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BIBLIOTECA SALVAT DE GRANDES TEMAS •LIBROS GT


La problemática del hombre actu:11 en w1 cnn¡11111 0 estruLlurado, unitario y coherente.

Dirección: Manuel Salvat


Consejo de Redacción para la edición en lengua española: Ignacio Burk, Alvaro Gál-
vez y Fuentes, Pedro Laín Entralgo, Jacques Masui, Ernesto Mayz '(allenilla.
Antonio Prevosti, Jorge Rojas, Emilio Teixidor
Dirección Editorial: Joaquín Marco

HERENCIA, MEDIO Y EDUCACION


Colaboradores:
Personalidad entrevistada: René Zazzo
Texto: Ana M.ª Balmonte
Coordinación editorial: Bernardo Muniesa
Realización de la entrevista: Pierre Kister
Ilustración: M. ª Dolores Alba, Carmen Llopis, Jaime Pisonero
Compaginación: Edistudio
Fotografías: A .F.P. Photo, París. Photo Almasy, París. Atlantic Press, París. Barnaby's Picture Li-
brary, London. J. Bottin, París. C.I.R.I., París. Contifoto, Madrid. Edistudio, Barcelona. Gamma.
París. Horst von lrmer-lnternationales Bildarchiv, München. George Hunter, Toronto. Paola
Koch, Zürích. len Sirman Press, Geneve. Gloria lolivier (documentación), París. Salvador de l.1
Mata, Barcelona. X. Miserachs, Barcelona. Nancy Palme, Photo Agency, New York. Ana M. •
Pardo, Lugo. Jean Pottier, París. Rapho, París. Photo Researchers, /ne., New York. Jacques
Six, París. Sygma, París. Robert W. Kelley/Time-life PictureAgency, New York. UNESCO, Pans.
Universidad de Ginebra, Geneve. Zardoya, Barcelona. Zardoya-Magnum, Barcelona. le 1J.
Düsseldorf (Oberkassel).
Dibujos: Edistudio, Estudio Fonollosa
Papel: Couché mate Alba de Torras Hostench
e SALVAT EDITORES, S.A. - Barcelona, 1973 ,
e EDITIONS GRAMMONT, S.A. - Lausanne, 1973
Al/ rights reserved
Impresión: Gráficas Estella. Estella (Navarra), 1974
Depósito Legal: NA. 779-1974
ISBN 84-345-7358-X (obra completa)
ISBN 84-345- 7391-1
Pnnted in Spain
índice
Págs.
La medida de la inteligencia .............. . ... . . . ............... . .......... . ... . ..... . 7
Entrevista con René Zazzo ........................... . .. . ........... . . • ................... , 8
La inteligencia .......... .. ... .. ............. . ................ . ....... . ................... . . . 19
La Psicología: una ciencia con problemas ............ .. ............. . .... .. ............ . . 27
La inteligencia y los tests ... . . .. .......... . ..... . .... . . . .................................. . 35
Cociente de inteligencia y otras aportaciones psicométricas ..... . ............... . ~7
Cualidades que requieren los tests psicométricos para ser científicos ........... . 42
Validez del test . ·. ............................................................... . 42
Precisión o fiabilidad ........................................................... . 44
Tipificación del test .......... . ................................................. . 49
Experimentador y sujeto del test: dos historias enfrentadas en un momento
llamado "neutro" ...................... .. ..... . .. . .......................... . . 52
El test-retest . ......... . .. . ... . . . . . .. . ..... . . . .............................. . .... . . . . . 55

Herencia y medio ambiente ....... . ....... . ......... .. ............ . ..... . ........ .. . . 59


Entrevista (continuación) ..... .' .... ... .. . ................ . . . ........................ • • • • • • • 60
\ Tres teorías sobre la determinación de la inteligencia .... . ..................... .... . .. . . 75
La herencia biológica . .............................................. . .... . . .. • . • • • • • • • 75
El medio ambiente ......... • .... . ............... . .... . .............. • • • • • • • • • · · · ·, · · · · 75
._. La interacción entre herencia y ambiente .... . ..... . .. .. ... . . . . .. . . ... . ... • .. • • • · · · 78
Influencia de la herencia y el ambiente en el cerebro ·. .. . . .... .. .... . . .. .. • • • • • • • · · · · · · · · 79
- ' 80
Genética y cerebro ................. ·.... . ................ • • • • · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
89
. - -
Factores ambientales y cerebro .. . .......... .. .. . . . ... .. . • • • • • · · · · · · · · · .. · · · .. · · · · · ·
'
Encuestas familiares .............. . ....... .. .. . . . .. ...... . ..... . .. , • • · • · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 91

El método de los gemelos ... . ..... ... .. .. . .. . .. . .. . .. . . . . . .. .. •. • • · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·


93
Encuestas con hijos adoptivos ... ... .. . . ... . .... .. .. . . . . . . . . .. . . . • • • · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
97
EncueS t as de inteligencia en medios sociales, econó micos y c ultura les d iferentes · · · 99
10 1
Críticas basadas en el contenido de los t es t s . .. . . . ........ · · · · · · · · .. · · .. · · · · · · · · ·
Pá,s
Cuando el trabajo empírico avala la teoría de la influencia del ambiente . . . . . . . 105
Estímulos quo influyen en el desarrollo de la inteligencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
- Consecuencias educativas del debate herencia-ambiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 ·
Los programas compensatorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
Críticas al programa educativo compensatorio . . .. .. .. .. .. . .. . . .. . .. . .. .. .. .. .. . . . . 123
Criticas a la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
Lecturas recomendadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Vocabulario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
t
René Zazzo
René Zazzo nació en París, en 191 O. Tras fina-
lizar los estudios de Filosofía en la Sorbona ( 193 ~-
1933 ), realizó un curso de capacitación en la Um-
versidaJ de Yale, en Estados Unidos (1933-1934) .
.-\1 comenzar la II Guerra Mundial fue movilizado Y
participó en la campaña de Bélgica. Durante la ocu-
pación de Francia por las tropas alemanas, fue el
responsable del Frente Nacional Univer_sitario.
Colaborador del profe sor Henri W allon desde
193 6, en 195 O le sucedió en la dirección del Labo-
ratorio de Psicología del Niño, dependiente de la
École Pratique des Hautes Études. Desde 1940, ha
ocupado la dirección del Laboratorio de Psicología
dd hospital Henri Rousselle, centro de profilaxis
mental del departamento del Sena. En 1967 es nom-
brado profesor de Psicología genética en la Univer-
sidad de N anterre. En 19 55 ocupa la presidencia de
la Société Frans;aise de Psychologie; en 1967, de la
Association de Psychologie Scientifique de Langue
Fr~s;aise, y en 1968, del Groupement Frans:ais
d'Etudes de Neuro-Psychopathologie Infantile.
La producción científica de René Zazzo incluye
las siguientes obras: Psychologues et Psychologies
d'Amérique ( 1942); Le Devenir de l' Intelligence
(1946); lntelligence et Quotients d'ages (1946); Les
Jumeaux, le Couple et la Personne, en dos volú-
~enes (1960); Conduites et Conscience, en dos vo-
lumenes (Psychofot_ie del' enfant et méthode génétique,
en 1962, y Theorze et pratique en psychologie, en
1968); J-:ouvelle Echelle métrique de l'Intelligence,
dos volumenes en colaboración con otros autores
(1966!: Des Garrons de 6 a12 ans, también en cola-
boracmn (1969); Les Déhilités Mentales, igualmente
co~ otros autores (1969), y participación en L'Att -
chemen~ (197 4 ), discusión, acerca de la afoctivid ~
~~tre diversos especialistas: Anzieu, Bow lby, Ch:u~
\tn, Duyckaerts, Harlow, Koupemick L ·b .· . J
renz, .Malrieu, Spitz Wildl h. 1' <: ~' ic1, .,o-
, oc cr y e propio Zano.
,.El estudio del psiquismo humano sigue siendo un proceso científico abierto en cJ
~ue coexisten tendencias y escuelas diversas. lAcerca de la génesis de la inteligen-
cia humana y de la influencia de la herencia biológica y del medio ambiente sobre
ella se han establecido posiciones encontradas, a veces exclusivistas/'L os partidarios
extremos de la herencia excluyen la posibilidad de la influencia del medio am-
biente; los partidarios extremos del medio ambiente excluyen la herencia gené-
tica. Existe también una posición ecléctica, conciliadora de ambos extremos. Así-
,mismo, en el ámbito de las propias tendencias aparecen matices diferenciadores.
Se trata, pues, de un tema extraordinariamente polémico y complejo, acerca del
cual iniciamos nuestra entrevista con el profesor René Zazzo.

¿Cuáles son las etapas más importantes del desa-


rrollo de la inteligencia en el ni~o?
Si nos atenemos a los tra_b ajos d~e...J~~-°-- Piaget, cuyas
conclusiones están prácticamente aceptadas por todo el
mundo en la actualidad, existen las etapas siguientes:
¡El primer período comprende - hasta_ los dos años
aproximadamente. El niño no habla · todavía, no cons-
truye frases. Su comP°..!!amienfo se acerca bastante al
del animal. Es la etapa de la inteligencia sensoriaJ-
motriz., El segundo período es el de las operaciones con-
cretas, en el cual ·e1 niño es ya capaz de razonar sus
acciones. Abarca hasta los doce o catorce años, Y st'
subdivide en dos fases, la primera de las cuales lle~~1
hasta los seis o siete años. Se trata de la fase de prt' pa-
ración (el niño ya habla) que culmina en el un1bral JI!, fa
· · · 1a f as'"'
escu~la obligatoria. Luego se 1n1c1a -.... qu~ r·:-
nnJna-
.
mos llamar de la prepubertad: es la etapa de la mteJi-
. formal. El n1no
genc1a . ... es ya capaz d e r azonar sobre sus
9
propias propuestas, capaz de poseer un razonan1iento
h ·patético de .desprenderse del instante presente, de la
r:alidad. Parece ser que es realmente el fin del desarrollo
de la inteligencia humana. ,,

¿Respecto al primer perio~o, p~dría h~~erse una


comparación entre la inteligencia del n1no y la de
los animales superiores?
A primera vista no existe gran diferencia a nivel de la
inteligencia sensorial-motriz, que es esencialmente una
inteligencia práctica, de adaptación a los problemas in-
mediatos. Sólo con un análisis profundo se llega a la
constatación de que la inteligencia de un niño jamás es
comparable, rigurosamente comparable, con la de cual-
quier animal. Por ejemplo, la imitación parece mucho
más rica en el niño que en los .cachorros de los mamífe-
ros, incluso en el caso del chimpancé. Inmediatamente
después del nacimiento, tanto el niño como los cacho-
rros _son in~adur~s, o sea, no pueden sobrevivir por sus
prop10s medios. Sin embargo, el niño sigue necesitando
de la. ayuda de sus p~dres du,rante mucho más tiempo,
p~r eJemp!o, que el chimpance. Es decir, sus comporta- \ ,
mientas mtelectuales son constantemente completa- /
dos ... por el adulto. /

qu;~a~ntedresante citar una extraordinaria experiencia


a e antes de la JI G 1\ <lº
sos Kellogg . 'l uerra 1un ta1. Los cspo-
' ps1co ogos estadounid d
las mismas cond· • enses, e ucarun en
1c10nes a un J. 0 .....
El mono llamado G ven mono y a un n1110.
' ua era t t d .
con los mismos cu·d d' 1 ra a o igual que d niño,
1
ª os, os mis mos. . est1mulos,
,
etc.
10
..

La cría del chimpancé se


desenvuelve por sí sola
mucho· antes que un niño.

Los Kellogg elaboraron el diario de la evolución del ex-


perimento. Hasta la edad de dieciocho meses, e1 desa-
rrollo era más o menos similar, pero desde el momento
en que el niño humano es capaz de asociar dos palabra -.
de esbozar su primera frase, empieza a cavarse el abis-
mo. El joven mono Gua, a pesar de los cuidados propio ~
de una infancia humana, no superó ese estadio. En el
plano de la habilidad motriz, el mono era mucho m.í ,
hábil que el niño. En el plano del razonamiento, er:.1
prácticamente igual que el niño. El animal, al ib-ru.11
que el niño, era capaz de identificar dibujos prt·p~r J~l,1s,
como por ejemplo una choza, lo cual e . . realmt.·nte '-'.tr·t·
ordinario. I-Iabía ido mucho más lejos d~ lt prt·\ i~tl),
pero en el niño se estaba gestando el kngu.ij~ arti1.:ul.i·
do que evidentemente no posee d n1ono.

Así, la primera fase, o s~a la caructerizaJa por la


asociaci6n de dos ideas, es propia Jel ser humano._..
El animal no es capaz de int·t:n/4.lr d lc-nguaj~. ct~nsi-
Jerado éste desJe eJ punto d~ , ista hun1Jno, es <lt"ctr, d
JI
lenguaje articulado. Sin embargo, re~ientes inve t~g~-
ciones han ,,htenid<> resultadoc; inauditos. Otros ps1co-
logos c~tadouniden scs, los Gamcr, educaron un mono,
una hembra, a la que llamaron \Vashu. Educada de de
~u nacimiento en el laboratorio <le lo Gamer, \r a hu
aprendió d Jcnguajc de lo. sordomudos, y en la actua-
liclatl habla con gestos <¡uc incluyen el vocabulario con1-
plctu de los son.Jonnidos. E capa z de mantener una
convt.·rsación. El últ irno ac.Jclanto e orprcndcntc: un
tlía que cst aha encolerizada, d ijc : •E u tc<l un tipo u-
cio", y aquí la palabra "sucic' presenta ya un .-cnt ido
figurado. Cuando se pelea con ~us e >n~éncrc , \\'a ~hu
los trata tic "sucio ' 1nono -".
Se trata, pues, Je un re ultado cxtraon.linario aun-
t¡uc hay que aclarar que el ser lnunano ha creado u len-
guaje, n1icntra , que cJ 1110110 lo ha n: ibido del exterior
;1 tra,·ts de un entrcnan1icnto nu1y con1plejo. En la ac-
tualidad, \\'ashu c1npieza a enseñar a u cría a hablar
d k·n~uajc de los sordo1nuJos. Espontáneamente se ha
etlllH.·rtiJo en educadora, lo ual abre caminos insóli-
tos: si en una espt."Cic animal existen características que
no e~tán exploradas, que no han sido descubiertas, se
pul·d~ suponer que en la es~cie humana también ha-
hrán características to<la\' Ía por descubrir.

Al p~recer, según algunos especialistas, la inteli-


gen~ia depende esencialmente de la herencia del
cap1t a l genetico
' · que cada individuo recibe de' sus
pa~res. eQué opina usted de esto?
rodas las personas competentes están hoy de acuer-
12
do en el hecho de que la inteligencia (como cualquier
otro sector de desarrollo humano ya que la inteligencia
se crea, se desarrolla) depende a la vez de 1a herencia
y del medio ambiente. En cualquier aspecto del desa-
rrollo (la estatura, la memoria, el razonamiento la emo-
tividad) intervienen factores genéticos y factores socia-
les. Lorenz, por ejemplo se defiende afirmando que
nunca ha dicho que el medio ambiente no contara aun-
que le in teresa más la herencia. Skinner a quien se le
atribuye la negación de la herencia afirma que ésta no
La mtel1genc1a depende a
IJ vez de la herencia y del
es el objeto de sus estudios y que lo que le interesa son
medio ambiente. los condicionamientos, ya que es en ellos donde puede

-
• .•
e ,e •
~ IIIQIL- =a---•--- -.
•~ , - - : Me • •_., - ••

·'
actuar. Ue todos n1odos, Lorcnz y Skinncr rcprcs 'ntan
orientaciones extremas inadn1isiblcs para mí.
Existen materiales, influencias, con las cuales el
niño se construye; todo comportamiento es una cons-
trucción. Se trata de ver de qué manera se construira
el niño, poco a poco, según su patrimonio genético y
según su patrimonio cultural, según las influencias
que ejercen sobre él. Eiaget y W allon, por referirme
a dos grandes _ps~c!>logos del niño, estudian cómo se
pasa . de . la inteligencia- sensorial-motriz a la int~ligen-
cia especulativa. Am~<?-~ rechazan la simplificación "o
herencia o medio ambiente", ya que el objeto de la Psi-
cología -~~-·_averiguar cómo se opera la génesis de la
inteligencia.-_ . --··

¿La educación puede compensar insuficiencias o


inferioridades biológicas?
Esta es una cuestión realmente importante, tanto
desde el punto de vista teórico como desde el punto de
vista práctico. La compensación será evidentemente
mucho más fácil si la inferioridad del niño se debe a las
condiciones sociales que si proviene de las condiciones
hereditarias. Existen modos de actuar, mediante formas
educativas, sobre las desigualdades sociales, hasta cier-
to punt9, pero no sobre la herencia de la naturaleza. Si
la herencia interviene indiscutiblemente, igual que el
medio ambiente, en la expresión de las difcrcncias in-
terindividuales, ello no quiere decir que las dif1:rl·nci~1s
entre dos clases sociales, o entre dos grupos étnicos, entn.•
dos razas, se expliquen por la herencia.

14
¿Quiere decir con ello que el patrimonio genético
no es fundamentalmente distinto de una clase
social a otra? ¿No existiría algo así como una
especie de "raza" obrera?
¡Como en las abejas! Por supuesto que no. Aquí se
confunden tres problemas. Prl~er problema: en el con-
junto de la población, ¿a qué se deben ]as diferencias
de_jnteligencia? Respuesta: se deben a ]a interacción
· del medio ambiente y de la herencia genética. Segundo
problema: si tomamos dos clases sociales, se constata
que los niños que pertenecen a esos dos medios distin-
tos, manifiestan ciertas diferencias de expresión intelec-
tual. La respuesta a esta cuestión se conoce desde hace
cincuenta .años: se debe únicamente a la influencia del
medio ambiente. Tercer problema: la diferencia entre
los negros y los blancos no se ha podido explicar toda-
vía, a pesar de que es un hecho indiscutible. El famoso
informe de Jensen, que provocó_un escándalo en Esta-
dos Unidos, intenta probrar que los negros son gené-
ticamente inferiores a los blancos. Las pruebas que
aporta no son serias, pero ]as de los que sostienen IJ ,
tesis inversa tampoco lo son. Recientemente. otn.ls in-
vestigadores habrían puesto en evidencia que IJ pre-
tendida inferioridad de los negros en rdación a kls blJJl·
cos es la misma que la inferioridad de ltlS h~ancos n:s•
pecto de ]os amarillos. Es sorprendente que (Se infl1nne
acerca de la inferioridad de los blancos no tu\ icra IJ mt'-
nor publicidad. El problcn1a de las dift·n•n(·ias Otl se plan-
tea con los misn1os térn1inos st'~Ún st· to111e 1."J conjunto Je
la población o las clases sodales.
IS
Normalmen te se a;:, .:s :.:
gemelos sin d is ing u ~~--~
· los dicigóticos y los r-c,:-
cigóticos, es decir s,n :cr).
derar que sólo es os _: - -~
son los aute : :ce

Sabemos que usted estudió el c~so de los g~me~os


monocigóticos. ¿Los pudo estudiar en medios dis-
tintos?
Esta es una cuestión difícil. Algunos especialistas, en
Estados Unidos, han realizado ese estudio y los resul-
tados son muy claros. Gemelos monocigóticos (los ver-
daderos gemelos) educados en el mismo medio tienen
prácticamente el mismo cociente intelectual, con una
diferencia de cinco puntos, que es el margen de error.
Gemelos dicigóticos, es decir, de herencia genética dis-
tinta, pero de idéntico medio, presentan en general de
diez a quince puntos de diferencia. Gemelos monoci-
góticos educados por separado presentan también de
diez a quince puntos de diferencia. En consecuencia, lo
que la herencia puede hacer, también puede hacerlo d
medio.
Existe un hecho todavía más importante. Cuando es-
16
tudié a los gemelos (era una investigación herencia/me-
dio) me sorprendió el hecho de que, ante ciertas prue-
bas de personalidad, los verdaderos gemelos se pare-
ciesen tanto entre sí como los falsos gemelos o como
dos niños elegidos al azar. Este hecho al principio no me
pareció importante; dudé del valor de los tests, ya que
las pruebas de personalidad no tienen el mismo rigor que
las pruebas de inteligencia. Pero el hecho se repitió va-
rias veces y encontré en otros autores la misma cons-
tatación, igualmente interpretada como un error. Decidí
partir de la hipótesis de que no existía tal error, y co-
mencé otra fase de la investigación. Imagínese a dos ge-
melos indistinguibles: al final del primer año, no tienen
la misma identidad psicológica. La identidad psicológi-
ca no existe, desde el momento que constituyen una
pareja. Se distribuyen los papeles: uno domina, el otro
es dominado, y entonces llegamos a ese resultado para-
dójico de que los gemelos verdaderos educados al mis-
mo tiempo, juntos, pueden parecerse menos que geme-
los verdaderos educados por separado, ya que en este
último caso no existe el enfrentamiento que crea una
fonna de equilibrio en la que cada uno se define en
función del otro. Por consiguiente, no se trata ni de
herencia ni de medio, sino del sistema de relaciones en
el que se integra el individuo. Este proceso pone de
manifiesto que no se puede reducir el psiquismo a sim-
ples factores psicológicos o sociológicos. La ,·enfaJ es
que dos historias jamás son idénticas.

(Sigue la entre,•ista en la pág. óO.)


17
El p.isu pt1r fa fSl" lit/,, /,as intan·nciont•s J1, los 1J/u1ftnm
r s itt.lispois.iMr para ti corrrctu dt"Sa rr/1/lo Ju ru nt,· las clus1l' co11s1;1uyrn zm duto
1

J, /J c,,púci,lad intrlt·ctu,1/ para 1.•cdorar sus 11i11l'l,·s inLd,·rtuult-s.


Jt' lus ni,ios.

La inteligencia viduo presenta una serie de valores pro-


pios e, instintivamente, incluso ,la persona
En un momento u otro de nuestra vida, más alejada de~ problema educativo emite
todos hemos emitido un juicio de valor juicios de valor acerca de la inteligencia de
sobre la inteligencia de otra persona: sus semejantes.
héste es muy tonto"; "ése es muy inteli- En otro nivel, para los maestros y edu-
gente''; "aquél es un zote", etc. Cada indi- cadores en general, el problema de la in-
teligencia tiene un valor mucho más impor- "torpe", "poco dotado", al que no es ca-
tante. De lo que aquéllos digan, d_e la idea paz de seguir el ritmo de la clase, que se
que tengan, dependerá en parte er porvenir queda rezagado. Pero como toda regla tie-
escolar de un niño; según se le considere ne su~ excepciones, aparecerá "el vago.
"dotado" o no, éste podrá o no seguir de- pero inteligente", "el trabajador, pero~
terminados estudios. El "dotado", aunque dotado", etc. En cierta manera, se entien-
vago, continuará adelante; el calificado de por inteligencia el rendimie~to. e~. _d
como "no dotado" quedará rezagado, y ·su aprendizaje, la capacidad de as1mil 3 l:~L;
acceso a la cultura será nulo o difícil. de una cultura oficial y públicamente ª
Se plantea así una primera cuestión: . mitida como universal. . J? ~
¿Qué es la inteligencia?; ¿en qué se basa ¿De dónde proviene esa capacidª••in;di·
el juicio de valor que emitimos al hablar nace con ella o se hace? ¿ Se nace rubio t'
de personas más o menos "inteligentes"? gente" o "tonto" como se nace La rt..
El mismo maestro, de cuyo juicio de- moreno, con OJOS . azu l es o negros
. ? ¿ ~~1,s·
pende el porvenir del niño, ¿en qué se apo- cibe un individuo por herenci_a O bit"ott' i
ya p~ra dictaminar? Por regla general, se truye en contacto con e l me J10 afll esta p~
cons1dera "dotádo"' "inteligente"' al niño t
De la respuesta del maeS ro ªun ret1L'f
que aprende, que avanza en la clase, y gunta, la cual no es más que
20
Lt1 apa rimcia rxurn ~ Cia st· dt Fúzra •
patentiza la _d1júent'W .f.:tllt ·1 rLpn,ft-sor tiene dos camin1J/
dot:matiz ar o han:r que trabaje
la inteLigrncia dtd alu mno.

<le la sociedad y de su s valores ideológicos, conocimientos. Poco o nada podrá hacer


dependerá el enfoque que dé a su tarea por los individuos sino enseñarles y, en
y el concepto que tenga de la educación. función del rendimiento que tengan en su
En efecto, si se considera que las perso- enseñanza, encauzarlos hacia unas vías
nas "nacen inteligentes", ~!~ tarea del de trabajo intelectual o manual. Si la inte-
maestro consistirá simplemente en una ligencia "se hace", el papel de la educa-
mera transmisión de la cultura, de unos ción y del educador será completamente

-t
• , • ,L)fl t'L:c f
ll
d
distinto. \.El maestro, de transmisor de las capacidades de apren t Z l J_ • J,\ '
.t' , . ~tl)flt'~ ll l
conocimientos se convertirá en formador den ser no tanto man• eSlJ~ 11)>'
.1 t• •tlllll'\
• 'l'\ 1
de inteligencias. La función de la escuela, duales naturales, su o' . y ·, l(\., -11. 11 •·
en uno u otro casos, será radicalmente amplios de tipo sociolü~ ' 1 ' " J ,J<r"·1'
. , . lorjrJ IJ~ ,
distinta. En un caso, seleccionará y ratifi- de esto matizara o no ' a . _ tm r1--
' J1 ' Jíll 1 ,
cará la división realizada anteriormente cias que provicnt'n dd 01 l t1J1i .i.
1 l, u«: u nl)::, . 1,v
por una ley "natural" de herencia. En el para intentar llegar a O , rr,tii:
, ·
otro, intentará convertirse en medio de ••escuela Jemocrat ,ca } " , otro., ,.
. rttttlll
. )JJ t'
progreso. Postulará que la diferencia en denominar º ibrualdad Je 0 P0
22
.Huj, ,rs ,fr Sa11ti,1.~•o . ltitl,111 (Uual, m,IÍ,1) /.,¡ i /'' f HJl/1J!i j>t J'{t 111 t /1 ·11/1 I
tr,1~,,j,¡,1J,, 01 ll /,1ns artrs,a10.c a 1111,1 c l,1 .\ 1· d, · lll'l'l ·l o a/lo
t, o,u;m ir
f.'/ m; dio c1mhio1fr ro ndfriona ¡,:o·~,111 ,¡,. un !-.lalu~ <¡w· /, i· pnmifr
ti d, ·surru/1,, i ,11, l, ctual. ll<'f"l•,h:r a "1 rultura
sin ¡,:rand,,,., dijirulladl' s.

1~a querell a entre partidario· <l la he- en Psicología, significa hacerJo también
rencia d la inteligencia y los que defien- con los problemas del determini smo <ld
den el poder del me<l io ambiente o de una hombre y de su libre albedrío. Si estoy
interacción entre herencia y ambiente es determinado indefectiblemente con mi
apasionada. Y lo es porque este debate herencia, ¿ dónde está mi libertad? Si el
no constituye una discusión neutra. Con- medio me condiciona totalmente, ¿dónde,
lleva una gran carga ideológica. De la mi libre albedrío? Mi libertad de obrar,
respuesta que se dé, de los resultados que ¿de qué proviene y hasta dónde llega, si 1a
aporten la ciencia o el especialista se deri- historia de mi vida está escrita en mis
van consecuencias que ya no son cientí- genes? Los límites de la determinación
ficas, sino de otro orden de hechos. de la influencia de la herencia o del medio
En primer lugar, enfrentarse con el pro- ambiente son también los de la libertad
blema de la herencia y el medio ambiente individual.

23
- - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
"lnteligencz:a es /a capacidad compleja o gloha_l del individuo de ac~uar e,n _un
sentido determinado, de pensar de manera racional y de tener relaciones utzles
con su medio amht"ente. Es global porque caracteri"za el comportam-iento del
•individuo en su conjunto; es compleja porque está compuesta de elementos 0
aptitudes que, s·in ser independt"entes, son cualitati"vamente diferentes."
D. WECHSLER
¡
J

En segundo lugar, el debate tiene con- ditarios, en cuyo caso unas razas senan
comitancias con fenómenos políticos y "superiores" a otras, unas clases sociales
consecuencias de orden político y social. a otras, o si son producto del medio am-
Al plantear el problema de si las dife- biente social, y entonces las diferencias no
rencias intelectuales entre individuos son serían más que el reflejo de la historia de
producto de la herencia o de la influencia una subordinación de unas clases a otras.
del medio ambiente aparece inmediata- de unas razas a otras.
mente la tentación de considerar aquellas Los que consideran que las diferencias
diferencias, cuando existen, en términos intelectuales entre los hombres son el re-
de valor absoluto. Que A sea distinto de sultado de la herencia biológica, acostum-
B, puede significar que A es mayor que bran admitir el dominio de una raza sobre
B_ (o B que A), o simplemente que A es otra, o de una clase social sobre las infr·
diferente de B, con estructuras diversas riores, y justifican en ello su proceder s~;
Y no me~surables en un sistema rígido. cial y político. En cambio, completarnc~_.,
P~r?, teniendo en cuenta los instrumentos distinto será el proceder po1iuco , . \' Sl'k: IJI
J J"t°""
utihzados en la medida de la inteligencia de aquellos que consideren que las 1..~s
-los tests- y su modo de emplearlos (de honw~·
rencias intelectuales entre 1os elll,:;
ello
. hablaremos
. más adelante) , el d 1· . f1
es 1za- son producto de la 1n uencia . que en
~1e~to hacia los términos absolutos cuan-
t1tat1 vos es casi inevitable Al b ejerce el medio ambiente. . en ¡9_.11
J d='" · compro ar De hecho, Pastore, al reahzar·entifÍ'-,..,;
as uerencias, según el criten·o 1 . entes c1 ,,
tea · d· , se p an- un estudio sobre 2+ emin t,re ts
. inme tatamente la cuestión d b Jebate so Jt
s1 se d b f; e sa er que participaban en un ólo un°
e en a enómenos genéticos here- . , n que s
temática, se encontro co
24
/ 1 • /, 1 .. , " / / " / // 111" 1 / (/ ( 11 ( •/, 11 11 f..'() ( 11 / 11 ~ ,, ,

\, rio / 11 , · iI 1 oI, , r " lrn, , rfo 1/{J.>'


!:'/ r,f('t\1110 t .~ u110 ,J¡ lo s gr111., s ¡,rol;/, 11un
,¡u, /11 /111111" nítlat! atí II no ha suhido u ,fJ/1tr.

]os partidarios de la ~e~encia, Terman,


estaba clasificado pohticamcntc como
liberal; y únicamente Watson, de los par-
tidarios del medio ambiente, era conser-
vador.
El especialista francés J. Larmat, con-
sidera: "Que las diferencias de nivel in-
telectual entre individuos tengan un deter-
minismo parcialmente genético ( siendo
por otra parte el valor genético imposible
de evaluar, incluso de modo elemental,
en cada caso particular), no es, evidente-
mente, una conclusión válida para justificar
las diferencias entre grupos sociales o ca-
tegorías socioprofesionales, entre razas y
etnias. El problema es aquí particularmen-
te difícil, por no decir imposible, de resol-
ver. A los obstáculos metodológicos que se
encuentran al abordarlo, hay que añadir
los que residen en la personalidad del cien-
tífico. Sin duda, nadie lo acomete con un
espíritu de objetividad total, pues atañe
<le cerca a las concepciones más generales
d~ la moral individual o social, a las op-
ciones políticas y filosóficas más cargadas
de afectividad''.
Confinnando lo anterior, H. J. Eysenck
a?nna que, "el problema discutido en este
libro es sólo uno de los que están asocia-
dos con la raza, aunque no hay duda de que
algunas ere · · .
,. encias Y emoc10nes sociales y
pc1ht1cas h d d
<l
an que a ü estrechamente li-
ga as a él" Mt. .
· c1s tarde, se obliga a una de-
claración de princ1p1os políticos sobre la fin de encontrar hechos que les perm.:a.1
segregación, antes de continuar su estudio, ilustrar una tesis filosófica o politic 3 fít'""
y se justifica ampliamente con sus re- viamente adoptada".
cuerdos vividos en la Alemania nazi, y Vemos pues la resonancil ¡x,1litii:-l ~
' ' t .,,,
repite una y otra vez que él no es racista, la concomitancia con ideas polítk 35 l ~ , ...
que el "considerar seriamente que la de- debate sólo aparenten1ente cientifi'-'t.'- , '"'
mostrada inferioridad de los negros estado- Como quiera que la cJu"'ª"' i'-"1n e ft"t,,.,-
unidenses en los tests de inteligencia, en .nJ ll• r.k"'
de una sociedad en un l lt'll'rm 1 " J ,..
parte, puede deberse a causas genéticas" l IJ . l 1,,'l
mento de su historia, rdlt'jü r: ; ·tJJl'
no significa que él sea racista. Las precau- , • .1n ):, J1.~1 L, ~
1og1as e 1nstrun1ento l'I\ n, l . •r!1(''"
ciones de este autor son extraordinarias, . l ' .
( a 1os camb10s pu 1t 1Cll • :o.\ . l "l'J\·ll su..
.- •u, t'lllf"'
lo cual es una prueba de que el debate no . , ) -t lJ Sll1Ul I\
otros en la et tncac10n " e · ht héí'-'º'¡s
es neutro.
gada a t'Stc J~bate rn toniu ª , grª"
1\1. Reuchlin considera que "es mani- y el n1t·Jio au,biente Jt>pt•oJ<:ra f~Jcll',--
fiesto que numerosos autores que han ., .. ), J /.) a la píV
parte 1a soluc1on que s"' "
abordado este problema lo hicieron con el t il:a etlucati va.
26
Lu , xuctr/,acit>n politico.'i 1>t i11l h,1_ ,i/t. ,,,, '
.,, 'l'fft'S a Lo fo n:o dt /u l11., !, ,, 1.1,
11 uml' ro.h.. 5 , •
d rqu ilibrio psíquico dl' lu ma. as.
La educación como irzstrumt nto al s~~'l'ÍCÍo
dt:l Estado. A la dtrL'rlw, 111110s tif
la Rfpública Popular China;
abajo, escolares en Cuba.

La Psicología:
una ciencia con problemas
¿Qué es en nuestros días esa ciencia, la
Psicología, que estudia las conductas del
hombre y cuyos practicantes, los psicólo-
gos, crean y aplican los tests?
Acabamos de decirlo: la ciencia que es-
tudia la conducta del hombre. Pero sobre
cuál sea esa conducta, cuáles sus deter-
minantes, cuál la metodología para abor-
darla, existe hoy poca unidad en el campo
de la Psicología.
Para unos será una verdadera ciencia,
con un objetivo propio: la conducta del
¿ ¡1,S' ~1¡{1,;.~ C.'u'fl: ,•;¡ _o•:, t S/'c • ,.
t

f''t S< ,zft,;'1 1,,,.1


c1ir1,lul·tl1 l·1 1 m:,•1. ,·,, l , • •¡l ri ,,-, 1 ,
/, /\ / 1 .,.',,, \.

z,_,o rurr:portd,,Ti< 1¡{¡1 St" ,!(r~ ,·, ,!,·i,;1d ,/, 11, 1,t 1.l, 1
l·,m fo di1. t rsi,J,;l/ df /1t't,nr s 't'l t' i11á,l,111 e,,.,11 ·,·¡',/,1.
.. Es justamc11te co11 una li11tcr11a en la mano, cual Diógenes en busca del hom-
bre, que me represento yo al verdadero psicólogo, al psicólogo que se interroga
con inquietud acerca de su propio reino y por su razón de ser. ¿Qué es mi cien-
cia y para qué sin,e?"
R. ZAZZO
·------- -- - - ---- - - - - - - - -- - -- --,,./
hombre. Para ciertos filósofos, que ponen la medida que conocemos o creemos cono-
en duda la validez misma del método cien- cer la conducta de nuestros semejantes y
tífico aplicado al psiquismo, no será nunca tenemos nuestras opiniones, nuestros jui-
más que una parte de la Filosofía. Para cios, nuestros prejuicios y nuestra tradi-
otros, en fin, la Psicología, ligada intrín- ción acerca de sus motivaciones. En este
secamente a su universo conceptual y su sentido, la Psicología es necesaria pa-
práctica social, es un puro mito científico. ra convivir y no digamos para enseñar.
1\1. Richelle pone en interrogante la Pensemos en los muchos maestros que,
necesidad del filósofo, duda de la profesión sin nociones profundas de esta ciencia.
de maestro y se pregunta también para han llegado a conocer claramente a sus
qué sirven y por qué hay psicólogos. alumnos.
"¿ Cómo se explica que (la Psicología) na- Pero la Psicología es algo más, o se prt"-
ciera y floreciese en tan poco tiempo?", tende que sea algo más, que ese conocer
se pregunta. Y al intentar responder a esta intuitivo facilitado por la práctica o por
cuestión analiza a fondo la problemática la tradición.
teórica, metodológica y social de la Psico- En ese muro representaJo pl1r L1 tt'n--
,, logía y señala que ésta es víctima de una dencia popular, que consiJt'ra qut' tt.Jl, ·
perpetua confusión entre ciencia y sentido somos psicólogos, encuentra la P ·i".... ,J.. tgÍJ
1
\ c<?i:r1ún. En efecto, según Reuchlin, si la una primera dificuhaJ para akanz~ d
Psicología es la ciencia de la conducta, status de ciencia que busca l"lm .Lhtm:o.
todos -en el primer sentido de esta pala- La segunda gran difil--uhaJ _apan·..·t'
bra- somos psicólogos, hasta los animales, en el interior mismo Je J.1 Psi1.'olo~•a pt>r J.1
pues también ellos conocen la conducta de lucha irreconciliable entre sui n~·t th._ll,s.
s~s congéneres y se rigen por y en f un- Segun , estos
, · •ºJ ir
puede Jn · s.e en fas stgUJt.ªn-
-
ción de ella. Todos somos psicólogos en tes corrientes:
29
11' ralún u /,, ¡,fontNi tm ¡,, f/ 11l I lf;¡(
pura lo¡.:rar
,
fo comiJ,.i ,. ti UJJf ! l '11
fr hara suptrur fo, difhulLadq
y lwlfor ti nwdo de <on ,,-í:1'1,_
d /Jldl.l Z() dt 'JlttrtJ.

Psicología de fa introspección: lirn}ta- gía clínica presentan hoy pos1c1one, ex-


<la al estudio de los fenómenos conscien- tremas. Para los experimentalista~, la
tes no manifest ados a través de la con- conducta humana sólo se puede analizar
uucta. objetivamente en sus manifestaciones ex•
Psicología de la observación: que rela- temas y observables, y con la misma me-
ciona las respuestas de la conducta con los todología que las demás ciencias: la me-
estímulos proporcionados previamente. todología científica por antonomasia, la
Psicología experimental: que parte de la experimental. Los partidarios del método
formulación de una hipótesis y la verifica- clínico replican que, actuando así se con-
ción de ésta a través de la observación de vierte al hombre en un objeto; quizá se ex-
los fenómenos provocados. pliquen conductas, pero no se comprenderá
Psi'cofisiología: que se basa en el estudio al hombre, ya que a éste sólo puede com-
anatómico y fisiológico del sistema ner- prendérsele a través de un estudio profun-
VlOSO. do de las conductas de los individuos en
Psicología clínica: estrechamente vincu- particular.
lada a la psiquiatría, su objetivo estriba en Los primeros, con palabras de P. Frais-
facilitar los diagnósticos y tratar las enfer- se, experimentalista convencido, opinan:
medades. "La Psicología científica se considera ne-
Psicología psicoanalítica: que es el psi- cesariamente objetiva en el sentido de que
coanálisis fundado por Freud, y se basa sus resultados no deben depender de l.l
en la_ ,interpretación de los sueños y en la subjetividad de los observadores... ; f<I'-)
n~lacion que se e st ablece entre analista y pa- la objetividad implica el objetivism~ ts
ciente en el curso del tratamiento. decir, la transformación dd sujeto de lJs
La Psicología experimental Y la Psicolo- conductas psicológicas en un objeto (~
(-~"E~l- - -l'-.-------=-=-===~~-------·\
b;xamen e inzco participa de la experiencia cuando el psicólogo st p/.JntuJ :
pro demas, formula hipótesis, ·caría las condiciones en presencia l', '"" firt,
cuan o controla cada d l . .. · ·
r d una e ta es hipótesis con el estudio de ltu rrat.·c 1, 1'" 1
P ovoca as por la conver · , p /t · ,a
la observa ·, d. sacum. ero el examtn clínico participa tum ,,.,. '
cion irecta es dec · l b . , J l ,.,,,..
texto m t z ' ir, e uen pncologo tin,e tn cut>,rta to o'
\ en a en 'tez de ser v ' i· • d
\ te tma e errares sistemáticos." ....
J. pl,\Gl 1
'I

---------
____.,--/
.
- -- ~··· .....,,,'!':'<e'>--~ '
Frt'1zt ul t!Xu mo1 final tradiriuna/
hoy se •lit n Je a una •St rie de ta /,_,., Ü(l(¡.,,,
• · s
de con1un to con t i fzn den ilar, ¡ .; , "(! ¡;rJ
Je una priuba única. -

lación, en su encuentro con el p-~cG~.-_.z :,


(Psicología en segunda persona). El ca=:~.,
de aplicación de este método será la ir.ter•
ubjetividad y su medio de conocimi~:.~
la intuición, definida por Bergson coc0:
,' s impatía por la cual se penetra en el i::-
1 tcrior de un objeto, para coincidir en él, ~

lo único que tiene de único y, en con5e-


cuencia, de lo inexplicable".
La experiencia supone hipótesis preYias.
una cosa) y el <le conocimiento de la ubje- plane elaborados a priori, minucio i,t d
tividad <l los observado ". en el e tudio y aplicación a todos los su~
Sin embargo, alguno , como Canne - lo de lo mismos estímulos en iguales con-
trclli, afirman: "l\1e es imposible negar el dicione , confrontación de cada hipóte5: ·
valor de la ·ubjetividad del hombre que con la realidad observada de esos hecho~, 1
sit.~nte, piensa, <(existe>>, actúa en el mundo, través de controles repetidos de lo mi~-
y me parece absurda la posición sostenida n1os. Todo lo cual son facetas que cara'°ten -
con exageración por mucho psicólogos zan al método experimental, el cual intenu-
que tcn1en la ubjetivi<lad, so pretexto de rá conocer al hombre a través de la ley s
que abre la puerta al sentimentalismo", generales de su conducta. ..
y aboga insistentemente por la rein- La intuición del sujeto, la pn~1eu¡~~~tl){l
trouucción de la conciencia del sujeto en el por la individualidad, el "comprenJc.'r ~- 1k
proceso científico. el "explicar", y la ausencia Je ':'ntnll h -
En el extren10 opuesto encontramos jetivo distinguirán al método dinh."- .
d nuevo a la metodología clínica. Aunque, , l . . ... J l.t l':.-t-
La tercera gran prob em~lt t\: a \,:
• !. t • l.l te."'- ,n.1
forzoso es decirlo, con diferencias sustan- cología reside en la relac10n en n
ciales entre sus partidarios. Por un lado, · 1 l' ~
y la práctica. Para unos, la tt"\lí~•• :-, ' '" . 0 fi-
tenemos a quienes consideran que el objeto n•unan ~
drá construirse cuanllo se . ru r.l
al cual se aplica su método no es el sujeto . l h
cientes 1ec os que auton'- . ·t·n a di\,, ,-· ,r
en tanto que objeto exterior (Psicología en otros será totalmente explicati,·.i.
' J" •3 J.:t ~(•Ol.V
•nh'r\_
tt>rcera persona, caracterizada por el em- a los hechos, intuida Y C'XJ' ''-. , •asi I".,..
¡ ,lt.-o <le técnicas comunes a las ciencias de mente por al~uien, y se conn·11 n/':." ~·¡n.&I·
l, Naturaleza), sino el individuo en su re- <lríamos decir, en "Jogma Je ~ ·
32
/ ,s _it,, ~·,,,· ,h,/,1, li, , ..,. t/, 11, n (omo /m,1'1,/,1./
oM,:~•,Jf u! 11,·,¡,, ,1 11tili:.. 11r ,d 111,i \ 1111,,
su r,,p,11 id11cl in!,/,, /11al.

mente, para otros, la teoría es promesa de Ahora bien, la conexión entre teoría y
fecundidad, como dice Richelle : "No se práctica no está bien uefiniJa <.'n Psicolo-
recogen jamás los hechos al azar, sin in- gía, y muchos países carecen a{m <le un cl>-
tención. No revisten valor más que si están digo que determine la práctica Je esta
organizados, y es en este estadio en el que ciencia y señale sus límites.
interviene la teoría, o sea, la formulación
coherente de leyes que dan cuenta de los
fenómenos conocidos en una esfera más o
menos general ... ; una te<;>ría no debe ser
jamás tenida por definitiva, no puede ser
un sistema cerrado. Incluso cuando en-
globa un vasto conjunto de fenómenos
en una tentativa de explicación, no es más,
en suma, que una nueva hipótesis".
A esa problemática hay que añadir ade-
más la dependencia todavía estrecha entre
la Psicología y la Filosofía. Como ciencia,
la primera nació en los albores del siglo XX.
Antes formaba parte de la Filosofía f, en la
actualidad, en muchos psicólogos priva la
actitud filosófica sobre la científica. A esto
deben añadirse también los problemas de-
rivados del empleo de esta ciencia. En Psi-
cología, algunas aplicaciones de descubri-
mientos científicos son poco importantes
(colores más perceptibles para una ambu-
lancia, sonidos más agradables para abrir un
refrigerador, etc.); sin embargo, otras im-
plican graves repercusiones en el futuro de
un niño o en el porvenir de un individuo.
En función de ciertos conocimientos cientí-
ficos, se orientarán vidas y vocaciones, y
se decidirán futuros.

33
/ ,u ,,,,, . , 11 11pa,i1·11c ia , s un ju, ¡:o,
rn u lt,i sn lUtll prut./lii o /nl
pa1t1 NJ/orar /u intl'L1",t:nu iu .

La inteligencia
y los tests
¿Qué es la inteligencia y qué son los
tests, esas técnicas un tanto misteriosas
con las que los psicólogos valoran aquélla?
LLos tests, las condiciones de su aplica-
ción y los resultados obtenidos son la base
en la que se fundamentan los defensores
de la herencia o del medio ambiente (en
la formaci~n de la inteligencia) para apoyar
sus teorías.' .
En algunos países, los tests son utiliza-
dos ampliamente; sin embargo, en otros,
encuentran notables reticencias. Dentro de
un mismo país, unos los aplauden y otros
los repudian. Estas insidias obedecen a
causas ~uy diversas. En unos casos, no
son más que continuación de la vieja y pri-
m~ra crítica hecha a los tests en tiempos
de Binet: la inteligencia es un fenómeno cen a críticas provocadas por el uso mismo
espiritual y, por tanto, no mensurable; no de los tests'Ll::a inteligencia, se dirá, pued~
puede considerarse al hombre, esencial- ser medida, pero con mucha pn1Jt'fü.·i.1. Se
mente espiritual, como un objeto. han empleado los tests con exresi,·a li~t--
En algunos casos, las reticencias obede- reza, se han dejado en manos de gt"ntt' que

"L os tests son unos instrumentos larga, profunda y cient(ficamt1nlé t'l,,burtlJ,,s


para medir algunos aspectos psicológicos de la complicada ft'rson "/iJa.JJ Juon,l·
na con una certeza estadística."
J. ]. PARICIU

35
l La, uriosidut! y d Í11 f1 ri',
, • ·J' p zru cmw,·t r
/.,os tuts no son l l un1co ,m 10 ' " " ''' Ull ll j JrtYILf(} ' "'' tr,í,,;, ,,
/a capacidad inttlfftual de las pt ' s'~'!ª ; son d,,mentns d,, u, forn ri,;n.
la manera de dcst m:oln·rse de un ,uno Rl psinílo¡;o Jt'an J>ia¡;l:l (a haj,,, dl' Ti', h,11
en ti laboratorio químico, . nfr¡:a la valíd,,% d, l t1:11
puede también proporcionar dato zntcrtsantts.
como instrumento para rru!dir la int1:li,:1:ncir1.

,
no podía entender lo s resultados brut,,) cli;
cocientes de inteligencia, quienes han cla-
sificado a los niños sin más explicacifm.
Poco sabemos, dirán, del valor prcdktivr,
del test, ni si lo que hemos medido en un
momento X, continuará siendo una medida
válida en otro momento Y. Conocemos
muy poco acerca de cómo influye la misma
situación experimental. Midamos, pues,
pero no nos engañemos. Tengamos una
prudencia extraordinaria, ya que aún no
conocemos bien lo que hacemos.
Las reticencias pueden obedecer tam-
bién a criterios metodológicos de la Psico-
logía, que no concuerdan en la manera de
entender la realidad del conocimiento de la
conducta. Y, así, piensan algunos especil-
listas, que es sólo a través de la intuición
que se tiene del sujeto, de la empatía* con
que se le analiza, como puede conocfr:-de.
Otros especialistas, como J. Piaget, nc-
gar án la validez de los tests como in ' t n1,
mentos para conocer la inteligencil.
Por último, habrá quienes no a· ~pt ..•t\
los tests por motivos puramente püliti~l)~.
~os tests sirven para sdeccioaur, r.1r .1
orientar, para clarificar, rn funciún d~ un
criterio de inteligencia. Criticarán b mdl,..
dología de los tests (medir algu llll'-" tlll ,~·
sabe en dcfinit iva lo que! es) y l.i noÓüll
misma de lo que éstos prl·h.•fükn llh.'lhr
- las capacidades- sl."rá t'~tahkdda en fun-
• ciún de la idt"olo~ía.
Coci ente de inteligencia
y otras a portaciones
psicon1ét ricas

Se considera que el francés Alfred Binet


es d padre de los tests. Aunque se inspira-
se en trabajos de anteriores especialistas
de la misma nacionalidad, él fue el primero
~n elaborar y publicar una Escala l\1étrica
d\! Inteligencia.
Su preocupación era cminenten1ente
ráctica; estaba en estrecho contacto con
docencia francesa e imaginó un instru-
t o que , midiendo la inteligencia, penni-
d isti.n~uir los individuos "dfbiles
l >.,,1,·, •1../0 ,le z..n mismo J,uni(j..
lr,s ce,·•/ r,•d ní, s ... t un 1,,n,¡,o lh¡¡an a (Jfro p1,,ri,tJ1
cun marrada1 dzftrenciaJ hr,rarica
Algo similar iuaJe a 11i1 d t.hl rhJürro/lo inttlutuwi'
co ndicionado por los farrous amhiuztak;
propios de la 1,,ída de cada indiiid"º·

mentales", de los que no lo eran, para po- edad, tener una "edad mental" de st is
derles dar clases adecuadas de recupera- -
anos.
ción. A partir de criterios experimentalis- A partir de tales consideraciones, el
tas, concibió pasar las primeras pruebas, alemán \V. Stem desarrolló la idea de un
exactamente en idénticas condiciones, a cociente intelectual (CI) en 1912, que ex-
cierto número de individuos. Puesto que presó con la siguiente fórmula:
los estímulos son idénticos, las diferencias
CI = edad mental x l OO.
que se observarán en los sujetos tras las edad cronológica
pruebas deberán obedecer a capacidades
diferentes. Así, en el caso de los sujetos que acaba-
En 1905, Binet estableció una serie de mos de citar, el primero tendría:
preguntas en su célebre escala, preguntas
ordenadas en sentido de dificultad cre- CI = -6 x 100 = 43;
ciente: el niño que respondiera a menos 14
preguntas sería que estaba menos dotado. y el segundo:
En 1908, conjuntamente con Simon, agru-
paron las preguntas según la edad: el ni·- CI = ~ x 100 = 120.
5
vel seis ( edad mental) correspondería a
las preguntas que contestan los niños de 6 La clasificación más corriente del CI.
años (edad cronológica), el nivel ocho a teniendo en cuenta que el nivel medio e-5
las preguntas que contestan los niños de 8 100, es la siguiente:
años, etc. Con este sistema, Binet y Simon
pretendían establecer la "edad mental" (edad catalogación CI
de desarrollo intelectual). Es decir, si un su- deficientes
jeto contestaba, por ejemplo, las pruebas borderlin es ( 1
correspondientes a los 8 años de edad sería normal-med,ocres
no rm al -medio s
que tendría una "edad mental" de 8 años.
normal u en r
Sin embargo, este sistema no permitía
valorar hasta qué punto un sujeto es o no
anormal, y en qué cantidad (puntuación) es,
o no anormal, ya que un débil mental de
14 años de edad puede tener seis años de
"edad mental", y un sujeto de 5 años de

38
De todos modos, esta y otras clasifica- tro de ella, se les da una definición üpcra-
ciones deben acogerse siempre con reser- tiva en términos de alguna clase <le m<.-Ji-
vas y, en cualquier caso, ser matizadas, das; por consiguiente, decir que ''la intt:1 1-
ya que, por ejemplo, un retraso mental de gencia es aquello que miden las prueba~ J e:
dos años en un niño de 5 años de edad no inteligencia", no es, según Eysen k, ni un
tiene el mismo significado que ese mismo intento de evitar la cuestión ni una ma:i
retraso mental en un adolescente de 15 tautología.
años; en aquél representará un grave dé- Por tanto, el primer intento d~ Buit·
ficit, en tanto que en el segundo no. carecía de una teoría prcconct:b iJa Je: que
Puede afirmarse que Binet utilizó el es la inteligencia.
método experimental en su aplicación Posteriormente, Spcannan tr J hJ 1,\ ..., 1n
P,ráctica. Sin ninguna teoría previa, par- tests y, a parti r <le ellos v dd l" .wh: n ~k
~1ª del hecho de considerar que "la las relacione s matemátil'ih ¡u · t· htl n
tnteligencia es lo que mide mi test", entre diferent es prud.>a ~. lle ,,,· IJ ·, •ri...11; •
frase sobre la cual han corrido ríos de tin- sión d e que h a: un f, ·tt> r ( .♦ f.H.:t ttt i..:\ lll"I :1 1
(

ta: modestia innegable del autor, dirían de intd igl· ucia) y unos fJ c tpn·-. t t 1.·t, 1 c....,1

~gunos ; no se puede medir algo que no se es pe ífico s Jt' la s apl 1tudc-. p.ut u:ul.u 1.·-. , k
sabe
~ . lo que e s, d iran
. , otros; ¿ por que, no t,
.. e~a in tt·Jigc11l·ia ).
anad1 rán otro s mas. , I .,a mtt:
. 1·1genc:1.a
. e~ un 'rhu n ,lOlll\ l rab.tJ..t ll do · 11 l""lk rrn-.1111 1
c<mc.:epto Y los conceptos se dt:finen t"n d ~1:ut idn, h a e n "lHlt r .ad11 -.e, ., t ·· pt1 Lhl.id c-.
rnarco de una red teorética gentra.1 y, Jtn- dt ~lmta -, : dw, , /,(,ft · (I· p 1 t111t:fJ , qu e "il
l nu dt' /os mJttritil<.· :t1ili~1:d1ts {'i11t1 /,; ,.',:1 111 :/1¡,, 1, 11 1

d, l factor ~ uz el tul cÍt Th Itl sf11tz,.

Factores que mide el test factorial de aptitudes mentales primari


de Thurstone

Factor V De comprensión verbal, defi nido por una pru eba de sin ónimos.
Fact or N De aptit ud numérica , definido por unas sencillas operacion es aritméticas.
Fa ctor S Espaci al, concebi do co mo capacidad de manipular im agin ativa mente figura s
geométricas.
Factor M De mem oria de palabra s, núme ros o dib ujos.
Factor R De razon amiento, que aparece en pruebas consi ste ntes en series de le ras.
números o fi gu ras, que hay que con ti nu ar en el punto en que se inte-
rru mpen .
Facto r W De influ enci a, con sistente en la habil id ad de en contra r rá pidamente palabras
de un a determin ada cl ase, qu e comiencen, por ejem plo, con una letra o
un prefijo dados.

manifiesta en el uso de un vocabulario más tests que la miden suelen estar impre~tn.1-
o menos extenso, y la segunda, en la faci- dos de componentes verbales o espa ~i~e:
lidad de reunir palabras para contestar a importántes, y una de memoria, que pucJ
las cuestiones planteadas); una numérica, hallarse dividida en capacidades <list inu~
o facilidad en el manejo de la aritmética de retención, según el material a rt't -n -•r
básica; otra espacial (aptitud para visua- y el tiempo.
lizar relaciones espaciales en dos o tres Acerca de la naturaleza del fa "t 1r G ~ ·
dimensiones); otra de razonamiento, difí- Spearman se sabe muy poco. &"'rÍ:l 1:1 n: ._
cil de obtener en un estado puro, pues los dida de una especie de ent'r~f:Ítl intt ' ·t;..:.

40
Pruebas que componen el test de Wechsler
Verbales Manipulativas

lnfo maci6n, procedente de la experiencia y Figuras incompletas, agudeza y memoria


1 estudi o. visuales.
Comprensión, conocimientos prácticos y jui- Historietas, interpretación de situaciones
io soci al. sociales.
Antmética. concentración y razonamiento Cubos, análisis y síntesis de dibujos abs-
rit mético. tractos.
Semejanzas, capacidad de razonamiento ló- Claves, rapidez de aprendizaje y escritura
gico y abstracto. de símbolos.
Vocabulario, conocimiento del léxico ordina- Laberintos, planteamiento y seguimiento de
rio y académ ico. un modelo visual.
Dígitos, atención y memoria numérica.

que se prepara y potencia par~ resolver Wechsler, creador de una escala métrica
inteligentemente una serie de problemas. para adultos, considera que la inteligencia
Los partidarios de la influencia del medio ' no puede ser identificada con la suma de
ambiente en la formación de la inteligencia, todas las aptitudes específicas. Incorpora
critican con dureza esas pruebas supues- a su teoría la noción de G: inteligencia
tamente objetivas y los problemas propues- general o factor de inteligencia definido ro-
tos, por considerar que están culturalmente mo una especie de energía que se mide
determinados, es decir, que tienen una como la energía eléctrica, a través de los
carga ideológica. efectos que produce. Esa "ene~ía '', esa
Spearman reconoce que en G ~nergía capacidad de poder hacer, de este hJ.~cr
de inteligencia- existen, además de los fac- bien o mal, de actuar inteligenteml"nte
tores específicos intelectuales (facilidad o o no, se mide con unos reacti\·os: sus
dificultad para resolver problemas de ló- tests.
gica verbal o numérica) o espaciales, otros En los tests, \Vechsler, al matc:'ri~ t"s-
factores extraintelectuales de motivación, trictamente verbal dd fran~és Hinc:-t aii.1Jt>
personalidad, etc., en el momento de ela- una escala de acción - pc,jorm•.inct-·- r~
borar el test, los cuales "no medimos, flejo de una socit•dad t.·omo 1J d~ Estadl.•S
pero que intervienen al valorar la inteli- Unidos, pragmática y .. tl,minaJ a por la
gencia, sin que sepamos muy bien cómo". acción. En esas pnarbas st razona }' s~
41
/.os rt rnltwlus J, Llt !/
1¡1tt· apart cruz los ¡.:rabaJ1Js w pui"ru
110 pt.rmilt n afinnar ljllt' l,z 11iiiu seu mús intt!i¡;nilt
qu l'Í nirio. />ara que un test Lln¡.:a ·validrz
es 11at·sario, l'ntre otras cosas, que la prueba incluya
un número adecuado d{'. indi·tiJu fJs.

actúa obre un material concreto; se re- Cualidades que requieren


proJucen dibujos; se estructuran figuras en los tests psicométricos
rompecabezas, o se razona lógicamente para ser científicos
sobre unas historietas presentadas en car-
tones que, cortados, relatan sólo una parte Para que sea científicamente correcto,
de la historia; se descubre qué parte falta un test necesita tres cualidades indispen-
a un dibujo, etc., y se obtienen así dos no- sables: que sea válido, preciso o fiable y
tas de inteligencia: una de inteligencia ver- que esté tipificado.
bal y otra de inteligencia de acción o per-
f orma11ce. Validez del test
Las críticas que se hacen a todas esas A primera vista, un test de inteli-
valoraciones se fundamentan en la adapta- gencia será válido si consigue separar
ción, y prueba de ello es que, en general, los individuos listos de los torpes.
tales valoraciones están muy correlaciona- Pero, en el caso de los tests de inteligencia,
das con los resultados, buenos o malos, ¿quiénes son los listos y cuáles los
que obtiene el individuo en la escuela. torpes? Según Yela: "Para comprobar la
Los tests miden, pues, una "energía", validez de un test de inteligencia se busca
una adaptación inteligente, y casi todos los la correlación (relación establecida en tér-
resultados utilizados en el debate entre he- minos aritméticos) con el grado de inteli-
rencia y medio ambiente han sido obteni- gencia manifestado por los sujetos en su
dos a través de tal tipo de pruebas. vida escolar, familiar y profesional. El cri-
Para Jean Piaget, lo importante es com- terio de validez será, pues, el ex temo: e~-
prender la inteligencia: qué es, cómo f un- cuela, familia, profesión".
ciona, por qué fases (estadios) pasa hasta Un test de inteligencia para escollr~~
llegar a su madurez, cóiño:-en definitiva- será válido si separa los buenos alwnnü3 '-k
se va construyendo. Sus pruebas no pre- los malos (y se supone de antemafü, 4u~
tenden, al menos en su intención primera, ser bueno en la escuela implica intdi~t·n-
medir inteligencias y separar las buenas cia)· sin embargo si esta labor va l.1 t'jt·r"~
' ' • ?
de las malas o regulares, sino, únicamente, en la escuela el maestro,¿ para qut' k•s te!itS_
comprender en cada caso concreto en qué Quizá para ayudar al m:iestro t"ll '-'asos "h~
punto está el individuo, y cómo se forman fíciles y para conocl·r dl· antt'mJno a l, •~
t:n él las nociones y los engranajes que le alumnos que sen·irán o O\> p~1ra sl·r t'º st"-
llevarán a la inteligencia adulta. ñados, aun<¡ut" e~ta opdún es Jistuühl~.

42
L... s i.1tus .t· utili::; . irz con á, ria f rú·:, t ,1 .. ·:"¡¡ I 11 J, , 1 ,, ¡1/Í;;., ,1tlo po r ¡,, rsmu,
t111u 111iww

f'J ,.1 ccp rim rztación psicolJJ,.~fra. flfftfr prnporciu11or nsultad(J Jist intm
t spf ialmtnt oitrcnándol zs StKÚ11 , l 11w 11ll nlo y fo situari'Jn
para recorra un /abainto. tn ,¡uc lo ha¡,:u.

Precisión o fiabilidad pendientemente del especialista que lo cal-


Se llama precisión de un test al grado de cule, de las pruebas que se apliquen y de
constancia de sus medidas. Si al aplicar un las circunstancias en que éstas se desarro-
test varias veces a un individuo se obtienen llen. Requisito indispensable es también
puntuaciones distintas, el test no es preci- la "neutralidad" del experimentador o psi-
so, no podemos fiamos de sus resultados. cólogo que dirige y valora las pruebas.
Si por el contrario, las medidas obtenidas Problema de interés es si la situación
en un momento determinado, se corres- en que se realiza el experimento condiciona
ponden o difieren muy poco de las obteni- la valoración final y puede llegar a· defor-
das en otro momento, ya sea con el mismo marla. Algunos especialistas entienden
test_ o con uno similar, éste es preciso. que la situación está tan perfeccionada y
Si pretendemos medir el CI, la precisión estandarizada que no caben deformaciones.
supone que el potencial de inteligencia que Otros, influidos por la corriente clínica de
mide y expresa sea siempre igual, inde- la Psicología, insisten en la imposibilidad

44
de la neutralidad de las condiciones y del 12 experimentadores. A la rnitad dt.· ést ),
experimentador o psicólogo. se les dijo que sus ratas se mostrabln mu~
Rosenthal y la Escuela de Chicago con- diestras en el laberinto ( en otr )S tt~nnin,h.
sideran que los resultados que "espera" inteligentes) y a la otra mitad se l ·.· · ,_
obtener el experimentador influyen en las municó que las ratas eran plH.'ll lübil ·~- \ l
valoraciones finales. Así, en 1963, Rosen- final de la experiencia, bs raus 1..· Hl~ i l ·1 .i -
thal y F ode dijeron a 12 experimentadores das "<lota<las" se maniksun1 n '\ 1H h 1 u l ·,
que trabajaban con ratas, que era factible y realizaron un trabajo umdHI m :11 11 1u
desarrollar en los animales la facultad de el de las otras . E\' üknl ·m ·nt ·. l.l i 1·•' " ·
conocer o desconocer un laberinto, en más había fijadu l'tl In ~ ' \. l'\"l llll ·11t.l~l,,r .....
( .
_J menos tiempo y de modo más o menos aunqu • la di ~trihlll·i(rn h: l.,~ tJLt ., 1 · J -
mttligente, por medio <le cruces genético s. li zú al azar.
S J . 'b
' • 1 ·tn uyeron al azar 60 ratas entre lo s En ot ra •. pt·ril'n ·ia lln adJ ••
1964 por Rosentlul y Law on que supo- pués en una segunda fase, había que ta-
nia unos aprendizajes más complicados char entre los signos presentados dos dife-
con ratas, se repitió "el truco~. Los resul- rentes. Se calcularon la velocidad de la pri-
tados confirmaron lo anterior: las ratas mera prueba ( V 1) y de la segunda ( V 2 ), y
que los experimentadores consideraban las inexactitudes cometidas (signos borra-
como más inteligentes tuvieron mejor dos por equivocación) en ambas: / 1 e / 2,
aprendizaje. y también el cociente de rendimiento y de
El mismo tipo de experiencia se hizo velocidad.
con gusanos acuáticos. Los resultados Se hizo realizar la prueba a 9 5 estu-
que se obtuvieron estaban condicionados diantes de Psicología de ambos sexos, re-
por la idea que se había dado al experimen- partidos al azar entre tres examinadores:
tador sobre ellos. R. P. (un hombre de 25 años), L. ~l. (una
En otra ocasión, Bumham (1966) hizo mujer de 29 años) y R. Z. (el propio Zazzo,
creer a 23 experimentadores que buscaba de 40 año_s, y encargado de examinar más
los efectos de una lesión de cerebro en el tarde a los estudiantes).
aprendizaje de las ratas. Se orientó la opi- En la primera prueba (tachar un signo)
nión de los experimentadores, haciendo los hombres obtuvieron, aproximadamente,
que cada rata llevase una etiqueta que pre- los mismos resultados, fuera cual fuese el
cisaba si tenía o no lesión. Tales etiquetas examinador. Sin embargo, los resultados de
eran en unos casos verdaderas y en otros las mujeres variaban en función del experi-
falsas. Las ratas sin lesión y con etiqueta mentador. El fenómeno se agudizó nota-
de "enfermas" proporcionaron los mejores blemente en V 2, prueba más dificil y 'que
resultados, pero las ratas con lesión, eti- exigía mayor concentración.
quetadas como "sanas", proporcionaron Los hombres consiguieron mejores re-
resultados como si se tratara de animales sultados con la examinadora y, con los C'X-
sanos . perimentadores, obtuvieron mejun."s rl"-
. ~~ un test que no e::ca de inteligencia, sultados con el de su eJaJ, es Jc.-cir, con d
ding1do por René Zazzo, éste preparó unas que no tenía que examinarlos a finales Je
pruebas para determinar los efectos de in- curso.
terrel~ci6n entre experimentador y sujeto En cambio, las mujeres aJcanzaron los
expenmentado. Se trataba, en la primera mismos ínJices con el examinador de su
fase, de tachar un signo determinado en- edad y con la experimentadora, pero au-
tre una multitud de signos distintos. Des- mentaron su velocidad ante R. Z., del cual
47
J(
e nt. d o•
do
s Jjt' o.
1 5 1 Qf ' 't) t. - :d,li ll d 1,I • (} .t 'Hl. l l ( he rnbr
rup 1 1 '- mu res \. id m ~dtJ 2 7 ,ir l) ) f
J 7 t, mbres \ed, d rn did 2 7 '"~' o s) } . M. ( UJP,í)
Gr upo 11 l 15 muJer es daci m , 2 5 ano s )
J 15 ho mbres ( dad e~ ia 2 8 ~ñ os) } R. Z . (hor hr )
Grupo 111 l 1 m uje res (edad media 28 anos)
9 suJ etos ex peri mentados (estud iantes)

Veloc idad (V )
R sulta dos
Grupos V 1 V2 CV ( 1 )
J1 (h ) 29 4, 7 13 2 , 3 O, 9113
R. P. l 1 (ml 2 84, 0 130 , 5 0,9246
2 (h ) 299 , 3 137 , 7 0 , 9252
L. M. { 2 (m) 292 , 6 130, 7 0 , 8960
3 (h) 2 9 9,3 129, 0 0 , 8846
R. Z. { 3 (m) 310,8 1 51 , 1 O, 9933

Inexactitud es (1) y rendimiento (R)


Grupos 11 12 R 1 R2 C R (2
{ 1 (h) 2, 980 8 ,016 356 , 2 308,4 0,86
R. P. 1 (m} 2 , 826 4 , 746 344,4 30 8,2 0 .8
{ 2 (h) 1,5 52 5,606 363 , 3 328, 1 O 8 -'"-
L. M . 2 (m} 3 ,360 6,8 13 3 52 , 8 30 4 , 5 08 •
{ 3 (h) 3,786 8, 826 3 60, 2 299,9
R. Z. 3 (m) 3 , 150 8,83 8 3 76 , 9 339 , 7

( 1) CV: cociente de velocidad.


(2) CR : cociente de rendimiento.

dependería la calificación escolar final. La bio, interrogados por un expc.·rim ntJ k.


relación entre las dos velocidades viene negro del propio l-Iarkn1. en su l'.l:- .l. 'l'!'
<leterminada por el CV (cociente de velo- sus amigos, en situac ión .. 110rnul" l .1.r:
• l •¡l -
ci<lad) y es consecuencia de lo ya dicho. ell os, cambiaron con1pkt ~u11c.·nt ·: :-- ll ·~
En la misma trayectoria se sitúan los guaje, antes vacío y ca:::;i nHHh ~íl.tl 1 't'. ' ~
trabajos <le W. Labov, quien, actuando so- enriquecía de 1nodo ·xtr- HH·d i1 u rÍtl.
bre problemas de lenguaje propios de un Otro ejemplo nol.lhl ' ·s ·I 1 · ·1•u 1J 1, •1111
barrio de obreros negros de Harlem ( N uc- .
b10ttc, argdma. que, t r.1l )~l_1..1 n 1ti l ·n l iJn-_
• • • • 1 ·111Jtf'.l
va York), comprobó que los niños cn tre- eta se en ·ontro un h,1 ' (H l un rll 1" \
.' . h..·b il ~ 11 lt
vist::i<los por un investigador blanco, sen- tnota s uyo, L'rn t s tdL·t adtl ·, 111111 ' ·!l
tad,¡ detrá s de u mesa de despacho, · 11 d p ~ic ú log11 e~cola1 . .\ 1 luhlJ rk· L' 11 ..i 11 _
, .- 1. . l '\.l t'Jl} ,ll.
;wt it ud neutra y acc>gedora, eran dt:clara- ara ht: , ·) lllflll ~ t · r ·, t· d 1.olll•

' 1 > 1,dc-t i 'am ·nte como mud, Js. En cam -


1
rnu1t · int ·li gl' nt t:.
/ 1, 11,1 11111, lt11, li,, /, / Jfl ¡ , /, I /
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!. / '(f 111/ /¡ 1111/ /JI' ¡ • ¡•,¡ '/ I' ¡¡ , . '/ · .
• •> 1 ( 1 I I t ' t /.

Tipificación del test las puntuaciones de una población de in-


Según Yrb, una yez comprobada la va- dividuos es tipificar un test.
lidt·z . · precisiún Je un test queda por de- Idealmente, deberían reunirse todú~ lü$
lt'rmi nar la significación Je las puntuacio- sujetos de la población, y hact>r un estud il,
lll'~. El re ·ultado <le un test es un número, de cada individuo. Pero como esto t s im-
111
'. :1 punt uaciún directa, pero ésta, en sí posible, se elige lo que en ést:id ist il·:1 ~ ·
lllls11 1a, no ldara si el sujeto experimenta- llaman "muestras rcpresent:.itiYas •·.
\!,) '::. nonn~tl o no, ni t'n qué medida se Por ejemplo, para lkvar a ·~1t'l) un ·~-
ll:an,tir sta ·u de ~vi ación <le lo que se con- tudio acerca Je los niitl) S d · un }'J b, ·:- n ·-
"hh.T;i nurm:.il. Para ob tent:r la significación ccsario realizar previanwnt · rnu 1n \l·~t i-
lk Hn. ·l l) . , es necesa rio . compararla gación d _. J.1 l'lllll}'ll · i i.: Íl.111 h.· l.t rl( 1h_l:' ·11 lll
· unt t1:lCHH1
\ 'I Hl h J \ l t - .
. : t.:
. J. •
► ro. . tlJt't o ~ ue una mt. m:.i po- infantil : qu ~ pruprn'l'Í/H\ t•,i -.1c ,k n11h 1 "' •
hbnl)n • l), , , l n· l . l
'-~ :s 11 IL'nt o: avengu ar y cm. L'nar <le ni ña s, qut· tanto Jhll' ·il·ntt• n,n ...,, . . ,ihi ·
·PI
, ( 1 • f/¡

,n 1 1·,, ', ,: .:·r. I ¡) ~ (' ; .• 'I,' {/ ·/, •11//'11/i,


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u,1 o i; t' /1!,.c,tl''< ,n )1 d lS.
/l"(l'
' < {''
/,u t u rr,·c /a l T GÍUf/ 1 u;t1
dd hsl nu li~aJo ¡,ur un indiz iduo
n quiat la 'l:aluración gluhul dt· !us dcmd s cmnpontnll:s
del grupo en t i cual u le ha induido.

al ambiente rural y cuál al urbano, así como Del examen de esa muestra representa-
d perteneciente a cada una de las clases tiva se extraerán los baremos o tablas dt: re-
~r,ciale , a cada edad, etc. Una vez comple- ferencia, que permiten comparar la puntua-
tados- estos
- J,a t os se e¡·1ge Ia muestra re- ción obtenida por un sujeto con la conse-
1fl'">l"ntativa que, con un número más res- guida por los otros, lo cual facilita la ,·a-
tri ngi do Je sujetos, debe corresponder loración de un indiviJuo respecto a los Je-
11t:fml'nt · ª las características de la po- más y al conjunto global. Este difícil y pe-
1»LH ii'Jn gt'ncral. sado trabajo es el único que pemute cum-
5l
1 .
I ,(J i/1.,¡ . '·'•· ','.'!
!/!(, (J
,¡11, '. i I /•
<I 1 te t: p,, .•e •¡f,¡1¡ ,lt 1/c 1.\ ,!/11!, "
p,oa reulizca un lt j •
,h: :irttía t I 1t sult,;-,/, 1 j, I mismo.

Experimenta dor y sujeto


del t est : dos historias
enfrentadas en un momento
11
llamado neutro"
M. Richelle considera que el psicólogo,
por la misma naturaleza de su objeto de
estudio, desempeña el papel de variable
independiente, difícilmente controlable.
Aquí cabe recordar de nuevo que el prin-
cipio del método experimental reposa so-
bre una situación neutra, en que entran
en relación una o más variables indepen-
dientes que el observador altera a Yolun-
tad según un plan preestablecido (en este
caso las distintas situaciones y los diYer-
sos estímulos). Sin embargo, en las res-
puestas del niño o adulto interviene otra
variable independiente que desconocemo~.
parar y situar a un sujeto respecto a otros, la situación experimental, o sea, el lap~ll
es decir, tipificar una investigación. de tiempo durante el cual se hace el test .
Como las poblaciones cambian, es pre- Por consiguiente, cabe preguntJrs ~ s1
ciso reajustar los modelos continuamente. la actitud del niño considerado es ·obrm ·n•
En Francia, por ejemplo, en 1949, se tuvie- te brillante ante el test es la m isma 4u Ll
ron que adecuar a la realidad del momen- de aquel otro niño tenido con10 pn.,bl ·n~.1-
to los tests de Binet, pues los resultados tico. El simple sentido común 1u.r · · in-
no correspondían ya a los primitivos bare- dicar que no.
mos. Si no se sabe con exactitud con qué El niño seguro d~ sí mistnL) atl4.n·JJ 1.1
muestras se han tipificado los tests, la pruebas con seren id ~lll, trJnquilid.hl.
' ( )l\

medida _q ue se obtiene carece de sentido Pero, ¿y d ul ro? ¿Q ut' saheuH 1s d~~ l.i ·:1_r:
y se está cometiendo un abuso científico ga a f.ec t1· va qul' trae L'lH1s1go
· ~11 •·1'-·t1J1r
. ;1 re J
que puede ser, al mismo tiempo, un abuso lizar el test? Pnl'as pruebas expcnmt'nta·
, . te ¡Jrobk-
rrn ,ral. le s se h an hecho para ac lar.ir t:::,
J.,J t/1 J, 1 /i/l (til/ ,/, /11\ f',1 /¡/., f / ,., t ,/ /,, ,,,,, i;u

, (11ntit11 \ , · 1111 t,¡,u d, /, \f I( n, t//,1.

m , ya que e~ difícil de resolver experim/n-


talm~nte; no obstante, numero~os p sicó-
k ~o~ e han ocupado de esta problemáti-
ca. ~I. Perron-Borelli y R. Perron han ana-
lizado a fondo esta relación e insisten en
~us dificultades. El niño se siente juzgado
cuando realiza un test. El objeto de la prue-
ba es revelar sus capacidades; si su pasado
le ha proporcionado una imagen deficiente
(malos resultados escolares), puede llegar
a la situación experimental con una pesada
carga de desvalorización de sí mismo. ¿Va
a intentar defenderse y demostrar que
vale ? ¿No puede, entonces, crearse más con-
flictos consigo mismo y con los demás?
En efecto, si vale, ¿ por qué no trabaja
en la escuela?; y si le tachan de vago,
¿cómo podrá dominar esta situación?
Cuando el niño no sabe por qué va a
ver al psicólogo, la angustia de la incerti- cado en presencia de la madre (lu qu<- , ·:i
dumbre puede muy bien intervenir. Si le contra todas las normas pn>fc:siün.il~s y
llevan, por algo será; pero, ¿qué será e~e de sentido común), el niño d(& t) l.lk-' · ~ ,.
algo?; ¿cómo debe reaccionar para no de- meses obtiene una edad mental J~ " .1i~1~
fraudar ? es decir, unos rcsultaJos ligc, .1nK1 tt in-
¿Cómo un niño con problemas familia- feriores a los de su t·J:.h.l: tr~s mt•~('S mJí
res, de celos con sus hermanos por ejem- tarde, examinado por ot ro psi1.'(-J,,~v- ,.hi.\fJ
pl~, ~uede. abordar de mariera neutra y en ausencia dc:" la nudrt", d nitlü obcicn<
objetiva una situación en la que l:l piensa unos res ultados e , ~~t>kntcs, \'<•n un.1 run•
q ue la " c1enc1a
· · ,, , encarnada en el psk61ogo tuacibn s upt<riur al 7 5 \i ,lt" l,..s náiios J~ 4

va ª de~irle, sin duda, lo que vale ? t. U l·daJ. En trc-s fll c.'St'S, eh.a c.:'1JnbiaJl,
Analicemos dos resultados recientes J e est~ nilío, !;C ha nm n·-rt iJl, en sujdo bri•
un niño ante un mismo test, con tn~s mehes Uant e 1 No. Himpkm~nle ha , ariaJ o la
de intervalo. En el primer examen, practi- Hituación Jd e x.amc:n.
SJ
•/
'I
(. 1

1
" • U),

El 111110 o d aJuJto que pa san un te t, etcétera) el cual le juzga como un mal alum-
¿de qu~ manera ven al experimentador? no. ¿ Reaccionará el niño igual frente a todo:
Este, t·viJt'ntemente, t: · un hombre como lo ~ inJi\·iduos, maestros o psicólogo -•
todos, pero con una hi ·toria y un status ¿que abemos de los recuerdos con ~cit•n-
~ocial qu puede ser considerado de modo · tc o inconscientes que el examinador pre
mu · diferente , st:~ún la clase ocial a la \'Oca en él? 1'1uy poco, por no decir naJ ·
que ¡wrknezca d sujeto _e xaminado. Un Hemos hablado ya de los trabJju'.' J ·
rnun ·on problema:::. escolare , prove- Rosenthal sobre la "e pera" de lo: t.' \ J ·n-
J1Íl·n k d • un medio ociocultural ba- mcntadores, y se conoce poco cnm<> 1°-- 1- !:~
J' ,, p m·d l' \'t'r c·n d p ~icólogo a alguien cólouos abordan esta situación "n ut ra ·
e . , 1·· .1u , son
~ ·meJJn t al maestro ( a travé. de cier- .:\luchas ps1c0Jogus a 1rman --i e
. 13 - k -
1 J .'I rn · n,h: ... tacíoncs externas, como el neutrales y que e limitan a st' -ruir
\. t , t ,d11 , la u rma de hablar y j.!csticular,
.
yes expenment -.. · em barg"º , k !) cr:i-
aJ e ·. Sm
bajos de Rosenthal muestran que los ex- Ante esta situación, unos propüncn d
perimentadores intercambian 2,4 veces abandono de los tests, por inservibles;
más miradas con mujeres que con hom- otros, su mantenimiento, pero usándolos
bres. "Las características psicológicas del con extrema prudencia. La Psicología esco-
experimentador intervienen sutilmente", lar no debe plantear sólo tests a los niño
dice Richelle. con problemas, los cuales distinguen en
A este respecto, y siguiendo a Richelle, tre escuela y gabinete psicotécnico, y quei
cabe preguntarse si generalmente el psi- saben que, si los llevan allí, es porque tienen
cólogo espera algo de la situación en que dificultades. Es mejor examinar a todo tipo
se halla inserto. Si su trabajo es de simple de niños conjuntamente, prescindiendo de
experimentación, es que parte de una hi- de sus resultados escolares.
pótesis, y estaría más satisfecho de verla
confirmada que negada. Si examina un El test-retest
sujeto con fines prácticos, sus esfuerzos de
objetividad no le impedirán inconsciente- La precisión plantea el problema de la
mente esperar un rendimiento o una reac- constancia del potencial, energía o inteli-
ción de su interlocutor, sobre la base, por gencia medida por los tests, y expresada
ejemplo, de la impresión inicial que le causó. por un CI o cociente de inteligencia.
Sin embargo, _al observar las interaccio- Terman mantuvo que la constancia dd
nes entre experimentador y sujeto, es por CI era perfecta, salvo errores debidos a
ahora. imposible detectar y definir los ín- malas aplicaciones de los tests o a cambios
dices que en el comportamiento del pri- de los sujetos, que siempre pueden expli-
mero han orientado al segundo. carse.
En la precisión de la medida interviene, Sin embargo, son mucho ll,s e$pt.'ci.:1-
pues, la situación experimental con todo listas que discrepan de esto. Apo) an esta
10 que tiene de impreciso y ambi~uo.
actitud escéptica sobre la t.·onstancia Jd
Para superar la influencia del experi- CI en una serie de Jatos ex1xarimt·ntaks.
mentador se ha optado por realizar los Para probar la fiddiJad de un tt·st, la exJc-
te~ts en colectividad, aunque ello no eli- titu<l de la medida, d psil~1.)ltl~o practil·a el
mina .la actit ud ·md.1v1·d ual de cada sujeto mltodo Jtl test-rt'lt·st, t·s d'-·l·ir, d'ectúa do
que, Junto con otros, aborda un test con mediciones <le la intdi~encia en dos mo-
todas las carga s aiectivas
r · •
y extramtelec- mentos distintos; si los resuJtados son si-
tuales que puede llevar. milares deduce la fiabilidad dd test.
55
.Hu, sfl,J L'.\'lraída ,h un fr sl
J, · in t, !t:t:ntciu.

En 1945, Gille elaboró un te t que <>-


. minó mosai'que, en el cual utilizó la t · i-
ca del test-retest, con un intervalo de siete
meses entre ambas pruebas. Las vanacio-
nes obtenidas fueron las que muestra el
cuadro.
Vemos como el tanto por ciento de in-
dividuos que se mantienen en la misma
posición es, a los 9 años, del 60 % ( 2,
sujetos sobre 38; 23 = 9 + 5 + 9) ; a Io-

Mosai'que de Gille (1945)


9 años
Retest
Te st Flojo s Medios Fuertes T otal
Flojos 9 3 o
Med ios 4 5 4
Fuerte s o 4 9
Tota l 13 12 13
1 O años
Retest
T st Fl ojos Medios Fue rtes
Flo¡ s 30 19 2
Medios 13 20 12
Fuertes 2 __ _ __ _1_0_ _ __ _ _ __:_3 5
_ _ _ __
Tot al 45 49 4
1 1 años

T t
- - - - - - - -Ret
- - - - - - -tojos
M di u rt
----
f l ">10 29 1
13 11
7
4
El ámbito tscolar t s uno dt lus f1uJios iJr;nu'.lr
para la nali::ación dt las prUlhas psicomúricaJ.
l 11 >1 1Zdfo1l111 d< Uf/ lt ,/
j 1 , 1, • , ,,,1,111n/,t11,I ,, ,
1/ 11 /J le ( di II I IU 1 1 t .\/ I)~" 14 1
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41
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, w rndt un a Íu\ .,uj, /ns 1111 ~d,-:.t1,f,,.,.
1

10 años, del 59 % (85 sujetos sobre 143 Ningún nmo al ·anzt1 e n l.1~ : , '" ·,
examinados; 85 = 30 + 20 + 35), y del 1nismos resultados.
4 ') <¼) a los 11 años ( 68 sujetos constantes Ninguno lo s nbt u vn -f. , ·"· :-. · ·~ui..l.1'
fn.: ntc a 70 que no lo son; 68 = 29 11 ¡ Sólo un niiio, dt· lt>~ lOtl, .d"·-ut:, ' 3 1.-

1 2H). ccs seguida · la mi s m.1 pmuu .,"·i\,n


lJ t ilizanJo esta técnica del tcst-r ctes l, Unica11H.'lll l-' d .! _'\, d · 1 ,-. 1111i, 1:-. l'bu.,,,
Maria Sko<lak y IJ arc,JJ M. Skcds n:ali - ~ Vl'C •s la 11Ji s 111., 1h1t .l.
zaron un trabajo cx pcrim ·nt aJ sobr · l 00 1,as li ft·n•fü·i;ts t:n tr · Lh 1ll 1LI
s ujeto s . da s flll' t 011 , a 111 · 1111 I< ,, l 't.111-.h!\. t Jflk...,
Fn e s ta enc u esta, ·I 7H % dt: lo-.; uirio ~ J .o~ ,c..,uhadt>-, d · c.•-,t ., ,ih-.l.·r .t,,_.,.,,, \
ohtuvierun puntuaciones difrr ·ntt•~ ·u cad a d · 1J 1 ·l1 •, 1t111 ~<tlHl' ·lld-. 11nH.lll Lipi u-
uu1, ,lt: lo s 5 tests practicaJo s: d 1.-·Ut: ia l '.., in,lt>~Ji,:a .

J
herencia y medio ambíeri?ú
- - --------=-----
I '
~' La P~<lagogía es una disciplina ligada cada vez más á Ja P sicología y, en c:,,n ..._
cuenc1a, a la evolución de ésta en tanto que ciencia en proceso de clcsarn 1)
~
onas d e interés
. de
son la educación, la valoración de la inteligencia y cJ papel> " -/
los tests en esa valoración. Acerca de esos temas y del futuro de Ja Psícofo,,fa
reanudamos la entrevista con el profesor René Zazzo. -,

¿Cuál es la relación entre el des~rrollo y el apren-


dizaje?
Y o fui alumno de Gesell, un pionero de la psicología
del niño. Estudió el problema madurez/aprendizaje des-
de la primera infancia. ~odo el mundo sabía que el niño
ev9luciona en función de una madurez nerviosa, pero,
¿hasta qué punto interviene el aprendizaje que el niño
realiza en su medio? No me refiero a un aprendizaje sis-
temático o profesional, sino al aprendizaje continuo del
·-
n1no.
Gesell utilizó un método de estudio totalmente dife-
rente. Tomó dos gemelos idénticos. U no continuó evo-
lucionando dentro de las condiciones naturales de su
vida. El otro fue sometido a un aprendizaje intensivo.
Las primeras experiencias que realizó eran sobre el
aprendizaje de andar. Uno anduvo por iniciativa propia.
Al otro le enseñaron a subir una escalera, es decir, cada
día tenía su "lección de escalera". Este gemelo experi-
mental aprendió a subir la escalera mejor que su herma-
no, que no había sido "motivado". La experiencia cesó y
los niños volvieron a su vida normal. Bastaron tres se-
manas para que el gemelo no enseñado ~lca~zara a su
hermano. Gesell concluía de esa experiencia , lJUC d
aprendizaje no servía prácticamente para nada. Sus tra-
60
Normalmente, el apre ndiza- bajos fueron remprendidos por otros psicólogos esta-
Je de los niños se correla--
ciona con la edad . dounidens~s y soviéticos. Concretamente, cabe destacar
los trabajos de Luria, uno de los mejores especialist l:
soviéticos.
Sin embargo, en ·otros aspectos ' se ha con1prob j"")
que el aprendizaje es muy importante. Ya no se tratl J
explicar, en una población considerada estadísti"3mtn-
te, las diferencias interindividuales. Se plantea un pro-
blema distinto. Ya no se estudia la heren\.i:.1 ni d me-
dió en el sentido estático de la palahra, sino dos pn\Ct.1-
sos: el proceso maduracional y d proceso de aprend i-
zaje y educación. Los psicólogos han con1probaJu
que, según la edad, según la función de qut: se trate, el
aprendizaje puede acelerar un proceso consiJerab1t.~n1en-
te, medianamente o no acelerarlo. En el estadio actual
d~ nuestros conocimientos, el aprendizaje sólo puede
CJercerse en un margen maduracionaL Existen unos lí-
mites para la madurez, y es por ello que Piaget y Wal-
lon son, en la actualidad, tan escépticos respecto a los tra-
bajos realizados en Estados Unidos acerca de que un
niño podría aprender a leer a la edad de dos años: existe
una limitación, un canal dibujado por la evolución ma-
duracional. ·

Los programas educativos no siempre parecen


tener en cuenta el estado actual de la investiga-
ci6n. ¿Qué opina usted de la aportación de la
Psicología en ese campo? ¿No existe un retraso de
los métodos de educación respecto al estado de
la Psicología?
Estoy de acuerdo con la respuesta que encierra su
pregunta, pero desearía constituirme en defensor, al
menos parcial, de nuestros programas. Existe una expe-
riencia implícita en el establecimiento de las edades en
los programas. Nosotros •creamos la Psicología esco-
lar en los años 1945-1946, y emprendimos, con los jó-
venes colegas que habíamos formado para ser psicólo-
gos escolares, un estudio de esos programas. Por ejem-
plo, nos planteábamos si a nivel de la Matemática el
niño debía aprender una noción determinada a una
edad concreta. La investigación nos demostró que los
programas estaban un año más avanzados respecto del
desarrollo medio de los niños. Esto era grave.
Lo que aparece muy claro es que los instructores han
r

de poseer una sólida formación de Psicología infantil, es


decir, una interrelación entre Psicología y Pedagogía. De
otro modo se corre el riesgo de llevar a cabo aplicacio-
nes prematuras o utópicas. Nosotros aportamos nocio-
nes psicológicas, pero éstas cobran otra dimensión, otra
trascendencia, cuando se aplican a los niños en el ám-
bito de la escuela y con los maestros. Se....constatasobre

~.!_!_~rreno la cantidad de ilusiones p~jcológic-ªs _d~§~i-
a
,das trav€sd e esta p~áctic~?_Y~~ ~btienen_res~tados

a
muy pos,itivos,- _veces incluso extraordinarios.:. Una de
mis alumnas, la' señora Angela Skuras, que trabaja en
Londres, ha hecho una tesis muy interesante. Se ins-
taló en una de las escuelas de las ·afueras de esa ciudad,
en un medio muy desfavorable: los niños estaban al
nivel que corresponde a las escúélas de párvulos y
pr~~~taban el retraso propio de los niños de _los me-
_dio_L ~oci_~es situados por debajo de nivel de la clase
Qbrera Durante un ano, formó tres grupos: uno con
un_ _pro_grama lin üí~tico (muy en uso en Estados -Uni-
dos); u_~ ~~g!!ndQ_g~po se benefic~ap_~de un programa
piagetiano, elaborado por la propia Skuras, valorando la
inteligencia a través de operaciones concretas; el tercer
grupo no hacía nada en especial y servía para las opera-
ciones de control. Al final del año, los niños que se ha-
bían beneficiado de los dos programas, el lingüístico y el
piagetiano, habían alcanzado el mismo nivel que los ni-
ños de medios privilegiados. El resultado es indiscuti-
ble. En el cuadro del razonamiento, habían superado el
atraso aproximado de un año o un año y rnedio (lo que
es muchísimo para un niño de cinco o seis años). Por
otra parte, eso probaría que aquí la herencia no intervie- Los ambientes soc iales en
los que se desenvuelven los
ne. ¿Pero el medio en que vivían no se encargaría de des- niños revisten gran impor-
truir poco a poco lo que habían adquirido? tan ci a en la apl ica ción de
los program as educativos.

Por razones científicas o prácticas se intenta me-


dir la inteligencia. ¿Cuáles son los factores que
intervienen en esa evaluación? ¿Cuáles son los
problemas que plantea?
Quizá lo mejor es recordar cómo Binet, el inventor de
los tests de inteligencia, resolvió la cuestión. Había par-
tido de una definición común y sencilla de la inteligencia:
algo que es, a la vez, juicio, razonamiento y buen senti-
do. Elaboró una serie de pequeñas pruebas a partir de
esa definición banal; luego trabajó con los niños. Su
trabajo c;_o nsistió en sobrepasar esa definición inicial
y
aproximada definir la inteligencia, a través--de.. uñ C(?n~-·
junto d~ -- comportarñieñto~;~_verb~!~s_ y _no__ y_crbalcs _de
los niños, a partir depequeños problemas. Defini6 la in-
__
-- -
... ----· -- ·- -·~-----~-------

64
teligencia como un mosaico de diversas actividade ~. La
inteligencia no sólo es el razonamiento y Ja capacidad
sensorial-motriz./ Si la defmimos de una manera exce-
sivamente general como Ja adaptación a una condición,
a un problema, permite poner en marcha una serie de
procesos cognoscitivos. Y por un golpe de genio o de
suerte, tanteando, Binet construyó ese instrumento de
medida . de la inteligencia. Le fue dictado por los pro-
pios niños con los que estuvo en contacto durante va-
rios años. También retuvo las pruebas cuyo éxito e,·o-
lucionaba rápidamente con la edad.
Es decir, Binet construyó su escala de modo empí-
rico. No era, como se ha pretendido, un test de conoci-
mientos escolares, sino un test de funciones cognosci- ....
tivas requeridas para el éxito escolar.
Por otra parte, Spearman se esforzó para localizar cl
núcleo racional de la inteligencia, lo que llamó e1 factor
G (G por "general"), común a todas las funciones cog-
noscitivas. El procedimiento es inverso al de Binet : en
vez de hacer un mosaico de todas las funciones Cl)!,!nos-
citivas, por medio de procedimientos n1aten1..ili'-"l's,
Spearman extrajo el factor con1ún de toJt> lt, t¡uc' t·s rJ-
zonamiento. Se han construido pruebas b~s~d.1~ t'll d
principio del factor G que captan fa intdigt•fü.'iJ t·n
tanto que razonamie11/o.
Piaget, por su parte, no n1idc la intdigt.·ri..'i.l, en d
sentido que nosotros Ja' entenden1os, <.·on tt'st ~- EJ tra-
bajo de Piaget ha consistido en apreciar fa g-énesis Je la
lógica del razonamiento. EviJenternente es un trabajo Je
considerable interés.

---- ~.:. ... -- ........... ..- ....


65
¿Eso - h.'sts , .itoc.ut t an11,,· ,'". ,1 • • 1~u.1l'St
lt ras uctt,·u
;1dcn1ás lh:I r~1zonarui~·nto?
.
. . . ). f .. ~-n su l r·-~unt.1 's tnuy lltil. Il' t ·t 1nidt tr ·~
~1pv . .~ d" .tntdi~t'n ia: Lt int ·lig ·n ia nh u:os,ii ·c • b
1ntd1g 'Il "1~ l·'!inid.1 I'<- r ~l ~1nn~1n (lü }U ~ ,1nün a
t~¾.iJ ..' L1 ..- tun 'tOilt',' :-t)gno~ 'itiYas). y Ju '~t b int Ji,\· n
~ t • - \. :---

1a con10 . ·1nünun<.:
. de raz n:uni 'tHo, t Pi~1~ 'l. Sin 'lll•
ba~~o L1 palabra int 1i~ 'tl "b l u l t n ·r c. tt ): ,'l'tlt id ~.
La 1ntdi~l'n "il J ~itu~1 i •n. ¡ r :i ·tnpk : no· 'th.' ,nt ra-
1110: uno t"nfrcnt Id Hro. y . ·i1!11i ·ndc. tal 111<. vi1ni ·nt
d~ la cabeza, t3l in.tl 'Xi · n l b Yoz, n s t'ntt·ndcrnos <.
no. \\"'allon la dcnon1inaba int ,J¡~l'n ia k· ~itua "i<.1n. hl
nino de trt's o cua.tr n1e 't' c.: "psi ok\Jt o''. Prl"Sl'llta
una intdig-encia intuitiYa 1ut: no ticnt.: nada de 1ni~t
rioso. Según h1 n1ancr~1 (Il que aprl'hcnJen10, una situa-
ción hay un n1odo de intdi~l'fl ia qu' los psicc:'llogos
han estudiado nn1cho n1eno . . que la intdi~l'ncia-condi-
ción dd éxito e 'Colar. No e . . por azar que fa intdigencia,
según Binet, ha estado en pri111er pbno , lo cst~i toda,·fa.
En lo que concien1e a la inteligencia dd gesto, a 1ní
me ha maravillado sien1pre la n1anera en que el ~~llo
agazapado salta sobre su presa (existe una solidaridad
dinámica entre eJ gato y su presa). Se puede <.k·cir, ju-
gando un poco con las palabras, que tiene la inteligencia
de un carnpo sensorial. En el ser humano esa intcligl~n-
cia se pu~de hacer consciente: el deportista que quiere
progresar partirá de esa inteligencia corporal, pt.~ro tan1-
bién podrá cultivarla mediante una cit:rta rdlcxi{m.
Insisto en subrayar ese tipo de inteligencia de la que h~•-
bla \\' allon, pero que jamás ha sido realmente estudiada:
la inteligencia de la situación, que ap:1rccc ya en 1J pri-
mera infancia.

Para . formar un cirujano, por ejemplo, no sería


preferible buscar y entrenar a las personas que
poseen una inteligencia del gesto y de las situa-
ciones, mucho más que seleccionar a las que tie-
nen una gran capacidad de memorización. ¿La
Psicología permite descubrir estas otras f acuita-
des y ayudar a su desarrollo?
Por supuesto, pero el problema se plantea en otro
plano. La Psicología como ciencia, si bien ha hecho pro-
gresos considerables desde hace un siglo, todavía pre-
senta zonas sin cultivar. Sin duda se han atacado los
problemas más fáciles de formular, o que, aparentemen-
te, parecían más útiles.
Su ejemplo de la facilidad manual, de la facilidad
del cirujano, del pianista o del violoncelista nos remite
al problemá de la motricidad, de la tonicidad. l En que!
medida esos amortizadores del gesto que son los tonos
intervienen en nuestra inteligencia de las cosas? En
nuestro contacto con la gente, en nuestra afectividad. se
opera una conjunción entre las funciones cognosl:itivas
Paradó1icamente. la imagi- y las funciones emocionales o afectivas. Actul.lmente
nación 85t á más desarrolla-
da en un medio socioeconó-
existe una de las orientaciones <le la Psicología que
m1co pob comporta enormes riesgos: al misn10 tie1npo que se des-
re que en otro
rico E -
· stos niños que pa-
sean p
or e 1 Thunderbird cubre la importancia de las cosas no intelectuales, no
Park d
.
( trt1~,,
e Victoria (Canadá)
. racionales, hay una tendencia bastante molesta a caer
r mente relacionarán es-
os tótttms con fantasias de en un cierto misticismo, un antiintelectualismo... Pero
cará<:ter m1tológ1co. el aspecto positivo, es que se han vuelto a descubrir, y
En Psicología, no se pus:'=
considerar al individuo as-
ia da mente sino en rela~,c~
con los demás

no sólo con Freud, que hizo una gran aportación, sino


con muchos otros especialistas, como Jannet, W allon,
etcétera, campos que hasta el momento estaban poco
explorados y en los que el propio problema de la inteli-
gencia se presenta bajo un nuevo aspecto. No basta con
ser inteligente: la manera en que una persona se sirve
de su inteligencia pone en juego toda su personalidad.
Entonces hay que remontar toda la historia de su infan-
cia para entender cómo el cuerpo (no sólo la herencia,
sino toda la biología humana) es una de las condiciones
del desarrollo psíquico. Es el problema sobre el que tra-
bajamos en la actualidad. Las categorías antiguas deben
ser superadas; hay una nueva articulación de las cosas.

¿Cómo ve usted la futura evolución de la Psi-


cología?
1\t1 i respuesta quizá le sorprenderá. A nivel de cuestio-
n b ásicas, tales como la infl u ·n "'ia <le ·1
med io ambiente, la personalidad, etc., se p ºí-!
por vía que parecen tot almente opuestas.
E peci almente ]a Escuela brit ánica ha llegado a pon ~
de manifi esto factores de personalidad cuya existencia
no se ospechaba diez años atr ás. E se movimiento
rompe con las generalizaciones. "Se habla de intel igen-
cia, de lenguaje, de personalidad -dicen- y ello es pre-
maturo; no se puede razonar con nociones tan poco
operativas." Ese movimiento recuerda los que Fran-
c;ois Jacob describe en su libro L a lógica de lo viviente:
los progresos de la Biología han contribuido a aclarar
los mecanismos fundamentales. Lo mismo puede apli-
carse a la Psicología.
Hay otra corriente que tiene su inspiración en la fe-
nomenología, el psicoanálisis, y que va hacia las totali-
dades, que se interesa por lo "vivido". La palabra E rleb-
nis ( == vivencia), que en alemán tiene un sentido muy
concreto, es ridícula en otras lenguas. No se puede
considerar a un elemento aislado, como tampoco e pu -
de considerar a un individuo aislado, ya que exist n
función de un conjunto, en función de sus relaci n s on
los demás, y de la forma en que siente. E una 1n·1n 'l
de pensar que va hacia una totalidad, la ua1 n s i un
significado.
Un divorcio cada vez más grave s op r 1 ·ntr , ·sa ·
dos formas de pensamiento. Yo no O) e lt'· ·tí -- r l: rO
me parece que amb as ti n ·n razón, qu "'S · b · luta-
mente necesario arti cular esas dos vÍ' , r ·la i nadas
entre sí.
En m'-1...:h,Js , ·.,~,'•~ · ,·:-
11111\.' {Í(I k'S ,:',1 • • ,,,. }o, • ' ... .._,

rtt~ll~l"'-' ~ t1\) l',., .. 1·1 , .....,., .. • ,;

~tf t •~' ' '~ "-.\. ~~ ...._.i ,.1,. ! \ '~,h ...;'


l H'"\. 'f. H ~ s ti .. , ~J ~' ,. ,, ♦ ""t. .... ..,

En sus conclusiones, Jacob afirn1a: "Yo he llegado


a la hiolo~ía molecular, pero hay otros autores que ha-
blan de una biología organísmica (l)objinski. por
t:jt:mplo). De momento, existen dos vías de inn."sti~.1-
c i<'>n, pero no porque yo haya llegado a las rnoU·n1l.ts
y la"t defina de una manera muy distinta de han.'
trt·~ l-.Íj.!los hay que negar un rct:ncucntro final t·nt1 t· t'"-as
, ".
Vl,P,
46

~
v"" ~
~4¡ .....
-
e:>_ 1
. .....
.,,.
ll.1~ 1BL\O ,
'Y/Jt - - - - ~
-iSJj>,_g \ \.~

1-Iay una vía analítica (Freud) q ue J1caa a 1 . ·l -


procesos N d b ( e ~et" )r ir
. . . os amos cuenta de que un proceso es rela-
t1vame~te independiente de tal o cual otro proceso, in-
<lcpenc.hentemente del hecho de que en nosotros mismos
todo se armoniza.
¿Vamos acaso hacia una Psicología cibernética, que
tenga en cuenta a la vez el conjunto y cada uno de los
mecanismos que lo componen? Creo que sí. Acaba de
publicarse un coloquio sobre el afecto (L 'Attachement)
entre especialistas como Harlow, Spitz, Lorenz ... Bo\\rl-
by, de origen psicoanalista, actualmente habla de una
Psicología sin líbido, sin inconsciente, cibernética. Ima-
gínese el furor de ciertos medios ... l\1e parece un poco
prematuro, pero Bowlby tiene una audacia inusitada.
Afirma: "Yo soy psicoanalista y cibernético al mismo
tiempo".
Y a en los tres primeros años de la vida del niño exis-
ten toda clase de elementos extraordinarios y que cons-
tituyen una completa erosión de la Psicología tradi-
cional y del psicoanálisis. En fin, la líbido clásica está
en retirada ...
Resumiendo, puede afirmarse que existe una te~sión
entre dos actitudes de investigación, una simbol~zada
por los británicos mucho más que por los estadoun1dt."n-
ses dominada por la influencia de Spearman, Y. l~ otra
do~inada quizá por los movi~ic~tos psicoanah~1cos... y
fenomenológicos, radicada princ1palmentc en Fra~t.::a
y Alemania. Creo que la Psicología dd ~uturo sera a
superación de esas dos actitudes a traves de la (..-on-
junción de ambas. ·
73
,.- , .,.-,_,-, 4,. ;.~¡ p,,¡J y la 1,;/~f,~,-,¡,J,J
~.~: ,.,,•11"/i í"'!
- ,
}#~~.-1,~-,,,,, ,~t,, Ji.

rrt$ teorías cuanto a educación, se encuentran indivi-


~l.1br~ fa determ inació n duos d e distinta inteligencia, di versidades
que sólo pueden impu tarse a la herencia
de la ínteligenc ia biológ ica.
Por una parte, parece evidente la exis-
,.\ r.~ei de pa ; ar a un anál i si3 de los tencia de familias geniales, como los Bach,
l\td ·,,~ e--<;,er>rr.enta les,. conviene expo- los Bernoulli, los Da.rwin, los IVIonod,
l,H ter,ría1 m ág importantes que etcétera, que parecen confirmar la influen-
r,t,~ r.un expf:car el ardur, pr0blema de cia del potencial hereditario en la inteli-
;a ~~rmir.ac if;n de la inteligencia. gencia, y por otra, la de familias torpes,
con deficiencias mentales hereditarias.
"Nada de todo esto -dirá Larmat- es una
La h-.,renGia biol6gíca
prueba decisiva; no son más que simples
f Lús ~art i,faril)<l de esta teoría conside- presunciones."
rin 'J'le° la, diferencia~ observadag a nivel Defendieron esta tesis: Platón, Aristó-
rf\d;v;d11aJ ,~ crAect~o (grupo~ sociales o teles, Rousseau, Galton, Gobineau, etc.,
~ raza,, Y,n prr,ducto únicamente de 1a y en la actualidad Jen sen.
traMm,~tlJn hereditaría de Jos genes~. Un
Íf'llbva.ri intefÍí{ente r•ace: se
-O<J-- hace, Las El medio ambiente
dtkren<.ia~ de v~,
cr..,cíentes de ínteligen-
e ~ada, entre 1a raza blanca y la ne- AJ contrario de los anteriores, los de.a
tr:i v,n ckh1<Ja'l, ~g11n Eysenck, a diferén- fensores de esta teoría su onen una in-
e,i~ t'ft el pr,tenóal hereditario, fluencia decisiva del medio en e aésirrollo
Aparente~nte, aJgunaf4 ,,bqervaciones del cerebro y en la manifestación-de la inte-
.rí.ctak~ parecen apflyar esta tesí~r En Jígenc1a, y a rriodo- de coro)_~i~ otorgan un
ef ~, d~ ana mi~ma familia (o ~a, en el importante papel 'a 1~_e~~<:-~ Jón. -
t amhíenteJ exiJten diferencias entre
Algunos - defeñsores de esta tesis Ue-
l'W'lrj--,_. l",n amhientes similares en gan a negar totalmente -~l ~er de l~ he-

•1"''' ~,;,fa, M 1rm má, que el díálogo per;etuo éntre los hechos y la reflexión
,.,,,,tatú ~lú,,. "
1\-1. R ICUELLf:

75
1
ti, /,u11í/1cH ¡.:, nw/, .t ,
• ti,\1 ., /111, ,., / ,1111,Íl,ilu , , o/,., lit.o a ti,, .
'"""' l,1 d, /11., 1l u, h, apnva la t, ·ur i,,
' \1 ,,/,u,
ll lll/U t •IJS y 11/IJIIU,fl l'fl / J, , '
. . . fi l lll/l1T¡11, ¡
,¡u,. d,ji, 11d1 la i11.Jluo1Ci<~ ,fr(¡1nfn1< ial ' oru-L,Luy,:n. un ' .r., f· 1,.,, ,,
h, r, Jitario 01 la i11 tdign,cia, 111,·dw /H·J o¡,/' 11:11 ,,
Jrn,/t' a lü ll'uría Jd medio amhfrnlt.:
,¡w· lfr¡.:a ·ll w·¡.:ar d poder de la herencia
,, f<.wor Jt" la rduracián.

~ ci~:: Todos los niños nacen ( salvo en ca·


sos patológicos) con el mismo potenci..1
intelectual y únicamente las condiciones
del medio ambiente son las que deciden d
porvenir intelectual deun individuo~ ,rat:
son · y los· psicólogos bé ha'"viorist~s* crt(ll
"que no existe ninguna prueba de la he-
rencia del comportamiento". Los neobc.-h~
1
vioristas, como Skinner, opinan qu<- l.i ún •
1
ca condición para enseñar una matt>rÍJ
cualquier individuo es dispont'r '-k lJ"
técnicas adecuadas a cada intdigt>1-.•iJ.
Muchos sociólogos adoptan rstl t,·, :
compartida también por nunu.·n 1~t•:i r!I•1
. . J. Jd·,J •
coanahsta s, que cons1dt"ran
• • que • le! unJ
dad mental es producto umcameotc"
relación conflictiva con la maJ n:.

76
"-1 f 1, Jd'-ios pult'stinus en Du masco (Siria).
1

E pzablo palestino l'S una de las actuales comrmidadl'S


con condiciones de 1:ida mds d1fz'cilcs.

La interacción entre herencia el medio ambiente en qut' St' t h1'-11r'n.


y ambiente Supónganse dos genotipos ". " de- ~r.1 11
_J IJ calidad biológica. En un nwdiu arnbic•nr.,•
Los defensores de esta teoría sostie- favorable, un ''x" será ft·rtil y JXltt•nl c'. ~
nen que cada niño nace con un genotipo* en un medio ambiente dt'sfavprabk d ,r ni
intelectual determinado, pero que éste no "x" será, o podrá ·cr, inot'Ull. SupúngJ nSt'
l'. S más que una "potencia" de la realiza- ahora Jos genotipos "y" torpt..·s : en un rnc·-
. , ,, . ará sil'nd(1
ción de ese individuo y que esta reali- dto desfavorahlt~ un • y continu
· J · t'avt rabk
zación dependerá del medio ambiente. Dos torpe mientras que en un me 10 .
' b , d1do
genotipos potencialmente iguales mani- el otro lo será menos, pue ha ra Po
, • t n ~ialidades.
f ·slarán dos fenotipos* distintos según desarrollar al max1mo sus po e t..
lnfl n in ft la h ,rcn i't ~~ra ma de con strucción del cuerpo ordena-
do · Ji, igido por los genes; este nivel, a
y del n111l icntt, ~u vez, det ermina Jas posibilidades de ac-
'fl · 1 r l>r< t u:ici/,n, los medios orgánicos sin los cua-
les 110 existe cornJucta por muy elaborada
l ua1hl(1 ~e h~hta ,lt; hnrm:b n.·spt· ·to que sea ; y IJegamos así al tercer ni~cl, el
~ l.1 ·ul·~ti, n ti l;, inttli~!t41l ·ia ·w1v j ·u · 1· b cmu/ucta psü¡uica, prodúcto del ní-
¡,,mtu:1lit .tr, E: h:1s t1111l • r umún ·rn1 silk• vd cromosómico inscrito en el orgánico,
rnr que los nas~os psi,pako\ ( tt·ndc·m:ia s, , ,:n d ual se encuentran las bases para la
man{:a~. ufil'i,mt·s, t4h.·.) ~«: he: n.·dan ,k· )os conducta.¿>ara estudiar la genética* <le la
p.h.irl"s. \ l't'ro, l"omo dit·c.• Ostt·rril'lh : "La int digcnc1:i habría, pues, que estudiar Ja
intdi).!-rnd:1 , l:1 r~1p;u.·id.,d de <."Ofü:t·nt ra - gl'nl-tica <ld cerebro, órgano pensante, por
ción, l:l pt·rrz:1, d Sl'Ut ido de los rn:g"':io. , J u:il trazaremos un breve esquema <lel
l"ll.'l'h.'nt, no ~~ hl'rt'd.1n t·omo si se t rat asL' mi smo basado en los estudios de Larmat. )(.
11
,le un ~nll:,r ,l~ JX'rl:ts ,..__,kl"l·ihimos dl' nm•s•
, -( Las dificultades que presenta el estudio ,
tms pndn-s una h.,sc or~:1~1i a. · J.a t·élula de la gt'nética del ser humano son extraor-
iniL·ial, produ<.·to de la unión dl· un <'>vulo dinarias; la mayor parte <le los conocimien-
y un ('SpC'rmnto1oidt", t'omprl·ndl' una st·ric.· tos que Je él poseemos se han logrado a
de <.'nm,osomas • y lll'\' U l'<>nsigu una lll.'• través del estudio de animales, esencial-
rcndi, ~Clll"rnl o de.' la rspt·cic:- y una ht·rc.·n- mente ratas, con las que se pueden reali-
da liifrr<.·nrial indiYidu:11 ,k·ntro dL' la t·s- zar cruzamientos genéticos, y también es-
¡~•ci~·, t¡u~ mnt i\'n d t¡u~ un individuo sea tudiar el cerebro, incluso, si es necesario,
thstmto de otro. , provocando en él lesiones con fines expe-
~

P~lrn e \plit·ar d t dnsito de la hc.·rt·ncia rimentalcs. La moral más elemental, como


lnc:llil tllla en d 6naltl, hasta la hl"fl'IH:ia de es obvio, impide realizar tales expt·rit.·n-
h,_ contluct:1, R. Zazzo ima~ina tn.•s nin·lt·s cias t.-n el hombre.
~ifcr~•t~ll's ~..Y!
nudl·ar o --tmrnost>mko, d Así, la genética humana será casi siem-
son~~ll~O u or~ánko· y' ·- a . .pSÍlJUi<..'o. (La pre la de lo patolbgico y raras ,·t"Ces la Je
af~l\lll Jd priml•r nivd sohrc el tcrcero no lo normal. La mayor parte de los genes
• e•xp1ll':lt
Plll·de srr · la 111.,s que a tran:-s dd
ic.lt.·nt ificados en nuestra especie, exce-pto
st•~undu.)
los factores sanguíneos y otros antígenos*,
El ,ifrd cr 011 · .
·l , . wso,,11co SL' proyL·t·ta ttohre son aquellos cuya rroproducci6n defectuosa
l imn<1 treo u · · mc.·diante un pro-
organ,co
·-- ....... ·~ -, gra\'es en el organismo.
origina annnalías

79
/ d i t• rt ,J111J ,/, ./Hf,IJ(t 11111

.J, •i ''" dupm,, ,, , /IJ ,1111,JI SfJ1 J 1J'1, ,,. , .


I.10;;0. < 1l d,jat-nl'ÍaJ
f'' ''f'hl d I , 1·,ho u m i nt J , fú-ja,á,r
01 us ,·rsp, ti ·a capacidades inuúctua/u.

U nn aj_1~r..r~d~!l cromosómica sexual puede tabólicas unidas a factores hereditario!, se


lktenninar perturbaciones intelectuales. traducen en diversas formas de dt'bilidad
Por eje1nplo, el mongolismo es una enfer- mental.
medad que , tiene su origen en una anomalía
gt·né tica consistente en que un individuo
G nética y cerebro
posee 4 7 cromosomas en vez de 46. La
perturbación, a nivel de inteligencia, se Los genes, unidades o fa tore h redi-
c:aracteriza por una debilidad mental que tarios que rigen la aparici n d los carac-
puede llegar a la imbecilidad*. teres definidos en los individuos, son lo ·
C iert as deficiencias específicas de los responsables de las propiedades ~· c~n-
~ ·nes pueden producir deterioros menta- ducta de las células. ¡ or ta?~º' genotipo
le s prog res ivos. Algunas disfunciones me- es el conjunto de m aterial geneuco que pre-

8 l
, ·t,n, ¡ ,11,,
1 11111m , 1d 11u11n,1 /,
1 •

• ,, 'I h 1 " , . , / , , / ft ,111\ ,, 11 \( ,/, ' " ,",',J/¡,, I ,,, ''


, , ;,,,!,,1,/0 ,/, 1 ¡1,11 ,, ''"' // ,1/, ,,, f )

"Q. ue la actividad intelectual depcndt! del ct•n•hro, ,frcir, ,¡u do ii•,1 ,lt I f u11-
t'l"

cionamiento de las estructuras cerebrales, t'S un ht1cho ,idmitido por la muyurit.1


; ~ _los científicos, aunque nadie ha comprendido todat t'a cómv una u tit:iJud
1

tstcoqulmica puede ser el origen de fn1ómnws J r co11Cit•11ciu. "


J. L \ IC l.\'I
.. ·•L·z\4 · ,~ t
L
11t.ú~·,.. s
: •• , J. ,_¿,- ,;.;,z.1s y t ,¡ p..id,t t hijt.

senta un organismo. Hablaremos del geno- el fenotipo es el conjunto de caractcre'5.


tipo que controla el color de los ojos, la estructurales y funcionales, que se produ~
estatur~ y del genotipo intelectual. El ge- por la combinación de los efectos de l..)·
notipo se confunde con el patrimonio here- genes (del genotipo) y del medio ambic-nte,
ditario, agrupacióur de genes que -por cru- o sea, la combinación de la herefü.Ü . · ·I
zamiento de los del padre y la madre- ambiente. En ciertos casos, com(\ JJ tr.m~-
hereda el individuo y que dirigen la cons- misión de los grupos sanguínt'{> ·, la influcn·
trucción del n uevo ser. cia del medio en el fenotipo t'~ nul.t. -1-- .
El f enotipo es el conjunto de caracteres ~ El probl ma, para el p. i ' ·
1
1
), ' ~i •
que presenta el sujeto, que manifiesta real- en determinar la infl u m:i d la h _r ,ctJ
t na--
mente, ya que los individuos no muestran pura y del mfdi > ambit'ntc 1 1 \.
u~ o · su potencial hereditario: exi sten c.:ión de la inteligen ·ia. ~
1
caracteres que, aun no manifestándose en Al tstudiar el cereb ro J e las rata:; ~e et. -
.1nc1·I i'duo pued en transmittrse
.. .
a sus cuma J as gcncucamen
, . . t t' st' descubnt'ron
. I
... ' - , t· J 1'frrenc1an a a,
<le ientes. Desde otro punto de vi sta, cierta caracten s 1cas que
Un ni,zo hospitalizad(}
sabe perfcctamrnte que está n1arradv
Y que sus padre no t:stán con /l.

ratas bien dotadas en los aprendizajes de


las mal dotadas. Sin embargo, 11.os resulta-
dos no son muy claros y determinantes, y
afectan a tres planos: el mismo desarrollo
del cerebro, su metabolismo y la fisiología
del desarrollo y funcionamiento cerebra-
l~s, los cuales analizaremos a continuación.
1) En el primer plano, parece que la úni-
ca diferencia significativa concierne al peso
de los cerebros: pesa más el de las ratas
genéticamente bien dotadas para los apren-
dizajes que el de las mal dotadas.
En la estructura de los tejidos y diver-
sas partes que componen el cerebro no pa-
recen existir diferencias claras. Las únicas
existentes se refieren al mayor número de
conexiones entre células nerviosa (En el
er humano las conexiones cerebrales se
desarrollan en su mayor parte después del
nacimiento del individho.) .
El proceso de diferenciación en las célu-
as nerviosas· obedece fundamentalmente
ª factores debidos al medio ambientef La
organización nerviosa tiene una plastici-
dllad ext~aordinaria y exige, para desarro-
arse e . . .
. ' Jerc1c10s ~ensonales y motores, Y
estunul · · -
nif . aciones del medio ambienteJSon ~1g- )
so~~:t~vos los trabajos realizados por Spitz(
.... hª falta
n1nos . de estímulos en los casos de .
na 1 ospitalizados en edad muy tempra-(
' 0 cual h · efectos nefastos en e·l \
Post . a tenido
pcr1..,erior. desarro11o de su mtehgcnc1a
. . . Y)
.,onah<lad. •
LG· (t-e1¡:,~0 <le ]r_;- níñll_ 1000, criado medida de la estructura de los hemisteric:
erJ.re a~i~2.!e~ 50. también ígnifica- cerebrales (mayor número de conexio~c:.·•
ti-,.·c, ~· En ausencia de un medio ambiente 2) En el segundo plano, el del met.i..~,..
.. u~an'l estos ním presentan compor- lismo del cerebro, aparecen difiu.iluJc:-.
t amJtuto ~imilare a los de lo lobo que similares. Aún no se conocen bic.-n Lt · CJ-
V°J ~ acr.1~ierr_jn y criaron. ..\úl!a. comen · denas de reacciones química- Jd mc-u-
ex~cta~er.te cümo lo animales, andan a bolismo nervioso. ..\lgunos mñli.1J~,rr:s
ci~tro patas, Y.J nrJCtumos, huyen de ta químicos (en2ima '1') <lel influjt> nt'n ll.\~• )
LJ.Z dtl dí.a, etc. -como la acetilcolina y ll núrJJrt'n.i! 1nJ -
En d e~tadr, aL"t.ual ck nue tros ronoci- se han estudiado lª• pero otroi !,<.' t.k~•~)-
m1t:nto~ ~- dadas las dificultades existen- nocen por completo. En J() trahJ]'l'i re.i.~;
,t:,
fJlJICf)
para d ~nu.dio di!'ecto del ser humano, z,¡¡doi cc,n rara~ , la~ mt·j.-,r'Jdot
~e .:.abe de la in.fluencia puramente aprendizaje presentan canu • ~~
. • . 1
J
J.i en t
J~ .~c-
'"Oí JouJJ .,,
;:tr.i-uca en el de~arrollo dd cerebro, aun- tilCúlma fsuper10rci que .u pe n
N ,nt'r que, t'
'! u: p11du:ra '>el" que la calidad indi\·ídual Je De: e~te mr,Jo, ~e pue J e ~u,.-- .
1 J,u apucu-
";u f uf•O' ,narniento dependiera en al_guna
parte, lus gt:ne4j que contro Ml
Las enfermedades propias de la edad.
influyen en la salud mental de las personas. El mito d ·l ·,
lln,ado al eme
· por f.r, t n11w-lobo
· anrozs. T ,rr •
t- ruJJüUt
en El pequeño salvaje.

des intelectuales de las ratas lo hacen a


través de la regulación de los citados enzi-
mas. Como ya hemos señalado, las disfun-
ciones metabólicas (patologías del meta-
bolismo) producen deficiencias mentales
graves en los seres humano ~ Por consi-
guiente, los genes intelectuaies -si los
hay- influirían en el desarrollo del cerebro,
en el aumento de las conexiones interce-
rebrales y en la producción de ciertos en-
iimas que regulan su funcionamient ·
3) En el tercer plano de valoración de
las características que diferencian a las
ratas bien dotadas en los aprendizajes de
las mal dotadas, entramos de lleno en el
campo de la fisiología y funcionamiento
cerebrales.
Ante todo, cabe aclarar que el desarro- dad de la red vascular sanguínea menin-
llo del cerebro y la construcción de sus gíti~a es mayor en las personas más inte-
ebst~cturas nerviosas, así como el meta- ligentes.
ohsmo de 1as ce'l u 1as nerviosas
. . La composición química de la s:.1ngre
( neuro-
nas) ' de penden de factores extracerebrales pa~ece intervenir también en el funcion~-
como, · por eJ·em p1o, 1a rrngac1on
. . .. . , sangu1- ,' miento cerebral. Un exceso o unl cart"ncu
nea del ' • de glucosa puede producir paros total~ ·
q , . organo cerebral y la composición
ui;uca de la sangre. de la actividad cerebral Y una r~ rd·illJ ~Id
· · nto La cantidad de tn\n.lnl
s un hecho que, sin · una crrcu · 1ac1on
·, conoc1m1e . .
(hormona tiroidea) prcSt·nte l'~1 d ~~ ~~~ ~~­
intens 1 10
mal. ª' e1 cerebro no funciona o funciona mo influye en el cerebro: su msuh" ic-n . . 1.1
. 1as art . . .
los fal] ..er_ioscleros1s en los ·a ncianos, • ' * . t~· ll ..,. l'StJ,fo t"ll
duce al cretuusmo 111 ;.u n, .
el m os c1rcul atonas . del parto o sea en
~~nque se ha Jcmostrndo qm.· d nww:~·,) "~~
omento . ' · • IJ '
hemorrag" mismo del nacimiento, y las ~'(ll\l'\ll\ll\.: :>
dendritas (¡ue pl·rmttl'll . ~· e • (llll\' pt'-
Se ha ias cerebrales así lo demuestran. ti¡J}t'S con otras nt.·uron~h ~ · t.
no se hpensado ' me· luso, aunque todavía múl . 1 •~ llill'l'Cl'O t: -
- I.Jas, lt<>i·nwna: Sl'" ua t r
ª podido d emostrar, que la dens1-. qucno.
85
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ner también cierta influencia. Money, ' Í po intelectual debe ser, pues, p.rof~
en 1971, demostró cómo la presencia, en 'f
mente heterogénea, y la expresión mis ..
la sangre que irriga el feto, de una can ti- ~ es, en el fondo, probablemente inaJccu· .,
dad superior a la normal de hormona no puede conservarse más que por su o.
~!!..~-~(>_g~_p~ o de hormona con efecto andró- 1- modidad. ~in duda no existen gellc!S put'-'s
geno secundario puede aumentar la inteli- de inteligencia que operen únic:uu<1lle_(!l
gencia de manera significativa. el desarrollo de las estnicturas que 3 '-"t~.1..,
Las hormonas producidas por la hipó- en las · operaciones del conocimi~nto- ;-
11
fisis*, y vertidas por ésta en la sangre, in- guramente -hay -también g~nes . ~u(" ~~ ;
fluyen en el desarrollo del cerebro. Tal es cionan la !!~J.f)~~~-~~i~. ·~ ~am,.t,.\.'!l~:)llj,U,;
el caso de la hormona somatotrópica que, las dendritas y la muluphc 3 ci(,n o-
.inyectad a en fetos d e ratas, provocó en és- t .J.1 J..a t~l(
interconexiones, ya sea en e . Jt"-
tas un a~mento de la c?rteza cerebral, un 0
si/,n de la corteza cert"hral. b•c.~J: 1,
mayor nume~o de dendritas y mejores apti- terminadas árc.-as; otros, que rt): t,olis·
. . . Jd meta
tu d es para el apren d 1zaJe. prcxJucción Je los enzimas . _ es Jd
·
eorno resumen d e lo dicho, y según mo ncn·ioso espec1 seo 't- O las reaccionfin, qut
Larmat: "La constitución real del genoti- · metabolismo general, V otr • en 0s

86
f,'!i,,;s nt ,r·ios,1s rod•11dc".,::
/,,.,.,.¡,;,, ,·011 111 / tndos uu,lio1 Húulrs
I11S.•~ 1 ,11 •f n•11./ici,111a11, posi/i/011011,-.
ll1 ,:unstitut'i,,,, y rstructu a /,os 1111·dins ""'"""'¡.¡
m ú1/fo}•1 ,,
Jt ¡,1s ,,,ism<1s. 1·11 d d,·. urrol/o in/, In'""'·
I / ,,,, d111 \ n , 1 11 1 11/t1oul," , I ,¡ 11 1 , ,. , , , "" "' ""
1 p ll, /tt 1011,1 \ II tft \(I TIHl/tJ .

lt, 11 1,,· ¡,n t, ,,,., i , ·n/1' u ""'' , ,111111111il11J d,· 1u11 "1'"
, " /,, , ,mwllfl ,/,,/ ¡wdiatr,,.

fa vrnT <.Tfl o en t orp · ·en c1 de arrullo <le la En Jo que rc sf.>e<:ta a1 f arrh Y.1 f:;,.-,-.'.r
rl'd 111.l·n it~ÍJ.Í<.:a, ·l de las glán<lu]as endo- - factor gen<..--ral de inteligencia- , tr;:, ':.·
cri na s, su se ·rcción, etc., to<lo dio en una sión de un a "energía mental" : 9 .11:: !"~':""-':" ~--
1

prirn ·ra aproxirnaciún, porque esos genes, ta, evidentemente, la s61ida base c1.: .:.
, > una parte <le cl1os a] menos, difieren de factor orgánico, se sabe toda ·ía m 11y '¡ff-'~
un s ujeto al otro, es decir, las potenciali- Burt supuso que ese factor pr.Jdria cr1:-:t-_
dades intelectuales no son las mismas ponder a distintas graduaciones de la o-.,=

l para lodos". plejidad del cerebro. ~ ingún hecm expe::-:-

88
La mala nutricián 01 /u i1~/~rncia
perjudica ¡:ra z·cmt·nft'
el desarrollo del arebro.

mental apoya esta hipótesis, así como nin-


guna experiencia ha demostrado que dicho
factor dependa de la intensidad del meta-
bolismo o de la vascularización del cerebro.
En primer lugar, para saber exactamente
cuáles son las aportaciones genéticas que
condicionan las posibilidades intelectua-
les de cada individuo, deberíamos conocer
y localizar en los cromosomas cuáles
son los genes correspondientes. En se-
gundo lugar, habría que delimitar la in-
fluencia de cada uno de esos genes sobre
una aptitud determinada o sobre el factor G.

Factores ambientales y cerebro


\
En la formación del cerebro parece pro-
bado que, además de los factores heredi-
tarios (genotipos), todavía mal determina-
dos, intervienen otros provenientes del
medio ambiente y, en primer lugar, los pro-
pios del proceso nutritivo.
El cerebro, como cualquier órgano, ne-
cesita alimentarse. Las neuronas, como
todas las células, están constituidas esen-
cialmente por proteínas, y la falta de éstas
trae consigo debilitaciones de la estructu-
;
ración cerebral. Las insuficiencias alimen-
tarias son particularmente graves cuando
se p rod ucen en edades tempranas. Por otra
Parte, el cerebro del feto es muy sensible
a 1~ falta de nutrición, lo mismo que el del
recien
' nacido
· hasta los seis meses.
89
Un 11u·Jio amhitnte J,·grudad,, 11,nr/i, umr,
forz osa111n1/e ti dnurroí/o inJ, lu túr,/
dP. t¡u.ienn 1.; i1.-1•n 0 1 //.

\ El n·rrbro, para desarrollarse, necesita milia en la que el niño nace, la cual teje en
adcmá , una serie de sustancias, como la tomo a él un mundo de relaciones alimen.
li ~ina, ciertos ácidos grasos, vitaminas y tarias, culturales y afectivas. Esta familia
yodo. Hoy día, el Instituto de Nutrición pertenece a su vez a un medio socioecon/.,.
de Centroamérica y Panamá (1.N.C.A.P.) mico, el aspecto más exhaustivamente es-
está realizando una importante experien- tudiado y discutido.
cia que intenta dilucidar este problema. En la actualidad, para el cálculo y defi-
Participan en ella nueve aldeas que pre- nición de la variable familia como elemento
sentaban notables carencias alimentarias. socioeconómico se oponen dos métodos:
Las aldeas se han dividido en tres grupos: por una parte, el de los partidarios de
al primero, considerado experimental, se utilizar el índice global, y por otra, e1 de los
le proporciona un suplemento de alimen- que desglosan todos los factores pre-
tos y cuidados médicos especiales; al sentes.
segundo, solamente cuidados médicos, y En cuanto al primer método, algunos
al tercero, considerado grupo testigo, sim- especialistas propugnan un índice global
plemente se le observa. que resulta de la suma o de. . la correlacion
Todos los niños de las nueve aldeas de otras variables: profesión de los padres.
son estudiados, pesados, medidos, se cal- nivel cultural de éstos, condiciones de alo-
cula su cociente de inteligencia, la nutri- jamiento (vivienda), y, en ocasione d
ción de las madres embarazadas o en el barrio en que habitan. Otros especialisu:i
postembarazo inmediato, etc. De este calculan el índice global a partir de ,·alonr
modo, se espera, cuando termine el experi- y determinar el · status social, la particir.1-
mento (que probablemente tardará varios ción social de los individuos, sus acti,·iJJ-
años), conocer con certeza los factores am- des o su reputación en el seno dd 1 ntf'l
bientales y de nutrición que determinan el de que forman parte, danJo unai c.it~t'"·
desarrollo del cerebro del niño y de su inte- rías que presenten cierta hom'-~('n<iJJJ
ligencia. ~9-!!!,0JQ~!!}entCE, el procedi- social , es decir ' que unan a pc:rsonJi. su:,•
miento es, quizá, discutible, aunque su pro- ceptibles Je mantener entrt' sí r~IJ~•l1~c:.~
pósito sea ~~§.t~ personales, de tener ,·omportam~nto:.
,,. El medio sociocultural en el que crt:ce . .
opm10ncs an·álogos y J e er con ~...1J--Jlf
,., .. J ,;
el niño es otro factor esencial que inter- como de una misma cate.:oriA.
\'Íene en su desarrollo. En este caso, por El segunJo métoJo proPone d ab.anJ~
medio sociocultural se entiende aquí la fa- no de los índices globales, ya que pu~c: ·

90
implicar la hipótesis -y de hecho a menudo Encuestas familiares
así ocurre en muchos trabajos- de que una
s~la característica, la pertenencia a un me- -. Si la herencia influye en la inteli1."fencia.
d~o socioeconómico, determine las diferen- las familias -que, por definición, compar-
cias observadas entre los individuos. En ten el mism9 putencial hereditario (a•Jnque
eSla segunda perspectiva se trataría de esto no es absolutan1ente cierto más que
df eterminar no unos índic~s globales, sino en el caso de los gemelos monocigóticos,
actores (p t .
, au as cu1turales educativas pues las "mezclas" hereditarias no son
est1muI ' '
. os, modos de hablar calidad de la siempre las mismas)- pre~entarán entre
estunul ·' '
acion, etc.) que pueden diferenciar sus miembros correlaciones más claras
unos grupos • , .
soc10econom1cos de otros que las observadas, por ~jemplo, entr~ _los
unas clases d '
e otras y unas razas de otras. niños pertenecientes a diferentes famibas.
91
. de 1.;Í1;Íenda que rt·prn , filan
Dos tipos s de vi1.1ir con marca J as,¡;r · ·
1;an u uH to, wlt-s.
Jos mod O • ,. • I
. de. in'luencta amuu nta
. l tzPodecisivamente
Este ':I' l ·¡ 1 . I
en a caparu f/r znlt ,-rtual
znf uye ..
de los individuos.

Con el fin de aclarar esta cuestión se han e hijos demuestra que hay una reJaci6n
estudiado las correlaciones entre las inte- que bien pudiera tener carácter heredita-
ligencias de padres e hijos y entre herma- rio, la correlación de 0,35, obtenida entre
nos a través de las llamadas encuestas individuos que pertenecen al mismo medio
Jami'liares, método que ha sido muy cri- socíoeconómico, pero de padres distintos,
ticado porque parte de la y~m~ discu- índica que también existe un factor árn-
tible de considerar que el medio ambiente biental, el cual influye en la manifestación
es siempre idéntico. de la inteligencia medida por el cociente
intelectual.

Resultados de una encuesta


familiar. según J. Larmat
(datos obtenidos en 1931 )
El método de los gemelos
Correlación padres- hijos (reales) O, 50
Correlación entre hermanos O, 50
-1 Consiste en comparar resultados obte-
Correlación entre personas no per- nidos del estudio de gemelos monocigóti-
tenecientes a la misma familia y cos con los obtenidos de gemelos dicigó-
de distinto ambiente social O ticos . .,_L06 primeros se caracterizan por
Correlación entre individuos que
tener el mismo potencial hereditari~ son
viven juntos, pero que no per-
tenecen a la mism a familia ge- el producto de la división de un mismo
nética 0, 2 3 óvulo; los segundos son simplemente
Correl ación entre alumnos de una hermanos, producto de la fusión de dos
misma escuela (o sea, no parien - óvulos con dos espermatozoides, y tienen
tes, pero compartiendo un simi-
lar ambiente social, económico y
las mismas similitudes hereditarias que los
cultural) 0,35 hermanos nacidos separadamente. '1
Pueden compararse también las simili-
tudes de gemelos monocigót icos cri.1Jos
De los d t . juntos con las que aparecen cuando han
eua<l ro seg,a os expuestos en el anterior
'
J· L armat un 1os resultados obtenidos por sido criados separadamente, y con otros
q ue ex1sten
d .
. ' se pue e deducir claramente .-
n1nos.
., fact ores h ered1tar1os
. . pero tam- Como puede comprobarse en d cuadro
b1en se ded '
bien tal uce que aparecen factores am- de la página siguiente, la comparación Je
es.
las diversas correlaciones conduce a con-
En efecto · l
' 81 a correlación entre padres ceder una gran importancia al patrimo-
93
/
1
/\ I I Í .i I I , , •r , \ f ,, ( I f /, ' \ 1, 1 f "1 • I I I 1 1\

,¡, , , t,n ,/,, , /,,,,,,¡,,, , ,1t11in1 ,,,fl,,1,/,n


f•'' , I f,, , t, ,, ,, ,,,1,,, 111,, I

Correl11cione• ent rn el v rana


c11ao• d nlftn•
,, 111->I •• mm 1c 11 1(l t 1 u , { 11,1d,1 1
Ci,f /
, rn 1 ,. IT'I nu .1 JÓ IH~O · 1 lil l h ,
s p, r ad 1 l ), / 1

01 ,en :, rh I n 11 s mo ,1
11 n fo
t1nt
H V IV
N1ñ . IV l ' ll
junt
Estudio de Nevvman
Freeman y Holzinge;

Parejas Diferencia
gemelas de puntos
de CI ( 1)
En 24 .de O a 5
En 18 de 5 a 1O
En 7 de 1O a 15
En 1 de 15 a 20
(1) Cociente de inteligencia.

nio hereditario en la manifestación de la in- Para proceder al análisis· de esos datos


teligencia. /Lo~artidarios de la teoría hay que tener en cuenta que una oscila-
"hereditaria" de la inteligencia encuentran ción del valor del CI de 5 puntos carece
aquí sus mejores armas para defenderla; de importancia. A.sí, las parejas gemelas
en efecto, la similitud es mucho mayor en que presentan diferencias de O a 5 puntos
g_emelos monocigóticos que en los dicigó- pueden considerarse como idénticas. Pero
ttcos, e incluso, si han sido educados se- las restantes 2 6 parejas presentan diferen-
paradamente, su parecido es mayor que el cias mayores a 5 puntos, y 8 parejas (1 6 %
de los gemelos dicigóticos educados juntos de los gemelos estudiados en este caso),
(que comparten el mismo ambiente y una diferencias netas iguales o superiort>s a
Pa_ne de herencia). Pero analizando con 1O puntos. Por consiguiente, las _conc~usio-
minuciosidad b , ., nes que llevarían a conced~r. P!~~•t!~ ab-
se o servara tamb1en que la
correlació d · soluta a la influencia her~lttana han Je
di . n esciende y las similitudes
sm1nuyen cua d . d' . ser matizadas. .
mo . n o 1n 1v1duos con el mis-
sep¡°tdenclal hereditario han sido criados i Por otra parte, adt'más, los ambtt't~t_a-
ra amente. listas critican e ste m étodll de compara~tlm
En el estud. h de gemelos ya que '-·o ns ll• 1t·rnn qt1c t·n es te
man y H 1 . 10 echo por Newman, Free- ' · J e gcme-
monocigo?t_zmger sobre 5O parejas gemelas el medio es igual en ambos tipos J .
, l " 1lS obsen ·a ores
1cas ed d .
va que las difer ~ca as Juntas se obser- los aunque Ja mayona "t; c. • •
' . .,
0
J e Cart cr, citada por
siguientes: encias entre gemelos son las comparten la opmIO .'d te que fa -;
Anastas1,. segun
, 1a eual es e\l en
9:,
condiciones ambientales de los gemelos cita el caso de dos gemela que Jifc-nl..'1 ~
monocigóticos son, por término medio, 24 puntos de CI. En caso ·imilar _. >t' . ·
más semejantes que las de los dici óti os. apreciado diferencias de 19 y l-; p .t ~1
Siguiendo a Carter, y siempre sin ol- de CI.
vidar que hablamos en términos éstadís- :x' L?s part_idarios deJ podc-r lic:"C1: in 1 • J,}
ticos, o sea de promedios, el ambiellte ·medio ambiente y, obre tt)\..k,, lo · Jd n
tendría un poder más uniforme en el caso sores de la teoría st'gún 1 u;iJ 1 fc:-fülll ~ ·
de los gemelos monocigóticos, lo que po- inteligencia manift" ·tada kpc- nJ Jc- i.. 1d
dría explicar una parte de la diferencia, interacción entre fach )ft" . h rn1 ll .Jf k' · ·'
aunque no las observadas entre gemelos factores ambie ntalt' ·• ~t' JJ" ~~ an en e- l l' '
. n ....
monocigóticos educados separadamente. resultados y · n lo · datu · J f Tl'.'t'm.1
Como señala Newman, en el caso d geme- bre la s dift'rt'n cias t:n gc-mdu · m cirhJl· t.1. . ' ...
los educados por separado, el que ha goza- ticos para défelllkr ·u · troría · ~- mim-
.J C(. 10..:'t"-
do de una educación superior obtiene me- mizar el peso l}Ut' lo · ht"rt.·J 0 0 0
JOrcs resultados en los tests Je aptitud, y den a la hcren ia .
>
. 'litud física de los gemelos
La simt J' • 'd . .
. pf 'ca un comportamiento 1 c11/1co.
110 t1ll l

Encuestas más ádelante, una correlación entre nivel


con hijos adoptivos de instrucción y CI). Los partidarios de la
herencia estiman que la prueba es incon-
testable. Sin embargo, en los casos en que
Se dedican al estudio de las correlacio- se pudieron obtener los cocientes de inte-
nes entre la inteligencia observada en los ligencia de las madres verdaderas, el nh·eJ
hijos adoptivos y sus padres de adopción, medio de éstas ·e ra de 86 y el de sus hi-
y entre estos niños y sus padres verdade- jos educados en condiciones ambientales
ros. Con unos comparten el medio; con los mucho mejores que las que ellas hubieran
otros, una parte del potencial hereditario. podido ofrecerles, era de 106. El influjo dcJ
La correlación entre estos niños y sus ambiente favorable elevó el CI medio de
padres adoptivos es de 0,20 y, como diji- los niños en 20 puntos~ Además, los ni,·e-
mos antes (ver "Resultados de una encues- les ·de inteligencia de los niños adoptados
ta f_~iliar", según Larmat), la de padres por categorías socioprofesionales altas
e hiJos reales que viven juntos, de 0,5 O. eran más elevados que los de los niños
. Entre los niños educados juntos, pero adoptados por categorías socioprofesio-
sm ser hermanos, la correlación es de O 23 · nales más bajas.
1 , ,
~ de hermanos educados en el mismo me- ·} Por otra parte, los ambientalista~ Y los
dio, de 0,50, Yla de hermanos educados se- partidarios de la interacción here-nc1.1-am-
biente señalan también que, por muy r~
paradamente
Lo , de O,42 . coz que haya sido la adopción, las n~aJres
8
~ dólo1tos encuentran también en
esos dat ,.___~ verdaderas y sus hijos han comparuJo ys
de 1 h os ~a prueba evidente del poder l , i J~ gt s•
terª :rencia en la transmisión de la in- factores ambientales en e_ ven°' l.l nJt
1genc1a E e tación. (Recordemos lo da~ht.> P'-11' Lm .
rnec1·10 · n e1 ecto, la compartición del · l lo· factl..r('~
amb'
ciones m, tente no hace aparecer correla- acerca de la impo~t~ncaa ~ e! ~ s ,. d~s-
que la ints
q~~ de 0,20 6 0,23, mientras
hiente a eraccion de herencia y medio am-
ambientales y nutru:aonak:,,. ant( . . ·. Jd
. .
pués del nacmut'nto, rn
fa torflU\.'h)O

Dn e~:~~ta esta relación a 0,50. cerebro humano.) ../ . . Xlll'i~ntes


t >s úJtunas l
un nuevo d 10 de Skodak y Skeels aportó Además, ~sas u - . J· . ,s lk tJ mutua
. - 1arth. aru.
.
cientes d .ato·· la correlac16n
. entre los co- (ambienta1astas Y 1 . b' nt~) aña,.kn
e intelig · • t 1c1a-ani te
Yel nivel d . encia de niños adoptados interacción iert"l J ue las relaciones
daderos e edm strucción de sus padres ver- c¡ue no está demostra .º q entre padres
ra e O' 35 · (E xtste,
· las mismas
como veremos afectivas sean 97
/., , a rú ., tu :Jmephine JJalu:r
l'S uno de los casos más conocidos
de p1:rsonas dedica da s a la adopción d,, nÍlios
de di·versas razas y ambiente socialn.

naturales y sus hijos que las e2'istentes entre cJ níveJ de las madre'J verd~~a i .
entre niños adoptados y sus padres de el hogar adoptí vo.
adopción. A los hogares más favorablei irfan 0 ,.,
En la muestra de aquel trabajo, un más frecuencia los hijos de madre\ r,.~.:·.
notable tanto por ciento de niños conocía inteligentes, lo cual puede aumtntar d •,al,;.,
su no pertenencia hereditaria a la familia de la correlación observada f:nte hi¡.,~ :•
y la influencia del medio ambiente podría, padres cuando éstos no los educan.
de ese modo, ser menor. Los autores del De todos modos, un argumc-ntJJ ;l.,fo~r.,
trabajo han señalado también que, normal- parece ser el de la con~ rge~ dd rr.b::!z,
mente, en las adopciones intervienen fac- compartido por pa&es e hijos dura_¡ Jte l.
tores selectivos, existiendo cierta relación gestación, parto y primeros días de ,•lf'_¡_
---

9R
Encuestas de inteligencia Los resultados de esta encuesta con-
en medios sociales, firman los obtenidos en repetidas ocasio-
nes y por diferentes autores.
económicos y culturqles · Estos hechos son explicados por los par-
diferentes tidarios de la herencia en términos de
diferencias genéticas entre clases o capas
Los defensores de la influencia del me- de una misma sociedad. U nas clases socia-
dio han realizado una serie de encuestas les serían genéticamente superiores a otras.
en medios socioculturales diferentes para Y lo mismo ocurrirfr. respecto a las razas:
demostrar que el fenotipo inteligencia varía habría razas genética ~ente superiores e
·_según las condiciones ambientales. inferiores.
Una encuesta realizada en Francia Eysenck, en su polr.. .nico ,~studio acer-
(publicada en el n. 64 del Cahier del ca de la inteligencia y las ra ~as, defiende
0

l.N.E.D.) brinda los siguientes datos: la igualdad de derechos de todos, pero in-
siste en la inferioridad genética de la raza
Encuesta realizada por
negra respecto a la blanca. Defensor a ul-
el I.N.E.D. en Francia, tranza de la práctica de los tests, Eysenck
con hijos de padres rechaza sólo en breves líneas, sin argumen-
pertenecientes a diversas tos sólidos, · los trabajos de Rosenthal,
categorlas socioprofesionales citando de paso, sin darles importancia,
Categoria e1 los argumentos y experiencias demostra-
socioprofesiona 1
tivos de que los negros d~l norte de Esta-
Obreros no cualificados 92 ,6 dos Unidos, educados en condiciones mu-
Obreros agrícolas 93,5
Mineros cho mejores y más estimulantes que los
94, 1
Obreros especializados 96, 1 negros del Sur, tienen cocientes de inteli-
Agricultores 96,4 gencia superiores a éstos.
Empleados de comercio 100,2 Según Bodmer y Cavalli-~forza ( 1~70),
Empleados de oficina 101,4
Contramaestres
"las diferencias entre los cocientes de inte-
102,5
C merciantes-artesanos ligencia medios de los negros Y los de los
103,0
E1érc1to . p olicía 103,9 blancos están comprendidos generalmente
st
~Kiu " ª'es Y profesionales liberales 107,4 entre 1O y 20 puntos ... La diferencia es
u· dro m dios
C.1 f • 107 ,0 menor en los negros de los Estados del
up nor s 1 11 , 5 norte que en los de los Estados del sur...
99
I,as aspiraciones de los jú1.·1.
l
,u
..
están dctaminadas por a rrprt_so1/,ic1011 dt-· su p,,¡,d soda/
y por /a escala de ·calort prop, 1 dr su¡:, upo.

Un estudio bien conocido sobre los resul- las relaciones entre las cosas, los sistemas
tados del test de inteligencia Alpha del de valores, etc., varían de unas cla~s &<>-
ejército, mostraba que los negros de cier- ciales a otras. Tendríamos, pues -dicen -,
tos Estados del norte obtienen, de prome- que partir de hechos concretos pertene-
dio, puntuaciones más elevadas que las cientes a cada forma de vivir y descubrir
de los blancos de ciertos Estados del en ellos, y respecto a ellos, los comporta-
sur, aunque los blancos presentan siempre mientos inteligentes, y estudiar en cada
mejores puntuaciones que los negros de clase o raza, según su peculiar modo de
su mismo Estado". vivir, pensar o actuar, las diferentes mane-
Apasionada y poco objetiva controver- ras como se manifiesta la inteligencia.
sia ésta que, sin embargo, no debe sor- Larmat cita algunos ejemplos que apoyan
prender. estas críticas: " ... A ciertos australianos se
r Los defensores de la influencia del me•·
/ dio ambiente y de la interacción entre he-
les planteó un problema de los llamados
de laberir:to ... No quisieron hacerlo por-
•rencia y ambiente extraen, por ejemplo, que, en su país, en función de sus tradicio-
de e~tos datos una prueba ~!!Z. de su nes, la costumbre exige que un problema
teona y oponen sus argumentos a las como éste ha de resolverse en com~
conclusiones de los heredólogos. por medio de una larga deliberación ..... __....,......,... con•
~

junta en la que, además, el experim~ntador


Críticas basadas también ha de participar si no quiere in-
en el contenido de los tests currir en un acto de l)ostili.Q!f!:'.
A unos indios norteamericanos se l~s
Los críticos argumentan que esos tests propuso una prueba que deb ia n\c'\lir b
son culturales por definición, ya que para rapidez con que resolvían un probkm.1.
probar su validez se emplean criterios Se situaba a los niños en fila y sci l<s J"....
escolares Y éstos pertenecen a una cultu- cía: "El primero que rc:sponJ.1 tendd un
ra, la propia de las clases sociales dominan- premio". Pero no dio resuhadü. f] (''\pcri-
tes· es d .
' ecu-, consideran que la cultura no mento resultó fallido. St·~Ltn Larmat. ··por-
esl una entidad situada por encima de las que los niños indios tc.·ní.1n horrur a J.1 , t"-
cases alg0 .
' universalmente válido e igual locidad y son má~ rond,·rados y ca.lmuso~
;n todos los países y en todas las clases que nosotros; las ,·osas Jt"hc-n h.1':"-·n,c (:un
L capas sociales de una misma nación. tranquilidad . A<ll"más. d\.·mostrahan ser
os modos de vida Y las farmas de evaluar mucho más t·Jucados que nosotros, al con-
101
Un 11i110 habituado a lo ¡·ul','ot
l>
diJ,.:w(1l( IJ j
n ·snh t·rti mtÍs fácilmente los J>roMun<.J,
1

planfl'atlos por 1111 rompeca bezas qu l'Jlr o nuw .,


acostumbrado a jugar tn la cal/t .

siderar que es de mala educaci6n preten-


der destacar delante de sus camaradas.
Realizaban una amplia gama de pequeños
gestos ~rt!Y~ y, cuando todos habían
encontrado -ra-
respuesta, respondían al
mismo tiempo ... ".
Sin recurrir a tales ejemplos límite pue-
den emitirse serias dudas acerca de la sig-
nificación ~.a, para todos los niños,
de algunas preguntas de los tests.
¿Puede tener el mismo sentido para un
niño de ciudad, de 5 años, que asiste a un
jardín de infancia desde los 2 ó 3 años, pre-
sentarle un cuadrado para copiar, tenien-
do en cuenta que ya sabe usar un lápiz,
que para un niño del campo, que normal-
mente no comienza a asistir a la escuela
hasta los 6 años ?
¿Puede ser lo mismo dar un rompeca-
bezas a un niño hijo de intelectuales, fami-
liarizado con juegos didácticos prácti-
camente desde que nace, que a un niño,
hijo de obreros, que quizá no lo ha ,·isto
nunca?
¿Es lo mismo preguntar a un niño d~
la ciudad: "Qué harías si tu mamá te man-
da a comprar pan y el panadero te dice ~~t'
ya no hay", que preguntárselo a un mno
del campo, ambiente JonJe no hay panade-
ro o, si lo hay, el pan se fabrica una vez
por semana y cuando se tennina no hay so-
lución?
¿Tiene el mismo sentido preguntar aJ

102
hijo de un intelectual: "En qué se parecen La primera comprobación es que, como
un museo y un cine", que al hijo de obre- Y.ª dijimos, existe . una notable correlación
ros o de campesinos, que quizá (en el caso entre el CI de los niños y la categoría so-
d~l campesino) está familiarizado con el cioprofesional de los padres.
eme, pero nunca ha estado en un museo? La segunda es que esta correlación se
. ¿Podremos afirmar que todas esas cues- manifiesta en todas las pruebas. Las dife-
tiones t VOf_an la misma realidad en cual- rencias más notables entre unas clases so-
quier caso, y que todos los niños pueden ciales y otras se sitúan a nivel de los tests
razonar con la misma soltura acerca de verbales, y las menores, cuando en Jos
cualquier tema? El sentido común induce tests intervienen dibujos, figuras o elt"-
a considerar que no. mentos de geometría.
La Escuela de Chicago se ha esforzado Los ítems (preguntas) son tanto má -
en . este
. campo para, a partir . d e una cn-, selectivos cuanto más intervienen los \.'O-
t 1ca smcer
a Y b astante correcta intentar
.
nocimientos escolares o se rdieren a t'xpe-
extraer d 1 '
de 11. e os tests toda contaminación riencias de objetos más farniliares a la pe-
b P cultu r al'ista, es decir
0 · elaborar prue- queña, mediana o gran burguesía que a la
as absolutament , . ' . .
carentes de . e ~_eptt<:_as y obJet1vas, clases populares.
plica t O d la mfluenc1a ideológica que im- Los íterns que separan mt'nos son las
t~fue ª cultura. Los resultados de este
, rzo no h
pruebas no verbales, o que se n:fit'rcn a
pulsore an recompensado a sus im- experiencias u objetos de tooos los <lías.
s, pero son t . . Sin embargo, este último tipo de ítems
intcrcsant . an instructivos que es
e analizarlos. son resueltos favorablemente por el 90 í;t,)
103
cada ambiente social le. cordrtspo/11Ju1 una dclt'r111i11adu uctiz.itludu
-1
· sf)cuentcmente. un trpo · e cu tura.
y, con"

de la población. Pudiera pensarse, y al- Dicho en otros términos: en es(), te\h


gunos lo hacen, que aquí se mide la verda- "occidentalizados" no se trata de saber
dera inteligencia, que ésta es normal en la qué nivel de inteligencia se necesita para
inmensa mayoría de la población y que utilizar correctamente un instrumento
lo que diferencia a unos de otros son los del quehacer cotidiano, de 1a existencia
conocimientos y las motivaciones respec- peculiar a cada clase o raza (por ejemplo,
. o a la escuela y la cultura. Mas, si se ad- en qué medida es necesaria 1a inteligen-
mite esto, se niega totalmente la función cia para cortar acertadamente un árbol
del test, que nació para ser -y lo es- un uncir unos bueyes a un carro, etc.), sino
medio de selección, un instrumento de la ----
única y exclusivamente en qué medida
/ psicología diferencial y que, en opinión es necesaria la inteligencia para adquirir
de Zempleni, al analizar un estudio de y desarrollar unos conocimientos que son
Vernon: "La aplicación incambiable de los los que permiten "triunfar" en la sociecbJ
tests se justifica en tanto que se trata de actual occidental.
medir, no una inteligencia tradicional,
más o menos condenada por la evolución Cuando el trabajo empírico avala
V actual de las sociedades africanas (el estu- la teoría de la influencia
dio de Vernon analiza, en efecto, el desa- del ambiente
°:ollo de la inteligencia en esas culturas~'
sino capacidades seleccionadas a partrr El factor ambiente ha modificadü d fr-
notipo inteligencia de manera signiti~~!i,·a.
d~ ~uestro concepto de inteligencia, que
8 Veamos algunos ejemplos en este -~nuJ'-~•
~ bien puede ser válido en el mundo «oc-
a) En 1956, l. Lezin~ y O. Brun<."t puM1-
cidentalizado»
,
moderno ' no tiene por
que serlo en culturas distintas". caron el siguiente estuJ10 :

t diado por L .a1n


Cociente de desarrollo (CD ) es u b. te• ■ oci•I •
en niños de diverso• am ien ~ - ~r-.,,.nn
Edad de los Grupo I Grupo 11
- niños (hijos de psicólogos) (hij d br '
6 meses 100
l ar,0
2 r,o 102
'3 ét r,,J 102
4 Í:l ,,
1 15
1 17
105
Hn murlw s 1111·,lios r,1111¡,"siuos,
lo 11 i 1i o co 111 i1·nz a11 11 lralmjur
,.,, n lad /1·mpra 11a,
lo cual t/1/icu//a el tÍn arrollfJ
de u cupa idaJ intdu tua/.

- reservada a la primera infancia- y Ja IJ"'


se supone obtenida por un niño med ·,,. , e
la misma edad, sometido a las mi m
pruebas psicométricas, y se calcula m _
diante la fórmula: CD = edad de desa-
rrollo/edad cronológica) eran similares
los tres grupos.
Seis meses más tarde (a la edad de un
año) los niños de los grupos I y II man-
tenían su CD, pero el del grupo 111 hahfa
descendido.
A los 2 años, los resultados se man-
tenían sensiblemente iguales que al año de
edad. _En cambio, entre el segundo y tercer
años los grupos diferían notablemente. Los
hijos de psicólogos, en un ambiente edu-
cativo estimulante, aumentaron considera-
blemente su CD, el cual descendió lige
mente en los grupos 11 y 111, de ambient
menos estimulante.
Las diferencias se mantienen a lo$ .f
Es decir, trabajaron sobre tres grupos de años. Así, de los tres grupos de niños
niños. El grupo I estaba compuesto por hi- educados en ambientes diferentes. y cu-
jos de psicólogos o de estudiantes de yas potencialidades son por témuno mc.--
Psicología; el grupo 11, por hijos de obre- dio prácticamente iguales a los 6 mc:'~s
ros, y, el grupo 111, por niños que vivían de edad, uno de los grupos au~nta aptt-
en hogares adoptivos, pero de condiciones ciablemente su CD (d grupo prh·il<giaJo.
socioeconómicas bastante similares y com- el 1), el otro (11) lo mantiene estabk Y
parables a las del grupo 11. el grupo 111 lo Jisminuyc significativa•
A los seis meses, los cociente$ de desa- mente. Es decir, a los 6 meses, el CD es
rrollo obtenidos (medida que resulta de la muy similar en todos los grupos; sin em-
relación de la nota obtenida por un niño bargo, a los 4 años, 19 puntos separan aJ
en una escala de desarrollo psicomotor grupo I del JI y 3 7 al I del 111.

106
Evolución del coc ionte do ,nteli genci (CI)
realizados por C . Chiland on el ; t . · •ooun lo ■ •••tudloa
_ _ _ __ __ 1s rato XIII do Por la
CI
-
6 an s ;
l Ofl'sdenden rle CI
1 Mantienen el CI
Aum, 1 1.111 ttl C 1
ophi e 122- 1 4 Jean Claude 5 IP l dfllC' I l.l l A
Nicolas 130 130 Thmrt
, 6. más 1, 1 ·1 l~
N1 o l 1 l 3t...
HPnri 1/0 ,t t
lucio JZU 1 .,

Hugues 116-106 Gaston-+- 11 2- 106 Frarw la 1 1 / 1 • !J


110--11 9
Jacques*
Loui s *
115-84 Antoine* 11 2- 111 Bernard 116 . ,,,
114-95 Thérese 1 12- 115 Albert 11 4 - " (
André* 111-96 Anne 1 10- 11 2 Carolino 11 4 - 13 7
léonore 114- 1 ~
Roger 113 13

Lisette 108-98 Victot4'* 109- 106 Laura 106- 12 t


Reine ** 106-78 Jacqueline 108-102 Didier 101 -111
Charlotte * 104-88 Jeanne * 106-109 Corinne 100- 109
Roberth * 101-94 Georgette 105-107 Nadine * 99-1 14
Carole ** 99-87 Irene* 102- 102 Colette 99 - 109
Annick * 99-86 Hélene 102-102
99-109 /Warie ** 99-91 Blanche * 101-95
Léone ** 97-90 Christophe * 100-98
Paulette* 95-88 Denis*. 100-98
Harold* 100-95
Berthe 93-97
Pascal** 92-97
Yvon** 91-89

Brigitte ** 89- 75 Pierre* 88-91


80-89 Lucienne * 88-80 Raoul* 87 -87
Frédéric * 85-76 Gérard* 85-85
Philippe* 84-83

79 Y menos Violette•,.. 79-89


PatricA• 78 88
O/ivie,.-• 74 -82

n.º de niños 23 19
17
· ~ cuyo nombre aparece en cursiva pertenecen 8 me d ,os
Lo s nmos · 5 0 ;;0 culturales ·bajos ...
* Repiten un curso.
• • R t:piten dos cursos.

107
/ , 11.\' ,·t>s /11111hu ·.\·ad,¡11 irid 11 s ¡,,,r u1111 ¡,,, 1,, 11 . ,

d11 rt111l1' Ju i11f,111, i11 n ¡,, t, ,,1,,


1,, ,

,.,, u 1 ido rufo ¡1,,

Los part id arios de la influencia ambien- ocurre en el 21 % . Los aumento<; <ld C J


tal l'n el desarrollo de la inteligencia en- son, paralelamente, de un 14 % en d pri-
cuentran aquí confirmación empírica a su mer grupo y de un 42 % en el scgun<lrJ.
pensamiento. El porcentaje de mantenimiento del C 1
b) En el distrito XIII de París, en el es bastante similar en los dos grup<1~:
marco de una escuela pública, C. Chiland 42 % en el primero y 36 % en el scgund,>.
trabajó durante varios años sobre una po- La historia escolar también interviene
blación de 66 niños. El primer test lo en las alteraciones del CI. En efecto, de los
realizó cuando los niños ingresaron en la resultados de C. Chiland se pueden ex-
escuela primaria ( 6 años) y comparó los traer las siguientes conclusiones que apa-
resultados, según el cuadro de la página recen en el cuadro de la página siguiente.
anterior, con los obtenidos en el quinto Es decir, .los niños que tienen una esco-
año de escolaridad. laridad normal presentan tendencia a man-
Del anterior cuadro puede deducirse el tener o aumentar su CI: el 92 % de ellos lo
de la parte inferior de esta página. hacen (23 sobre 25) y sólo el 8 % lo proou-
Es decir, de 59 niños, 17 (28 % ) pre- cen. En cambio, entre los niños que presen-
sentan un descenso del CI, 19 (32 % ) un tan escolaridad anormal, 56 % , aproximada
aumento, y 23 (39 % ) se mantienen en mente ( 19 sobre 3 4), lo aumentan o man-
las mismas zonas de resultados, es decir, tienen, y 44 % lo reducen ( 15 sobre 3 .f. ).
aproximadamente el 60 % cambian y el Por otra parte, de los niños que ofrt'-
40 % se mantienen constantes. cían en el primer test buenos resultad =-
Si se comparan los resultados por -CI superiores a 11 O- dos pertenecían a
grupos, se verá que en el primero el CI medios populares, y ambos redujeron su
desciende en el 42 % de los niños, mien- CI en el transcurso de la escolaridJJ. E
tras que en los del segundo grupo tan sólo incluso uno de ellos, Jacques, <."On un CI

Descenso Mantenimiento
Ambientes sociales
del CI del CI
Am biente sociocultura l
" bajo" 9
Ot ros ambientes 8 1 1
Tot al 17 2

108
inicial de 115, ha repetido curso dos veces G. Sastre ha demostrado cómo, en una po-
(lleva dos años de retraso escolar, al final blación infantil de Barcelona, niños del
de la muestra). mismo medio socioeconómico bajo, pero
La influencia decisiva del medio am- que asisten a escuelas distintas (uno • l
biente y la escolaridad sobre el CI parece una escuela altamente estimulante y otro ,
confirmada en este trabajo. a otra que lo es menos) presentan difen:n-
e) Un reciente estudio de M . Moreno y cias significativas en cuanto a su de arrollú

Descenso Mantenimiento Aumento


Escolaridad
del CI del CI del CI
Escolaridad normal 2 8 15
Escolaridad anormal
(repiten 1 6 2 cursos) 15 15 4
Total 17 23 19

109
f,.' 11 I ti . /,,I I II J I I I ¡ ( I I,, I ,, 111 :
I /' '

,/, , . ,,, ,.• , "' /,, 1, flll / d1/l1 1/1111 ,,,, /¡ / h11/l11t1111
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i11t 1 ·d 11;1I. i:1 "" el dr '" 1gc-11 ,w ·i11'-·«·ou •- Hi record:.trJJOt> Jo did,,, JJl>f I ;ar,nar •n
1111 '1) -~ ·I 011 . nu ,, pno al hc•11dkia1 Nt' 11110 , i'IIH studios Hohrc d cerebro h Hr1an,,;
'
de t111.1 sen ·l:i rnrjn1 q11c In ni ic 1, , Hlf clc.-- Jwl>rá qu ~ tener en cuenta el hech,, d q1J_,
;-;:1rrnlltl in1ckc111:1I sl'd 111111hié n r.. up ·rior. al nacer, ese órgano aún no está compltta-
~¡ ~t· :1dmi1 · la i11tl11c-11{·iu dc·I 1rn·dio rnente dcsarro11a<lo y exige una 8erie
amhil·ntc t.·n ·I f<.·11otipo i11tdigc11 ·ia, po- condiciones nutricionaJes y de estimula-
dC'mn~ prq,!untarnos qu{· factor ·s el ·I mi s- ci{,n para alcanzar sus máximas po ibi-
mo influ 1 ,n <.'n él. Jidades.
Estímulos que influyen cos" en estímulos, presentan uh aumento
de sus capacidades de aprendizaje.
en el desarrollo En el ser humano, y en esto todo el
de la inteligencia mundo parece estar de acuerdo, los estí-
mulos son de dos órdenes: estímulos afec-
Entre los partidarios de la influencia tivos y estímulos sensoriales (perceptivos,
del ambiente en el desarrollo de la inteli- motores, verbales o de lenguaje), que faci-
gencia, destaca una corriente extraordina- litan la formación de la inteligencia senso-
riamente preocupada por averiguar cuáles rio-motriz y preparan el acceso a las ma-
son las variables del marco socioecon6- nifestaciones inteligentes de la conducta.
mico y cultural que intervienen más a Los estímulos afectivos tienen su impor-
fondo en la formación de la inteligencia. tancia. Los estudios de Spitz, realizados
En consecuencia, P!.9~n la necesidad con niños educados en condiciones de hi-
de realizar un estudio ecológico en la rea- giene perfectas, pero sin calor afectivo,
lidad misma, en el "medio natural", de los parecen demostrarlo.
factores que puedan ser explicativos de Las primeras relaciones afectivas que
~as ~iferencias manifestadas en el fenotipo el niño establece con la madre influyen sin
mtehgencia apreciado a través del cociente duda en su desarrollo. Conviene precisar
de inteligencia. lo que se entiende aquí por madre: ciertos
Un primer tipo de trabajo concierne a psicoanalistas insisten en el término ma-
la cantidad de los estímulos, - Í ~ e s dre, aunque muchos de ellos y la simple
son mayores en un medio sociocultural lógica abogan por sustituirlo por el con-
e~eva?o que en otros. A este respecto, expe- cepto ~is a~plio de "cuidados materna-
riencias realizadas con ratas parecen indi- les" introducido por Winnicott, puesto
' .
que, por ejemplo, en muchas ocas1~nes es
car que las seleccionadas genéticamente,
pero educadas además en ambientes "ri- mejor una buena abuela o cualqwer otro
111
pariente que desempeñe el papel de "ma- En este orden de conceptos de la in-
dre" que una madre con problemas de re- fluencia de los estímulos afectivos, cierto ,
chazo hacia su hijo o, simplemente, no psicoanalistas, como Maud Mannoni, Ut:-
consciente de la problemática propia de garán a explicar la deficiencia mental por
la primera infancia. fijaciones del estado de dependencia en-
Lo que el niño necesita es una fuente de tre la madre y el hijo.
seguridad y de amor, sea cual fuere. En La madre, o ciertas madres patológi a ·.
esto insisten también todos los psicólo- necesitan mantener al niño en un ~stad >
gos, y quizá dando prioridad a la "seguri- de dependencia inicial. El niño se confor-
dad'' sobre el "amor", aunque sin desde- maría a esta imagen que la maJrc Jt.·~t: a
~ ---.
nar
..,-. éste en absoluto. En efecto, se ha de- de él y sería así "ininteligente" porque su
mostrado cómo madres absorbentes, aun-
que muy amantes de sus hijos, influyen en
. .
madre desea y necesita que d .. objdo..
. ,,
que dio a luz no se convierta en 'sUJt.·to ,
su desarrollo de un modo bastante nefast9, que continúe siendo fuente Je pn.~o'-·upjCÍ(>-
y también que la rigidez en el comporta- nes para ella, que dependa de dla, porqw:
miento educativo -que conduce a la inse- es "suyo".
guridad y a la no autonomía- , la severidad Sin llegar a tales extrt.•mos, pan·ce et ni-
y la hostilidad están en correlación nega- firmado por los trabajos de . Ha_rlow, d
t í va con las apreciaciones de los CI de los hecho Je que los estímulos afcctrvus son
niños en c<lad escolar.
• .í'
necesarios en la primera t11Janc1a ·
para un

J12
de-sarrollo normal sin el cual tampoco e patrimonio de una clase o capa de b so-
puede desenYoh-erse normalmente la inte- ciedad pero la si~ificación de un nlci•
licrencia. nliento puede ser totalmente distinta en
Dicho s estímulos son de dos órdenes: cuanto al entimiento de seguridad expe-
contacto (caricias Y mimos indispensa- rimentado por la · madres, en unas da e
bles en opinión de la mayoría de los psi- u otras.
cólocros
b
infantiles) Y cierta 'normalidad''
~
Dejando a un lado los problema de tipo
de las relaciones afectivas entre madres o neurótico que pueden plantearse en am-
~

susútutas maternales e hijos. bos casos las madres de clases alta


Podría introducirse aquí una primera tienen tras sí una seguridad material. sa-
diferenciación entre los distintos medios. ben que podrán alin1entar a sus hijos y
Xo cabe duda de que el amor materno no cuidarlos } que en la mayor parte d~ los
f ,tl t rubajtJdora 110 t!,,¡,,, 111
1~111jl' Y
. . d~· mucho lu· mpo ¡,ara l'ducar a su lujo.
l-. 11 111 't Í 1'l ' sonal,·s con f.:Y fl 'lJt•s prohlt:mas aonrímiu,s,
falt a de J,,Jicaci,í,,
l' Sla
es aún mucho más importmzll'.

casos disponJrá n de alguien que se ocupe carácter didáctico. A los 2 años, si no '
Je ellos para que ellas puedan seguir "su antes, sus padres le narrarán cuentos, le ·
vid:i ", sus ocupaciones - si las tienen- o cantarán canciones, le regalarán libros es-
sus Jistracciones. No es éste el caso de peciales para su edad, le enseñarán los
las madres <le clases económicamente nombres de las cosas, y cada adquisición
bajas. del niño, cada muestra de su "incipiente
El segundo tipo de estímulos necesarios inteligencia" será celebrada y alabada. Cna
para el desarrollo del cerebro que hemos madre que debe trabajar para malnivelar el
citado, son los sensoriales, motores y de presupuesto familiar, ¿dispone de tiempo
Jenguajc. para narrar cuentos -aunque los sepa-,
Parece probado que cuantos más estí- cantar canciones, o de medios para comprar
mulos recibe un niño, más posibilidades juegos didácticos, sonajeros, etc., a su hijo?
tendrá de establecer conexiones entre las Y aunque pudiera, ¿existe divulgación sufi-
células del cerebro. De ahí la importancia ciente que haya hecho llegar a estas madres,
de que reciba una amplia gama de sensa- de medios sociales y culturales bajos, los
ciones: objetos múltiples a percibir, inge- conocimientos acumulados por la ciencia
nios con qué jugar y manipular, observar, en este sentido ? Se enseña a la mujer la hi-
tocar, chupar, morder o tirar. giene física del bebé, pero apenas se insis-
"Está demostrado -dice Ajuriaguerra- te en la higiene psicológica.
que los estímulos son esenciales para man- Un segundo tipo de estudio sobre los es-
tener y desarrollar la maduración de los tímulos insistirá menos en la cantidad de
sistemas neuronales, y cuando no hay -o éstos que en su calidad organizativa. Parl
son insuficientes- estímulos externos, se que las conexiones intemeuronales se es-
frena la organización de la actividad de tablezcan se necesita cierto número Je r~
la corteza cerebral o ésta funciona incorrec- peticiones del mismo estímulo. El t·xce o
tamente, aun cuando, por su perfección de éstas contribuiría a la ~1otonÍf y a !J
anatómica, la corteza pueda ya funcionar." "no motivación" por parte J~ Jcto. &
La simple observación parece demos- necesita, pues, la repetición, pt·ro t~mbit·n
lt rar que la cantidad de estímulos de todo cierta "novedad". Las n·glas que rt~cn la
r,n.lcn es distinta según los medios socia- estructuración de los estímulos Sl'rÍan si-
les. Pensemos en la habitación de un niño milares a las que diri~t·n d proceso d~
·uyos padres pertenecen a profesiones li- aprendizaje. Se necesita cierto núm~r~ Je
><.~ra)cs. Predominarán en ella juegos de repeticiones en la tabla de multtphcar

14
para automatizarla; un excesivo número necerá en la incertidumbre n:~pcct u J ·lL.1,
conduce a la saciedad, al aburrimiento, al Tales conductas educativas n:qu icrt·n ttc-r!1-
abandono. po e información, y los ambit·nt .l11 u, , ..
La aprobación o el desinterés de los preguntan si los me<lius no diti -r.:n ·n r,:-
c~mocimientos adquiridos por el niño en su lación a ellas.
tie~a infancia intervienen en este tipo de Para terminar, se l·,po1w ·n 1.i p.1.._1 11 .1
explicaciones. Los estímulos hacen sur- siguiente el c uadro dl' L:1rm .1c ,, ,t,, l l .t ,
gir una respuesta, ya sea correcta o inco- posibles intcracciorn:s t'1Hn· h ,., t 1..t , ·•
rrec~~- Las muestras de aprobación hacia "ambientales v de lll'n·th.·u"
el. n1_mo por 1a adquisición <le nuevos cono- Lo s herl'd,',lug11s n-ll"11\lu11 ,, ,1, 1 1.. ., r :.1'-
c1m1ento.. la· s pcrc1'h e este
.
0 , <l es <l e su mas, tor ·s 1.k• h er·11ci.1 : h1'l :111th1lntlli,t.t , 1,
llerna edad 1' ] r· ., . ., facton· · del 111nliu :unbt(' l\h.', \ I, ,,, ttlLl, ·1
r¡· · a a 1rma 10n c,,ntnhwra a
Jar la respu,..sta
'"' correcta en e l nmo . - qui.en ci onÍ bla s l' lllt l ' a1ulu .., mnl iu.., l 1' ri-,.u ..ill
captará así , , .<l ' . . .l l l I t l ·1\11lll"ttl llll'-' t. \ ItI ) \' J
mas rap1 amente cuáles ~on la s < p ll' M' l '() 11 l l ) 111 ll r
buenas O 1 .
as ma1as respuestas y no perrna- la l'O lldu ·t · illldig ·utc·.
genes d e los padres
(salvo a ccidente en la gametogé nesis)

1. genotipo 1

enzimas
y otras proteínas

desarrollo del 1 hormonas 1


c erebro

metabolismo estado
e ructura del cerebral nutritivo
erebro (comprendida
vascularización)

aptitudes estados
intelectuales infecciosos

interés por el
medio

ejercicio cerebral
(apre ndizaje, educación)

estímulos sensoriales alimentación higiene


y psíquicos

fac
Xp ..
r1nc
,·palt· interaccione o1tr .lo factorr
qt,t com¡1·cionan las aptitudc
. . tnt lectualt' •
De La genétique de rmtelhgcnce, d . La rma t.

Proporcionar a los ni,ios modernos ?ne_dios


pedauóoicos es despertar su curzoszdad
y pot:nciar su desarrollo intelectual.

Consecuencias educativas
del debate
herencia-ambiente
¿Cómo repercute en la tarea educativa
la polémica herencia-ambiente? ¿Qué re-
percusiones tendrá para las orientacio-
nes educativas, para la organización de la
escuela, el fundamentarse en una u otra
teoría?
Intentaremos. facilitar una idea ...____..___
sucinta
de ello, pues el debate escapa del marco
puramente "científico" y "neutral", puesto
que implica repercusiones pedagógicas.
Desde el punto de vista estricta~Qte ambientales, para paliarlos e intentar com-
_b.er~.ditariQ, si la escuela selecciona es por- pensar desigualdades.
que, . biológicamente, _los _niñ~~ y_a _están_ En esta segunda perspectiva han traba-
seleccionados _ previamente. . / La tarea del jado · una serie de pedagogos y psicólogos.
maestro será aquí la de un mero transmi- esencialmente en dos direcciones:
sor de cultura. Su finalidad estribará más a) Practicancf:o l~s llamados "p~Tra-
en la simple información y difusión _q1:_1~- mas CÓmpensatorios", q -Üé-1ñientan- pa1iii-
en la formación de inteligencias.. Si un ·1as- diferencias-que presentan los ni11os _- :-_
alumno no retiene la información es por- - qúe q~fzá se deban a su
,n-1edio Je: orig\.'_n- _
que está mal dotado genéticamente. No se ·. ·dando a los cuituralmente poco fa\:~n~i . .
buscan los factores del medio ambiente dos los medios (estímulos, etc.) ~<-~t'sariüs
· que puedan explicar esta no adaptación para triunfar en la escuda.
del niño a la escuela. . b) Haciendo una críti a sen.•ra Je la
Inversamente, si -~l medio ambiente es escuela y <lcl papel ocial que Jc:s~mpeñá .
. el criterio dominante en el desarrollo de la Tal crítica, concierne ) tanto a los conteni- ·
~nteligencia ~l mae~tro tendi:_~ -~n ~ papel dos escolares como a la forma de éstos y \
1 _

importante que desempeñar y la educación a las relaciones qu«: la escuda mantiene con
deberá tener en cuenta todos los factores la sociedad.

117
Los programas compensatorios
En 195 6, el Centro Internacional de la ,
Infancia (C.I.E.) realizó una encuesta y un
programa compensatorio referidos esencial-
mente al medio rural en Francia, basados
en una organización de actividades recrea-
tivas culturalmente estimulantes y genera-
doras de un mejor desarrollo intelectual.
La encuesta duró dos años; participa-
ron en ella 4 20 niños distribuidos en 18
clases y pertenecientes a 12 pueblos rura-
les. Su corta duración impidió a los autores
pronunciarse de manera determinante,
pero de esta experiencia, aunque demasia-
do breve, los niños al parecer obtuvieron
resultados interesantes para su formación.
En las conclusiones se insiste en dos
aspectos. El primero concierne al papel
del maestro: cuanto más dinámico era y
más insertado estaba en el medio rural,
cuanto más lo vivía y formaba parte de él,

118
El din umismo de un,1 fo~t ':uJor,~
los ri:sult,iJos Jd ap. : ,1d1~aJ<'. as, como
¡ iJozti/i·caciá11 del alumno "011 d proff.~or.
/:,~s impo~tun! qu lo 11iiios no ·tan t'n d ma siro
u un s r cxtra110. up ·rdotado,
sino a una pa 011a d su ambio1t qul'
tambit'n ,zrc sitó aprc11dcr.

mejores eran los resultados. Aunque se


eñalaba también el caso de algunos maes-
tros dinámicos con los que las experiencias
fallaron.
El segundo aspecto se centró en la in1-
portancia que supone partir de los intere-
ses y necesidades reales de los niños, en
el marco de su vida de familia y en la co-
munidad de que forman parte.
Así, "partiendo de la propia escuela, se

LO
La ,hcoración t!e una NiC Ut:Ía d,, ninus
dd1e CYl' a r un (11n b fr11 l1! apro¡,iad,;,
tÍl' modo que los alumnos se sü:ntan t stimuladfJJ
a rl'alizar los l'j ercicios Je prdl'ctura y prcl'Scrituru.

organizan - bajo formas de actividades aquello que se supone les faltó siendo
postescolares y paraescolares- múltiples bebés, les será proporcionado por la es~
medios de difusión de la cultura. Es nece- cuela.
sario que esta cultura no repose sobre una 2) Los proyectos dirigidos hacia la ob-
noción abstracta, general, utilizable por tención de · buenos resultados escolares.
todos, sin ligazones reales con las parti- En la educación preescolar así entendida,
cularidades y exigencias de la vida cotidia- se realizará un programa en función de los
na ('... ). Si educar a1 niño es formarlo y futuros aprendizajes escolares. Por tanto,
-a menudo, felizmente- transformarle, no se harán ejercicios de prelectura y prees-
puede hacerse tal cosa más que apoyán- critura, o también ejercicios verbales, con
dose al principio en sus posibilidades rea- la idea subyacente de que, cuanto más pre-
les y en sus intereses espontáneos ... ". , coz sea un aprendizaje, más posibilidades
Señalan también los encuestadores la tiene el niño de no fallar luego en él. Tales
a~idez y buena acogida por parte de los experiencias comenzaron hace, aproxima-
miiós a tal tipo de estímulos, así como damente, diez años en Estados Unidos,
la existencia de edades más propicias en pero aún no han dado resultados que pue-
las que la estimulación es más fácilmente dan considerarse definitivós.
aceptada y asumida. Tales edades parecen )\, Los heredólogos extremos, como Jen-
coincidir con períodos bien conocidos de sen, afirman que la causa esencial de un
los psicólogos en las etapas del desarrollo fallo es que en él no se tiene en cuenta
del niño. el factor hereditario . de 1~ inteligencia-+-
En Estados Unidos se han realiza'do, en Eysenck adopta una postura menos rigu-
el terreno educativo, una serie de progra- rosa: "La inteligencia está determinada
mas compensatorios que conciernen casi en un 80 % por .la herencia y en un 10 °-'o
siempre a la educación preescolar. Estos por el medio / ambiente". Así, según éJ
pueden dividirse en tres categorías: existe cierto / margen, y los programas
1) Los que intentan "compensar" las compensatorf s, si no ignoraran las Jife-
diferencias aportando una serie de estimu- rencias indi· iduales producidas por la he·
laciones que normalmente faltan en algu- rencia, podr an ser mejoraJos.
nos mecJios socioeconómicos culturales. El fraca o de estos proyectos, si así
Corresponden a la teoría, ya citada, de las ocurriese, po significaría que no puedan
influencias de los estímulos ambientales idearse otrhs mejores, o que no se lleve a
en el desarrollo de la inteligencia. Todo cabo una inve tigación en este campo.

120
Hn a~i:11110¡ rus o , 11 11 ¡,rdo;:o¡;fJ / 1 111 tf,, , ,,11 1111,
do 11 i1101 /1Jtl11 /11 j tJ r11,,d11,
c o l/ 1111 0 o
co11 l'Í jiu ti,· dl'lurrolla r 11/ m,hi11w
·u · ¡,ot,·11riulitl,11/, 1 int, /,-·, /11 " ' ·

Consideremos, por ejemplo, el impor- des son <le escasa utili<la<l para predecir
tante trabajo realizado por el profesor el CI adulto. Sin embargo, cJ c"pcrim~nto
R. Heber, de Wisconsin (Estados Unidos). continúa y es observado con gran interés
Escogió un grupo de niños negros de ho- y esperanza por muchos psic61ogos.
gares muy pobres, con un CI medio pre- No obstante, el trabajo, aunque culmi-
visto de 80, aproximadamente. Cada ma- ne con éxito, es un camino imposible de
ñana eran trasladados a una escuela espe- generalizar: su coste alcanza un millón
cial, donde una asistenta social entrena~ de dólares ~l año, más o menos, s6Jo par~
da pasaba el día entero con el niño (una un centenar de niños.
mujer por cada niño), con el fin de <lesa- 3) La tercera categoría de programas
rrollarle al máximo intelectualmente, ha- educativos compensatorios pone en rela•
blando y jugando con él, intentando ense- ción el handi'cap de los niños soci~tu-
ñarle y actuando constantemente de modo ralmente poco favorecidos con una teoría
que se produjera la máxima mejora de su de la inteligencia, es·p ecialmente la del
estado mental. Por la tarde, los niños eran desarrollo intelectual de Piaget. Proporcio-
devueltos a sus madres que, a su vez, nan así, no una serie de estímulos -o un
habían recibido también del equipo direc- simple aumento en la cantidad de éstos-
tivo del proyecto ayuda y consejo para sus o una preparación para la escuela, sino
muchos problemas. En estas condiciones, unas reacciones organizadas para acelerar
los niños, simplemente, se dispararon y el proceso del desarrollo intelectual dd
alcanzaron un cociente de inteligencia por niño y adecuadas para favorecer el acceso
encima de 100, superando así no sólo a a un nivel determinado de la inteligencia:
un grupo de niños negros igualados, sino alcanzado éste, otros estímulos - o los mis-
también a los grupos de niños blancos mos, pero organizados de manera distinta-
normales; además, su conducta cambió permiten el paso a una nueva etapa.
por completo y se volvieron más hablado- f;iendo el objetivo formar la inteJigcn-
res, más extrovertidos. se dirigirán los programas hacia lJ
....Estos resulta~os se obtuvieron con los ructuración que en cada etapa J~~
nmos que hab1an alcanzado la edad de J darse a los estímulos. En esta P~'rsf)t'Ctt\·a
4 años, siempre teniendo en cuenta que trabajan en este rnomento equipos Je es-
los ~vanees precoces a menudo no se pecialistas en Estados Unidos Y en Bc:l-
mant1enen en la adolescencia y las prue- gica, en el Laboratorio Je Pedagogía Ex-
bas de inteligencia efectuadas a. esas eda- perimental de Lieja.
122
· Críticas al programa educativo e) Los fines perseguidos y los métodos
utilizados no están coordinados en una
compensatorio
teoría general del desarrollo de la educa-
ción, es decir, no se corresponden con las
Antes <le finalizar el estudio de la edu-
cación compen satoria conviene citar algu- etapas posteriores del desarrollo y de la
nos <le los fallos que se le han detectado, escolaridad.
y que pueden resumirse en tres:
a) Los instrumentos de valoración son, Crítica de la escuela
en el caso del estudio de Heber, incom-
pletos. Solamente se utilizó el cociente de La crítica se centra en varios puntos.
in teligencia, y si éste mostró en las pri- que resumiremos a continuación.
meras etapas aumentos enormes, más 1) Los buenos resultados obtenidos por
tarde decayó. Además de este cociente el niño en la escuela no son simplemente
deberían utilizarse otras evaluaciones para producto de la inteligencia.
apreciar los resultados finales. Con una inteligencia - medid a por Jos
b) Tales programas, que conciernen a tests- igual o situada en los mismos már-
la etapa preescolar, habría que prolon- genes, ciertas clases sociales tendrían una
gados durante más años, a lo largo de Ja escolaridad normal y otras no.
t!-)Colaridad primaria. Entonces quizá po- A este respecto es interesante el cuadro
dría cJbst:rvarse un cambio más sustancial. de resultados de C. Chiland:
123
Clases socioculturales bajas Otras cla
CI
Escolaridad Escolaridad Escolaridad Escolaridad
normal normal normal normal
1 1 15 6
Igu al o mayor que 11 O 7
1 11 8
De 90 a 109
Igual o menor que 89 o 7 o 3

Dejando aparte los casos extremos de instrucción y e!1 las aptitudes. intelectua-
CI altos o bajos (pocos niños presentan, les que requieren, antes que en su presti-
en efecto, cociente alto en los medios so- gio social o en su retribución económica.
cioculturales bajos), a niveles medios de En la categoría I sitúa, por ejemplo, a
inteligencia (entre 90 y 109), el 91 % de profe sores universitarios, médicos, aboga-
los niños de nivel sociocultural bajo ( 11 dos, eclesiásticos de nivel similar, altos
sobre 12) sufren a lo largo de su escolari- funcionarios, cuadros superiores del co-
dad un año o · dos de retraso y sólo uno mercio o la. industria, etc. Esta categoría
sigue a un ritmo normal. En cambio, de exigiría estudios más prolongados y en la
los 15 niños de otros niveles que, en la que se supone que las capacidades inte-
muestra, presentan cocientes de inteligen- lectuales deben ser mayores, por las exi-
cia medios, sólo el 46 % demuestran tras- gencias mismas de la profesi6n. .
tornos de la escolaridad (7 sobre 15). Inversamente, en la categoría VI Burt
También merece citarse una encuesta incluye los obreros no especializados, los
dirigida por Burt en 1961. Distingue en trabajadores agrícolas, los eventuales, etc.,
ella 6 tipos de trabajos profesionales, ba- que para desempeñar su labor no necesi-
sándose fundamentalmente en el nivel de tan un nivel de estudios elevado, y que

"La sociología de la educación olvida demasiado a menudo gw "' ,w pocas


formaciones sociales la transmúión de un saber no está ,,parada d, n, p,,,,ta
en práctica: la relación docente-discente toma entonce, la Jorma tÜ nlación
maestro-aprendiz, y no la de maestro-alumno."
G. LAPASSADE - R. LoURAU
----------------------------------
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por consiguiente se considera que requie- de los mejores sujeto de I el 111 (tra-
ren menos inteligencia. bajadores de nivel medio, con instt'U\.-.
Los resultados en el CI descienden ción secundaria). El éxito !IO(~IOl>n.ll~ iu,ul
según las categorías (a nivel de media), no se refleja exact mente en d \."\1'.·icotc J
aunque sus \'ariaciones dentro de cada inteligencia... No Je~ cxtnuw 1 Jj~r-
una de las clases son grandes. sión de la di tribución ~ e te '-·u,:ícnte en
Según Larmat: "Las curvas de distri• el int rior de e d el . l'on un a.,i.:n,~
buci6n de los cocientes de inteligencia se relativamente b lio, un u~tu p.Jri · ·cc-
superponen en gran parte. Por ejemplo, d r a dert 1itu ción e , • )ª pur-
un número no despreciable de miembros que cu HJad Je utro unkn (, unt~
de la clase I (profesiones liberale1) tiene aplicación, r e r ne· ) compen . un.a
cocientes de inteligencia iníeriore1 a lo in uficiencia int Jectu o porque la atua-

126
El cociente de i11ffl(~•t·11cii1 ,w CÍt'lt, ,,ri,1,1
la práctica de una u otra pnif,·siú11.
En muchas ocasio11t' . • d factm
de sdt·ctÍ'l.'idad rfspo ndt'
a circunstancias sociol'conómica s.

ción social de su familia, las relaciones, el mente lo mismo) hay que buscar qué fac-
dinero o la suerte le han permitido alcanzar- tores favorecerían en la escuela a unas
la. Y, en el caso opuesto, una persona de
una inteligencia superior podrá ocupar un ~---
clases en detrimento de otras.
Entre esos factores se han señalaJo
Jugar en el que no tendrá ocasión de ejer- varios:
cerla, por razones inversas a las preceden- a) El culto a lo "verbal" y sobre todo a
tes o, porque, más felizmente, este oficio cierto tipo de verbalisn10 en la escuela.
corresponderá a sus gustos". Respecto a este factor, los tests mu~stran
2) Si la escuela no selecciona en fun- diferencias entre los distintos niveles
ción de la inteligencia medida por el co- socioculturales.
ciente ( se observa que a CI igual, las da-- La inteligencia, para desarrollarse co-
ses no progresan y avanzan sociocultural- rrectamente, necesita una serie de instru-

127
nH.' nto ,: knguajc..'. orientac ión en d espa- éste será consilk·r:ulo poco dotado por cJ
cio, apt it udcs motoras, et . nrncstro si no maneja con destreza el ins-
L:t es m.·fa Jic<:n- fa vorcc • cscncial- trumento lenguaje.
m<..·nt c y valoriza dt: manera cxtraonlina- Poco importará también todo el resto,
ria d knl,!uajc. Y no sólo esto - añaden- , si no utiliza con soltura el lenguaje abs-
sino tambit·n un tipo especial de lenguaje: tracto y Jas nociones abstractas, aunque
d propio <le los sectores sociales llamados ello no corresponda a una comprensión
"cultos". Lo importante no es sólo em- real de los hechos, y lo haga por puro
plear d knguajc en el sentido <le comuni- mimetismo . .
caciém, decir lo que se quiere y que los Poco importará también que eJ niño
demás Jo entiendan, sino - y ·cscncial- maneje su cuerpo y lo coordine perfecta
mcnt "decir" siguiendo unos cánones e inteligentemente en un ejercicio que le
prefabricados que no respetan la libertad es familiar (cortar leña un niño rural, por
Jd niño y su expresión original, que vie- ejemplo), lo que sf tiene importancia
nen fijados por unas normas culturales. que gobierne y coordine el ejercicio de la
Las expresiones orales favorecidas y valo- · escritura, que es lo válido y lo culto.
rizadas son las propias de un determinado h) La transmisión de los conocimien-
tipo de cultura, y no de .una pretendida tos a través de ejemplos que correspon-
cultura universal que estaría por encima den sólo a lo "vivido" por cierta
de las clases sociales. sociales y no a todos los niños.
A este respecto, son significativos los La crítica se centra aqu( en loa libroa
trabajos de la institución francesa CRE- de texto y de lectura, alejadoa lo
SAS, dependiente del instituto de Inves- y vivido por la mayoría de niñoa. t'Ueelell
tigación Pedagógica Francés. Los factores tomarse como ejemplo los libros lectu-
de la inteligencia que no son puramente ra, con imágenes en las que eJ padre fuma
verbales -consideran- son olvidados por en pipa, sentado en un aor, o leVleDCilO el
la escuela o menospreciados. Poco impor- periódico, acompañado de I madre q
tará a un maestro que un chico sea muy hace c.Jceta.
diestro en sus ejercicios corporales, que se
Si pié entan t e ejem e por-
sea un artista en potencia, que tenga ha- que se sabe experim ntalment~ que l
bilidades manuales poco comunes o que imagen de lo vivido motivad al niño, cuyo
razone en la vida social y en las activida- padre fuma en pipa, y cuy m hace
des cotidianas de manera extraordinaria: calceta. Pero e untan muchoa uto-

128
l ·" 11 i,io drh,· c"omp,1,1; i11,1,
1• (
· ·n
,-prt'Slt> •«,r1>oral
l
(<1ctin'd,1.lf. Júic,u) - ·· 1
111
• c'OII /,1 turit1,ra o ln·tur,1
( el ·ti ·id,,drs ·1dt11r,drs) .
.-1,,;t,,;: pr i ·ticas H ' ·omplo11r11ta11.

•sta in1agen puede tener el mismo I


m 1tivacional para el hijo de un
para el niño de ambiente rural,
u n ha vivido tal realidad en su vida l •

'"1tidiana. Los problemas de matemáticas,


por ejemplo, corresponden también a
realidades desfasadas o a otras vividas
· lo por ciertos niños. El valor del ejem-
plo estriba en concretar, ayudar al niño
-partiendo de su experiencia concreta- a
egar a nociones más amplias. A este
La familia pw·Jc i¡:nij 1, " '
u11 estímulo para el 11hio, tanto L11 lcJ ªJ "d"
de las tarea cscolart'S, como u1 la raolucüí,a
d us prohft.ma pasonalf.'I.

respecto, la UNESCO insiste en la impor-


tancia de partir siempre, y en cada caso,
de la realidad concreta. No deberían exis-
tir libros de texto comunes para todas las
escuelas o para la mayor parte de ellas, ya
que ignoran la realidad concreta de cada
niño, su origen socioeconómico.
El fenómeno adquirirá caracteres más
graves en aquellas zonas donde se conju-
gan dos idiomas o lenguas, una la oficial
(que es la propia de la escuela) y otra en-
raizada en el pueblo de que se trate y, en
consecuencia, dominante en los ambientes
familiares y de relación en el seno de la
comunidad.
130
e) Ignorancia de la relacione entre la y "ser n1ayor" t', let'r, ir al itH.·~ t.·tr. La
escuela y la familia, relacione , que son es uda será una continuat.·i{m de b ima-
diferentes según los distinto, medios gt·n familiar y un mc:d io dt· idt·nt ificarsc
socioculturales. on el adulto.
La escuela es, para los nmo ' de la ¿Puede tkcirsc lo 1nisnw de.• lc.)S nit,\)~
clase ocioculturahnente fayorecidas. una de a1nbientcs obreros o ruralc.•~ ? I .:a sc.•p~t-
continuación de la vida familiar. Desd su ración entre la vida t'Sl'llbr y hi fam ili.1r
más tierna infancia, d niño dibuja o imu- e ' grande, lo cual hac · qm· \lllP ~ niih,~
la q~e escribe, y tal con1portan1iento e tengan unas motivarinn ·s r ' S Jl\' 1..' h l a lJ
ampliamente favorecido por los padre ' escuela qul' no t it·nt·n h,s d 1..· 111 .Í!\ . Fstt I es
qu lo estimulan , premian. El niño Yt' pn:cis:unent · lo qul' lu c.•scud,, ig nnrn .
que en su casa se lee el periódico, st' lec:n , ) Por otra p~u"ll't 1, ,s ni11w, 1· u~gur~t_'~
l1hros · El qms1era
· · - por un f enomt'no
, na- m edi os soci alc · l'm·ucntr~m ·11 l.1 IJmil1.1
'..ural · ~tuJiado- parecerse a us p ad rt· ·, ayud a pa ra n·a l1.1ar 1PS , le1wn· .' t.' ll~l11d,1
M:r rna or" Pero parecerse a su · padres In · hay ~ l' 1l plica ·11 ,ne · ¡t nnc iurll' S lflll'
1 1
El nivel socioeconómico y cultural
de la familia del niño y las asp iraciones
de la misma, influirán considerablemente
en la motivación del alumno
respecto a la escuela.

no entendieron bien; es decir, son estimu- fesión liberal y acceda a la Universidad, y


lados. En cambio, no ocurre así en otros animará y ayudará al niño para ello.
ambientes, en los cuales los padres, por Esta aspiración es más difícil en una
falta de instrucción cultural, no están en familia obrera. Aun cuando el hijo mani-
condiciones de prestar tal tipo de colabo- fieste unas "capacidades extraordinarias",
ración a los niños. También ocurre a la familia necesita generalmente del sala-
menudo, especialmente en las zonas rura- rio del muchacho a partir del .momento en
les, que el niño ha de compartir los estu- que pueda ganarlo, y no dispone de medios
dios con alguna tarea. para pagarle estudios superiores.
Las actitudes y motivaciones de los Las aspiraciones ·de los padres _están,
/ pádres ante la escuela dependen en gran por tanto, condicionadas por los medios
parte de su medio sociocultural. En nive- económicos d~ que disponen. Y tales as-
I
les socioeconómicos elevados, los padres piraciones influyen en las motivaciones de
se encuep.tran en situación de igual a los niños respecto a la escuela, que viene
igual respecto a la escuela. Si el niño "no a ser: para unos, un lugar que prepara
va bien" pueden ir a informarse, a discu- para el acceso a otros estudios, y para
tir con el maestro, el cual posee igual o ... · otros, un tiempo que debe transcurrir,
inferior categoría intelectual. No ocurre lo pero que no puede tener continuidad.
mismo en los medios socioeconómicos in- a) La no adaptación entre la escuela y
feriores. Si el niño "va mal", ¿cómo y con el desarrollo intelectual efectivo del niño,
qué argumentos discutirá ese padre con y el desconocimiento de las etapas del
el maestro? Este posee el saber del que desarrollo intelectual y de la personalidaJ
carece el padre y, por consiguiente, éste del mismo son factores esenciales en la
deberá someterse a su juicio y opinión, educación.
sin tener siquiera la posibilidad de "cam- Skinner ha señalado que las aplicacio-
biarlo de colegio". Se explicaría así, un nes de los conocimientos científicos se
"abandonismo" --criticado por los maes- hacen en casi todos los campos Jd s.ibc.~r
t tros- por parte de los padres pertenecien- en breves períodos de tiempo, pero e-n la
tes a ciertos medios socioculturales. enseñanza se calcula en más Je 20 años el
4) Las aspiraciones de todos los padres tiempo que separa un descubrimiento Je
para con sus hijos en lo que respecta a la su aplicación pedagógica. Hay quizás
escolaridad no son las mismas. Un inte- aquí un campo abierto a la tarea Je los
lectual aspira a que su hijo tenga una pro- psicólogos escolares.
133
En muchas escuelas,
. por drcunstancias di•versas, se 'l'alora n
únicamente los resultados globales,
mar.ginando los problemas individuales
de cada alumno.
A, imismo, e señala que cu:rtos tra ~-
tomos mcnore (ya sean espaciales, m~
porales, de ritmo, <le lenguaje, etc. ) q1Je
dificultan los aprendizajes básico {lectu-
ra, escritura, etc.) son totalmente ignora-
dos por la escuela, que no valora má que
el resultado global. Si el niño no aprende,
equivale a decir que está poco dotado.
El niño lo creerá y se conformará con tal
imagen o reaccionará c.on conductas a re-
sivas que empeorarár. su caso. En e -
te campo también tienen lo.; psicólogo
escolares una ayuda preciosa que pre -
tar a la escuela: señalar al rnaestro, de -
de la más tierna infancia del niño, lo po-
sibles déficits que presente y colaborar e -
trechamente con él en la solución de- lo ~
mismos.
b) Se ha estudiado también, en esu
crítica de la escuela, el papel de la a titud
del maestro en la enseñanza.
Lo que el maestro espera del nu1 ("( n-
diciona lo que éste hace, al m~m · en al-
guna medida. Puede ser un fa tor qu in-
fluya en los buenos o malos r~ ·tJt:.1 k\ ·
del niño. Rosenthal y Ja ·ol 'úH h;1n tu-
diado Iá influencia de "stc fa\.·t,x utili.!.U\-
do el dispositivo cxpt>rimt"l\la1 ·igui<.·nt :
hicieron creer a un ~rupo d nu · ·tro~ ~u ·
ciertos niI1os iban a tt"nc"r l,l ¡u ll.un.1.t \.Hl
"un despt.~gu · rápid,l", y llU • l"'-'l1.u, · l
rarsc de dlo · uno · r · ·uh.h.ld , ·d<-·nt ·•
I ,os niños hab ían sidd ·ln.!1\l,, · al l ..1. r ~
1J
7,7

e
,o 6,67

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a,
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5,89

años 1° EGB .

136
cuadros p odemos. apreciar
E n los
los resultados del experime nto
de Rosenthal y Ja cobson.

nada lo s diferenciaba del grupo que com-


pletaba la clase.
Los resultados (reseñados en el gráfico
de la izquierda, abajo) parecen concluyen-
tes, sobre todo en lo que concierne a los
niños más jóvenes. Aquellos de los que
los maestros esperaban mejores califica-
ciones "ganaron" mucho más en CI que
los demás.
En otros aspectos, y no solamente en
el CI, también estos niños fueron evalua-
dos de diferente manera por los maestros.
Así, en las clases de niños de 6, 7 y
11 años, los maestros consideraron que
estos chicos manifestaban una curiosidad
intelectual mayor que sus compañeros.
Para explicar la no aparición del fenóme- zote o que está poco dotado, le dejará
no a todas las edades, señala Rosenthal ~anto de lado, o lo tomará aparte en
?ºs tipos de factores que pueden haber grupos especiales; el niño se dará perfecta
intervenido en ello: la edad de los niños y cuenta de ello, y se creará una "imagen"
~ dif~rencia existente entre los maestros. de sí mismo que difícilmente podrá su-
cierto es que en varias clases los perar.
maestros hicieron progresar considerable- En un segundo nivel pudieran achacar-
mente a u .... . se a que el número de interacciones maes-
th " nos n1nos porque, dice Rosen-
al, creyeron en ellos". tro-alumno no es el mismo cuanJo d
r Las explicaciones dadas se sitúan a di- maestro "cree" en el niño. que cuanJu l"l
1erentes . 1
atrib .blnive es. En un primer nivel serían considera poco apto para rt'1:ibir bs c-n-
u1
un . .. es a q . 1
ue, s1 e maestro cree que señanzas.
n1no es 10 . t 1· Se interroga más a mt•nuJt> a nuios
éste t. e igente, no vacilará -si
lo q iene un fallo- en volverle a explicar que "contestan bien" que a !ºs qu<- "nll
ue Ya hiz · , saben". El maestro se \ ~ est unuJadu por
tüleran . o, Y manifestara una mayor
pren .· ,cia Y. benevolencia ante su incom- ·
las buenas respuestas: s1~mpre e:•s más
s1on. Sin b .
em argo, s1 cree que es un agradable ser entendido que no Serlo.
137
Inconscientemente, se pregunta más a encuesta del CRESAS a lo, 1n:1estros 1u~
aquellos que pueden satisfacer la seguri- habían participado en ella, éstos q\~eJaron
dad en sí mismo que a quienes pueden totalmente perplejos, pues eran u~con -
ponerla en duda. cientes de las diferencias que hac1an en
Los trabajos de Leroy y otros recientes clase entre unos alumnos y otros. En la
del CRESAS, en Francia, parecen demos- encuesta citada, los niños que aprendie·
trarlo así. Lo más asombroso es que, ron mejor a leer eran también los q_ue
cuando se enseñaron los resultados de la acumulaban n1ayor número de interaccio-

13
111
t scut·la tradin·mwl
·_,. q 1frit ,ulo actua!111t nr,· 10111 h, .,· < , , · •• • •
t .., ' " ..
l ·1111 t,:11 Jou·ia pt·Jagógica f !<>f'11.:..•11a _,., t, ,1, 1:: . ;
otra proponf 1111 cambio radical
dt /a socifdad.

nes. Pertenec1'an ' adema' s ' a clases socio - pedagógico, las críticas a la escuda trad i-
culturales "altas". cional pueden agruparse en dos tenden-
A un tercer nivel de la interacción, su- cias.
pone Rosenthal que los gestos y actitudes Una tendencia considera que la reali-
son d.1st ·
mtos respecto a unos y otros dad escuela puede cambiarse con reformas
pero a' . . '
un no ha sido bien estudiado por pedagógicas fundamentadas en, investi~?-
Ios autores.
ciones serias, en las que debenan part1c1-
Desde un punto de vista psicológico- par maestros, psicólogos y sociólogos.
139
Pedagogos, psicólogos y sociólogos
. . se ocupan hoy de in tentar rl:'so/v er
la crisis que afecta a la institución escolar.

La otra tendencia reúne la opinión de institución a su serv1c10 y no en interés


lüs que consideran que poca cosa puede de la mayoría de la población. Es deci~,
ha t r ·e en los tipos de sociedad actuales, que el "hombre nuevo" no puede surgir
) que ~óto un can1bio radical de la socie- en unas condiciones tan adversas co~o
J:iJ puc:Je tran "Íonnar las características las que caracterizan a la modema so~ie-
d la ·cuela, ya que ésta no es, dicen, dad industrial, en la que el hombre sirve
má que un reflejo de la ideología de las a las instituciones y no las instituciones
dj~t'1t dominantes que la utilizan como al hombre.

140
Vocabulario

ANTÍGENOS. Término ge- boso congénito debido a la dis- ENZIMAS. Grupo de protei-
neral que se utiliza para función o ausencia del tiroides. nas que catalizan y dirigm
denominar a todas las sus- Los individuos que padecen el ·metabolismo de loa . . .
tancias que, introducidas en esta enfermedad se caracteri- vivientes.
el organismo, provocan la zan por el cese de su desarrollo
formación de anticuerpos. Son físico y mental y, la presencia FENOTIPO. Conjunto de ca-
antígenos: las bacterias, sus de deformidades. racteres manifiest .
toxinas, las células orgánicas, organismo; heredi • J/ o
etcétera. - CROMOSOMAS. Pequeños adquiridos.
cuerpos alargados que resul-
BEHA VIORISMO. Corriente tan de la división de la sus- G- D I I I I I I O -
de la Psicología que se fun- tancia cromatina presente en llo de los elelnea. . . ._.._
damenta en la observancia y el núcleo de las células. Su nú-
análisis objetivos del compor- mero es constante para cada
tamiento sin relación con la especie (en el hombre hay ♦6 Unidades
conciencia, entendiendo por cromosomas). tranami i6n de
comportamiento la suma de Son pardculu ~
reacciones de un organismo EMPATÍA. Capacidad para pica• que ocupea ua de-
frente a los estímulos externos sentir y comprender la• emo- terminado c:rGIIIIOII-•·
y/o internos. ciones ajenas a trav& de un
proceso de idcntificaci6n cnn
CRETINISMO. Estado mor- los que las padecen.

142
cia y variaciún, y del conjunto creción situada en la base del génito o adquirido de debili-
de fcn6menos relacionados con cráneo, debajo del encéfalo. dad mental.
la descendencia. Tiene como finalidad el regu-
lar Ja mayor parte de las POBLACIÓN. En estadísti-
GENOTIPO. Conjunto <le ge- grande funciones del orga- ca, conjunto de individuos de
nes que presenta un organis- nismo, tale como crccimien- la misma especie agrupados
mo y que son d patrimonio t< , desarrollo, cxualidad, me- egún alguna o algunas ca-
hereditario del mi~mo. tabolismo. etc. ractcrist icas que se toman
como referencia para realizar
HIPÓFISIS . Glándula de se- IMBECILIDAD. E tadocon- u estudio.

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