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El problema económico del masoquismo (1924)

En anteriores trabajos, el masoquismo deriva de un sadismo anterior. En este trabajo – así como
en Más allá del principio del placer – nos dice que también podría haber un masoquismo
primario. Mezcla y desmezcla de dos clases de pulsiones. Principio de constancia y principio de
placer.

El principio que gobierna todos los procesos anímicos como un caso especial de la tendencia a
la estabilidad. El propósito del aparato anímico es reducir a la nada las sumas de excitación que
le afluyen, o al menos mantenerlas en el mínimo grado posible. Barbara Low (1920) ha
nombrado a este afán con el nombre de principio de Nirvana.
Placer y displacer no pueden ser referidos al aumento o la disminución de una cantidad, que
llamamos tensión de estímulo, si bien es evidente que tienen que ver mucho con este factor.
El principio de Nirvana – súbdito de la pulsión de muerte – ha experimentado una modificación
por la cual ha devenido el principio de placer. Y en los sucesivo tendríamos que evitar
considerar a esos dos principios como uno solo.
Esta modificación se dio por la pulsión de vida que conquistó un lugar junto a la pulsión de
muerte en la regulación de los procesos vitales.
Principio de Nirvana: pulsión de muerte. El principio de placer subroga la exigencia de la libido
y su modificación – el principio de realidad – el influjo del mundo exterior.
Ninguno de estos tres principios es destituido por los otros. Saben conciliarse entre sí. El
principio de placer no es el guardián de la vida.

Masoquismo
Tres figuras:

 Como una condición a la que se sujeta la excitación sexual. ERGÓGENO. EL


PLACER DE RECIBIR DOLOR.
 Como una expresión de la naturaleza femenina. FEMENINO.
 Como una norma de la conducta en la vida. MORAL. SENTIMIENTO DE CULPA.

1. FEMENINO: En el varón nos dan suficiente noticia las fantasías de personas


masoquistas que, o desembocan en el acto onanista o figuran por sí solas la satisfacción
sexual. Las escenificaciones a esas fantasías, ya sean ejecutadas como un fin en sí
mismas o sirvan para producir la potencia en iniciar el acto sexual. En ambos casos el
contenido manifiesto es el mismo: ser amordazado, ser golpeado, ensuciado, denigrado,
etc.
La interpretación más inmediata es que ese sujeto quiere ser tratado como un niño
pequeño desvalido y dependiente, como un niño díscolo (rebelde).
Ponen al sujeto en una situación característica de la feminidad: significa ser
castrado, ser poseído sexualmente o parir. Muchísimos de los elementos apuntan a
la vida infantil y a lo femenino.
La condición es que a los genitales o a los ojos no les pase nada.
En el contenido manifiesto del masoquismo se expresa un sentimiento de culpa
cuando se supone que la persona afectada ha infringido algo que debe expiarse.
Detrás se esconde el nexo con la masturbación infantil.
El masoquismo femenino se basa en el masoquismo primario, erógeno, en el placer
de recibir dolor.
En el ser vivo, la libido se enfrenta contra la pulsión de muerte o destrucción y llevarlo
a la condición de estabilidad orgánica. La tarea de libido es volver inocua a esta pulsión,
la dirige hacia afuera, hacia los objetos del mundo exterior. Un sector de esta pulsión
es puesto directamente a servicio de la función sexual: El Sadismo.
Hay una combinación de las pulsiones de vida y de muerte, de valencias diferentes
en cada caso. Por efecto de ciertos factores, a una mezcla de pulsiones puede
corresponderle una desmezcla.
Puede decirse que la pulsión de muerte actuante en el interior del organismo – el
sadismo primordial – es idéntico al 3masoquismo. Después de que su parte principal
fuera trasladada hacia afuera, en el interior permanece como residuo el genuino
masoquismo erógeno. El sadismo proyectado puede ser introyectado, de nuevo, hacia
el organismo: MASOQUISMO SECUNDARIO.

2. MASOQUISMO MORAL: Aflojamiento del vínculo con lo sexual. Todo padecer


masoquista tiene por condición la de partir de la persona amada y ser tolerado por ella,
esta restricción desaparece en el masoquismo moral: no importa que la inflija la persona
amada. No es un sentimiento de culpa – los sentimientos no son inocentes – sino una
necesidad de castigo.
El sentimiento de culpa es una tensión entre el yo y el superyó – conciencia moral
–. El yo reacciona con sentimientos de culpa ante la percepción de que no está a la
altura de los reclamos que le dirige su ideal, el superyó (subrogado del ello y del
mundo exterior). Debe su génesis a que los primeros objetos de las mociones
libidinosas del ello – la pareja parental – fueron introyectados en el yo a raíz de lo
cual el vínculo con ellos fue desexualidado: SUPERACION DEL EDIPO.
NECESIDAD DE SER CASTIGADO POR UN PODER PARENTAL.
EL DESEO DE GOLPEADO SE RELACIONA CON EL DESEO DE ENTRAR
CON ÉL EN UNA VINCULACIÓN SEXUAL PASIVA, FEMENINA.
LA CONCIENCIA MORAL SURGE DE LA DESEXUALIZACION DEL EDIPO
Y MEDIANTE EL MASOQUISMO MORAL – LA MORAL SE
RESEXUALIZADA – EL EDIPO ES REANIMADO.

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