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Vampiresa
Noche Oscura
Autopsia dividida
me hace hoy la vida:
te siguen mis silencios
del todo desahuciados
y mueren mis deseos
de llanto acongojado;
cercados por las fuentes de besos que se han ido
detrás de los recuerdos de un tiempo ya dormido…
Dolor
Ya no le temo a la carestía
ni a la falta de rocío en los ramales
ni al exceso de rocío en la mejillas
ni a los vientos ni a las turbas
ni a los mares ni a sus olas
embistiendo las orillas con su furia de titanes.
No le temo ya a la vida
ni a sus modas ni a sus ansias
ni a sus dioses ni a sus vallas
ni al suplicio consumista
subyugante en las aceras.
Voy volcando
Teatro
Telón arriba:
Frugal
sensual
la bella Pandora
aun busca su caja
de fino cristal
Abajo telón.
Telón arriba:
Dintel
Luzbel
sale del vergel
luego se humaniza
para su desgracia
Abajo telón.
Telón arriba:
Añil
febril
las lunas de Abril
llorando sus ríos
sobre sembradíos.
Abajo telón.
Telón arriba:
Control
farol
la pálida luz
hospeda polillas
que marcan las millas.
Abajo telón.
Telón arriba:
Cool
azul
vestida de tul
transluces tus dones
que quiero me abones.
Abajo telón.
Señores adiós
Murió la función…
Cualquierización.
Cualquierización
de mis versos ayunados de recuerdos,
fagocitados por el tragicómico olvido
en medio de líneas y rayas
y pinceladas clandestinas;
debajo de libros y compendios
y enciclopedias y polvo y telarañas.
Cualquierización
de mis alientos anicotinados,
alquitranizados hasta el mismísimo hastío,
recubierto de manías suicidas
y alegorías fúnebres que ya no aterrorizan
ni tan siquiera a los niños en pañales.
Pero:
cuando la luna se llena
mi suerte cambia
y mi cualquierización
se transforma, se incorpora, se posesiona
de licaones, hienas y vampiros;
y es entonces cuando soy originalmente aterrador
tan tenebroso que hasta los fantasmas me temen
aunque ya estén muertos.
La loca citadina
Afuera, a la intemperie
los sueños desgarrados
se retuercen moribundos
sin consuelo ni ilusiones.
Ah rencor malvado
que ahogas a mi princesa
con pericia y con destreza
en un lagrimal salado.
Ah rencor cargado
de culpa y vergüenza tiesa.
De los pies a la cabeza
degüellas todo lo amado.
Ah rencor olvidado
que regresas nuevamente
con tu astucia inclemente
a dañar lo desahuciado.
Juguete de cieno
y mi aliento te busca
bajo el sol de un invierno
que no deja de amarte,
que persigue tu cuerpo
y mi hálito te agravia
con los ojos de un muerto,
un cadáver sin tiempo,
sin dolores ni sueños,
sin tu aroma soy nada
más que olvido y silencio,
sin tu amable sonrisa
soy juguete de cieno
Paseos de zombis
Reflexiones.
"Ojos de serpiente,
alas de murciélago,
una pizca de muérdago,
un gramo de emoliente"
Me arrostro
a mí mismo...
Es siempre lomismo:
la enfermedad del lomo.
¡Ah!; ¡he ahí el porqué del dolor de espalda!
¡Porque tengo lomismo!...
Lo mismo de siempre:
Nada.
Sentimientos malditos.
Licántropo me siento,
sediento
de sangre marchita.
Me invita
a evadir mi suerte;
en busca de la muerte,
el claustro inevitable,
sombrío y deleznable,
de laberintos oscuros,
cuyos mohosos muros
plagados de gusanos
excitan inhumanos
deseos de venganza.
Yo zombi horroroso,
yo muerto maloliente,
yo brujo impertinente,
me abrazo al vampirismo
víctima de un sismo
de emociones confrontadas.
Alienadas
están las esperanzas
de inútiles andanzas
en medio de la luz.
.Sueños de cantimplora
A ratos,
solo a ratos, parecía un escritor poeta
con plumas de gaviota y cardenal
y palabras de alpiste.
Semejaba a un gigantesco pavo real
blasonando su abanico.
Te odio, te amo
¿Que si te odio?
¿Que si te amo?:
Tal como el viento
Tu adorado tormento.
Yo, el ambiguo.
Yo, el gris
de polvo,
con plomo circulando por mis venas clandestinas
y vigor de aceituna y margarina
y tormento de frutales dominados por la noche,
inspirados por el miedo al relámpago y al trueno.
Yo, el silente,
el paciente que todo lo tolera;
en danza macabra hacia el hechizo masoquista
bajo mangos poderosos de risueño amarillismo.
Yo, el intransigente,
enredado impíamente en hogueras peligrosas,
en el baile de fogatas nocturnas y brumosas
de marcada brujería intemporal.
Yo, el mágico,
el sublime, el milagroso, el santo, el ángel caído a los infiernos de esta tierra
azufrada y pestilente;
en medio de tanta gente
que; como yo,
suspira ante el futuro
clavada a las cruces del pasado.
La dependencia
hostiga cual jején avaro;
hambriento y deseoso
de mi sangre escurridiza,
cada vez que en mí aterriza.
Bajo al andén de la estación
y me quedo en silencio a mirar el túnel:
oscuro, profundo, inviolable.
¿Ves?
a veces quisiera ser actor
pornográfico,
para que alguien me pague por gozar
en lugar de trabajar
en esta esclavitud mal remunerada;
tan sólo a veces,
sólo a veces...
La serenidad de tu sonrisa
Mi mirada en tu sonrisa
ufana y altiva como una supernova.
Tu mirada en mi sonrisa
sangrante y profunda como herida mortal.
La nada me condona
Hoy (lucy)
Hoy
solamente hoy,
justamente hoy
estoy
borracho de impertinencias,
estoy
beodo de hostilidades,
alcoholizado ad extremus
de chismografía barata.
Por eso
hoy
solamente hoy,
justamente hoy
quiero vestirme de australopiteco
para no entender
o para entender nada.
Lucy
graciosa Lucy,
preciosa Lucy
ven a mí;
salvaje, peluda y resplandeciente,
a devolverme mi forma primordial y primigenia
de macho adusto e instintivo;
quiero de vuelta mis afilados y largos incisivos,
y mi pelaje alfombrado.
Me comeré el continente
de un sólo bocado;
aunque me quede atragantado....
Extremos apocalípticos.
En un forcejeo inadmisible
se han convertido las neuronas...
Taciturno;
en los más recónditos rincones del nocturno
ánimus, un mensajero
trajo hasta mí el secreto de las eras virginales,
el arcano de edades primigenias:
un trozo de big-bang
y su singularidad gravitatoria.
Lo devolveré al infinito
cuando se desvanezca el último mito
intransigente
de nuestra mente.
Sentimientos encontrados
Las dudas
agrietan mis palabras,
dejando entrever las telarañas
de mi ocaso ensangrentado,
en el cielo infernal de mi espinazo.
Los miedos
atrapan mi garganta,
silenciando los chillidos vehementes
que me ahogan y me asfixian,
clavándome a la cruz de un silencio manifiesto.
Esparavel dorado.
Y mi pierna
es un martillo neumático.
El huraño
Más engaño
que se vierte sobre pieles ya callosas
no hace daño...
No hace daño
al huraño
otra bronca, otra pelea, otra salida,
ni siquiera le hace daño la embestida
de palabras insensatas e insultantes...
¡casi nada!
Es un gigante oprobioso,
es un cometa candente
que se estrella irreverente
sobre un planeta glorioso,
trocándolo en espinoso.
Es el misterio sombrío
de un silencioso estallido,
es el desierto en un nido
que está sembrado de frío;
es vega seca de un río.
Es un error consumido
por la llama de la historia,
es la palabra notoria
que no conoce el olvido:
es el recuerdo perdido.
Es el surco en la corriente,
el aluvión consumado
que; fiero, se ha desatado
arrasando con la gente
tan intempestivamente.
Es un enjambre de dardos
en continente extraviado,
es un plantío de cardos
en un terreno salado,
por mosquitos salpicado.
Es un ondear de bandera
en un campo de batalla.
Es una enorme muralla
sometiéndose a una acera,
descarada e insincera.
Es la escopeta malvada
en las manos de un infante,
es la sonrisa arrasada
por el infierno de Dante
bajo lluvias de diamante.
Es engaño amenazante
este dolor comediante
que se ensaña conmigo...
que deambula conmigo
cual fuera mejor amigo
aunque se que es mi enemigo.
Divago
Desenlace.
Arcanos
sangrientos,
sanguinarios,
remembranzas de ejecuciones
de palabras necesarias,
toreándose insensibles
a través de fraudulentos vórtices
de despiadada resolución.
El pasado
manchado
de sadismo puro y genuino,
arremete contra el presente
repitiendo fórmulas maquiavélicas;
maquinando desenlaces histriónicos
a través de actores funestos
que intentan trocar en circos romanos
toda comarca, toda ciudadela.
Delirios
Creencias infames.
He eliminado de mi mente
un sin número de creencias
perniciosas y malévolas,
infiltradas en mi subconsciente
sin ningún consentimiento
y sin mi aprobación.
Sin embargo,
aun persisten algunas de ellas,
aferradas a mi alma,
disfrazadas de verdades,
de proverbios, de refranes,
motivando comportamientos
inicuos, intolerables, indomeñables;
más fuertes que yo.
Mi lado oscuro
no es más que un cúmulo
de opiniones nefastas
que me fueron impuestas
por la sociedad.
Las asecharé,
las emboscaré
y las destruiré
a todas ellas;
creencias infames,
para siempre.
La monstruosidad es elegante,
incluso hermosa en la punta de un pincel de artista.
Y es que
hasta lo más horrendo tiene piel de gallina,
y corazón y efluvios de cantina...
Auto encierro
Me he paseado inútilmente
en un carrusel de círculos viciosos,
en busca de un amor incondicional
fantasmagórico y fabulesco.
Ausencia de luz
En el aire enrarecido, humaredas pendencieras
fraguan desilusiones. Solo una quimera
desdibuja mil corazones,
y los monstruos legendarios no atormentan más que a los infantes
o a los tiernos amantes
Por la ausencia
de desconocidas intenciones,
toda congruencia
se troca en desmedidas ilusiones
fatigantes y mundanas.
No tengo ganas
de entretejer más atarrayas
con qué pescar pasiones.
Llámenme perezoso
pero el oso hiberna
para recuperar fuerzas
y dar luego nueva batalla.
Aprender a odiar
Aprender a odiar
con cada centímetro de la piel,
con cada célula del cuerpo,
con cada micra del alma.
Aprender a odiar
a tal punto
que el resentimiento empuñe el fusil
junto a tus manos,
que tu mirada sea enjambre de saetas venenosas,
que tu expresión sea la misma de la muerte,
del demonio, de la agresión y del horror,
que tus músculos tensos
estén siempre listos a la acción
repugnante y homicida.
Aprender a odiar
con cara de cañón,
disparando improperios,
preparando la embestida
sin detenerse a preguntar
quién es o cuántos años
tiene el enemigo...
Aprender a odiar
inutilizando las neuronas,
desconectando la sensibilidad,
la humildad y la empatía,
haciendo de cada uno de nosotros
fábricas de cadáveres en serie.
Adusta mismidad
Ahora sí enloquecí,
estoy; decididamente delirando.
Las endorfinas inundan mi cerebro
agitando mis neuronas en un cóctel de pensamientos anónimos y personales.
Escribo...pero ¿qué escribo?
Y descubro, vilmente
que soy tan solo
la alegoría de mí mismo,
nada más.
Autor Felipe Antonio Santorelli
Alias tonisan
Alias Yomismo Denuevo.