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CORRE LOLA, CORRE

ALUMNO: OSCAR MONROY VALENCIA 1°A


Título original: Lola rennt (Run, Lola, Run)
Año: 1998
Duración: 75 min.
País: Alemania
Dirección: Tom Tykwer
Guion: Tom Tykwer
Música: Tom Tykwer, Johnny Klimek, Reinhold Heil
Fotografía: Frank Griebe
Reparto: Franka Potente, Moritz Bleibtreu, Herbert Knaup,
Nina Petri, Joachim Król, Armin Rohde, Heino Ferch, Suzanne
von Borsody, Sebastian Schipper, Ludger Pistor, Julia Lindig,
Lars Rudolph, Ute Lubosch
Una cámara esquizofrénica, un teléfono rojo recién descolgado
y una peculiar estética de cómic bajo el amparo frenético de
la música tecno nos presentan a la incansable pelirroja Lola
(Franka Potente) que debe ayudar de inmediato a su novio Manny
(Moritz Bleibtreu), metido en un apuro muy gordo, pues en
veinte minutos debe conseguir los 100.000 marcos que le debe a
un gánster y que acaba de perder por el robo de un mendigo en
el metro. Con esta asfixiante premisa para la pareja berlinesa
comienza Corre, Lola, corre (1998), una joya de factura alemana
objeto de culto en la que el caótico tiempo se convierte en el
villano principal de la película, durante hora y cuarto veremos
pasar por nuestras retinas un cuento de intriga bajo el punto
de vista de que pasaría si..., hecho que provoca que la trama
se vaya modificando por una serie de casualidades impredecibles
que trastocan de forma extrema las vidas de sus protagonistas.
A través de un complejo ejercicio estilístico y narrativo, este
filme de acción pretende plasmar cómo un ínfimo y minúsculo
instante puede cambiar completamente el rumbo de cualquiera,
algo que posteriormente podríamos ver en otros buenos
largometrajes como la maravillosa Las vidas posibles de Mr.
Nobody (2009), encabezada por un gran Jared Leto, o la más
comercial pero adictiva El efecto mariposa (2003), aquella que
partía de un curioso proverbio chino: "el aleteo de las alas
de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo". Y es
que, según la teoría del caos, variando mínimamente las
condiciones iniciales de un sistema caótico concreto, éste
puede evolucionar en ciertas formas completamente diferentes,
provocando que una perturbación diminuta se amplifique
exponencialmente. Así pues, se abre la puerta del universo del
caos personificado, las zancadas imparables de Lola, un Berlín
rápido y visceral poblado por personajes cuyos futuros
conoceremos mediante fotos, un minutado del guion a tiempo
real, diálogos desincronizados, tres clímax distintos, y litros
y litros de adrenalina. Bienvenidos a una fiesta delirante de
posibilidades.
Es simplemente extrema en todo sentido, muy alocado y te
acelera el corazón a cada momento de la película.

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