amiento, que aparece en pruebas consi ste ntes en series de le ras.
números o fi gu ras, que hay que con ti nu ar en el punto en que se inte-
rru mpen .
Facto r W De influ enci a, con sistente en la habil id ad de en contra r rá pidamente palabras
de un a determin ada cl ase, qu e comiencen, por ejem plo, con una letra o
un prefijo dados.
manifiesta en el uso de un vocabulario más tests que la miden suelen estar impre~tn.1-
o menos extenso, y la segunda, en la faci- dos de componentes verbales o espa ~i~e:
lidad de reunir palabras para contestar a importántes, y una de memoria, que pucJ
las cuestiones planteadas); una numérica, hallarse dividida en capacidades <list inu~
o facilidad en el manejo de la aritmética de retención, según el material a rt't -n -•r
básica; otra espacial (aptitud para visua- y el tiempo.
lizar relaciones espaciales en dos o tres Acerca de la naturaleza del fa "t 1r G ~ ·
dimensiones); otra de razonamiento, difí- Spearman se sabe muy poco. &"'rÍ:l 1:1 n: ._
cil de obtener en un estado puro, pues los dida de una especie de ent'r~f:Ítl intt ' ·t;..:.
40
Pruebas que componen el test de Wechsler
Verbales Manipulativas
que se prepara y potencia par~ resolver Wechsler, creador de una escala métrica
inteligentemente una serie de problemas. para adultos, considera que la inteligencia
Los partidarios de la influencia del medio ' no puede ser identificada con la suma de
ambiente en la formación de la inteligencia, todas las aptitudes específicas. Incorpora
critican con dureza esas pruebas supues- a su teoría la noción de G: inteligencia
tamente objetivas y los problemas propues- general o factor de inteligencia definido ro-
tos, por considerar que están culturalmente mo una especie de energía que se mide
determinados, es decir, que tienen una como la energía eléctrica, a través de los
carga ideológica. efectos que produce. Esa "ene~ía '', esa
Spearman reconoce que en G ~nergía capacidad de poder hacer, de este hJ.~cr
de inteligencia- existen, además de los fac- bien o mal, de actuar inteligenteml"nte
tores específicos intelectuales (facilidad o o no, se mide con unos reacti\·os: sus
dificultad para resolver problemas de ló- tests.
gica verbal o numérica) o espaciales, otros En los tests, \Vechsler, al matc:'ri~ t"s-
factores extraintelectuales de motivación, trictamente verbal dd fran~és Hinc:-t aii.1Jt>
personalidad, etc., en el momento de ela- una escala de acción - pc,jorm•.inct-·- r~
borar el test, los cuales "no medimos, flejo de una socit•dad t.·omo 1J d~ Estadl.•S
pero que intervienen al valorar la inteli- Unidos, pragmática y .. tl,minaJ a por la
gencia, sin que sepamos muy bien cómo". acción. En esas pnarbas st razona }' s~
41
/.os rt rnltwlus J, Llt !/
1¡1tt· apart cruz los ¡.:rabaJ1Js w pui"ru
110 pt.rmilt n afinnar ljllt' l,z 11iiiu seu mús intt!i¡;nilt
qu l'Í nirio. />ara que un test Lln¡.:a ·validrz
es 11at·sario, l'ntre otras cosas, que la prueba incluya
un número adecuado d{'. indi·tiJu fJs.
42
L... s i.1tus .t· utili::; . irz con á, ria f rú·:, t ,1 .. ·:"¡¡ I 11 J, , 1 ,, ¡1/Í;;., ,1tlo po r ¡,, rsmu,
t111u 111iww
f'J ,.1 ccp rim rztación psicolJJ,.~fra. flfftfr prnporciu11or nsultad(J Jist intm
t spf ialmtnt oitrcnándol zs StKÚ11 , l 11w 11ll nlo y fo situari'Jn
para recorra un /abainto. tn ,¡uc lo ha¡,:u.
44
de la neutralidad de las condiciones y del 12 experimentadores. A la rnitad dt.· ést ),
experimentador o psicólogo. se les dijo que sus ratas se mostrabln mu~
Rosenthal y la Escuela de Chicago con- diestras en el laberinto ( en otr )S tt~nnin,h.
sideran que los resultados que "espera" inteligentes) y a la otra mitad se l ·.· · ,_
obtener el experimentador influyen en las municó que las ratas eran plH.'ll lübil ·~- \ l
valoraciones finales. Así, en 1963, Rosen- final de la experiencia, bs raus 1..· Hl~ i l ·1 .i -
thal y F ode dijeron a 12 experimentadores das "<lota<las" se maniksun1 n '\ 1H h 1 u l ·,
que trabajaban con ratas, que era factible y realizaron un trabajo umdHI m :11 11 1u
desarrollar en los animales la facultad de el de las otras . E\' üknl ·m ·nt ·. l.l i 1·•' " ·
conocer o desconocer un laberinto, en más había fijadu l'tl In ~ ' \. l'\"l llll ·11t.l~l,,r .....
( .
_J menos tiempo y de modo más o menos aunqu • la di ~trihlll·i(rn h: l.,~ tJLt ., 1 · J -
mttligente, por medio <le cruces genético s. li zú al azar.
S J . 'b
' • 1 ·tn uyeron al azar 60 ratas entre lo s En ot ra •. pt·ril'n ·ia lln adJ ••
1964 por Rosentlul y Law on que supo- pués en una segunda fase, había que ta-
nia unos aprendizajes más complicados char entre los signos presentados dos dife-
con ratas, se repitió "el truco~. Los resul- rentes. Se calcularon la velocidad de la pri-
tados confirmaron lo anterior: las ratas mera prueba ( V 1) y de la segunda ( V 2 ), y
que los experimentadores consideraban las inexactitudes cometidas (signos borra-
como más inteligentes tuvieron mejor dos por equivocación) en ambas: / 1 e / 2,
aprendizaje. y también el cociente de rendimiento y de
El mismo tipo de experiencia se hizo velocidad.
con gusanos acuáticos. Los resultados Se hizo realizar la prueba a 9 5 estu-
que se obtuvieron estaban condicionados diantes de Psicología de ambos sexos, re-
por la idea que se había dado al experimen- partidos al azar entre tres examinadores:
tador sobre ellos. R. P. (un hombre de 25 años), L. ~l. (una
En otra ocasión, Bumham (1966) hizo mujer de 29 años) y R. Z. (el propio Zazzo,
creer a 23 experimentadores que buscaba de 40 año_s, y encargado de examinar más
los efectos de una lesión de cerebro en el tarde a los estudiantes).
aprendizaje de las ratas. Se orientó la opi- En la primera prueba (tachar un signo)
nión de los experimentadores, haciendo los hombres obtuvieron, aproximadamente,
que cada rata llevase una etiqueta que pre- los mismos resultados, fuera cual fuese el
cisaba si tenía o no lesión. Tales etiquetas examinador. Sin embargo, los resultados de
eran en unos casos verdaderas y en otros las mujeres variaban en función del experi-
falsas. Las ratas sin lesión y con etiqueta mentador. El fenómeno se agudizó nota-
de "enfermas" proporcionaron los mejores blemente en V 2, prueba más dificil y 'que
resultados, pero las ratas con lesión, eti- exigía mayor concentración.
quetadas como "sanas", proporcionaron Los hombres consiguieron mejores re-
resultados como si se tratara de animales sultados con la examinadora y, con los C'X-
sanos . perimentadores, obtuvieron mejun."s rl"-
. ~~ un test que no e::ca de inteligencia, sultados con el de su eJaJ, es Jc.-cir, con d
ding1do por René Zazzo, éste preparó unas que no tenía que examinarlos a finales Je
pruebas para determinar los efectos de in- curso.
terrel~ci6n entre experimentador y sujeto En cambio, las mujeres aJcanzaron los
expenmentado. Se trataba, en la primera mismos ínJices con el examinador de su
fase, de tachar un signo determinado en- edad y con la experimentadora, pero au-
tre una multitud de signos distintos. Des- mentaron su velocidad ante R. Z., del cual
47
J(
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1 5 1 Qf ' 't) t. - :d,li ll d 1,I • (} .t 'Hl. l l ( he rnbr
rup 1 1 '- mu res \. id m ~dtJ 2 7 ,ir l) ) f
J 7 t, mbres \ed, d rn did 2 7 '"~' o s) } . M. ( UJP,í)
Gr upo 11 l 15 muJer es daci m , 2 5 ano s )
J 15 ho mbres ( dad e~ ia 2 8 ~ñ os) } R. Z . (hor hr )
Grupo 111 l 1 m uje res (edad media 28 anos)
9 suJ etos ex peri mentados (estud iantes)
Veloc idad (V )
R sulta dos
Grupos V 1 V2 CV ( 1 )
J1 (h ) 29 4, 7 13 2 , 3 O, 9113
R. P. l 1 (ml 2 84, 0 130 , 5 0,9246
2 (h ) 299 , 3 137 , 7 0 , 9252
L. M. { 2 (m) 292 , 6 130, 7 0 , 8960
3 (h) 2 9 9,3 129, 0 0 , 8846
R. Z. { 3 (m) 310,8 1 51 , 1 O, 9933
al ambiente rural y cuál al urbano, así como Del examen de esa muestra representa-
d perteneciente a cada una de las clases tiva se extraerán los baremos o tablas dt: re-
~r,ciale , a cada edad, etc. Una vez comple- ferencia, que permiten comparar la puntua-
tados- estos
- J,a t os se e¡·1ge Ia muestra re- ción obtenida por un sujeto con la conse-
1fl'">l"ntativa que, con un número más res- guida por los otros, lo cual facilita la ,·a-
tri ngi do Je sujetos, debe corresponder loración de un indiviJuo respecto a los Je-
11t:fml'nt · ª las características de la po- más y al conjunto global. Este difícil y pe-
1»LH ii'Jn gt'ncral. sado trabajo es el único que pemute cum-
5l
1 .
I ,(J i/1.,¡ . '·'•· ','.'!
!/!(, (J
,¡11, '. i I /•
<I 1 te t: p,, .•e •¡f,¡1¡ ,lt 1/c 1.\ ,!/11!, "
p,oa reulizca un lt j •
,h: :irttía t I 1t sult,;-,/, 1 j, I mismo.
medida _q ue se obtiene carece de sentido Pero, ¿y d ul ro? ¿Q ut' saheuH 1s d~~ l.i ·:1_r:
y se está cometiendo un abuso científico ga a f.ec t1· va qul' trae L'lH1s1go
· ~11 •·1'-·t1J1r
. ;1 re J
que puede ser, al mismo tiempo, un abuso lizar el test? Pnl'as pruebas expcnmt'nta·
, . te ¡Jrobk-
rrn ,ral. le s se h an hecho para ac lar.ir t:::,
J.,J t/1 J, 1 /i/l (til/ ,/, /11\ f',1 /¡/., f / ,., t ,/ /,, ,,,,, i;u
va ª de~irle, sin duda, lo que vale ? t. U l·daJ. En trc-s fll c.'St'S, eh.a c.:'1JnbiaJl,
Analicemos dos resultados recientes J e est~ nilío, !;C ha nm n·-rt iJl, en sujdo bri•
un niño ante un mismo test, con tn~s mehes Uant e 1 No. Himpkm~nle ha , ariaJ o la
de intervalo. En el primer examen, practi- Hituación Jd e x.amc:n.
SJ
•/
'I
(. 1
1
" • U),
El 111110 o d aJuJto que pa san un te t, etcétera) el cual le juzga como un mal alum-
¿de qu~ manera ven al experimentador? no. ¿ Reaccionará el niño igual frente a todo:
Este, t·viJt'ntemente, t: · un hombre como lo ~ inJi\·iduos, maestros o psicólogo -•
todos, pero con una hi ·toria y un status ¿que abemos de los recuerdos con ~cit•n-
~ocial qu puede ser considerado de modo · tc o inconscientes que el examinador pre
mu · diferente , st:~ún la clase ocial a la \'Oca en él? 1'1uy poco, por no decir naJ ·
que ¡wrknezca d sujeto _e xaminado. Un Hemos hablado ya de los trabJju'.' J ·
rnun ·on problema:::. escolare , prove- Rosenthal sobre la "e pera" de lo: t.' \ J ·n-
J1Íl·n k d • un medio ociocultural ba- mcntadores, y se conoce poco cnm<> 1°-- 1- !:~
J' ,, p m·d l' \'t'r c·n d p ~icólogo a alguien cólouos abordan esta situación "n ut ra ·
e . , 1·· .1u , son
~ ·meJJn t al maestro ( a travé. de cier- .:\luchas ps1c0Jogus a 1rman --i e
. 13 - k -
1 J .'I rn · n,h: ... tacíoncs externas, como el neutrales y que e limitan a st' -ruir
\. t , t ,d11 , la u rma de hablar y j.!csticular,
.
yes expenment -.. · em barg"º , k !) cr:i-
aJ e ·. Sm
bajos de Rosenthal muestran que los ex- Ante esta situación, unos propüncn d
perimentadores intercambian 2,4 veces abandono de los tests, por inservibles;
más miradas con mujeres que con hom- otros, su mantenimiento, pero usándolos
bres. "Las características psicológicas del con extrema prudencia. La Psicología esco-
experimentador intervienen sutilmente", lar no debe plantear sólo tests a los niño
dice Richelle. con problemas, los cuales distinguen en
A este respecto, y siguiendo a Richelle, tre escuela y gabinete psicotécnico, y quei
cabe preguntarse si generalmente el psi- saben que, si los llevan allí, es porque tienen
cólogo espera algo de la situación en que dificultades. Es mejor examinar a todo tipo
se halla inserto. Si su trabajo es de simple de niños conjuntamente, prescindiendo de
experimentación, es que parte de una hi- de sus resultados escolares.
pótesis, y estaría más satisfecho de verla
confirmada que negada. Si examina un El test-retest
sujeto con fines prácticos, sus esfuerzos de
objetividad no le impedirán inconsciente- La precisión plantea el problema de la
mente esperar un rendimiento o una reac- constancia del potencial, energía o inteli-
ción de su interlocutor, sobre la base, por gencia medida por los tests, y expresada
ejemplo, de la impresión inicial que le causó. por un CI o cociente de inteligencia.
Sin embargo, _al observar las interaccio- Terman mantuvo que la constancia dd
nes entre experimentador y sujeto, es por CI era perfecta, salvo errores debidos a
ahora. imposible detectar y definir los ín- malas aplicaciones de los tests o a cambios
dices que en el comportamiento del pri- de los sujetos, que siempre pueden expli-
mero han orientado al segundo. carse.
En la precisión de la medida interviene, Sin embargo, son mucho ll,s e$pt.'ci.:1-
pues, la situación experimental con todo listas que discrepan de esto. Apo) an esta
10 que tiene de impreciso y ambi~uo.
actitud escéptica sobre la t.·onstancia Jd
Para superar la influencia del experi- CI en una serie de Jatos ex1xarimt·ntaks.
mentador se ha optado por realizar los Para probar la fiddiJad de un tt·st, la exJc-
te~ts en colectividad, aunque ello no eli- titu<l de la medida, d psil~1.)ltl~o practil·a el
mina .la actit ud ·md.1v1·d ual de cada sujeto mltodo Jtl test-rt'lt·st, t·s d'-·l·ir, d'ectúa do
que, Junto con otros, aborda un test con mediciones <le la intdi~encia en dos mo-
todas las carga s aiectivas
r · •
y extramtelec- mentos distintos; si los resuJtados son si-
tuales que puede llevar. milares deduce la fiabilidad dd test.
55
.Hu, sfl,J L'.\'lraída ,h un fr sl
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El ámbito tscolar t s uno dt lus f1uJios iJr;nu'.lr
para la nali::ación dt las prUlhas psicomúricaJ.
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, w rndt un a Íu\ .,uj, /ns 1111 ~d,-:.t1,f,,.,.
1
10 años, del 59 % (85 sujetos sobre 143 Ningún nmo al ·anzt1 e n l.1~ : , '" ·,
examinados; 85 = 30 + 20 + 35), y del 1nismos resultados.
4 ') <¼) a los 11 años ( 68 sujetos constantes Ninguno lo s nbt u vn -f. , ·"· :-. · ·~ui..l.1'
fn.: ntc a 70 que no lo son; 68 = 29 11 ¡ Sólo un niiio, dt· lt>~ lOtl, .d"·-ut:, ' 3 1.-
J
herencia y medio ambíeri?ú
- - --------=-----
I '
~' La P~<lagogía es una disciplina ligada cada vez más á Ja P sicología y, en c:,,n ..._
cuenc1a, a la evolución de ésta en tanto que ciencia en proceso de clcsarn 1)
~
onas d e interés
. de
son la educación, la valoración de la inteligencia y cJ papel> " -/
los tests en esa valoración. Acerca de esos temas y del futuro de Ja Psícofo,,fa
reanudamos la entrevista con el profesor René Zazzo. -,
64
teligencia como un mosaico de diversas actividade ~. La
inteligencia no sólo es el razonamiento y Ja capacidad
sensorial-motriz./ Si la defmimos de una manera exce-
sivamente general como Ja adaptación a una condición,
a un problema, permite poner en marcha una serie de
procesos cognoscitivos. Y por un golpe de genio o de
suerte, tanteando, Binet construyó ese instrumento de
medida . de la inteligencia. Le fue dictado por los pro-
pios niños con los que estuvo en contacto durante va-
rios años. También retuvo las pruebas cuyo éxito e,·o-
lucionaba rápidamente con la edad.
Es decir, Binet construyó su escala de modo empí-
rico. No era, como se ha pretendido, un test de conoci-
mientos escolares, sino un test de funciones cognosci- ....
tivas requeridas para el éxito escolar.
Por otra parte, Spearman se esforzó para localizar cl
núcleo racional de la inteligencia, lo que llamó e1 factor
G (G por "general"), común a todas las funciones cog-
noscitivas. El procedimiento es inverso al de Binet : en
vez de hacer un mosaico de todas las funciones Cl)!,!nos-
citivas, por medio de procedimientos n1aten1..ili'-"l's,
Spearman extrajo el factor con1ún de toJt> lt, t¡uc' t·s rJ-
zonamiento. Se han construido pruebas b~s~d.1~ t'll d
principio del factor G que captan fa intdigt•fü.'iJ t·n
tanto que razonamie11/o.
Piaget, por su parte, no n1idc la intdigt.·ri..'i.l, en d
sentido que nosotros Ja' entenden1os, <.·on tt'st ~- EJ tra-
bajo de Piaget ha consistido en apreciar fa g-énesis Je la
lógica del razonamiento. EviJenternente es un trabajo Je
considerable interés.
1a con10 . ·1nünun<.:
. de raz n:uni 'tHo, t Pi~1~ 'l. Sin 'lll•
ba~~o L1 palabra int 1i~ 'tl "b l u l t n ·r c. tt ): ,'l'tlt id ~.
La 1ntdi~l'n "il J ~itu~1 i •n. ¡ r :i ·tnpk : no· 'th.' ,nt ra-
1110: uno t"nfrcnt Id Hro. y . ·i1!11i ·ndc. tal 111<. vi1ni ·nt
d~ la cabeza, t3l in.tl 'Xi · n l b Yoz, n s t'ntt·ndcrnos <.
no. \\"'allon la dcnon1inaba int ,J¡~l'n ia k· ~itua "i<.1n. hl
nino de trt's o cua.tr n1e 't' c.: "psi ok\Jt o''. Prl"Sl'llta
una intdig-encia intuitiYa 1ut: no ticnt.: nada de 1ni~t
rioso. Según h1 n1ancr~1 (Il que aprl'hcnJen10, una situa-
ción hay un n1odo de intdi~l'fl ia qu' los psicc:'llogos
han estudiado nn1cho n1eno . . que la intdi~l'ncia-condi-
ción dd éxito e 'Colar. No e . . por azar que fa intdigencia,
según Binet, ha estado en pri111er pbno , lo cst~i toda,·fa.
En lo que concien1e a la inteligencia dd gesto, a 1ní
me ha maravillado sien1pre la n1anera en que el ~~llo
agazapado salta sobre su presa (existe una solidaridad
dinámica entre eJ gato y su presa). Se puede <.k·cir, ju-
gando un poco con las palabras, que tiene la inteligencia
de un carnpo sensorial. En el ser humano esa intcligl~n-
cia se pu~de hacer consciente: el deportista que quiere
progresar partirá de esa inteligencia corporal, pt.~ro tan1-
bién podrá cultivarla mediante una cit:rta rdlcxi{m.
Insisto en subrayar ese tipo de inteligencia de la que h~•-
bla \\' allon, pero que jamás ha sido realmente estudiada:
la inteligencia de la situación, que ap:1rccc ya en 1J pri-
mera infancia.
~
v"" ~
~4¡ .....
-
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. .....
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ll.1~ 1BL\O ,
'Y/Jt - - - - ~
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•1"''' ~,;,fa, M 1rm má, que el díálogo per;etuo éntre los hechos y la reflexión
,.,,,,tatú ~lú,,. "
1\-1. R ICUELLf:
75
1
ti, /,u11í/1cH ¡.:, nw/, .t ,
• ti,\1 ., /111, ,., / ,1111,Íl,ilu , , o/,., lit.o a ti,, .
'"""' l,1 d, /11., 1l u, h, apnva la t, ·ur i,,
' \1 ,,/,u,
ll lll/U t •IJS y 11/IJIIU,fl l'fl / J, , '
. . . fi l lll/l1T¡11, ¡
,¡u,. d,ji, 11d1 la i11.Jluo1Ci<~ ,fr(¡1nfn1< ial ' oru-L,Luy,:n. un ' .r., f· 1,.,, ,,
h, r, Jitario 01 la i11 tdign,cia, 111,·dw /H·J o¡,/' 11:11 ,,
Jrn,/t' a lü ll'uría Jd medio amhfrnlt.:
,¡w· lfr¡.:a ·ll w·¡.:ar d poder de la herencia
,, f<.wor Jt" la rduracián.
76
"-1 f 1, Jd'-ios pult'stinus en Du masco (Siria).
1
79
/ d i t• rt ,J111J ,/, ./Hf,IJ(t 11111
8 l
, ·t,n, ¡ ,11,,
1 11111m , 1d 11u11n,1 /,
1 •
"Q. ue la actividad intelectual depcndt! del ct•n•hro, ,frcir, ,¡u do ii•,1 ,lt I f u11-
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<, ( * L , ,~ , • . ~ .I j. , .. l. • , • ' , ..
ner también cierta influencia. Money, ' Í po intelectual debe ser, pues, p.rof~
en 1971, demostró cómo la presencia, en 'f
mente heterogénea, y la expresión mis ..
la sangre que irriga el feto, de una can ti- ~ es, en el fondo, probablemente inaJccu· .,
dad superior a la normal de hormona no puede conservarse más que por su o.
~!!..~-~(>_g~_p~ o de hormona con efecto andró- 1- modidad. ~in duda no existen gellc!S put'-'s
geno secundario puede aumentar la inteli- de inteligencia que operen únic:uu<1lle_(!l
gencia de manera significativa. el desarrollo de las estnicturas que 3 '-"t~.1..,
Las hormonas producidas por la hipó- en las · operaciones del conocimi~nto- ;-
11
fisis*, y vertidas por ésta en la sangre, in- guramente -hay -también g~nes . ~u(" ~~ ;
fluyen en el desarrollo del cerebro. Tal es cionan la !!~J.f)~~~-~~i~. ·~ ~am,.t,.\.'!l~:)llj,U,;
el caso de la hormona somatotrópica que, las dendritas y la muluphc 3 ci(,n o-
.inyectad a en fetos d e ratas, provocó en és- t .J.1 J..a t~l(
interconexiones, ya sea en e . Jt"-
tas un a~mento de la c?rteza cerebral, un 0
si/,n de la corteza cert"hral. b•c.~J: 1,
mayor nume~o de dendritas y mejores apti- terminadas árc.-as; otros, que rt): t,olis·
. . . Jd meta
tu d es para el apren d 1zaJe. prcxJucción Je los enzimas . _ es Jd
·
eorno resumen d e lo dicho, y según mo ncn·ioso espec1 seo 't- O las reaccionfin, qut
Larmat: "La constitución real del genoti- · metabolismo general, V otr • en 0s
86
f,'!i,,;s nt ,r·ios,1s rod•11dc".,::
/,,.,.,.¡,;,, ,·011 111 / tndos uu,lio1 Húulrs
I11S.•~ 1 ,11 •f n•11./ici,111a11, posi/i/011011,-.
ll1 ,:unstitut'i,,,, y rstructu a /,os 1111·dins ""'"""'¡.¡
m ú1/fo}•1 ,,
Jt ¡,1s ,,,ism<1s. 1·11 d d,·. urrol/o in/, In'""'·
I / ,,,, d111 \ n , 1 11 1 11/t1oul," , I ,¡ 11 1 , ,. , , , "" "' ""
1 p ll, /tt 1011,1 \ II tft \(I TIHl/tJ .
lt, 11 1,,· ¡,n t, ,,,., i , ·n/1' u ""'' , ,111111111il11J d,· 1u11 "1'"
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fa vrnT <.Tfl o en t orp · ·en c1 de arrullo <le la En Jo que rc sf.>e<:ta a1 f arrh Y.1 f:;,.-,-.'.r
rl'd 111.l·n it~ÍJ.Í<.:a, ·l de las glán<lu]as endo- - factor gen<..--ral de inteligencia- , tr;:, ':.·
cri na s, su se ·rcción, etc., to<lo dio en una sión de un a "energía mental" : 9 .11:: !"~':""-':" ~--
1
prirn ·ra aproxirnaciún, porque esos genes, ta, evidentemente, la s61ida base c1.: .:.
, > una parte <le cl1os a] menos, difieren de factor orgánico, se sabe toda ·ía m 11y '¡ff-'~
un s ujeto al otro, es decir, las potenciali- Burt supuso que ese factor pr.Jdria cr1:-:t-_
dades intelectuales no son las mismas ponder a distintas graduaciones de la o-.,=
88
La mala nutricián 01 /u i1~/~rncia
perjudica ¡:ra z·cmt·nft'
el desarrollo del arebro.
\ El n·rrbro, para desarrollarse, necesita milia en la que el niño nace, la cual teje en
adcmá , una serie de sustancias, como la tomo a él un mundo de relaciones alimen.
li ~ina, ciertos ácidos grasos, vitaminas y tarias, culturales y afectivas. Esta familia
yodo. Hoy día, el Instituto de Nutrición pertenece a su vez a un medio socioecon/.,.
de Centroamérica y Panamá (1.N.C.A.P.) mico, el aspecto más exhaustivamente es-
está realizando una importante experien- tudiado y discutido.
cia que intenta dilucidar este problema. En la actualidad, para el cálculo y defi-
Participan en ella nueve aldeas que pre- nición de la variable familia como elemento
sentaban notables carencias alimentarias. socioeconómico se oponen dos métodos:
Las aldeas se han dividido en tres grupos: por una parte, el de los partidarios de
al primero, considerado experimental, se utilizar el índice global, y por otra, e1 de los
le proporciona un suplemento de alimen- que desglosan todos los factores pre-
tos y cuidados médicos especiales; al sentes.
segundo, solamente cuidados médicos, y En cuanto al primer método, algunos
al tercero, considerado grupo testigo, sim- especialistas propugnan un índice global
plemente se le observa. que resulta de la suma o de. . la correlacion
Todos los niños de las nueve aldeas de otras variables: profesión de los padres.
son estudiados, pesados, medidos, se cal- nivel cultural de éstos, condiciones de alo-
cula su cociente de inteligencia, la nutri- jamiento (vivienda), y, en ocasione d
ción de las madres embarazadas o en el barrio en que habitan. Otros especialisu:i
postembarazo inmediato, etc. De este calculan el índice global a partir de ,·alonr
modo, se espera, cuando termine el experi- y determinar el · status social, la particir.1-
mento (que probablemente tardará varios ción social de los individuos, sus acti,·iJJ-
años), conocer con certeza los factores am- des o su reputación en el seno dd 1 ntf'l
bientales y de nutrición que determinan el de que forman parte, danJo unai c.it~t'"·
desarrollo del cerebro del niño y de su inte- rías que presenten cierta hom'-~('n<iJJJ
ligencia. ~9-!!!,0JQ~!!}entCE, el procedi- social , es decir ' que unan a pc:rsonJi. su:,•
miento es, quizá, discutible, aunque su pro- ceptibles Je mantener entrt' sí r~IJ~•l1~c:.~
pósito sea ~~§.t~ personales, de tener ,·omportam~nto:.
,,. El medio sociocultural en el que crt:ce . .
opm10ncs an·álogos y J e er con ~...1J--Jlf
,., .. J ,;
el niño es otro factor esencial que inter- como de una misma cate.:oriA.
\'Íene en su desarrollo. En este caso, por El segunJo métoJo proPone d ab.anJ~
medio sociocultural se entiende aquí la fa- no de los índices globales, ya que pu~c: ·
90
implicar la hipótesis -y de hecho a menudo Encuestas familiares
así ocurre en muchos trabajos- de que una
s~la característica, la pertenencia a un me- -. Si la herencia influye en la inteli1."fencia.
d~o socioeconómico, determine las diferen- las familias -que, por definición, compar-
cias observadas entre los individuos. En ten el mism9 putencial hereditario (a•Jnque
eSla segunda perspectiva se trataría de esto no es absolutan1ente cierto más que
df eterminar no unos índic~s globales, sino en el caso de los gemelos monocigóticos,
actores (p t .
, au as cu1turales educativas pues las "mezclas" hereditarias no son
est1muI ' '
. os, modos de hablar calidad de la siempre las mismas)- pre~entarán entre
estunul ·' '
acion, etc.) que pueden diferenciar sus miembros correlaciones más claras
unos grupos • , .
soc10econom1cos de otros que las observadas, por ~jemplo, entr~ _los
unas clases d '
e otras y unas razas de otras. niños pertenecientes a diferentes famibas.
91
. de 1.;Í1;Íenda que rt·prn , filan
Dos tipos s de vi1.1ir con marca J as,¡;r · ·
1;an u uH to, wlt-s.
Jos mod O • ,. • I
. de. in'luencta amuu nta
. l tzPodecisivamente
Este ':I' l ·¡ 1 . I
en a caparu f/r znlt ,-rtual
znf uye ..
de los individuos.
Con el fin de aclarar esta cuestión se han e hijos demuestra que hay una reJaci6n
estudiado las correlaciones entre las inte- que bien pudiera tener carácter heredita-
ligencias de padres e hijos y entre herma- rio, la correlación de 0,35, obtenida entre
nos a través de las llamadas encuestas individuos que pertenecen al mismo medio
Jami'liares, método que ha sido muy cri- socíoeconómico, pero de padres distintos,
ticado porque parte de la y~m~ discu- índica que también existe un factor árn-
tible de considerar que el medio ambiente biental, el cual influye en la manifestación
es siempre idéntico. de la inteligencia medida por el cociente
intelectual.
01 ,en :, rh I n 11 s mo ,1
11 n fo
t1nt
H V IV
N1ñ . IV l ' ll
junt
Estudio de Nevvman
Freeman y Holzinge;
Parejas Diferencia
gemelas de puntos
de CI ( 1)
En 24 .de O a 5
En 18 de 5 a 1O
En 7 de 1O a 15
En 1 de 15 a 20
(1) Cociente de inteligencia.
naturales y sus hijos que las e2'istentes entre cJ níveJ de las madre'J verd~~a i .
entre niños adoptados y sus padres de el hogar adoptí vo.
adopción. A los hogares más favorablei irfan 0 ,.,
En la muestra de aquel trabajo, un más frecuencia los hijos de madre\ r,.~.:·.
notable tanto por ciento de niños conocía inteligentes, lo cual puede aumtntar d •,al,;.,
su no pertenencia hereditaria a la familia de la correlación observada f:nte hi¡.,~ :•
y la influencia del medio ambiente podría, padres cuando éstos no los educan.
de ese modo, ser menor. Los autores del De todos modos, un argumc-ntJJ ;l.,fo~r.,
trabajo han señalado también que, normal- parece ser el de la con~ rge~ dd rr.b::!z,
mente, en las adopciones intervienen fac- compartido por pa&es e hijos dura_¡ Jte l.
tores selectivos, existiendo cierta relación gestación, parto y primeros días de ,•lf'_¡_
---
9R
Encuestas de inteligencia Los resultados de esta encuesta con-
en medios sociales, firman los obtenidos en repetidas ocasio-
nes y por diferentes autores.
económicos y culturqles · Estos hechos son explicados por los par-
diferentes tidarios de la herencia en términos de
diferencias genéticas entre clases o capas
Los defensores de la influencia del me- de una misma sociedad. U nas clases socia-
dio han realizado una serie de encuestas les serían genéticamente superiores a otras.
en medios socioculturales diferentes para Y lo mismo ocurrirfr. respecto a las razas:
demostrar que el fenotipo inteligencia varía habría razas genética ~ente superiores e
·_según las condiciones ambientales. inferiores.
Una encuesta realizada en Francia Eysenck, en su polr.. .nico ,~studio acer-
(publicada en el n. 64 del Cahier del ca de la inteligencia y las ra ~as, defiende
0
l.N.E.D.) brinda los siguientes datos: la igualdad de derechos de todos, pero in-
siste en la inferioridad genética de la raza
Encuesta realizada por
negra respecto a la blanca. Defensor a ul-
el I.N.E.D. en Francia, tranza de la práctica de los tests, Eysenck
con hijos de padres rechaza sólo en breves líneas, sin argumen-
pertenecientes a diversas tos sólidos, · los trabajos de Rosenthal,
categorlas socioprofesionales citando de paso, sin darles importancia,
Categoria e1 los argumentos y experiencias demostra-
socioprofesiona 1
tivos de que los negros d~l norte de Esta-
Obreros no cualificados 92 ,6 dos Unidos, educados en condiciones mu-
Obreros agrícolas 93,5
Mineros cho mejores y más estimulantes que los
94, 1
Obreros especializados 96, 1 negros del Sur, tienen cocientes de inteli-
Agricultores 96,4 gencia superiores a éstos.
Empleados de comercio 100,2 Según Bodmer y Cavalli-~forza ( 1~70),
Empleados de oficina 101,4
Contramaestres
"las diferencias entre los cocientes de inte-
102,5
C merciantes-artesanos ligencia medios de los negros Y los de los
103,0
E1érc1to . p olicía 103,9 blancos están comprendidos generalmente
st
~Kiu " ª'es Y profesionales liberales 107,4 entre 1O y 20 puntos ... La diferencia es
u· dro m dios
C.1 f • 107 ,0 menor en los negros de los Estados del
up nor s 1 11 , 5 norte que en los de los Estados del sur...
99
I,as aspiraciones de los jú1.·1.
l
,u
..
están dctaminadas por a rrprt_so1/,ic1011 dt-· su p,,¡,d soda/
y por /a escala de ·calort prop, 1 dr su¡:, upo.
Un estudio bien conocido sobre los resul- las relaciones entre las cosas, los sistemas
tados del test de inteligencia Alpha del de valores, etc., varían de unas cla~s &<>-
ejército, mostraba que los negros de cier- ciales a otras. Tendríamos, pues -dicen -,
tos Estados del norte obtienen, de prome- que partir de hechos concretos pertene-
dio, puntuaciones más elevadas que las cientes a cada forma de vivir y descubrir
de los blancos de ciertos Estados del en ellos, y respecto a ellos, los comporta-
sur, aunque los blancos presentan siempre mientos inteligentes, y estudiar en cada
mejores puntuaciones que los negros de clase o raza, según su peculiar modo de
su mismo Estado". vivir, pensar o actuar, las diferentes mane-
Apasionada y poco objetiva controver- ras como se manifiesta la inteligencia.
sia ésta que, sin embargo, no debe sor- Larmat cita algunos ejemplos que apoyan
prender. estas críticas: " ... A ciertos australianos se
r Los defensores de la influencia del me•·
/ dio ambiente y de la interacción entre he-
les planteó un problema de los llamados
de laberir:to ... No quisieron hacerlo por-
•rencia y ambiente extraen, por ejemplo, que, en su país, en función de sus tradicio-
de e~tos datos una prueba ~!!Z. de su nes, la costumbre exige que un problema
teona y oponen sus argumentos a las como éste ha de resolverse en com~
conclusiones de los heredólogos. por medio de una larga deliberación ..... __....,......,... con•
~
102
hijo de un intelectual: "En qué se parecen La primera comprobación es que, como
un museo y un cine", que al hijo de obre- Y.ª dijimos, existe . una notable correlación
ros o de campesinos, que quizá (en el caso entre el CI de los niños y la categoría so-
d~l campesino) está familiarizado con el cioprofesional de los padres.
eme, pero nunca ha estado en un museo? La segunda es que esta correlación se
. ¿Podremos afirmar que todas esas cues- manifiesta en todas las pruebas. Las dife-
tiones t VOf_an la misma realidad en cual- rencias más notables entre unas clases so-
quier caso, y que todos los niños pueden ciales y otras se sitúan a nivel de los tests
razonar con la misma soltura acerca de verbales, y las menores, cuando en Jos
cualquier tema? El sentido común induce tests intervienen dibujos, figuras o elt"-
a considerar que no. mentos de geometría.
La Escuela de Chicago se ha esforzado Los ítems (preguntas) son tanto má -
en . este
. campo para, a partir . d e una cn-, selectivos cuanto más intervienen los \.'O-
t 1ca smcer
a Y b astante correcta intentar
.
nocimientos escolares o se rdieren a t'xpe-
extraer d 1 '
de 11. e os tests toda contaminación riencias de objetos más farniliares a la pe-
b P cultu r al'ista, es decir
0 · elaborar prue- queña, mediana o gran burguesía que a la
as absolutament , . ' . .
carentes de . e ~_eptt<:_as y obJet1vas, clases populares.
plica t O d la mfluenc1a ideológica que im- Los íterns que separan mt'nos son las
t~fue ª cultura. Los resultados de este
, rzo no h
pruebas no verbales, o que se n:fit'rcn a
pulsore an recompensado a sus im- experiencias u objetos de tooos los <lías.
s, pero son t . . Sin embargo, este último tipo de ítems
intcrcsant . an instructivos que es
e analizarlos. son resueltos favorablemente por el 90 í;t,)
103
cada ambiente social le. cordrtspo/11Ju1 una dclt'r111i11adu uctiz.itludu
-1
· sf)cuentcmente. un trpo · e cu tura.
y, con"
106
Evolución del coc ionte do ,nteli genci (CI)
realizados por C . Chiland on el ; t . · •ooun lo ■ •••tudloa
_ _ _ __ __ 1s rato XIII do Por la
CI
-
6 an s ;
l Ofl'sdenden rle CI
1 Mantienen el CI
Aum, 1 1.111 ttl C 1
ophi e 122- 1 4 Jean Claude 5 IP l dfllC' I l.l l A
Nicolas 130 130 Thmrt
, 6. más 1, 1 ·1 l~
N1 o l 1 l 3t...
HPnri 1/0 ,t t
lucio JZU 1 .,
n.º de niños 23 19
17
· ~ cuyo nombre aparece en cursiva pertenecen 8 me d ,os
Lo s nmos · 5 0 ;;0 culturales ·bajos ...
* Repiten un curso.
• • R t:piten dos cursos.
107
/ , 11.\' ,·t>s /11111hu ·.\·ad,¡11 irid 11 s ¡,,,r u1111 ¡,,, 1,, 11 . ,
Descenso Mantenimiento
Ambientes sociales
del CI del CI
Am biente sociocultura l
" bajo" 9
Ot ros ambientes 8 1 1
Tot al 17 2
108
inicial de 115, ha repetido curso dos veces G. Sastre ha demostrado cómo, en una po-
(lleva dos años de retraso escolar, al final blación infantil de Barcelona, niños del
de la muestra). mismo medio socioeconómico bajo, pero
La influencia decisiva del medio am- que asisten a escuelas distintas (uno • l
biente y la escolaridad sobre el CI parece una escuela altamente estimulante y otro ,
confirmada en este trabajo. a otra que lo es menos) presentan difen:n-
e) Un reciente estudio de M . Moreno y cias significativas en cuanto a su de arrollú
109
f,.' 11 I ti . /,,I I II J I I I ¡ ( I I,, I ,, 111 :
I /' '
,/, , . ,,, ,.• , "' /,, 1, flll / d1/l1 1/1111 ,,,, /¡ / h11/l11t1111
l11• ,,; 1/11111 / 11; 1/1 ( ' l,,,,,,
/1t1111 1111 11j,tt·11d1;¿11j,, , 1,r,u to,
l'II 0111/111 • !1 1 , 1111 fo ¡ ¡,n,¡d,,, ¡/,, 11,1111 , ." u,/,
,¡,, 1111 /111/1 tf,,j11r,,,1í,,d;,
i11t 1 ·d 11;1I. i:1 "" el dr '" 1gc-11 ,w ·i11'-·«·ou •- Hi record:.trJJOt> Jo did,,, JJl>f I ;ar,nar •n
1111 '1) -~ ·I 011 . nu ,, pno al hc•11dkia1 Nt' 11110 , i'IIH studios Hohrc d cerebro h Hr1an,,;
'
de t111.1 sen ·l:i rnrjn1 q11c In ni ic 1, , Hlf clc.-- Jwl>rá qu ~ tener en cuenta el hech,, d q1J_,
;-;:1rrnlltl in1ckc111:1I sl'd 111111hié n r.. up ·rior. al nacer, ese órgano aún no está compltta-
~¡ ~t· :1dmi1 · la i11tl11c-11{·iu dc·I 1rn·dio rnente dcsarro11a<lo y exige una 8erie
amhil·ntc t.·n ·I f<.·11otipo i11tdigc11 ·ia, po- condiciones nutricionaJes y de estimula-
dC'mn~ prq,!untarnos qu{· factor ·s el ·I mi s- ci{,n para alcanzar sus máximas po ibi-
mo influ 1 ,n <.'n él. Jidades.
Estímulos que influyen cos" en estímulos, presentan uh aumento
de sus capacidades de aprendizaje.
en el desarrollo En el ser humano, y en esto todo el
de la inteligencia mundo parece estar de acuerdo, los estí-
mulos son de dos órdenes: estímulos afec-
Entre los partidarios de la influencia tivos y estímulos sensoriales (perceptivos,
del ambiente en el desarrollo de la inteli- motores, verbales o de lenguaje), que faci-
gencia, destaca una corriente extraordina- litan la formación de la inteligencia senso-
riamente preocupada por averiguar cuáles rio-motriz y preparan el acceso a las ma-
son las variables del marco socioecon6- nifestaciones inteligentes de la conducta.
mico y cultural que intervienen más a Los estímulos afectivos tienen su impor-
fondo en la formación de la inteligencia. tancia. Los estudios de Spitz, realizados
En consecuencia, P!.9~n la necesidad con niños educados en condiciones de hi-
de realizar un estudio ecológico en la rea- giene perfectas, pero sin calor afectivo,
lidad misma, en el "medio natural", de los parecen demostrarlo.
factores que puedan ser explicativos de Las primeras relaciones afectivas que
~as ~iferencias manifestadas en el fenotipo el niño establece con la madre influyen sin
mtehgencia apreciado a través del cociente duda en su desarrollo. Conviene precisar
de inteligencia. lo que se entiende aquí por madre: ciertos
Un primer tipo de trabajo concierne a psicoanalistas insisten en el término ma-
la cantidad de los estímulos, - Í ~ e s dre, aunque muchos de ellos y la simple
son mayores en un medio sociocultural lógica abogan por sustituirlo por el con-
e~eva?o que en otros. A este respecto, expe- cepto ~is a~plio de "cuidados materna-
riencias realizadas con ratas parecen indi- les" introducido por Winnicott, puesto
' .
que, por ejemplo, en muchas ocas1~nes es
car que las seleccionadas genéticamente,
pero educadas además en ambientes "ri- mejor una buena abuela o cualqwer otro
111
pariente que desempeñe el papel de "ma- En este orden de conceptos de la in-
dre" que una madre con problemas de re- fluencia de los estímulos afectivos, cierto ,
chazo hacia su hijo o, simplemente, no psicoanalistas, como Maud Mannoni, Ut:-
consciente de la problemática propia de garán a explicar la deficiencia mental por
la primera infancia. fijaciones del estado de dependencia en-
Lo que el niño necesita es una fuente de tre la madre y el hijo.
seguridad y de amor, sea cual fuere. En La madre, o ciertas madres patológi a ·.
esto insisten también todos los psicólo- necesitan mantener al niño en un ~stad >
gos, y quizá dando prioridad a la "seguri- de dependencia inicial. El niño se confor-
dad'' sobre el "amor", aunque sin desde- maría a esta imagen que la maJrc Jt.·~t: a
~ ---.
nar
..,-. éste en absoluto. En efecto, se ha de- de él y sería así "ininteligente" porque su
mostrado cómo madres absorbentes, aun-
que muy amantes de sus hijos, influyen en
. .
madre desea y necesita que d .. objdo..
. ,,
que dio a luz no se convierta en 'sUJt.·to ,
su desarrollo de un modo bastante nefast9, que continúe siendo fuente Je pn.~o'-·upjCÍ(>-
y también que la rigidez en el comporta- nes para ella, que dependa de dla, porqw:
miento educativo -que conduce a la inse- es "suyo".
guridad y a la no autonomía- , la severidad Sin llegar a tales extrt.•mos, pan·ce et ni-
y la hostilidad están en correlación nega- firmado por los trabajos de . Ha_rlow, d
t í va con las apreciaciones de los CI de los hecho Je que los estímulos afcctrvus son
niños en c<lad escolar.
• .í'
necesarios en la primera t11Janc1a ·
para un
J12
de-sarrollo normal sin el cual tampoco e patrimonio de una clase o capa de b so-
puede desenYoh-erse normalmente la inte- ciedad pero la si~ificación de un nlci•
licrencia. nliento puede ser totalmente distinta en
Dicho s estímulos son de dos órdenes: cuanto al entimiento de seguridad expe-
contacto (caricias Y mimos indispensa- rimentado por la · madres, en unas da e
bles en opinión de la mayoría de los psi- u otras.
cólocros
b
infantiles) Y cierta 'normalidad''
~
Dejando a un lado los problema de tipo
de las relaciones afectivas entre madres o neurótico que pueden plantearse en am-
~
casos disponJrá n de alguien que se ocupe carácter didáctico. A los 2 años, si no '
Je ellos para que ellas puedan seguir "su antes, sus padres le narrarán cuentos, le ·
vid:i ", sus ocupaciones - si las tienen- o cantarán canciones, le regalarán libros es-
sus Jistracciones. No es éste el caso de peciales para su edad, le enseñarán los
las madres <le clases económicamente nombres de las cosas, y cada adquisición
bajas. del niño, cada muestra de su "incipiente
El segundo tipo de estímulos necesarios inteligencia" será celebrada y alabada. Cna
para el desarrollo del cerebro que hemos madre que debe trabajar para malnivelar el
citado, son los sensoriales, motores y de presupuesto familiar, ¿dispone de tiempo
Jenguajc. para narrar cuentos -aunque los sepa-,
Parece probado que cuantos más estí- cantar canciones, o de medios para comprar
mulos recibe un niño, más posibilidades juegos didácticos, sonajeros, etc., a su hijo?
tendrá de establecer conexiones entre las Y aunque pudiera, ¿existe divulgación sufi-
células del cerebro. De ahí la importancia ciente que haya hecho llegar a estas madres,
de que reciba una amplia gama de sensa- de medios sociales y culturales bajos, los
ciones: objetos múltiples a percibir, inge- conocimientos acumulados por la ciencia
nios con qué jugar y manipular, observar, en este sentido ? Se enseña a la mujer la hi-
tocar, chupar, morder o tirar. giene física del bebé, pero apenas se insis-
"Está demostrado -dice Ajuriaguerra- te en la higiene psicológica.
que los estímulos son esenciales para man- Un segundo tipo de estudio sobre los es-
tener y desarrollar la maduración de los tímulos insistirá menos en la cantidad de
sistemas neuronales, y cuando no hay -o éstos que en su calidad organizativa. Parl
son insuficientes- estímulos externos, se que las conexiones intemeuronales se es-
frena la organización de la actividad de tablezcan se necesita cierto número Je r~
la corteza cerebral o ésta funciona incorrec- peticiones del mismo estímulo. El t·xce o
tamente, aun cuando, por su perfección de éstas contribuiría a la ~1otonÍf y a !J
anatómica, la corteza pueda ya funcionar." "no motivación" por parte J~ Jcto. &
La simple observación parece demos- necesita, pues, la repetición, pt·ro t~mbit·n
lt rar que la cantidad de estímulos de todo cierta "novedad". Las n·glas que rt~cn la
r,n.lcn es distinta según los medios socia- estructuración de los estímulos Sl'rÍan si-
les. Pensemos en la habitación de un niño milares a las que diri~t·n d proceso d~
·uyos padres pertenecen a profesiones li- aprendizaje. Se necesita cierto núm~r~ Je
><.~ra)cs. Predominarán en ella juegos de repeticiones en la tabla de multtphcar
14
para automatizarla; un excesivo número necerá en la incertidumbre n:~pcct u J ·lL.1,
conduce a la saciedad, al aburrimiento, al Tales conductas educativas n:qu icrt·n ttc-r!1-
abandono. po e información, y los ambit·nt .l11 u, , ..
La aprobación o el desinterés de los preguntan si los me<lius no diti -r.:n ·n r,:-
c~mocimientos adquiridos por el niño en su lación a ellas.
tie~a infancia intervienen en este tipo de Para terminar, se l·,po1w ·n 1.i p.1.._1 11 .1
explicaciones. Los estímulos hacen sur- siguiente el c uadro dl' L:1rm .1c ,, ,t,, l l .t ,
gir una respuesta, ya sea correcta o inco- posibles intcracciorn:s t'1Hn· h ,., t 1..t , ·•
rrec~~- Las muestras de aprobación hacia "ambientales v de lll'n·th.·u"
el. n1_mo por 1a adquisición <le nuevos cono- Lo s herl'd,',lug11s n-ll"11\lu11 ,, ,1, 1 1.. ., r :.1'-
c1m1ento.. la· s pcrc1'h e este
.
0 , <l es <l e su mas, tor ·s 1.k• h er·11ci.1 : h1'l :111th1lntlli,t.t , 1,
llerna edad 1' ] r· ., . ., facton· · del 111nliu :unbt(' l\h.', \ I, ,,, ttlLl, ·1
r¡· · a a 1rma 10n c,,ntnhwra a
Jar la respu,..sta
'"' correcta en e l nmo . - qui.en ci onÍ bla s l' lllt l ' a1ulu .., mnl iu.., l 1' ri-,.u ..ill
captará así , , .<l ' . . .l l l I t l ·1\11lll"ttl llll'-' t. \ ItI ) \' J
mas rap1 amente cuáles ~on la s < p ll' M' l '() 11 l l ) 111 ll r
buenas O 1 .
as ma1as respuestas y no perrna- la l'O lldu ·t · illldig ·utc·.
genes d e los padres
(salvo a ccidente en la gametogé nesis)
1. genotipo 1
enzimas
y otras proteínas
metabolismo estado
e ructura del cerebral nutritivo
erebro (comprendida
vascularización)
aptitudes estados
intelectuales infecciosos
interés por el
medio
ejercicio cerebral
(apre ndizaje, educación)
fac
Xp ..
r1nc
,·palt· interaccione o1tr .lo factorr
qt,t com¡1·cionan las aptitudc
. . tnt lectualt' •
De La genétique de rmtelhgcnce, d . La rma t.
Consecuencias educativas
del debate
herencia-ambiente
¿Cómo repercute en la tarea educativa
la polémica herencia-ambiente? ¿Qué re-
percusiones tendrá para las orientacio-
nes educativas, para la organización de la
escuela, el fundamentarse en una u otra
teoría?
Intentaremos. facilitar una idea ...____..___
sucinta
de ello, pues el debate escapa del marco
puramente "científico" y "neutral", puesto
que implica repercusiones pedagógicas.
Desde el punto de vista estricta~Qte ambientales, para paliarlos e intentar com-
_b.er~.ditariQ, si la escuela selecciona es por- pensar desigualdades.
que, . biológicamente, _los _niñ~~ y_a _están_ En esta segunda perspectiva han traba-
seleccionados _ previamente. . / La tarea del jado · una serie de pedagogos y psicólogos.
maestro será aquí la de un mero transmi- esencialmente en dos direcciones:
sor de cultura. Su finalidad estribará más a) Practicancf:o l~s llamados "p~Tra-
en la simple información y difusión _q1:_1~- mas CÓmpensatorios", q -Üé-1ñientan- pa1iii-
en la formación de inteligencias.. Si un ·1as- diferencias-que presentan los ni11os _- :-_
alumno no retiene la información es por- - qúe q~fzá se deban a su
,n-1edio Je: orig\.'_n- _
que está mal dotado genéticamente. No se ·. ·dando a los cuituralmente poco fa\:~n~i . .
buscan los factores del medio ambiente dos los medios (estímulos, etc.) ~<-~t'sariüs
· que puedan explicar esta no adaptación para triunfar en la escuda.
del niño a la escuela. . b) Haciendo una críti a sen.•ra Je la
Inversamente, si -~l medio ambiente es escuela y <lcl papel ocial que Jc:s~mpeñá .
. el criterio dominante en el desarrollo de la Tal crítica, concierne ) tanto a los conteni- ·
~nteligencia ~l mae~tro tendi:_~ -~n ~ papel dos escolares como a la forma de éstos y \
1 _
importante que desempeñar y la educación a las relaciones qu«: la escuda mantiene con
deberá tener en cuenta todos los factores la sociedad.
117
Los programas compensatorios
En 195 6, el Centro Internacional de la ,
Infancia (C.I.E.) realizó una encuesta y un
programa compensatorio referidos esencial-
mente al medio rural en Francia, basados
en una organización de actividades recrea-
tivas culturalmente estimulantes y genera-
doras de un mejor desarrollo intelectual.
La encuesta duró dos años; participa-
ron en ella 4 20 niños distribuidos en 18
clases y pertenecientes a 12 pueblos rura-
les. Su corta duración impidió a los autores
pronunciarse de manera determinante,
pero de esta experiencia, aunque demasia-
do breve, los niños al parecer obtuvieron
resultados interesantes para su formación.
En las conclusiones se insiste en dos
aspectos. El primero concierne al papel
del maestro: cuanto más dinámico era y
más insertado estaba en el medio rural,
cuanto más lo vivía y formaba parte de él,
118
El din umismo de un,1 fo~t ':uJor,~
los ri:sult,iJos Jd ap. : ,1d1~aJ<'. as, como
¡ iJozti/i·caciá11 del alumno "011 d proff.~or.
/:,~s impo~tun! qu lo 11iiios no ·tan t'n d ma siro
u un s r cxtra110. up ·rdotado,
sino a una pa 011a d su ambio1t qul'
tambit'n ,zrc sitó aprc11dcr.
LO
La ,hcoración t!e una NiC Ut:Ía d,, ninus
dd1e CYl' a r un (11n b fr11 l1! apro¡,iad,;,
tÍl' modo que los alumnos se sü:ntan t stimuladfJJ
a rl'alizar los l'j ercicios Je prdl'ctura y prcl'Scrituru.
organizan - bajo formas de actividades aquello que se supone les faltó siendo
postescolares y paraescolares- múltiples bebés, les será proporcionado por la es~
medios de difusión de la cultura. Es nece- cuela.
sario que esta cultura no repose sobre una 2) Los proyectos dirigidos hacia la ob-
noción abstracta, general, utilizable por tención de · buenos resultados escolares.
todos, sin ligazones reales con las parti- En la educación preescolar así entendida,
cularidades y exigencias de la vida cotidia- se realizará un programa en función de los
na ('... ). Si educar a1 niño es formarlo y futuros aprendizajes escolares. Por tanto,
-a menudo, felizmente- transformarle, no se harán ejercicios de prelectura y prees-
puede hacerse tal cosa más que apoyán- critura, o también ejercicios verbales, con
dose al principio en sus posibilidades rea- la idea subyacente de que, cuanto más pre-
les y en sus intereses espontáneos ... ". , coz sea un aprendizaje, más posibilidades
Señalan también los encuestadores la tiene el niño de no fallar luego en él. Tales
a~idez y buena acogida por parte de los experiencias comenzaron hace, aproxima-
miiós a tal tipo de estímulos, así como damente, diez años en Estados Unidos,
la existencia de edades más propicias en pero aún no han dado resultados que pue-
las que la estimulación es más fácilmente dan considerarse definitivós.
aceptada y asumida. Tales edades parecen )\, Los heredólogos extremos, como Jen-
coincidir con períodos bien conocidos de sen, afirman que la causa esencial de un
los psicólogos en las etapas del desarrollo fallo es que en él no se tiene en cuenta
del niño. el factor hereditario . de 1~ inteligencia-+-
En Estados Unidos se han realiza'do, en Eysenck adopta una postura menos rigu-
el terreno educativo, una serie de progra- rosa: "La inteligencia está determinada
mas compensatorios que conciernen casi en un 80 % por .la herencia y en un 10 °-'o
siempre a la educación preescolar. Estos por el medio / ambiente". Así, según éJ
pueden dividirse en tres categorías: existe cierto / margen, y los programas
1) Los que intentan "compensar" las compensatorf s, si no ignoraran las Jife-
diferencias aportando una serie de estimu- rencias indi· iduales producidas por la he·
laciones que normalmente faltan en algu- rencia, podr an ser mejoraJos.
nos mecJios socioeconómicos culturales. El fraca o de estos proyectos, si así
Corresponden a la teoría, ya citada, de las ocurriese, po significaría que no puedan
influencias de los estímulos ambientales idearse otrhs mejores, o que no se lleve a
en el desarrollo de la inteligencia. Todo cabo una inve tigación en este campo.
120
Hn a~i:11110¡ rus o , 11 11 ¡,rdo;:o¡;fJ / 1 111 tf,, , ,,11 1111,
do 11 i1101 /1Jtl11 /11 j tJ r11,,d11,
c o l/ 1111 0 o
co11 l'Í jiu ti,· dl'lurrolla r 11/ m,hi11w
·u · ¡,ot,·11riulitl,11/, 1 int, /,-·, /11 " ' ·
Consideremos, por ejemplo, el impor- des son <le escasa utili<la<l para predecir
tante trabajo realizado por el profesor el CI adulto. Sin embargo, cJ c"pcrim~nto
R. Heber, de Wisconsin (Estados Unidos). continúa y es observado con gran interés
Escogió un grupo de niños negros de ho- y esperanza por muchos psic61ogos.
gares muy pobres, con un CI medio pre- No obstante, el trabajo, aunque culmi-
visto de 80, aproximadamente. Cada ma- ne con éxito, es un camino imposible de
ñana eran trasladados a una escuela espe- generalizar: su coste alcanza un millón
cial, donde una asistenta social entrena~ de dólares ~l año, más o menos, s6Jo par~
da pasaba el día entero con el niño (una un centenar de niños.
mujer por cada niño), con el fin de <lesa- 3) La tercera categoría de programas
rrollarle al máximo intelectualmente, ha- educativos compensatorios pone en rela•
blando y jugando con él, intentando ense- ción el handi'cap de los niños soci~tu-
ñarle y actuando constantemente de modo ralmente poco favorecidos con una teoría
que se produjera la máxima mejora de su de la inteligencia, es·p ecialmente la del
estado mental. Por la tarde, los niños eran desarrollo intelectual de Piaget. Proporcio-
devueltos a sus madres que, a su vez, nan así, no una serie de estímulos -o un
habían recibido también del equipo direc- simple aumento en la cantidad de éstos-
tivo del proyecto ayuda y consejo para sus o una preparación para la escuela, sino
muchos problemas. En estas condiciones, unas reacciones organizadas para acelerar
los niños, simplemente, se dispararon y el proceso del desarrollo intelectual dd
alcanzaron un cociente de inteligencia por niño y adecuadas para favorecer el acceso
encima de 100, superando así no sólo a a un nivel determinado de la inteligencia:
un grupo de niños negros igualados, sino alcanzado éste, otros estímulos - o los mis-
también a los grupos de niños blancos mos, pero organizados de manera distinta-
normales; además, su conducta cambió permiten el paso a una nueva etapa.
por completo y se volvieron más hablado- f;iendo el objetivo formar la inteJigcn-
res, más extrovertidos. se dirigirán los programas hacia lJ
....Estos resulta~os se obtuvieron con los ructuración que en cada etapa J~~
nmos que hab1an alcanzado la edad de J darse a los estímulos. En esta P~'rsf)t'Ctt\·a
4 años, siempre teniendo en cuenta que trabajan en este rnomento equipos Je es-
los ~vanees precoces a menudo no se pecialistas en Estados Unidos Y en Bc:l-
mant1enen en la adolescencia y las prue- gica, en el Laboratorio Je Pedagogía Ex-
bas de inteligencia efectuadas a. esas eda- perimental de Lieja.
122
· Críticas al programa educativo e) Los fines perseguidos y los métodos
utilizados no están coordinados en una
compensatorio
teoría general del desarrollo de la educa-
ción, es decir, no se corresponden con las
Antes <le finalizar el estudio de la edu-
cación compen satoria conviene citar algu- etapas posteriores del desarrollo y de la
nos <le los fallos que se le han detectado, escolaridad.
y que pueden resumirse en tres:
a) Los instrumentos de valoración son, Crítica de la escuela
en el caso del estudio de Heber, incom-
pletos. Solamente se utilizó el cociente de La crítica se centra en varios puntos.
in teligencia, y si éste mostró en las pri- que resumiremos a continuación.
meras etapas aumentos enormes, más 1) Los buenos resultados obtenidos por
tarde decayó. Además de este cociente el niño en la escuela no son simplemente
deberían utilizarse otras evaluaciones para producto de la inteligencia.
apreciar los resultados finales. Con una inteligencia - medid a por Jos
b) Tales programas, que conciernen a tests- igual o situada en los mismos már-
la etapa preescolar, habría que prolon- genes, ciertas clases sociales tendrían una
gados durante más años, a lo largo de Ja escolaridad normal y otras no.
t!-)Colaridad primaria. Entonces quizá po- A este respecto es interesante el cuadro
dría cJbst:rvarse un cambio más sustancial. de resultados de C. Chiland:
123
Clases socioculturales bajas Otras cla
CI
Escolaridad Escolaridad Escolaridad Escolaridad
normal normal normal normal
1 1 15 6
Igu al o mayor que 11 O 7
1 11 8
De 90 a 109
Igual o menor que 89 o 7 o 3
Dejando aparte los casos extremos de instrucción y e!1 las aptitudes. intelectua-
CI altos o bajos (pocos niños presentan, les que requieren, antes que en su presti-
en efecto, cociente alto en los medios so- gio social o en su retribución económica.
cioculturales bajos), a niveles medios de En la categoría I sitúa, por ejemplo, a
inteligencia (entre 90 y 109), el 91 % de profe sores universitarios, médicos, aboga-
los niños de nivel sociocultural bajo ( 11 dos, eclesiásticos de nivel similar, altos
sobre 12) sufren a lo largo de su escolari- funcionarios, cuadros superiores del co-
dad un año o · dos de retraso y sólo uno mercio o la. industria, etc. Esta categoría
sigue a un ritmo normal. En cambio, de exigiría estudios más prolongados y en la
los 15 niños de otros niveles que, en la que se supone que las capacidades inte-
muestra, presentan cocientes de inteligen- lectuales deben ser mayores, por las exi-
cia medios, sólo el 46 % demuestran tras- gencias mismas de la profesi6n. .
tornos de la escolaridad (7 sobre 15). Inversamente, en la categoría VI Burt
También merece citarse una encuesta incluye los obreros no especializados, los
dirigida por Burt en 1961. Distingue en trabajadores agrícolas, los eventuales, etc.,
ella 6 tipos de trabajos profesionales, ba- que para desempeñar su labor no necesi-
sándose fundamentalmente en el nivel de tan un nivel de estudios elevado, y que
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por consiguiente se considera que requie- de los mejores sujeto de I el 111 (tra-
ren menos inteligencia. bajadores de nivel medio, con instt'U\.-.
Los resultados en el CI descienden ción secundaria). El éxito !IO(~IOl>n.ll~ iu,ul
según las categorías (a nivel de media), no se refleja exact mente en d \."\1'.·icotc J
aunque sus \'ariaciones dentro de cada inteligencia... No Je~ cxtnuw 1 Jj~r-
una de las clases son grandes. sión de la di tribución ~ e te '-·u,:ícnte en
Según Larmat: "Las curvas de distri• el int rior de e d el . l'on un a.,i.:n,~
buci6n de los cocientes de inteligencia se relativamente b lio, un u~tu p.Jri · ·cc-
superponen en gran parte. Por ejemplo, d r a dert 1itu ción e , • )ª pur-
un número no despreciable de miembros que cu HJad Je utro unkn (, unt~
de la clase I (profesiones liberale1) tiene aplicación, r e r ne· ) compen . un.a
cocientes de inteligencia iníeriore1 a lo in uficiencia int Jectu o porque la atua-
126
El cociente de i11ffl(~•t·11cii1 ,w CÍt'lt, ,,ri,1,1
la práctica de una u otra pnif,·siú11.
En muchas ocasio11t' . • d factm
de sdt·ctÍ'l.'idad rfspo ndt'
a circunstancias sociol'conómica s.
ción social de su familia, las relaciones, el mente lo mismo) hay que buscar qué fac-
dinero o la suerte le han permitido alcanzar- tores favorecerían en la escuela a unas
la. Y, en el caso opuesto, una persona de
una inteligencia superior podrá ocupar un ~---
clases en detrimento de otras.
Entre esos factores se han señalaJo
Jugar en el que no tendrá ocasión de ejer- varios:
cerla, por razones inversas a las preceden- a) El culto a lo "verbal" y sobre todo a
tes o, porque, más felizmente, este oficio cierto tipo de verbalisn10 en la escuela.
corresponderá a sus gustos". Respecto a este factor, los tests mu~stran
2) Si la escuela no selecciona en fun- diferencias entre los distintos niveles
ción de la inteligencia medida por el co- socioculturales.
ciente ( se observa que a CI igual, las da-- La inteligencia, para desarrollarse co-
ses no progresan y avanzan sociocultural- rrectamente, necesita una serie de instru-
127
nH.' nto ,: knguajc..'. orientac ión en d espa- éste será consilk·r:ulo poco dotado por cJ
cio, apt it udcs motoras, et . nrncstro si no maneja con destreza el ins-
L:t es m.·fa Jic<:n- fa vorcc • cscncial- trumento lenguaje.
m<..·nt c y valoriza dt: manera cxtraonlina- Poco importará también todo el resto,
ria d knl,!uajc. Y no sólo esto - añaden- , si no utiliza con soltura el lenguaje abs-
sino tambit·n un tipo especial de lenguaje: tracto y Jas nociones abstractas, aunque
d propio <le los sectores sociales llamados ello no corresponda a una comprensión
"cultos". Lo importante no es sólo em- real de los hechos, y lo haga por puro
plear d knguajc en el sentido <le comuni- mimetismo . .
caciém, decir lo que se quiere y que los Poco importará también que eJ niño
demás Jo entiendan, sino - y ·cscncial- maneje su cuerpo y lo coordine perfecta
mcnt "decir" siguiendo unos cánones e inteligentemente en un ejercicio que le
prefabricados que no respetan la libertad es familiar (cortar leña un niño rural, por
Jd niño y su expresión original, que vie- ejemplo), lo que sf tiene importancia
nen fijados por unas normas culturales. que gobierne y coordine el ejercicio de la
Las expresiones orales favorecidas y valo- · escritura, que es lo válido y lo culto.
rizadas son las propias de un determinado h) La transmisión de los conocimien-
tipo de cultura, y no de .una pretendida tos a través de ejemplos que correspon-
cultura universal que estaría por encima den sólo a lo "vivido" por cierta
de las clases sociales. sociales y no a todos los niños.
A este respecto, son significativos los La crítica se centra aqu( en loa libroa
trabajos de la institución francesa CRE- de texto y de lectura, alejadoa lo
SAS, dependiente del instituto de Inves- y vivido por la mayoría de niñoa. t'Ueelell
tigación Pedagógica Francés. Los factores tomarse como ejemplo los libros lectu-
de la inteligencia que no son puramente ra, con imágenes en las que eJ padre fuma
verbales -consideran- son olvidados por en pipa, sentado en un aor, o leVleDCilO el
la escuela o menospreciados. Poco impor- periódico, acompañado de I madre q
tará a un maestro que un chico sea muy hace c.Jceta.
diestro en sus ejercicios corporales, que se
Si pié entan t e ejem e por-
sea un artista en potencia, que tenga ha- que se sabe experim ntalment~ que l
bilidades manuales poco comunes o que imagen de lo vivido motivad al niño, cuyo
razone en la vida social y en las activida- padre fuma en pipa, y cuy m hace
des cotidianas de manera extraordinaria: calceta. Pero e untan muchoa uto-
128
l ·" 11 i,io drh,· c"omp,1,1; i11,1,
1• (
· ·n
,-prt'Slt> •«,r1>oral
l
(<1ctin'd,1.lf. Júic,u) - ·· 1
111
• c'OII /,1 turit1,ra o ln·tur,1
( el ·ti ·id,,drs ·1dt11r,drs) .
.-1,,;t,,;: pr i ·ticas H ' ·omplo11r11ta11.
e
,o 6,67
'ü
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5,89
años 1° EGB .
136
cuadros p odemos. apreciar
E n los
los resultados del experime nto
de Rosenthal y Ja cobson.
13
111
t scut·la tradin·mwl
·_,. q 1frit ,ulo actua!111t nr,· 10111 h, .,· < , , · •• • •
t .., ' " ..
l ·1111 t,:11 Jou·ia pt·Jagógica f !<>f'11.:..•11a _,., t, ,1, 1:: . ;
otra proponf 1111 cambio radical
dt /a socifdad.
nes. Pertenec1'an ' adema' s ' a clases socio - pedagógico, las críticas a la escuda trad i-
culturales "altas". cional pueden agruparse en dos tenden-
A un tercer nivel de la interacción, su- cias.
pone Rosenthal que los gestos y actitudes Una tendencia considera que la reali-
son d.1st ·
mtos respecto a unos y otros dad escuela puede cambiarse con reformas
pero a' . . '
un no ha sido bien estudiado por pedagógicas fundamentadas en, investi~?-
Ios autores.
ciones serias, en las que debenan part1c1-
Desde un punto de vista psicológico- par maestros, psicólogos y sociólogos.
139
Pedagogos, psicólogos y sociólogos
. . se ocupan hoy de in tentar rl:'so/v er
la crisis que afecta a la institución escolar.
140
Vocabulario
ANTÍGENOS. Término ge- boso congénito debido a la dis- ENZIMAS. Grupo de protei-
neral que se utiliza para función o ausencia del tiroides. nas que catalizan y dirigm
denominar a todas las sus- Los individuos que padecen el ·metabolismo de loa . . .
tancias que, introducidas en esta enfermedad se caracteri- vivientes.
el organismo, provocan la zan por el cese de su desarrollo
formación de anticuerpos. Son físico y mental y, la presencia FENOTIPO. Conjunto de ca-
antígenos: las bacterias, sus de deformidades. racteres manifiest .
toxinas, las células orgánicas, organismo; heredi • J/ o
etcétera. - CROMOSOMAS. Pequeños adquiridos.
cuerpos alargados que resul-
BEHA VIORISMO. Corriente tan de la división de la sus- G- D I I I I I I O -
de la Psicología que se fun- tancia cromatina presente en llo de los elelnea. . . ._.._
damenta en la observancia y el núcleo de las células. Su nú-
análisis objetivos del compor- mero es constante para cada
tamiento sin relación con la especie (en el hombre hay ♦6 Unidades
conciencia, entendiendo por cromosomas). tranami i6n de
comportamiento la suma de Son pardculu ~
reacciones de un organismo EMPATÍA. Capacidad para pica• que ocupea ua de-
frente a los estímulos externos sentir y comprender la• emo- terminado c:rGIIIIOII-•·
y/o internos. ciones ajenas a trav& de un
proceso de idcntificaci6n cnn
CRETINISMO. Estado mor- los que las padecen.
142
cia y variaciún, y del conjunto creción situada en la base del génito o adquirido de debili-
de fcn6menos relacionados con cráneo, debajo del encéfalo. dad mental.
la descendencia. Tiene como finalidad el regu-
lar Ja mayor parte de las POBLACIÓN. En estadísti-
GENOTIPO. Conjunto <le ge- grande funciones del orga- ca, conjunto de individuos de
nes que presenta un organis- nismo, tale como crccimien- la misma especie agrupados
mo y que son d patrimonio t< , desarrollo, cxualidad, me- egún alguna o algunas ca-
hereditario del mi~mo. tabolismo. etc. ractcrist icas que se toman
como referencia para realizar
HIPÓFISIS . Glándula de se- IMBECILIDAD. E tadocon- u estudio.