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"Queridas hermanas en Cristo,

Es con gran alegría y gratitud en nuestros corazones que les damos la más cordial bienvenida
a este retiro espiritual. En este momento sagrado y especial, nos unimos como una comunidad
de creyentes, dedicadas a profundizar nuestra conexión con lo divino y fortalecer nuestra fe.

Vuestra presencia aquí es un testimonio de vuestro compromiso con la búsqueda de una vida
más plena y significativa en el servicio de Dios. Como monjas, habéis elegido un camino de
entrega y dedicación al servicio de los demás, y por eso os admiramos y os agradecemos.

Durante estos días de retiro, nos embarcaremos en un viaje interior para renovar nuestra
espiritualidad, reafirmar nuestra fe y encontrar la paz en la presencia divina. Será un tiempo
para la reflexión profunda, la oración ferviente y la contemplación serena.

Recordemos que esta experiencia de retiro no solo es un regalo para nosotros mismos, sino
también para nuestras comunidades y para aquellos a quienes servimos. A través de la
renovación de nuestras almas, podremos llevar una luz más radiante a los demás y compartir
el amor y la compasión de Cristo de una manera aún más profunda.

A medida que avancemos en este retiro, les animo a abrir vuestros corazones y mentes, a
dejarse llevar por el espíritu divino y a nutrirse mutuamente con vuestra presencia. Vuestras
voces, vuestras historias y vuestras experiencias únicas enriquecerán esta experiencia
compartida y nos ayudarán a crecer juntas en comunidad.

En nombre de todos los presentes, quiero expresar nuestra más profunda gratitud por vuestra
dedicación y sacrificio. Vuestra labor incansable y vuestra fe inquebrantable son un faro de
esperanza para todos nosotros, y os honramos por ello.

Que este retiro espiritual sea un tiempo de bendición, renovación y conexión con la divinidad.
Que nuestras oraciones y meditaciones nos guíen hacia una mayor cercanía con Dios y que
nuestro compañerismo nos fortalezca en nuestro camino espiritual.

Una vez más, les doy la más cordial bienvenida a todas, con gratitud y alegría. Que este retiro
sea un regalo maravilloso para nuestras almas y que nuestra comunión nos nutra a todas.
Que Dios os bendiga abundantemente. ¡Bienvenidas!"

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