Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Protocolo para El Control de Riesgo y Manejo de Accidentes Amor y Esperanza
Protocolo para El Control de Riesgo y Manejo de Accidentes Amor y Esperanza
Afecto y buen trato, como elementos esenciales que permitan establecer vínculos
afectivos, que potencien el desarrollo físico, psicológico y social de los niños y niñas.
Ambientes protectores que reúnan condiciones de infraestructura y logística para
favorecer una atención pertinente, adecuada y segura.
Actuar de forma oportuna y pertinente en los casos en los que se presenten accidentes
o cualquier tipo de emergencia.
La modalidad de atención es flexible respondiendo a las características socioculturales
y necesidades de las familias atendidas.
Se tiene presente las necesidades de niños y niñas con discapacidad para que sean
considerados como iguales en su diferencia.
Las diferentes formas de atención al niño buscan facilitar la convivencia y la vivencia
interna de la participación activa de la comunidad.
La ley 1804 de 2016 “Por la cual se establece la Política de Estado para el desarrollo integral
de la Primera Infancia de Cero a Siempre y se dictan otras disposiciones", establece que
las realizaciones son las condiciones y estados que se materializan en la vida de cada niña
y cada niño, y que hacen posible su desarrollo integral.
Por otra parte, el Congreso de la República expide la Ley 1523 del Abril 24 2012 “Por la
cual se adopta la política nacional de gestión del riesgo de desastres y se establece el
Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y se dictan otras disposiciones”.
Conocer las acciones para prevenir y disminuir los riesgos potenciales de accidentes, así
mismo, brindar la información necesaria para asegurar su intervención en el supuesto que
estos ocurran.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
ALCANCE
Este documento va dirigido a las docentes, familias, niños, niñas y cuidadores de las
diferentes modalidades que maneja la Asociación de Padres de Familia Hogar Infantil
Villalola “Asovillalola” para evitar accidentes en las unidades de atención a través de la
Prevención y mitigación de riesgos.
La seguridad de los niños y las niñas se entiende como el conjunto de medidas preventivas
y de atención inmediata orientadas a garantizar su vida, salud y bienestar, en los escenarios
en los que transcurre su vida cotidianamente, entre ellos los lugares en los que reciben
Educación Inicial, como los Hogares Comunitarios y demás modalidades, los jardines
infantiles, Centros de desarrollo, encuentros de familia, entre otros pertenecientes al
Programa de Atención Integral a la Primera Infancia.
Los accidentes son eventos que surgen de manera inesperada, suceden sin intención y
pueden o no generar lesiones físicas y psicológicas en las niñas y los niños. Los accidentes
no son consecuencia de hechos fortuitos ni en azar, pues suceden por motivos diversos
(factores de riesgo) que son evitables y pueden generar diferentes afectaciones en las niñas
y los niños, incluso la muerte.
La protección de las niñas y los niños contra los peligros físicos es un derecho
impostergable de la primera infancia, por lo tanto, es importante tener en cuenta que los
accidentes no son consecuencia de hechos fortuitos o hechos asociados al azar; los
accidentes en la primera infancia son evitables y por esta razón pueden ser catalogados
como una forma de violencia no intencional, ya que, aunque ocurren de manera repentina
e independiente a la voluntad humana, son consecuencia de factores de riesgo
identificables que se pueden reducir y en la mayoría de veces están relacionados con
factores ambientales, con la falta de percepción de los riesgos de los agentes educativos,
su desconocimiento para evitarlos y la impericia para reaccionar en caso de la ocurrencia
del accidente.
Lo anterior en coherencia con la Convención de las Naciones Unidas para los Derechos de
la Infancia donde se hace énfasis en la responsabilidad social de proteger a las niñas y los
niños, así como garantizar ambientes seguros, entornos protectores y realizar las acciones
necesarias para ello. Esto incluye claramente una de las principales causas de muerte e
incapacidad en la primera infancia: los accidentes.
Los factores (causas) de un accidente, pueden ser definidos como condiciones derivadas
de aspectos ambientales y humanos así:
Factores Ambientales: son los relacionados con las diversas condiciones del entorno físico
y hacen que los ambientes presenten riesgos, tales como: ubicación geográfica, cambios
climáticos, condiciones y características de la arquitectura, estructuras e infraestructura,
estado de las viviendas, material didáctico, entre otros; es decir, el objeto, elemento o
mecanismo que desencadena el accidente y que puede ser peligroso por sí mismo
(enchufe, cable, pesticida, etc.) o que lo es debido a un defecto de diseño o de fabricación,
o bien a una utilización incorrecta (sobrecargar un enchufe, no sujetar cuadros, armarios,
archivadores a la pared, etc.).
Es preciso resaltar los aspectos psicosociales, relacionados con los agentes educativos y
las acciones correspondientes para evitar la ocurrencia de accidentes, en este sentido, es
preponderante la percepción del riesgo, las acciones y decisiones ante los riesgos y la
preparación para actuar ante un accidente por parte de los agentes educativos, el
acompañamiento a mujeres gestantes, niñas y niños en momentos críticos como la
lactancia, el consumo de alimentos, la siesta, el juego, la exploración del medio y en general
todos los momentos en que las niñas y los niños realizan actividades en el servicio de
educación inicial, lo anterior partiendo de la premisa que ningún niño o niña debe
permanecer sin el acompañamiento de un adulto cuidador responsable; esto se logra
garantizando entornos protectores para las niñas y los niños.
Gestión del riesgo: se define como un proceso social orientado a la formulación, ejecución,
seguimiento y evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones,
instrumentos, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del
riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a la seguridad,
el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible.
Riesgo: Es la posibilidad de que ocurra un suceso, en este caso una lesión física no
intencional. También es entendido como el conjunto de daños y/o pérdidas sociales,
económicas y ambientales que pueden llegar a presentarse en un espacio geográfico y un
periodo de tiempo determinados.
PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Las piscinas y similares son también uno de los lugares donde suelen producirse
accidentes. Para evitarlos es necesario proteger su acceso y usar los dispositivos de
flotación de acuerdo a la edad del niño.
Definición:
Es la atención inmediata que usted presta a una víctima de una enfermedad, lesión o
trauma, en caso de emergencia, antes de que llegue el equipo de salud especializado o sea
trasladado a un centro de salud.
Objetivos:
Salvar vidas
Prolongar la salud
Evitar complicaciones físicas y psicológicas
Reducir tensión y ansiedad emocional
Transporte adecuadamente.
Ayudar a la recuperación
Escaleras:
Colocar una puerta o reja en cada extremo de las escaleras, que mantengan cerrados al
acceso a los niños y niñas.
Enseñarle a los niños y las niñas a utilizar el lado ancho de los escalones y a usar el
pasamano.
No permitir que los niños y las niñas jueguen en o cerca de las escaleras.
Si se requiere que los niñas y niñas suban o bajen escalera siempre deberán hacerlo bajo
la supervisión de una persona adulta.
Ventanas:
No colocar muebles cerca de las ventanas pues podrían ser usados para trepar y jugar.
Si existen ventanas o puertas de vidrios que van hasta el piso, colocar una cinta de color
en sentido horizontal a la altura de visual de los niños y niñas de tal manera que se vea
claro que hay un vidrio y que no se puede pasar por allí.
No permitir que los niños y niñas abran o cierren ventanas-
Tomas eléctricas:
Estas deben permanecer en perfectas condiciones. No permitir que tenga cables expuestos
o pelados.
El uso de protectores plásticos es muy útil.
Ubicar señalización para que los niños y las niñas identifiquen que es una zona de
peligrosidad.
No permitir que los niños y niñas jueguen con las tomas o con cables.
No permitir que los niños y las niñas conecten aparatos a las tomas eléctricas
Cocina:
Ubicar señales para que los niños y las niñas identifiquen que es una zona de peligrosidad.
Colocar fuera de alcance de los niños y las niñas o cerrar el lugar para impedir su acceso.
Garantizar que permanezcan cerrados y que las tapas estén en buen estado
Vías públicas:
Quemaduras:
Intoxicaciones:
Ahogamiento:
Por cuerpo extraño: Puede intentarse la maniobra de comprensión del abdomen justo por
debajo de las costillas. Si con esto no se logró expulsar el cuerpo extraño, debe buscarse
atención médica urgente.
Por inmersión. Si hay alguien que tenga entrenamiento en reanimación cardiopulmonar esta
persona debe dirigir la asistencia al niño la niña.
Informar a los padres, madres o responsables.
Debe buscarse atención médica urgente.
Trasladar de inmediato al niño o la niña a la institución d de salud más cercana. Informar a
los padres, madres o responsables.
Toda estrategia de prevención de los ahogamientos debe ser integral y comprender lo son
la estrategia de prevención más eficaz. Se trata básicamente de drenar las acumulaciones
innecesarias de agua o de modificar el medio físico para crear barreras frente a las masas
de agua al aire libre.
Concebir y realizar sistemas seguros de gestión de las aguas, por ejemplo de desagüe o
canalización, o taludes de contención en zonas expuestas a inundaciones;
Vallar el perímetro de charcas o piscinas para impedir el paso a las aguas estancadas;
Crear y mantener zonas acuáticas seguras para usos recreativos; cubrir pozos y cisternas
abiertas.
Vaciar baldes y bañeras y mantenerlos boca abajo.
Bronco aspiración
ser comida o cuerpos extraños, o líquidos, como la sangre, saliva o los contenidos
Signos y síntomas:
Tratamiento:
Asfixia
Precisamente, por la frecuencia de este tipo de accidentes, los objetos que se aspiran se
han clasificado en dos tipos:
Cuando un objeto se queda atrapado en las vías respiratorias de un niño como actuar:
Póngale una mano empuñada en medio del pecho y estire el dedo gordo.
Cubra el puño con la otra mano cogiéndose del dedo estirado, para sostener con mayor
seguridad.
Se imprime fuerza hacia adentro y hacia arriba del pecho. Se hacen tres intentos y si no
sale el objeto, deben ir rápidamente a urgencias. El niño puede desmayarse porque no
respira. Si esto sucede, debe hacerse reanimación.
Para mayores de un año, se debe realizar maniobra de Heimlich, que consiste en presionar
el abdomen en forma súbita para aumentar la presión dentro del cuerpo y tratar de expulsar
el cuerpo extraño. Ahora bien, si este ya se ha desplazado hacia el pulmón y el niño ha
recuperado la respiración, no se debe intentar ninguna maniobra. Por el contrario, se debe
consultar de inmediato a un neumólogo pediatra, que es el especialista entrenado para
extraer estos cuerpos extraños de la vía aérea a través de un broncoscopio; es decir, un
aparato compuesto principalmente por tubo, que se introduce dentro del pulmón.
La Unidad de Atención cuenta con una brigada de primeros auxilios, compuesta por talento
humano capacitado.
Asegurar la atención en Primeros Auxilios del niño(a) con o sin lesión aparente.
En caso de haber accidente decidir el traslado del niño(a) lesionado(a) a una Institución
Prestadora de Servicios de Salud.
En caso de presentarse lesiones, se debe llamar de inmediato al servicio de urgencias de
su territorio y solicitar servicio de ambulancia si es necesario o pedir orientación médica:
Toda lesión por contacto con una fuente de calor tales como,
Quemaduras sólidos
Materiales recomendados para juguetes y material didáctico que pueden utilizar los niños y
niñas:
Condiciones de seguridad:
Las instalaciones, el mobiliario y los utensilios (pisos, paredes, puertas, ventanas, baños,
cocinas, alacenas, gabinetes, neveras, mesas, sillas, cunas, juguetes, loza, etc) deben
mantenerse en óptimas condiciones higiénicas.
Las superficies para el cambio de pañales no deben ser porosas, y deben limpiarse y
desinfectarse con una solución de Hipoclorito, antes y después de usarlas con otro niño o
niña.
El lugar destinado al cambio de pañales nunca debe ser el mismo en el que se preparan
alimentos. Y nunca debe utilizarse para la colocación momentánea de alimentos.
Cada vez que se realice un cambio de pañal, la persona que lo realizó debe lavarse bien
las manos.
Las neveras y las alacenas deben ser lavadas una vez a la semana, preferiblemente un día
antes de recibir el nuevo pedido.
Las mesas utilizadas para preparar y servir los alimentos deben limpiarse y
desinfectarse entre una utilización y la siguiente y antes y después de servir los alimentos.
Lo mismo aplica para los comedores para bebe.
Los utensilios usados para preparar y dar alimento a los niños y las niñas deben ser lavados
con agua y jabón, cada vez que sean usados.
Los juguetes y el material didáctico deben lavarse al menos una vez a la semana. Para los
que utilizan los niños y niñas menores de 1 año el lavado debe hacerse con más frecuencia.
Las cunas deben ser limpiadas diariamente y lavadas a profundidad al menos una vez al
mes.
Los juegos de sabana (sabana, sobre sabana y funda) deben ser lavados al menos una vez
a la semana y cada vez que se requiera.
Los protectores de la cuna deben ser lavados al menos una vez cada 15 días y cada vez
se requiera.
Las cobijas deben ser lavadas al menos una vez al mes y cada vez que se requiera.
Las colchonetas deben ser limpiadas y aireadas, por lo que se debe de realizarse al menos
una vez al mes.
En todo caso, se debe garantizar que todas las instalaciones, el mobiliario y los utensilios
se mantengan en perfectas condiciones de higiene.
Condiciones mínimas de seguridad que se debe tener en cuenta con los juguetes y material
didáctico:
Los ensambles deben estar libres de tachuelas, puntillas, grapas o elementos que puedan
llegar a generar riesgo para los niños y niñas.
Si son elementos de abrir y cerrar, que cumplan esta función con facilidad y sin generar
riesgos.
Tenga en cuenta que no todos los juguetes son apropiados para todos los niños y niñas,
Mantenga los juguetes diseñados para niños mayores fuera del alcance de los más
pequeños, y enséñeles a guardar sus juguetes adecuadamente.
Tenga precaución con elementos como un globo desinflado o roto puede asfixiar o
atragantar a un niño o una niña.
Siga las instrucciones de las etiquetas de los juguetes que hacen recomendaciones acerca
de la edad de uso.
No permita que los bebes o niños pequeños jueguen con piezas que los puedan asfixiar al
tragárselas. El tamaño de las piezas de los juguetes para bebés y niños pequeños deben
tener por lo menos 3.5 cm de diámetro y más de 5.8 cm de largo. Usted puede elaborar un
medidor con estas dimensiones utilizando el tubo del papel higiénico, y realizar las pruebas
con los elementos que tenga en el hogar para el juego de los niños. Cualquier juguete o
pieza que encaje totalmente en este tubo medidor representa un riesgo para que los niños
la traguen.
Estos momentos pueden considerarse como “inestables”, es decir, momentos durante los
cuales la organización habitual del Servicio de atención de Primera Infancia se altera, en
función de la simultaneidad de las acciones, la presencia de un mayor número de personas
y el contacto con la calle, entre otras cosas, por esta razón es necesario establecer acciones
preventivas, así:
El sentido general de este momento es acoger afectuosamente a los niños y las niñas, de
tal manera que se sientan seguros-as y bienvenidos-as a la unidad de Servicio de atención
de Primera Infancia.
Defina una persona responsable con funciones específicas en cuanto a la seguridad de las
niñas y los niños.
Es importante que la persona que recibe a los niños y niñas, hable con la persona
responsable que los entrega, para indagar sobre las condiciones generales físicas y de
salud en que se encuentran en el momento de ingreso a la unidad de servicio.
Recuerde registrar en el libro o cuaderno de novedades, observaciones y recomendación
cualquier información especial que deba ser tenida en cuenta sobre el estado general del
niño o la niña y que esta información sea firmada por la persona que entrega a la niña o
niño.
Durante el periodo de recepción, disponga de actividades para los niños y niñas, que les
permitan disfrutar el encuentro diario con sus compañeros y compañeras.
Entregue al niño o niña a su padre, madre o acudiente registrado como su acudiente. Nunca
lo haga a una persona menor de edad, a excepción en los casos en los que la madre o el
padre del niño o niña sean menor de edad.
La persona adulta responsable que acude a retirar al niño o niña, debe acreditarse como
autorizada mediante la presentación del documento establecido para tal fin. La presentación
de este documento debe ser requisito indispensable para la retirada de los niños y niñas.
En caso de que se haya presentado cualquier novedad durante el tiempo de atención del
niño o la niñas, sin importar el tipo o la magnitud de la misma, registre el hecho y las
actuaciones desarrolladas en el libro consecutivo e informe a la persona que recibe al niño
o la niña, quien a su vez deberá firmar el libro de novedades, observaciones y
recomendaciones, en constancia de que fue informado.
Solicite a los padres, madres o acudientes que en caso de que requieran retirar a los niños
y niñas en horarios diferentes a los habituales, lo avisen con suficiente antelación.
¿Cómo actuar cuando los padres, las madres o responsables NO recogen a los niños y
niñas en los horarios establecidos?
Defina, describa y divulgue las acciones que se seguirán en el momento que se presente
retraso en la recogida de los niños y las niñas. Ponerse en contacto con el padre, madre o
acudiente para informarse del motivo de retraso, si no hay contacto de un margen de dos
horas, después del horario del servicio e intente nuevamente de no lograrlo, proceda a
contactarse con la Policía de Infancia y Adolescencia para que acompañe el
desplazamiento a la Comisaria de familia o permanente más cercana. Informar a los
Aspectos claves para la seguridad de niñas y los niños durante el ingreso a las instalaciones
de personal ajeno a la unidad de servicio.
Se debe contar con una ficha de registro de visitantes a la unidad de servicio (Donde se
registre la hora de ingreso, nombre, número de cédula, que actividad realizará, firma y hora
de salida)
Se debe solicitar un carné o documento que lo acredite (ICBF, servicios públicos, alcaldía,
padre de familia, otro).
Mientras esté la persona visitante en las instalaciones de la UDS los niños y niñas NO
pueden permanecer solos.
Verificar durante la visita que todo esté en condiciones normales. De lo contrario se deben
activar las rutas de atención.
Todas las actividades deben tener una función determinada dentro del proceso pedagógico.
Las salidas pedagógicas deben contribuir claramente al cumplimiento de los objetivos
previstos con los diferentes grupos de niños y niñas. Para la realización de salidas deberán
garantizarse al menos las siguientes medidas de seguridad.
Se debe destinar un número de adultos no inferior a uno por cada diez niños y niñas.
Asignar funciones específicas a cada adulto responsable con el fin de atender los eventos
que se presente durante la salida transporte, baño, alimentación, actividades.
Realiza conteos frecuentes de los niños y niñas sobre todo cuando cambian de lugares (de
la unidad de atención al bus, del bus al lugar del lugar al baño, al comedor, etc.)
Realice visita previa al sitio a visitar y evalúe los posibles riesgos que se pueden presentar,
diseñé las actividades a realizar de acuerdo con el propósito definido, elabore un mapa de
riesgo y evalúe los posibles riesgos que se pueden presentar.
En salidas a parques o sitios que cuenten con juegos, tenga en cuenta que las caídas están
entre las causas más frecuentes de accidentes. Permita a los niños y niñas el uso de los
juegos bajo la supervisión de un adulto.
Realizar cronogramas de salidas para informar y dar a conocer a los madres, padres de
familia y cuidadores las actividades y lugares donde se realizará la salida pedagógica.
Realizar reuniones con las familias antes de las salidas para hacerlos participes de éstas e
informar el propósito, el horario, las personas acompañantes en la salida.
Según la edad, los niños y niñas deben conocer y ser conscientes de las señales de tránsito
y las precauciones en la vía.
Solicitar una autorización por escrita de los padres de familia de los niños y las niñas, previa
a la salida.
Igualmente, cada niño y niña debe portar una escarapela con su nombre, apellidos y grupo
sanguíneo, dirección y teléfono de la vivienda, nombre, dirección y teléfono.
En caso de contracción de transporte este debe cumplir estrictamente las normas para el
transporte de niños y niñas menores de 6 años y todas aquellas que sean aplicables.
Igualmente, los adultos responsables deben velar por que se cumplan las normas de
seguridad y transito durante los recorridos.
En todos los casos los adultos responsables deben verificar que al finalizar cualquier
recorrido no haya niños y niñas en el bus (es frecuente que los niños y niñas se queden
dormidos y no se vean fácilmente)
Se sugiere transportar a los niños y niñas en vehículos que no excedan un cupo de 20 niños
y niñas.
7. En casos de Extravío
Los momentos más vulnerables para la ocurrencia de un extravío son la llegada y la salida
de los niños y niñas a la unidad de servicio y las salidas pedagógicas. Ninguna medida es
excesiva a la hora de prevenirlos.
Indague con la persona responsable y/o personas cercanas las circunstancias presuntas
en que se extravió el niño o la niña, y el último lugar y momento en que fue visto-a.
Recorra los posibles lugares en los que puede encontrarse, busque al interior del servicio,
indague con los niños y niñas respecto a los lugares que posiblemente puede ocultarse
para jugar.
Verifique si el niño o la niña fue recogido por el padre, madre o acudiente y entregado por
una persona vinculada al servicio de atención integral y ésta no dio aviso al responsable
del grupo al que pertenece el niño o niña.
Informe de inmediato a:
Informe y solicite apoyo a los referentes de Primera Infancia del centro Zonal del ICBF
correspondiente, los cuales deberán acudir o enviar una persona que apoye las labores de
búsqueda e información y disponer toda la coordinación interinstitucional necesaria para la
pronta ubicación del niño o la niña.
No abandonar a los demás niños que se encuentran a su cargo. Deben dejarse a cargo de
otra(s) persona(s) que pueda(n) cuidarlos mientras el niño o la niña extraviado es
encontrado.
8. MUERTE
La Familia
La fiscalía
Pedir a la coordinadora y además personas adultas que estuvieron presentes durante la
muerte que relaten por escrito su versión de lo sucedido de tal manera que lo recurran a
este escrito toda vez que sea necesario informar a las diferentes instancias lo ocurrido.
La coordinadora, será el canal de comunicación oficial con la familia y con las autoridades.
Ninguna otra persona podrá dar información, a menos que tenga autorización explícita de
una de estas tres instancias.
La docente que se sienta más preparada para hacerlo, deberá informar en términos muy
sencillos a las compañeras y compañeros del niño o la niña fallecida, lo ocurrido.
La posición que debe asumir todas las personas de la unidad de atención, es de respeto y
acompañamiento al a familia del niño o la niña, En caso de que la familia lo solicite la
coordinadora debe remitir a la familia a los servicios de apoyo a la secretaría de Integración
Social u otras entidades que ofrezcan.
Únicamente en caso de que la familia este de acuerdo es aconsejable que los compañeros
para que esto facilite la adecuada elaboración del duelo. En los siguientes 15 días al
fallecimiento la coordinadora debe invitar a una reunión a los padres y madres de familia
del grupo del niño o niña fallecido y a otros interesados para informar de manera sucinta lo
ocurrido y resolver las inquietudes que se presenten. Es muy importante evitar emitir juicios
sobre lo sucedido pues esto son competencias de las autoridades respectivas. La causa de
la muerte y la responsabilidad o no de las personas de la unidad de atención, de la familia
o de un tercero solamente podrán ser establecidas por las autoridades mediante los
procedimientos legalmente establecidos.
Durante los siguientes meses el equipo pedagógico local, deberá apoyar con actividades
concretas, la elaboración del duelo por parte de los compañeros-as, las educadoras y debe
ser posible de la familia. Son normales reacciones de negación, ira dolor culpa y aceptación.
Es aconsejable permitir la expresión de todos estos sentimientos leer cuentos alusivos a la
muerte, recordar las características y gustos de la persona fallecida hablar de lo ocurrido.
RECUPERACIÓN
Una de las consecuencias de los accidentes son los daños psicológicos en la niña o el niño,
las familias y los agentes educativos que se encontraba con él al ocurrir el evento. Las
personas que se vean afectadas por un accidente que en sí es una situación traumática se
podrían encontrar en un estado de vulnerabilidad y desorganización emocional, que
requiere la acción corresponsable entre la familia, la comunidad y el Estado representado
por sus entidades para que la crisis sea abordada desde un enfoque integral que busque el
fortalecimiento del tejido social en que se encuentran las personas afectadas, a través de
la participación conjunta, definida y pertinente de las redes de soporte social, que permitirá
que ellas retornen a unas condiciones similares a las que tenían antes del evento.
BIBLIOGRAFIA