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Mulqui

Origen
El muki o anchancho, es un duende de la mitología de los Andes del Perú; el cual se
caracteriza por ser minero y, como tal, su existencia está circunscrita al espacio
subterráneo

La palabra "muki" resulta de la castellanización del vocablo quechua murik, que significa


"el que asfixia" o muriska "el que es asfixiado". En su vertiente huancavelicana, la palabra
muqui sugiere "el acto de torcer", "ahorcar". Aunque también Muki en quechua significa
"húmedo" o "humedad". De ahí se dice que el Muki aparece en los lugares donde hay
agua.

Características

Para la tradición andina, el Muqui es un ser pequeño, de cuerpo fornido y


desproporcionado. Su cabeza está unida al tronco, pues no tiene cuello. Su voz es grave y
ronca, no concordante con su estatura. Su cabello es largo, de color rubio brillante.
Su rostro es colorado y está cubierto de vellos. Posee una barba larga, del
color blanquecino de la alcaparrosa. Su mirada es penetrante, agresiva e hipnótica, de
reflejos metálicos. En otras tradiciones mineras, su cabeza presenta dos cuernos.

Historia

Era un día del mes de agosto, cuando la luna estaba llena, que un minero se fue a trabajar
en una mina cerca de Pucayaco manejando máquinas pesadas. Él tenía un hijo llamado
Eustaquio de nueve años que se encargaba de llevarle el almuerzo todos los días a pesar
de su pobreza. Un día Eustaquio salió de su casa llevando el almuerzo de su papá. A las
once de la mañana aún no llegaba con el almuerzo; ya era la una de la tarde y su papá
muy preocupado y con mucha hambre se fue a buscarlo. Cuando estaba pasando una
curva vio a su hijo jugando con otro niño con piedritas, pero mientras más se acercaba se
dio cuenta de que esas piedritas eran pepitas de oro y que el otro niño era nada más y
nada menos que un muqui. Al darse cuenta el señor agarró su correa y ató al muqui y lo
encerró en un baúl y a cambio de su libertad el muqui le dio un baúl de oro y los padres de
Eustaquio salieron de la pobreza.

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