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13 puntos cardinales para el olvido

Solo se recuerda a los que están en estatuas montados a caballo,


todos los demás estamos condenados al olvido.
Le tengo terror a ser olvidado, pero he hecho poco para ser
recordado.
El recordar no me deja olvidar, mis recuerdos y mis olvidos juegan
a confundirme, que compiten entre sí…
Pero se asoma tu nombre:
Despacito,
Lo tomo,
Lo observo,
Lo doblo,
Lo guardo,
Y lo amo.
El olvido y el recuerdo, un par de problemas sin solución…aún…

Oscar Solorza Chinchon


El tren de mi vida

Con su singular sonido el tren de mi vida anuncia su paso y espera


que el guardia de mi corazón autorice su entrada.
Don David gira el mecanismo que baja la vara y cambia de
carrilera y agita la bandera que autoriza su marcha.
Cual mounstro furioso, bombeando humo y agua asoma el tren de
mi vida, cruza el puente Mapocho cercano a mi casa; en donde mis
ojos negros observan su marcha; aún suena en mis oídos su
sonoro y melódico tra, tra, tra, tra… brotando chispas de sus
ruedas, pisando los rieles de la fría carrilera; sus vagones vacios
traerán la gente a la plaza y se llenara de color y alegría mi
corazón.

David Agreda Terraza


Fantasía de la muerte

Cuando despierto y abro mis ojos logro ver desde la ventana de mi


departamento un hermoso día, las gaviotas en el cielo adornan un
paisaje de pastizales y aéreas verdes. Cuando de pronto un sonido
metálico de un candado interrumpe mi armonioso momento,
seguido de un grito que clama ¡la cuenta!... Entonces el
departamento se transforma en torre, las gaviotas en palomas y el
ventanal en barrotes… vuelvo a ser solo un número.

Matías Franco Corvalán Zapata


Que viva para siempre

Que no se acabe nunca el rito futbolero, esa misa pagana que


nace en la pelota, que no se mueran nunca los amigos sensibleros
ni la loca devoción que de los colores brota.
Que viva para siempre el taco y la gambeta; la pared certera y el
caño escandaloso. Defendamos con honor a cada camiseta y el
futuro, sin duda, será maravilloso.
Que no se vaya nunca el cantito de tribuna y le ganemos, siempre
a la intolerancia por goleada.
Que todas las banderas sean una, respetándonos con pica en
cada futboleada.
Que vivan para siempre Messi y Maradona, artífices de un modo y
un estilo respetado, representantes de una estirpe y de una zona
que cuida la pelota y el futbol bien jugado.
Que viva para siempre el futbol y la fiesta y aprendamos a cuidarlo
todos cual tesoro. Aunque la ola del negocio este en la cresta,
defendamos nuestro juego como oro.

José Héctor Olguín

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