Está en la página 1de 5

Vitamina D y Dolor Cronico

Oscar Rosero Olarte MD, Medicina Interna – Endocrinologia


Presidente Asociacion Colombiana de Osteoporosis ACOMM.

La vitamina D es importante para el mantenimiento de la salud ósea, además


puede tener un efecto potencial en la prevención de enfermedades no
esqueléticas (1).

En personas sanas las fuentes más importantes de vitamina D son la producción


cutánea estimulada por la radiación solar y el consumo dietario. La contribución
relativa de estas dos fuentes es variable entre individuos de diferentes regiones
geográficas y grupos étnicos, pero la reducción de cualquiera de estas dos
fuentes puede producir déficit de vitamina D (2).

El déficit de vitamina D se reconoce actualmente como un problema de


proporciones epidémicas a nivel mundial (3), En una reciente revisión de los
trabajos disponibles en todo el mundo se encontró que el 88 % de las muestras
evaluadas tenía niveles séricos de 25-hidroxivitamina D por debajo de 30 ng/ml; el
37 % tienen valores medios por debajo de 20 ng/ml y hasta un 7 % tienen valores
medios inferiores a 10 ng/ml (4).

Investigaciones recientes también hacen referencia a una posible asociación entre


las concentraciones de vitamina D y el dolor crónico, el cual puede o no responder
a las terapias tradicionales. En estos pacientes, la administración de suplementos
de vitamina D puede ayudar a controlar el dolor.

Fisiología de la vitamina D

La vitamina D se obtiene a partir de la dieta y por acción de la luz solar en la piel,


durante la exposición solar, los fotones de luz ultravioleta B (UVB) penetran la
epidermis y la dermis, donde son absorbidos por el 7-dehidrocolesterol, este por
acción de UVB se convierte a precolecalciferol que a su vez se convierte en
colecalciferol, siendo lanzado fuera de la membrana plasmática al espacio
extracelular donde se fija a la proteína transportadora de vitamina D (DBP*).

El primer paso en la activación metabólica de la vitamina D es la hidroxilación del


carbono 25, que ocurre principalmente en el hígado a través del citocromo p-450,
el segundo paso en la bioactivación de la vitamina D es la formación de 1α-25-
hidroxivitamina D (1,25(OH)2D) a partir de la 25-hidroxivitamina D, proceso que
ocurre bajo condiciones fisiológicas en el riñón.

La 1α,25-hidroxivitamina D interactúa con el receptor nuclear de vitamina D


(VDR*) que a su vez se une al receptor de ácido retinoico, formando un complejo
que es reconocido por secuencias genéticas específicas conocidas como
elementos de respuesta a vitamina D (VDRE*), para abrir la información genética
responsable de sus acciones biológicas.

La presencia de la enzima CYP27B1, que conduce la síntesis de 1,25-


dihidroxivitamina D a partir de su principal sustrato la 25-hidroxivitamina D, y del
receptor de la vitamina D (VDR), distribuidos de modo casi universal en las células
y tejidos del organismo, le confiere a la vitamina D (aunque tal vez sería más
correcto decir al sistema endocrino de la vitamina D) un amplio papel en la salud
(5).

Deficiencia de Vitamina D y el dolor crónico.

Se conoce ampliamente una mayor frecuencia de dolor crónico


musculoesquelético en pacientes con niveles de vitamina d bajos, estos pacientes
con deficiencia de vitamina D a menudo informan de una peor calidad de vida (6).
El tipo de dolor asociado con la deficiencia de vitamina D varía, pero por lo general
se presenta como dolor musculoesquelético crónico o dolor óseo generalizado (7).

Uno de los mecanismos que se proponen como causa del dolor cuando hay
deficiencia de vitamina d, es que los niveles insuficientes de fosfato de calcio
llevan a una imposibilidad de mineralizar la matriz de colágeno en expansión del
hueso, dado que dicha matriz se hidrata y expande, causaría una presión hacia
afuera del periostio el cual está ricamente inervado por fibras de dolor (8).
Ademas la Vitamina D es un esteroide neuroactivo que modula la excitabilidad
neuronal y neurotransmisores cerebrales y activa varios sistemas de transducción
de señales.
Los receptores de Vitamina D (VDR) están presentes en la médula espinal, raíces
nerviosas, ganglio de la raíz dorsal y células gliales, corteza prefrontal, girus
cinguli, hipocampo, putamen y caudado, tálamo, sustancia negra, núcleo
geniculado lateral, hipotálamo y cerebelo. Existen VDR en el hipotálamo
ventromedial y la corteza cingulada anterior que son centros del control
descendente del dolor (9).

En un estudio epidemiológico realizado por Hirani y cols. se investigó en 1.659


hombres de ≥ 70 años las concentraciones de vitamina D y los síntomas de dolor.
Se evaluaba el dolor durante las 4 semanas previas a la inclusión en el estudio
mediante una encuesta corta de 12 ítems, y también se determinaban como
covariables los niveles de 25-hidroxivitamina D y la hormona paratiroidea (PTH).
La prevalencia de dolor crónico fue de 29,7 %, y los pacientes con bajas
concentraciones de vitamina D tenían una mayor incidencia de dolor crónico (10).

En un estudio aleatorio placebo controlado, realizado con 30 mujeres con


fibromialgia y niveles séricos de VD <32 ng/mL, quienes recibieron tratamiento
(1.200 a 2.400 UI diarias de calcifediol) con la meta de lograr niveles séricos por
20 semanas entre 32 - 48 ng/ mL; se encontró que los niveles de vitamina d,
mejoraron en ambos grupos aunque más en el de intervención, Para la semana 25
de seguimiento se observó una reducción marcada en el dolor en el grupo de
tratamiento, 68.7 ±12.5 a 53.4 ±29.3 mientras que permaneció estable en el grupo
de placebo 62.0 ±20.2 a 64.5± 16.1, p=0.025 (11).

El estudio de Gendelman y Cols, con un diseño aleatorio, doble ciego, controlado


con placebo, vinculó 80 pacientes con dolor musculo esqueletico, los cuales
fueron asignados a recibir 4.000 UI diarias de Vitamina D3 por vía oral o un
placebo, con seguimiento a tres meses. Además del desenlace de dolor medido
con la escala visual analoga, se evaluaron los niveles de citoquinas pro-
inflamatorias. Se encontró que el grupo que recibió la vitamina d logró una mayor
disminución del dolor, necesitó menos terapia de rescate y los niveles de TNFa y
PGE2 disminuyeron también en forma significativa (12).

Conclusión

Estudios observacionales y prospectivos sugieren que la corrección de las


concentraciones de vitamina D pueden disminuir el dolor de múltiples orígenes.
Los suplementos de vitamina D en pacientes con bajas concentraciones séricas
puede ser una manera fácil y segura para disminuir el dolor crónico,
principalmente musculoesquelético, en muchos pacientes.

Referencias

1. Holick MF. Vitamin D: Photobiology, metabolism, mechanism of action, and


clinical applications. Flavus M. editor. Primer on the Metabolic Bone
Diseases and Disorders of Mineral Metabolism. American society for Bone
and Mineral Research. Washington D.C. 2003; 129-137.
2. Holick MF. Vitamin D Deficiency. N Engl J Med 2007; 357:266-281
3. Dusso A, Brown J, Slatopolsky E. Vitamin D. Am J Renal Physiol; 2005;
289: F8-F28
4. Hilger J, Friedel A, Herr R, Rausch T, Roos F, Wahl DA, et al. A systematic
review of vitamin D status in populations worldwide. Br J Nutr 2014;111:23-
45
5. Rosero Olarte, Oscar. Vitamina D y salud ósea en la mujer
posmenopáusica. Revisión.Revista Colombiana de Endocrinología,
Diabetes & Metabolismo, [S.l.], v. 2, n. 1, p. 14-19, mar. 2017
6. Powanda MC. Is there a role for vitamin D in the treatment of chronic pain?
Inflammopharmacology 2014;22:327-32.
7. Powanda MC. Is there a role for vitamin D in the treatment of chronic pain?
Inflammopharmacology 2014;22:327-32.
8. Heath KM, Elovic EP: Vitamin D deficiency: implications in the rehabilitation
setting. Am J Phys Med Rehabil 2006; 85:916–923
9. Eyles DW, Smith S, Kinobe R, Hewison M, McGrath JJ. Distribution of
Vitamin D receptor and 1a-hydroxylase in human brain. J Chem Neuroanat
2005;29:21–30.
10. Hirani V, Blyth FM, Naganathan V, Cumming RG, Le Couteur DG,
Handelsman DJ, et al. Active vitamin D (1,25 dihydroxyvitamin D) is
associated with chronic pain in older Australian men: The Concord Health
and Ageing in Men Project. J Gerontol A Biol Sci Med Sci 2015;70:387-95.   
11. Wepner F, Scheuer R, Schuetz-Wieser B, Machacek P, Pieler-Bruha E,
Cross HS, Hahne J, Friedrich M. Effects of vitamin D on patients with
fibromyalgia syndrome: a randomized placebo-controlled trial. Pain.
2014;155:261-8.
12. Gendelman O, Itzhaki D, Makarov S, Bennun M, Amital H.A randomized
double-blind placebo-controlled study adding high dose vitamin D to
analgesic regimens in patients with musculoskeletal pain. Lupus.
2015;24:483-9.

También podría gustarte