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El informe de policía da cuenta de las actividades realizadas por agentes del orden

con funciones de policía judicial en desarrollo de las técnicas de indagación e


investigación lideradas por la Fiscalía General de la Nación, precisó la Sala Penal
de la Corte Suprema de Justicia.

Estos informes son contentivos de la declaración o versión sobre lo directamente


percibido por el servidor policial en desarrollo de su actividad.

Es por ello que su presentación como prueba en el juicio oral afecta la garantía a
la defensa del acusado, en su componente relacionado con el derecho a interrogar a
quienes, dadas las circunstancias, pueden tener el carácter de testigos de cargo
(artículo 8, literal k de la Ley 906 del 2004), sin desconocer que tales informes
pueden incluir, además, declaraciones de terceros, constitutivos de prueba de
referencia, proscrita en el proceso penal, salvo las excepciones de ley.

Por lo tanto, de pretender hacer valer tal información en juicio y convertirla en


prueba, debe la parte interesada llevar el testimonio directo del agente
investigador que realizó el informe, a fin de que declare sobre los aspectos que en
forma directa y personal hubiese observado o percibido, en los términos postulados
por el artículo 402 de la Ley 906 del 2004. De esta forma la defensa tendrá la
oportunidad de interrogarlo, confrontarlo e incluso impugnar su credibilidad. Por
lo tanto, solo excepcionalmente el informe policial podrá ingresar como prueba, ya
sea:

Como prueba de referencia, siempre y cuando el testigo se encuentre en alguno de


los supuestos previstos en el artículo 438 de la Ley 906 del 2004 y la Fiscalía
realice los procedimientos y cumpla con las cargas argumentativas inherentes a la
solicitud.
Como testimonio adjunto en caso de que el testigo se retracte o cambie su versión
en el juicio oral y la parte interesada agote los trámites pertinentes para su
admisión.

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