Ética Aplicada al Comercio Internacional – Séptimo “B”

Jhon Jairo González Tuárez

Algo que todo el mundo hacía

«La gente siempre pregunta, ¿por qué alguien que gana un millón de dólares al año,
empieza a manejar información confidencial? Ésa no es la pregunta correcta. Cuando
empecé en 1978, no ganaba un millón. Tenía 25 años y trabajaba como empleado en
Citibank con un sueldo de 19.000 dólares al año. Era impaciente y ardía en mi ambición.

En ese tiempo, el manejo de información no se consideraba necesariamente malo, era

simplemente una propina que el mercado ofrecía a quien sabía buscarla. De esta
manera, yo simplemente lo veía como una manera rápida de hacer dinero. Por supuesto,
me daba cuenta de que lo que estaba haciendo no estaba del todo bien, pero lo
racionalicé como algo inofensivo, algo que todo el mundo hacía. (…)

Con el tiempo, me hice adicto. ¡Era tan fácil! En siete años convertí 40.000 dólares en
11,5 millones y sólo me exigía un par de llamadas al mes de 20 segundos cada una. Wall
Street era la locura en esos días (…) La diaria exposición a este tipo de transacciones,
ayudó a erosionar mi escala de valores y distorsionó mi juicio. En este mundo de miles
de millones de dólares, los millones que hice parecían casi insignificantes. (...)

En la base de mi compulsiva actividad comercial, había una incapacidad de fijar límites.

Quizá mi éxito surgía de esa misma base. Mi ambición era tan fuerte que fui más allá de
lo racional, y gradualmente fui perdiendo de vista lo que constituye un comportamiento
ético. (…) Recuerdo la angustia de Laurie cuando los chicos le preguntaban dónde
estaba su padre, pero, ¿cómo le cuentas a un chico que su padre está en prisión por
manejar información confidencial? (…)

Hoy estoy de regreso en mi hogar. Estos cuatro años me han hecho ver lo que es
realmente importante, y me han hecho darme cuenta también de que soy un hombre con
suerte. Mis amigos no sólo han cuidado bien de mi familia, sino que me han dado una
acogida increíble ahora que quiero reiniciar mi vida.»
Declaraciones de Dennis Levine, director editor de Drexel Burnham Lambert, tras
salir de la cárcel en marzo de 1990 a la revista Fortune. Había sido acusado de
utilización ilegal de información privilegiada en mayo de 1985.

Análisis

Podemos ver como el código de ética con lo que cuenta una persona puede cambiar por
la influencia de las demás personas, ya que al encontrarse inmerso con estas personas
empezó a ver algo que no estaba bien a verlo como “algo que todo el mundo hacia”
aunque sentía que no era algo que estaba bien hacerlo, pero seguro el dinero y las
necesidades con las que el contaba y con el sueldo que el ganaba sentía que no le
alcanzaba, hizo que el lo hiciera notando que ganaba mucho más dinero con solo hacer
un par de llamadas y hablar unos segundos. La avaricia lo segó y hizo de esto su trabajo
cotidiano que a largo plazo le iba a traer consecuencias porque en la ley no esta bien
vistas estas acciones y son penalizadas. Es un claro ejemplo de ver como tener definido
los principios éticos son importantes para no caer en estos errores y como la influencia
de las personas pueden quebrantar aquellas, haciéndolas ver como algo que esta bien.

Referencias
Salazar Morales, A. (2016 de Julio de 2016). Prezi . Obtenido de Prezi:
https://prezi.com/ihfkgoycu4hj/etica-organizacional-y-otros-campos-del-saber/