La Nueva Escuela Mexicana, considera cuatro líneas de acción, la primera de

ellas es la revalorización del magisterio, pero ¿qué podemos entender de este

término? De acuerdo al documento titulado “La Nueva Escuela Mexicana:
principios y orientaciones pedagógicas” (2019), dice que este rubro contempla “la
reestructuración global de una carrera docente que permite el desarrollo
profesional de las maestras y los maestros para su ingreso, promoción,
reconocimiento y retiro”. Además “se considera la convocatoria y selección de los
mejores candidatos y el mejoramiento de la formación inicial, partiendo de la
reestructuración organizacional de la planta docente y directiva” y en este sentido,
las instituciones de educación, cualquiera que sea el nivel, ¿están preparadas
para este cambio?

En entrevista con directivos de diversas instituciones de educación media superior

señalan que, derivado de la NEM en este nivel a partir agosto de 2023 la
restructuración de las plantillas docentes hacen que quienes ya cuentan con una
base “a duras penas” sean cubiertas el total de sus horas, derivado que la carga
horaria se ha visto reducida; además de que, de acuerdo al “Profesiograma para el
Bachillerato General ciclo escolar 2023-2024” (2023) “las Instituciones de
Educación Superior actualizan su oferta educativa continuamente tomando en
cuenta las necesidades que demanda la sociedad, el sector productivo y los
intereses de las y los estudiantes, el presente documento está en constantes
revisiones y actualizaciones, por lo que las licenciaturas, ingenierías, carreras de
técnico superior universitario y/o posgrados que no aparezcan en el presente
profesiograma, estarán sujetos a la validación de la Dirección General del
Bachillerato a través de la Dirección de Coordinación Académica”

El mismo documento considera que “los perfiles profesionales comprenden

diferentes dominios de conocimiento contenidos en la normativa vigente, los
cuales establecen los distintos ámbitos de operación que determinan, de manera
específica, los requerimientos hacia el personal docente. Por lo que, la
dictaminación de los perfiles profesionales se emite a través del comparativo de
los conocimientos y la malla curricular de la licenciatura, ingeniería o posgrado
correspondiente” (SEP, 2023). Sin embargo, este tema pone en jaque a las
autoridades escolares quienes proponen a quienes ocuparán las titularidades de
las asignaturas, por ejemplo, en el Currículum Fundamental de la Educación
Media Superior se marca la Unidad de Aprendizaje Curricular “Laboratorio de
Investigación”, para impartir la misma se proponen perfiles como: Análisis Político,
Antropología Histórica, Antropología Social, Arqueología, Ciencias de la Educación
con Especialidad en Ciencias Sociales, Ciencias de la Educación con opción o
Especialidad en Ciencias Sociales, Ciencias del Hombre, Desarrollo Rural y
Gestión Intercultural, Economía y Gobierno; entre otras; pero en algunas regiones
e incluso entidades, estas profesiones, como carreras universitarias son escasas o
desaparecieron hace unos años.

Si entendemos este nuevo modelo de educación como un Sistema Adaptativo

Complejo veremos que los participantes son tantos para su implementación que
parte de ellos no existen o no tienen las herramientas suficientes o necesarias
para poder ejercer su función, por ejemplo, quienes difunden la información en las
instituciones son las y los Directores Escolares pero, a estos personajes ¿quién
los capacitó?, ¿conocen de pies a cabeza la currícula?, ¿ya se han terminado de
adaptar o están en ese proceso?

Entendemos que los agentes deben ser autónomos pero esto contiene cierto
riesgo, interpretar los contenidos temáticos, competencias, campos del
conocimiento a modo o a medias. De ahí la inminente necesidad que la interacción
entre los agentes participantes no sea lineal, como lo es el sistema tradicional, que
en esta nueva oportunidad, la capacitación y actualización del magisterio sea
diversa, multicultural y llena de humanismo, tal como lo marca el modelo.